martes, 25 de agosto de 2020
TEMPORADAS
Dos parejas -desavenidas- de avestruces alquiladas por la
temporada
Uno de los inmensos caracolares de Guberne, con sus
movimientos a cualquier hora del día o noche
Montículos repletos de termitas hambrientas de la meseta
Kikish
Manojos de serpientes mezcladas, sobrantes del Butantá
El tapir solitario de Mintsa, que se niega a cualquier inter-
cambio dentro o fuera de su especie
Cajones transparentes de alacranes Reales: los famosos
"Condes" y "Duques" de los alacranes
Los cocodrilos gigantes de las ciénagas de Makabudia,
con sus pájaros limpiadientes (vienen en
grupo, cinco es la cantidad mínima)
Los arañales de Cziposz, con sus dos clases de redes: las
grandes, desprolijas, que descienden en pica-
da desde los árboles, y las invisibles para el
ojo humano y de algunos insectos voladores
Pincsines, los pajarillos más pequeños de toda la fauna,
millones, del tamaño de un grano de mijo
Si se cuenta con un pequeño lago artificial, se pueden
alquilar turbas de gansos, pavos, cisnes y
flamencos por un par de días, una tarde,
un rato
Y si se tiene piscina, un atún de 400 kilos es una verdadera
distracción para los niños
La gente tiene gustos variados, no hay duda de eso.
Algunos se deleitan alquilando por toda la temporada media
tonelada de avispas rojas, negras y moteadas,
que viven en guerra entre ellas y contra todo
lo que se mueve (y si hay algún alérgico vienen
y las retiran, sin olvidarse ningún ejemplar, en un
ratito)
Y algunos alquilan los pájaros azules de Silimna
que vienen en grandes jaulas de tapa y piso de madera
y barras metálicas cilíndricas, separadas entre sí a la
distancia justa para que los 300 y pico de ejemplares
entren y salgan a gran velocidad, todo el día
Por la noche conmueve verlos quietos, en sus perchas,
uno junto al otro, como en formaciones -para este lado,
para aquel- mirando con recelo a los observadores, por-
que descansan, pero no duermen
No aceptan -furia que aterra- ni agua ni comida
Uno de los orgullos de la especie es que se los proveen por
sí mismos; el otro es su color azul pintando obras maes-
tras en el aire incesantemente, que duran un segundo o,
con mucha suerte, dos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario