jueves, 29 de octubre de 2020

UN TEXTO DE HENRI MICHAUX: UNA MULTITUD BROTANDO DE LA OSCURIDAD

  

                                  "Sin título", una de las obras de Henri Michaux como

                                  pintor. Me gusta pensarlo como un sutil autorretrato.


 Cuando llegué ahí, fui conducido a un cine distante, donde

estaban pasando una película extranjera. - Un teatro grande, 

uno de los más grandes que se hayan construido en este país.

  Adentro, me pareció fenomenalmente grande a mí, especial-

mente de un lado (el izquierdo) que parecía estirarse intermi-

nablemente - un efecto extraordinario.

  La función ya había comenzado, estábamos en el medio de

la acción. Gente sospechosa brotaba de la oscuridad, conspira-

dores, sin duda. Ellos seguían brotando y brotando, emergien-

do de un vasto grotto, excepcionalmente vasto, un espacio in-

cierto que yo no podía lograr circunscribir. 

  Me dieron realmente la impresión de estar saliendo de "la

boca de la nada". Era inaudito. Ah, me dije a mí mismo, de

verdad están progresando en el cine hoy en día.

  Hacer que los conspiradores salieran tan naturalmente

de la oscuridad, una oscuridad densa que trabaja sobre tus e-

mociones, llena de misterio - esto era algo que nadie había lo-

grado hasta el presente.

  Ahora yo sólo podía seguir la acción contra un trasfondo de

pensamientos, de interpretaciones, de particular admiración, y

todavía las multitudes seguían brotando de la oscuridad, desde

la que parecían fluir dentro de la realidad. Y esas masas en mo-

vimiento eran sólo una parte de una mayor, más profunda, más

perturbadora masa. ¡Una maravilla, casi un milagro hecho per-

ceptible: el infinito (por un lado), en contacto con lo finito por 

el otro, y fluyendo dentro de él!

  Yo estaba perplejo, como si me encontrara en el exacto pun-

to de inflexión de una era, cambiando delante mío: merced a

un nuevo descubrimiento (que había sido guardado en secreto

hasta ahora), estaba desplegando la señal de su novedad delan-

te de mis ojos.

  Entretanto en la boca de la caverna la procesión era intermina-

ble. Ella, también, era extraordinaria -yo nunca había visto imá-

genes siquiera parecidas a esas. Atento como podía estar a esos

hombres pasando en filas medianamente regulares, me daba la

impresión de que sólo podía ver una pierna, la que avanzaba,

y que apenas podía descifrar la mitad de sus cuerpos que estaba

vagamente oculta en la misma indefinible manera.

  De verdad estábamos tratando con la típica, esencial conspira-

ción. Sería imposible soñar mejores: aparte de la prudencia y

la desconfianza (a través de una inspirada expresión de su des-

confianza), aún cuando pasaban marchando se mantenían en

parte ocultos, emergiendo literalmente del vacío.

  Una bien justificada prudencia, sin duda, pero una muy sin-

gular manera de caminar. O tal vez no tan singular, ya que des-

pués de toda esta acción teatral, que intentaba sugerir que se

trataba de partisanos, quienes por definición debían escapar de

nuestra mirada y de nuestras certezas.

  Yo ardía por saber el nombre del asombroso director. No só-

lo había él inventado este disfraz por remoción y parcial desma-

terialización (como corresponde a conspiradores que intentan

ocultarse el mayor tiempo posible), sino que él había hecho o-

tro hallazgo: consistía en mantener, por medio de algún meca-

nismo técnico nuevo, una cierta vibración puramente mental

transmitida por una técnica física. Sea lo que fuere, comunica-

ba la impresión de la vida misma, de la vida en peligro.

 Rápidas variaciones de una naturaleza desconocida, conmo-

ciones apenas perceptibles, producían la aprehensión de hom-

bres en peligro y esos bandeos entre atrevimiento  y temor que

una banda de tropas debe sentir mientras se preparan para un

ataque sorpresa-emociones que no pueden negarse, que van

derecho a tu corazón.

  Yo era más que un espectador, yo estaba ahí. Forzosamente

ligado a ellos, me sentía en esos lugares, con ellos. De lo úni-

co que carecía era del poder de tocarlos, ¡y aún así! había mo-

mentos en los que saltaba hacia atrás, tan reales me parecían

sus movimientos.

  Nunca una actuación me había vuelto tan presente, partici-

pante, comprometido.

  Mi vida como espectador había descubierto un espectacular

nuevo desarrollo. Sin planearlo, había entrado en la era si-

guiente. Me maravillé y soliloquié.

  

  De repente un dolor punzante me detuvo, y detuvo mi emo-

ción, mi participación, y pronto daría una respuesta bastante

diferente a mis preguntas previas.

  Hemianopsia. ¡Sí, era un ataque de hemianopsia lo que me es-

taba sucediendo; se había colado y sutilmente unido a la ac-

tuación! Desde ella, las oscilaciones, las temblorosas vibracio-

nes, más fuertes a la izquierda que a la derecha... y la misterio-

sa oscuridad, profunda y vibrátil -eso también pertenecía a mi

hemianopsia.

  El ataque de migraña oftálmica debe haber ocurrido cuando

entré al teatro, coincidiendo con las primeras imágenes, provo-

cado por la luz excesivamente intensa de el haz luminoso cega-

dor en la pantalla.

  Los espasmos de las pequeñas arteriolas cerebrales habían su-

ministrado las vibraciones aparentemente emocionales, la obli-

teración parcial de los cuerpos, la "magia" de los conspirado-

res, su sorprendente disimulo, su ansiedad tan admirablemente

imitada con tal profundidad física. Los elementos combinados

en el drama vinieron de mi propio temblor, una invasión de lo

teatral por lo fisiológico, una confusión del espectáculo con la

dolencia del espectador.

  Al volverse mental el material, eso era lo que se necesitaba

para producir esa maravillosa precisión, inalcanzable de otro

modo.

  En cuanto a la nueva era en filmación -bueno, iba a tener que

esperar un poco.






(Una coincidencia. Jean-Dominique Rey entrevistó a Mi-

chaux, algo que se daba raramente. En la introducción a

esa entrevista, publicada como los dibujos del propio ar-

tista que acompañan el texto, pertenecen al libro Henri

Michaux. Obras escogidas 1927/1984, un bello catálogo

de las obras pictóricas de H.M. expuestas en el museo 

Cantini, en noviembre de 1993, dice Rey: "Hasta el final,

bajo el impermeable y las gafas oscuras, quiso preservarse

en el anonimato. Una semana antes de su muerte, le vi sa-

lir del cine enmascarado bajo las gafas, llegar al Boulevard

Saint-Michel y atravesar la multitud sin que nadie lo reco-

nociera."



 Traducido del inglés por Robert R. Rivas (sin versión francesa, 

en esta ocasión), de una edición notable:

 Darkness Moves. An Henri Michaux Anthology: 1927-

1984. Selected, translated and presented by David Ball.

Univ. of California Press, 1997.





 Como mi intención es que haya una versión en castellano

de la mayor parte posible de la obra de este poeta incompara-

ble, me propongo ir agregando, acá y allá, textos que tengo

entendido aun no habían sido vertidos al castellano.


domingo, 25 de octubre de 2020

UN PEQUEÑO HOMENAJE A FLANN O'BRIEN

 



 Una buena parte de la aventura de la vida, que en otros 

tiempos consistía, por ejemplo, en una extensa recorrida

del África Occidental Francesa, como se la llamaba en

esos tiempos (Sierra Leona -uno está tentado de decir "la

Sierra Leona de Graham Greene"-, Dakar y el Senegal, 

Abidjan y el mercado de máscaras más grande de África,

The Gambia...), se ha convertido en la búsqueda de auto-

res y de sus libros. Descubrimientos de territorios bastante

poco explorados. O, también, mucho menos explorados de

lo que debieran serlo.

 Hace poco entré en contacto por segunda vez, pero en este

caso de manera decisiva, con un escritor irlandés de vida

trágica. Lo que se cuenta de esa tragedia está referido a su

obra, a los avatares de su obra. Tentado desde el principio

de decir "si tres son los genios literarios de Irlanda en el

siglo XX, no dudaría en desplazar a Yeats, para acomodar

en su lugar a Flann O'Brien, junto a los al parecer definiti-

vos Beckett y Joyce". Son provocaciones menores y sin con-

secuencias, y me permiten sentir un ligero vértigo de esos

que en otro tiempo hubiesen sido briznas de brisa perdidas

y nada más. Edna O'Brien (sin otro vínculo familiar con 

Flann que el apellido) ha dicho que este es uno de los tres

mayores escritores irlandeses, pero que, además, es el más

divertido de los tres.




 O'Brien estuvo partido entre su vocación literaria y la rea-

lidad, como tantos otros autores. Su primer libro en serio

se tituló "En nadar dos pájaros". Borges habló (escribió, en

realidad) cosas muy elogiosas de ese libro. Un mérito, sin

duda, ya que en su país de origen el libro vendió exactamen-

te 244 copias. Se nota que el autor de "Otras Inquisiciones"

obtuvo, milagrosamente, uno de ellos. Su segundo libro, una

obra maestra que me atrevo (sí, también mis atrevimientos de

otros tiempos eran de otra clase) a llamar "deslumbrante". El

genio de O'Brien en su máxima expresión. La cuestión es que

el libro fue rechazado de plano por varias editoriales, el escri-

tor no logró publicarlo -recién apareció editado un año después

de su muerte- y la frustración, junto a su tendencia bastante

compartida por esos lares al alcoholismo, comenzaron la des-

trucción tanto del O'Brien persona, como del escritor.




 Trabajó en periódicos y en la radio, aparte de sostener un

puesto oficial que maniataba sus expresiones artísticas en

un país sumamente conservador, publicando notas que han

sido reunidas en La gente corriente de Irlanda, un libro que

no logra ocultar ni la erudición ni el tremendo sentido del hu-

mor de este hombre de genio. Pero él sintió que esas tareas

menores se devoraban al escritor que tenía dentro. En unos

cuantos años su vida se derrumbó por completo (había nacido 

en Strabane, una villa del norte de Irlanda en 1911 y murió en 

Dublín en 1966): la gran biografía que escribieran Peter Coste-

llo y Peter Van de Kamp, habla del deterioro notable de las fac-

ciones de O'Brien en ese declive que debía concluir con su 

total destrucción.




 Pero Flann O'Brien encendió una luz y esa luz permanece

y creo que permanecerá encendida por mucho mucho tiempo.

Encendió una luz triste, aguda, irónica, dura, comiquísima,

imaginativa y dolorosa.

 Después se fue. Todos nos vamos, pero algunos no se van

del todo.

 Eso es lo que quería decir hoy. Eso y recomendar la lectura

de su obra maestra (a mi entender): El tercer policía. También

son muy buenos los otros dos que mencioné . Y también Cró-

nica de Dalkey, que Harold Bloom colocó, junto a su otra obra

maestra en el Canon Occidental. Y también el muy triste La

boca pobre, donde cuenta la forma de vida de su pueblo y épo-

ca, sin faltarle nunca la veta de humor. 




 Miro el rostro de O'Brien. ¡Cuánto dice ese rostro! Me revuel-

ve en una insistencia de la que no desisto: se lee a un autor por

su obra, pero, además, y casi diría fundamentalmente, porque 

nos despierta sentimientos. Un afecto extraño, perteneciente 

tan sólo a la relación entre artista y observador o lector. Vivió

en tiempos difíciles. casi podría decirse "¿quién no?". Bueno,

las suyas, junto al lugar en el que le tocó nacer, produjeron una

combinación especial. 



                                   (Por Kernoff Harry)


 Un genio llamado Flann O'Brien. O Brian O'Nolan.

 O Myles na g Copaleen. O George Knowall (Sabelotodo).

O Peter the Painter. O John James Doe. O Brian O Nuallain.

O Count O Blather (decir tonterías). O Winnie Wedge. 

O Brother Barnabas. o Stephen Blakesley. O Lir O'Connor.



                                               (Por Brian Keating)


 Tanto Sergio Pitol como Gianni Celati han escrito ensayos

valiosos acerca de O'Brien, cuya lectura también recomiendo.



                             La casa en Strabane

martes, 20 de octubre de 2020

UNA ANTOLOGÍA DE POESÍA ALEMANA DEL SIGLO XX

  LA POESÍA ALEMANA DEL SIGLO XX


 Sin duda es Rilke el que introduce a la poesía alemana en el si-

glo XX.

Con los antecedentes de Friedrich Hebbel (1813-1863) y de 

Gottfried Keller (1819-1890), seguidos por Hugo Von Hofmann-

sthal (1874-1929) y Stefan George (1868-1933), Rilke irrumpe 

con una poética que recapitula la tradición poética germana -ini-

ciada en tiempos de Carlomagno, cuando recién se creaba la na-

ción alemana, y se combinaban en su literatura la cultura latina

medieval y las tradiciones orales populares- y los movimientos 

de vanguardia, apuntando, dice él mismo, a traducir lo visible 

en lo "invisible" y, viceversa, darle visibilidad a la invisible ri-

queza y fragilidad de la vida. Sus El libro de las Horas (1899) 

y El libro de las imágenes (1902), inician la gran corriente poé-

tica germana del siglo XX. Le seguirán Las elegías de Duino

Orfeo.

 Esta antología está lejos de ser exhaustiva. Intenté reflejar diver-

sos momentos/movimientos, desde el expresionismo del período

1900-1920, el largo período 1920-70, atravesado por el nazismo

 entre 1933 y 1945, y la consiguiente división de Alemania poste-

rior a la derrota alemana en la Segunda Guerra, con la parte orien-

tal permaneciendo hasta 1989 bajo el dominio soviético, junto a 

corrientes más actuales.


  RAINER MARIA RILKE (1875-1926)





  ANTES DE LA LLUVIA DE VERANO


 De repente, desde todo el verde que te rodea,

 algo -no sabes qué- ha desaparecido;

 lo sientes deslizarse más cerca de la ventana.

 en total silencio. Desde el bosque cercano


 escuchas el urgente silbido de un chorlito,

 recordándote el Saint Jerome de alguien:

 tanta soledad y pasión vienen

 desde esa única voz, cuyo fiero pedido otorgará


 el aguacero. Las paredes, con sus antiguos retratos, planean

 lejos de nosotros, con cautela, como si

 se supusiera que no deben oír lo que decimos.


 Y reflejada en los desteñidos tapices ahora:

 la fría, incierta luz de aquellas largas

 horas de infancia en las que tenías tanto miedo.




 GEORG TRAKL (1887-1914)





 PAISAJE


 Atardecer de septiembre: tristemente los oscuros llamados de 

     los pastores

 Timbran a través de la oscura aldea; el fuego escupe en la forja.

 Un caballo negro se yergue violentamente; los bucles como

         jacintos de la joven

 Se arrebatan ante el ardor de sus narinas color carmín.

 Suavemente se hiela el llamado de la corza al borde del bosque

 Y los brotes amarillos del otoño

 Se doblan mudos sobre el azul semblante del estanque.

 En rojas llamaradas un árbol quemado: los murciélagos ondean

       hacia arriba con oscuros rostros.

 

 

    


  PAUL KLEE (1879-1940)


 AGUA


 Agua,

 recubierta de olas,

 recubiertas por un bote,

 recubierto por una mujer,

 recubierta por un hombre.




GOTTFRIED BENN (1886-1956)


 FRAGMENTOS


 Fragmentos

 restos flotantes de almas,

 coágulos del siglo veinte -


 cicatrices - inicio del flujo desde el alba de la creación,

 las religiones históricas de cinco siglos hechas añicos,

 ciencia: rajaduras en el Partenón,

 Planck corriendo a Kepler y Kierkegaard

 con la fresca neblina  de su teoría cuántica -


 pero hubo noches robadas en los colores

 del Todopoderoso, sueltas, fluyendo.

 incontrovertibles en el silencio

 de sus azules fluyentes,

 color de introvertidos,

 allí me senté 

 las manos apoyadas en las rodillas

 como un campesino

 atendiendo calladamente mi trago

 mientras los peones tocaban armónicas -

 

 y otros

 son impulsados por espirales internas,

 intrincadas,

 compresiones arquitectónicas

 o amoríos.




 THEODOR KRAMER (1897-1953)


 ¿QUIÉN ESTÁ GOLPEANDO LA PUERTA?


 ¿Quién está golpeando la puerta

 Demasiado temprano para la mayoría de las almas?

 Es sólo el chico del panadero mi mascota

 Trayendo unos panecillos.


 ¿Quién está golpeando la puerta?

 Voy yo, amor, no te revuelvas 

 Es sólo un señor de los vecinos

 Preguntando quiénes éramos.


 ¿Quién está golpeando la puerta?

 Sigue con tu baño, no te molestes

 La carta que estamos esperando

 Acá está el cartero en la entrada.


 ¿Quién está golpeando la puerta?

 Vamos, sólo haz la cama

 Es el propietario: debemos estar fuera

 El primero de mes, dijo.


 ¿Quién está golpeando la puerta?

 La flor fucsia está tan cerca-

 Mi amor, empaca mi neceser

 Y no llores mientras permanezcan aquí.


 (Theodor Kramer es un poeta, hasta donde sé, inédito en

castellano. Es uno de los tres poetas que Herta Muller res-

cató del olvido en su libro de ensayos "En la trampa",

junto a Inge Müller y Ruth Klüger.)





  ELISABETH LANGGÄSER (1899-1950)





 PRIMAVERA 1946


 Así que regresas

 Mi dulce Anémona -

 Toda estambre brillante, cáliz, corona -

 Haciendo valer la pena la devastación,

 ¿Como Nausícaa?


 Llevada por el viento y arqueándote -

 Ola y rocío y luz -

 ¿Qué remolino de dicha al fin

 Ha levantado este peso

 De hombros doblados por el polvo?


 Ahora me levanto

 Fuera de los dominios del sapo -

 El brillo rojizo de Plutón aún bajo mis párpados -

 Y la espantosa pipa de la guía a los muertos

 Aún en mis oídos.


 He visto el brillo del hierro

 En el ojo de la Medusa.

 He sentido el sisear, el susurro,

 El rumor de que ella podría matarme:

 Era mentira.


 Anémona, hija mía,

 Déjame besar tu cara: no

 Resulta espejada por las aguas

 De Lete o de Estigia.

 E inocente de no y de No.


 Y ves, estás viva

 Y aquí - no hay decepción-

 Y calma en la manera que tocas mi corazón

 Y no atizas sus fuegos -

 ¡Mi niña, mi Nausícaa!


 NOTAS


Este poema fue escrito en homenaje a su hija, Cordelia, que a 

pesar de los grandes esfuerzos que hiciera Langgäser para sal-

varla, aún consiguiendo para ella un pasaporte español, fue

deportada en 1944 a Theresienstadt primero y a Auschwitz

después. Un año más tarde Elisabeth Langgäser fue diagnosti-

cada con esclerosis múltiple.

 Nausícaa: la hija de Alcinoo. Nausícaa va al río, se encuentra 

con Odiseo, dicen que se casó con su hijo. Es un personaje de 

la Odisea: La 'dulce y pura Nausícaa'.. 

 Lete: uno de los ríos del Hades (el mundo de los muertos), es

también llamado "el río del olvido", porque ese es el efecto que 

producen sus aguas.

 Estigia: río límite entre la tierra y el mundo de los muertos. Es

también llamado "el río del odio".




BERTOLT BRECHT (1898-1956)


 LUGAR DE REFUGIO


 Un remo yace en el techo. Un viento moderado

 No se llevará la paja.

 En el patio hay postes dispuestos

 Para la hamaca de los chicos. 

 El correo viene dos veces por día

 Donde las cartas serían bienvenidas.

 Por el Sound vienen los ferries.

 La casa tiene cuatro puertas por las que escapar.





  ROSE AUSLÄNDER (1901-1988)





  AL FINAL DEL TIEMPO


 Cuando la guerra haya terminado

 cuando el tiempo haya llegado a un final


 caminaremos de nuevo

 por un pasaje de valvas de almejas

 y sentiremos nuestra unicidad

 con este hombre

 y con aquel hombre.


 Será maravilloso

 si y cuando eso suceda


 cuando el tiempo haya llegado a un final.



 ASOMBRADOS


 Cuando la mesa está fragante con pan

 frutillas y con vino cristalino


      vuelve tu mente a la cámara de humo-

      el humo sin forma-

      

      las ropas del gueto

      todavía no quitadas-


 y nos sentamos alrededor de la fragante mesa

 asombrados de estar sentados ahí.




GÜNTHER EICH (1907-1972)





INVENTARIO


 Esta es mi gorra,

 este es mi abrigo,

 aquí está mi estuche de afeitar

 en una bolsa de lino.


 Una lata vacía:

 mi plato, mi taza,

 en la hojalata

 he grabado mi nombre.


 Lo he grabado con este

 precioso clavo,

 que escondo

 de las codiciosas miradas.

 

 En mi bolsa del pan hay

 un par de medias de lana

 y algunas cosas que no le

 comento a nadie,


 sirve como una almohada

 de noche para mi cabeza.

 El cartón yace ahí

 entre yo y la tierra.


 La mina del lápiz  es lo que más quiero:

 me escribe los versos

 que concibo por las noches.


 Este es mi cuaderno,

 este es mi toldo de lona,

 esta es mi toalla,

 este es mi hilo de coser.




 HILDE DOMIN (1912-2006)




 CUMPLEAÑOS


 I


 Ella está muerta


 hoy es su cumpleaños

 este es el día

 en el cual ella

 fue derramada

 en ese triángulo

 entre las piernas de su madre

 ella me me derramó

 entre sus piernas


 ella es cenizas


 II


 siempre pienso

 en el nacimiento de un venado

 cómo coloca sus patas en el suelo


 III


 no he empujado a nadie dentro de la luz

 sólo palabras

 las palabras no vuelven sus cabezas

 se levantan

 de una

 y se van




 PAUL CELAN (1920-1970)





  RECUERDO DE FRANCIA


 Recuerda conmigo: el cielo de París, ese gigantesco

                                                   azafrán de otoño...

 Salimos a comprar corazones* en el puesto de la joven

                                                   florista:

 eran azules y se abrían en el agua.

 Comenzó a llover en nuestro cuarto,

 y entró nuestro vecino. Monsieur Le Songe, un hombre

                                                               pequeño y magro.

 Jugamos a las cartas. Yo perdí los iris de mis ojos:

 tú me prestaste tu pelo. Lo perdí, nos dejó de cama.

 Salió por la puerta, la lluvia salió tras él.

 Estábamos muertos y podíamos respirar.                                  


 * Hearts (corazones): un tipo de flor.



 TENEBRAE


 Cercanos estamos, Señor,

 cercanos y aferrables.


 Ya aferrados, Señor,

 engrampados uno con otro, como si

 cada uno de nuestros cuerpos fuesen

 tu cuerpo, Señor.


 Reza, Señor,

 rézanos a nosotros,

 estamos cerca.


 Fuimos allí torcidos por el viento,

 fuimos allí a doblarnos

 sobre foso y cráter.


 Fuimos al abrevadero de agua, Señor.

 

 era sangre, era

 lo que tú derramaste, Señor.


 Brillaba.


 Lanzó tu imagen dentro de nuestros ojos, Señor.

 Ojos y boca están tan abiertos y vacíos, Señor.

 Hemos bebido, Señor.

 La sangre y la imagen que estaba en la sangre, Señor.


 Reza, Señor.

 Estamos cerca.




 FRIEDERIKE MAYRÖCKER (1924-  )


 OSTIA TE RECIBIRÁ


 Estaré en Ostia

 Estaré ahí esperándote 

 Estaré ahí abrazándote

 Estaré teniendo tus manos en Ostia

 Estaré ahí

 en Ostia

 allí está la boca del Tíber

 ese río anciano


 No estaré en Ostia

 No estaré ahí esperándote

 No estaré ahí abrazándote

 No estaré teniendo tus manos en Ostia

 No estaré ahí

 en Ostia

 allí está la boca de ese anciano río

 el Tíber




 INGE MÜLLER (1925-1966)


 DEBAJO DE LOS ESCOMBROS III


 Cuando fui a buscar agua

 La casa colapsó encima mío

 Soportamos la casa

 El perro abandonado y yo.

 No me pregunten cómo lo hicimos

 No me acuerdo.

 Pregúntenle al perro.



 'TE DEJÉ ANOCHE'


 Te dejé anoche

 Por un tiempo largo -tengo la sensación, para siempre.

 La mañana era un cuarto gris.

 Y cuando saliste las calles estaban llenas de humo.





DAGMAR NICK (n. 1926 -tiene 94 años)





 CITATORIO


 Los estandartes están señalando asesinato.

 En los últimos bosques conservados

 las manadas de lobos salen de patrulla.

 ¡Abran un espacio para ellos!

 ¡Déjenlos entrar!

 ¡Dejen que los lobos vengan a la sangre!


 


 MARTINA WERNER (1929-


 MONOGRAMA 4


 Mama

 come muerte

 sabe a pescado

    "me disgustan las ambulancias"

    detrás, mujeres de la limpieza en oficinas vacías

                                                   doce

     vírgenes blancas en la tumba de Kreon

     y los techos blancos

     polvo de cemento blanco

     (pluma liviana en vuelo)


      hay cosas peores

      padres

      encima mío

      hijos

      encima mío


      ... y a la hora de irse a la cama - vamos díganlo

      que es tan

      malo acerca de la nieve las

                                                   pesadas plumas las

                                                   menudas zarpas




 HEINZ CZECHOWSKI   (1935-2009)


 DESNUDO


 Quería darme por vencido, pero

 entonces llegó el correo:


 el pasado, 

 el maldito olor del carbón marrón, el

 informante extraoficial "Bredel" que

 en un tiempo era

 mi amigo.


 Y de repente 

 tengo miedo.

 Yo, un pedazo de historia y 

 desnudo.



 MUERTE SENCILLA


 Durante la noche, según leí,

 tuvo dolores de estómago. En la cama

 yacía en silencio, luego

 murió mientras dormía. Los Cantos

 ya estaban completos, por delante

 el exponer el cuerpo en San Giorgio Maggiore.

 La góndola

 que lo transportaba a San Michele

 cubierto con flores de estación

 soportaba un cuerpo alivianado

 sobre el agua. Junto con todas 

 sus ideas equivocadas, fue puesto a descansar un metro

 debajo de la superficie acuosa de la laguna. Ahí

 puede ahora descansar, aguardando

 el juicio que habrá de

 encontrarlo culpable

 o no. No sabemos nada excepto: los hechos

 no eran su preocupación.




 ELKE ERB (n.1938)


 LA IDENTIDAD DE N.

                               '¡¡Situación!!' Friedrich Hebbel, Diarios.


  La esposa de N. lo había, aún antes de la guerra, dejado y

se había casado con otro. La destrucción de Dresden convirtió 

su calle en escombros y cenizas, después en un campo. Uno

de los bombardeos de Nordhausen asesinó a los padres de N. 

Sus dos hermanas murieron escapando. Un amigo fue gaseado, 

otro estuvo y permaneció desaparecido. Su hermano cayó 

en Holanda. N. mismo fue prisionero de guerra en Inglaterra.

Había ayudado a construir villas, ni una de ellas quedó en pie.

 La única cosa que, después de la guerra, nos recordaba a N., 

era N.


 

 


  PETRA VON MORSTEIN (1941-2020)


  POEMA COSA


 Mudándome

 me dieron

 un jarrón.

 

 El cuaderno fue comprado

 en la isla

 en el negocio de ahí.


 Vos encontraste

 la piedra a rayas

 en la playa de Aber-Bach, en Gales.


 Con este lápiz

 escribí

 cosas que no le gustaron a nadie, ni siquiera a mí.


 Por favor.

 Sacá esas etiquetas con historias*.

 Realmente me gustaría

 unas pocas cosas con

 cualidades propias.


* Podría ser también "cuentos chinos".


  POEMA ANTOLÓGICO


 Ayer me 

 reglaron flores.


 El hecho de que

 veo su marchitar

 sólo cuando

 he salido por un rato

 inhibe mis decisiones.


 A la noche

 no necesito

 apagar la luz.




 JÜRGEN BECKER (n. 1932)


 HOTEL BÉLGICA


 La cocinera está haciendo el crucigrama.

 Me gustaría ayudar, rubia,

 no hablo una palabra de flamenco.

 El bacalao con salsa blanca estaba bastante bueno.

 Todas sus chicas fuman demasiado.

 Otra cerveza, una más.

 Hay tormenta esta noche, igual

 que anoche: ahora el diccionario.

 Vendrá alguien más,

 marinero, huésped del hotel, fantasma.

 Todavía eres hermosa: envejecen

 los paneles de madera de las paredes,

 los bancos y los espejos.

 Explotadora, sonríe, ¿por qué no lo haces?

 Aquí antes de ayer también,

 más cerveza, misma mesa.

 Lo escuchas, chocando afuera,

 el oleaje, o lo que quiera que sea.

 Letras, palabras: no sé ningún flamenco

 y ya no voy a aprender ahora, una cerveza más

 en esta noche sin palabras.

 



 WOLFGANG HILBIG (1941-2007)


 CONCIENCIA


 en el nombre de mi piel

 en el nombre de mi arte

 en el nombre de este país

 donde el cuidado descuidadamente alimenta

 en el nombre de ese roto

 nombre que los amantes

se susurran secretamente el uno al otro

 en el nombre de esos prohibidos

 dolores

    para vestir

a la confusión con palabras

                  yo he tomado

esta función de gritar

                para mí mismo 




  LUTZ RATHENOW (n. 1952)





 AL POETA FRANZ KAFKA


 Permanece en tu pequeño cuarto. Vigila

 los postes largamente perdidos. Ahí, donde nadie

 sospecha ya un enemigo -donde el desprecio

 y las medallas te están asegurados. Vigila

 con tu esperanza tus recelos de perder la cabeza

 a este terror. Danos noticias

 del habla de las cosas, la batalla

 que hay en nosotros: esas batallas silenciosas

 que pasamos sin darnos cuenta. Sostén con fuerza

 en tu amplio cuarto - deja que el pequeño mundo

 concluya: Encarando el ojo en la palabra

 usa el látigo, llévalo a estallar

 sobre el indefenso servicial papel. Danos noticias

 de todos los gritos que no oímos

 todos los asesinatos a los que nos hemos acostumbrado.

 Permanece fuerte en tu flaqueza

 permítele a la palabra su enorme poder: Para ser honesta

 en su impotencia, nada glorifiques

 de su impotencia. Permanece en tu cuarto

 únete a nosotros en futuras batallas: Danos coraje

 con tu temor




 INGEBORG BACHMANN (1926-1973)





 DÍAS EN BLANCO


 Estos días me levanto con los abedules

 y peino el pelo de trigo de mi frente

 delante de un espejo de hielo.


 Mezclado con el aliento

 los copos de leche.

 Tan temprano que se cubren de escarcha.


 ¡Y donde respiro en el vidrio aparece

 dibujado por un dedo infantil

 una vez más tu nombre, inocencia!

 Después de tanto tiempo.


 Estos días no me duele

 ser capaz de olvidar

 y tener que acordarme.


 Estoy enamorada. Al calor-blanco

 lo amo y doy gracias con saludos angelicales.

 Los aprendí en vuelo.


 Estos días pienso en el albatros

 con el cual planeé 

 arriba y lejos

 a un país no descrito.


 Allí en el horizonte.

 brillante en su destrucción,

 soy consciente de mi fabuloso continente

 que me despidió 

 en una mortaja.


 Estoy viva y desde lejos escucho su canto del cisne.





 STEFFEN MENSCHING (n. 1958)


 'MI VENDEDOR DE CARBÓN CONDUCE UN TATRA'


 Mi vendedor de carbón conduce un Tatra

 Negro como el carbón pasa a mi lado. A veces

 Querría saludarlo

 Con una banderita pequeña. Aprendí eso de chico.

 Pero el lo malinterpretaría,

 Posiblemente. Y entonces quién sabe cuan severo

 Puede llegar a ser el invierno que viene.




 HEINER MÜLLER (1929-1995)





 LA HIENA


 La hiena ama los tanques encallados en el desierto, porque

las tripulaciones están muertas. Ella puede esperar. Espera

hasta que las mil y una tormenta de arena han roído a través

del acero. La hiena es la bestia heráldica de las matemáticas,

ella sabe que no debe quedar nada. Su dios es el cero.




 NELLY SACHS (1891-1970)





 SERPIENTE BLANCA


 Serpiente blanca

 círculo polar

 alas en el granito

 tristeza color-rosado en bloques de hielo

 zonas de frontera alrededor del secreto

 corazón-palpitante millas de distancia

 cadenas-de-viento colgando de la nostalgia

 llameante granada de rabia-


 Y el caracol

 con el equipaje tic tac del tiempo de Dios.




 HANS MAGNUS ENZENSBERGER (n. 1929)





 A LOS TREINTA Y TRES


 Era todo tan distinto de lo que ella había esperado.

 Todos esos Volkswagens oxidados.

 Una vez casi se casó con un panadero.

 Primero leyó a Hesse, después a Handke.

 Ahora a menudo resuelve crucigramas en la cama.

 Con ella, los hombres no se toman libertades.

 Durante años fue una trotskista, pero a su manera.

 Nunca repartió una tarjeta de racionamiento.

 Cuando piensa en Campuchea se siente bastante enferma.

 Su último amante, el profesor, siempre quería que ella lo faje.

 Vestidos verdosos de batik, siempre demasiado amplios.

 Pulgones en su Sparmannia.

 En realidad ella quería pintar, o emigrar.

 Su tesis, Lucha de clases en Ulm 1500

 a 1512 y Referencias a ellas en el canto folclórico;

 Becas, comienzos y una valija llena de notas.

 A veces su abuela le envía dinero.

 Danzas tentativas en su baño, pequeñas muecas,

 jugo de pepinos durante horas frente al espejo.

 Ella dice, pase lo que pase no me moriré de hambre.

 Cuando llora parece que tuviera diecinueve.




 FETICHE


 Toda la noche 

 pensando en eso

 un mechón colgando

 más pequeño

 que la mano de un hombre

 No hay nada más

 en lo que pueda pensar

 sino en este mechón de pelo

 que no está aquí

 Se lo imagina

 oscuro

 una masa lanuda

 enrulando

 radiantemente

 Casi puede oírlo

 crujir

 en el toque de su mano

 Lo ve

 erizarse

 en la luz

 rubio negro

 blando y rebelde

 brillando locamente

 y ya apenas merecedor

 de más atención




 KURT BARTSCH (1937-2010)


  G.


 Mi hermana con la cabeza en el horno a gas.

 Lo que pasaba por su cabeza mientras se moría.

 Lo que pasaba por su cabeza cuando estaba viva.

 Creo que el mundo no hizo ninguna impresión

 En particular en ella en cuarenta años.

 Guerra hambre frío. Dos hijos, su marido

 un borracho. Ella lo ama, igual. Él vive

 apartado de ella, apartado del trabajo que ella realiza en

                      silencio,

  como un animal silencioso. Cuando él la deja,

  ella por dos veces trata de eliminarse.

  La tercera vez tuvo éxito.

 Sobre la tumba, dice que ella estuvo viva.




 BERND JENTZSCH (1940


 EL PADRE MUERTO


 Al final iba muy liviano.

 No cargaba con nada.

 Ningún lugar le era asignado.

 Ningún objetivo coronaba sus logros.

 Fuera del tiempo que lo sella todo

 flotaba lejos,

 rodeado de recuerdos.

 



 KURT DRAWERT (1956-), Leipzig. 


 ACLARANDO


 Saca las cosas viejas, decrépitas, ya

 muy usadas, sucias polvorientas

 afuera. Desecha la cama

 en la que una vez te acostaste,

 quema las fotos, amarilleadas 

 y manoseadas, que revelan un rostro pretérito.

 : ¿Eso, se supone, he sido yo? ¡Fuera!

 Fuera con las cartas

 que guardan testimonio

 de aquellas horas días años

 en los que uno ya ha vivido una vez.

                               Fuera

 con las alegrías y las penas

 de una existencia experimentada X veces ya 

          como un extraño

 que camina a través de una edad de piedra.

 : Por lo tanto destruye

 lo que se multiplica tan pronto

 y es reconocido como signos:

 cosas

 a través de las cuales nos hemos convertido

 en nuestros propios invitados

 y quienes, cada día de nuevo,

 nos traicionan.




 HELGA MARIA HEINZE  n. 1946, en Dresden.


 TORMENTA


 El horizonte: barrido hasta la playa-

    nubes hinchadas;

la luz: cercada-

   avena-de-oro abrasadora;

 la ciudad: agachada-

   piedra pesado-caliente.


 formaciones negro-relampagueantes,

 zumbantes caídas en picada

 sobre grano sulfuro-empañado,

 blancas luces de posición en sus panzas;

    -golondrinas-

 heraldos de la tormenta.




 ANGELA KRAUSS (n. 1950)


 LEIPZIG, 1999.


 Tan perfectamente natural, todo lo que habitamos. Como

                      nuestro cuerpo,

 cuyas dilapidaciones escapan a nuestra atención, así como

                      su renovación constante.

 Todo perfectamente natural en tanto esté vivo.


 La manera en que abrimos una puerta y la volvemos a cerrar

 haciendo que las particiones entre el cuerpo y el lugar donde

          moramos se esfumen,

 solo por un momento.

 Pero lo suficientemente natural como para recordarnos

 que no somos solo los que vamos y venimos en este lugar.


 O la sombra, obstinada y semejante al verano, colocando

 un collar de nuevas hileras de casas alrededor de su cuello,

 antes de que el cálido, húmedo aliento de la calle luego de

                                               un aguacero,

 como siempre, fluye surgiendo de sí mismo.

 Lo que habitamos es lo que somos.


 Aún diez años no son nada,

 si no hubiese alguien aquí

 que hace diez años perdió la fe

 y la ha estado buscando desde entonces.

 Y otra encontró a la persona

 que ha estado buscando la mitad de su vida.


 Todo esto en tan sólo una ciudad.


 Ambos pueden recordar exactamente, al mismísimo día,

 como todas las conexiones se perdieron de algún modo,

 o tal vez se revelaron en un sólo intercambio de miradas.

 Y ambos permanecen encadenados a su disputa acerca de

           cual es más verdadera.

 La buena o la mala fortuna.


 Y mientras tanto nuestras acciones nos conducen, 

     como lo han hecho a través de los siglos,

 al mismo tiempo alerta y ciegos

 con esperanza hacia el futuro.




 KERSTIN HENSEL (n. 1961)





 EN UN MERCADO DE PULGAS


 Alguien está vendiendo amor

 por ningún dinero, ninguna mentira. Nadie

 para. Mi amante

 en el próximo puesto

 se compra un anillo dorado.




 LUTZ SEILER (n. 1963)


    ahora me acuesto


 antes de dormir una conversación susurrada

 con la peluca de mi madre no

 me acuerdo cómo


 cantaba desde su pálida

 cabeza de poliestireno tan suavemente

 sus arrullos de loreley


 oh tener

 veinte de nuevo y me condujo

 al dormir

 




 NICOLAI KOBUS (n. 1968)





 ANNA


 anna era un juego de palabras. ella

 podía ser tomada desde atrás

 tanto como desde el frente. su cuerpo resalta

 contra el blanco clínico

 de las paredes azulejadas, las barras

 miden sus llantos a lo largo

 de atrás para adelante hasta bien

 abajo de la ramificación de los salones.

 cada corazón 

 es un matadero, la sangre

 no tiene fin.




 BERT PAPENFUSS (n. 1956)


 SOBRE EL BORDE


 hay una sola verdad verdad     & es impronunciable

 tanto como es impronunciable    y es típico

 me gasto a mí mismo en su búsqueda   gastando traje

                                                tras traje*

 justo lo necesario para pasar respetuoso  y lo más probable

 acercándome a alguien uno   encarnando la verdad

 sin considerar la verdad debes esperar   llegar ahí

 las mentiras obtienen verdad   y las verdades se unen y se

                                   tornan personales

 la verdad aplicada apesta   guárdatela


* juega con la homofonía de "pursuit", búsqueda, y "suit",

traje.




 CHRISTOPH MECKEL (1935-2020)





 De ÁCIDO


 Y todavía estoy esperando que regreses

          de la costa en ese

 ruidoso autobús que para acá una vez al día

      y del que desciende una pila de gente que nadie está 

             esperando.

 Tus valijas han venido, tus bufandas, tus zapatos

    y tus lentes coloreados que robamos en el Rialto

 la cama está aquí, y tu bata, y la muerte nunca se ha ido,

 sólo tú faltas, tu respirar, tu risa, por dos.


        *


 Su número de teléfono. Cuando finalmente la perdí,

        pensé: bueno, estás liberado de eso al menos:

 andar por una cabina telefónica en invierno, y has ganado

                  algo: tiempo

 e invierno a manos llenas

 callado en un bar sobre un jerez

        e Iris parte en un arco iris.

 Bien: entonces lo encuentro en el bolsillo de mi saco

 dos semanas más tarde, y todo el sunto empieza de nuevo:

 sí, no, tal vez

             el completo trepidante infierno.


    *


 Fin del verano, y Julia partió esta mañana

       con alguien llamado Hopkins.

 Para cuando regrese, llorosa 

       y hecha añicos, habrá perdido su oscura dulce, húmeda,

 fragante boca.

 y ya no será reconocida entre las cosas hermosas.

 El final, como siempre, es producido por algún Hopkins

        u otro.


    *


 Encontré el cinturón de su rojo

      salto de cama debajo de las escaleras mucho después

   de que se fuera,

 y por la noche. Ya no esperaba más 

 golpes bajos.

            Imagínate, tener que empezar una vida

    con nada

 y un cinturón.


    *


 Años de sueño, sin sentido

                                  y olvido.

 Entonces un día: su rostro en el claro cielo de la mañana

 sus hombros desnudos, olor a café

                           y las hojas en la escalera

 un viejo encendedor en una bota wellington

 risas inmotivadas

    los gritos de las grajillas llenando el valle

    alaridos de las grajillas llenando toda una vida(1).


 (1) Otra vez me encuentro con esa expresión bella e intraducible: "lifetime".

Toda la vida, el transcurso de una vida, una vida.




  NICOLAS BORN (1937-1979)


 AUTORRETRATO


 A menudo pensado como corpulento

 y bien situado

 con un don fluido para la vida

 pero desayuno solo

 después de unos sueños 

 sin incidentes.

 Yo mi problema

 con la caída del pelo y dolor de pies

 uno ochenta y siete y el hijo de un siervo civil

 indispensable para mí mismo

 no en venta lo sé

 mi valía un poquito demasiado exacta

 y hago el amor y poemas aparte.

 Mi cara dilapidada

 para mejor beneficio a media luz 

 y en discusiones serias.

 Yo fumador de cigarrillos medio ceniza yo mismo

 bebedor de café con señoras mayores

 que me ayudan

 en consideración a mi agradable expresión y

 mi despiadado despliegue 

 de buenos modales.




 KURT BARTSCH (1937-2010)


 RITA


 El marido de Rita le dio a Rita su aviso de despido

 Ahora Rita se sienta ahí y dobla un codo

 En el bar Vieja Calle Schönhauser

 El edificio está condenado, pero el

 Negocio aún florece. ¡Mozo, dos coñacs! Esta ronda

 La pago yo, dice Rita porque el marido de Rita

 Le dio a Rita su aviso de despido. Rita bebe. Qué debería

               yo hacer.

 Tengo más de cuarenta, divorciada, tres pibes sobre mis

               espaldas

 La menor tiene trece y ya sale con hombres 

 Practica temprano, cuando yo tenía trece

 Todo era diferente, dice Rita. Primera guerra, luego el hambre.

 A los dieciséis, dice, martillaba piedras

 Excavamos la ciudad con las manos desnudas

 Ahora la ciudad está de pie. Yo soy una ruina.


 

  G.


 Mi hermana con la cabeza en el horno a gas.

 Lo que pasaba por su cabeza mientras se moría.

 Lo que pasaba por su cabeza cuando estaba viva.

 Creo que el mundo no hizo ninguna impresión

 En particular en ella en 40 años.

 Guerra hambre frío. Dos hijos, su marido

 un borracho. Ella lo ama, igual. Él vive

 apartado de ella, apartado del trabajo que ella

        realiza en silencio,

 como un animal silencioso. Cuando él la deja,

 ella por dos veces trata de eliminarse.

 La tercera vez tuvo éxito.

 Sobre la tumba, dice que ella estuvo viva.




 SARAH KIRSCH (1935-2013)





 SIETE PIELES


 La cebolla yace pelada y blanca sobre la cocina fría.

 Brilla desde su más íntima piel al costado del cuchillo.

 La cebolla sola. El cuchillo solo. El ama de casa

 bajó corriendo las escaleras llorando - estaba tan afectada

 por la cebolla o por la posición del sol sobre 

 la casa de al lado.

 A menos que ella regrese, a menos que ella regrese pronto,

 el marido encontrará a la cebolla apacible y

     al cuchillo cubierto de niebla.



 EL AIRE YA HUELE A NIEVE


 El aire ya huele a nieve, mi amor

 Usa el pelo largo, ah el invierno, el invierno que

 Nos arroja uno contra el otro se acerca, viene

 Con la velocidad de los galgos. Flores-de-hielo

 Desparrama en la ventana, los carbones resplandecen en 

           la estufa, y  

 Tú hermoso blanco como la nieve apoyas tu cabeza en mi

        Falda

 Yo digo eso es

 El trineo que ya no se detiene, la nieve cae

 En el medio de nuestros corazones, brilla

 Sobre los contenedores de cenizas Querido susurra

     el mirlo.




 GERHARD FALKNER (1951-)





 TÚ DUERMES


 tú duermes y yaces junto a tu pelo

 tu blanca pierna levantada en el aire

 y yo, sobre quien descansa, yo soy el mundo

 oprimido por tu sueño, soy el peligro

 que cuidadosamente conserva alerta tu sueño


 tú duermes y yaces junto a tu pelo

 un susurro que he enviado a dormir dentro de tu oído

 te habla, dice que yo fui la noche,

 la borrachera, el estremecimiento en tu pesario,

 te habla el lenguaje que me salva




 JAN WAGNER (n. 1971)


 VILLANELLE DE OTOÑO


 la luz va saliendo de los días

 y una hora dura diez minutos

 los árboles han jugado sus últimos colores.


 en el cielo el escenario está siendo cambiado

 demasiado velozmente para el pequeño drama 

                                                        en cada uno de nosotros.

 la luz va saliendo de los días.


 tu saco gris te separa del aire,

 un paspartú para una oración como esta:

 los árboles han jugado sus últimos colores.


 (Una Villanelle es una forma literaria de origen francés)




 FUENTES


Michael Hofmann. The Faber Book of 20th-Century German

Poems. Faber and Faber, 2005.

Emery George. Contemporary East Eurpoean Poetry. Oxford

Univ. Press, 1983.

Michael March (ed.). Child of Europe. A New Anthology of

East European Poetry. Penguin Books, 1990.

Eavan Boland. After Every War. Twentieth Century Women 

Poets. Princeton Univ. Press, 2004.

Wayne Miller and Kevin Prufer. New European Poets. Gray-

wolf Press, 2008.

Modern Poetry in Translation N° 16. German and French Poe-

try.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)