Algunos dicen: "He perdido el latido de las palabras."
Y tienen su latido, a veces
Esa es, creo, una diferencia de las palabras con el resto
de los seres vivos: laten solo a veces
El resto del tiempo -o del espacio- porque pueden habitar
cualquiera de esos dos reinos, o ambos a la vez, son mudas
Es decir: pueden decir su sonido sin decir nada
Pero, de tanto en tanto, laten
De ahí provendrá, supongo, la expresión "el pulso de las
palabras"
Alguien sabe colocar los dedos justo justo por donde pasa
(o pasará o pasó) el pulso
que es huidizo
a veces evidente -al alcance de los ojos-
o fugacísimo
ya que algunas palabras pueden latir una vez sola
en toda la eternidad
O sea que pueden haber latido ya
y no volver a hacerlo nunca
Entonces hay, como le digo, ciertas personas
que saben tomarle el pulso a las palabras
¡a un grupo de palabras, incluso, al mismo tiempo!
Como si alguien pudiese recoger todo el cardumen pasante
entre las manos y los brazos
Personas especializadas en encontrar el latido de ciertas
palabras
Y otras, alejadas -también en tiempo y/o en espacio-
que les otorgan, por un misterioso artilugio
o por puro azar desconocido
ese latir
También puede resultar interesante
-para alguien-
saber que la palabra significaba originalmente
dar ladridos - 'como los perros de caza
cuando olisquean una pieza'
Pensar que los latidos de las palabras nos avisan
de la presencia de algo que buscamos mucho:
de algo o alguien que nos agita
de un animal que o tiembla o nos hace temblar.
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