viernes, 16 de octubre de 2020

LATIDO

 Algunos dicen: "He perdido el latido de las palabras."

 

 Y tienen su latido, a veces


 Esa es, creo, una diferencia de las palabras con el resto

de los seres vivos: laten solo a veces


 El resto del tiempo -o del espacio- porque pueden habitar

cualquiera de esos dos reinos, o ambos a la vez, son mudas


 Es decir: pueden decir su sonido sin decir nada


 Pero, de tanto en tanto, laten


 De ahí provendrá, supongo, la expresión "el pulso de las

palabras"


 Alguien sabe colocar los dedos justo justo por donde pasa

(o pasará o pasó) el pulso 

 que es huidizo

 a veces evidente -al alcance de los ojos- 

 o fugacísimo

 ya que algunas palabras pueden latir una vez sola

     en toda la eternidad


 O sea que pueden haber latido ya

 y no volver a hacerlo nunca


 Entonces hay, como le digo, ciertas personas

 que saben tomarle el pulso a las palabras

 ¡a un grupo de palabras, incluso, al mismo tiempo!


 Como si alguien pudiese recoger todo el cardumen pasante

entre las manos y los brazos


 Personas especializadas en encontrar el latido de ciertas

palabras

 

 Y otras, alejadas -también en tiempo y/o en espacio-

que les otorgan, por un misterioso artilugio

o por puro azar desconocido

ese latir


 También puede resultar interesante

 -para alguien-

 saber que la palabra significaba originalmente 

 dar ladridos - 'como los perros de caza 

 cuando olisquean una pieza'

 Pensar que los latidos de las palabras nos avisan

de la presencia de algo que buscamos mucho:

de algo o alguien que nos agita

de un animal que o tiembla o nos hace temblar.

 

 


 

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