domingo, 27 de agosto de 2023

CUATRO POETAS ÁRABES CLÁSICOS

  MUNAKHAL al-YASHKURI (?- 597)


 Llovía. Entré en su habitación.

 Ella era joven, delicada, y estaba vestida con seda blanca.

 Cuando la toqué se meneó hacia atrás, una ganga de arena*

 Tambaleándose hacia un arroyo. Nos besamos y ella respiraba

 Como un fauno. Se apretó contra mí y dijo

 "Yashkuri, no hay fuego en tu cuerpo."

 "No me bromees. Estoy agotado. Me has robado la fuerza."


[* ganga de arena: aves neognatas, que se agrupan en 16 espe-

cies. Se las encuentra en el sur de Eurasia.]



  WADDAH al- YAMAN (?- 709)


 Ella dijo: No vengas a mi puerta, mi padre es chapado a la

                                                        antigua.

    Yo dije: Secretamente te arrebataré, mi espada es fuerte y

                                                         filosa.

 Ella dijo: Un castillo bloquea tu paso; Yo dije: lo apisonaré.

     Ella dijo: El mar nos divide; Yo dije: nadaré.

 Ella dijo: Soy vigilada por siete hermanos; Yo dije: estoy

                                                           invicto.

     Ella dijo: Dios está por encima; Yo dije: Mi Señor es piadoso

                                                            y perdona.

 Ella Dijo: me he quedado sin argumentos,

     Así que, mi amor, cuando se cuentan sueños en lugar de

             historias, cae sobre mí como rocío, que la noche sólo

             nos pertenezca a nosotros.




   ABBAS IBN al-AHNAF (750-809)


 El amor tiene árboles en mi corazón, y ellos

       son segados por ríos enjaulados.


 La niña de ojos negros que es tan recatada,

       y habla tímidamente como una flauta alta,

 Apartó el sueño de mi cabeza. Mi hígado

   se volvió llama y grité de dolor.


 Yo amaba esas lágrimas que inundaban mis ojos,

   Pupilas gemelas ahogadas detrás de un cielo líquido.




 ABDULLAH IBN al-MU'TAZZ (861-908)


 La caballería del rocío monta sobre flores

 Revueltas por el látigo del viento.


 El campo cabalga estando quieto.




FUENTE


 Keith Bosley (Gen.Editor) Poetry of Asia. Five Millenniums

of Verse from Thirty-three Languages. Weatherhill, 1979.


 La poesía árabe es una de las mayores del mundo, pero no es

tan conocida en Occidente. Yo mismo estoy en deuda con esa

bellísima poesía. Esta es la primera de una serie de traduccio-

nes de ese gran cuerpo literario. 

 



 




sábado, 26 de agosto de 2023

LA JUVENTUD DE KRAMM (I)

  Kramm, que luego sería el Sr. Kramm, dejó muchos escri-

tos dispersos. Dispersos en 3 sentidos: desparramados en los

más diversos lugares (papelitos sueltos en su mayoría, otros

en las páginas en blanco de los libros, otros escritos sobre 

facturas o papeles comerciales); dispersos en el tiempo (im-

posibles de rastrear, destinados a hallazgos casuales); y dis-

persos en el sentido de la dificultad para encontrarles un eje 

común, una temática, cualquier cosa parecida a una dirección. 

 Los que siguen son los que podríamos decir que guardaron

una cierta coherencia que nos permite reunirlos.

 En estos textos Kramm habla de conocidos suyos, en su estilo,

entre dramático y lúdico. No se ha podido reconstruir una ver-

dadera biografía de Kramm, ni siquiera a través de las personas 

que menciona en sus escritos, ya que los nombres no parecen 

corresponder a sujetos famosos, además de pertenecer a épocas

diferentes, en un radio de al menos 30 años. El círculo en el que, 

según parece, se movía Kramm era de lo más diverso, siempre 

caracterizado por su desmesurada curiosidad y su esforzado 

desapego. Las dos direcciones casi contrarias en las que se mo-

vió durante aquellos años. 

 A medida que vayan apareciendo nuevos fragmentos -no es im-

pensable que esto ocurra- intentaremos publicarlos.



 >Zals era incapaz de dormirse en un vehículo. Solía declarar

-saboreaba las declaraciones- que ni aún anestesiado dormi-

ría en un tren, por ejemplo. Y es cierto que era inquieto, mala-

mente inquieto. Los llamaba sus 'gérmenes de inquietud' y los

describía como bolitas innumerables que pasaban de una pen-

diente a otra por su cuerpo. De 'tamaño imperceptible', que 'in-

movilizaban las funciones 'complejas' por medio del desequi-

librio'. En esos casos, se trataba de que una leve brisa anímica

de cualquier especie podía dar un vuelco a esa cosa informe,

decía él, que llaman 'mi vida'.<


***


> La belleza no se equivoca.<


 >Más de uno me confesaba que le dolía el silencio del

 cuerpo.<


***


 >Printi -no recuerdo por qué le decíamos así- "veía venir los

sucesos como objetos que nadaban en el vacío". En un instan-

te debía decidir si saltar, esquivar, correr, quedarse. Los suce-

sos, decía, eran unas "masas gelatinosas que reventaban en 

contacto con el cuerpo, y ahí mismo, producían algún grado 

de 'invasión'". Eran 'oleadas', y en muchas ocasiones lo deja-

ban al borde de la sofocación. "Estado de embargo", lo llama-

ba Printi. "Todo lo que tenés, pasa a un estado segundo." Así

y todo, salía, andaba por la calle, desafiaba, el buen Printi.<


***


>Xirgu contó hoy ante una mesita de bar lo siguiente: "Vuelto

de la guerra, nadie me reconocía. Tampoco yo reconocía a

nadie. Llegué a pensar que me habían devuelto a una ciudad

equivocada. Pero, a pesar de mi insistencia en este punto, de-

bí reconocer, una y otra vez, que las calles, los edificios, los

parques y todo lo demás, correspondían sin lugar a más dudas

a la ciudad de la que había partido siendo muy joven. Me con-

dujo (supongo que quiso decir "esta evidencia") a que lo más

probable era que solo se hubiera producido un corrimiento li-

gero de las membranas. Y empecé a aceptar la idea, que conti-

núo teniendo hasta hoy porque me sostiene, de que tal vez to-

dos siguiéramos siendo quienes habíamos sido, pero no desde

afuera." ¿Nos distrajimos? Nos olvidamos de preguntarle si

eso nos incluía a nosotros. Porque ya sabíamos la respuesta.<


***


>"Durante jornadas enteras", me contó hoy en el colectivo Ja-

nop, "estuve esperando en medio de una multitud agobiante,

hasta que al fin me asignaban una función. Entonces yo salía

como tiro de ahí, pero en cuanto encarnaba la nueva función

que me habían asignado, la encontraba verdaderamente mise-

rable. Demasiado estrecha, seca, deforme, como para amoldar-

me a ella... Pero (prosiguió contándome Janop, mientras inten-

taba alisarse el pelo), la cuestión era que esa función me había

sido otorgada,  y corría el grave riesgo, si como deseaba hacer,

la arrojaba a la basura, de que no volviesen a asignarme ningu-

na. Así que todo este procedimiento (y enfatizó la palabra PRO-

CEDIMIENTO de tal manera que varios pasajeros se dieron 

vuelta para ver qué estaba pasando) se repitió cientos de veces.

Pero yo ya había dejado de sufrir. No sé por qué, manteniéndo-

me en tan miserable condición, yo no sufría. Será que ya no es-

peraba que se me asignara una función bella, una función mag-

nífica, una función a la altura de un deseo que ya se había es-

fumado en mí."<


***


 >Novis me recuerda, por alguna razón, a Vamin. Siempre se

me aparece Vamin, con la misma expresión en los ojos, dicien-

do: "Lo que yo pierdo con una aterradora frecuencia, Kramm,

es la intención. Es así, como, de repente, se me encuentra pata-

leando en el vacío."<


 >Tiene esa sonrisa... aparece de repente, siempre por sorpre-

sa, imposible de relacionar con lo que estamos hablando o

está sucediendo. Es, más bien, un ligerísimo corrimiento del 

ser de Novis. O la señal de un potencial enroque de las partes

constitutivas de su aparato -o artefacto- psíquico.>

***


 >Necesito de mis sombras como necesito de mis silencios.

 Algún día aprenderé a transformar sombras en silencios y

viceversa.

 La tarea, según me dice una voz ¿interior?, es transformar

lo desesperado en inesperado. La espera pura es el mensaje-

ro de la muerte.<


***


 >Cerlus me cuenta que tiene un problema con las calderas.

Dice que sus calderas necesitan consumir infiernos de leña

para producir un pensamiento fresco, una acción interesante.

Luego agrega: "Si me hubiese tocado poseer alas, segura-

mente serían una alas gruesas y pesadas. Otro trabajo, en lu-

gar de algo que aliviase el trabajo." "No estoy del todo con-

denado", dijo más tarde, sonriendo: "Siento el zumbido de las

palabras. Tengo el panal lleno."<


***


 >"Sombras". Así no se entiende nada. Hay tantas clases de 

sombras. Y hay tantas clases de ausencias de sombras. Nom-

brar, clasificar, no se trata de eso. Frotar una ausencia parti-

cular de sombra entre el pulgar y el índice. Olerse los dedos.

Dormir. Soñar con ese perfume. La tarde, quieta entre los ár-

boles. Simplificando.<


***


>Bungui, el Bungui que nadie sabe de qué país vino, dice que

las mujeres están divididas según las bocas y según los frutos.

"Hay mujeres con bocas-damascos; mujeres con bocas-ciruelas; 

mujeres con bocas-frambuesas. El problema es que hay más 

clases de mujeres que de frutos. por eso uno nunca termina de 

conocerlas..."<


***


>La simple sangre: un hilo que corre. "Un hilo que corre."

Dejarlo ir. En el arroyo, esta mañana, hierbas secas giraban

en la superficie de la corriente. No se podía hacer otra cosa

que dejarlas ir.<


***


 <Niltu, como su nombre sugiere, proviene de una ciudad de

puertas. De hecho, lo único que hay en esa ciudad son puer-

tas, Una puerta da a la otra -o la cierra.

 "Hay puertas, comenta Niltu, que abren a diez, a cien, a mi-

les de otras puertas." "El locus (el lugar, la locura) es lo que

sucede entre la multitud de puertas. Es una selva. Y ciudad y

selva deben mantenerse apartadas. Cuando se entremezclan,

y siempre están intentando hacerlo, se desabrocha el frágil te-

jido de lo que nombramos como 'la mente humana'."

 Otro día Niltu nos habló de la organización, del órgano, de

la organicidad. "Pero, remarcó, lo que genera tanto la orga-

nización como el desorden es el órgano." Sí, el mismo.>


***


 >No sé qué está pasando con este asunto de los órganos, últi-

mamente. También Nogaris, y si mal no recuerdo, la misma

Luma, me han contado en más de una ocasión que sus órga-

nos están migrando por el cuerpo. En el caso de Nogaris, los

órganos "sólidos, los que tienen peso, vos sabés: el corazón,

el hígado y el bazo. Tuve que ir a un colocador de órganos y

me puso una horqueta ortopédica en cada uno. Por ahora están

funcionando." Me leyó el pensamiento: "los riñones, sí, esos

son otra clase de problema, porque al ser gemelos, tienen una

especie de mentalidad diferente. No se quedan quietos, no, no.

Pero están, como te diría, como jugando juegos. 'Esos', me di-

jo el médico, 'se las arreglan bien solos'".>


***

>soportar -a lo largo y ancho (y alto y bajo)- la coacción de

la identidad>


***


>estaba muy tentado por la idea de divulgar las 4 claves que

ligan todos los idiomas posibles. pero será otro día>


***


> esa sensación, sin fundamento alguno -¿suelen tener funda-

mentos las sensaciones?- de que cualquiera/ podría/despertarse.>


***


trémulo, trémulo

ÚÚÚÜ... sí, trémulo


 




SEMILLARES V: EL CATÁLOGO DE TODAS LAS DEMÁS COSAS: CERCA DEL CAOS

  



 El deseo de conservar. En otras palabras: remando contra

la muerte (como desaparición definitiva, como borramien-

to de toda o de cualquier existencia). Rescatar de lo que el

oleaje en su movimiento perpetuo, trae, pero vuelve a lle-

varse. Un deseo algo perverso, pienso ahora. ¿No habría que

dejar las cosas como son? ¿O como ya no son?

 Es el ego, una vez más. Tiene tan mala prensa, el ego.

 En muchos casos, muy justificada.

 Pero, sin el ego, ¿qué habría? ¿Será una cuestión de dosis?

¿O una mera cuestión de gusto? Hay egos intolerables y egos

deliciosos. Momentos, al menos.

 Por eso todos estos "semillares": por el deseo de que no se pier-

da lo que me fascinó.



 Le hizo pensar en reunir momentos semejantes en un libro

de epifanías. Por epifanía entendía una súbita manifestación

espiritual, fuera en la vulgaridad del habla o del gesto o en 

una frase memorable del espíritu mismo.

 JAMES JOYCE


 A fines del s. XVIII, un maestro de escuela alemán, Groten-

feld, descifra los primeros 4 caracteres de la escritura cunei-

forme: DARSH


 DARSH es el nombre Darío, en persa


Todas [las sirenas] tenían nombres preciosos como Agláope 

(la del bello rostro), Telxiepia (la persuasiva), Parténope (la

perfumada cual doncella) o Ligeia (la de mortal belleza).

MARÍA NEGRONI. Pequeño mundo ilustrado. También se-

ñala María que "sirena" significa "quimera del canto". 


 Para unos -los viejos sofistas- hay una infinidad de seres

 Para Empedocles, 4

 Para Ion, sólo 3

 Para Alcmón, nada más que 2

 Para Parménides, 1

 Para Gorgias, absolutamente ninguno

 (ISÓCRATES)


Desde que la humanidad existe se cuentan cien mil millones

de muertos.

Fréderic BEIGBEDER. Una vida sin fin.


 El número diabólico

   142.857

    x 2: 285.714

    x 3: 428.571

 siempre las mismas cifras y siempre en el mismo orden

 sólo hay una excepción: x 7: 999.999

  por 8 es de 7 cifras: 1.142.856 (sumando la 1° y la última 

de nuevo las 6 cifras del primero)

 Multiplicado por sí mismo:    20408122449

                                                             20408

                                                 --------------------

                                                             142.857


 2- DE LA ÉTICA


 Que los dioses perdonen lo que he hecho

 Que aquellos que amo traten de perdonar lo que he hecho

 EZRA POUND. Cantos.


 ¿Qué es un hombre correcto? Primero actúa, luego sus pala-

bras concuerdan con (sus actos) lo que hace

 CONFUCIO. Las Analectas.


Según una antigua tradición portuguesa, mear en el mar es pe-

cado, aunque venial.

Claudio MAGRIS. Instantáneas.


 ... pensé largamente que si Lena fuese una niña de ojos muy

azules podría ser igualmente un monstruo, sólo que un mons-

truo infantil de ojos muy azules. Por lo tanto, ¿qué es lo que

se nos permite saber?

 WITOLD GOMBROWICZ


Dios mío, dios mío, adónde van

los primeros besos, las corrientes de agua?

J.R. WILCOCK. Los hermosos días. (Me parece que la poesía

no era lo suyo.)


 los católicos (léase los católicos argentinos) creen en un mun-

do ultraterreno, pero he notado que no se interesan en él. Con-

migo ocurre lo contrario: me interesa y no creo.

 JORGE LUIS BORGES


 Tener esclavos no es nada, lo que es intolerable es tener escla-

vos y llamarlos ciudadanos.

 DENIS DIDEROT


Cuando pienso que unas cuarenta personas poseen una cuarta

parte de Rusia. Fatalidad total... ¿Sabe que en Polonia han 

construido una discoteca en un antiguo almacén del campo de

exterminio de Auschwitz?: ostenta el bonito nombre de Sys-

tem. Un totalitarismo expulsa al otro: la democracia aquí es

sólo aparente, hemos entrado en el sistema posdemocrático.

Para describir el que domina ya el planeta, la palabra no debe-

ría ser ya "capitalismo" sino "plutocracia deseísta". Siglos de

humanismo europeo han sido pulverizados por una utopía co-

lectivista seguida de una utopía comercial."

Frédéric BEIGBEDER. Socorro, perdón.


 Pasan a la ciudad de Tresbisonda y viene el comentario de las

iglesias armenia y griega. Dice de esta última que "cuando mue-

re algún hombre, y usó mal este mundo, y entienden por ello

que es un gran pecador, en cuanto ha muerto, lo visten con pa-

ños de orden y le mudan el nombre para que el diablo no lo co-

nozca."

 (Crónica del viaje a Samarcanda de los enviados de Enrique III)


 Antes de abandonar el lecho, pregúntate siete veces si el que tú

te levantes es útil a los dioses, al mundo y a ti mismo.

 ARÍSTIPES de CIRENE


 Cada mañana hay que atravesar de nuevo la escoria muerta,

para llegar al núcleo vivo y cálido.

 LUDWIG WITTGENSTEIN


 ¿No es el deber de cada uno hacer lo que es capaz de hacer

bien?

 Mircea ELIADE. Fragmentos de un diario.


 Actuaré como si lo que haga produce una diferencia

 WILLIAM JAMES


 Si uno quisiera vivir debería quebrantar la ley porque todas

las leyes nos condenan a muerte.

ISAAC BASHEVIS SINGER. "Enemigos. Una historia de

amor".


 

3- SOBRE LA FOTOGRAFÍA


 Algún día querría escribir un ensayo sobre cómo cambió la

narrativa con el advenimiento de la fotografía. Considero que

se produjo, con esta, un cambio fundamental, por ejemplo de

Stendhal a Balzac, que es el momento en que aparece este in-

vento. La fotografía le otorga al ser humano la posibilidad de 

transver con imágenes la realidad y no quedar prisionero de

las palabras.

JOSÉ DONOSO. (Entrevista de Jorge Ayala-Dip, en Quime-

ra, 1981)


 Ana M. Cires (la esposa de Horacio Quiroga) decide suicidar-

se -nunca adaptada a las inclemencias de San Ignacio- bebiendo

un líquido para revelado de fotografías. Tarda 9 días en morir.

"Quiroga, cuerpo y palabra", de Horacio Otheguy


 Uno fotografía cosas para ahuyentarlas de la mente. Mis histo-

rias son una especie de cerrar los ojos.

 FRANZ KAFKA. Diarios.


 En Quernesey, le dio a Hugo la locura de los muebles y por la

fotografía. Se le fotografiaba de 20 a 30 veces por día; Hugo sin

barba! ¡Qué revelación! Hay siempre una temporada en que el

hombre barbudo se afeita. Esa temporada no dura mucho. Vuel-

ve a dejarse la barba precipitadamente.

 Jean COCTEAU. Opio.


 La piel, su textura, sus canales en cuadrículas, romboidales,

el diverso grosor de sus capas, sus poros cerrados o dilatados,

su vello suave o hirsuto, en una palabra, el tejido epidérmico,

es un campo en el que la fotografía da lo mejor de sí misma,

y que es totalmente ajeno a la pintura.

 MICHEL TOURNIER. El rey de los alisos.


 La fotografía, que el gusto surrealista descubrió como objeto

enigmático, incluso perverso más que meramente inteligible

o bello...

 SUSAN SONTAG. En "Walter Benjamin: El último intelec-

tual". Revista Vuelta 1.


 la fotografía sólo muestra el instante grotesco y cómico, pen-

sé, no muestra al ser humano como ha sido en resumidas cuen-

tas durante toda su vida, la fotografía es una falsificación per-

versa y solapada, toda fotografía, cualquiera que sea en foto-

grafiado, cualquiera que sea el representado, es un atentado ab-

soluto contra la dignidad humana, una monstruosa falsificación

de la Naturaleza una innoble atrocidad.

 THOMAS BERNHARD. Extinción.


No nos habíamos hecho demasiadas fotos, porque las fotos

son para los que saben que van a tener que separarse, para

quienes pierden la memoria.

Paul M. MARCHAND. Que nos juzguen los perros, si pueden.


 Cualquier fotografía nos recuerda algo que hemos olvidado.

En esto - y en otros aspectos- la fotografía es lo opuesto a la 

pintura. La pintura registra lo que el pintor recuerda. Pero co-

mo cada uno olvida cosas diferentes, una foto, mucho más que

una pintura, puede cambiar su significado según quién la mire.

JOHN BERGER. Cada vez que decimos adiós.



4- ALGUNAS INSTRUCCIONES


PARA HACER UNA PRADERA

Para hacer una pradera basta un trébol y una abeja-

y el sueño. 

El sueño solo será suficiente

si hay pocas abejas.

Emily DICKINSON. En "Antología de la poesía norteameri-

cana", de Urtecho y Cardenal.


Goza de tu juventud, corazón mío. Pronto serán otros

los hombres y, ya muerto, yo seré tierra negra.

TEOGNIS de MEGARA. Antología de poesía lírica griega.


Y si no puedes vencer tus ambiciones,

con cautela y precaución secúndalas.

Constantino CAVAFIS. Poesía completa.


Y dijeron: Si un hombre comete un crimen 

¿Deberá su padre protegerlo y ocultarlo?

Y dijo Kung:

Deberá ocultarlo.

Ezra POUND. Antología. (Visor)


Sigue, poeta, sigue derecho

hacia el fondo de la noche.

W.H. AUDEN. En Revista Sur 153.


¡Junto al ruiseñor

-Ya que yo parto-, cuida mi casa,

Caracol!

ISSA. Tres maestros del haiku.


Nunca llenes con tu ruido el silencio de los demás.

Alan WALL. Bendito sea el ladrón.


Dos sentencias latinas expresan muy bien los dos polos de la

visión barroca del mundo, suspendida en un frágil equilibrio 

entre la angustia y la alegría: Memento mori ("Recordar la

muerte") y Carpe Diem ("Aprovecha el día, disfruta del instan-

te").

Otto BÖHMER. Diccionario de Sofía.


Con almizcle de gacela

ornamenta mis senos;

dibuja en mis mejillas unos pétalos;

coloca la cadenilla de mi cintura

y una guirnalda de flores

en mi larga trenza;

pon los brazaletes en mis brazos

y las nûpuras en mis pies.

GITA GOVINDA. Poema lírico clásico hindú. Versión de

Fernando Tola. (nûpuras: brazaletes para los tobillos)


Interrogado por el soberano sobre el arte de gobernar, respon-

dió: -Para un príncipe, gobernar consiste sobre todo en saber

elegir sus ministros. 

Tsi-Krang-tse le interrogó sobre las medidas que debían tomar-

se. Él explicó: -Hay que elevar lo que está derecho, apartando

todo lo que está torcido. Entonces lo que está torcido se endere-

zará.

Y como el tsaé se lamentaba de los robos y la corrupción, él ex-

puso: -Obtened que el que está alto no sea codicioso; entonces

el que está abajo no será codicioso. Haz que la honradez sea más

provechosa que el robo; entonces ya no se robará.

CONFUCIO. En la biografía de Soulie de Morant.



5- CRÍTICAS


Un amigo de Schwob le pide prestado La Seconde Vie de Mi-

chel Tessier.

- Tómelo, dice Schwob-, siempre que no me lo devuelva ja-

más.

Jules RENARD. Diario.


Su poema sobre Bibbles, "la adorable perra whitmaniana que

quería a todo el mundo", es el mejor poema sobre un perro

que se haya escrito jamás.

W.H. AUDEN. El arte de leer. (Habla de D.H. Lawrence).


(Varias citadas por Bioy en "De jardines ajenos"):


La desventaja contra la que muchos escritores noveles se deba-

ten es la de no saber escribir.

P.G. WODEHOUSE

Sobre la lectura de las novelas de Richardson: "Uno se ahorca-

ría, de imaciencia".

Samuel JOHNSON a Boswell (en 1772)

Quiere rugir, pero no puede. Es un Almafuerte para señoras.

ALMAFUERTE. Sobre Lugones.

Carta de Beerbohm Tree a un autor que le propuso una pieza

de teatro: "Estimado Sr., leí su pieza. Oh, mi estimado Sr. Aten-

tamente".

De Groucho Marx a un humorista: "Recibí su libro. Desde que

lo abrí hasta que lo cerré he reído sin parar. Lamentablemente

no pude leerlo."

"Usted tiene razón, pero es un imbécil."

Italo SVEVO.

Benda decía que en Peguy se daba una fórmula peligrosa: ri-

gor moral más pensamiento confuso.

Borges observó que los autores más débiles siempre manifiestan

el temor de que sus obras sean demasiado fuertes.

De Quincey sobre Wilhelm Meister: Tales cosas pueden tolerar-

se en las novelas alemanas y en los burdeles ingleses.


El juego de las lenguas de críticos envidiosos

refina el verdadero oro poético.

¿No deberíamos celebrar con alegres canciones

a esos pobres tontos que nos dan incontables beneficios?

VARAHAMIHIRA. En "Poems from the Sanskrit".


Leo "The Cruise of the Nona". No me gusta Belloc. Lo exa-

gera todo. Habla mucho de la Verdad, pero no hay verdad en

sus sentimientos. Cuando exagera su odio, logra una especie

de crudo efecto cómico; pero, cuando exagera sus sentimientos

hacia lo que ama, notamos una fundamental falsedad. Cierta-

mente desea creer, pero ¿cree realmente?

Graham GREENE. En busca de un personaje.


¿Por qué no te envío, Pontiliano, mis libros?

Para que tú no me envíes, Pontiliano, los tuyos.

MARCIAL. Catulo y Marcial, versión de E. Cardenal.


La muerte es un rollo. Pero la vida tampoco es muy interesan-

te. He de decir que esperaba que la muerte estuviese preñada

de sentido, pero no es así. Está ahí, nada más. No me siento

especialmente solo, condenado ni tratado injustamente, pero

sí pienso mucho en el suicidio por lo aburrido que es estar

enfermo: algo así como quedar atrapado en una novela de Up-

dike.

Harold BRODKEY. Esta salvaje oscuridad.


No sé en verdad qué cosa hay que admirar más, si el exceso de

bondad de los hombres que se prestan a considerar tan hueros 

ensayos, o si mi increíble presunción al lanzar por el mundo

disparates semejantes.

M. de GUÉRIN. Cit. por M. Bénabou, "Por qué no he escrito

ninguno de mis libros".


LAS QUE SIGUEN PERTENECEN AL LIBRO EDITADO
POR CONSTANTINO BERTOLO, "EL OJO CRÍTICO"


 a) Sobre W.H. AUDEN: "En Mr. Auden se da el curioso caso 

de un poeta que escribe un lenguaje poético original, en la más

sólida tradición inglesa, pero que parece haber quedado retenido

en la mentalidad de un escritor adolsecente."

Edmund Wilson. The shores of light, 1952.


 b) Sobre JANE AUSTEN

Mamá dice que era la más bonita, tonta, afectada mariposa caza-

maridos que recuerda haber visto nunca.

Mary Russell Mitford, carta a William Etford, 1815.


 c) Sobre JAMES FENIMORE COOPER

 En un pasaje de El cazador de gamos, y en el restringido espa-

cio de 2/3 de página, Cooper ha logrado 114 ofensas al arte li-

terario sobre las 115 posibles. Bate todos los récords.

Mark Twain,  How to Tell a Story and Other Essays, 1897.


 d) Sobre JOHN DOS PASSOS (en "Paralelo 42")


 Es como un hombre que intentase correr en varias direcciones

al mismo tiempo y, por esta razón, sólo lograse quedarse quieto

y hacer ruido. A veces es un ruido vivo y divertido; a menudo,

monótono.

V.S. Pritchett, The Spectator.


  e) Sobre "Middlemarch" de GEORGE ELIOT

 Middlemarch es una arca del tesoro por los detalles pero resul-

ta mediocre en su conjunto.

Henry James, Galaxy.


 f) Sobre RALPH WALDO EMERSON

 Pertenece a la clase de personas con las que no tenemos ni

asomo de paciencia; los místicos por el placer del misticismo.

La mejor respuesta a su verborrea es... cui bono?, una pequeña

frase latina generalmente mal traducida y mal interpretada: cui

bono?, ¿a quién beneficia? Si no al propio Mr. Emerson, con

toda seguridad a nadie.

Edgar Allan Poe, en su Autobiografía, 1842.


 g) Sobre FLAUBERT

 Flaubert es animal de pata pesada. Se ve que es normando.

Todas sus obras tienen peso específico; a mí me fastidia.

Pío Baroja, 1917.


 h) Sobre Edward GIBBON

 El estilo de Gibbon es detestable; pero éste no es su peor de-

fecto.

Samuel Taylor Coleridge. Obras Completas, 1853.


 i) Sobre "Ulises" de JAMES JOYCE

 Acabé Ulises y me parece un fracaso. El libro es difuso. Es

salobre. Pretencioso. Vulgar, no sólo en el sentido común sino

también en el literario. Quiero decir que un escritor de primera

línea respeta demasiado el acto de escribir para permitirse hacer

trampas.

Virginia Woolf, en su Diario.


Por ahora me detengo aquí. He elegido solamente las críticas 

hechas por escritores renombrados, dejando de lado las de los

críticos de reseña.


 También podemos poner en este capítulo llamado "Críticas",

las preferencias de ciertos autores.

 Para Philip Levine (1928-2015), los mejores poetas america-

nos son Wilbur, Merrill, Hecht, Nemerov, Snyder, Creeley, 

Duncan, Levertov. Pero después dice que hay "dos gigantes":

Robert Hayden y Sterling Brown.


  Alguien mencionó a un polaco del Renacimiento: Jan Kocha-

nowski (1530-1584). En especial su poema "Lamento".


  Joseph Brodsky dice que el americano que más le gusta es

Peter Viereck.




 6- ALGUNOS SONIDOS


 "... algunos gritos infantiles subían a veces de la calle, amor-

tiguados por el pesado aire bélico, insignificantes como gritos

de conejos.

 JULIEN GRACQ. Los ojos del bosque. 


Había perros que corrían y grandes sombras que habían queda-

do encerradas en la hermosa jaula del Senado. Agucé el oído y

me puse a escuchar todo aquel alboroto. Una especie de surti-

dor desgranaba su cantinela, el estribillo tonto del Barrio Lati-

no: una de esas canciones baratas que cantan los estudiantes

para atestiguar su condición, con sus boinas, sus gorras y sus 

chalinas.

Philippe SOUPAULT. Las últimas noches en París.


Aunque la casa estaba en silencio, llegaban al cuarto sonidos

de toda clase, todos irreconocibles. Algunos debían de venir

desde muy lejos, otros eran proyecciones psíquicas de ruidos 

que habían hecho el camino de su percepción en otro momen-

to y otro lugar. Crujidos extraños, adelantándose a golpes tan

habituales que la conciencia no los registraba, y muy por de-

bajo de todos ellos el susurro de su propia respiración. Algo

suelto, que se revolvía en su vaina de latón.

César AIRA. Varamo.


 El crujir de los bambúes nos dice que está nevando

 CH'EN LING


 He llegado al fondo. Mi corazón ya no late. Sigo viviendo

gracias a una especie de zumbido de la sangre en mis venas.

Está oscureciendo, sólo en las ventanas hay un resplandor

blanco. El ruido de mi reloj, encima de la mesa al lado de la

cama, es fuerte y vigoroso, como si fuera rico de una vida di-

minuta, mientras yo desvanezco y muero.

KATHERINE MANSFIELD. Diario.


Escuchó los pájaros que se posaban en los aleros de la casa;

una bandada de bocas frías, dinosaurios de ojos rojos que se

congregaban en el crepúsculo.

Lawrence OSBORNE. Los perdonados. (Me gustó mucho 

esta novela)


 No os mováis

 Dejad hablar al viento

 EZRA POUND. Antología poética.


 Escuchad la playa en marea baja: parlotea por los millares de

labios húmedos que entreabre hacia el cielo.

 MICHEL TOURNIER. Medianoche de amor.


 El silencio era tan profundo que hubiera podido oírse caer

las lágrimas.

 Marguerite YOURCENAR. Cuentos orientales.


... instalan una especie de máquina de gemidos gigantescos, 

como si estuvieran degollando a mil cerdos y a mil vacas mu-

gidoras al mismo tiempo, o también como una vieja máquina 

dragadora instalada en un canal cegado, cuyos cubiletes oxida-

dos extrajeran la porquería con dificultad, lentamente, vocife-

rando, con una desesperación sobrehumana

 HENRI MICHAUX. En otros lugares.


LA MUERTE


La vejez y la muerte de Gide estuvieron rodeados de testigos. 

Pero, ¿qué ha sido de esos testigos? La mayoría, seguramente, 

ha muerto también. Llega un momento en que los testigos mue-

ren a su vez, y sin testigos. La Historia está hecha, pues, de pe-

queños reventones de vida, de muertos sin relevo [...] (La muer-

te, la verdadera muerte, tiene lugar cuando muere el testigo.

Chauteabriand, hablando de su abuela y de su tía-abuela, dice:

"Quizá yo soy el único hombre en el mundo que sabe que esas

personas han existido..."

Roland BARTHES. Lo obvio y lo obtuso.


 Leemos las cartas de los muertos como dioses impotentes,

pero dioses, igualmente, ya que conocemos las fechas que

                            [siguen...

...

Pobres muertos, ojos-vendados muertos,

crédulos, falibles, patéticamente prudentes.

Wislawa SZYMBORSKA. View of a grain of sand.


Todo lo que veo me sobrevivirá.

Anna AJMÁTOVA. Cit. por R. Carver, "Todos nosotros".


morir es  sacarse el sobretodo

Macedonio FERNÁNDEZ, En Germán L. García: Mace-

donio Fernández, la escritura en objeto#. "Macedonio llama-

ba sobretodo al cuerpo")


las pastillas para el sueño que suenan a nombres de ninfas

   romanas

y que son estupendas porque reclaman, recuerdan, reemplazan

   la muerte.

Zbigniew HERBERT. Poesía completa.


Oh las rosas de tu sangre

suavemente empapan la muerte

(No temo ya más a la muerte)

Else LÁSKER-SCHÜLLER. Cit. por F. Grunfeld.


En el Bardo Thödol, el Libro de los Muertos tibetano, el muer-

to, durante el período de indecisión en que sigue muriendo, es

enfrentado primero con la clara luz primordial, luego con las 

divinidades apacibles, luego con la figura terrorífica de las di-

vinidades irritadas, Si no tiene la fuerza de reconocerse en esas

imágenes, si no ve en ellas la proyección de su alma espantada,

ávida y violenta, si trata de huir, les dará realidad y espesor, y él

mismo volverá a caer en el extravío de la existencia.

Maurice BLANCHOT. El espacio literario.


Para llevarla de regreso a la tierra a salvo, inhaló el alma del

paciente y se tapó los oídos para que no huyera.

Mircea ELIADE. De los primitivos al zen, tomo 4. (Se refie-

re a chamanes del NE siberiano).


Si tuviera que morir ahora, diría: "¿Fue esto todo?" Y "No lo

pude entender muy bien". Y "Había mucho ruido".

Kurt TUCHOLSKY. (Crítico e intelectual judío al ver el desas-

tre en Alemania tras el ascenso de los nazis). Cit. por F. Grun-

feld.



7- DEL AMOR


Soy una especie de mal amado. Es exactamente esto, y siento

que no puede ser agradable para nadie y que todos me pesan.

A pesar de mí mismo, cualquier cosa que diga, dogo con los

ojos cosas que nadie desea oír y me enojo conmigo porque las

digo.

Leon TOLSTOI. En P. Citati: Tolstoi.


dice una canción de estas islas, "el amor es como nuececilla,

no se puede comer si no se rompe"

Claudio MAGRIS. Microcosmos.


Me hace tanta falta el verte

como la sal al guisao,

como la ropa al encueros,

como el agua a los sembraos.

A. DELGADO. Andalucía y su copla.


En el amor sabio cada cual adivina el ser enaltecido y secre-

to del otro, y al negarse a creer en el mero ser cotidiano, crea

un espejo en el que el amante o la amada ve una imagen que 

luego copia en la vida cotidiana. 

William B. YEATS. Cit. por C. Connolly.


como escribía Charles Louis Philippe, "el amor es todo lo que

no se tiene".

Claudio MAGRIS. Instantáneas.


Me parece que el problema del amor radica en lo siguiente:

para ser felices necesitamos seguridad cuando resulta que para

estar enamorados necesitamos inseguridad. La felicidad se basa

en la confianza mientras que el amor exige dudas e inquietud.

Frederic BEIGBEDER. El amor dura tres años.


Fui a la escuela primaria en Whitechapel, donde aprendí el in-

glés como en sueños, por así decir de la noche a la mañana, por-

que me enamoré de mi bellísima y joven maestra, Lisa Owen,

y leía con palabras de sus labios, y camino de casa repetía con-

tinuamente, pensando en ella, todo lo que había escuchado de 

su boca a lo largo del día.

W.G. SEBALD. Los emigrados.


Había llegado a la conclusión de que podía amar a una mucha-

cha sin sentir el más leve deseo. Eso constituía probablemente

la más insensata pretensión que se haya dado en la historia de

la humanidad. Sin darme cuenta, pretendía ser -y pido perdón,

amparándome en mi natural tendencia a la hipérbole- el Copér-

nico de la teoría del amor.

Yukio MISHIMA. Confesiones de una máscara.


¿Cuál es tu tormento? Cuando Simone Weil dijo que ser capaz

de formular esta pregunta era el sentido real del amor al próji-

mo, estaba escribiendo en su francés materno. Y en francés, la

gran pregunta suena muy diferente: Quel est ton tourment?

Sigrid NUNEZ. Cuál es tu tormento. (Un hermoso libro)


¿Puede haber algo más bello que la exaltación amorosa, esca-

brosa al principio, montañosamente hacinada luego, y al final 

allanada, aliviada, alisada por la sensatez y la seriedad?

Robert WALSER. La rosa.



GUSTOS


 en este siglo nuestra existencia gira en torno a tres adjetivos:

pirandelliano, kafkiano y borgiano. (El cuarto sería Proust,

pero proustiano sería más un estilo de escribir que un modo 

de existir). 

Leonardo SCIASCIA. Fuego en el alma.


Le mando mis felicitaciones y le agradezco por el maravillo-

so bouef á la mode. Quisiera que lo que pienso emprender es-

ta noche resultara tan bueno como lo suyo, quisiera que mi es-

tilo fuese tan brillante, tan claro, tan sólido como su gelatina;

que mis ideas fuesen tan sabrosas como sus zanahorias y tan

nutritivas como su carne.

Marcel PROUST (nota a la cocinera Céline Cottin). Cit. por

-valga la redundancia- Pietro Citati, en "La paloma apuñala-

da. Proust y la Recherche".


De nombre griego, egipcio de nacimiento, Plotino nació en Li-

cópolis, la ciudad de los lobos.(...) El único biógrafo de Ploti-

no, Porfirio, no aporta ningún dato acerca de su infancia ex-

cepto que a los siete años, "cuando ya iba a la escuela, solía vi-

sitar a su nodriza y, descubriéndole los pechos, se disponía a

mamar de buena gana".

Roberto CALASSO. El Cazador Celeste.(Un libro extraordi-

nario).


Las mejores novelas policiales: El halcón maltés de B. Ha-

mmett, El largo adiós de R. Chandler y Laura de Vera Cás-

pari.

Juan C. ONETTI En Revista "La torre de papel", Julio 1980.


Gusto por la división: las parcelas, las miniaturas, los cercos,

las precisiones brillantes (como el efecto producido por el

hachís según Baudelaire), la vista de los campos, las venta-

nas, el haikú, el rasgo, la escritura, el fragmento, la fotogra-

fía.

Roland BARTHES. RB por RB.


la mujer preferible es la más alta cuando se levanta y la más

voluminosa cuando se sienta

En Poesía árabe clásica.


Las ciencias humanas se enfrentan a un rival temible, que es

la literatura (...) Temo que todo ese infinito papeleo que se

produce -tesis, informes, comunicaciones- esté destinado al

olvido inmediato. El resultado es totalmente distinto cuando

el individuo decide implicarse personalmente, emprender su 

experiencia particular del mundo.

Tsvetan TODOROV. Deberes y delicias.


     mis gustos especiales

chocolate, bombones quemantes de azucarados; bebidas

    heladas;

narcóticos cigarros y vosotros, cigarrillos adormecedores;

alegrías de la velocidad; delicia de estar sentado, provecho

de dormir en la oscuridad más completa;

poesía de las cosas más triviales; gacetillas:

viajes; gitanas; paseos en trineo; lluvia sobre el mar;

locura de una noche de fiebre que pasamos a solas con los

      libros;

altibajos del temperamento y del clima;

reaparecidos instantes de otra existencia; recuerdos;

      predicciones-,

oh esplendores de la vida común y de la rutina ordinaria,

es toda vuestra esta alma perdida.

Valery LARBAUD. Obras escogidas de A.O. Barnabooth.


Heimweh, el deseo de estar en casa

Michael FRAYN. Juego de espías. (Una excelente novela)



ALGUNOS OLORES


Argentina me ha dado los olores del campo. Cada país tie-

ne su propio olor, su yuyo, su yerba. A mí me cautivan los

aromas de mi tierra. Es como cuando uno vuelve a casa a

caballo y hay un momento en que el mismo animal levanta

la cabeza y relincha, porque sabe que está oliendo su pago.

¿Por qué no lo va a hacer la persona que va arriba?

Atahualpa YUPANQUI. En Página 12, 20/5/97.


Si la teoría estereoquímica de los olores desarrollada por

Amoore es correcta, las diversidades cualitativas que a nivel

sensorial es imposible analizar e incluso describir adecuada-

mente pueden reducirse a simples diferencias entre las pro-

porciones geométricas de las moléculas odoríficas.

Claude LÉVI-STRAUSS. Estructuralismo y ecología.


En la escalera, Av. de los Castaños N° 30, por la tarde a las

cuatro y media olía fugazmente uno a ratones muertos absor-

tos.

Elke ERB. Revista Hora de poesía, 67-68.. Poeta alemana, 

n. en 1938.


Escaleras de metro arrojan aire muerto

Rudolf PEYER. Revista Hora de poesía, 67-68. Poeta suizo 

n. en 1929.


aquel oscuro bosque de Inglaterra que olía a sótano

Giorgos SEFERIS. 6 noches en la Acrópolis.


Es la hora preferida de las mujeres porque entonces se vis-

ten con sus más preciosos saris, perfuman sus cabellos con

aceite de canela...

Mircea ELIADE. La India.


Celeste (nombre del mucamo de Proust)

con su rigor, dulce, me hunde en el jugo negro

de vuestra pieza

que huele a corcho tibio y a hogar apagado

Paul MORAND. En L.Z.D. Galtier. Antología del poema

traducido.


(Oh vivir en ese aroma a naranja en niebla fresca)

Valery LARBAUD. Obras escogidas de A.O. Barnabooth.


El olor fino solitario de tus axilas

César MORO. En "14 poetas del Perú".


Hacia 1932, en el Estudio 28, un jueves de mayo a la tarde,

solo, vi el Perro Andaluz; al salir, a las 5 de la tarde, la calle

Tholozé olía a café con leche, que tomaban las lavanderas 

entre planchado y planchado.

Roland BARTHES. RB por RB.


Debe de haber miríadas de pequeñas partículas en movimien-

to en la atmósfera. Sí, eso es. Ya que esas islas perfumadas,

las Molucas, esos cingaleses esta mañana, se las huele a leguas

de distancia. Voy a decirles a ustedes lo que es. Como un velo,

muy fino, muy fino, o una red que tienden sobre la piel, tenue

como se llaman filamentos y eso se teje y sale en todo tiempo

más fino que nada, impalpable como un arco iris...

James JOYCE. Cit. por Jean Paris, en "JJ por él mismo".


Venía un leve pero inconfundible olor a ozono como en

una fina brisa húmeda.

Paul BOWLES,. La tierra caliente.



LO REAL/ LA REALIDAD


Recuerdos de una sola persona, olvidados definitivamente,

¿existen o no? ¿Han existido o no?

Jorge Luis BORGES. Cit. por Bioy Casares en "De jardines

ajenos".


El misterio se halla en esta vida y la realidad en la otra

si me amas, si me amas de verdad,

os haré ver la realidad.

Max JACOB. El cubilete de dados.


La gran pregunta de Philip Dick es siempre la misma: ¿qué

es lo real, qué lo humano?

María NEGRONI. Pequeño mundo ilustrado (Un libro buení-

simo)


Con el fin de presentar nuestro mensaje con alguna posibili-

dad de producir una impresión perdurable en el público, nos

vimos obligados a matar gente.

Theodore KACZYNSKI ("Unabomber"). Manifiesto publica-

do en el Washington post y el NY Times, el 19 de septiembre

de 1995.


Por primera vez en la historia del planeta Tierra, los humanos

de todos los países tenían el mismo objetivo: ganar el suficien-

te dinero para poderse parecer a un anuncio. El resto era secun-

dario, ellos no estarían aquí para sufrir las consecuencias.

Frédéric BEIGBEDER. 13'99 euros.


Flaubert decía: "viajo para verificar mi sueños"

Cit. por F. Beigbeder, en "Windows on the World".


Para Bataille el acto de filosofar es el de realizar la crítica

aniquiladora de la realidad con el fin de trasponer los umbra-

les hacia una experiencia trascendental.

Salvador ELIZONDO. Prólogo de G. Bataille, "Madame 

Edwarda".


Malika se dirigió al baño y se entretuvo largo rato abriendo

y cerrando los grifos de agua caliente y fría para ver si uno

de los dos acababa por confundirse.

Paul BOWLES. Misa de gallo.


lo atemorizaba deslizarse hacia el latido oscuro de las ideas,

como si fuera a perder para siempre li visible y la realidad.

César AIRA. Varamo.


Experiencias inarticuladas

Compro revistas sexuales

Repleto de fantasmas crueles

En el fondo, es necesario eyacular

Y quedarse dormido como un trozo de carne

Sobre un colchón desfondado

De niño, caminaba por la landa

Recogía flores encorvadas

Y soñaba con el mundo entero

De niño, caminaba por la landa

La landa era suave a mis pies.

Michel HOUELLEBECQ. Poesía.


La realidad está sostenida en el ser por la paráfrasis y la tra-

ducción. Ser uno es repetir, encontrar lo que ha dicho el otro.

G. GENETTE. Jorge Luis Borges. (Una antología de varios

autores).


llevaba una vida recluida y, cuando le preguntaban cómo

estaba, decía: A lo mejor el viento amainará mañana".

María NEGRONI. Pequeño mundo ilustrado (Una joya).

Se refiere  a Henry Darger, "huérfano desde los 4 años, vi-

vió en un asilo primero, después en una institución para chi-

cos retardados, y luego en Chicago, donde pasó el resto de

su vida trabajando en un hospital".


Era lo que Diana más temía: que la realidad irrumpiera.

Liliana HEKER. Epígrafe de un poema de Irene Gruss).


Lo que hay en el mundo verdadero, el mundo sin nosotros.

Lo que no hay somos nosotros, y la verdad está ahí.

Soy aquel que nunca acerté a ser.

Todos somos lo que nos supusimos.

Nuestra realidad es lo que no hemos podido conseguir.

Fernando PESSOA. Antología de Alvaro de Campos.



RECUERDOS


Se me olvidó que te olvidé

a mí que nada se me olvida

Copla PERUANA


Un hombre, al fin de cuentas, sólo es lo que olvida.

Tomás Eloy MARTÍNEZ. La mano del amo.


Recordar, conservar y preservar, escribió Pierre Bertaux so-

bre la mutación de la humanidad hace ya 30 años, era impor-

tante sólo en la época en que la densidad de población era es-

casa, los objetos que fabricábamos raros y había espacio en

abundancia.

W.G. SEBALD. Campo Santo.


El lado sórdido de la civilización, de los carteles de Leicester

Square, las furcias de Bond Street, el olor a verdura cocida de

Tottenham Court Road, los vendedores de coches en Great

Portland Street. Todo eso parece satisfacer temporalmente nues-

tra sensación de nostalgia por algo perdido, representar un esta-

dio del pasado.

Graham GREENE. Cit. por Lawrence Osborne en "El turista 

desnudo". Agrega L.O.: " Greene tiene razón; la sordidez es 

como darle un bocado al pasado, es la nostalgia por algo que

se ha perdido."


Lo que queda de un libro no son frases, ni citas, ni siquiera

palabras, sino un gusto en la boca, una euforia particular...

a veces un malestar.

Severo SARDUY


El boxeador que ha sido noqueado alguna vez no lo olvi-

da nunca. En otro contexto, se dice que quien ha sido tortu-

rdao una vez queda atormentado para siempre. Las sinapsis

han sido cauterizadas por la experiencia, creándose una sen-

da neurológica similar a un cauce de agua a través del desier-

to.

Justin CARTWRIGHT. Míralo de este modo.


Si algo va a permanecer en la memoria debe ser impreso allí

a fuego; sólo permanece en la memoria lo que nunca cesa de

hacer daño.

Friedrich NIETSZCHE. Cit. por J. Miller en "La pasión de 

Michel Foucault".


Las imágenes de la memoria, una vez fijadas por las palabras,

se borran.

Italo CALVINO.



Mi infancia está por reinventar: la infancia es una novela.

Dado que Francia es una nación amnésica, mi ausencia de

memoria es una prueba irrefutable de mi nacionalidad.

Frédéric BEIGBEDER. Una novela francesa (Su peor libro)


Las olvidadas mañanas de un niño caminando con su madre

entre las parábolas

de la luz del sol.

Dylan THOMAS. Poemas.


Si uno pudiese despertar simultáneamente todos los ecos de

su memoria, producirían una música, placentera o triste, según

el caso, pero lógica y sin disonancias. Por incoherente que sea

la existencia, la unidad humana no resulta alterada.

Ch. BAUDELAIRE. Cit. por P. Bowles en "El tiempo de la

amistad".


Ahora se han desvelado todos los misterios, o al menos se han

desvelado hasta donde pueden ser desvelados. Lo que queda es

ese dolor leve y familiar en los huesos, como el de una herida

antigua cuando cambia el tiempo. ¿Heimweh o Fernweh? ¿El

deseo de estar allá o el deseo de estar aquí mismo ya? ¿O de

hallarme en ambos lugares a la vez? ¿O en ninguno de ellos,

sino en el viejo país del pasado, al que nunca volveré a llegar

en ningún sitio?

Michael FRAYN. Juego de espías.


Borges ilustra tal situación explicando el intento de su padre

de demostrarle la incertidumbre de la memoria; pone  una mo-

neda en la mesa y la llama imagen. La siguiente moneda es el

recuerdo de aquel recuerdo y así sucesivamente.

Paul BOWLES. Memorias de un nómade.


Rodenbach: "Un recuerdo de infancia sube por el hilo de mi

alma... los largos dedos góticos de la Srta. Moreno".

Jules RENARD. Diarios.


¿Qué quiere decir "pensar en alguien"? Quiere decir olvidar-

lo (sin olvido no hay vida posible) y despertar a menudo de

ese olvido.

Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.



PARA UN AUTOSERVICIO DE CITAS (LITERARIAS)


En la Roma antigua existían 29 bibliotecas públicas; 37, se-

gún otras fuentes. En la Europa de la primera mitad de siglo

XVII existían sólo 3 bibliotecas abiertas al público: la Ambro-

siana de Milán (de 1608); la Bodleian de Oxford (de 1612) y

la Biblioteca Angelica de Roma (de 1620).

Roberto CALASSO. Cómo ordenar una biblioteca.


pues la vida no es más que juego y distracción, como bien nos

recuerda el Corán, y como pasatiempo que es, y nada más, ol-

vidamos que el propósito de la vida es la muerte.

Lawrence OSBORNE. Los perdonados. "Juego y distracción"

es -lo recordé al instante al leer la frase- uno de los libros de

cuentos de James Salter.


Todo está dicho, pero como nadie escucha...

André GIDE. Cit. por R. Gullon, en "Espacios novelescos",

en Revista Plural, N° 38.


El pez pescado piensa en el agua todo lo que puede.

Henri MICHAUX. Adversidades, exorcismos.


En el idioma de la era glacial hay una palabra

que se llama passe  Eso significa sagrado

peligroso    Sagrado Peligroso   Uno debe

moverse con cuidado    Uno

no está exactamente en su casa   no es

señor de su propia casa   Y la comarca

está poblada de otras gentes

que no son uno mismo

Elisabeth RYNELL. En R. Vázquez Díaz. Mujeres en el 

norte. Trece poetas suecas. [Rynell está hablando de los la-

pones]



los intelectuales, en el mejor de los casos, estamos dispuestos

a reconocer que nos equivocamos, pero nunca reconocemos

que otro haya tenido la razón en ese mismo momento.

P. SCHNEIDER. El final de la certeza.


Una cosa es la cultura y otra la luz. Eso es lo que hay que te-

ner: luz.

Carta de UNAMUNO a Lorca.


"¿Cree que podría haber tenido una vida más feliz?" le pre-

guntó una vez un periodista a Philip Larkin. "No, de no haber

sido otro."

Martin AMIS en Visitando a Mrs. Nabokov. "Cuando alguien 

me dice que Larkin es un gran poeta, y que para escribir gran

poesía basta con traicionar todos los valores humanos, me sien-

to escéptico. Ives Bonnefoy)


El islam es la única religión que ha prohibido cualquier traduc-

ción para el uso litúrgico, porque el Corán está enteramente

compuesto de ritmos, de rimas, de estribillos, de asonancias.

Reposa sobre la idea básica de la poesía, la idea de una unión de

la sonoridad y del sentido que permite decir el mundo.

Michel HOUELLEBECQ. Sumisión.


Y un escalofrío familiar me recorrió la espina dorsal ante los 

créditos finales de la película Truman Capote al recordar que

después de A sangre fría no terminó ningún libro más, y que

el epígrafe de su gran obra inacabada era esta frase de Santa

Teresa de Ávila: "Se derraman más lágrimas por las plegarias

atendidas que por las no atendidas."

Emmanuel CARRÉRE. Conviene tener un sitio adonde ir.


Si las olas reflexionaran, creerían que avanzan, que tienen un

objetivo, que progresan, que trabajan por el bien del Mar, y 

llegarían a elaborar una filosofía tan necia con su obstinación.

Emile CIORAN. Desgarradura.


"Cuando yo era Ministro del Interior"... queda muy bien como

comienzo de frase.

Jules RENARD. Diario.


Estar cultivado es quemar las formas, quemar las formas para

ganar la vida.

Antonin ARTAUD. Cit. por P. Sollers, en "La escritura y los

límites de la experiencia".


...el sagrado instinto de no tener teorías...

Fernando PESSOA. El libro del desasosiego. (La frase está

así, sola, tal cual)


Recorro los estados de carencia a través de los cuales el Zen

ha codificado la sensibilidad humana (furyu): la soledad (sabi),

la tristeza que me llega de la "increíble naturalidad" de las co-

sas (wabi), la nostalgia (aware), el sentimiento de lo extraño

(yugen).

Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.


y tu corazón late por doquier

en un país de pozos

Paul CELAN. Amapola y memoria.


También he descubierto la mujer a los 44 años. Y soy un pen-

sador. Inteligente, observador. ¿Observador un hombre que re-

cién al comienzo de la declinación, comprende a la mujer, a los

niños, y advierte la varia belleza de la voz humana?

Macedonio FERNÁNDEZ. Cit. por Germán García en "MF,

la escritura en objeto".


Oh corazón mío, más impacientemente

Que las olas de fuego de las aves de paso

Arrastradas por el viento

Oscar W.L. MILOSZ. La bruma y otros elementos.


DESPUÉS

Después de la batalla de Helgoland

y después de la batalla de Utshima

el mar dispersó los ya desechos.

Dejó a los albatros devorar sus ojos.

Conduciéndoles con sales disolventes

lentamente hacia el mar...

hacia las aguas madres cambrianas,

hacia otro ensayo.

Harry MARTINSON. En Octavio Paz. Versiones y diversio-

nes. (Es el poema completo)


Sin luz,

Como las sombras,

las almas de los hombres,

ardiendo en llamas de terrenales pasiones

Desaparecen, para siempre,

De esta vida pasajera.

Ryonosuke AKUTAGAWA. En Revista Sur N° 249, dedica-

do a la literatura japonesa.


El mapa de nuestra vida está plegado de tal suerte que nunca

vemos el único gran camino que lo atraviesa; en cambio, a me-

dida que él se abre, vamos divisando a diario una pequeña ruta

nueva. Creemos elegir y no está en nosotros la elección.

Jean COCTEAU. El gran extravío.


NO PUEDO AYUDARTE

Pobre polilla, no puedo ayudarte.

Sólo puedo apagar la luz.

Ryszard KRYNICKI. En C. Milosz, "A Book of Luminous

Things".


Es difícil, en cualquier caso, considerar la literatura una me-

dicina, cuando leer sirve sobre todo para acrecentar nuestro

alejamiento depresivo de la corriente dominante; tarde o tem-

prano, el lector de mentalidad terapéutica acabará acusándola

de ser la enfermedad.

Jonathan FRANZEN. Cómo estar solo.


Para Louis Aragon, la literatura es una máquina de desencrip-

tar la realidad. No he encontrado una definición mejor. (...)

La principal herramienta de la literatura son las emociones del

lector: tanto si son positivas (amor, apego, seducción...) como

negativas (odio, venganza, crueldad...), le permiten que el

mundo de la novela resuene en el suyo.

 Por eso lo personajes son más importantes que la trama.

Pierre LEMAITRE. Diccionario apasionado de la novela ne-

gra.


Rico golpeó con los nudillos el capó de Joe y le dedicó la son-

risa por la que era famoso, la clase de sonrisa que podría ilumi-

nar un campo de fútbol cualquier noche durante el tiempo sufi-

ciente para que se jugaran en él varias finales.

Dennis LEHANE. Ese mundo desaparecido.


cambiemos nuestras mujeres unos con otros

mientras la aguja de la brújula gira locamente

y los ejércitos victoriosos

ponen una camisa de fuerza a la razón universal.

Karl VENNBERG. En "Poesía sueca contemporánea".



Recelaba de su propia vida, como esos ingenieros aeronáuti-

cos que no están muy dispuestos a volar en los aviones que 

diseñan porque temen morir víctimas de sus propios dispara-

tes.

Lorrie MOORE. Como la vida misma.


-Dímelo otra vez -pedía mi madre embelesada-. ¿Cómo se

dice pichón relleno con salvia?

 -Pouthin farthi au thauge -Mrs. Erskine ceceaba en francés.

 -Graziaz -decía mi madre. Así era el humor de esa época.

Mavis GALLANT. Los cuentos de Linnet Muir.


Cada esfuerzo mío es una condena dictada;

y mi corazón está -como un muerto- enterrado.

Constantino CAVAFIS. poesía completa.


todos estamos esclavizados por la idea de que haya nobleza

en nuestras vidas

Justin CARTWRIGHT. Soñando con los masais. (¡No todos!)


"Miedo de perder la dignidad" (el más avieso de los demonios)

(¿Cómo rechazar un demonio (viejo problema)?

Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.


No se puede escribir una novela como si estuvieras poniendo

un huevo. Imposible.

Paul BOWLES. Conversations with PB.


El agua que espera en las tuberías

quieta como un animal en su guarida.

Valerio MAGRELLI. En Diario de Poesía 42.


A Dios no le importa mucho que los hombres sean irrepren-

sibles (...) al alumno simplemente aplicado lo sentíamos como

a un extraño. ¡Qué repugnante es ser tan irreprochable!

Robert WALSER, La rosa.


Gore Vidal me contó en 1975 que había oído dónde vivía Sa-

linger "hacía mucho frío": insinuación extremadamente delica-

da de que el gran hombre busca calor en la bebida.

Martin AMIS. Experiencia.


La escritora Martha Gellhorn dijo: "La mejor relación es con

una persona que vive a 5 manzanas, que tiene sentido del hu-

mor y que está absorta en su trabajo".

Michael ONDAATJE. El fantasma de Anil.


El dibujo no es la forma, es la manera en que ves la forma.

DEGAS. En "The Poet's Notebook".


¿Cuál es el ser que subsiste 

Bajo estas formas de estar?

¿La ola que ya no existe

O el río que es un pasar?

Fernando PESSOA. 90 poemas últimos.


Nunca se encerraba en el baño sin aludir en tono de broma a

la iluminación de Martín Lutero, que había tenido lugar, se-

gún los manuscritos latinos, in latrinis.

Emmanuel CARRERE. Yo estoy vivo y vosotros estáis muer-

tos. (Biografía de Philip K. Dick).


A finales del verano de 1918, el ejército alemán, diezmado y 

mal alimentado, comenzaba a padecer la gripe española, que

en el curso del año siguiente mataría a veinte millones de per-

sonas en todo el mundo, más que la propia guerra y que cual-

quier otro cataclismo de origen humano o natural hasta la Se-

gunda Guerra Mundial.

Tom REISS. El orientalista. (Un libro extraordinario)


Era delgada como papel: sus costillas como armazón de barri-

lete.

Tenessee WILLIAMS. En el invierno de las ciudades.


Al tacto, el pabellón de mi oreja parecía fresco, agreste, frío y

jugoso como una hoja.

Franz KAFKA. Diarios.


Dice los versos cortos en tono desafiante y orgulloso; son tan

brillantes y perfectos que uno casi se los robaría. De 4 líneas...

inscripciones. En un estado en el que mandaran los poetas, las

monedas de plata llevarían grabadas sus inscripciones.

Else LASKER-SCHÜLLER. Acerca de Jakob con Hoddis.

En F. Grünfeld: "Profetas malditos".


Los poetas no tienen un "auditorio". Hablan a una sola persona

todo el tiempo. Lo malo de Yevtushenko es que habla a miles de

personas al mismo tiempo. Todos los llamados "grandes artistas"

intentaban hablar a demasiada gente y, en cierto modo, no ha-

blaban a nadie.

Robert GRAVES. En "Conversaciones con escritores".


Creo que si se escribe algo, se debería publicarlo.

Paul BOWLES. En "Conversations with P.B.".


Los anteojos o la melancolía apagan los colores del mundo.

Pero, en cambio, con ellos se puede mirar fijamente el sol o

la muerte.

Jean COCTEAU. El gran extravío.


Mantén intacta tu debilidad. No intentes adquirir fuerzas, so-

bre todo esas que no están hechas para ti, ni te están destina-

das.

Henri MICHAUX. Frente a los cerrojos.