martes, 27 de abril de 2021

NUEVE HAIKUS DE TADA CHIMAKO

  




 1


 Suficiente sueño

 Bueno para olvidar-

 Mi almohada de ratán



  2


 El jardín está

 Lleno de cáscaras descartadas de cigarras 

 Lleno de agujeros




  3


  Me doy vuelta para mirar

  Y en mi cara veo tanto

  Salvajismo y palidez




  4


  La lluvia de meteoros 

  En Leo cae tan lejos como

  Mi cuarto de enferma de cáncer




  5


 Pasa un gato en celo

 Y la luz preventiva-de-crímenes

 Se enciende sola




  6


  Una bolsa de tierra de verano-

  Tan fresca, el estampado que queda

  Después de barrer




  7


 Ayer, hoy

 Y mañana- ¿son todos

 Tan sólo un blanco campo de verano?




  8


 Las hojas recién formadas

 Todas tienen forma de corazones

 Y forma de ojos




  9


  Sosteniendo una cigarra de jade

  Quiero oír a las cigarras convocando

  Como lluvia ligera


 [En la Antigua China existía la costumbre de colocar

cigarras de jade en la boca de los cadáveres. Nota de la

autora:]


 Traducidos del japonés al inglés por Jeffrey Angles.

 Versiones del inglés: Robert R. Rivas



Tada Chamiko nació en Tokyo en 1930 y murió en 2003,

después de una larga lucha con su cáncer de útero. 

Publicó catorce antologías poéticas durante su vida, ade-

más de otros dos publicados póstumamente, junto con 

más de una docena de libros de ensayos, así como muchas 

traducciones. Perteneció a un movimiento que en los años

'50 introdujo el surrealismo a la corriente poética princi-

pal de Japón. Su poesía, sin embargo, raramente es difí-

cil de comprender, y está tapizada por su erudición en te-

mas mitológicos y del pensamiento antiguo, así como de

la filosofía contemporánea. Estudió en la Universidad de

Keiô. Se han editado dos de sus libros de poesía en inglés:

Moonstone Woman y Forest of Eyes.


 FUENTE





 Tina Chang, Nathalie Handal y Ravi Shankar (Eds.).

Language for a New Century. Contemporary Poetry 

from the Middle East, Asia, and Beyond. W.W. Norton

& Company, 2008.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

 

 


sábado, 24 de abril de 2021

POEMAS DE LI CH'ING-CHAO



    


   LI CH'ING-CHAO (traducido como Li Qingzhao)

(1084?-1151) nació en Li-ch'eng, la actual Jinan, y vivió 

en los tiempos intermedios entre el Sung del Norte y el 

del Sur (la Dinastía Sung, 960-1278, pasó de tener su epic-

centro en el norte al sur). Se dice a menudo de ella que es la 

mayor poeta lírica de China. Es la sucesora de Su Tung-p'o y 

la precursora de hsin Ch'i-chi. Hija de un distinguido hombre 

de letras, nuera de un ministro, esposa de un oficial menor de 

excelente educación, su reputación como poeta se estableció 

temprano en su vida. Luego aparecieron una sucesión de 

tragedias: la pérdida de su casa por la invasión Tártara, la 

temprana muerte de su marido, y las desventuras de su vida 

posterior a estos hechos, que causaron la pérdida de una bue-

na parte de su obra, de la que han sido rescatados unos 50 

poemas. Su feliz matrimonio aparece reflejado en varios de 

sus textos. Ambos colaboraron juntos en el llamado Chin 

Shih Lu, un monumental catálogo de sellos artísticos de pie-

dra y bronce, además de objetos artísticos de sumo interés 

arqueológico.

 Kenneth Rexroth considera que Li Ch'ing-chao es la mayor

poeta china de toda la historia. Cuenta que con su marido,

Chao Ming-ch'eng, sostenían concursos entre sí y con otros

amigos literarios. Durante la invasión de los Tártaros Chin,

fue quemada la casi totalidad de las colecciones que habían

realizado juntos: bronces, sellos, manuscrito, caligrafías y

pinturas. Equivalentes al contenido de diez edificios.

Rexroth describe tres etapas en la escritura de Li Ch'ing-

chao: el de la felicidad matrimonial; el de la desolación an-

te la muerte del marido; el de la creciente soledad durante el

envejecimiento.

 En su poesía intenta recapturar el pasado, para preservar

el presente. Ella lo describió así: "lo que quería era, aún,

aferrarme a un momento del tiempo".



FELIZ Y ACHISPADA

                                      A la tonada "Un canto de sueños"


Me acuerdo en Hsi T'ing,

Todas las tantas veces

Que nos perdimos al atardecer,

Alegrados por el vino,

Y no podíamos encontrar el camino de vuelta

Después de haber satisfecho nuestro placer.

Condujimos el bote en la oscuridad.

Por error remamos hacia densos

Cúmulos de flores de loto,

Y alertamos a las gaviotas y garcillas

De las barras de arena.

Se agolpaban en el aire

Y se alejaban aleteando nerviosas

A la orilla opuesta. 




A la tonada "La honra del pescador"


Los cielos se unen con las nubes.

Las grandes olas se mezclan con la niebla.

La Vía Láctea parece

rotar sobre sí misma.

Mil velas bailan.

Soy arrebatada al lugar del Supremo,

Y escucho las palabras del Cielo,

Preguntándome adónde voy.

Yo contesto: "Es un largo camino,

Más allá del atardecer."

Al escribir mis poemas palabras asombrosas acuden 

                                      invisiblemente.

El enorme pájaro peng está volando

En un viento de mil millas.

Oh viento, no te detengas.

Mi frágil bote debe alcanzar las tres montañas sagradas.


[El pájaro peng es un ave de presa legendaria]




LA TRISTEZA DE LA PARTIDA

        A la tonada "Las mariposas aman las flores"


La lluvia cálida y el viento puro

Por primera vez han roto

Y alejado el fresco.

Húmedo como los sauces,

Ligero como las flores del ciruelo,

Mi corazón revive con la primavera.

Pero ahora no hay nadie para compartir conmigo

Las alegrías del vino y la poesía.

Las lágrimas estrían mi maquillaje.

Mis horquillas son demasiado pesadas.

Me pongo mi nueva bata acolchada

Cosida con hilo dorado

Y me arrojo contra una pila de almohadas,

Aplastando mis horquillas de fénix.

Sola, lo único que puedo abrazar es mi pena.

Sé que no vendrá un buen sueño.

Así que me quedo hasta después de la medianoche

Recortando la mecha humeante de la lámpara de flores.




Tonada: "Música pura y serena"


Año tras año en la nieve

recogíamos flores de ciruelo mientras bebíamos.

Arrancando todos los pétalos sin ninguna intención,

mojando nuestras ropas con puras lágrimas blancas.


Este año estoy en el fin del mundo,

hebra por hebra mi pelo encanece.

A juzgar por la fuerza del viento de la noche

será difícil cruzarnos con esos pétalos de ciruelo.




EL FIN DE LA PRIMAVERA

       Tonada: "La primavera en Wu-ling"


El viento decrece - una fragancia

     de pétalos recién caídos;

es tarde en el día - estoy demasiado cansada

     como para peinar mi pelo.

Las cosas permanecen pero él se ha ido

      y con él todo.

En el borde de las palabras: las lágrimas fluyen.


Oigo decir que la primavera en Dos Ríos aún

                          está preciosa;

y anhelo flotar hasta ahí en un pequeño bote-

Pero temo que mi frágil barquita 'saltamontes'

no podría cargar con esta pesada pena.


FUENTES


Kenneth Rexroth & Ling Chung. Women Poets of China.

New Directions, 1982.

Wu-chi Liu and Irving Yucheng Lo. Sunflower Splendor.

Three Thousand Years of Chinese Poetry. Indiana Univ.

Press, 1990.

También he utilizado el hermoso libro de Tony Barnstone

y Chou-ping, The Anchor Book of Chinese Poetry, para co-

tejar algunas versiones.



Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

martes, 20 de abril de 2021

¿YO?

¡¿que qué me dijeron las voces?!

¡¿qué me decían y dijeron las voces?!

     ¿sacando la chatarra, la autorreferencia,

     lo burdo y lo obvio,

     lo estúpido, lo soez,

     lo mil veces repetido?

 ¡¿qué me dijeron?!


 "las lombrices digieren la basura inservible

            y producen la tierra"

 como si ciertos insectos crearan las piedras

 como si ciertos peces creasen las aguas


 ¡de cómo fue creada mi mente! (sollozos extremos)

 ¿visiones? ¡¿visiones?!


 ahora lo supe, no son frases ni palabras

 ¡logogramas!

 ¡hay que entender miles cambiantes logogramas

 todo el tiempo, incluso en el sueño!


¡me miré a los ojos por primera vez ese día!


 supe quién era

 ¿quién? ¡¿quién?!

¡supe qué era!


 tuve que exprimir de mi cuerpo

 toda la sangre que no era mía

 tuve que extraer

 toda esa carne sin fondo

 que no era mi carne

 tuve que sajar la distancia

 infinita necesaria horrenda

 con madre-padre


 aunque de mí no quedó nada

 tuve que ser el horror y el terror

 de ser ese nadie


 ¡no, no se recuerda, no!

 ¡se graba con fuego en el nadie!

 ¿no entienden?

 ¡Claro que no entienden!

 nadie "se acuerda"

 ¡ese es el asunto!

 pero yo al mirarme a los ojos

 me acordé

 me acordé de todo

 para siempre

 que yo no era yo

 que lo que más temía aborrecía ser

 era yo

 ¡era otros!


 me quedaba un pedacito así

 era solo un ojo 

 un ojo de paloma sobre la mesa

 y los halcones giraban en lo alto del cielo

 y cuando vinieran a arrancarme

 tampoco terminaría todo

 porque sería devorada

 la única parte de mí

 que podría haber sido yo

 el mínimo

 ridículamente mínimo

 pedacito

 que podría haberme llevado a ser yo mismo

 

 eso era todo lo que quería

 un ojo 

 en esa mirada

 se lo hizo saber al otro

 ¡esos dos y ninguno!

 

 se disparó un torbellino

 en el mismo instante de saber

 que ya no tendría jamás

 y por siempre

 el más minúsculo reposo descanso

 posible

 ¡eso era yo!


Vino la segunda capa

 algo me bañó en la sustancia aglutinante

 era blanda y espesa

 se deslizó por todas las brechas

 las fracturas

 entre los pedazos fragmentarios

 y nos moldeamos mutuamente

 y se produjo un lugar

 que no sé qué es

 ni dónde

 ni de dónde salió

 ni qué raíces tiene

 

 Pero dejé de preguntarme

 esas cosas

 

 El torbellino...

 duerme


 Me dicen que tal vez se haya ido

 y yo pienso con toda la mordacidad

 acumulada

 que no pienso escarbar

 en ese lugar precisamente


 Que duerma su sueño animal

 salvaje

 el torbellino


 Ahora digo:

 "en una época de decadencia

 los hombres no tallan la piedra"

 y sonrío con una ironía muy filosa

 porque no se entiende lo que digo

 

 "no tallan la piedra"/ no se entiende


 Diferencio las hierbas: el trébol del altramuz,

 la borraja de la lobelia,

 el calimento de la verdolaga


 Palabras en lugar de logogramas

 Muchas, demasiadas de mis palabras 

 viven en cuclillas

 Palabras que son ora inseminadoras 

 o 

 diseminantes

 

 Ahora miro y sé lo que significa

 la pezuña hendida


 Por aspersión


 El dominio de la voz

 En los dominios de la voz


(Y aprendo a decir "voz"

 y no "voces")


Y camino desnudo bajo la lluvia

 lejos

 en lo hondo de lo desconocido

 Y mucho

 mucho por no decir casi todo

 lo que hago

 y pienso y siento e imagino

 es sin que me vean

 sin que me sepan

 sin revelar mis selvas

 repletas de huevos y reptiles

 y de termitas rojas gigantes

 y de hormigueros siniestros

 y de nidos de avispas

 que zumban

 y de lluvias que inundan

 y de vientos que sacuden

 a la bestia de la selva

 "noches", las llaman

 y yo asiento

 "Estoy con ustedes", digo

 como si dijese "a salvo"

 ¡A salvo! ¡¡A salvo!!


 Muestro las manos y pienso

 "estos son los objetos

 con los que me gustaría

 ser enterrado"


 No le aconsejo a nadie

 prestarle tanta

 atención a las palabras

 Ir hasta su última gota


 Mi tumba está en mi corazón

 en lo que quedó de mi corazón

 mil veces vaciado y vuelto a llenar

 De ese naufragio absoluto

 de esa vandálica verdad

 ha quedado esto


 ¡Me oí repetir palabras escuchadas!:

 "Todos esos momentos se perderán

 en el tiempo

 como lágrimas en la lluvia"


 Réprobo

 Aturdido


 Como si hubiese que sacar la música

 de unas pobres flores

 meciéndose en el viento


 El viaje vacío

 El idioma raso


 Y alguien dijo que el 'hilo del amor

 no había encontrado el ojal de su (mi) aguja'


 Había toda clase de explicaciones

 en la pezuña hendida


 ¡Ah acantilados solitarios del cuerpo

 y el sol derritiéndose en lo lejano del mar

 dejándonos a expensas de la noche!


 



domingo, 18 de abril de 2021

LA GRAVEDAD

La gravedad es una cosa pesada

Tan insistente como persistente

Algunos quisieran tener la memoria de la gravedad

Pero es un error por supuesto

La gravedad no tiene memoria alguna ni la necesita

Lo que tiene y necesita en cantidades impronunciables

                     es atención

Siempre está atenta

Siempre está queriendo llevar las cosas para su lado

Es imposible desestimar su importancia 

Es sencillamente determinante

Si dejase de existir por uno de esos caprichos que la física

    podría explicar con la urgencia debida pero sin afectar

    el resultado- todas las cosas y los seres flotarían poniendo

    en su lugar al mito de la libertad

"Es pura voluntad" "Voluntad pura" No tiene otro componente

Y la locura con apariencia normal de querer llevar todo al cen-

    tro de la tierra

Objetivo impedido por la masa de la tierra misma

Es un delicado equilibrio el que nos permite estar parados

    sobre la tierra

Que los árboles crezcan en la dirección opuesta al centro

    de la tierra que las hojas caigan sin llegar al centro de la

    tierra

Que los mares y los ríos y todo eso pueda seguir funcionando

    como si cada cual tuviese un permiso especial para hacerlo

Si caducase el permiso de las montañas o de un sólo océano

El permiso que cada persona de los casi 8 mil millones

     renovado cada año ¡qué digo! cada minuto y cada segundo

     para no salir volando como un globo lleno de helio

He caminado por Saturno Venus Júpiter y Plutón

La costumbre me ha hecho preferir sin dudarlo la gravedad

    de este planeta

9.807 metros/ segundo al cuadrado

Sujetos a la succión delicada de la gravedad de la masa 

     terrestre ¡qué suerte hemos tenido!

Caminar por Júpiter salir a "dar una vuelta": GRAVE

¿Quién quiere/puede regresar de ese "paseo"?

Es cierto que acá los objetos se nos escapan de las manos y         

    maldecimos

Con su notable y cínica habilidad corren a esconderse de

    inmediato

Pastilla moneda aguja ruedan fuera de nuestra vista a veces

    para siempre

Eso excede los poderes de la gravedad

Mezcla la lógica pura y torpe de ésta con lo incierto con lo

    inexplicable

Si los objetos piensan y estoy seguro de que lo hacen aunque

    sea de manera muy rudimentaria piensan en burlarnos

En poner en jaque nuestra idea soberana de superioridad

Una forma particular de la gravedad es la gravidez- una 

    forma bien pensada ya que el feto será retenido por la 

    gravedad materna contra la física hasta el momento in-

    dicado- aunque no siempre

En el mundo humano escaso es el valor de la voluntad

Carecemos ¿afortunadamente? de la simpleza absurda de

    las fuerzas físicas entre las que ella se destaca como si

    fuese la prima donna de un teatro inmenso

Nos rigen fuerzas varias y variadas inconstantes imposi-

    bles de regular y muchas veces contradictorias compues-

    tas de fuerzas de distintas especies

¡No tenemos centro! ¡Carecemos de eje!

Lidiamos con el mundo, con el otro, con nosotros mismos

Con el cuerpo con las mentes que tenemos en la mente con

las fuerzas de la tentación y del mal con el aburrimiento del

bien fijo y con la incertidumbre del futuro propio y de los

queridos

Y sobre todas las cosas hablamos

Hablamos y hablamos 

Hablamos siempre un poco más un poquito más


Y toda esta ¿para quién? divagación




jueves, 15 de abril de 2021

LA CARA DE LA VENTANA

 



 La cara de la ventana, hoy, hablaba por sí misma

 Le daba -por recónditas razones- la espalda al día

 A veces la tristeza de eso que hemos convenido en llamar

      desalmadamente "objetos"

 Dice más cosas que las que estamos preparados 

      para escuchar

 Elegimos su precioso, sacrificado silencio

 Pedimos -sin decir nada- que no abran los ojos

 Ventana: sabemos muy bien que lo tuyo se trata del porvenir

 Esperemos que tu cara de hoy sea un mero estado de ánimo

 Y no un mensaje que con muy valorable discreción te abste-

                                        nés de pronunciar.

miércoles, 14 de abril de 2021

TIEMPOS

           Ah, tenderme sobre la cubierta de un gran barco

           camino de Insulandia, desnudo,

           y abrirme al infinito sobre mí abierto.

                                     Valery Larbaud


El tiempo del mosquito mientras pica y ve venir la mano

El tiempo que demora la ola en salir de entre las rocas

El tiempo que le lleva a la mirada encontrar esa otra

                                                                                                        mirada

El tiempo que le lleva a la gota que cuelga de la canilla

                                                                                          terminar de caer

El tiempo que le lleva después evaporarse

El tiempo de una gota y el tiempo de un torrente

El tiempo que se tarda en "suspender la incredulidad"

El tiempo del témpano, del cráter, de la muralla y de la silla

El tiempo de espera del zorro antes de salir a la noche

El tiempo que lleva un poema esperando "adentro"

El tiempo del árbol encontrándose con el tiempo del viento

El tiempo que le lleva abrir las alas al coleóptero verde

El tiempo necesario para madurar una pera

                                                 para pelarla y comerla

El tiempo que dura el placer de comerse una pera 

El tiempo en que gira un cardumen

El tiempo en que se desangra la suicida en la bañera

El tiempo en que se recarga un sentimiento

El tiempo entre la idea que brota y la palabra que habla

El tiempo atascado, que no entra ni sale, que no pasa ni

                         vuelve, el tiempo transmutado en una

                          mezcla fuerte de pesadilla e insomnio

El tiempo que le lleva redondearse a la nevada

El tiempo de un susurro, de un respingo, de un escalofrío

El tiempo en que esa hormiga vaga desorientada

El tiempo que le lleva producirse a un deseo

El tiempo en que un infante decide "sí" o "no"

El tiempo que demora en derrumbarse el fusilado

El tiempo inflamado de una pesadilla

El tiempo que perdimos, cayendo al pozo de los tiempos

                                                                         perdidos

El tiempo que lleva pasarle la mano por los cabellos

El tiempo que lleva olvidar la vergüenza

El tiempo que llevó repartirse el mundo

El tiempo que lleva 'ordenar' un chakra

El tiempo implicado en tocar por última vez a un muerto

El tiempo 'limpio', el tiempo 'merecido' el tiempo 'justo'

El tiempo que prestamos sin saberlo

El tiempo en que abre sus valvas la almeja

El tiempo que le demandan al abejorro estas flores

El tiempo que hablabas con Dios o sus representantes

El tiempo del prisionero y el del exiliado 

El tiempo dedicado a la duda necesaria

El tiempo de la espera de la araña y de la espera del tapir

El tiempo inaudito de alcanzar la causa irreductible

El tiempo de un latido perdido en el cuerpo

El tiempo de la mecha; el tiempo interno y externo del grito

El tiempo que pasa entre el clamor y el grito, entre el grito

                                                                            y el clamor

El tiempo desenroscándose del cuerpo

El tiempo combinado de las cigarras

El tiempo del ondear de las amapolas

El tiempo en que se gasta el gas de una vida

El tiempo que lleva encastrarse con el destino

El tiempo que demanda convertirse en pasado





lunes, 12 de abril de 2021

UN POEMA DE MIRCEA CÂRTÂRESCU: "NADA"




NADA


¡a la mierda con la depresión!

¡estoy harto de rogar compasión!

¡con estar a cargo de la operativa del gremio!

¡de ser siempre acosado, '¡apurate, escribí! ¡apurate, perorá!'

¡concentrate, h.d.p.!

¡creá, creá, creá!

¡davai, davai!  ¡no pares! ¡una novela por año hasta que te 

                                                                 caigas!

¡ponete las pilas y dale,

para permanecer acá entre los vivientes,

para hacerte un lugar seguro en la historia de la literatura!

¡para ser merecedor de nuestra cultura!


¡estoy harto de sentirme mal después de haber escrito!

¡de sentirme mal después de no haber escrito!

¡con ustedes mirándome como si fuese un muerto viviente

cuando no he vomitado páginas o leído!

¡tal vez mi cerebro está enfermo y cansado

de ustedes; de todo y de todos - toda esta mierda!

Es posible que haya entrevisto tu teta decreciente

cuando encendí la lámpara en el dormitorio,

tu ataque-literario falto de rima!


¡es demasiado! ¡me ha vuelto loco!

Mi cerebro se cayó en pedazos, se puso malo,

el Dios que solía proveerme luz y respuestas

últimamente ha contraído cáncer de esófago.

¡no quiero cruzar ese portal!

¡he escrito poesía durante quince años

y hoy todos son burlones o sarcásticos,

analfabetos literarios, garabateadores de mala fe,

una vez amigos, ahor¡en su último libro a mediocres, besaculos!


¡davai, davai! ¡les importaría un carajo si sólo vomitara!

¡la plomada de cârtârescu desafortunada!

¡hemos sido rescatados de una obsesión!

¡es culpa suya que no pudiésemos recuperarnos de nuestro

                                                                           desastre!

¡poetastro de tercera!

en su último libro por fin se vuelve obvio

que todo este tiempo ha sido un indigno irredimible!

¡un inflador de bicicletas lo ha rellenado de aire!


                                     ... y tal vez sea cierto...

                                    ...el diablo sabe, tal vez sea cierto...


de todos modos, quiero que sepan que no me importa nada.

¡ya no espío mis reseñas

no visito a nadie para chusmear acerca de las noticias

no escribiré ni siquiera una carta

estoy verdaderamente en paz!

mi vida no ha cesado y me siento mucho mejor.


FUENTE





Modern Poetry in Translation. Third Series - Number 

Twelve. Freed Speech. 2009.


                    


 Y sin embargo es el mismo Cartarescu quien escribió:

"No seré yo con la cabeza vuelta en la foto de grupo."

 Nacido en Bucarest en 1956 (el año de la revuelta húngara

contra el régimen soviético), es considerado el más importan-

te poeta y novelista de la Rumania actual. Pertenece a la lla-

mada "generación de los blue-jeans". Publicó 6 colecciones 

de poemas antes de convertirse en novelista y ensayista. Creo

que su poesía no ha sido publicada en español. En cambio, sus

relatos y novelas tienen una importante difusión gracias a edi-

toriales españolas como Impedimenta.

"Le debo a la poesía todo lo que he escrito."




Versión al castellano: Robert R. Rivas (c)

domingo, 11 de abril de 2021

DOS TEXTOS DE BRONKA NOWICKA

 



 LA PILETA DE LA COCINA


Nuestro padre está creciendo. No porque madre haya empe-

zado a afeitarlo y le está comprando zapatos más grandes, si-

no porque él quiere salir al mundo. Excepto que no sabe cómo

hacerlo. Se encierra pensando en eso, aunque ya se está pro-

bando un cuerpo adecuado para la ocasión.

   Se para delante del espejo y gasta su peine demasiado rápido.

Puede que piense que la dirección de su peinado también fijará

el curso para otras cosas. Se hace la raya como si hubiese crea-

do un planeta. Lo destruye y nace un nuevo planeta. Más a la

izquierda.

   Después de construir numerosos mundos inferiores, padre

triunfa en la cabeza apropiada, deja el peine y descansa. En-

tonces procede a alisarse la panza, pero sus manos son dema-

siado pequeñas para planchar tanta piel. Parecen manos de 

muñeca adheridas con banditas de goma a los botones de las 

mangas de la camisa.

   Dándose cuenta de que no puede hacer más de lo que ya 

se hizo, padre se para en puntas de pie y camina a la puerta. 

No quiere abrirse, aunque su codo empuja la manija de la

puerta con todas sus fuerzas.

   Madre está lavando una olla, y padre está mirando la co-

rriente que es succionada hacia el vortex en el fondo de la

pileta de la cocina. Él la envidia: puede escapar de casa. Él,

también, amaría desaparecer por el desagüe, aferrándose a

algo tan pequeño que juntos podrían pasar por el ojal metá-

lico. Se ve a sí mismo flotando en una tibia vaina de la pasta

drenada, agarrándose con las uñas del tallo de una manzana.

Pero en la grasienta pileta de la cocina no hay otra cosa que

agua. Y el agua no puede atraparse. 




 EL CASTAÑO


La chica sueña con un paisaje que dice mentiras. Ella mira

las hojas: están cocidas al árbol. Los perros se paran cerca

de sus casetas, ya que sus patas están hundidas en la tierra.

¿Quién vio tales bandadas de gorriones sentados en el sue-

lo? Tirá algo y no salen volando. Corré hacia ellos - no al-

zarán vuelo, podés pillar sus cabezas con los pies.

   La chica camina hasta el río de las cosas, que lo acepta 

todo y no devuelve nada. Los objetos flotan. Fotos: boca

arriba, como peces muertos, panza arriba. La gente en esos

retratos tomó agua con sus bocas, aprendieron a respirar con

branquias que les habían crecido detrás de la cabeza, en el

ala de sus sombreros, en las trenzas cepilladas a sus espaldas.

   Agujas. Bancos de agujas oxidadas. Un dedal. Mesas que

arrastran manteles de domingo, el río les chupa el almidón,

diluye el vodka, roba el pan. Muñecas: enteras, sin cabeza,

vestidas o desnudas. 

   El condenado bolsillo del sweater escupe una castaña - ti-

ra hacia la manga como si esperase que una mano la detu-

viera. La castaña se parece a una piedra.

   Cada objeto en este río busca su mano, cada persona en

la orilla busca su cosa. No se puede caminar dentro del agua,

sólo se puede mirar. La chica esperará aquí hasta despertarse.

Tal vez vea lo que alguna vez conoció sólo por el tacto, y

ahora sólo por el nombre.





BRONKA NOWICKA escribe acerca de una serie de obje-

tos (44 en total) en su libro de 2015, To Feed the Stone. "Pa-

ra darle de comer a las piedras". Aclara que esos textos no

son autobiográficos. Intenta documentar las imágenes de los

objetos que guardamos en la memoria, las imágenes que pue-

den convocar otras imágenes, por ejemplo, de los muertos

que pueden cobrar vida gracias a los objetos. "No quiero que

los objetos muertos estén vivos; quiero que la gente viva esté

menos muerta."

 Nació en Radomsk, en 1974. Es cineasta, guionista y poeta.

Se ha recibido en las Universidades de Lodz y de Cracovia.

El mencionado es su primer libro de poemas. Es una verdade-

ra experimentadora artística.

 Para ella, escribir es alimentar su propia ausencia así como

la de los otros.


FUENTE


MPT. No. 3 2017. War of the Beasts and the Animals. 


Las fotos son dos versiones de la que aparece en ese ejemplar.


Versiones al castellano: Robert R. Rivas

sábado, 10 de abril de 2021

DOS POEMAS DE LA GALESA GWYNETH LEWIS





 LA COMUNIDAD RURAL


Dejaron las iglesias antes de huir 

De sus granjas. Las tumbas acorraladas para impedirle

                                                                 a  los muertos


Vagar por los viejos senderos, almas solas

Colgando como lana de los cercos. Un sendero


Es tradición. Parroquias aguantan expuestas

Sobre laderas vacías, perdidas para las palabras


Que fueron lugares de encuentro, halls techados de zinc

Para el canto y la ceremonia, para lentos consejos


Celebrados bajo una lluvia aislante. Ahora atestiguan la

                                       desintegración del hogar:

Un cuerpo en otro idioma. La traducción de la codicia.




MUSEO NACIONAL DEL MUELLE, SWANSEA

          17 DE OCTUBRE, 2005


¿Cuál es el testigo de los transformadores?

El paisaje. La boda del mineral y el calor

crea un lugar para que la gente se encuentre. La tierra

                                                           es una cadena


por ende transporte. Un marinero en altamar

pinta una pluma para enviarla a casa.

Los bomberos rinden culto en el altar de la llama,


forjando un imperio. ¿Qué recuerdo guardan

los cuerpos del trabajo? Dolores

y molestias, un soporte para la espalda en una cama cómoda,


el arte de los objetos - el sonido

del acero sobre el cuero perfeccionando el filo

de la navaja de mi padre; él estira el mentón


para comenzar su afeitada. El tiempo explota,

rojo-ardiente, desde un horno. ¿Cuál es el precio

de la riqueza? Ser aprendiz


del proceso. ¿Y el privilegio

de la industria? Que no se pierda un solo quantum

de energía. Y el corazón es la brasa.





GWYNETH LEWIS nació en Cardiff, Gales, en 1959. For-

mada en Harvard y en Oxford. Fue nombrada Poeta Nacional

de Gales en 2005.


FUENTE


Modern Poetry in Translation. Third Series - Number Four

Between the Languages. 2005.


Versiones al castellano: Robert R. Rivas

lunes, 5 de abril de 2021

LUGARES

 Ese pulmón (te juro que iba a decir 'corazón') 

    de manzana

 Silvestre 

     cuando jugábamos ahí de chicos

 Ahora, abandonado,

    sólo es la ruina de un jardín miserable y salvaje,

    olvidado por la naturaleza.


 Este rincón, este trocito minúsculo del mundo

 en el que hemos instalado nuestro sentido

 particular de las cosas


 Hay material en crudo

            ahí

 para 10 mil poemas

  

domingo, 4 de abril de 2021

HAN-SHAN: UN POETA-FANTASMA DE LA DINASTÍA T'ANG

 



 Ayer nomás hablábamos de Han-shan. En realidad, era Jo-

seph Stroud quien hablaba de él en más de un poema.

 Y hoy nos encontramos al fin con el fantasma de ese poe-

ta chino de fines del VIII y comienzos del IX, como incó-

modamente nos lo presentan. Es una figura difícil de aprehen-

der. ¡Incluso hay muchos que niegan su existencia real! De

todos modos es el nombre que se le ha dado al autor putati-

vo de más de 300 poemas. En ellos se refiere el retiro a la

vida solitaria en las montañas llamadas Cold Mountain bus-

cando la iluminación en la naturaleza y en la vida cotidiana.

En China no se lo considera un poeta mayor -se le achaca

que su poesía es demasiado vernácula, repleta de buenas

ideas, pero escasa en pulido y elegancia. Ha tenido mucha 

mejor suerte en Occidente, gracias a las versiones al inglés

de Gary Snyder, Red Pine, y especialmente Burton Watson,

que tradujo muchos de sus poemas. 

 Ahora le ha tocado a Han-shan -que como buen eremita, se

mantiene al margen de todo esto- que yo haga mi mejor inten-

to por retener la poesía de sus poemas en nuestro idioma. Di-

cen que no hay musa para los traductores y los filósofos. Que 

estamos solos en esta tarea. Trasladar lo inefable de una len-

gua a otra. Increíble.



1


Mi corazón* es la luna de otoño

clara y blanca en un estanque verde.

No, ninguna otra cosa es así.

¿Cómo puedo hacerte entender?



[* "Las palabras "corazón" y "mente" son lo mismo en chi-

no, pero dado que en China se supone que uno piensa con 

el corazón, he optado por usar este término." T. Barnstone

y Chou-ping.]



2


El cielo está interminablemente alto.

La tierra tan gruesa que no tiene polos,

y en el medio viven criaturas

sostenidas por la fuerza del Hacedor,

luchando cabeza a cabeza por la comida y el calor,

traman para comerse unos a otros,

sin entender nunca causa o efecto,

bebés ciegos preguntando, "¿De qué color es la leche?"



                                  Un Rey del Cielo que protegía a Buda

                                            de los espíritus malignos.




3


Mi camino pasó por viejas tumbas,

las lágrimas y los suspiros idos hace rato.

Intestinos amarillos asoman de las hundidas sepulturas.

Ataúdes destrozados mostraban huesos blancos

y había urnas inclinadas.

No encontré ninguna horquilla cuando revolví las cenizas

pero el viento vino arremolinándose

y derramó un desastre de polvo en el aire.



4


Por ociosidad voy a visitar a un monje prominente

en la niebla de la montaña y en mil mil picos.

El mismo maestro señala el camino

y la luna cuelga su linterna para mí.




5


Cuando la gente se encuentra con Han Shan, 

Todos dicen que él está loco.

Su apariencia no atrae la mirada,

y está envuelto en una toga de paño.

Él habla y ellos no entienden,

cuando ellos hablan él permanece callado.

Así que le dice a la gente,

"Vengan a visitarme a Cold Mountain."




6


Esta vida está perdida en el polvo.

Como bichos en un cuenco

todo el día andamos en círculos

incapaces de salir.

No somos nada parecidos a los inmortales.

Nuestras tribulaciones nunca terminan,

años y meses discurren como el agua

y en un instante somos hombres viejos.




7

Me observo a mí mismo en la corriente esmeralda del arroyo

o me siento en una roca junto a un acantilado.

Mi mente, una nube solitaria, se apoya sobre nada,

no necesita nada del mundo y de sus interminables eventos.



8


Hablar acerca de la comida no llenará tu estómago.

Hablar acerca de la ropa no te guardará del frío.

Para estar lleno, comé arroz.

Para mantenerte caliente, usá ropa.

Aquellos que no entienden

se quejan de lo difícil que es obtener ayuda de Buda.

Mirá dentro de tu corazón. Ahí es donde está Buda.

No lo busques afuera.




9

Los cerdos se comen la carne humana.

Los hombres se comen las tripas de los cerdos.

Los cerdos no se alteran por el hedor de los hombres.

Los hombres dicen que los cerdos huelen muy bien.

Los cerdos son arrojados al agua cuando mueren.

Se cavan agujeros para enterrar a los hombres muertos.

Si los dos no se comen el uno al otro,

brotarán flores de loto de la sopa hirviendo.




10


Durante treinta años desde mi nacimiento

he hecho caminatas de miles de millas,

he visto al pasto verde converger sobre un río

y al polvo rojo alzándose en las fronteras,

he buscado en vano a los inmortales y los elixires,

estudiando libros e historias.

Hoy he regresado a Cold Mountain.

Me recuesto en un arroyo, y me limpio los oídos.




FUENTE




Tony Barnstone and Chou-Ping. The Anchor Book of

Chinese Poetry. From Ancient to Contemporary, the Full

3000- Year Tradition. Anchor Books, 2005.


Versiones al castellano: Robert R. Rivas





viernes, 2 de abril de 2021

DIEZ POEMAS DE JOSEPH STROUD

  


 No hace mucho revelé en una breve nota el magnífico descu-

brimiento de Joseph Stroud. El mismo me condujo a conseguir 

un ejemplar del libro del cual provienen estas versiones al cas-

tellano. Se notarán las semejanzas y diferencias con los poemas

publicados en "Procedencia", con la traducción de Shira Ru

benstein. Esos poemas constituyen en realidad un libro com-

pleto de Stroud, titulado "Suite for the Common", y presentan 

una estructura de seis versos muy especial, que no se repite en 

el  resto de la obra del poeta nacido en Glendale, California, 

en 1943. Sin embargo los temas, el clima, la mezcla de senci-

llez y erudición, aparecen sembrados a lo ancho de su obra. 

Creo que Stroud es un amigo poético de Rolf Jacobsen y de

Tomas Tranströmer.

Esta es una breve selección del libro que reúne la mayoría de 

sus poemas. Como lo hiciera con los versos de W.G. Sebald, 

volveré de cuando en cuando a agregar notas con mis traduc-

ciones de Stroud. ¡La belleza y la plenitud del sentido contra-

atacan!


Básicamente hay dos maneras de traducir. Esta anotación

puede cortar camino en cuanto a cuál de las dos es la mía:

 "La traducción literal más torpe es mil veces más útil que la 

paráfrasis más bonita." V. Nabokov.




 COSIENDO LA CAMISA DE LA DESDICHA


                                                     In memorian:

                                                                      Kelly Stroud


   

Inconsolable

            *

Como si una palabra pudiese nombrarlo

             *

Como si el dolor fuese un hacha

              *

 Como si un profeta pudiese leer el futuro abriendo 

                                                             el cuerpo

               *

 Como si un dios entrase y la desparramase en el tiempo

                *

 Inconsolable

                 *

 Como si la pena y la angustia y la desolación fuesen hilos

                  *

 Como si este poema fuese una aguja




 PRIMER CANTO


 Aquella mañana de hace mucho tiempo en la granja de Ruth

 cuando me escondí en la glicina

 y observé a los colibríes. Pensé

 que el rubí o el oro que brillaban en sus gargantas

 era la sangre melosa de las flores.

 Hundían sus punzantes picos

 en una corona de pétalos hasta que sus cabezas

 desaparecían. Las flores se difuminaban en alas,

 y la respiración que yo escuchaba

 eran los finos, conmovedores tallos de la glicina.

 Esa noche, con la cara apretada contra la ventana,

 miré hacia la oscuridad

 donde la luna se ahogaba en los sauces 

 junto al estanque. Mi corazón, piedra sangre,

 se dio vuelta. Esa larga noche, la granja,

 aquellos pájaros enjoyados, todos esos años idos.

 Los caballos parados quietos y enormes

 en la negrura de la travesía de la luna.




 POSTALES A COLD MOUNTAIN



 MERCADO, KUALA LUMPUR


       El chico con el cuchillo de carnicero

       con un golpe nítido

       corta al cangrejo vivo en dos

       mitades muertas

                 derramando aceitosos

       huevos brillantes, pequeños soles

       Es una pinza grande cerrando

       y abriendo


  HOTEL COCKPIT*, SINGAPUR


    Una voz "...cogeme....sí..." del cuarto de al lado

    Una joven pareja australiana que conocí en el desayuno-

    el modo en que ella comía el melón, afeitándolo

    con una cuchara hasta que la tierna, verde piel

    aparecía brillando



 TERRITORIO DEL NORTE, AUSTRALIA


   En un Land Rover

   cincuenta millas al sudoeste de la Tierra de Arnhem

   inmensos pantanos, estanques, diez mil aves acuáticas

   el gran pool genético

   génesis maravilla

   de maravillas


 * Cockpit: carlinga del piloto.




  INDICACIONES

                       Qué desgastados, rancios, chatos e infructuosos

                                Me parecen todos los usos de este mundo.

                                                      HAMLET


 Tomá un avión a Londres.

 Desde King's Cross tomá el tren directo a York.

 Alquilá un auto y manejá a través del valle del Nidd,

 un camino angosto con altos muros de piedra a cada lado,

 y pronto estarás en los pantanos. Hay un pub,

 Los Vaqueros, que es templado, un cuarto pequeño,

 podés pararte ante el mostrador y beber una pinta de Viejo

                                                                   Peculier.

 Por un momento todo estará bien. Estás de vuelta

 en un comienzo. Pronto querrás caminar por la región de 

                                                         Yorkshire,

 entre hondonadas, granjas, región de zarzamoras y nubes.

 Caminarás horas. Traerás la frescura

 de vuelta a tu vida. Esto es cierto. Podés hacerlo.

 Aún ahora, sentado ante tu escritorio, preocupándote, afligido

 podés mirar a través de Middlesmoor a Ramsgill,

 los bosquecillos, las abadías de luces sesgadas, las colinas,

 podés mirar a esa figura que camina hacia Scar House,

 las mejillas ruborizadas, chorlitos surgiendo delante suyo,

 caminando, haciendo su camino, trabajando su vida, paso

                      a paso, hacia la gracia.




 PRIMER BESO


 fue con Sonia en el ropero

 una mañana de verano sus padres

 fueron a trabajar y los chicos vecinos

 estaban jugando a la botellita y

 Sonia la hizo girar y se detuvo ante mí

 así que nos empujaron adentro del ropero

 y ahí estábamos en la oscuridad

 ahogados entre las ropas colgantes

 nerviosos excitados no sabíamos

 cómo besarnos sólo rozamos 

 nuestros labios y nos agarramos uno al otro

 antes de abrir la puerta a nuestros 

 amigos reunidos alrededor

 mientras Sonia y yo mirábamos

 desde nuestra nueva altura como si

 hubiésemos visto algún secreto

 allá en la oscuridad entre

 los vestidos de la madre y los pantalones

 rígidos del padre algo

 impronunciable en las ropas sin cuerpo

 las mangas vacías y las piernas de pantalón

 colgando y frotando contra nosotros

 empujándonos más juntos

 en el olor perfumado de 

 su madre el olor a cigarrillo

 y a Cuero Inglés de su padre

 mientras Sonia y yo nos asíamos y balancéabamos

 nuestros ojos bien cerrados como nuestras bocas

 en ese primer beso ciego a tientas

 entre los fantasmales miembros 

 que se agarraban y estremecían a nuestro alrededor




 RECUERDO

                                        Para Tim


 Es el atardecer

 sobre el camino en herradura que corre

 a través de las Colinas Griffith.

 Dos chicos caminan, del

 brazo, bajo las ramas de roble, 

 madroño, y pino.

 Son hermanos yendo a casa

 antes de que baje el sol.

 Caminá con ellos. Mirá

 cómo el más pequeño, el menor

 estira el tranco para mantenerse

 junto al otro. Hablan

 bajito,

 habiendo pasado el día buscando serpientes

 en las colinas detrás de los fardos de heno

 hendidos por flechas disparadas por los adultos

 por deporte o esperanza. ¿Porqué

 se detienen frente a un árbol

 donde pululan las abejas?

 En las nudosas raíces ven 

 un lagarto esmeralda con púas 

 a lo largo de la espalda. No los despierten.

 No es ningún sueño mientras sueñan

 un reino que permita una bestia tal.

 Coronados y dorados, siguen 

 su camino a casa, un sonido de campanas,

 en la inmensa, callada noche.







  ABUELO


  Ahora te veo

 en un pequeño pueblo de California

 dormido bajo higueras, el fruto negro

 hinchado y maduro. Tu sombra parece

 hundirse en el pasto de la mañana mientras los pimenteros

 derraman sus hojas como lluvia

 o semillas.


 Recuerdo que una mañana de verano

 nos sentamos en tu porche, las combadas tablas

 salpicadas de agujeros y clavos. Los campos

 recién cortados. El estanque bordeado de sauces.

 Intentaste decirme porqué mi perra marrón

 se había comido sus crías.

 Era una mañana de abejas.

 Vi cómo la luz cantaba sobre sus alas,

 un oro suave convirtiéndose tembloroso en música.

 Vos debés haber oído, también,

 porque cuando me volví, habías caído en un sueño,

 tu garganta zumbando de venas.


 Entonces oí esa otra música. Las cigarras.

 Las ranas verdes. Mis huesos

 palidecieron como la savia de los árboles

 mientras me soñaba yendo al corazón del estanque.

 Me olvidé de todo lo que había aprendido.

 Excepto por tu voz. Ahí abajo..

 Cantando acerca del hogar, la muerte, un árbol florecido.




 NUDOS


 Tratando de atarme los cordones, torpe, sin poder entender

 su lógica, hurgando, mientras mi padre está ahí parado,

 su rabia creciendo sobre un hijo que ni siquiera puede hacer

 la cosa más simple por primera vez, ni siquiera puede dirigir 

 el nudo para que los zapatos no se le salgan- ¿Vos pensás

 que alguien te va a atar los zapatos por el resto de tu vida?-

 No, contesto, cuarenta y cinco años más tarde, atándome

                                      el zapato,

 las manos temblando con este recuerdo. Mi padre

 y todos esos años de infancia sin lograr entender

 cómo me amaba, un nudo tan apretado que me ha llevado

 toda la vida desatarlo.




 CALIGRAFÍA


 En Cálgari

 he visto a un hombre romperle la espalda a un perro.

 Hojas sobre una colina blanca.

 El momento como ideograma

 que no logro traducir.

 El árbol absoluto, real

 avergüenza mi vida.

 Y Pound cantando qué espléndidas las palabras,

 como mármol,

 persisten a través del tiempo.

 Virtù en el torbellino de la muerte.

 Caligrafía de lo que las estaciones le dejan

 a la mente.

 La ciudad en el corazón

 en ruinas.

 El perro roto en la calle.

 Colina blanca.

 Hojas.




 A HAN-SHAN


 1

 

 A menudo en esta vida

 pienso en vos-

 matrimonio roto, harto del mundo,

 haciendo el traicionero viaje

 a Cold Mountain.

 Te acercaste más que cualquiera de nosotros

 a la piedra, el arroyo, la nube.

 A la perla de la mente.

 Treinta años solo con el silencio,

 riscos,

 tu risa y tus lágrimas.

 El Gobernador que esperaba sabiduría

 envió a sus edecanes adelante

 portando regalos y medicinas.

 Oh Han-shan,

 gritando "¡Ladrones! ¡Ladrones!"

 antes de desaparecer

              dentro de la montaña.


 2


 He llegado a la edad

 en la que vos abandonaste todo-

 esposa, hogar, y amigos-

 para iniciar la soledad de Cold Mountain.

 He venido todos estos años a esta

 ignorancia, este fracaso

 para completar aún la más simple de las cosas.

 Cada día yo comienzo.

 Por la noche estoy pasmado de nuevo

 ante la página vacía,

 mientras otros, casualmente,

 construyen su casa.

 Llego finalmente al huerto,

 ebrio y desnudo en la lluvia

 conducido a casa por una chica.

 Cold Mountain

 Cold Mountain

 está dentro mío.




Han-shan es un poeta chino de fines del siglo VIII y comien-

zos del IX. La traducción literal de su nombre es "Cold Moun-

tain": Montaña Fría. Es el paradigma del poeta-recluso en la

montaña, que abandonó su vida familiar y social. Sus poemas

están fundados en la visión del mundo del Budismo Mahayana:

la convicción de que las experiencias de la vida cotidiana, sean

estas dolorosas o pacíficas, arduas o serenas, son la sustancia

de la cual está hecha la iluminación. "No hay, en otras pala-

bras, ningún Camino por fuera del camino de la vida cotidiana."

(Burton Watson, en "The Columbia Book of Chinese Poetry

From Early Times to the Thirteenth Century".)





 FUENTE





 Joseph Stroud. Of This World. New and Selected Poems

1966-2006. Copper Canyon Press, 2009.


Versiones al castellano: Robert R. Rivas