domingo, 31 de mayo de 2020

LAS 20 DE MARINA TSVIETÁIEVA




 1.  "¡Y esto en Koktebel, con su mar en ebullición y una
tierra que se resquebraja por el calor. En Koktebel, en donde dormíamos al aire libre, y aún con mayor frecuencia ni si-
quiera dormíamos: mirábamos la columna roja de Júpiter que 
se elevaba por encima del agua, o leíamos poemas de la torre
de Max. Desde que Júpiter salía hasta que Venus se ponía..."

["En 1911 fue invitada por Voloshin a Koktebel, en Crimea,
cerca de Fedosia, a la casa que su madre poseía a orillas del
mar, donde solían  hospedarse artistas, poetas y pintores, y
en la que reinaba una atmósfera bohemia, culta y nada con-
vencional. Allí conoció Marina a Serguei Efron el 27 de ene-
ro de 1912. Amor a primera vista que los condujo a celebrar
bodas seis meses más tarde. El curso de la vida y muerte de
Marina se decidió a partir de aquel momento: 'Nunca nos se-
pararemos. Nuestro encuentro es un milagro.' 'Nunca podré
amar a otro'." Elizabeth Burgos en el prólogo a Carta a la
amazona y otros escritos franceses.]

 2. "De allí - mi corazón, no alegoría, sino anatomía, un órga-
no, un músculo compacto, un corazón que me lleva a galope
montaña arriba dos verstas seguidas - y más, si es necesario,
el mismo que da tumbos y me derriba en el primer giro del
coche. Un corazón no de poeta, sino de caminante. Un cora-
zón caminante que no muere en las escaleras mecánicas y en
los elevadores únicamente porque los deja atrás. El corazón
de todos mis antepasados forestales, desde el abuelo, el padre
Vladímir, hasta el ante-antepasado Iliá."

 3. "La ciudad de Alexándrov, en la provincia de Vladímir,
mi provincia, la provincia de Iliá Múromets. De allí, de la
aldea de Talitsa, cerca de la ciudad de Shui, viene el linaje
de los Tsvietáiev. De sacerdotes. De allí -el Museo de Ale-
jandro III en la Voljonka (el dinero era de Máltsev, la idea y
catorce años de trabajo sin remuneración fueron de mi padre),
de allí mis poemas de dos mil versos y los borradores corres-
pondientes -de veinte mil, de allí la cabeza de mi hijo que no
entra en ningún gorro. Todos somos de cabeza grande. Es
nuestro signo distintivo."
(...) "(la poesía me viene de mi madre, como todas mis demás
desgracias)"

 4. "Me gustaría reposar en el cementerio de las flagelantes,
en Tarusa, a la sombra de un matorral de saúcos, en una de 
aquellas tumbas con una paloma de plata, en donde crecen
los fresones más rojos y grandes de nuestra región.
 Pero si esto es irrealizable, si no solamente no puedo repo-
sar allí, sino que aquel cementerio ha dejado de existir, me
gustaría que en alguna de las colinas por donde las Kirilov-
nas venían a vernos a la casa de Pesóchnaia y nosotros íbamos
a verlas a Tarusa, se pusiera una piedra de la cantera de Taru-
sa :
           Aquí hubiera debido reposar
             MARINA TSVIETÁIEVA"

 5. "Si yo ahora escribiera él, es porque escribo de ti, y no
¡a ti! En eso consiste toda la mentira del relato amoroso. El
Amor es necesariamente una segunda persona, que diluye
incluso a la primera. El es la objetivación del amado, aquello
que no existe. Ya que jamás amamos a ningún él, ni lo ama-
ríamos; únicamente , -¡suspiro exclamativo!
 Y - descubrimiento repentino: confesarme verdaderamente
hasta el fondo del alma; confesarte todo en mí (para mayor
claridad: todo "el pecado" de tu presencia en mí), en en-
tera, yo podría -¡únicamente contigo!"

 6. "Porque ¿qué es el arte sino el encuentro de las cosas perdi-
das, la inmortalización de las pérdidas?"

 7. (Tres textos seguidos, aunque 'independientes')
 a) "Ni una sola verdad (del reino de Allá) se convierte en 
mentira en el reino de Aquí. Ni una sola mentira (del reino
de Aquí) se convierte en verdad en el reino de Allá.
   La verdad es un tránsfuga."
 b) "En el Comisariato:
        Yo, ingenuamente: "¿Y es difícil eso de ser instructor?"
         Mi camarada del Comisariato, estonia, comunista: "¡En
absoluto! Te pones encima de un cajón de basura y gritas, gri-
tas, gritas..."
 c) Le prohibieron a la burguesía que utilizara caballos para 
quitar la nieva. Entonces, la burguesía, sin pensarlo demasia-
do, alquiló un camello. Y el camello hacía el trabajo. -"¡Bra-
vo! ¡Con cuánto ingenio eludieron el decreto!"
  (Lo vi con mis propios ojos en Arbat.)

 8. El estado amoroso y la maternidad casi se excluyen el
uno al otro. La verdadera maternidad es viril.

    ¡Cuántos besos maternales caen sobre cabezas no-infan-
tiles, cuántos besos no-maternales -sobre cabezas infantiles!

    El amor maternal apasionado se equivoca de dirección.

 9) "¡Para que tuviéramos porqué recordarla! Para alimentar-
nos de una vez -¡para toda la vida! Cómo desde el primero
hasta el último minuto nos daba -¡e incluso nos asfixiaba!- 
sin dejar que se asentara, se sedimentar (sin dejar que nos tran-
quilizáramos), nos llenaba e inundaba excesivamente - impre-
sión sobre impresión y recuerdo sobre recuerdo - como a un
baúl en el que ya no cabe nada más (a propósito, el baúl re-
sultó no tener fondo), ¿fortuita o intencionadamente?"
(...)
 "(¡Oh, lo inagotable del fondo materno, lo continuo de su en-
trega!) Parecía que mamá se hubiera enterrado viva dentro de
nosotras para la vida eterna. Cómo nos saturaba de cosas invi-
sibles e imponderables, eliminando así para siempre de noso-
tras todo lo ponderable y lo visible."

 10) "Pero a las teclas - las amaba: por su negrura y su blan-
cura (¡casi amarillenta!), por su negrura, tan evidente, por su
blancura (¡casi amarillenta!), tan secretamente-triste, porque 
unas eran anchas, y otras estrechas (¡ofendidas!), porque era
posible, sin moverse de lugar, ir por ellas como por una escale-
ra, porque esta escalera ¡estaba debajo de mis manos! y de es-
ta escalera surgían de inmediato arroyos helados, heladas esca-
leras de arroyos a lo largo de la espalda, y calor en los ojos..."

 11) "Mejor perder a una persona con todo nuestro ser, que
retenerla con una centésima parte.
 El estratega después de la victoria, el poeta después del poe-
ma -¿adónde van?- con una mujer. La pasión - es la última 
posibilidad del ser humano para expresarse, como el cielo -
es la única posibilidad para la tormenta -de ser.
 El ser humano -es la tormenta, la pasión - el cielo que la di-
luye." (Y luego sigue: "¡Oh, poetas, poetas! ¡Los únicos ver-
daderos amantes de las mujeres!"

 12) "Dos días y medio ni un bocado, ni un trago. (La gargan-
ta cerrada). Los soldados traen los periódicos -en papel rosa-
do. El Kremlin y todos los monumentos han sido volados. El
56° regimiento. Han sido volados los edificios con los Jun-
kers y oficiales que rehusaron rendirse. 16 000 muertos. En
la siguiente estación -ya eran 25 000. Callo. Fumo. Mis com-
pañeros de viaje, uno tras otro, toman los trenes que van de re-
greso.
 Un sueño (2 de noviembre de 1917, de noche).
 Huimos. De un sótano sale un hombre con un fusil. Le apun-
to con la mano vacía. -Baja el fusil,- El día es soleado. Esca-
lamos unos pedriscos. S. habla de Vladivostok. Avanzamos 
en coche por entre los escombros. Un hombre con ácido sul-
fúrico."

 [Los Junkers son los alumnos de las academias militares.]

  13) "la antigua lucha del poeta - contra la inexistencia

  Soy una página para tu pluma
  Todo lo acepto: soy una página en blanco.
  Soy el guardián de tus bienes:
  Te los devolveré y con creces.

  Soy el campo, soy la tierra fértil.
  Para mí eres el rayo y el agua de lluvia.
  Eres -Dios y Señor, y yo-
  Humus - ¡y papel en blanco!

 ¿Era yo consciente entonces, en el año 18, de que equiparán-
dome con lo más apacible (el humus y el papel en blanco), 
nombraba lo más grande: el seno de la tierra (el humus) y to-
das las posibilidades de la hoja en blanco? ¿De que yo, en la
más completa ingenuidad de quien ama, sencillamente me
equiparaba - con todo? ¿Me daba cuenta yo, se daba cuenta
él?"

 14)  "Si te vas es como si no existieras,
          y como si tampoco yo existiera.
          (...)
         "Por calentarle la casa a un Extraño
           quemaría mi casa."

 15)  "también Dios me parecía un terrible sacerdote, pero
aun más terrible por el plateado monte: Ararat. Y los tres
carneros del trabalenguas infantil: "En el Ararat tres carneros
gritaban..." -por supuesto, gritaban de miedo, por haberse que-
dado a solas con Dios.
 Dios era para mí - el miedo.
 Nada, nada aparte del más muerto hastío, frío como el hielo
y blanco como la nieve, durante toda mi primera infancia en 
la iglesia no sentí Nada que no fuera un melancólico deseo:
¿cuándo terminará? y la conciencia desesperanzada: nunca."

 16) "¿Sabes qué quiero yo cuando quiero? Quiero oscureci-
miento, aclaramiento, transfiguración. Quiero el máximo re-
lieve del alma ajena y de la mía. Quiero palabras que nunca
escucharé, que nunca más dirás. Quiero lo inaudito. Quiero
lo monstruoso. Lo milagroso."

 17)     En la frente besar - penas borrar.
           Beso la frente.

           En los ojos besar - el insomnio quitar.
           Beso los ojos.

           En los labios besar -dar de beber.
           Beso los labios.

           En la frente besar -la memoria borrar.
           Beso la frente.

 18) "Hace poco estábamos sentados ante la mesita. Usted
escuchaba la música, los versos y me escuchaba a mí. Aho-
ra yo estoy en mi casa, sola - y pienso. Y mi primer pensa-
miento es: es ante todo un ser de placer. Oh, no me compren-
da mal; "placer" - conozco el peso de la palabra y el de la co-
sa, y es justamente porque lo conozco que estoy desesperada,
ya que es un mal incurable. Placer, y no: mujeres, caballos y
otros lugares comunes del cuerpo, pero: planta, sonido, luz.
Todo llega hasta usted, pero únicamente a través de la piel
que usted tiene infinitamente profunda, y que me temo le
sirva de alma."

 19) "El hombre, después de la mujer; ¡Qué simpleza! ¡Qué
bondad! ¡Qué franqueza! ¡Qué libertad! ¡Qué pureza!"

 20) "¿Desea usted su nombre, que aun no conozco? ¿El 
amor? No. ¿La amistad? No, tampoco, pero está cerca: el
alma. El alma herida en mí y en todas las otras. Herida por
usted y por todos los otros, eternamente herida, eternamen-
te renaciente, y finalmente invulnerable.
 La invulnerable-incurable.
 Es ella la que se venga retirándose de usted, ella que lo ha-
bitaba y revestía aun más de lo que lo hace el mar con la ri-
bera - ahora lo encuentro desnudo como la playa con los
restos de mi marea: zuecos, tablas, tapones, residuos, roca-
lla, - mis versos, con los que jugaba como el niño que usted
es - es ella, el alma, la que se venga encegueciéndome hasta
hacerme olvidar sus rasgos, elucidando los verdaderos que
nunca hubiese amado."

 Y dos fragmentos de una carta a Boris Pasternak, del 26 de
mayo de 1926.

       ....Entre disparos - igual que escita;
       bailando en trance - cual flagelante:
       ¡mar!, con cielo en ti me atrevo.
       Como a cada verso,
       a oscuro silbido;
       me detengo,
       quedo alerta.
       En cada línea - brusca parada;
       en cada punto - queda un  tesoro.
       ¡Ojo!, en luz a ti me escindo,
       divergente. Triste,
       a son de guitarra
       me retiemplo,
       me rehago.


   Abrazo tu cabeza -me parece que es tan grande (por lo
que hay en ella), que siento abrazar toda una montaña,
los Urales. "Las piedras de los Urales" - de nuevo un eco
de la niñez. (Mis padres fueron a los Urales en busca de
mármol para el Museo. La institutriz dijo que durante la
noche las ratas le comieron un pie. Tarusa. Las jlysty [fla-
gelantes]. Mis cinco años. Las piedras de los Urales (es-
pesura) y el cristal del conde Garrach (Kuznetski) - he
ahí toda mi infancia.
   No te enfermes.
   Y... ¿qué más?
   Es todo.

   ¿Te das cuenta de que me entrego a ti por trocitos?
   
   


             



   MARINA TSVIETÁIEVA (Algunos datos biográficos)

Su padre, Iván Vladímirovich Tsvietáiev (1847-1913) fue
un destacado filólogo e historiador del arte, profesor de la
Universidad de Moscú y director del Museo que hoy es el
Museo Pushkin. 
Su madre, la segunda esposa de su padre, María Mein, pia-
nista de gran talento, discípula de Rubinstein, muy culta, 
hablaba varios idiomas. 
Dos hermanos: Valeria y André.
Infancia en Moscú y en Tarusa, próximo a Anastasia (Asia).
Marina nace el 26 de septiembre de 1892.
A los 6 años es inscrita en una escuela musical en Moscú.
El deseo de su madre era que Marina desarrollara el talen-
to musical que ella (María) había tenido que postergar por
su enfermedad (tuberculosis). Pero desde muy temprano a 
Marina le interesa mucho más la literatura. Duros combates 
con su madre (reflejados en su libro "El Diablo"). Esta mue-
re joven, cuando Marina tenía 14 años (en 1906).
La enfermedad de su madre significó varios viajes al extran-
jero (Suiza, Italia, Alemania), en busca de mejores climas y
tratamientos, Por esa razón, la formación de Marina es, aun-
que pasa breves temporadas por varios liceos, casi totalmen-
te autodidacta.
Su primera publicación reúne versos escritos entre los 15 y 
los 16 años.
En 1911, en Crimea, Marina se enamora del estudiante Ser-
guéi Efrón, que pertenecía a una notable familia judía, y que
era un año menor que ella. Seis meses después, contraen ma-
trimonio. En 1912 nace su primera hija, Ariadna (Alia) a
quien su madre convierte en una figura destacada a través de
sus numerosos escritos sobre ella. Fue la mejor compañera y
amiga de Marina.
En 1913, muere su padre.
Hasta 1917, la vida de la familia es acomodada. En ese año
nace su segunda hija, Irina. 
Y también en ese año, estalla la Revolución Rusa. Este tre-
mendo acontecimiento parte la vida de Marina en dos: los
24 años previos y los 24 años siguientes, que serían trágicos.
Al estallar la Revolución, su marido forma parte del Ejército
Blanco, luchando en Rusia hasta 1920. Derrotados, los Blan-
cos se refugian en Turquía primero, y luego en Checoslova-
quia. Marina permanece en Moscú, sufriendo privaciones
muy primarias. Muere de hambre su hija Irina a los casi 3
años de edad. En 1922 viaja a Praga, para reunirse con su
marido. En 1925 nace su hijo Gueorgui (Mur), y poco des-
pués viaja a París. Todo ese tiempo sigue escribiendo y pu-
blicando en forma clandestina en la Unión Soviética y en
ediciones reducidas tanto en Checoslovaquia como en Fran-
cia. En 1937 su hija Ariadna regresa a Moscú. Es el año en
el que se inician los procesos políticos (purgas) más duros. 
En 1939 regresan ella y su marido a la URSS. 3 meses des-
pués es detenida Ariadna (varios, sucesivos campos de concentración, durante 16 años), y poco después Serguéi, 
que ya estaba gravemente enfermo, es detenido y fusilado. 
En 1941, en una situación totalmente desesperada, Marina
se suicida. Poco después, su hijo Gueorgui es reclutado -
es el año de la invasión nazi a la URSS- y muere en comba-
te.

El 31 de agosto del '41, ella le había escrito:

 Carta a Gueorgui Efrón

 Murlyga:
 Perdóname, pero en adelante habría sido todavía peor. Es-
toy gravemente enferma, esto ya no soy yo. Te amo enloque-
cidamente. Entiende que no podía seguir viviendo. A papá y 
a Alia diles -si los ves- que los amé hasta el último minuto y
explícales que caí en un callejón sin salida.

[En ese momento tanto su marido como su hija estaban dete-
nidos y nada se sabía de ellos]


De "El cuaderno negro", de Nina Berberova.

Febrero
Ha corrido la noticia de que Tsvietáieva se colgó el 11 de
agosto, en Moscú. Nuestra palabra la publicó de manera
estúpida o trivial. Recientemente, al releer un texto en prosa
de Tsvietáieva, di con un pasaje en el que cuenta que alguien,
al verla de espalda, la había confundido con Esenin. Ahora,
es como si los viera a los dos, balancéandose del extremo de
dos cuerdas iguales, él a la izquierda, ella a la derecha, con
sus cabezas rubias, de cabellos de lino cortados rectos, presas
de nudos corredizos, idénticos.
 Dicen que Efrón ha sido fusilado. Su hijo, que es miembro
del Partido, está seguramente en el frente. En tales condicio-
nes, ¿cómo no ahorcarse cuando, además, la adorada Alema-
nia Bombardea tu querida Moscú, los viejos amigos, asusta-
dos, se apartan de to, los periódicos te acosan y no hay nada
que comer?


ACERCA DE LA DETENCIÓN DE SU HIJA ALIA

Arrestada el domingo 27 de agosto de 1939, junto a Emilia
Litauer, una comunista francesa de 35 años, huésped frecuen-
te de la casa. Interrogada por la policía secreta. Comenzó a 
"confesar" al cabo de un mes en prisión. Entre otras cosas, 
que su padre "fue agente del Servicio de Inteligencia Fran-
cés", es decir un doble agente, ya que también lo había sido
de la NKVD (servicio de espionaje soviético). Después de
16 años de pasar por diversos campos de concentración, fue
"rehabilitada" después del XX Congreso del PCUS en el que
Nikita Jruschov leyó el discurso que inició la desestaliniza-
ción. Entonces Alia pudo escribir acerca de esa detención:
"Durante veinte días con sus noches, me golpearon sin piedad
con porras de caucho. Me privaron del sueño (...) me mantu-
vieron encerrada en una gélida mazmorra, malamente abriga-
da, constantemente en pie; y hasta me sometieron a una falsa
ejecución."
Hay que agregar que tanto ella como su padre, cuyos pasos

había seguido en este sentido, eran fervientes comunistas,
razón por la cual ambos regresaron a la Unión Soviética.

                           Fotos del expediente de la Cheka.


LO QUE DIJO JOSEPH BRODSKY ACERCA DE MARINA

Su sintaxis no tiene precedentes. Esto permitió -o más bien,
forzó- que ella lo dijese todo en sus versos.(...) En principio,
el Calvinismo es una cuestión muy simple: es el hombre rin-
diendo estricta cuenta de sí mismo. Un Calvinista, para de-
cirlo brevemente, es alguien que está constantemente decla-
rando el Día del Juicio contra sí mismo -como en ausencia
de (o impaciente por) el Todopoderoso. En este sentido, no
hay otro poeta como ella en Rusia.

 T. no es rebeldía. T. es la declaración cardinal de "la voz de
la verdad divina/contra la verdad terrenal."

La fuente del ritmo es el tiempo. ¿Recuerdas que dije que 
cualquier poema es tiempo reorganizado? (...) Y T. es una 
de las poetas más diversa en ritmos. Rítmicamente rica y
generosa.

T. es una poeta en muchos aspectos más grande que Auden.
Ese sonido trágico...

Me crucé con la poesía de T. cuando tenía 19 o 20. No la
leí en libros, por supuesto, sino exclusivamente en textos
mecanografiados samisdat (literatura clandestina en la
URSS). Cuando leí "El poema de la montaña", todo hizo

clic. Nada de lo que leí desde entonces en ruso me produjo
una impresión igual.

Si el contenido de la poesía de T. pudiese ser reducido a al-
guna fórmula entonces es esta: "A tu demente mundo/Una 
sola respuesta - Me niego." Y lo dice con una satisfacción
palpable: ¡nye-e-t!

En T. la cuestión principal es el sonido.

la musa de la tragedia es femenina, tal como lo son todas 
las otras musas

¡Hay que leer los poemas a Sofía Parnok! Cuando se trata
de erótica, ella los supera a todos ahí. (...) "Aprendo el amor
a través del dolor de todo mi cuerpo." (...) En T., el sonido 
es siempre el punto central, no importa de qué esté hablan-
do. Y tiene razón.

las mujeres son más sensibles a las transgresiones éticas, a 
la inmoralidad psicológica e intelectual. Y la amoralidad
universal es precisamente lo que el siglo XX nos ha ofrecido
en abundancia.

Entrevistador: Efron fue un espía soviético durante los ne-
fastos años estalinistas.(...) pero T., evidentemente, aceptó y 
apoyó a Efron con todo su corazón.)
B: Hay un dicho: "El amor es una maldición. podés enamorar-
te hasta de una cabra." T. se enamoró de Efron cuando era
joven -y así para siempre. Lo siguió a Efron como un perro,
como ella misma decía. Esa era la ética de su acto: ser leal
a sí misma. Ser leal a la promesa que dio cuando era una
joven muchacha. Eso es todo.




FUENTES

Libros de Marina Tsvietáieva

Un espíritu prisionero. Prólogo de Irma Kúdrova. Epílogo
de Ana María Moix. Galaxia Gutenberg, 1999.

Cartas a la Amazona y otros escritos franceses. (Introducción
y traducción de Elizabeth Burgos. Epílogos de Heléne Cixous
Traducción de los poemas: Severo Sarduy. Hiperión, 1991.

Una dedicatoria. Fragmentos de las cartas de Marina Tsvie-
táieva a Alexandr Bajraj. Universidad Iberoamericana/ Artes
de México, 1997.

Antología poética. Edición y prólogo de Elizabeth Burgos
Traducción de Lola Díaz. Versión de Severo Sarduy. Hipe-
rión, 1996.

Diarios de la Revolución de 1917. Traducción de Selma An-
cira. Acantilado, 2015.

El poeta y el tiempo. Traducción de Selma Ancira. Anagra-
ma, 1990.

Boris Pasternak, Marina Tsvietaieva, Rainer María Rilke.
Cartas del verano de 1926. Siglo XXI, 1984.

Elaine Feinstein. Anna Ajmátova. Circe, 2007.

Nina Berberoba por sí misma. Circe, 1990.

Solomon Volkov. Conversations with Joseph Brodsky. A
Poet's Journey Through the Twentieth Century. The Free
Press, 1998.


martes, 26 de mayo de 2020

EL ÚNICO POEMA CONOCIDO DEL EMPERADOR ADRIANO







 Es un poema breve y misterioso.
 Ha tenido numerosas traducciones.
 Se supone que Adriano lo escribió en su lecho de muerte.
 Las memorias de Adriano, lo convirtieron en el paradigma
del emperador romano más culto y civilizado.
 Vivió entre 76 y 138 d.C.
 Lo sorprendente es que se trata de un poema muy sutil y 
elaborado, a pesar de su brevedad (o justamente por ella).
 Y no se conocen otros poemas de este emperador.  
 Es posible que los escribiera y no hayan llegado a la luz.
 Esta es la versión latina, original, que aparece en la Historia
Augusta:

 Animula, vagula, blandula
 Hospes comesque corporis
 Quae nunc abibis in loca
 Pallidula, rigida, nudula
 Nec, ut soles, dabis iocos...

 Otra versión, parecida pero con otra puntuación:

 Animula vagula blandula
 hospes comesque corporis,
 quae nunc abilis in loca
 pallidula rigida nudula?
 nec ut soles dabis iocos!


 La siguiente es la versión en inglés de W.S. Merwin:

                  Little Soul

     Little soul little stray
    little drifter
    now where will you stay
    all pale and all alone
    you used to make fun of things


 Es evidente que no se trata de una versión literal, sino
que posee cierto -leve- giro interpretativo.
 En castellano sería:

     Pequeña alma pequeña abandonada
     pequeña vagabunda
     dónde te quedarás ahora
     toda pálida y solitaria
     después del modo
     en que solías burlarte de las cosas

 Es un bello e interesante pensamiento. Implica cierta
forma de relación y de afecto por 'algo' que es y no es 
suyo, una pena por la despedida de la vida y del mundo,
¿enunciada por quién? El dolor de dejar al alma sola,
¿sin un cuerpo -¿o es algo más que un cuerpo?- que la sos-
tenga?

 Ezra Pound alude a estos versos, citados por Aelius Espar-
tiano como la despedida de su alma por el Emperador 
Adriano en uno de sus más tempranos poemas, escrito en-
tre 1908 y 1911:

 "BLANDULA, TENULLA, VAGULA"...

¿Qué tienes tú que ver, oh alma mía, con el paraíso?
¿No preferiremos, cuando conquistemos nuestra libertad,
Irnos a algún sitio claro en donde el sol
Derrame sobre nosotros a través de las hojas del olivo
Una gloria líquida? Si en Sirmio,
Alma mía, te encuentro, cuando esta vida cese,
¿No hallaremos algún cabo consagrado
Por aéreos apóstoles de deleite terrenal?
¿No se fundará nuestro culto en las olas,
Claro zafiro, cobalto, cianina,
En trinidad de azules, los impalpables 
Espejos inquietos del eterno cambio?

Alma, si Ella nos encuentra allí, ¿algún rumor
De puertos más notables y cortes apetecibles
Nos atraerá más allá del nublado pico de Riva?


Pound inventa la palabra "Tenulla", y lejos de considerarla
un error, la usa en más de una ocasión, como un juego musi-
cal con las dos restantes. Creo que hay que tomarla como 
una creación del autor de Personae,  producto de la sonoridad
del término, además de las connotaciones imaginarias a las
que conduce.
Sirmio: es el nombre latino de la ciudad de Sirmione, un lu-
gar que alude a Catulo.
El cabo: es un promontorio sobre el cual se alza Sirmione
en la costa sur del Lago di Garda.
Riva: es un pueblo cercano a la punta norte del mismo lago.
Pound se refiere a él como "aquello que permanece del sa-
lón de recibo de Catulo y hace de espejo del azul detrás
suyo y de las colinas de Salo y de Riva con sus olvidados
dioses moviéndose desquiciados entre ellos..." (Poetry
review, febrero de 1912.)


FUENTE DEL POEMA DE ADRIANO

Poetry. April 2006. The Translation Issue.

FUENTE DEL POEMA DE POUND

Personae. Collected Shorter Poems of Ezra Pound. New 
Directions, 1971. La traducción al castellano la hice yo.

Las anotaciones son deudoras del excelente libro de K.K.
Ruthven, A Guide to Ezra Pound's Personae (1926),
Univ. of California Press, 1969.

Versión del inglés: Robert R. Rivas (c)




lunes, 25 de mayo de 2020

POEMAS DE GEORGI GOSPODINOV






 UN CRIMEN INSIGNIFICANTE POR LA MAÑANA

 Ha llovido afuera
 salís todavía adormilado y
 (en tu camino a la letrina)
 crush
 El caracol bajo tu pie

 un asesinato en segundo grado
 que no morigera la culpa
 mirás alrededor
 la mañana no tiene testigos
 empujás el cuerpo hacia el pasto
 pesado de rocío
 eso no absuelve la culpa
 un asesinato tan pequeño
 sólo olvidarlo
 lleva todo el día



 LAS TORTUGAS CORREN LA VUELTA DEL HONOR
                                     a mi hija

 siempre sospeché 
 que Zenón tenía razón
 en la aporía de Aquiles y la tortuga
 pero la prueba acaba de aparecer.
 tengo treinta y nueve años más que vos
 y a pesar
 de la velocidad de mi tortuga,
 los frenos
 más y más seguido,
 los pies pesados
 (noviembre se la agarra con los huesos),
 y el mirar hacia atrás
 para escuchar las pisadas a mi espalda,
 a pesar de todo esto, digo
 (y espero, Zenón),
 que seré el primero en cruzar
 la línea de llegada
 esa línea


 MI MADRE LEE POESÍA

 2 paquetes de hojaldre pre-listo
 2 tazas de café de manteca derretida
 un kilogramo de manzanas
 una taza de galleta molida
 una taza de almendras molidas
 2 tazas de café de azúcar
 un paquete de polvo de canela

 Lava las manzanas, pélalas
 y quita las semillas, rállalas
 en tiras grandes, mézclalas
 con el azúcar, las almendras molidas
 y la canela.
 Toma una lámina de hojaldre,
 acéitala
 y cúbrela con otra lámina.
 Desparrama una parte de la mezcla de manzana
 sobre ellas y enróllalas
 juntas. repite
 con las otras láminas de hojaldre.
 Acéitalas y hornéalas
 a horno medio, hasta
 que la costra de arriba esté roja,
 y la parte de abajo rosada.

 Cuando la horneas, es un strudel,
 pero por ahora es un poema.



 ROMA. EMERGENCIA

 una ambulancia anda ululando
 alrededor del Coliseo
 me parece a mí que un poco tarde

 unos quince siglos



 EN EL PRINCIPIO...

       ¿Cuál vino primero - la gallina o el huevo?
       Respuesta: el nombre que está ausente.
                                 GAUSTIN

 En el principio
 la gallina y el huevo
 se sientan en silencio
 frente a frente
 sin saber
 cuál debería primero
 decir la palabra
 (o la palabra no existe
 o tal vez permanece desconocida)
 así que permanecen sentados
 mudos
 y nadie
 dice
 Mami



 Y ÉL APRENDIÓ

 Y él aprendió a caminar
 y aprendió a hablar
 y aprendió a leer
 a besar con la lengua
 a enamorarse cortar
 y caer de nuevo
 criar a los niños
 hacer crecer la viña
 convertir las uvas en vino
 reparar la canilla
 volverse viejo y callado
 tallar madera en figuras
 jugar al ajedrez con los otros 
 viejos a la tarde
 sentarse al sol
 caminar con un bastón

 ...................
 aprendió tantas cosas
 y ahora está partiendo

 listo para algo
 que desconocemos


 GEORGI GOSPODINOV nació en Yambol, en el sureste
de Bulgaria, en 1968.
 Es autor de poesía, cuentos y novelas. La más famosa de
estas es Una novela natural, que ha sido traducida a más
de 10 lenguas, entre ellas el castellano (edición española
en 2009). 
 Como cocinero es especialista en carne con muchas espe-
cies. Dejó de ser un fumador compulsivo. Cuando anda de
bajón, viaja. Si es posible a Portugal, su país preferido des-
pués de Bulgaria, al que le encuentra cierto parecido por
una suerte de tristeza ambiental.



FUENTE

Modern Poetry in Transaltion. Third Series - Number Ele-
ven. FRONTIERS., 2009.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

sábado, 23 de mayo de 2020

DAR A LUZ

 y de pronto estábamos en el vértice
    en el que ya no nos hacen falta las palabras;
         las desestimamos, salvo en la parte de la voz
               cruda y pura

 son necesarios, en cambio, mínimos gestos
     apenas entrevistos/ ya leídos
           hasta lo más hondo
 la punta de una sonrisa, por ejemplo,
   nos dice tanto como la punta de una flecha descubierta
               de una tribu desaparecida hace 8 mil años
                     pero al instante

 su copa, se puede decir ahora
      que ya estamos en la orilla,
            se desbordó muchas veces

 habíamos tomado un camino 
    en el que las fuerzas se transforman
        en algo fluido y blando:
              sustancia que se derrite 
                  y cobra nuevas formas para
                     derretirse de nuevo

 (esta hoguera despierta
      a las anteriores
            MUCHO MÁS
                  que a las hogueras por venir)

 la luz se desliza por el declive del cuerpo
    y de pronto sabemos qué líquida es la vida
            cómo mana y fluye

y que los cuerpos 'en su tinta'
     pueden producirla casi ilimitadamente
            durante cierto tiempo

 también damos a luz
    sentimientos cuya existencia
           ignorábamos hasta hace un momento

 címbalos casi silenciosos
      tocándose (sólo una pluma/brisa siente esa vibratio),
           y la morfología de los cuerpos se disuelve
                y concentra en un solo punto de encuentro-
                    una "amalgama móvil"

 se fructifican ahí
     en un verdadero lago de olvido
           uno al otro
                 y sólo mana una luz
                        inatrapable

 ya en las orillas cada cual recobra el cuerpo
      con el que suele presentarse ante el mundo
         se viste con la piel de los otros

 no digas 
      no digas casi nada
             ahora ya no digas:
                   las miradas
                           el tacto
                                 huele
                                     el sabor 

 yo no sabía, por ejemplo, que los corazones
      poseen piernas y brazos
             y que pueden ¡y cómo!
                    entrelazarse

 y gemir como animales
        que finalmente encontraron
             algo que sin saber siempre buscaban

 las preguntas se vuelven voraces
    pero suelen contestarse solas
         en el lenguaje de los cuerpos

 un rato después,
    contramisterio reiterado,
         vuelven a rodearse de sí mismos

se envuelven con ropas
   los cuerpos que hace un rato eran ríos 
     - 'raudal y torrente'-
         una confluencia en viaje
              caudaloso 
                 hacia su catarata

 ¡Con qué sed nos bebe
          a veces,
                el lenguaje!
      

    

POEMAS DE RENÉ DAUMAL




 Se lo debía. Como a tantos otros. En su caso por el inolvida-
ble -e incompleto- El monte análogo, uno de esos libros que
nos hacían soñar con un mundo de artistas extendiendo y pro-
fundizando el mundo en que vivíamos (o viviríamos). Y tam-
bién por la promesa que representaban sus poemas. Ya se ha-
bía editado, por la genial Fabril Editora, su libro "Clavículas",
cuyos textos no me gustaron tanto como el imperdible Monte
análogo.
Daumal vivió tan sólo 36 años, entre 1908 y 1944. El aniver-
sario de su muerte se celebró antes de ayer. Un día antes publi-
qué el homenaje a mi amigo Horacio Cardo, en su momento un gran admirador de Gurdjieff también, que nació un día antes de 
la muerte del poeta francés, el 20 de mayo de 1944.
Desde muy joven Daumal recibió un gran reconocimiento
como poeta. Declinó la invitación hecha por Breton para perte-
necer al grupo surrealista, y en su lugar fundó su propia publicación, Le Grand Jeu, cuando tenía solo 20 años. Además 
del inconcluso Monte, publicó una novela llamada La gran borrachera. Se dedicó a diversas experiencias místicas, algunas con drogas y otras con personas (fue discípulo, como mencioné,
del discutido gurú Gurdjieff), además de interesarse por ciertas prácticas orientales. Tradujo a Hemingway ("Muerte en la tar-
de"), a D.T. Suzuki (sus estudios de Budismo Zen), además de varios textos hinduístas.
Aprendió sánscrito y escribió el libro Rasa, acerca de ese
concepto crucial y resbaladizo del Natya Shastra, un antiguo
texto sagrado hindú.
En la intensa y riquísima París de aquellos años, vivió rodeado
de grandes artistas, y nadie dudaría en decir que fue uno de los
más notables de su tiempo.



TRISTE PEQUEÑO TREN DE VIDA

 Lo que se pudre en mi corazón
 es el fulgor que se nutre de miedos
 que ruedan cantando el mal,
 en lo alto, en lo bajo, siempre.

 Noche tras noche, es fiesta, se hunde la angustia
 envolvamos el dolor en una alegría espesa;
 noche tras noche, es la flaqueza
 del corazón partido por demasiados rostros hermosos,
                              en el camino.

 Mi respiración está podrida y el viento
 es un silbador fascinante, es un diente,
 es el gusto de la salmuera del abismo antes
 de la fuga hacia lo bajo, la cabeza
 debajo de la noche de dulces lágrimas.

 ¡Herida del día en mi flanco!
 la noche, es mi sangre
 que huye por un agujero blanco-
 el sol que me baña hasta el amanecer,
              guardo el hambre,
              el amanecer de mi fin
 nadie entiende, nadie,
 nadie me tiende la mano,
 yo soy una aguja,
 una aguja en el pajar
 el pajar infinito, asfixiado hasta el fin...

 nadie viene, nadie llora,
 siempre la misma cosa, el terror.



 LA PIEL DE LA LUZ

 La piel de la luz envolviendo este mundo carece de espe-
sor y yo puedo de hecho ver la noche negra de todos estos
cuerpos idénticos detrás del tembloroso velo y la luz de mí
mismo es esta noche que hasta la máscara del sol no puede
ocultarse de mí. Yo soy el testigo de la noche el auditor del
silencio que también está vestido en una piel sonora y cada 
sentido tiene su propia noche tanto como yo la tengo yo soy
mi propia noche yo soy el pensador del no-ser y de todo su
esplendor yo soy el padre de la muerte. Ella es su madre a
quien evoco desde el espejo perfecto de la noche yo soy el 
hombre reversible mi palabra es un agujero en el silencio.
Yo conozco la desilusión yo destruyo a aquel que devengo
yo mato aquello que amo



 REVOLUCIÓN EN VERANO

 La luz es excesiva. Los hombres corren comprando fulares,
 y no son para soplarse las narices.
 Último recurso: el eclipse, acrobacia celestial.
 En el carnaval cósmico, este hombre que toma en serio su
rol de planeta. Queman al sol en efigie, ironía de la suerte,
chiste de esclavos.
 No se rían demasiado. Ahora los esclavos hacen girar el mo-
lino que muele el vacío. Su sudor embriaga a los astros, el 
sol panzudo repta sobre el polvo de los caminos, un ojo agu-
jereado se abre en el cielo y los esclavos ríen, sus hombros
relucientes.



 LA PALABRA Y LA MOSCA

 Un mago tenía la costumbre de divertir a su público con es-
te pequeño truco. Habiendo ventilado bien la habitación y ce-
rrado las ventanas,  él se inclinaba sobre una gran mesa de 
caoba y pronunciaba cuidadosamente la palabra "mosca". E
inmediatamente una mosca aparecía trotando sobre la mesa,
probando el barniz con su pequeña probóscide y frotando entre
sí sus patas delanteras como no importa cuál mosca natural.
Entonces, de nuevo, el mago se inclina sobre la mesa y pro-
nuncia de nuevo la palabra "mosca". Y el insecto caía sobre
de espaldas, como si lo hubiese alcanzado un rayo. Mirando 
el cadáver a través de una lupa, uno podía ver tan solo una
carcasa vacía, sin ninguna víscera, sin vida, sin luz alguna en
sus ojos facetados. El mago miraba a sus invitados con una
modesta sonrisa, buscando sus elogios, que ellos entregaban
con cierto desgano.
 Siempre he pensado que este era un truco bastante pobre. ¿A-
dónde conducía? Al principio no había nada, y al final había
un cadáver de mosca. ¡Qué gran avance! Todavía había que
desembarazarse de los cadáveres - aunque había una admira-
dora del mago que las coleccionaba, cuando podía recogerlas
sin ser notada. Uno esperaba una tercera declaración de la pa-
labra "mosca" que hiciese desaparecer el cadáver de la mosca
sin un rastro; de ese modo las cosas hubiesen quedado igual
al final que al comienzo, excepto en nuestras memorias, que
ya se encuentran obstruidas sin eso.
 Debo precisar que se trataba de un mago mediocre, un fraca-
sado que, habiendo probado su mano para la poesía y la filo-
sofía sin demasiada suerte, transfirió sus ambiciones al arte
de las maravillas; y aun ahí, no logró mucha cosa.



 FUENTE

 Paul Auster (ed.) Twentieth-Century French Poetry. Random
House, 1982.

 Una vez más he podido valerme de versiones bilingües, fran-
cesa e inglesa, lo cual me resulta muy útil a la hora de decidir
acerca de ciertas expresiones. Para citar un ejemplo, el último
poema tiene por título en francés Le mot et la mouche, y la
versión en inglés nos invita a llamarlo Poetry and thought
(Poesía y pensamiento).

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

miércoles, 20 de mayo de 2020

LAS SEMILLAS DE LA MUERTE

 LAS SEMILLAS DE LA MUERTE

                                                   Para Horacio Cardo
                                                                                 In Memoriam

 ¿Quién sabe cuántas semillas de la muerte 
       tiene sembradas en su cuerpo-vida?
 ¿Cómo podría saberse cuáles de todas las semillas
       del cuerpo-vida son en realidad células
           terroristas 'dormidas'?
 ¿Quién sabe cuántas semillas de la muerte
        han hecho el intento y fallado
           -sin que nos diésemos cuenta?

 No, a estas no las plantó nadie.
 Surgen de la 'tierra'.
 Estuvieron siempre ahí.
 Olvidadas de sí mismas.
 Y en algún momento algo las despierta,
 algo las toca y recuerdan.
 Como animales que emergen del invernar,
 como relojes inteligentes-idiotas
 que simplemente inician su tic-tac.

 El sujeto ignora, teme, niega, desafía,
 imagina, cede, anhela u odia esa muerte encerrada
 en sus semillas.

 ¿Son 'suyas'? 
 ¿Son las suyas?
 ¿Suerte de reparto?
 Hay suerte en el reparto.

 Millares incontables de semillas
 NEUTRAS 
 entre las que moran las otras
 como las plantas de la tierra
 las tierras áridas y las frondosas
 -'plantadas' (como hace a veces la policía)-

 ley que rompe las leyes
 ley que prohíbe la ley

 Pero aquí nos encontramos
   hablando de intenciones
 Y, hasta donde sabemos
 si de algo carece la muerte es de intenciones
  

 Somos nosotros quienes estamos llenos
 de intenciones 
 intensidades y desintensidades
 ¿Quién sabe cuáles fertilizan mejor
 las semillas de la muerte?

 Las emociones, en el más vasto y profundo
 sentido de la frase, vienen a ser el clima,
 la atmósfera 
 'los elementos'
 para las semillas.

 ¿Hasta dónde se extiende el territorio 
 de cada existencia?

 ¿Hay alguno que sienta: "estoy preparado para el horror"?




  NOTAS


1) En muy pocos casos he visto semejante lucha entre las pul-
siones de vida y las de muerte, como en el de Horacio.
 Ahora -porque ya sabemos el desenlace- parecía previsible
que tamaña energía vital necesitara una contrapartida igual-
mente brutal.

2) Su 'broma' acerca de la muerte siempre giraba en torno a
que lo venía a buscar la barca de Osiris. No cuesta mucho re-
lacionar esta metáfora con su mayúscula admiración por la
civilización egipcia. Para Horacio el arte egipcio no había si-
do equiparado a lo largo de los milenios transcurridos. No ha-
blamos del nombre de la barca, pero supongo que se referiría
a Neshmet, la barca de Osiris que se usaba durante la fiesta de
los Misterios de Osiris.
Osiris representa -conscientemente o no- el
deseo de Horacio: es el dios egipcio de la resurrección.
Una forma sutil de la resurrección es la obra. 
La otra es la memoria:
revivimos cuando alguien nos recuerda.