sábado, 31 de julio de 2021

DOS POEMAS DE HENRI MICHAUX: "EL DÍA, LOS DÍAS, EL FIN DE LOS DÍAS" Y " PEREZA"

          



             EL DÍA, LOS DÍAS, EL FIN DE LOS DÍAS

                  

                              Meditación acerca del fin de Paul Celan


  .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..

   En silencio, lapidado por sus pensamientos


   Aún otro día en un nivel inferior. Gestos sin sombras

   ¿A qué siglo debemos asomarnos, para vernos?


    Helechos, helechos, puede que sean suspiros, por todas

                                        partes, suspiros

    El viento dispersa las hojas sueltas


    Fuerza de las camillas, hace ciento ochenta mil

                                          años la gente

    ya nacía para pudrirse, para morir, para sufrir


    Ya hemos tenido días como estos

     tantos días como estos


     día que se traga el viento

     día de pensamientos intolerables


      Veo hombres inmóviles

       yaciendo en gabarras


      Partir.

      De cualquier manera partir.


      La larga cuchilla del oleaje del agua detendrá la palabra.


 (Del libro "MOMENTOS: Cruces del tiempo.")




    PEREZA


   Haraganeando: interminable sueño inalterado

   sueña la vida (un paréntesis fluido)


   Por todos lados, proyectos, planes, partidas,

   edificios que caen, se levantan, se levantan de nuevo,


  Sueños de la pereza

  de su pozo, cada vez más profundos


 (De "DESPLAZAMIENTOS, DESVINCULACIONES")


 Traduje ambos textos del inglés, sin la versión francesa ori-

ginal. Pequeños agregados a la muy incompleta traducción

de los trabajos de quien es para mí el mayor poeta del siglo

XX. (Alguna vez tengo que decirlo, ¿no?). De paso: no esta-

ría nada mal una vida dedicada a traducir y difundir la poe-

sía de Henri Michaux. 



      

      FUENTE




     Henri Michaux. Darkness Moves. Anthology: 1927-

1984. Selected, translated and presented by David Ball. 

University of California Press, 1994.


domingo, 25 de julio de 2021

15 POETAS TRADICIONALES COREANOS

 



 Hasta que el Hun-Min-Jöng-üm -el sistema fonético de es-

critura que ahora se denomina Hangül- fuera inventado por

el Rey Sejong el Grande (1397-1450), y fuese promulgado

por orden real a mediados del siglo XV, el único medio de

comunicación escrita que existía en Corea, era el chino. 

 Pero aún después de la promulgación del Hun-Min-Jöng-

Ümm la mayoría de los escritores seguían utilizando el chino.

Entre los intelectuales, de hecho, y la gente educada, el domi-

nio del chino escrito y un amplio conocimiento de los clásicos

chinos siguió siendo un ideal, aún hasta fines de la Dinastía

Chöson (¡1392-1910!).

 Por otra parte, los inicios de la poesía coreana se remontan

al antiguo período de los Tres Reinos (18 a.C. - 660 d.C.). 

 Aún la poesía coreana actual no puede separarse totalmente 

de la larga tradición de la influencia de la poesía china clásica.


 Presentamos aquí una selección de poetas coreanos clásicos,

todos ellos provenientes del libro citado al final, una colección

muy bella, entre las varias traducciones de poesía coreana al

inglés.


 YI SAEK  (1328-1396)


 UNA IMPROVISACIÓN


 La dicha de vivir recluido aumenta mientras envejezco,

 Ya que un nuevo poema nace dondequiera pongo los ojos.

 Las flores que resistieron el viento caen con su propia 

                                                          aveniencia.

 Una lluvia fina olvidada por las nubes aun no se ha

                                                           despejado.

 La frágil mariposa sobre el cerco ha dejado el tallo donde

                                                            se sentaba,

 Y la sedosa paloma ha volado del alero a cantar en los 

                                                             bosques.

 Alcanzar una visión que trascienda el aquí y ahora no es

                                                              lo que me preocupa:

 Lo que veo es muy muy claro, como en un espejo.




YI DAL-CH'UNG (  ? - 1385)


UN CANTO EMBRIAGADO


 Cuando quiero lavarme los pies,

 ¿absorberá el claro arroyo mi suciedad?

 Cuando quiero lavarme los oídos,

 ¿Se tragará el claro arroyo mi vergüenza?

 Un lisiado de nacimiento como soy yo.

 No recibiré burlas si nunca salgo al exterior.

Totalmente sordo de nacimiento como soy,

 No seré ridiculizado por no escuchar rudas palabras.

 "Ser un inútil puede ser muy útil a veces."

 Repetiré esas palabras tres veces cada día.




 WANG PARK (1277-1350)


 EN UN DÍA DE PRIMAVERA


 Luego de que la niebla de anoche empapase mi techo de paja,

 Las brotes del ciruelo cercanos al bambú están de pronto

                                                totalmente florecidos.

 Borracho de vino, me olvido de las vetas nevadas de mi pelo-

 Uso una corona de flores, parado en la brisa de la primavera.




CHANG IL (1207-1276)


EL PABELLÓN DE LAS GOLONDRINAS


 La gélida luna brilla sobre el Pabellón de las Golondrinas.

 Mi amigo ha partido en un largo, cansado sueño.

 Aquellos que permanecen han dejado de quejarse acerca

                                       del envejecer;

 Las bellezas que podrían entretenerlos ahora tienen los

                                        cabellos blancos.




CHIN HWA (s.12 - 13)


 PRIMAVERA TARDÍA


El musgo crece espeso en el jardín empapado de lluvia,

Pero mi portón permanece cerrado, dado que nadie visita.

Los pétalos caídos en los escalones son muy abundantes;

El viento del este las lleva sólo para traerlas de vuelta.




YI KYU-BO (1168-1241)


VISITANDO UN TEMPLO EN UN DÍA PRIMAVERAL


 En una brisa suave y un cálido sol, los pájaros cantan 

                                            alegremente;

En la sombra de sauces colgantes, la puerta del templo

                                            está entrecerrada.

Mientras que los pétalos caídos cubren la tierra, el monje

                                            ebrio duerme.

El aire de paz y de calma merodea por su retiro en la 

                                             montaña.




CHU WI (1454-1503)


MIRANDO UN DIBUJO DE FLORES ROJAS DE
CIRUELO


Despertándome de un sueño, salgo al patio iluminado

                                          por la luna.

La fragancia de las flores del ciruelo se entretiene donde 

                         yacen sus sombras.

indiferente a su color jade-azul-blanco interior,

Anoche una ráfaga de viento del este las tiñó con un

                                       brillo de ocaso.




NAM YI (1441-1468)


EXPEDICIÓN AL NORTE


Las rocas del Monte Paektu afilarán mi espada;

Mi caballo se beberá el Río Tuman.

Si un hombre de veinte es incapaz de traer paz a esta tierra,

¿Quién en tiempos posteriores lo llamará un auténtico hombre?


[Nam Yi fue un líder militar brillante, y se convirtió en el mi-

nistro de la defensa nacional cuando recién tenía 26 años. A-

quellos que envidiaban su éxito conspiraron para utilizar este

poema para acusarlo de pensamientos traidores, y fue ejecutado

por orden real. No se puede negar que en esos tiempos la poe-

sía se tomaba muy en serio...]




SÖ KÖ-JÖNG (1420-1488)


RIÉNDOME DE MÍ MISMO


Habiendo compuesto un poema, compongo otro;

Durante todo el día no hago otra cosa que componer.

Según recuerdo, hasta ahora he compuesto diez mil poemas;

Sé que dejaré de componer sólo en mi lecho de muerte.


[Sö Kö-jöng fue uno de los más reconocidos hombres de

letras de la primera parte de la Dinastía Chosön]




KIM SU-ON (1409-1481)


ACERCA DE MIRAR UN PAISAJE


El exquisito dibujo revela un arte divino,

Con todo el pasto y las flores brillando en la luz de la

                                 primavera.

Pero todo esto, después de todo, es una escena ilusoria;

¿Quién sabrá que tanto el cuadro como yo sólo somos

                                 sombras fugaces?


[Kim Su-on contribuyó inmensamente al desarrollo de la

escritura en lengua vernácula al traducir muchos clásicos,

incluyendo las escrituras budistas.]




YI SUNG-IN (1349-1392)


ERMITA EN LA MONTAÑA


Donde los caminos de la montaña se ramifican norte y sur,

El polen empapado de lluvia de los pinos deriva para cubrir

                                    la tierra.

Mientras el cenobita regresa a su cabaña trayendo agua del

                                               pozo,

Un chorro de humo azul asciende para teñir las nubes blancas.


[Yi Sung-in fue un destacado hombre de letras que vivió ha-

cia el fin de la Dinastía Koryô, siendo un experto en relacio-

nes internacionales y un distinguido diplomático. Cuando se

fundó la Dinastía Chosôn, fue asesinado por orden de un trai-

dor a la vieja monarquía. La interacción entre literatura y polí-

tica era intensa en esos tiempos en Corea.]




KIM KU- YONG (1338-1384)


EN UNA BARCA VELOZ


Desde la barca veloz con una vela henchida de viento

Las montañas pasan rápidas, la costa se desliza a lo largo.

En una tierra extraña, uno pregunta acerca de los hábitos;

Pero el hermoso paisaje me fuerza a componer versos.

Sobre una franja de tierra donde prosperaron antiguos reinos,

El mes de mayo fluye en el arroyo de cristal.

No lamentes que no tienes ni riquezas ni fama;

¿Acaso el viento y la luna no te siguen dondequiera que vayas?





KIM JE-AN (?- 1368)


A MI SILENCIOSO MAESTRO


Los asuntos del mundo conducen a interminables debates

                                           acerca del bien y del mal;

Diez años de estancia en el barro sólo ha manchado mis

                                            batas.

En la brisa primaveral, las flores se marchitan y los pájaros

                                             cantan.

¿Dónde vives en las montañas con tu puerta firmemente 

                                              cerrada?


[Kim Je- an es el hermano menor de Kim Ku-yong. Ambos 

pertenecieron a la corte hacia el final de la Dinastía Koryô.

Kim Je- an fue víctima de una intriga política y murió asesi-

nado.]




CHÖNG DO-JÖN (1337-1398)


VISITANDO A UN RECLUSO


Mientras las nubes de otoño se extienden sobre las montañas,

Las hojas caen calladamente para cubrir la tierra de carmín.

Detengo a mi caballo en un puente para preguntar por el 

                               camino de regreso,

Ignorando que me he metido en un cuadro*.


[* Sería más preciso decir "me he metido en una pintura", o

"en un dibujo", pero preferí la expresión "en un cuadro"

por alguna razón que me cuesta definir mejor que "una vaga

intuición".]




CHÖNG MONG-JU (1337-1392)


SENTIMIENTO PRIMAVERAL


Fina lluvia de primavera, apenas audible,

Se torna más ruidosa mientras se ahonda la noche.

Cuando la nieve se derrite en el creciente arroyo,

Muchos brotes se preparan para estallar.



FUENTE





Sung-Il Lee. The Moonlit Pound. Korean Classical Poems

in Chinese. Copper Canyon Press, 1998.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)


La foto del monje junto al puente es del libro PALIPALÍ,

Impresiones coreanas, de Martín Caparrós: un hermoso

recorrido de la Corea del Sur actual. (Planeta, 2012.)



                                   



miércoles, 21 de julio de 2021

POETAS DE UN SOLO POEMA

  Tal vez haya más poetas de un solo poema de los que

parece. Sin duda debería haber muchos más poetas de

un solo poema de los que existen. Alguien que estaba

ahí, viendo, sintiendo, pensando o recordando algo y

decidió escribirlo en un pedazo de papel que tenía a ma-

no. ¿Estarán por fuera de la literatura? ¿Y eso, qué im-

portancia tendría? 

 (Tengo claro que hay unas cuantas personas cuyo único

poema es su vida. Tal vez no hablo de esas personas. Tal

vez hablo nada más que de esas personas.)

 No figuran en ninguna antología. No participaron de los

concursos. 

 Acá rescato uno. Lamentablemente carece de firma. Debe

de haber sido escrito en un arrebato. En el que estaban de

sobra los nombres. Supongo que ambos sabrían y que eso

bastaba. ¿Se acordará de haberlo escrito? ¿Lo habrá leído

la persona a la que estaba dirigido? De nuevo: ¿no será eso

la poesía, y estos los verdaderos poetas?

Alejandra (al Pizarnik habría que ponerlo siempre entre pa-

réntesis, por tener en cuenta a los incautos), dice: "Aprisiona-

da. deja que se cante como se pueda y se quiera."

Y, en otra parte: "El cuerpo se acuerda de un amor como

encender una lámpara."


 (SIN TÍTULO)

 

 Eras de ventanas abiertas

 y olías a mar y a cielo

 Eras de tierra mojada

 y de húmedos silencios

 Eras de lágrimas rodando

 y de sonrisas al viento

 Eras de flores silvestres

 y terrón de sentimientos

 Eras con quien me encontraba

 en mis más ardientes sueños

 Eras el agua que brilla

 mientras va corriendo

 Eras la que fuiste siempre

 y siempre seguiste siendo

 Eras la vida en el aire

 y eras el cuerpo del tiempo

 Eras tus palmas abiertas

 y tu corazón sediento.



  Es muy posible que para escribir poesía haya que sen-

tir que se es un poeta. Y que eso solo inhibe a unos cuan-

tos. Y que esté permitida la ingenuidad. La ingenuidad 

del inicio, y la ingenuidad a la que se llega después de una

vida de trabajo.

 Es probable que al leer lo que ha escrito sienta que 

no ha logrado transmitir lo que sentía.

 Que solo se ha estado cerca. Tal vez también "solo he-

mos estado cerca" de aquellos que más hemos amado. 


 A veces se han encontrado poemas escritos en libretas

en los bolsillos de jóvenes soldados muertos (como Mi-

klós Radnóti).

 En cajas abandonadas en altillos que se salvaron del in-

cendio de la casa.

 Y muchos otros, es probable, nunca fueron ni nunca serán

encontrados. "La vida huye y la muerte está quieta", y en-

tonces se agarra cualquier pedazo de papel y se escribe al-

go.

 


domingo, 18 de julio de 2021

EL TREN

 A toda marcha

 sobre vías cuyo acero se calienta a fuego

 a pesar de la helada oscuridad

 que intenta en vano apresarlo todo

 Fluyen el sueño, el campo,

 los cielos estrellados.

 Debajo de los rieles 

 reptan raíces que todo lo saben.

 Hoy, al atravesar el puente colgante,

 ligero cambio de tono de las conversaciones.

 (Mientras tanto)

 la mano saca del bolsillo un objeto lustroso.

 Una piedra de los mares.

 ¿Quién sabe desde cuándo esperaba

  esa piedra en el mar?

 Los destinos tejen en la noche sus redes

 y la mañana siguiente las disuelve sin esforzarse.

 Las grúas de construcción de las ciudades

 duermen 

 igual que los tigres en la selva.

 El tren devora distancias

 con una avidez insaciable.

 El vidrio de la ventana

 refleja la mano acariciando la piedra,

 mientras el sueño vuelve a trepar

 hacia la mente

 como millares de insectos benignos

 y malignos

 trepan los muros

 de una abandonada ciudad santa.

 

LOS HECHOS

Estábamos en este lugar. Ni quiénes eran los otros, ni

quién era yo. Uno que estaba ahí, cerca de la mesa, era

músico. No sé qué instrumento tocaba, porque no lo te-

nía ahí. Sobre la mesa había una cajita de lata, de unos

20 por 30 cm., en la que había series de chapitas con ros-

tros sobre un fondo dorado viejo, medio gastadas, de unos

2 cm cada una, en tiras más altas que anchas, sueltas. El

músico, como para distraerse, tocaba con la yema del

dedo (índice derecho) esas figuras y se producían unos

sonidos estremecedoramente bellos. Tan bellos como ca-

suales. Sonidos que yo nunca había escuchado antes. De

una suavidad y de una simpleza maravillosos. A eso se u-

nía, por cierto, el asombro de cómo el músico los hacía so-

nar, así, despreocupadamente, mientras hablaba de otra co-

sa.

De inmediato quiero aprender a producir esas músicas, con

una intensidad de deseo muy superior a mis posibilidades

reales de lograrlo.

De inmediato quiere decir 'al instante'.

Entonces alguien saca de abajo de la mesa una cámara foto-

gráfica tosca, con teleobjetivo, y dividida en dos partes, co-

lor negro y marfil, no de metal, y se dice que las fotos las ha-

bía sacado Adolf Hitler en persona. 

A pesar de mi rechazo, una parte de mi mente aviva una

fuerte curiosidad por ver las fotos que había sacado el Führer.

Que tendrían que ver, supuse, con escenas monumentales de

sus montajes de miles de uniformados en escenarios vastos y

vacíos, color plomo, con unas pocas pirámides, en una noche 

iluminada por tremendos haces de luz provenientes de inmen-

sos reflectores (por ejemplo).

En este momento entran dos o tres hijos de un hombre rubio

y mayor en el que no había reparado hasta entonces. Vienen

a las corridas de algún lado a nuestra izquierda -los hijos co-

municaban que tenían que ir a la guerra, que por otro lado

quedaba ahí no más, a la derecha de nuestra ubicación. El pa-

dre parece ser un hombre poderoso (política o industria, vie-

nen a mi mente), pero la guerra es la guerra. Los hijos se ven

en una escala un poco menor a todo el resto. ¿Yo? Yo sólo

soy mirada presente, no juego ningún papel. La cámara de

fotos de Adolf Hitler que sin duda sí tiene que ver con esa 

guerra - está al frente de ella, en realidad- ha desaparecido,

así como las figuras de lata de esa caja de maravillas, esa

WunderBlechdose

Ahora aparece una niebla de angustia palpable y compren-

sible: la del padre que ve a sus dos hijos (sí, eran dos, no

tres) yendo a la guerra, no sé bien si uniformados o de ci-

vil porque visten ropa azul discreta y fina, con botones dora-

dos. Yo comparto, como no podría ser de otra manera, esa

angustia: de la vida sumamente acomodada que llevaban

hasta hace unos pocos minutos a probables heridas sangran-

tes, mutilaciones y/o muertes que les esperan en la próxima

escena...


Yo no tenía una opinión ni una no-opinión al respecto.

Si bien había una pregunta en el aire, nada indicaba que me

estuviese dirigida. 

Yo estaba ahí en mi doble anonimato: como un tipo con los

ojos vendados que sin embargo ve, pero que por tener los

ojos vendados no es peligroso para nadie.

En cierta forma, no estaba.

Y aunque veía, mi visión sólo servía a mis mecanismos in-

ternos, era totalmente intransferible al mundo exterior. De

modo que por segunda vez, no representaba peligro para na-

die.

Lo cual me liberaba, supongo, al mismo tiempo, de estar en

peligro.

Supongo que ocupaba la posición ideal del testigo.

Del que registra los hechos.

Si luego decide dar cuenta de ellos, serán hechos por demás

discutibles, ya que todo puede ser transformado en cualquier

otra cosa por el discurso.

Eso se nota que ya lo había aprendido antes, porque no se me

ocurría que pudiese tener algún valor cualquier cosa que yo

registrase.

Todo sería refutable, inconsistente, todo sería rápidamente

mezclado entre las demás cartas sobre la mesa, numerosas,

muy numerosas.

Y al irlas mezclando, haciéndolas girar como si se buscase a

la distraída alguna, varias caían, lógicamente, de la mesa.

Dado lo cual se sobreentendía enseguida que todo el asunto

estaba amañado, que no se trataba de ninguna, pero ninguna

clase de búsqueda de lo cierto o verdadero. De algo que pu-

diese ser o parecer una prueba, una carta distinta de todas las

demás, algo que saliera por un momento aunque sea, que aso-

mase la nariz por fuera de la gran, definitiva, monstruosa in-

significancia a la cual todas estaban de facto condenadas.

Algo que lograse escapar de la mera forma mutable, inter-

cambiable, sin su contenido.

Quiero decir: de la significación manipulable a la que se le

pudiera dar el uso que conviniera a esos otros que ya hacía

mucho tiempo no necesitaban siquiera presentar un nombre

o fingir un rostro.


"Por supuesto que yo no sabía que los hechos no pueden

ser expresados. Que se trataba de que los así llamados "he-

chos" (lo hecho), simplemente advenían al lugar en el que

yo suponía estar... y me sustituían. Ellos no tenían nada más

que decir, ya que lo habían 'dicho' todo al ser hechos. Yo no

podía poseer esa música maravillosa que ni siquiera era mú-

sica, sino una emanación mágica de sonidos proveniente de

lo mudo del ser y del mundo."



NOTA

Un rato después de escribir/publicar este texto, me encuentro

con una clara alusión a él, en un texto de Daniel Link: "En la

explicación de El vía crucis del cuerpo, Clarice [Lispector], 

escribe: "Yo tenía los hechos; me faltaba la imaginación.""

El reverso de esta frase es también válido. No significa mu-

cho que el libro en el que publica este artículo Link, Fantas-

mas, sea de 2009.

FORMAS DEL TIEMPO

 Ingravidez del tiempo 

               de los sueños olvidados

    Toda clase de sueños

                   en 'el cajón'

Apurada escribe la mano

la mano que quisiera escribir

lo propio y no lo dictado

y que a veces cree hacerlo

La mano que emergió de la naturaleza

     como la cabeza del que se está ahogando

     emerge de un mar nocturno

     entre espumas

     y sus facciones son lustradas por la luna


 La tierra vacía a esas horas

 y la luna y los mares

 en movimiento

 todavía


 relojes a los que les queda

 ¿cuánta cuerda?


 Ahora cada uno duerme en su

      secreto

 Algunas veces parecía que las almas

      se mezclaban con los cuerpos


 Asir es un bello verbo incompleto


 Nuestros temblores

 Cuántos nos dimos

 Sentíamos cómo se vaciaba 

     y llenaba

     el tiempo


 'El tiempo respiraba gracias a nosotros'

     y nos reíamos de eso


 No, no hay más preguntas


 

sábado, 17 de julio de 2021

LOS POEMAS DEL GRAN FUJIWARA NO SHUNZEI (1114-1204)

  



 En la Era conocida como Medieval Temprana (o sea a fines 

del período Heian y comienzos del Kamakura), Fujiwara no

Shunzei, fue uno de los mayores poetas y pensadores

de la poesía japonesa. Perteneció a una rama menor de la

gran familia (o clan) Fujiwara, llamada la casa Mikohidari. 

Como la mayoría de los poetas de esa época, vivió la típica 

vida cortesana, desempeñando puestos humildes en diversos 

lugares. En determinado momento llegó a ser gobernador

provincial y logró lo que se conoce como el tercer rango.

En 1176 sufrió varias enfermedades que lo postraron par-

cialmente desde entonces. Se lo conocía también como To-

shinari. 

 Fue un importante crítico, además de poeta. Se lo conside-

ra el partícipe principal en la compilación llamada Senzai-

shu (La Colección de los Mil Años, de 1188). 

 Su hijo, Fujiwara no Teika, fue un muy destacado poeta.



1. PRIMAVERA (De una secuencia de cien poemas com-

puestos en 1134)


 El sonido del viento,

 la vista de los riscos de piedra,

las olas entrantes-

 todo es duro, como esta costa oceánica;

 ¿pero qué hay de vos, cerezo?




 2. LAMENTOS (De una secuencia de cien poemas)


 ¿Cómo es que los patos

   son capaces de permanecer a flote

       fuera del agua,

 mientras que yo me siento hundiéndome

     aún aquí en tierra firme?




 3. AMOR (Un poema acerca del "Amor", escrito para

un concurso del Ministro-Regente de la Derecha)


 Sólo para encontrarme con ella

    cambiaría este cuerpo

       por mi próximo cuerpo, pensé-

 ¡pero ah qué triste estaría

    durante el tiempo en que estuviéramos tan alejados!*


* "El tiempo" se refiere al de la cadena de renacimientos.




 4. PRIMAVERA. (Escrito para una secuencia de cinco

poemas)


 ¿Volveré a verla?

Una cacería de flores de cerezo

    en el Brezal de Katano-

 pétalos de nieve dispersándose

   en la primera leve luz del amanecer.




 5. LAMENTOS (Escrito en otoño, después de la muerte

de la madre de Teika [su esposa], cuando él fue a visitar

su tumba, pernoctando en un templo cercano.)


 Vengo tan raramente

 y sin embargo qué triste en la noche

     suena el viento en los pinos.

 Y ella, ahí detrás del musgo-

 ¿lo escucha ella también, interminablemente?




 6. AMOR (Enviado a una mujer en un día lluvioso)


 Abrumado de amor,

 miré hacia el cielo

    por encima de donde tú estás-

 y vi la niebla partida ahí

  por una cascada de lluvia de primavera.




7. INVIERNO


 Congelándose en un lugar,

 separándose en otro,

 el río de la montaña

     se atraganta entre grandes rocas-

 una voz en la luz del alba.




 8. OTOÑO


 Desde detrás de los pinos

     de las colinas Fushimi

          miro hacia lo lejos-

 mientras el amanecer rompe sobre arrozales

   donde sopla el viento de otoño.




 9. INVIERNO 


 Después de una nevada,

 los sakaki* de la cima

     están recubiertos:

 y lustrada por la luz de la luna-

 la Colina Celestial de Kaguyama.


* El sakaki es un árbol de hoja perenne que se usa

como emblema sagrado en el rito Shinto.




 10. LUNA


 La luna radiante

    da vueltas en su curso ahí arriba,

 más allá de las nubes-

 pero aquí abajo se vuelve flores

     que proveen de luz a nuestro mundo.




 11. CAVILACIÓN


 En el futuro lejano,

 ¿se acordará alguien de mí

    con un corazón tierno-

 compartiendo conmigo la costumbre

    de cavilar acerca del pasado?




FUENTE




Steven D. Carter. Traditional Japanese Poetry. An Antho-

logy. Stanford University Press, 1991.

 

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

 

jueves, 15 de julio de 2021

POEMAS DEL KURUNTOKAI HINDÚ

  



 "El Kuruntokai es una de las ocho antologías del Tamil

clásico, adscritas a los tres primeros siglos D.C.", dice

A.K. Ramanujan en la presentación de estos poemas.

  Los poetas tamiles, agrega, no usaban mayúsculas, ni 

signos de puntuación, ni rimas al final de los versos, si-

no que utilizaban la forma de versos blancos a lo que hay 

que agregar que en tamil, a diferencia del inglés o del cas-

tellano, las palabras tienen un "orden libre". De esa cuali-

dad hacen uso aquellos poetas, posicionando de manera 

inusual pero perfectamente aceptable partes de la oración, 

además de ubicar estratégicamente "injertos" de imaginería.



 LO QUE DIJO ELLA


 El zumbido inmóvil del tiempo

 pasada la medianoche.

 Apagadas todas las palabras,

 loa hombres están hundidos en la dulzura

 del sueño. Aún el extenso mundo

 ha dejado de lado sus furias

 para dormir.


          Sólo yo

        estoy despierta.



                                                     Patumagâr

                                                           Kur 6




LO QUE DIJERON LOS PASEANTES


 Este arquero tiene una tiene un cintillo de guerrero

 en su tobillo;

 la muchacha con la pulsera en el brazo

 tiene una tobillera de virgen

 en sus tiernos pies.


          parecen buenas personas.


 En estos lugares

 los vientos baten

 sobre los árboles vákai

 y hacen sonar las vainas de semillas 

 como tambores para acróbatas

 danzando en las cuerdas flojas.


 ¿Pobres seres, quiénes podrían ser?

 y qué los hace caminar

 con todos los demás

 a través de estos caminos desiertos

 tan llenos de bambúes?


                                          Perumpatumagâr

                                                    Kur 7




 LO QUE DIJO LA CONCUBINA


 Te bendigo, corazón mío.

 Los brazaletes de caracoles se deslizan

 de mis debilitadas manos.

 Mis ojos, insomnes desde hace días,

 están enturbiados.

         Levántate, vamos, salgamos

          de esta soledad de aquí.


 Vamos

 donde las tribus usan

 las guirnaldas de cannabis

 más allá de la tierra de Katti,

 el cacique con muchas lanzas,

         vamos, te digo,

         adonde está mi hombre,


        aun entre 

        lenguajes extranjeros.


                                     Mâmûlanâr

                                           Kur 11




 LO QUE DIJO ÉL


 Donde las blancas aguas de la cumbre

 se estrellan a través de las cuevas de la montaña,

 florece en las laderas;

     y allí, el caudillo del pequeño pueblo de la colina

     tiene una hija joven, una muchacha

     de estupendos brazos, y ella es tierna como el agua,


     ¡imagínatela mitigando mi fuego!


                                        Kapilar

                                             Kur 95




 LO QUE SU AMIGA LE DIJO A ELLA


 Nuestro hombre de las colinas


     donde el curvado bambú salta hacia el cielo 

     con el salto de un caballo desatado


 enflaquece añorando nuestro amor,

 como un toro amañado en verano,


 sin saber que estamos aquí, desperdiciándonos

 por su amor.


                                                  Vittakutiraiyar

                                                        Kur 74




 LO QUE ELLA DIJO


 La desnuda raíz de las alubias es rosada

 como la pata de una gallina selvática,

 y hordas de venados atacan sus vainas demasiado maduras.


 Para la severidad de esta helada temprana

 no hay otra cura

 

 que el pecho de un hombre.


                                              Allur Nanmullai

                                                    Kur 68




 LO QUE LA AMIGA DE ELLA  LE DIJO A Él


 Aun si la pasión debiera pasar,   

              Ah hombre de los cerros

              donde

                 después de las largas lluvias tempestuosas

                 de la noche

              las cascadas de la mañana

              producen música en las cavernas,

 ¿se pasaría nuestro amor también

 junto con la pasión?


                                                 Kapilar

                                                      Kur 42




 LO QUE DIJO ÉL


 Mi amor es una ladrona de dos caras.

 En lo dormido de la noche

 ella viene como la fragancia

 del Cacique de Lanza-Colorada de los colinas boscosas,

 para ser una sola conmigo.


 Y entonces, ella derrama los pétalos

 de las múltiples flores de la noche,

 y se vuelve a arreglar el pelo

 con nuevos perfumes y aceites.

 para ser una con su familia al amanece


 con la cara diferente de una extraña.


                                                         Kapilar

                                                             Kur 312




 LO QUE DIJO SU MADRE ADOPTIVA


¡Que ningún sol arda

 que los árboles den sombra a los frágiles senderos

            de la colina

 que los senderos estén cubiertos de arena

 que una lluvia fresca

 refresque los caminos del desierto

         para esa muchacha sencilla

         cuya cara es del color de la hoja nueva del mango

         que nos dejara

         por un hombre

         con una larga lanza brillante!


                                                           Kaymanâr

                                                            Kur 378




 LO QUE ELLA LE DIJO A SU AMIGA


 Donde crecen las vides de los pimientos

 y tropas de monos

 viven de las jóvenes hojas,


 entre esas colinas él permanece,

 lejos; él es un hombre dulce, sin embargo.


       Y dime, ¿es el así llamado dulce cielo

       más dulce, en verdad, que el sufrimiento

       que ese amado mueve?


                                                       Kapilar

                                                          Kur 288




 LO QUE DIJO ELLA


Mi amante capaz de terribles mentiras

a la noche yace cerca mío

en un sueño

que mentía como la verdad.


Me desperté, todavía decepcionada,

y acaricié la cama

pensando en mi amor.


Es terrible, adelgazo

en la soledad,

como un lirio acuático

roído por un escarabajo.


                                                Kaccipëttu Nannäkaiyär

                                                                       Kur 30




   Todos estos poemas fueron escritos en tamil, una de

las dos lenguas clásicas de la India. Hoy esta lengua dra-

vídica es hablada por más de 70 millones de personas,

fundamentalmente en el estado de Madrás, la región SE

de la India peninsular.

 La temprana literatura clásica tamil está representada por

ocho antologías de versos, diez poemas extensos y una gra-

mática llamada Tolkâppiyam, que significa "Vieja Compo-

sición". Los poemas que presentamos hoy provienen del

Kuruntokai, una de las más antiguas antologías sobrevivien-

tes. Pertenecen a los tres primeros siglos d.C. El tamil clási-

co temprano no le resulta inteligible a un tamil moderno, sin

un estudio especial.

 La literatura del tamil clásico luego se conoció como Can-

kam, que significa "una academia o fraternidad". El verso

Cankam varía en longitud desde los 4 hasta los 800 versos.

Existen 2389 poemas Cankam, de los cuales 100 son anó-

nimos. En el Kuruntokai, hay 400 poemas amorosos. Le

pertenecen a unos 205 poetas. La poesía Cankam está cla-

sificada en dos grandes grupos: "la parte interior" (Akam),

 que son los poemas amorosos, y "la parte exterior" (Puram),

 constituida por todas las demás clases de poemas, general-

mente acerca del bien y el mal, la acción, la comunidad, etc.

La poesía Akam no debe mencionar nombres propios. 

 Según su traductor, A.K. Ramanujan, "en los dos mil años

siguientes los tamiles no han escrito nada mejor."





FUENTE

A.K. Ramanujan. The Interior Landscape. Love Poems
from a Classical Tamil Anthology. Oxford University Press,
1994.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)



 





 

viernes, 9 de julio de 2021

TRES POEMAS DE A.K. RAMANUJAN

 



 Attipat Krishnaswami Ramanujan, nacido en Mysore, In-

dia en 1929, hijo de un matemático y astrónomo, fue cria-

do en un ámbito familiar muy especial. En el primer piso

de su casa se hablaba en Tamil; escaleras arriba, se hablaba

sólo en Sánscrito y en Inglés; y finalmente desde la terraza

se escuchaba el lenguaje local, el Kannada. De manera que

Ramanujan hijo creció hablando a la perfección todas esas

lenguas. Y escribiendo poemas en ellas. Y traduciendo tex-

tos clásicos hindúes tanto del Tamil como del Kannada, al

inglés. Vivió algunos años en Estados Unidos, donde se doc-

toró en lingüística en 1963, para luego viajar a Sri Lanka, 

donde acometió la tarea de convertirse en budista. Finalmen-

te regresó a Estados Unidos para enseñar lenguas y literatura

del sur de Asia en la Universidad de Chicago. Su contribución

al conocimiento en occidente de los textos canónicos de su

India natal ha sido extraordinaria. Murió en 1993.

 Como todo gran traductor, tuvo que resignar una parte im-

portante de su prestigio como poeta, ya que su propia obra

es casi desconocida entre nosotros.

 He aquí un leve intento de reparar esa carencia, mostrando

la sutileza y perspicacia de su poesía.



 ALGUNA GENTE


 Otros ven una corrida, un carnaval, un millón,

 ¿por qué él no ve nada, o peor, sólo uno:

 un cuerpo singular, una cabeza familiar?

 Tú también te preocuparías, ¿no es cierto, si

 

 en el apiñamiento de una conferencia

 acerca de la leche de Delhi y de la soja de China, entre todo


 ese pelo humano, olores

 nacionales y fragancias internacionales,


 vieses a tu esposa de otra vida,

 con quien te casaste y abandonaste en la infancia,


 ahora muerta hace seis semanas, pero parada ahí

 con su sari de seda cruda, vestida con sandalias?




 PLACER


 Un monje Jainista desnudo

 devastado por la fiebre

 primaveral, el vigor


 del largo celibato

 lujurioso ahora como nunca antes

 por el hedor y la visión


 del capullo de mango, ya apretado, ya


 aflojándose en pétalos,

 estambre y mariposa,

 sus varias bocas


 sedientas de pechos,

 nalgas, olores de dedos,

 pelo largo, pelo corto,


 la humedad de lugares que nunca se secan.


 la piel excitada aún por 

 látigos, sí mismo tocando a sí mismo,

 toda la filosofía enfangada


 en su propia saliva,

 el fresco Ganges virando

 sensual sobre él, 

 untado su propio privado


 intocable cuerpo

 Jaina con miel

 espesa y lenta como brea,


 y permaneciera contenido

 por fin sobre un hormiguero

 de rojas hormigas de fuego, gritando


 su viejo grito predecible


 a cada punzada,

 "¡Placer, Placer,

 Gran Placer!"-


 ya no una fórmula

 en el millón de bocas

 de placer-en-el-dolor


 mientras las hormigas trepan, tatuándo-


 lo, miembro por miembro,

 y cubren su cuerpo,

 alguna vez desnudo, alguna vez incluso intangible.




 EN EL ZOO


                                           Un Tour con Comentarios


 Y estos 

 estos son pájaros carroñeros

                                     emblemas adecuados

 para una ciudad como Calcuta

 o como Madurai

 apiñadas hasta el tope de sus puertas


 Generalmente se los conoce 

 como cigüeñas asistentes

             sí tienen una dignidad de largas-patas

 que es ligeramente vulgar


 Las cigüeñas asistentes vienen en tres tonos

 un negro desteñido

              como abogados de Madrás uno gris

 un blanco sucio

            como las cuajadas agusanadas de la abuela


 Son más bien ruidosos y pesados

 en su despegue

 y se baten a sí mismos hacia el aire

             como padre

hacia la lluvia, su abombado paraguas con tres costillas

 rotas por sus hijos en una prueba de esgrima y tres

 por los vientos del año pasado


 Pero una vez levantado el vuelo

           esta tía de patas de araña peludas

 de pájaro

           circunvuela

 con alas inmóviles

           llenando la transparencia del cielo

 de lentos adormilados perfectos círculos

 como la historia de padre de la Alfombra Mágica

 ese alborotado día en que la tormenta se filtró

 a través del techo

 y madre estaba enferma

 y él tuvo que limpiar en el piso

 de la cocina el correteo de nuestros pies



 FUENTE





J.D- McCLATCHY (Ed.). The Vintage Book of Contempo-

rary World Poetry. Vintage Books, 1996.


Un par de ediciones de las traducciones de A.K.R.