jueves, 22 de febrero de 2024

UN TEXTO PERDIDO DE LUDMAN

 Me tendrías acá detenido frente a las letras

 escribidiariamente

 Penumbras del lado luminoso

 En la espera esperable, tarde en la tarde

 Con las manos rebosantes de letras vivas como cangrejos


 Tu amor se desvanecería,  ah, desvanecida

 en las orillas del placer


 Un renglón atrás era todavía una pregunta

 Ahora las letr s se sa tean, la máq ina las  mite

 Máquina de comisaría

 Esta letra, señor, ¿es suya?


 A muchas no las imprime, pero ¿y qué de tus artes

adivinatorias?

 

 Porque se me ocurre que todo lo que siento lo vas sintiendo

 ¿Te molestaría curarme también de esto?


 Te queda de paso. Tu paso (en su doble y triple sentido), es lo

propiamente femenino.

 O puede ser pura gracia. No estoy seguro.


NOTA

Ludman, estaba en esa época embebido en una declaración

de Henri Michaux: "Me he convertido en proa".

Su única estética -basada en la más completa ironía posible-

consistía, en su ya famoso "Soltar las riendas". 

"El minuto crucial de la madrugada del 22 de diciembre de

1849, en la Plaza Semenorsk, en San Petersburgo". dice en

otro papel suelto Ludman, "es aquel en el que "el dolor se con-

vertirá en placer y la dicha en tormento/ para aquel que en la

muerte experimente la vida". Obsérvese el doble encomillado

que sólo cierra luego una de sus hojas. ¿Es Ludman el que ha-

bla?, ¿Es Dostoievski?, ¿Es Stefan Zweig hablando de Dosto-

ievski?

Son esas mezclas. Hay escrituras que viven de ellas.

Por su parte, 59 años después de lo referido, "Viktor Serge ha

escrito una "Historia de Rusia": "un poema extraordinario que

ha pasado desapercibido por supuesto, para casi todo el mun-

do." "¡En 1938!" También allí campea la figura de un todopo-

deroso que gobierna y vigila la vida de los hombres, sus súb-

ditos.

En una tercera nota encontrada, Ludman deja este garabato:

"entonces viene un intento, seguido de otros peores, y así su-

cesivamente, de imaginar la finalidad de tu propia vida..."

Y menciona a Rousseau, que inventó la idea del "sentimiento

de la naturaleza", y que poco después, cuando escribe las En-

soñaciones, en pleno delirio, declara que "todo sucede bajo el

ojo de Dios, bajo la mirada de una Providencia divina." "No es-

tá demasiado escondida, dice Ludman, la videncia, la mirada

que todo lo sabe, en esa idea." "Y una vez más: ¡soltar las rien-

das!"


martes, 13 de febrero de 2024

UN POEMA DE JOSEPH STROUD

  

                                Crédito: Copper Canyon Press     


  INVERNADA


  Octubre 11-

  Esta mañana me despertó la nevada,

  encendí un fuego en el hogar a leña,

  hice café, miré por la ventana

  los árboles blancos y el silencio. Hoy

  haré poco. Tal vez leer algunos Maestros

  de la dinastía Sung, tal vez trabajar

  en el poema que me ha venido eludiendo.

  Ayer apilé leña- cedro de incienso, Jeffrey, abeto blanco-

  arrastrándolos desde la pila de leña,

  apilándolos con una cuerda a la altura del pecho en el porche.

  Hacia el mediodía cambió el clima.

  las nubes fluyendo desde el oeste,

  y ahora esta mañana la primera nieve.

  Yang dice, Las montañas son refrescadas

  por un sol frío. La luz del otoño gotea

  dentro de mi poema. Pienso en el invierno

  que vendrá, cómo el sol caminará por las cumbres,

  cómo la luz escalará el cañón.

  En esos meses, encerrado,

  armaré fuegos en el hogar a leña,

  y veré cómo los troncos se reducen a ascuas.

  Todo el invierno dejaré arder al poema

  dentro de mí, templando cada palabra

  en silencio, con el sol de invierno

  forjando mi vida, puliendo mi espíritu

  en el país de la luz.



FUENTE


Joseph Stroud. Of  This World. New and Selected Poems

1966-2006.

Copper Canyon Press, 2009.


Versión del inglés: RR (c)

  

  

 Joseph Stroud, de quien ya he publicado algunas traducciones

es un poeta que siempre sorprende al lector, en el mejor de los

sentidos. Sorprender en el sentido de asombrar, conduciendo al 

lector suavemente al encuentro con lo inesperado. Por esta cua-

lidad, entre otras, es que Stroud es un gran poeta.

sábado, 3 de febrero de 2024

COPISTAS

  Al día siguiente todos los copistas ingresan ocupando su

lugar en la hilera.

  ¿Son los mismos copistas? ¿Son los mismos lugares?

  Habría que ser ¿quién? para saberlo.

  En cuanto a su tarea: no está especificada. Copiar, sí.

  Pero no se dice nada del 'original' de dichas copias.

  ¿Son todas la misma? ¿Son diversas? ¿Sólo algunas?

 ¿Sólo a veces? ¿Sólo por momentos?

 Por supuesto que nada se indicará acerca del para qué se

realiza esta tarea. No decimos 'trabajo'. Los copistas pueden

no estar trabajando. 

  Escriben, copian, sí -¿los tiempos son regulares o irregula-

res? ¿regulables o irregulables?- pero si el texto original fue-

se inventado, e inventado al mismo tiempo que el copista lo

copia, tendremos una situación bastante diversa. El original

va surgiendo. Hasta puede muy bien resultar que el copista 

sea esencial a la emergencia del texto original. O sea, que si

no se copiase, no habría nada para ser copiado.

  La hilera, el ordenamiento de las horas, todas las series de

prescripciones.

  ¿Se debe obedecer? ¿Se debe obedecer a algo? ¿Se puede

no obedecer a nada? Leyes, órdenes, mandatos, sujeciones,

pulsiones, gobiernos.

  ¿Caerían los textos en el caos?

  Un caos tan temible que se han formado sistemáticamente

leyes -consejos- tribunales- sistemas de penalización y casti-

go- formas de imponer de parte del grueso de la sociedad,

del otro, del Amo, de algo que dirige.

 Habría entonces una forma muy particular de desobedien-

cia: no toma en cuenta ni el deseo del otro, ni el propio, ni

las sanciones en curso. Ambos son ajenos a lo razonable, a

lo establecido, a cualquier reglamentación, a las mismas le-

yes del lenguaje, a las mismas bases de "lo humano".

  El establecimiento progresivo del total sinsentido.

  ¿Puede ser desde el inicio?

  ¿No se necesitaría una base -algo así como el aseguramiento

de la subsistencia? ¿O eso también podría pasarse por alto?

  ¿Puede haber ese después sin antes?

  ¿Un resultado sin propósito?

  ¿Un movimiento sin ninguna voluntad?


  Se escucha algún murmullo de vez en cuando 

  Pero no es que los copistas hablen entre ellos.

  Se trata de que están leyendo sin pensarlo algunas palabras

del texto. O del que están copiando o del que están copiando.


  ¿Qué viene a ser "salirse de la línea"?

  Escribir otra cosa

  El dictado, el dictador

  'Como una boca sin dientes'

  'Como una mano sin dedos'

  Deberes vacíos

  Vidas en espera de órdenes que no han llegado

  Vidas desordenadas porque no se puede saber si esas ór-

denes llegarán alguna vez o nunca


  Vidas (de los copistas) en una dimensión que no es la del 

destino



  NOTA


 Circula mucho, casi diría demasiado, la idea de que los co-

pistas son extraordinariamente mordaces. 

 En un grado tal que se ven obligados a ocultarlo como sea

en orden de evitar los devastadores efectos que su mordaci-

dad extrema desataría.

 No les ha resultado suficiente fingir; han debido crear prác-

ticamente una profesión, extraída de raíces muy antiguas pa-

ra no ser descubiertos.

 Lo cual revela que la mordacidad no es una cosa nimia.

 Proviene de los originarios tiempos en los que los humanos

necesitaban (y aspiraban a desarrollar) dientes-sable, grandes 

filosos, en orden -paradoja sorprendente- de sobrevivir. 

 

viernes, 2 de febrero de 2024

TRES POEMAS DEL HOLANDÉS PETER SWANBORN

  



  NOMBRE


  Veo cómo me ignora, cuidadosamente

  sigilosamente pasa los ojos sobre mí, se pregunta

  qué o por qué este hombre en su casa.


  Y sin embargo no me pregunta quién soy, porqué

  abro sus armarios, aireo sus sacos, sin preguntar

  hojeo su correo, emprolijo, hago té.


  ¿Soy un médico, un reparador, un hijo

  tal vez? Se dirige a mí formalmente,

  nunca se sabe, y sonríe educadamente.


  Yo sigo el juego, su té madam,

  sobresaltado cuando me pregunta quién,

  es, en esa fotografía, esa mujer que sostiene a un niño 

                                          [en sus brazos.




  DOLOR


  Verá señor, no recuerdo nada.


  Puede que así sea, digo. Tus manos tiemblan,

  tus labios están secos. Toma, come un poco.

  Está salado y blando y a vos te parece

  

  delicioso, eso es lo que acabás de decir, delicioso.

  Me mira tan azul y vacía

  que me pregunto cómo es posible,


  olvidarse de todo, todo, sólo el dolor.


  Como un parásito toma prestado corre

  sonriendo a lo largo del cráneo, consume

  como ácido ardiente, se altera con una colisión y


  cuando intento distraerla, una pequeña cucharada,

  por favor, todavía está tibio, yo ayudaré,

  susurra ella, como por primera vez,


  verá señor, es que no recuerdo nada.




  PLEGARIA


  Mirá su rostro y no desees otra cosa 

  que ver lo que se rehúsa a ser visto,

  escuchar lo que no se puede oír.


  Tomá su mano y rogá: volvé,

  abrite, contestame,

  engañame, fingí.


  Pero la que está en silencio no se entrega.

  Levanta los brazos, abre un ojo.

  Todo está ahí. No puedo alcanzarlo.




 Estos conmovedores poemas dedicados a su madre que padece

Alzheimer, fueron publicados en 2007. Es el debut poético de

Peter Swanborn, nacido en Países Bajos en 1963. El libro tuvo

una gran repercusión y fue nominado para el premio Buddingh'

de poesía al año siguiente de su edición. 


Versiones del inglés al castellano: RR (c)

No se menciona al autor de la traducción del holandés al in-

glés, siendo muy probable que pertenezcan al mismo autor.


 FUENTE

Modern Poetry in Translation. Third Series. Number Eighteen.

Transitions, 2012.