lunes, 17 de junio de 2013

IMPERIOS DE LA NOCHE Y DE LOS SUEÑOS

 Se trata de una tribu pequeña y no de las más diestras
de la estepa. A diferencia de las grandes hordas temibles
e indetenibles, la suya es una mísera columna de unos 40
caídos en desgracia. Sus conquistas son casi absurdas pa-
ra los otros. Una finca mal protegida, un islote deshabitado,
un pozo de agua. Con tales recursos no logran conquistar
ciudad alguna. Entonces las arriendan, por unos días, ciu-
dades marginales, con alguna clase de palacio, eso sí, por-
que si no carecería de sentido. Contratos estrictos. Durante
cierta cantidad de días -se gastan en eso todo lo que juntan-
arriendan propiedades y servicios. Parece que toda la ciudad
les perteneciera. Todos trabajan en apariencia para estos Se-
ñores. Les traen informes de las fronteras, se despliegan sus
estandartes algo sucios, se los atiende con cortesías reserva-
das para los grandes Emperadores Mongoles. Suyos son el
palacio y la plaza mayor. Las más bellas mujeres bailan en
sus desoladas fiestas, aunque no pueden tocarlas; y los me-
jores músicos de la ciudad asisten al palacio y, aunque no
tañen ni una nota, beben a su salud. Al cabo de unos pocos -demasiado pocos- días- y agotadas sus arcas, -cada día sale
más caro arrendar una ciudad cualquiera- parten entre las
burlas y los conatos de ira de los habitantes.
 En general, la mayor parte lo hace la noche anterior al día correspondiente. Dejan apenas una pequeña comitiva, que
se retira por una callejuela lateral a la mañana siguiente,
mostrando los dientes y arriesgando el pellejo.
Rotas están desde hace décadas las vértebras de sus frases.
Cabalgarían, si aún tuviesen algún caballo.
Festejarían, si hubiesen degollado a alguien.
Pero todos y cada uno de los humanos encuentra en este
mundo algún consuelo: unos pocos han escabullido entre
los andrajos algunos objetos de valor. No es mucho: se tra-
ta de cosas que deben pasar desapercibidas para no desper-
tar persecuciones ni venganzas.
Pero ya han reiniciado la acumulación de bienes suficientes
como para un nuevo alquiler. Cada vez más breve, de luga-
res cada vez más remotos e insignificantes. Pronto serán si-
tios sin palacio. Luego sin plaza.
Esperan, sin embargo, un golpe de fortuna.
¡Cómo no!
¿Y por qué no habrían de tenerlo, después de todo?
Si nunca se sabe...
En la estepa y en la noche, junto a improvisados fogones,
se sientan a recordar los días gloriosos de su estirpe.
Y sueñan con asaltos fulminantes a nuevas Grandes Ciuda-
des Imperiales, y con sus raptos, violaciones, captura de te-
soros y masacres formidables.

sábado, 15 de junio de 2013

¡AL RESCATE! UNA LEYENDA ÑENGATÚ (Y PIERRE CLASTRES)









Pierre Clastres (París 1934-1977) es un anarco-antropólogo.
De campo. Recorrió vastas zonas de América del Sur, entre
ellas la de Orinoquia, en Venezuela, donde contactó con la
que en ese momento era la última sociedad primitiva en la
región inexplorada (o "inexplotada", como agrega en su co-
mentario) de ese continente, los Yanomami. Un grupo étni-
co vecino de los Ñengatú, indios del Amazonas.
Clastres: "En América del Sur es casi unánime la opinión de
que los indios son perezosos. Efectivamente, no son cristia-
nos y no juzgan necesario ganar el pan con el sudor de su fren-
te y, como en términos generales, de lo que se trata es de apo-
derarse del de los demás, a quienes se hace transpirar, se com-
prende que para ellos la alegría y el trabajo sean nociones ex-
cluyentes una con respecto a la otra. (...) Entre los Yanomami
todas las necesidades de la sociedad se cubren con una activi-
dad media (para los adultos) de tres horas de trabajo por per-
sona y por día. Esto no es nuevo, se sabe que es así en la ma-
yor parte de las sociedades primitivas. En todo caso, tengá-
moslo presente para cuando llegue el momento de exigir la
jubilación a los sesenta años."

Esta bella leyenda Ñengatú proviene del libro "Amazonia",
cuya selección hiciera Newton Freitas, en base a las versio-
nes de Antonio Brandâo de Amorim, quien dedicara gran
parte de su vida al estudio etnográfico de los indios del
Río Negro y del Río Branco.
"Amazonia" fue publicado por la Editorial Nova en Buenos
Aires, en octubre de 1943.



                                          AMAO

 1- En el principio del mundo, dicen, apareció entre otras
criaturas una moza linda.
 2- No conocía hombre; su nombre era Amao.
 3- Una tarde Amao fue a la orilla del río y allí se sentó.
 4- En el mismo momento pasaron junto a ella peces a mon-
tones; la piel de ellos, dicen, brillaba de verdad.
 5- Ella metió la mano en el río, tomó un pez.
 6- El pez saltó de la mano de ella, saltó derecho a su vientre,
la agujereó y volvió a saltar al río.
 7- Desde entonces su barriga fue creciendo; cuando llegó su
luna, ella tuvo un niño.
 8- La criatura tenía ya dos lunas cuando la madre fue a pes-
car con red pecesitos en la cabecera del río.
 9- Dejó al niño acostado sobre una piedra.
10- A mediodía Amao salió, fue a ver al niño y lo encontró
muerto
11- Cargó su cuerpo, lloró durante la noche, y cuando el Sol
apareció el niño habló de esta manera:
12- Madre, mira cómo los animales y los pájaros se ríen de
nosotros.
13- Ellos me asustaron y me hicieron morir.
14- Ahora, para que no se burlen de ti, sahúmalos con resina
para que se conviertan en piedra.
15- Esto solamente dijo.
16- A la tarde, Amao enterró a su hijo; a media noche con-
virtió en piedra a todos los animales.
17- A la mañana, dicen, el Cururu (nombre común a todos
los grandes batracios terrestres), el CUJUBIM (ave de la
familia de los cracideos), el Pájaro Payé, la Alondra eran
ya de piedra.
18- Cobra-Grande, Raya, Tayasú (cerdo salvaje), Tapir no
se convirtieron en piedra porque habían ido a comer a la ca-
becera del río.
19. Amao voló entonces a la cabecera, se posó sobre una
piedra grande y allí encontró durmiendo a Tayasú y a Tapir.
20- Amao golpeó primero a Tayasú, después golpeó a Tapir;
ambos murieron.
21- Después descuartizó al tapir y al tayasú, tiró su carne al
río y dejó solamente un muslo de tapir y otro de taiassu so-
bre la piedra; allí los convirtió en piedra.
22- Como Cobra grande y Raya todavía estaban comiendo
en el fondo del agua, ella hizo una trampa en la orilla del
río para atraparlos.
23- Ya noche grande, oyó algo debatirse en la trampa; fue
a ver y encontró a Cobra Grande y a Raya.
24- Les tiró encima resina, se convirtieron inmediatamente
en piedra.
25- Después volvió para enseñar todos los trabajos a la gente
de su tierra.
26- Construyó un horno, mostró a la gente cómo hacer beijú,
harina, fariña de tapioca, un montón de cosas.
27- Después de enseñar todo, Amao desapareció de esta tie-
rra, nadie sabe por dónde.


 Esta es la leyenda Ñengatú. La dejo intacta, porque para
nosotros es un texto poético. Y eso, si logramos escucharlo
como tal. Sus sentidos, los nudos que anuda, no están a nues-
tro alcance.
 Mencioné a Pierre Clastres como anarquista, porque su in-
terpretación de las culturas "salvajes" (no esquiva el término,
sino que le parece necesario reivindicarlo) es que "durante
miles y miles de años, y en algunos casos hasta bien entrado
el siglo XX, se definen por el esfuerzo ciclópeo de su comba-
te aguerrido contra la conformación de un poder diferenciado
y por la conservación de un poder indiviso de la sociedad to-
tal". "Este pensamiento salvaje, casi enceguecedor por su ex-
ceso de luz, nos dice que el lugar de nacimiento del Mal, de
la fuente de la infelicidad es el Uno." (El Uno= el Amo).
 Y agrego estas tres características de la "sociedad primitiva"
tal como las expresa Clastres a través de un ensayo de Eduar-
do Grüner, publicado en el tremendo libro "El espíritu de las
leyes salvajes", que tuvo a Miguel Abensour como compila-
dor y que publicó Ediciones del Sol en 2007:

 1. La "sociedad primitiva" no es una sociedad de la esca-
sez, es una sociedad de la superabundancia: ella no es im-
productiva, sino que está contra la "producción".
 2. La "sociedad primitiva" no es una sociedad sin Estado,
es una sociedad contra el Estado: no es que en ella no exis-
tan el poder y la política, sino que "poder" y "política" son
usados por toda la sociedad para evitar la emergencia de la
dominación del "Uno", y para conservar la igualdad.
 3. La "sociedad primitiva" no es una sociedad del intercam-
bio pacífico, sino una sociedad de la guerra constitutiva: no
es que se hace la guerra cuando "falla" el intercambio entre
los aliados, sino que se intercambia entre los aliados para
afianzar el "frente" común contra el enemigo, al cual debe
hacérsele la guerra, sencillamente, para mantener la propia
identidad y la propia libertad.



 No me extenderé acá en las apasionantes ideas de Pierre
Clastres. He intentado provocar su lectura.
 Su pensamiento desafía todo lo establecido y Clastres no
ha dudado en atacar con todas sus fuerzas tanto las ideas
marxistas como cualquier otro dogma que intente la des-
calificación del Otro, el "salvaje", el "primitivo".
 Ha vivido bastante tiempo con los Guayakí y su descrip-
ción de este pueblo en extinción es conmovedora.
 Sólo voy a referir una de esas características de la insal-
vable Diferencia entre "civilizados" y "salvajes". Para los
Guayaki el Jefe tiene una deuda infinita con la sociedad.
Una deuda que deberá pagar con su vida, nada menos.
Si, por el contrario, la sociedad se transformase en deudo-
ra del Rey o del Jefe, en lugar de su acreedor, se darían
las condiciones para la emergencia del "Estado" o del
Uno, con la inevitable concentración de poder en el jefe
que debe estar sólo como si no estuviera, como si sólo
fuese una voz, flotando. La voz casi inaudible, el mur-
mullo de la Ley, "de la sociedad como tal".



También en estas culturas hay "griots", especie de cha-
manes cuya única función es el recitado de los relatos
míticos como el del Ñengatú, "las palabras de la tribu".
El saber que viene del pasado y que preserva la identi-
dad y el sentido.
Esos Otros mundos están desapareciendo. El Uno se
extiende. Metáfora y realidad: como una epidemia.



He visto un documental hace pocos días en el que un
grupo de científicos y exploradores intentaban resca-
tar restos congelados de mamuts en ciertas zonas de
Siberia -durante sus brevísimos veranos- para clonar
sus células y generar, supongo yo, ejemplares que de-
volverán si no la época a la que pertenecieron, sí los
caudalosos fondos necesarios para tal empresa.
No hay ciencia que restituya las culturas, las lenguas,
las concepciones y los órdenes del mundo que se pier-
den continua e inexorablemente en el planeta. Ya no
están los últimos Guayakí. Ni, probablemente, aque-
llos pueblos para los cuales la leyenda del Ñengatú
estaba repleta de significados y misterios.
Sólo tenemos estas palabras, en nuestro idioma y con
nuestros esquemas mentales de entendimiento.
Sólo nos quedan la resonancia poética de estas pala-
bras... y sus caudalosos silencios.






Otros textos vinculados:

miércoles, 12 de junio de 2013

POESIA ORAL AFRICANA (2° PARTE)



 En este segundo acercamiento a la poesía oral africana,
dejaremos de lado el enfoque geopolítico y abordaremos
esa literatura desde la pregunta por la historia. Porque
ésa es una línea divisoria, justamente, cuando se piensa
acerca de este continente. La antecede otra, ya que África
está dividida en dos partes, lo cual ya verifica la existen-
cia de esa historia: al norte, los países árabes del desierto,
y al sur, los países de las selvas y montes de la raza negra.
 Las discusiones acerca de si las etnias africanas tienen o
carecen de historia no están para nada exentas de conte-
nido ideológico, ya que la ausencia de registro histórico
de esos pueblos los condenaría automáticamente a la in-
ferioridad.
 Si la Tradición es, etimológicamente, Transmisión, estos
pueblos están 'hechos' de historia e historias.
 Dejaremos para otra ocasión las complejísimas relaciones
entre cosmogonía y organización social de muchos de es-
tos pueblos. En inglés puede consultarse "African Oral
Poetry", de Finnegan, y en castellano es irreemplazable
un libro editado ya hace más de 50 años, de Daryll Forde,
llamado "Mundos Africanos. Estudios sobre las ideas cos-
mológicas y los valores sociales de algunos pueblos de Á-
frica", editado por el F.C.E. El capítulo dedicado a los Do-
gon es realmente notable.
 En la categoría de los cantos tradicionales propiamente di-
cha están los que son cantados al menos una vez al año, o
una vez en un ciclo de un número determinado de meses,
o en ocasiones especiales.
 Los más frecuentes son los que corresponden al nacimien-
to, los cantos de iniciación, los que celebran bodas (por le-
jos los más frecuentes en muchas comunidades), los de la-
mento, los de elogio y alabanza y, finalmente, los cantos
funerarios.
 El ciclo agrícola tiene sus cantos, así como la pesca, la
caza, los marinos, los del trabajo. Sólo en Swahili se han
distinguido veinticinco clases distintas de cantos.

 Hay 49 países en África, cientos de etnias, 1200 idiomas.

 La mayoría de esos países e idiomas pertenecen al África
negra o sub-sahariana. Los grupos étnicos poseen distintas
culturas y religiones, y hablan en idiomas ininteligibles pa-
ra las demás etnias. En Kenia, solamente, existen 39 etnias,
en Uganda y en Ghana, 22; en Tanzania 46 y en Zaire 236.
No se cuentan aquí los dialectos: se trata de lenguas diver-
sas. Las lenguas africanas están muy lejos de ser primitivas.
Son lenguas extremadamente complejas, muy difíciles de
aprender. Sus estructuras complicadas están llenas de ex-
presiones idiomáticas, proverbios y referencias múltiples
a cuestiones religiosas, costumbres, comportamientos e his-
toria.
 La colección de todos los mitos de los pueblos sub-saharia-
nos ocuparía cientos de miles de páginas, aún sufriendo la
incompletud de nuestros conocimientos. La mitología es la
columna vertebral de la religión. Y los pueblos africanos
son mucho más religiosos que los occidentales, y dedican
un buen tiempo de sus vidas a rendir culto.


 La no posesión de la escritura* se corresponde a un mundo
que le asigna un valor mayúsculo a la palabra. El hombre
africano representado por estas culturas tiene una visión
mística del mundo (objetos y seres), una orientación muy
distinta a la del hombre europeo, por cierto, pero sin que
eso signifique que está totalmente cerrada a su compren-
sión. Una de las distinciones que podemos anotar es la de
no diferenciar en forma tajante el mundo natural del sobre-
natural: todo está recorrido por fuerzas dinámicas, conjun-
tos de acciones y reacciones místicas; conjunto éste que
depende tanto de los humanos como éstos de él. Viven en
un mundo de fuerzas ocultas -como nosotros, pero en nues-
tro caso esas fuerzas ocultas no provienen de la naturaleza,
sino de las maniobras humanas.
 Esa literatura oral la cultivan en especial, aunque pertenez-
can a los pueblos en general, los llamados "griots", que pro-
vienen de las castas de trabajadores intelectuales. Hay entre
ellos narradores de cuentos (llamados "dialis", que podrían
compararse a los trovadores medievales), así como músicos,
danzarines y cantantes. Muchos de ellos son verdaderas en-
ciclopedias ambulantes, conocedores de la historia transmi-
tida de su pueblo, sus reyes y batallas, sus reinos y sus tra-
diciones. La religión forma parte nuclear de la vida del Áfri-
ca negra. Además de canciones y cuentos, se transmiten pro-
verbios, leyendas y apólogos, que forman parte de la vida
cotidiana.
[* Existe una literatura escrita, silábica, llamada vais, en
Liberia y Sierra Leona.]
 Otras lógicas, otros mundos. De eso se trata el intento de
rescatar y difundir estos textos. Los leeremos, cierta y la-
mentablemente, desde nuestra inexorable perspectiva occi-
dental. De los cientos de idiomas y de la enorme diversidad
étnica del África negra nos llegarán apenas ecos lejanos.
 Apostemos a que alguno de esos ecos toquen alguna cuer-
da diferente en nosotros. Como cuando ciertos ejercicios
nos recuerdan la existencia de músculos que no conocíamos
de nuestro cuerpo, o que teníamos profundamente olvidados.













AANDONGA (ANGOLA y SUDAFRICA)

EL CANTO DE AUTOELOGIO DEL HOMBRE DE LA
LLUVIA

Ninguna casa está tan sólidamente construida
Para impedir que yo, la lluvia, entre en ella.
Soy bien conocida por chozas y tejados,
Soy la nieta de Nunca-estuve-ahí.
Soy la madre de los mejores pastos,
Padre de los campos verdes de todas partes.
Mis flechas jamás yerran su blanco,
Golpean a los dueños de cabañas.
Soy el terror de las paredes de barro
y de la arquitectura de las termitas,
Inspirador de miedos arriba y abajo.
Cuando me derramo en la mañana, la gente dice:
"Ha cortado nuestros labios y taponado nuestras bocas,
nos está dando frutos jugosos.
Él ha llovido y trajo hongos,
Blancos como el marfil."


AKAN (GHANA)

A LA TIERRA

Tierra, condolencias
Tierra, condolencias
Tierra y polvo
Ser Supremo
Me reclino sobre tí
Tierra, cuando estoy a punto de morir
Me reclino sobre tí
Tierra, mientras estoy vivo
Dependo de tí
Tierra que recibe cuerpos muertos
El Redoblante del Creador dice
Desde dondequiera que haya ido
Él se ha animado a sí mismo
Él se ha animado a sí mismo


ALUR (UGANDA)

CANTO DE UNA MADRE AHOGADA PARA SU LLO-
ROSO BEBE

Seca tus lágrimas mi tierno bebe
Estoy viniendo en la luz de la luna
Mi criatura está en los altos pastizales llorando
Espera, la leche de tu madre está viniendo
Está ansiosa de ser dada
Estoy viniendo en la luz de la luna...


AMBO (ÁFRICA CENTRAL)

DOS CANCIONES FÚNEBRES

1.
¿Por qué será que
He nacido?
¡Deberían haberme
arrojado a la cueva!*
Al mirar Este cadáver
Que yace aquí
¿Qué ha traído
a la muerte
hasta nosotros?
Uuuuhh.

2.
En mí se ha alzado
El amanecer
Calamitoso.
El robo
Ha sido realizado.
Un fantasma
Despertó
A la serpiente.

[* Si un niño nace muerto o muere antes de la dentición.
no se lo considera un ser humano completo y es enterrado
arrojándolo a la cueva de un oso hormiguero. El cantante
hubiese preferido ser arrojado o no haber nacido antes que
vivir para conocer a la muerte.]




AMHARA

EL AMANTE DESPRECIABLE

Pantalones de viento y botones de granizo;
Un montículo de tierra Shoa, en Gondar nada queda;
Una hiena cargando carne, llevada con una correa de cuero;
Algo de agua en una copa dejada cerca del fuego;
Una medida de agua arrojada sobre el fogón
Un caballo de niebla y un hinchado
Inservible para todo, útil para nadie;
¿Por qué estoy enamorada de un hombre como él?


ASHANTI (GHANA)

POEMA DE TAMBORES

Oh, Bruja, no me mates, Bruja
Por favor, dispénsame, Bruja
Este Tañedor Sagrado te jura que
Cuando se levante una mañana
Hará sonar los tambores por tí alguna mañana
Muy temprano
Muy temprano
Muy temprano
Oh, Bruja que mata a nuestros hijos precozmente
Este Tañedor Sagrado te jura que
Hará sonar los tambores por tí alguna mañana
Muy temprano
Muy temprano
Muy temprano
Siénteme hablar contigo
Trata de entender


BAKONGO (CONGO)

KIMPA                   [Kimpa= Ritmo)

El anciano se lleva todo lo que puede,
El joven hace lo mismo.
Pero sobre todas las cosas reina Nzambi Mpungu.
Si nosotros los humanos pescamos una sola vez, pasamos
                                                                              [hambre,
Si sacamos vino de una sola palmera, pasamos sed.
Los ancestros vienen a comer con nosotros.
La que nos come -Muerte- no come con los hombres,
Ella anda por hondos valles, por lejanas tierras.


BAMBARA (MALI)

GRULLA CORONADA

Grulla coronada
Poderosa grulla coronada
Pájaro de la palabra
Hermosa grulla coronada
Tú tomaste parte de la creación
La voz es tu regalo, n.guma
Diciendo la palabra, la acentúas
Tú el tambor y el palillo que lo golpea.
Lo que dices lo dices claramente
Ancestro de los cantores de alabanzas, hasta el árbol
Sobre el que te posas es merecedor de elogio.
Hablando de aves, tú completas la lista
Algunas tienen cabezas grandes y picos pequeños
Otros tienen picos grandes y cabezas pequeñas
Pero tú tienes auto-conocimiento, n,guma
Es el creador en persona quien te ha adornado.

[Según un mito Bambara, la grulla coronada (Balearica pa-
vonina) fue quien le enseñó a hablar a los hombres, presen-
tándole los 70 fonemas básicos de su lengua (14 consonantes
y 5 vocales en varias combinaciones). Para los Bambara, co-
mo para los Dogon, la ropa es la palabra manifestada simple-
mente. "Estar desnudo es estar sin habla". El árbol sobre el
que se posa la Grulla es el árbol-de-seda, un símbolo natural
del alma por la liviandad de su madera y de las fibras sedosas
que produce.]



BANTÚES (CAMERÚN a SOMALÍA)

CONEXIONES

1.
Todavía estoy tallando un bastón de palo-hacha.
Todavía estoy pensando en eso.

2.
El lago se seca por los bordes.
El elefante se mata con una flecha pequeña.

3.
La pequeña choza se cae.
Mañana, dudas.

4.
El sonido de un colmillo de elefante al quebrarse.
La ira de un hombre hambriento.

5.
¿Hay alguien en la orilla?
El cangrejo me ha apresado por un dedo.

6.
Somos el fuego que quema el país.
El Cachorro de Elefante está expuesto en la llanura.




BERGDAMA (SUDÁFRICA)

DESPEDIDA

Mañana partiré.
¿Llegaré a mi país?
Soy un pájaro en la confluencia del río.
Las mujeres me han abandonado, se fueron lejos a buscar
                                                                                  [agua.
Dime tú, muchacha sin adornos,
Dime, tú la del rostro claro,
Oh tú, sin adornos,
¿Llegaré a mi lejano país?
¿Llegaré al Okawango?
Eso es lo que tiene para decir mi arpa.




BOSQUIMANOS (BOTSWANA a NAMIBIA)

LA CANCIÓN DE LA LLUVIA

Bajo el sol
La tierra está reseca
Junto al fuego
Lloro sola
A lo largo del día
La tierra llora
Para que venga la lluvia.
Toda la noche mi corazón llora
Para que mi cazador venga
Y me lleve con él.

¡Ah" Escucha al viento,
Tú, mujer,
El tiempo está llegando,
La lluvia está próxima.
Escucha a tu corazón,
Tu cazador está aquí.




BOSQUIMANOS

EL DÍA QUE MORIMOS

El día que morimos
El viento desciende
Para llevarse
nuestras pisadas.

El viento levanta polvo
Para cubrir
Las huellas que dejamos
Al caminar.

De otro modo
Parecería
Que seguiríamos vivos.

Por lo tanto el viento,
Es él el que viene,
A soplar
Nuestras pisadas.




CAMMA (ÁFRICA OCCIDENTAL)

EL EUROPEO

En el palacio azul del profundo océano
Mora un extraño ser.
Su piel es blanca como la sal
Su cabello largo como las algas.
Su vestido está hecho de peces.
Peces más encantadores que los pájaros.
Su casa está hecha de varas de bronces
Su jardín es un bosque de hojas de tabaco.
Su país está sembrado de perlas blancas
Como arena en la playa.




CHAGGA (TANZANIA)

CANTO PARA UNA DANZA DE GUERRA

Aún si todo el ganado de nuestro país
fuese robado por el enemigo,
no abandonaríamos este país nuestro.
Aun si el Cacique Orombo se retira
completamente, no dejaremos este país nuestro.
¡Si no tenemos otro alimento,
mordisquearemos los troncos
de los bananeros de esta tierra nuestra!



DINKA (SUDÁN)

CANCIÓN DEL TORO

Mi toro es plateado como los peces plateados del río
  Blanco como el plumón en la orilla
  Blanco como leche fresca.
Su bramido es como el rugido del cañón turco
  De la orilla distante.
Mi toro es oscuro como las nubes de lluvia que acompañan
                                                                      [a las tormentas.
Él es invierno y verano
  La mitad de él oscura como el cúmulo
  La mitad de él blanca como la luz solar.
Su joroba brilla como la estrella de la mañana
Su frente es roja como el zarzo de cálao-
  Como un estandarte,
  Visto por la gente desde lejos.
Él es como el arco iris
Lo mojaré en el río
  Y alejaré a mis enemigos con la lanza.
Déjalos mojar a su ganado en el pozo;
  ¡Para mí y mi toro, el río!
Bebe, oh Toro, del río;
¿Acaso no estoy aquí con mi lanza para protegerte?




DUALA (CAMERÚN)

LA ESPOSA CANTA MIENTRAS EL MARIDO
REMA EN EL RÍO

Temprano temprano en la mañana
mientras que los lirios acuáticos se abren
se abren cerca de las playas arenosas
mientras el pequeño viento de la mañana
sopla de tal modo que mi corazón se hiela
¡Escucha, mi marido! Tu esposa está asustada
asustada por los grandes cocodrilos
que flotan en la oscura, oscura agua
ellos abren sus grandes bocas
que contienen mil dientes
y las cierran con violencia: ¡kwa!

Mi marido está remando con gran esfuerzo: pobom pobom
Los remos golpean el agua todo el tiempo: budum budum
La barca divide las aguas: wai wai




ETÍOPES

LA PRISA DEL AMOR

No tengo ningún sombrero en la cabeza,
No tengo zapatos en los pies.
¡Qué prisa tengo
cuando vengo a ti!


AMOR

Lo llaman "amor, amor",
aligerando su nombre.
Pero es más pesado que una roca
para el que lo sobrelleva.


REMEDIOS

Si me duele la cabeza me hago sangrías.
Si tengo el cólico, tomo alguna medicina.
Si me ataca una erupción,
Voy a las Termas Calientes.
¿Pero dónde hay un remedio
Para lo que ella me hace a mí?




EWE (ÁFRICA OCCIDENTAL)

TRISTEZA DE LA VIDA

El hermoso campo de juego ha caído en ruinas.
El hermoso terreno de placeres ha caído en ruinas.
El denso bosque se ha vuelto sabana,
Nuestro hermoso poblado se ha vuelto pastizal,
Nuestro hermoso poblado no es más que un pastizal.

Que el enterrador no me entierre.
Deja que entierre mis pies, y que deje desnudo mi pecho,
Deja que mi gente venga y vea mi rostro,
Deja que vengan y miren a mis ojos.

El tambor no bate de alegría.
"Tristeza de la vida", "tristeza de la vida", suena el tambor.
El tambor sólo suena de tristeza de la vida.




EWONDO-BETI (CAMERÚN)

EL GORRIÓN

El año que trabajamos
Mi madre se enfermó
El año que comimos
¡Mi madre, curada!
Este año, madre está enferma
¡Aquel año, madre está curada!

¿Debemos comer o debemos guardar las semillas?
¿Debemos comer o debemos guardar las semillas?

[El gorrión conoce la diferencia entre trabajar y acumular.
Este canto apunta al problema intrínseco de la economía.
Cuánto comer y cuánto guardar para la siembra.]




FANG (CAMERÚN y GABÓN)

HIMNO AL SOL

La temerosa noche se sumerge
Temblando en lo profundo
Delante de tu ojo relampagueante
Y las veloces flechas
de tu fogosa aljaba.
Con chispeantes golpes de luz
Tú rasgas su manto
El negro manto forrado de fuego
Y tachonado de rutilantes estrellas-
Con chispeantes golpes de luz
Tú rasgas el negro manto.




FON (DAHOMEY)

AL DIOS-SOL

Suave, suave, Lisa-o,
Suave, Oh Dios-Sol,
No violes el mundo.
Embiste pateando la tierra con cascos en llamas,
Embiste golpeando la tierra con cuernos de fuego,
Pero no violes el mundo,
No nos destruyas.





GALLA (Sur de ETIOPÍA)

EL REGRESO A CASA DEL COMBATIENTE VICTO-
RIOSO

El buitre -gucci ama el sol.
¡He descendido al estrecho valle
y he derribado a los jinetes!
Mi padrino adornará mi pelo;
Las muchachas hermosas ornarán mi peine;
Mis amigos me besarán en la boca.
Los niños me dirán: "¡has matado bien!"
Catorce invitaciones.
"No dejes de venir a pasar una semana,
Siéntate aquí a mi derecha."
Cantos-de-guerra mezclados con hidromiel...
¡En estas cosas estoy pensando!
En cuanto a mi vida,
¿Qué he pensado de ella?




HAUSA (NIGERIA)

MARIPOSA

Ah brillante
Ah Libro de Dios
Ah ilustrada
¡Abre tu libro!


CANCIÓN DE LOS CAZADORES

No es por la carne
Sino por el bien de la cacería
Que cazamos.
Si usted cree que la carne es nuestra meta
¡nos volveremos!
La carne se encuentra en la casa
O en lo del carnicero.




HOTENTOTES (SUDÁFRICA)

LOS ANCESTROS

Los días han pasado;
Somos un campamento errante
Tal vez haya días más brillantes ante nosotros
Tal vez.

La luz merma
La noche se hace más oscura.
Hambre mañana.

Dios está enojado
Los ancianos se han ido
Sus huesos están lejos
Sus almas vagan.

El viento que pasa
Quizás lo sabe.

Sus huesos están lejos
Sus almas vagan.
¿Están lejos,
están muy cerca?
¿Desean sacrificios,
quieren sangre?
¿Están lejos,
están cerca?

El viento que pasa
El espíritu que agita la hoja
Quizás lo sabe.




IBO (o IGBO) (NIGERIA a CAMERÚN) 

CANTO FÚNEBRE

Ojea noble ojea
Mira a tu alrededor antes de partir.
Ojea, mira, la pelea ha terminado.
El fuego ha consumido la plaza,
El fuego ha consumido la casa,
Ojea, mira, la pelea ha terminado.

Ojea, hermano Ojea,
Mira y pondera.
Ojea, mira, la pelea ha terminado.
Si la lluvia empapa el cuerpo,
¿pueden las ropas estar secas?
Ojea, oh, la pelea ha terminado.




JULA (COSTA DE MARFIL)

UNA MUJER CANTA

Moriré de pena
no cuando muera mi marido
no cuando muera mi amante
sino cuando muera mi primer amor


UN HOMBRE CANTA

Si ya no me amas
¿porqué no lo dices claramente?
¿Por qué cantas en proverbios?
El pájaro que canta no atrapa gusanos.
El hablador no tiene tiempo para el amor.




KIJOKU (ÁFRICA OCCIDENTAL)

HIMNO AL RELÁMPAGO

En el Oeste vegetan las nubes
En el Este están dispersas.
Las flores se abren,
La nube blanca se abre,
Las ramas del muérdago rezuman
El relámpago cae sobre sus ramas.
Crepitante fuego extendiéndose
Fuego que habiendo visto se extiende
Madera para el fuego
Dobla expande
Relámpagos
Golpean rompen
Agua en la superficie de la arcilla
Donde las nubes estaban juntas
Rugiendo
Continuamente
Relámpagos
Tronando con rencor.




M'BAI (CHAD)

UNA CANCIÓN ACERCA DEL ADULTERIO

La liebre está en la olla cocinándose
La liebre está en el sartén más grande
Sus patas delanteras están ahí
Sus patas traseras están ahí
¡Trata de atrapar a la liebre mientras está adentro!
Antes de que el agua empezara a burbujear
Antes de que hirviera con grandes hervores
La liebre se escapó por debajo de la tapa
Dejando atrás una bola de mijo
Dejando atrás una bola de avena
Dejando atrás una bola de carne (un niño).
La liebre está en casa donde cantan los zorzales
Ha eludido a sus perseguidores
La liebre vivirá para comerse las verduras
De otras ollas.




MALAGASY (MADAGASCAR)

HAIN-TENYS

*

La tierra es un palacio que mira hacia lo alto,
El cielo es un palacio que mira hacia lo bajo.
Iré del otro lado del agua
A tomar a Rasoa de las Siete Bellezas.
El rey juega con las tierras,
Yo juego con las hijas de los hombres.

*

Eres un fruto deseado,
Una preciosa banana,
Aunque la mariposa te desflore
No te dejaré.
El que muera por la amada
Es un caimancito que su madre devora.
Vuelve al vientre que conoce tan bien.

*

La colina huele a salvia,
La cebolla tiene olor a limón.
-Cuando siento el olor del amor,
Quiero comprar, quiero intercambiar.
La palabra tierna es como una comida.

*

Si es para ti,
Soy el huevo de alondra al borde del camino.
Si es para otro,
Soy el pichón de pájaro que duerme lejos en la isla.

*

La muchacha se trepó a la morera,
El hombre se trepó a un limonero.
La araña los enlaza.
Lo Delicioso no los deja separar.

*

En el bosque eres el cardenal rojo
Pero aquí, eres color de alondra.
Las mujeres de otros son corales
Desparramados en la estera.
Los ojos gustan de verlos.
Las manos no pueden tocarlos.

*

El pájaro extraña la estación que se ha ido.
Yo extraño a mi amiga en viaje.
Beber agua en la mano de tu amiga
No es sed sino capricho de amor.




MAHI (BENIN)

LAMENTO

Escucha mi dolor
Escucha mi lamento
El murciélago fue golpeado por el infortunio
Su cabeza cuelga gacha.
Yo también fui golpeado por el infortunio
Mis brazos cuelgan inermes.
El mono fue golpeado por el infortunio
Sus hermanos interrumpen sus juegos.
El lago está lleno de agua
El lago no puede desplazarse.
El cuarto en el que estamos bebiendo
El cuarto se ha vuelto oscuro.
El bosque ha estallado en llamas
La hiena busca a su madre.
El antílope huye del bosque
La vida del antílope es triste.

Escuchen mi dolor
Escuchen mi lamento.




MALINKÉ (MALI)

FAKOLI KOROMA, UN JOVEN HÉROE

Si no puedes hallarme en el Lago de los Espíritus,
Búscame en el Lago de los Sacerdotes,
Si no puedes hallarme en el Lago de los Sacerdotes,
Búscame en el Lago de los Espíritus;
Yo, Fakoli, boca grande en una cabeza grande,
(Como el águila cazadora)
Yo, Fakoli, el de los cinco caciques liberados
Yo, un hombre libre que muere
Antes que pagar rescate
Yo, cresta del árbol (del conocimiento)
Yo, columna vertebral y magia
Yo, espina y vidente.




MBUNDU (ANGOLA)

PREOCUPACIÓN

Tengo una cáscara en el ojo,

Un cocodrilo me aferra por la pierna,
Una cabra está en el jardín,
Un puercoespín se está cocinando en la olla,
La comida se está secando en la piedra de moler,
El Rey me ha citado a la corte,
Y debo asistir al funeral de mi suegra:
Para ser breve: estoy ocupado.




MENDE

SOBRE LA RIQUEZA

Yo soy rico
Y he de morir;
Tú eres pobre
Y morirás.




NYAMWEZI (TANGANICA)

CANCIÓN DEL CAZADOR

En la espesura, en la selva profunda,
Hacemos nuestro trabajo;
Un cazador cava un pozo,
Otro fija una trampa.
Dividimos la carne con nuestros seguidores,
Otra parte la cortamos en pedazos
Y la secamos sobre el fuego.
Todos morimos de la misma manera;
Así que, cazadores, seamos camaradas.




PIGMEOS

RITOS DE MUERTE
El animal corre, pasa, muere. Y es el gran frío.
Es el gran frío de la noche, es la oscuridad.
El pájaro vuela, pasa, muere. Y es el gran frío.
Es el gran frío de la noche, es la oscuridad.
El pez huye, pasa, muere. Y es el gran frío.
Es el gran frío de la noche, es la oscuridad.
El hombre come y duerme. Él muere. Y es el gran frío.
Es el gran frío de la noche, es la oscuridad.
Hay luz en el cielo, los ojos están apagados, la estrella brilla.
El frío está abajo, la luz está en lo alto.
El hombre ha pasado, la sombra ha desaparecido, el prisione-
                                                                                [ro es libre.

Khvum, Khvum, ven en respuesta a nuestro llamado.




SHINGITI (MAURITANIA)

UN CANTO DE AMOR

Mi amor, estás demasiado lejos. Te envío mi alma
Para besar el polvo entre tus pies
Para besar tu mano en amorosa reverencia
Esperando que algún día te dignes venir.




SOMALÍES

BALWO

1.
Mujer, bella como el relámpago al atardecer,
Háblame aunque sea una vez.

2.
Un fogonazo de relámpago no calma la sed,
¿Qué es entonces para mí que tu pases de largo?

3.
Como un velero empujado por una tormenta,
Emplazo mi brújula para encontrar un lugar sin gente.

4.
Eres como un lugar de pasto fresco después de un chapa-
                                                                   [rrón de lluvia
Sobre el cual ahora brilla el sol

5.
¡Ah, ojos! Mientras que ella está lejos,
¿Por qué lloráis como si la estuvierais viendo?

6.
Cuando muera -uno nace para morir-
Que mi tumba apunte en su dirección.

7.
¿Son relámpagos distantes
aquello por lo que he luchado en vano?


[Balwo significa "pena, lamento". Estos cantos son inmensa-
mente populares en Somalía y se los ha visto en muchos ca-
sos como blasfemos. Por ejemplo, el N° 6 se refiere a la prác-
tica musulmana de enterrar los cadáveres con la cabeza apun-
tando a la Meca.]




SWAHILI (KENIA)

CANTO DE UN PORTEADOR DE CARAVANA

Mi amor, allá donde vives, si tú te acuerdas de mí,
Cada vez que me detenga en un río, lo cruzaré.
(La joven está inquieta)
¡Ven pronto, mi amor, para que mi corazón se calme!
(La joven está afligida).


CANTO DE NOSTALGIA

¡Magobareni!*
Déjame atar un ramillete de flores de jazmín,
Que suelte el perfume de Magobareni.

[* Magobareni es un lugar.]





ZULÚES (SUDÁFRICA)



CANCIÓN DE AMOR

He visto algunas doncellas, aquellas de las tierras del Sur
Que estaban transportando el dolor de los amantes en sus
                                                                   [jarros-de-agua.
Ellas vinieron al lago, y derramaron el dolor.

Pero entonces regresó el Alborotante Amor, vino y todo
                                                                                [tembló.

Transpórtame, Oh Alborotante, hasta las tierras del Norte,
Para buscar a una doncella cuyo corazón está soltero,
Ya que el corazón de estas otras es doble y es falso.
¡Ya que el corazón de éstas, lo sé, es falso!


CANCIÓN

Ven aquí, mi amada,
Ven, y bésame.
Hay una nueva ley
Que dice que debemos abrazarnos.


JOJINA, MI AMOR

Oh, Jojina, mi amor, siempre te extraño.
Pienso en aquellos días en que estábamos juntos.
Pienso en aquel día en que dijiste:
"sólo la muerte podrá separarnos."
Jojina, los días que se van nunca regresarán, mi amor.


CANCIÓN DE AMOR

Camino sola.


 Una máscara es una imagen de un dios.
 Una máscara tiene que haber danzado.
 La música y la danza traen a la máscara a la vida y la hacen divina.
 El que porta la máscara se identifica con el poderoso dios de la máscara.
 Y a menudo deriva su poder a la sociedad desde el dios mismo.
 Cada año se talla una nueva máscara para el dios, nunca la misma.
 La máscara tiene un rostro, sea este humano o animal.


BIBLIOGRAFÍA




Jack Mapange y Landeg White. Oral Poetry from Africa.
                           Longman, 1983.
Jan Knappert. The A-Z of African Songs. Karnak House,
                           1996.
Leonard Doob. Ants Will Not Eat Your Fingers. A Selec-
                 tion of Traditional African Poems. Walker & Co.,
                 1966.
Ulli Beier. African Poetry. Cambridge Univ. Press, 1966.
Isidore Okpewho. The Heritage of African Poetry. Long-
                 man, 1985.
Bronislaw Stefaniszyn. African Lyric Poetry. Ed. by Alice
                 Diane Coghlan, 1974.
Judith Gleason. Leaf and Bone. African Praise-Poems. Pen-
                 guin, 1994.
Willard Trask. The Unwritten Song. Poetry of the Primitive
                 Peoples of the World. Macmillan, 1966.








Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)