domingo, 2 de junio de 2013

¡AL RESCATE! EL "DIARIO INTIMO" DE JULES RENARD






Se cumplieron 103 años de la muerte de Jules Renard (1864-
1910), un autor que siempre me despertó admiración y sim-
patía. Su ironía, su frescura, su manera de contar pequeños
fragmentos que dan a entender muchas cosas, navega a pleno
en su Diario íntimo. La última entrada del mismo es del 6 de
abril de 1910. Renard murió el 22 de mayo de ese año: "Esta
noche quiero levantarme. ¡Qué pesadez! Una pierna cuelga
afuera, un hilillo corre a lo largo de mi pierna, tendrá que
llegar al talón para que me decida. Se secará en las sábanas
como cuando yo era Pelo de Zanahoria".
 Pelo de Zanahoria es un relato autobiográfico, que cuenta
la sufrida infancia de Renard. Los Diarios dan múltiples
muestras de su gran talento. Publico aquí sólo un puñado de
ellas, para incitar a su lectura completa.

*****

El sueño ni produce ni caldea. Es una cosa muerta que viaja
sin libertad por el espacio, como la luna.

*

-Tengo treinta y cuatro años -me dice Coolus.
-Y yo, treinta y ocho; es una buena diferencia.
-¡Qué son cuatro años!
-Cuando uno ha hecho algo, nada, pero cuando no hizo abso-
lutamente nada la diferencia es enorme.

*

El agua sueña con un álamo.

*

Lamartine sueña cinco minutos y escribe una hora. El arte
es lo contrario.

*

¡Qué pronto cansa la alegría! Por nada del mundo quisiera
ser demasiado feliz; la alegría produce en el corazón el efec-
to de un hielo quemante.

*

¿Acaso es cierto que hayamos nacido para vivir?

*

El grave tañido de las campanas, como si los muertos mis-
mos tiraran de la cuerda con los pies.

*

Con cualquier mujer es lo mismo; aunque seamos dos, el
amor se mantiene solitario.

*

Cuando veía a mi padre pasearse de una ventana a otra, en-
corvado, con las manos a la espalda, silencioso, la mirada
profunda, yo me preguntaba: "¿Qué estará pensando?" Aho-
ra lo sé por mí mismo; me paseo igual que él, con el mismo
porte y puedo responder con certeza: "En nada"
[Me recuerda un episodio de Seinfeld, que en su monólogo
dice: "Las mujeres siempre se preguntan en qué pensamos
los hombres. Bueno, voy a revelar un secreto de mi género.
No pensamos en nada."]

*

En el fondo de todo patriotismo está la guerra: he ahí por
qué no soy patriota.

*

Palabras de una inglesa: "Quiero vivir con mis pesares, no
con mis remordimientos".

*

En el bosque los abetos forman grupo aparte, como sacer-
dotes.

*

Somos igualmente celosos en admiración y en amor. Si no
crees que soy el hombre que más te admira dejo de admi-
rarte.

*

Llora, pero no permitas que ninguna de tus lágrimas caiga
hasta tu pluma y se mezcle con la tinta.

*

Ahora, casi todas las noches, ella cuenta sus muertos. Siem-
pre se equivoca, olvida a algunos: es como si unos estuvie-
ran más muertos que otros.

*

La ignorancia del campesino está compuesta por lo que no
sabe más lo que cree saber.

*

Si pensáramos en todas las oportunidades que hemos tenido,
sin merecerlas, no nos atreveríamos a quejarnos.

*

Pon un poco de luna en lo que escribes.

*

Las cigüeñas gritan como chicos saliendo de clase.

*

No quiero ponerme por delante, pero me fastidia que no
vengan a tomarme de la mano diciendo: "He aquí al hom-
bre que necesitamos." Naturalmente, yo me negaría a se-
guirlos.

*

Unión. ¿Pero qué necesidad hay de unirse a los imbéciles?

*

Mi cerebro necesita dos horas de ensoñación para que yo
obtenga de él un cuarto de hora de trabajo.

*

No me pidáis que sea bueno; pedidme que actúe como si
lo fuera.

*

La idea deliciosa de Saint-Pol Roux de que los árboles in-
tercambian pájaros como si fueran palabras.

*

Me pedía la luna. Traje un balde de agua. "Toma -le dije-,
ahí la tienes. Inclínate, tómala. ¿Que no puedes tomarla?
Es cosa tuya, no mía. Yo te he traído la luna."

*

Le gustan mucho los viajes. Lo que le fastidia es cambiar
de lugar.

*

Cuando me separé de Sarah Bernhardt me sentía en ese es-
tado de ánimo en que escribiríamos un hermoso poema épi-
co si tuviéramos tiempo.

*

Sufrir por la soledad y buscarla.

*

Otro más que tiene el gran resorte flojo.

*

El miedo de la muerte nos hace amar el trabajo, que es la
vida.

*

Debemos domar la vida por la dulzura.

*

Daudet, locuaz, nos habla de la partida de Gauguin, que
quiere ir a Tahití porque allí no conoce a nadie, y nunca
se va, a tal punto que sus mejores amigos terminan por de-
cirle: "Tiene usted que marcharse, querido amigo, tiene us-
ted que marcharse."

*

Llamamos mujer a un hermoso animal sin piel cuya piel es
muy apreciada.

*

Le hubiera gustado caminar, correr sobre el mar ante los
marinos azorados.

*

Ya sé por fin lo que distingue al hombre de la bestia: las
angustias del dinero.

*

A una mujer que ha estado tocando el piano durante una
hora:
-¿Le gusta la música, señora?

*

Verlaine fue a pronunciar conferencias a Holanda, donde
le habían reservado la más hermosa habitación. Llamó al
gerente y le dijo:
-Quiero otra pieza.
-Maestro, ésta es la mejor que tenemos.
-Justamente, por eso quiero otra.
Traía consigo una valija que no contenía más que un dic-
cionario.

*

La amistad nos vacía más que el amor.

*

Cuando me cuesta mucho escribir una página creo que está
bien escrita.

*

La mujer más extraordinaria que hayamos encontrado es la
que acabamos de dejar.

*

Sueña con una cortesana virginal cuyo cuerpo supiera todo
y que llevara una azucena en la mente.

*

Golondrinas; su gracioso desorden sobre el techo. No exis-
te un sendero del aire que no sigan.


Fuente: Jules RENARD. Diario íntimo. Fabril, 1962. Trad.
por Emma Zapettini.










Eso es todo, por ahora.
Para quienes viven en Buenos Aires, este dato: el librito de Renard se vende a muy
bajo precio en una librería de saldos de la Avda de Mayo al 700.


NOTA
Y una opinión contraria: "Nada más triste que el diario de Jules Renard; nada
demuestra mejor el horror a las Letras. El ha debido decirse: "Todos son bajos,
pequeños, arrivistas. Nadie se atreve a confesarlo; yo lo confesaré y seré único."
Y ello provoca en el propio lector y a quien le gustaba Renard, una opresión
insuperable."
Jean COCTEAU, en "Opio. Crónica de una desintoxicación".



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por esta informacion,pero en mi caso
conservo el ejemplar 834
de L'esprit de Jules Renard
extraits du journal, de una tirada
de 2000 ejemplares impreso en
Suiza,en 1946.Una joya.

La neige sur l'eau;le silence sur le silence.
J'entre dans les mauvais nuits,en attendant la nuit. 1910