domingo, 2 de junio de 2013

POESIA CLASICA VIETNAMITA (2° PARTE)






Hemos comentado en la primera parte de esta nota ciertas
características propias de la poesía clásica vietnamita.
 Esta poesía se ha desarrollado en base a poemas de los
monjes budistas y de los letrados confucionistas por una
parte, y a numerosos versos folklóricos cantados por el
pueblo durante los festivales rurales.
 Las formas tradicionales más usadas en el verso popular,
son cuplés de seis-ocho, llamados luc-bát. Con la mayor
frecuencia se trata de composiciones de 8 líneas, llamadas
bát cu, que a veces se reducen a cuartetos llamados tú tuyet.
Ambos obedecen a las reglas de la prosodia china.
 En el siglo XI comienza a utilizarse la escritura demótica,
que usa caracteres chinos para transcribir palabras individua-
les vietnamitas.
 Ya en esta lengua, aparecen formando las raíces de la lite-
ratura de ese país, los 254 poemas que dejara Nguyen Trai
en el siglo XV, junto a las colecciones del Emperador Le
Thánh-tong y los ministros que se denominaron las "28
constelaciones" en su Academia Tao-pan, así como las
pastorales de Nguyen Binh Khiem.

 En el presente existe en Vietnam una gran cultura poética,
atravesada por los avatares políticos de esa nación.
 Dejaremos para otra ocasión a los poetas contemporáneos,
para presentar aquí una nueva serie de poemas clásicos.


ANONIMOS

CANCION DE AMOR

Primero, te admiro por tu pelo arreglado como la cola de
                                                                               [un gallo.
Segundo, te amo porque hablás de una forma tan agraciada.
Tercero, te amo por tus rasgos, que son dulces de mirar.
Cuarto, te amo por tus ropas, que son todas del mismo color.
Quinto, te amo porque tenés ganchitos en el pelo y un aba-
                                                            [nico chino en la mano.
Sexto, te amo porque tu pelo es verde.
Séptimo, te amo porque tus padres te trajeron al mundo.
Octavo, te amo porque tus ojos de fénix me miran tan amo-
                                                                              [rosamente.
Noveno, te amo porque nos vamos a casar y a vivir juntos.
Décimo, te amo porque no te vas a casar con nadie más que
                                                                                [conmigo.

CANCION DE CUNA

Las altas montañas, ¿quién las construyó tan altas?
El río profundo, ¿quién lo cavó tan hondo?


POSIBILIDADES DE ENCUENTRO

El amor fluye corriente abajo hacia Dai Luoc,
la predestinación fluye aguas arriba a Kim Long,
y aquí en el cruce de caminos nuestros dos corazones se
                                                                         [encuentran.
¿Cuándo nos volveremos a encontrar?


CONSEJOS DE UN MARIDO

Nuestro hogar es un solo cuarto,
mitad cocina, mitad dormitorio.
Te dejo a cargo
mientras me voy a comerciar.
Cuida a Madre
para que pueda viajar lejos.
Sé respetuosa, ella es vieja.
No te quejes o la gente cliqueará su lengua.
En tiempos buenos y malos mantén alto tu espíritu,
bajo tu peso. Mantente alerta,
acuérdate de todo,
para que yo pueda comerciar en total tranquilidad.


LA MALA SITUACION DE UNA MUJER SOLTERA

Estar casada
es como ser apilada en hileras.
Pero una joven soltera es inestable,
como un sombrero de paja sin sus cinchas,
como un barco sin timón, como una tabla rota-
peor, porque una tabla rota tiene arreglo.
Una muchacha suelta tiene que correr en círculos.
¡Una miseria, por cierto, permanecer sin casarse!






NGUYEN BINH KHIEM (1491-1585)


ESTAR RETIRADO

Tengo más de setenta y cuatro, y la suerte
de estar acá en casa. Año Nuevo -maravilla
ver renacer el mundo, aunque mi casa sea pobre
en todo menos en libros. Jardines primaverales, bambúes
floreciendo, la casa vacía excepto por uno
larga limpia silla, una brillante ventana.
¿Quién tiene razón? ¿Quién está errado? ¿A quién le importa?
Sólo me río de mi propia simplicidad.


LE THANH-TONG (1442-1497)

EL PERRO DE PIEDRA

Con una zarpa pesada él custodia la frontera,
Solo y en cuclillas en el medio del paso,
Sin prestar atención a la nieve o la helada.
Nunca solicitando comida o paga.
Mirando recto a la cara de los visitantes.
Está más allá de escuchar sus chismosas lenguas.
Con una sola mente sirve a su señor.
Con la fuerza de su gran peso, no puede ser apartado.



NGUYEN TRAI (1380-1442)

FIN DE LA PRIMAVERA

Tiempos ociosos. Mi estudio permanece cerrado todo el día.
Afuera, ni un alma; sólo la primavera
yendo a su cierre entre los gritos de cuclillo,
y las gloriosas lilas floreciendo en la llovizna.


HO XUAN HUONG (fines del s. XVIII)

UN MONJE BUDISTA

No es ni chino
ni uno de nosotros:
pelado, sus ropas descosidas,
se sienta detrás de las filas de ofrendas de tortas de arroz
y delante de seis o siete monjas.
de vez en cuando toca un gong,
una campana, címbalos;
Canturrea, voz cansina, ensalma.
Reza duro: Tú también puedes ser un Superior
Y acuclillarte, orgulloso, sobre un loto.


NGUYEN BINH KHIEM

HAY UN LIBRO EN MI MANO

Me despierto con un libro en la mano,
A los visitantes los espanto.
Un fuego: hiervo brotes de bambú.
Un arado: yo coso algodón.
Mi umbral está tranquilo, sin aduladores, ni solicitantes.
Tengo camarones, tengo pescado: ¿Qué podría querer?
Ah, pero los monjes molestan con preguntas:
¡La luna aparece y comienzan a tañer sus campanas!



TRAN THAI-TONG (1218-1277)

DESPERTAR FINAL

Cuarenta años de meditación y
Podría fácilmente saltar a través de cada puerta
En el Sendero del Sufrimiento.
La Ley late como un valle vacío haciendo eco del aullante
                                                                                 [viento,
Está todo calmo como frío estanque filtrando rayos de luna.
Conozco todos los Misterios,
Ya no dudo en los cruces de caminos.
Si alguien me preguntara le diría:
Es como un poquito de nube en un cielo azul,
Es como agua en una jarra.


TRAN QUANG KHAI (1241-1294)

EMOCIONES EN UN DIA PRIMAVERAL

La llovizna, blanca sobre los ciruelos, cae en finos hilos.
Cierro la puerta, me siento y leo, ebrio-de-libros.
Dos tercios de mi primavera he estado retirado ocioso.
A los cincuenta me veo como un menguante hombre viejo.
La mente anhela volver al hogar, pero el ave se ha ido,
Las mareas de favor imperial se hinchan, pero el pez viene
                                                                  [demasiado tarde.
Sólo el temerario espíritu de la juventud permanece:
Enrollaré el viento del invierno y escribiré un nuevo poema.


TRAN MINH-TONG (1298-1356)

EL RIO BACH DANG

Las montañas esmeralda lancean las nubes, mientras dragones
Tragándose la marea, inflaman enormes ondas en las aguas.
La llovizna de primavera cesa, la tierra está cubierta de brotes,
Susurrantes pinos tiemblan en el viento de la fría noche.
Montes y arroyos pueden abrirte los ojos:
Apoyado sobre la baranda, pienso en las luchas Hu-Viet.
El brillo del río absorbe el fuego del sol poniente;
Pienso que la sangre de los soldados está todavía secándose.


TRAN NHAN-TONG (1258-1308)

VISION DE PRIMAVERA

Los sauces traen tal gloria que los pájaros enmudecen.
Las nubes del atardecer se balancean sobre el pasillo
                                                   [sombreado por el alero.
Un amigo llega, no para conversar,
Sino para apoyarse en la balaustrada y mirar el cielo
                                                                    [turquesa.


HUYEN QUANG

A TODOS LOS OFICIALES DE GOBIERNO

Riqueza y fama: ¡Qué lentos y difíciles!
Mientras los días fluyen como el agua
Y la vejez se apura hacia ustedes.
Por qué no meditar, solos, cerca de un arroyo,
En alguna remota montaña,
Recostado sobre una tabla en el viento de los bosques
                                                                        [de pinos,
Con una taza de té esperándote.


NGUYEN TRAI (1380-1442)

PREFACIO A MI MISMO

Al sur de la ciudad está mi cabaña
Con bastante para beber, no tanto para comer.
Los chicos se han ido, atraídos por otras cosas.
Los caballos están ladeados pidiendo buenos cuidados.
El estanque es demasiado pequeño para tener peces.
Y nosotros, gente sencilla, no tenemos perros pintos.
Ni la de un hombre de la corte ni la de un ermitaño-
Al sur de la ciudad está mi cabaña.


VAN HANH (s. XI)

EL CUERPO DEL HOMBRE

El cuerpo del hombre es como un parpadeo de relámpago
que sólo existe para regresar a la Nadidad,
como el brote de primavera que marchita en otoño.
No gastes pensamiento en el proceso, ya que no tiene nin-
                                                                     [gún propósito,
yendo y viniendo como el rocío.


KHONG LO (Medieval, Dinastía Ly)

EL RETIRO IDEAL

Elegiré un lugar en el que las serpientes se sientan a salvo.
Todo el día amaré ese remoto país.
A veces subiré al pico de su solitaria montaña
para permanecer y silbar hasta que el cielo se enfríe.


ANONIMO (s. XVIII)

EL LEÑADOR EN EL CAMINO A CASA

Aquí y allá pequeñas brisas revuelven los rápidos.
Al atardecer los pájaros se apuran como si estuviesen per-
                                                                                   [didos.
Cargado de madera se mueve lentamente hacia el hogar.
Se mueve lentamente, conociendo el camino.


NGO CHI LAN (s. XV)

OTOÑO

Cielo lleno de otoño
la tierra como cristal
las noticias arriban desde muy lejos siguiendo a un solitario
                                                                         [ganso salvaje.
La fragancia ha partido de un loto de tres metros
el Pozo Celestial.
Las hojas de haya
caen a través de la noche al río helado,
las luciérnagas derivan cerca del cerco de bambú.
Las ropas de verano son demasiado finas.
De repente la distante flauta se detiene
y me quedo un rato largo esperando.
¿Donde queda el Paraíso
para que pueda montar mi fénix y volar hacia allí?



NGO CHI LAN (s. XV)

Brasero encendido
pequeña ollita de plata
taza de vino Lofu para romper el frío de la mañana.
La nieve
hace que se sienta más frío en el interior de las endebles
                                                                           [mamparas.
El viento deposita trozos de escarcha sobre el estanque he-
                                                                                     [lado.
En el interior de las cortinas
en el interior de sus pensamientos
una mujer bellísima.
Las aberturas de puertas y ventanas
todas selladas.
Una sombra de deseo de recuperar el mundo primaveral:
un ciruelo ya floreciente sobre la colina.


BIBLIOGRAFIA

W.S. Merwin. East Window. Copper Canyon Press, 1998.
Nguyen Ngoc Bich. A Thousand Years of Vietnamese Poe-
                             try. Alfred Knopf, 1975.
Sanh Huynh. An Anthology of Vietnamese Poetry: From
              the Eleventh Through the Twentieth Centuries.
              Yale Univ. Press, 2001.

John Balaban (Ed.) Ca Dao Vietnam: Vietnamese Folk
              Poetry. Copper Canyon Press, 2003.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)











2 comentarios:

Seanna dijo...

¡OwO! ¡Muchísimas gracias! No había tenido tiempo para checar el blog, pero estos poemas están súper guays. Realmente, no sé cómo agradecer las molestias que te tomas, porque bien podría morirme primero que encontrar poesía exótica en la librería y en la biblioteca de mi ciudad.

Robert Rivas dijo...

No sólo vivimos de poesía exótica.
Pero así se cumple eso de que hay
otros un poco menos otros en un mundo de otros. Que es, creo, una
de las ideas de la literatura y del arte en general.