sábado, 27 de abril de 2019

VEINTICINCO POETAS SUIZOS

  


  Suiza es un país muy pequeño, con una extensa, prolífica
y diversa producción artística. Sin entrar en la espinosa 
cuestión de si existe una "literatura suiza" -una de esas
preguntas inevitables y tal vez inservibles-, podemos de-
cir que en los siglos XIX, XX y la parte recorrida del XXI,
la literatura suiza, en sus cuatro lenguas, es muy rica.
 De esas cuatro lenguas predominan el francés, el alemán
y el italiano, siendo una lengua apenas hablada en aldeas
del cantón de Los Grisones, la retrorrománica.
 No incluiremos en esta antología a los tres escritores más
reconocidos de ese país, en parte por haber publicado ya
trabajos de dos de ellos en este sitio: Blaise Cendrars, Ro-
bert Walser y Philippe Jaccottet. Pero sí me gustaría recor-
dar la definición de la labor del poeta que diera este último:
 "El cometido de una mirada que se debilita a cada hora
 no es andar soñando ni derramando lágrimas,
 sino estar en la vigilancia como un pastor y en convocar
 a todos aquellos que se arriesgan a perderse quedándose
         dormidos."

  

 AURELIO BULETTI (Giuibasco, 1946)

 UNA LEVE SEÑAL

 Benditos son los ricos
 que pueblan el lago
 de velas blancas:
 que el viento los impulse hasta la noche
 te tendré en mis brazos en la orilla:
 si cualquier reino va a ser suyo
 de nosotros sólo quedará una leve señal
 tan dulce fue el día, tan grande.



   2/28

 Nevando
 en lo blanco ella descansa. levemente
 la amorosa, la inquieta que llamamos
 vida.



 RIVALIDAD

 A veces un escritor se desanima
 y se molesta por la tenuidad
 en la cual están vivas las palabras
 y envidia a quienes pintan
 la sustancia del aceite.




 GIORGIO ORELLI (Airolo, 1921-

 LA HORA EXACTA

 En esta alba que casi no huele
 a heno o a estiércol
 el amo de todo el Viale
 della Stazione son tres palomas
 que juntas partieron de la tienda
 audaz donde se vende
 el reloj que marca 
 LA HORA EXACTA PARA TODA LA VIDA.





 GRYTZKO MASCIONI  (Villa di Tirano, 1936; m. en
Niza en 2003)

 PERDÓN POR LA INTERRUPCIÓN

 Perdona la interrupción pero resulta evidente
 que esta voz es la de un poeta
 que conoce la verdad por desmesura
 de desgaste del corazón o las fechorías
 del cotidiano (no importa), importa
 que tú me escuches:
 no sufras; sueltos
 los perros van gruñéndole a la noche
 y oscurecen nuestro día
 con ladridos.
 No sufras:
 no obstruyas los ríos que del mar
 cercano buscan la sal,
 déjalos andar libres a su elegido
 delirio y elige sólo observar,
 en un corte de sol,
 callarse.

                                                 Venecia, enero 30, 1981




 CLAIRE GENOUX  (n. en Lausana, 1971)

 INVIERNO

 Este invierno aplastado contra la rivera de los árboles
 estas mañanas en las que el sol ya no brilla
 todo lo que se precipitará contra el muro de los labios
 -los escombros la madera de las grandes puertas
 uno debería retenerlo ciegamente
 pero en alguna parte debajo de los jardines cosidos    
                               de sauces
 habrá quedado atrás nuestro-
 agitado por el viento
 nuestro delgado pulmón de hierba



 DONATA BERRA  (Milán, 1947)

 MAGIA

 En fragmentos solamente
 y en elipsis
 la biblioteca de la memoria
 responde.

 Al pedido, la urgencia del préstamo
 (y la añoranza del momento requiere
 rápido, aquí, ahora, todo, el pasado
 para colmar el dolor
 y garantizarlo)

 levemente
 como flotan los sueños
 en el aire insondable de lo remoto
 se alza una imagen:

 omnipotente, iluminada, mágica.



 PIETRO DE MARCHI (n. en Seregno, Italia, en 1958)

 ASIMETRÍAS

 Quién sabe qué cosa acerca de nosotros dos, de ti
 recuerdo, que tú puedes no recordar;

 quién sabe qué cosa de nosotros dos, de mí
 por un tiempo está perdida en mí y en ti perdura.



 RUT PLOUDA  (Tarasp, 1948)

 NOCHES

 Hay noches
 que, como seda, van
 alrededor de tus hombros.

 Noches 
 que deambulan
 como un ladrón, afuera.

 Noches 
 como telarañas
 entre la fruta y el follaje

 Y noches
 que se acercan sigilosas
 y nos transforman.



 MONIQUE LAEDERACH (Brenets, 1938)

 De YO HABITO MI NOMBRE

 El difícil decir
 YO SOY
 cuando tan extranjera a mi cuerpo
 habito a la vez mi madre y
 mis compañeras y todo amor 

 haciendo en cada nombre que me dan
 un pequeño ajuste
 porque su nombre, una vez, fue el mismo
 por el que me habían dicho
 TÚ ERES

 ropas siempre demasiado grandes
 y demasiado pesadas
 y finalmente rompiéndose
 cada vez que me habían reclamado
 que me atreva.





 GERHARD MEIER  (Niederbipp, 1917 - m. en 2008)

 ENTONCES EL MIRLO DE NUEVO

 Vi a un chico
 roñoso
 manoteando a través
 de un tacho de basura
 tras
 otro tacho de basura
 en el atardecer de la gran ciudad-
 y estaba silbando

 Vi a una chica mogólica
 colgando su cartera
 de una percha para sombreros
 a otra percha para sombreros
 durante el sermón-
 y ella estaba radiante

 Vi a un tranquilo transeúnte
 paseando domingos
 mientras caía la noche
 y me pregunté
 cómo es que lo hacen-

 Este año habrá 
 cerezas
 puede ser cerezas

 Un tren expreso impone
 en los alrededores
 su lenguaje

 Entonces el mirlo de nuevo



 KURT MARTI  (Berna, 1921- Berna 2017)

 HOMENAJE A RABELAIS

 la más hermosa
 de las más horribles palabras
 en un desierto
 de las más hermosas palabras


 ¿DÓNDE ESTARÍAMOS?

 dónde estaríamos
 si cada uno dijese
 dónde estaríamos
 y nadie fue
 a ver
 dónde estaríamos
 si nos hubiésemos ido



 ERIKA BURKART (Aarau, 1922-  Muri, 2010)

 EN EL OJO

 ¿Qué hay en el ojo? En el ojo
 hay el blanco del ojo
 y en el brillo del iris
 la pupila negra-cereza.
 En el ojo hay la traición
 y más en el fondo la necesidad
de no poder ser de otra manera,
 ya que somos culpables
 y nuestras manos están rojas,
 ya antes de que ellas
 se hayan metido en las cosas.

 ¿Qué hay en el ojo?
 En el ojo hay la lágrima
 y en la lágrima un espejo
 para una chispa
 de la Primera Luz.



 ELISABETH MEYLAN  (Basilea, 1937)

 BLAISE CENDRARS

 Se escapó por la ventana
 a fin de dejar de asistir
 a clase por el resto de su vida.

 Viajó por el mundo,
 en su bolsillo
 una primera edición de Villon.

 Percibió a los países
 a ciegas
 por su perfume.

 Al Kremlin lo vio como
 colosal
 Tortas tártaras
 festoneadas en oro.

 Con su mano izquierda manejaba el auto de carrera.
 (La derecha la había perdido en la guerra.)

 Tenía a Lavater, Euler
 y Thomas Platter
 apuntados como sus ancestros.

 Aunque a los sesenta
 el parentesco le sonaba
 incierto.





 EUGEN GOMRINGER (Cachueta Esperanza, Bolivia,
1925)

 SUIZO

 mira
 observa
 sé espectador

 no hables
 cuídate
 sólo mira
 no te acerques demasiado
 contente
 calla

 para ser suizo
 para mantenerte suizo
 sólo mira



 BERNADETTE LERJEN-SARBACH  (Suiza, 1942)

 TAL VEZ

 habla desde mí
 mi madre
 mi abuela
 o la nación entera


 CORAJE PARA NO MISMO

 Ahora has cantado lo suficiente
 los cantos de todos los demás
 Escucha adentro
 y finalmente canta
 una melodía tuya


 CUANDO ESCRIBO

 Cuandoquiera
 estoy
 sola
 ustedes
 están
 todos
 aquí



 PIERRE VOÉLIN (n. 1949, en Courgenay, Suiza)

 Fragmento de Lents passages de l'ombre

                   En memoria de Nadezhda Mandeslatam

 El habla y su sabor a satén- bebiendo verano
Y miel y amarga certidumbre

 Eres sólo un visitante en el recuerdo
 En otra parte el agridulce de los muertos

 Sólo tú escuchas
 Bombardeando, una por una, las palabras de la canción

 Acá, el día punza el tímpano de los muertos




 GIOVANNI BIANCONI  (Roma, 1960)

 CASA DE REPOSO

 Pobres pequeños viejos sentados
 en un banco al sol, espaldas contra la pared
 pelo gris, ropas oscuras,
 rostros pálidos, con sus amables cansados ojos
 mirando el ajetreo
 de la calle principal y de los trenes pasantes,
 pobres viejos flojos y cerosos
 me parecen como vagones de tren esperando
 inmóviles sobre vías muertas.



 PINO BERNASCONI  (Cantón Riva San Vitale, 1904- m.
en 1983)

 LA NOCHE DE LAS ALMAS

 Esta noche, en tránsito, de pico
 a pico, la primera línea de almas
 partiendo de la Tierra.

 Haciendo una pausa en cada cruce,
 encienden velas
 para que los viajeros escriban
 sus adioses en la corteza
 de los alerces. Tocando,
 hablando, probando sus alas
 en el cielo de las letanías. Así parten.



 ROLF HÖRLER (Uster, 1933-  2007)

 TODO UN VERANO

 Primavera durante todo un verano,
 el aroma de la flor del durazno
 en los jardines
 y durante todo el invierno recuerdos
 de un otoño
 que se encontraba delante nuestro
 y con su azul,
 su brillo
 llenaba los valles
 por los que andábamos
 todo un verano
 con el aroma de la flor del durazno.



 FRANCOIS DEBLUË  (Pully, 1950)

 PACIENCIA DE UN RELÁMPAGO

 Largamente premeditado
 tan veloz
 y a la vez tan fugaz
 con su gran red
 el relámpago se enciende
 el cielo   la tierra
 la noche del mundo entero

 Y largo su rastro
 persiste
 en el ojo del hombre asustado.



 PIERRE-ALAIN TÂCHE  (Lausana, 1940)

 BALTHUS EL MONTAÑÉS

 La adolescente con su mirada sin límite,
 ojeras de cristal, la frente abovedada,
 dice que ya no soporta el día;
 ella corre de repente hacia la habitación aureolada,
 colapsa, se duerme, y su cama
 se convierte en un torrente de brasas, en el viento,
 cuando ella desea o sueña o se abandona
 a la avalancha que el follaje
 deja deslizar debajo del clamor del verano,
 sin otra expectativa que el mar.



 ANNE PERRIER  (lausana 1922- Saxon 2017)

 De AIRES GRIEGOS (Fragmentos)

 Si yo tuviese un jardín
 Vasto como el ensueño
 Yo me iría a dormir en el fondo de los alelíes
 Dormir a morir
 En el balanceo de las edades
 Y el mundo como un aro
 Seguiría corriendo hacia el abismo
 Estrella fantasma un juguete
 Para chicos con los ojos vendados

  *

 Coronada de pájaros
 La muerte cuando vendrá
 Para darme una rosa salvaje
 La hora planea hasta el cenit
 La copa de silencio está llena
 La sangre batiendo en mis templos
 Apenas puede ser oída
 Como un viajero desacelerando
 Al borde de lo inefable

    *

 Desde ahora cada año
 Hay una rosa extrema en un florero
 Lista para romperse




 HENDRI SPESCHA (Trun, 1928- 1982)

 DE ECOS

 La noche es bondadosa.
 Ella hace cantar a la hoja que cae
 y deja oír el aliento de la tierra
 que duerme.



 FABIO PUSTERLA (n. en Mendricio, Suiza, 1957)

 SÁBADO EN SINTRA

 La última paloma
 la que persiste cuando el resto de la bandada
 ya se ha dispersado sobre los techos,
 escondida entre muros,
 la solitaria volando hacia abajo a las piazzas,
 enceguecida por el sol,
 tal vez simplemente más zonza que las otras, inmune
 a ese soso cacareo,
 -mientras pierde torpemente,
 grano por grano, la comida que se le ofrece-,
 la que se precipita dentro del vacío
 de una aventura imaginaria, una amenaza,
 el temor de un silbido,
 y extrae vuelo de ello, convierte el peligro
 en un juego de planear y girar dando vueltas,
 el escape hacia una carrera sin sentido contra la veloz
 sombra de la gaviota,
 una sombra que de verdad vuela y desaparece;
 el pájaro que busca el viento de las calles
 y chimeneas, que se lanza hacia el tráfico y es hecha
 un montón de plumas grises, repugnantes,
 sobre el costado de las alcantarillas,
 no la mires.



 ANDREAS NEESER (n. en Schlossrued, en 1964)

 MIRADOURO DE SÂO PEDRO DE ALCÁNTARA

 Con la mano izquierda corto fotos
 de lo rojo del hibisco:
 luz fría sobre la ringlera de piedras de Baixa
 turistas en manada
 perros ebrios
 en el puerto un buque de carga y tanques oxidados.

 Los amantes a mi lado besan con sus dedos;
 en la cuesta de enfrente la iglesia se alza hacia los cielos;
 algo abriendo para mí también, ciclópeo, su ojo.



 RAPHAEL URWEIDER (n. en Berna, en 1974)

 escarabajos marrones por todas partes marrones
 escarabajos también en nuestro lac de cygne

 y sin alas y en cada
 tablero de cada sueño y

 para cada momento del día escarabajos marrones
 también los martes también en las noches árabes

 no apto para volar sin clasificar y marrones
 entre las instrucciones de uso y el

 sueño de martes árabes en ambas
 orillas en las sombras-del-viento sin alas

 en el polvo marrón en todas partes
 en cada hidráulica del sueño




 

 FUENTES

 Luzius Keller. Modern and Contemporary Swiss Poetry.
An Anthology. Dalkey Archive Press, 2012.
 Wayne Miller and Kevin Prufer, New European Poets.
 Graywolf Press, 2008.



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domingo, 14 de abril de 2019

OTRAS EXISTENCIAS

 Eligen senderos, Los seccionan.
 Los envuelven en telas de niebla.

 Después los amontonan en bolsas de bruma.
 Es su selva.
 En unas gelatinas negras guardan sus pesadillas.
 Viven entre oleadas de memoria y de olvido.
 'Como millares de pensamientos
 en la carne viva de una uva.'
 Desde hace varios siglos conservan a las sensaciones
 en cautiverio.
 Es la selva.
 No pueden poner los ojos sobre la bella presa 
 del horizonte.
 Se arrancan los gritos de raíz.
 Su rebaño es este único animal,
 este racimo de fervores y furores.
 Dicen esperar
 'la gota de alivio
 sobre el mar de oprobio.'