Eligen senderos, Los seccionan.
Los envuelven en telas de niebla.
Después los amontonan en bolsas de bruma.
Es su selva.
En unas gelatinas negras guardan sus pesadillas.
Viven entre oleadas de memoria y de olvido.
'Como millares de pensamientos
en la carne viva de una uva.'
Desde hace varios siglos conservan a las sensaciones
en cautiverio.
Es la selva.
No pueden poner los ojos sobre la bella presa
del horizonte.
Se arrancan los gritos de raíz.
Su rebaño es este único animal,
este racimo de fervores y furores.
Dicen esperar
'la gota de alivio
sobre el mar de oprobio.'
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