domingo, 31 de julio de 2011

POESÍA PERSA CLÁSICA Y POESÍA SUFÍ

                  POESÍA PERSA CLÁSICA Y POESÍA SUFÍ


   Algunas (¿necesarias?) explicaciones introductorias.

 Se considera que la Poesía Clásica Persa se inicia en el si-
glo VII. Es así porque coincide con la adopción de la Nueva
Lengua Persa, a partir de la conquista islámica, ya que hasta entonces la poesía era escrita en Pahlavi, la variante Occi-
dental del Iraní.
Este período clásico se extiende hasta el fin de la 1° Guerra
Mundial con muy pocas variaciones, ya que la tradición ca-
nónica es muy fuerte y los avances en esta clase de poesía
son pequeñas y sutiles modificaciones que no afectan ni la
forma ni el contenido en profundidad.

Al principio se utilizaban los procedimientos retóricos y pro-
sódicos del árabe (el aruz), pero lo cierto es que el sistema
prosódico del pahlavi nunca se entendió claramente.
La retórica propia del Persa, en cambio, guarda relación
con los sistemas retóricos de la poesía griega y latina.
Como en otras escuelas poéticas, los géneros de la poesía
persa son el lírico (por lejos el más desarrollado), junto con
el narrativo, el épico y el de los romances (ya existente en
el Imperio pre-islámico, que refiere las aventuras de un héroe).
La historia persa marca entonces tres grandes divisiones: el
Imperio Persa, cuya máxima expresión la constituye el Empe-
rador Darío hasta la derrota de su nieto, Darío III, frente a 
Alejandro Magno, en el siglo IV a.C.; el ingreso del Islam en 
el siglo VII y la invasión de los mongoles a comienzos del si-
glo XIII.
Durante este último período, muchos poetas persas huyen,
refugiándose en la India y en Asia Central, y también en
Turquía.

La Poesía Persa Clásica se origina en las cortes real y provin-
ciales y en los centros Sufíes.

El Sufismo es la forma mística del Islamismo. (El término 'Su-
fí' puede provenir de la raíz árabe suf, 'lana', por las prendas de
lana usadas por los primeros sufíes, o bien de safa, 'pureza'.
Un Sufí es un miembro de la orden mística del Islam, basada 
en el amor y la devoción.)
Se puede decir que es la forma más pura, más esencial del Is-
lamismo. Para los sufíes, el camino al conocimiento espiritual 
jamás podría ser meramente intelectual o racional, sin el ele-
mento zawq, la sapiencia. Tal vez la que, ya occidentalizada, 
Roland Barthes llamaba "Sapientia: cierto saber, el mínimo 
posible de poder y el máximo posible de sabor". Sólo que en 
el caso de los sufíes, el sabor era llevado a su extremo: la identificación total del sujeto con esa Verdad a conocer, un 
dejarse ir del conocedor en lo Conocido. Sabido es que en el 
siglo X un poema le costó la vida al Sufi Al-Hallaj:
"Yo soy Aquel a quien amo, y Aquel que amo soy yo mismo",
comenzaba diciendo. Una formulación que hoy se consideraría
freudiana, pero que en aquellos tiempos, para un consejo de
teólogos que lo leyeron un tanto literalmente, significaba here-
jía. Al-Hallaj (857-922) fue encerrado durante ocho años en
Bagdad y finalmente ejecutado. Un episodio que demuestra la
importancia que tenía la palabra poética en aquellos tiempos.

La insistencia en la involucración total del místico sufí con
el Creador, ha distinguido al sufismo de las demás formas del
islamismo.
Siendo el Islam una religión de la palabra (es una de las tres
grandes religiones que poseen un "Libro") se consideró a la
poesía como la quintaescencia del lenguaje. Algo así como:
'la Verdad es bella, por lo tanto es necesario hablar de ella be-
llamente'.
Su poesía se caracteriza entonces por la relación amorosa que
se establece entre el individuo-amante y su amado-Dios.
La poesía persa es muy rica en metáforas (llamadas "puentes
de la Realidad"). La idea fundamental es que el hombre
está exiliado y necesita "regresar a su Origen". El sufismo utili-
za el lenguaje para intentar salvar la distancia que media entre
el Creador y lo creado. Lo notable es que es sumamente fre-
cuente el uso de metáforas que implican el vino, las tabernas,
y la embriaguez, siendo que el alcohol está prohibido por la
religión islámica. Sólo que en el caso de la poesía sufí, el vino
representa el amor divino que 'intoxica' el alma y 'embriagarse'
significa perderse a sí mismo en ese amor.
Una de las primeras grandes voces de la poesía sufí es la de 
una mística persa, llamada Rabe'ah de Basra (717-801). 
Precozmente huérfana, fue vendida como esclava. La historia 
es muy interesante, pero declino contarla ahora, para prose-
 guir con la introducción a los poemas.
Las formas poéticas más difundidas de la tradición clásica per-
sa son el Qasida, poemas monorimados de entre 15 y 100
versos, cuya temática se aparta del amor, y el Ghazal, cuyo
tema es el amor. Este último tipo de poesía está compuesto
también en forma monorimada y consta de entre 7 y 15 versos. Comenzó a extenderse desde el siglo XII, en las formas secu-
lar y mística.
Sin embargo, entre los sufíes,las formas más tempranas de versificación fueron varias clases de cuartetos. Improvisados
por los shaykhs (maestros espirituales) en éxtasis, la mayor par-
te de su corpus literario es anónima. (El término 'Derviche',
practicantes de la búsqueda del encuentro divino, significa lite-
ralmente "hombre pobre": uno que no se asigna ninguna propie-
dad. Es un miembro de la orden Sufí. El término "Sufíes Dan-
zantes" - en realidad, "remolineantes"- se refiere a una orden
Sufí ubicada en Turquía.)
Se considera a Abu Sa'id Abo'l-Khayr (967-1049), el primer
poeta sufí, mientras que Hakim Sana'i (muerto alrededor de
1030 según algunos autores y 1050, según otros) es el primer
poeta mayor de la tradición Sufí.
Le siguieron 'Attar (m. en 1230), Gharib Nawaz (m. en 1236),
el poeta-santo Jalaluddin Rumi (nacido en Balkh, actualmen-
te territorio afgano, en 1273) y considerado por muchos como
el mayor poeta místico de todos los tiempos, y Shamsoddin
Hafez o Hafiz, el mayor poeta lírico de la literatura persa.


PEQUEÑA ANTOLOGíA


Dos poemas de RABI'A AL-'ADAWIYYA (717-801)

1.
Oh mi Señor,

Si yo te adoro
Por temor al Infierno, quémame en el Infierno.

Si te adoro
por esperanza del Paraíso, impídeme alcanzar sus puertas.

Pero si te adoro
Sólo por tí mismo, otórgame entonces
La belleza de tu Rostro.

2.
Estoy totalmente calificada para trabajar como portera,
                                                                y por esta razón:
Lo que está dentro mío, no lo dejo salir;
Lo que está fuera mío, no lo dejo entrar.
Si alguien entra, vuelve a salir enseguida-
No tiene nada que ver conmigo en absoluto.
Soy una Portera del Corazón, no un bulto de arcilla mojada.


Un Poema de RABI'AH BENT KA'B (s.X)
(Aunque sus nombres se parezcan, se trata de 2 poetisas distintas,
y aunque sus nombres sugieran un estado de ánimo o un tipo de
carácter, puedo asegurarles que en persa "rabia" no significa lo mismo.)

EL CABALLO SALVAJE

Otra vez atrapada y encadenada por su amor
Toda lucha para escapar resulta vana.
El amor es un océano de orillas invisibles,
De orillas inexistentes.
Si eres sabio, no nadarás en él.
Para alcanzar el fin del amor
Debes sufrir muchos displaceres
Y creerlos buenos,
Beber veneno y hallarlo dulce.
Actué como el caballo salvaje
Al no saberlo:
Resistirse tan sólo ajusta el dogal.


Dos de 'AYN AL-QOZAT HAMADANI (Filósofo y místico,
n. en 1098, ejecutado en Bagdad a los 33 a. de edad, también
por el cargo de herejía.)

HARÉN PROHIBIDO
Sí, débiles, mis piernas
No corren detrás tuyo, nunca pienses
Que es porque mi corazón no está atrapado
En tu amor;
No me retengo
A causa
De no ser tu cliente-
Sino
Que a mi ojo le está prohibido
El harén
De tu Visión.

CUARTETO
El que roció mil mundos con color
¿Cómo podría Él comprar la pintura de "Tú y yo"?
Colores, colores- nada sino capricho y fantasía;
Él es incoloro, y uno debe adoptar Su tinte.



De DAQIQI (ca. 932- ca. 976. Aparece como el autor del
gran poema épico Shahname o el Libro de los Reyes, pero
fue asesinado mucho antes de concluir la obra, que luego
completara Firdawsï. Es un poeta persa, no Sufí.)

CUARTETO
Ellos dijeron sé paciente, la paciencia traerá frutos.
Supongo que lo hará, pero en otra vida.
He pasado toda mi vida siendo paciente.
Necesitaré otra vida para cosechar los frutos.


De NAJMODDIN KOBRA (n. en 1145)

CUARTETO
Lo que nunca existió
No deja en la mano
Sino viento
Mientras que "la realidad"
No ofrece más que imperfección
Y fracaso;
Siendo ése el caso
Uno sólo puede soñar
Acerca de lo que nunca ha sido
Y en cuanto a qué es "la realidad"
Recuerda: no existe.


De RUDAGÏ (nació en la actual República de Uzbekistán,
ciego de nacimiento, murió en 940)

Aunque mi corazón sangra de dolor al separarnos
El dolor que soporto por ti es más alegría que dolor
Cada noche reflexiono, y digo "Oh Dios,
si así es separarse de ella, ¿cómo será estar unidos?"



De JAMALUDDIN MOHAMMAD ISFAHANI (m. en 1192)

CUARTETO

Separado de ti he dicho que temía por mi vida.
Ahora, unido contigo, sigo temiendo.
Ayer temía las lenguas de mis enemigos.
Hoy le temo a los ojos de mis amigos.


De 'UBAYD-I ZAKANI  (1300-1371)

CUARTETO 1
Aquel que construyó los cielos e hizo las estrellas
y diseñó la mente y el alma para hacer la humanidad
Ató todos los hilos del ser en un nudo
Y luego perdió la hebra que envuelve esta maraña cósmica.

CUARTETO 2
Señor, de tu gracia lo único que espero es esto-
mantén próspero el reino de mi placer
aparta de mí la calamidad de la castidad
y mantén lejos de mí al condenado arrepentimiento.


De SHAMSODDIN MOHAMMAD HAFIZ (Considerado
el mayor poeta lírico de Persia, algunos han cuestionado que
haya sido un Sufí, por el contenido erótico de sus poemas, así
como por su gusto por el vino. Sin embargo la orden Sufí nun-
ca dejó de considerarlo uno de los suyos. Sus intensas activi-
dades escolásticas impidieron que reuniese sus poemas en un
Diwan (Antología). Murió en 1389.)

GHAZAL
La rosa vino como una novia
a la fiesta en la glorieta de las rosas.
¿Dónde está el elocuente ruiseñor? ¡Déjalo que cante su can-
cion!
¡Corazón! No sufras a causa de la partida; el mundo
contiene tanto pena como dicha, espina y rosa, foso y pico.
Estoy doblado como un arco por la pena, pero no digo adiós
a los pensamientos de cejas como arcos
y ojos que disparan flechas.
A causa de tu enrulado beso, mi corazón está aturdido.
Con vacilante corazón pongo mi rostro
sobre tu umbral, no sólo ahora, sino por una eternidad
de fuego y dolor.
Áspero y suave son lo mismo en el modo de Hafiz.
¿Qué importan cumbre y valle para un pájaro?



DE HAKIM ABO'L-MAJID MAJDUD IBN ADAM  
SANA'I (Nacido en Irán. El primer gran poeta Sufí. Murió  alrededor de 1150.)

INVOCACIÓN

Nuevo halconero
Enséñale al corazón
La caza del pensamiento
Enseña
Al ruiseñor de la lengua
A invocar el nombre;
La lengua
(Ese pez
En la fuente de la boca)
Saboreará el gusto
De la divina
Rememoración.
El teriacal del Corazón:
Repetir y repetir
"No hay otro Dios que Él"
-pero el corazón
debe permanecer despierto-
de lo contrario
no es otra cosa que alboroto.
Nutre el espíritu
Con la rememoranza-
Sólo entonces el corazón encuentra paz en el Nombre,
Su Nombre
Escrito en el
Libro de la Unidad,
La eterna
Alquimia
De la Felicidad.

CUARTETO
Si venir hubiese sido de mi elección, no hubiese venido.
Si irme fuese de mi elección, ¿me iría acaso?
Mejor si esta ruinosa morada nunca me hubiese visto,
no venir, no permanecer, no irse.


De MUJIR (muerto ca. 1197. Discípulo de 'Ali Sherwani.)

CUARTETO
En una mano el Qur'an, en la otra una copa de vino,

a veces obedeciendo las reglas, a veces rompiéndolas.
Aquí estamos en este mundo, verdes y crudos,
no rotundamente paganos, ni totalmente Musulmanes.



De ABU SAÍD ABO'L-KHAYR (967-1049)

CUARTETO

El amor vino
Fluyó como sangre
Bajo la piel, a través de las venas
Me vació de mí mismo
Me llenó
Del Bienamado
Hasta que cada miembro
Cada órgano
Fue apresado
Y ocupado
Hasta qué sólo
Queda mi nombre.
El resto es Ello.


De KAMALUDDIN ISMA'IL ISFAHANI (Hijo de Jama-
luddin Isfahani, asesinado por los mongoles durante el saqueo
de Isfahan. ca. 1172-1237)

Aunque mi señor habla con malevolencia de mí
No he de desfigurar mi rostro con dolor.
No diré sino cosas buenas acerca de él
así ambos seremos vistos como mentirosos.


De KISAI (Principios del siglo XI)

EL NENÚFAR

Mira pues el nenúfar en medio de esas ondas
Brillando como un rubí, y templado como una espada;
Del color del cielo y tan luminoso como él,
Y en su centro amarillo como la luna llena.
Parece un religioso a quien los meses y los años
Hacen palidecer el rostro, y que en la seda verde
Ha recortado a la vez su traje y su tapado.


De FAKHRODDIN IBRAHIM 'ERAQI (Nació en Persia,
vivió en Pakistán y murió en Damasco en 1289)

CUARTETO
Canta

El inigualable placer
De la muchacha gitana
Y mendiga
Arroja
El gorro de la cabeza
Despide las sandalias
De los pies
Así tiro lejos mi vida
Y sacrifico mi corazón.
Canjea
La caravana
De este mundo y del próximo
Por el Uno.


De BABA AFZAL KASHANI (Eminente filósofo y Sufí,
murió en 1213.)


CUARTETO

Mi oído, mi vista, mi lengua y mi mano: todos Él.

Entonces yo no soy, pues todo lo que es, es Él.
Creo que soy, y el pensamiento no es más que un sueño.
Cuando despierto, todo lo que queda es Él.




De AFZALODDIN IBRAHIM 'ALI SHERWANI (1126-
1199. Nació en la hoy República de Azerbaiján.)


CUARTETO
Estoy hundido, hondo en la profundidad de un mar de miseria,
perplejo, como una ostra perlada, sin mano ni pie.
El Cielo, en orden de atrapar la perla* real,
hace añicos el caparazón de ostra de mi corazón.

* La perla representa la perfección y la belleza del verdadero
ser propio. Sabiduría divina.




De MAWLANA JALALODDIN RUMI (Nacido en la actual
Afganistán en 1207. Es compleja la historia de su iniciación
mística, por la aparición de un pordiosero sabio llamado 
Shams-e Tabriz, cuando Rumi ya era un destacado profesor.
Para el estudioso del Islam A.J. Arberry, Rumi es "el genio su-
premo del misticismo islámico". Para R. A. Nicholson, que de-
dicó su vida al estudio del Islam, "Rumi es el mayor poeta mís-
tico de todos los tiempos". Es el fundador de la Orden de Dervi-
ches Danzantes -En persa, Mevlevi, que proviene de la pronun-
ciación turca de 'Maulana', "Nuestro Amo", un título que se le
dio a Rumi-. Jalil ad-Din Rumï, otra forma de pronunciar su
nombre, murió en 1273.)


1.
Soñé que el Bienamado entraba en mi cuerpo,
sacaba una daga,
e iba en busca de mi corazón-
no pudo hallarlo.
De manera que clavó en cualquier parte.
Desperté
sintiendo esto como una bendición.

2.
Dije,
"Oh dulce Bienamado,
eres el refugio de mi alma."
Él dijo: "Si me perteneces a mí,
no hables de tu propia alma."
Yo dije, "¿Porqué me sajas
con tus filosas palabras'"
Él dijo, "Mis palabras no podrían herirte
si no estuvieses enamorado de tí mismo."


3.
He estado muerto para este mundo por mucho tiempo.
Cada día mi cuerpo se torna más débil
y pronto he de retornar a la tierra.
No es difícil renunciar a esta vida
o a este mundo,
Pero renunciar a tu amor,
eso es difícil-
no, imposible.


4.
Cada pregunta que hago es acerca de ti,
Cada paso que doy es hacia ti.


Dormí bien anoche
pero desperté ebrio.
Debo de haber soñado contigo.


5.
¿Crees que sé lo que hago,
Que por un momento, o aún medio momento,
Sé qué versos surgirán de mi boca?


¡No soy más que una pluma en las manos del escritor,
No más que una pelota golpeada por un bate!


6.
Camina cerca de mi tumba y te embriagarás.
Quédate demasiado tiempo y toda tu alma
se embriagará también.
Ve al océano y todas las aguas
se embriagarán.
Muere y sé enterrado
y toda la tierra se embriagará...
Y entonces, cualquiera que pase por tu tumba
se embriagará.




BIBLIOGRAFÍA
1. Peter Lamborn/ Nasrollah Pourjavady: The Drunken Uni-
verse. An Anthology of Persian Sufi Poetry. Omega Publica-
tions, 1999.
2. Wheeler Thackston: A Millennium of Classical Persian Poe-
try. Ibex Public., 1994.
3. Sarkosh Curtis: Persian Love Poetry. Interlink, 2005.
4. Reza Saberi: An invitation to Persian Poetry. A Bilingual
Text, Persian-English. Ketab Corp., 2006.
5. Hazrat Inayat Khan: The Hand of Poetry. Lectures on Per-
sian Poetry. Omega Public., 1993.
6. Dick Davis. Borrowed ware: Medieval Persian Epigrams.
Anvil Press, 2004.
7. John Bowen: Poems from the Persian. John Baker, London,
1964.
8. R.A. Nicholson: Islamic Poetry and Mysticism. Adam Publi-
shers, New Delhi, 2003.
9. Peter Washington: Persian Poets. Everyman´s Library, 2000.
10.T.V.F. Brogan: The Princeton Handbook of Multicultural
Poetries. Princeton Univ. Press, 1996.
11. Jane Hirshfield: Women in Praise of the Sacred. Harper-
Collins, 1995.
12. Bernard Lewis: Music of a Distant Drum: Classical Arabic,
Persian, Turkish & Hebrew Poems, Princeton Univ. Press, 2001.
13. Jonathan Star: Rumi. In the Arms of the Beloved. Penguin
Putnam, 1997.




jueves, 21 de julio de 2011

LA LENGUA

La glosa,
es decir la lengua,
el órgano lengua,
la lengua muscular y húmeda,
la intermediaria entre el fragoroso mundo
de 'afuera'
y el brumoroso interior del cuerpo.

La lengua como idioma:
palabras alguna vez hechas de raíces de gritos
arrancadas de los sueños,
o brotadas del peligro inminente,
o de la algarabía de los órganos.

La lengua predicante,
la lengua-llama que vacila ante la oscuridad
del sonido

¿Pero está, acaso, en los bordes del río de la lengua,
este estiramiento del tiempo,
este vicio amoroso,
este afinamiento de la capa de realidad
hasta volverla transparente
para verte aparecer, del otro lado,
también hasta las raíces esperando
o esperándome?

Las dos orillas de una lengua,
las dos orillas del tiempo
que nos une y separa
una vez más 'como un río'.

viernes, 8 de julio de 2011

UN CATALOGO DE GUSTOS, GESTOS, IDEAS


Tal vez tenemos las ideas que nos gustan.
Las que no nos gustan las descartamos con un simple gesto.

Todos sabemos lo que es una idea. Pero tal vez llamamos así
a demasiadas cosas.

Las ideas se tocan unas con otras. De maneras muy diversas.
A veces por gusto. A veces como un gesto de haberse visto
(eidô= ver) o de creer conocerse, nada más. Pienso en Isphajan, claro.
En mi caso, me siento más del lado de Marguerite Duras en esto:
"Yo no tengo ideas, sólo tengo palabras y silencios."

*
La idea tremenda que tuvo una vez Brancati, de tomarle a un
hombre un fotograma cada día, del nacimiento a la muerte, y
después proyectar esos fotogramas a la velocidad normal que
se proyectan las películas.
L. SCIASCIA [algo así aparece en "Humo" de Paul Auster,
donde el dueño de la cigarrería saca una foto en la vereda
cada día, en el mismo lugar y las guarda en álbumes] (En
'Crucigrama')

En situaciones precarias, señaló Kant en una ocasión, hay una
especie de deber de confiar. Este deber es la pequeña esfera de
luz en medio de las tinieblas, en medio de un fondo de oscuri-
dad que es el horizonte de donde procedemos y al que nos di-
rigimos. (...) está en nuestras manos actuar como si un Dios o
nuestra propia naturaleza tuviera buenas intenciones para con
nosotros.
Rüdiger SAFRANSKI. El mal.

La idea más importante que surgió de las Upanishads fue la del
renacimiento. El Rig Veda presenta a un hombre que sólo vive
una vez; la otra vida se consideraba, al igual que en el islamis-
mo y el cristianismo, en términos sencillos de castigo y recom-
pensa. Pero las Upanishads mencionan claramente por primera
vez la transmigración de las almas, el más importante de todos 
los supuestos religiosos indios, según la cual la muerte destruye
sólo el cuerpo, no el alma, que reaparece en otro cuerpo.
Pankaj MISHRA. Para no sufrir más. El Buda en el mundo.

El ruido de los pájaros inundaba el ambiente. El Buda exuda-
ba tal serenidad que sentí el impulso de arrodillarme. Lo resis-
tí, pero ¿Qué hacer cuando te conmueven profundamente? 
Existe un repertorio limitado de gestos disponibles para tales ocasiones. ¿Qué podría sustituirlos? ¿Hay nuevos gestos, nue-
vas formas de articular nuestra necesidad de gracia y belleza?
Geoff DYER. Yoga para los que pasan del yoga.

Comprendí que mi agudeza había pasado inadvertida y volví
a depositarla con suma discreción en el tesoro de mi mente.
Flann O'BRIEN. En Nadar-dos pájaros.

e interpretar la historia como ocurre, por ejemplo, en el caso 
de Stanislaw Lem: como la consecuencia catastrófica, anun-
ciada hace tiempo por la fisiología demasiado complicada del
ser humano, el desarrollo de su mente hipertrofiada y sus me-
dios técnicos de producción, de una antropogénesis basada ab
initio en errores de la evolución.
W.G. SEBALD. Campo Santo.

la pornografía no estaba para ella en la descripción de lo que 
los humanos podían hacer con sus esfínteres, sino en los ex-
tremismos políticos, cuyos jugueteos ensangrentaban la tie-
rra.
Romain GARY. Lady L.

Parecen sentir cierto placer ejerciendo de anfitriones silencio-
sos. Dicen que para los afganos las dos cosas más importantes 
de la vida son la hospitalidad y la venganza.
Denis JOHNSON. Viaje a los confines del mundo.

Es esencial comprar libros que no vayan a ser leídos enseguida.
Roberto CALASSO. Cómo ordenar una biblioteca.

en lugar de "esperanza" preferiría usar la palabra "oportuni-
dad". Esperanza evoca algo suave, cálido, ingenuo; oportuni-
dad, por el contrario, es algo preciso, concreto, mensurable.
En la vida se puede tener esperanza y, sin embargo, carecer
de la oportunidad para conseguir algo y entonces esa esperan-
za se revela como algo ilusorio y engañoso. Si nos encontra-
mos entre los miserables de un barrio pobre de Calcuta y al 
contemplar su penosa existencia vegetativa, su agonía en rea-
lidad, se nos ocurre decirles: "Así es, queridos, pero, pase lo
que pase, ¡tened esperanza!", qué significado tan perverso y
humillante encerrará nuestra frase.
Ryszard KAPUSCINSKI. Lapidarium IV.

Ahora sabe que el trasero de Amanda tiene forma de manzana.
Una gran manzana para cocinar un buen pastel.
Justin CARTWRIGHT. El dinero de los demás.

(Descartes) su temor era que la creación no fuera obra de
Dios, sino un inmenso fraude, maquinado por un espíritu omnipotente y malvado. La idea parece bastante plausible.
De niño me preguntaba -casi como Descartes- si, de ser así,
podíamos deducirlo de algo, o si había signos que lo indica-
ban, o algún elemento del que se lo pudiera inferir.
Rudy KOUSBROEK. El secreto del pasado.

Tanto Carl Schmidt como Oswald Spengler rechazaban la
figura del trabajador por ser un "elogio del proletariado". Es-
to fue un malentendido, puesto que ellos lo midieron en la
escala marxista. Marx usurpó el concepto del trabajador pa-
ra una clase social. Sin embargo, como figura, el trabajador
no representa ni una clase económica ni una raza biológica,
sino que conforma un tipo de selección planetaria. Su impe-
rio es la tierra con la técnica como su lenguaje universal.
Ernst JÜNGER. Pasados los setenta V.

no sé si toco un punctum dolens de la susceptibilidad francesa,
pero mi opinión es que Descartes ha sido una desgracia para 
Francia, que el cartesianismo es la debilidad de Francia, por-
que ha quitado a los franceses toda la naturalidad, la esponta-
neidad, la imaginación, y ha hecho de ellos un pueblo de razo-
nadores, seco, árido, sin imaginación, sin instintos, dominado
por la razón.
Curzio MALAPARTE. Diario de un extranjero en París.

"Si estoy en plena Naturaleza", dijo, "pienso que es mejor
no estar en plena Naturaleza; si no estoy en plena Naturale-
za, pienso que debería estar en plena Naturaleza. En esas
especulaciones envejezco, me hundo."
Thomas BERNHARD. Trastorno.

El papiro Ebers (documento egipcio fechado en 1600 antes
de Cristo) dice que el soplo de vida penetra por la oreja de-
recha y el soplo de muerte entra por la oreja izquierda.
Pascal QUIGNARD. Las paradisíacas.

El ámbito de la teología es considerado por Kafka como in-
decente.
Walter BENJAMIN. Sobre Kafka. Textos, discusiones, a-
puntes.

En clase soñaba con tener venenos. ¡Es maravilloso! Me
gustaría tener venenos como me gustaría tener un basilis-
co, una mandrágora, como tengo un revólver. Está ahí,
uno sabe que está ahí, se lo mira, es veneno. ¡Qué mara-
villa!
Jean COCTEAU. Los niños terribles.

En los últimos días de su vida, nada le gustaba tanto a 
Rousseau como acostarse en el césped después de una
caminata. Hundía su cara en el musgo o en la avena para
sentir, decía, "el olor terrestre".
Pascal QUIGNARD . Las paradisíacas.

Ahora considero "Una avanzada del progreso" lo mejor que
escribió Conrad. Es la historia de dos belgas normales y co-
rrientes, recién llegados al recién creado Congo Belga, que
descubren que, sin proponérselo, por mediación de su ayu-
dante negro, han canjeado africanos por marfil y, abandona-
dos por los miembros de la tribu, se vuelven locos.
V.S. NAIPAUL. Momentos literarios.

Él [Agamben] aclara que la infancia no es un hecho, ni una
edad cronológica ni un estadio de la vida, ni la trivialidad
de lo inefable, sino un intento de pensar los límites del len-
guaje.
G. AGAMBEN, cit. en Tomás Abraham y el seminario de
los jueves. Griegos en disputa. Artículo de Mónica Cabre-
ra.

Lo que no somos capaces de cambiar debemos por lo me-
nos describirlo.
Rainer Werner FASSBINDER. Cit. por Beigbeder, en
"13,99 euros"

en el fondo de toda moral, yace el gran pensamiento de que
para ser, hay que tener derecho al ser.
Clément ROSSET. El mundo y sus remedios.

Otra observación de la antigüedad asegura que, aunque la
valentía en sí misma no es una de las virtudes primordiales,
es la cualidad que hace posible el ejercicio de las virtudes.
Esto la elimina del estricto feudo del "intelectual".
Christopher HITCHENS. Cartas a un joven disidente.

La lengua, la nacionalidad y la religión son agentes de mal-
dad, de esclavitud, de renuncia y de frustración. Y la escla-
vitud desemboca en la parálisis.
James JOYCE. Esteban el héroe.

-Y no obstante, no obstante... El genitivo nos hace quienes so-
mos. Modifica el aspecto, el prisma de la historia, la última 
luz del día. Nimba la lengua -dijo, frotando el índice y el pul-
gar-. Nos afina el alma, joven, y nos muestra el significado de
la nobleza de espíritu, el propósito de no permitir el desmante-
la miento de todas las cosas, de no tomar siempre el camino
más sencillo: ¿He aquí el porqué del genitivo! ¿Lo compren-
de?
Ralf ROTHMANN. Morir en primavera (Una excelente novela)

Yo no sé lo que es la conciencia de un tonto, pero la de un
hombre inteligente está llena de tonterías.
Paul VALERY. Monsieur Teste.

Sin embargo, posiblemente las almas de los muertos no 'sa-
ben' sino lo que sabían en el momento de su muerte y nada
más. De ahí sus esfuerzos por penetrar en la vida para parti-
cipar en el saber de los hombres.
Carl G. JUNG. Recuerdos, sueños, pensamientos.

El desarrollo del individuo había llegado a su apogeo, creía
Heidegger, ahí estaba la esencia de nuestro tiempo. Había
que encontrar un nuevo rumbo.
James SALTER. Anochecer.

se había dado cuenta de que la depresión es un entretenimien-
to. Se puede apostar a que cada cónyuge piensa en la muerte
del otro. En cada pensamiento cariñoso anida un pensamiento
asesino. Es el amor, el amor que perdura en las viejas parejas,
exaltando la fantasía hacia el asesinato del otro. Un sueño poé-
tico.
Fleur JAEGGY. El temor del cielo.

¿Que si me gustaría estar rodeado de gente? ¿Por qué no? Pe-
ro encuentro que el trato con la gente nos vuelve irreflexivos.
Las distracciones incomodan. El encanto del hablar se pierde
fácilmente en la conversación.
Robert WALSER. La rosa.

En 1883 Karl Marx muere en Londres; Nietzsche lo ignora
o finge perfectamente ignorarlo. Aborrece a todos los socia-
listas y demás agitadores y teóricos igualitaristas. A sus ojos
sólo son cristianos disfrazados, decadentes, nihilistas cuyos
juicios son en realidad juicios de valor cristianos, que toda
revolución transmita en sangre y en crimen.
Frédéric PAJAK. La inmensa soledad.

Como es bien sabido, en el siglo XIX se había descubierto
que todo individuo tiene que pertenecer a una nación o a
una raza determinadas si realmente pretende ser reconocido
como ciudadano burgués. "De la humanidad a la bestialidad
por el camino de la nacionalidad" había dicho el dramaturgo
austríaco Grillparzer. Justo por entonces empezó eso de la
"nacionalidad", la fase previa  a esa bestialidad que estamos
viviendo ahora. Espíritu nacional: por aquel entonces se veía
claramente que correspondía y era fruto del más bajo de los
afectos de todos aquellos que representan la clase más vulgar
de una nación moderna.
Joseph ROTH. El busto del Emperador.

La penúltima frase pronunciada por Flaubert en su vida, en
un momento en el que sentía vértigo pero no estaba en abso-
luto alarmado: "Me parece que voy a tener una especie de
síncope. Es una suerte que me haya ocurrido hoy. Mañana,
en el ferrocarril, hubiera sido horriblemente fastidioso.
Julian BARNES. El loro de Flaubert.

La imaginación no sabe inventar nada. Suspendida en el va-
cío se desploma como una piedra o se ocupa de sí misma, lo
cual, al fin y al cabo, da lo mismo.
Andrzej STASIUK. El mundo detrás de Dulka.

Para mí, las grandes obras literarias están más allá de todo... 
coloco a la literatura por encima de la filosofía y de la ciencia. 
El pensamiento puede ser allí igual de intenso y de agudo, pe-
ro se dirige a todos y atraviesa los siglos.
Tzvetan TODOROV. Deberes y delicias.

Es preciso -dice Pascal- que nos expliquemos las pasmosas
contradicciones que se conjugan en nosotros.
Voltaire: No hay contradicciones en nosotros, ni en la natu-
raleza en general. lo que hay por todas partes son contrarie-
dades.
En Rodrigo Rey Rosa. El material humano. A continuación
vuelve a citar a Voltaire: "Consolémonos por ignorar las rela-
ciones que pueden existir entre una araña y un anillo de Sa-
turno, y sigamos examinando lo que está a nuestro alcance."

Las ideas son como la ropa, se deforman con el uso. 
Hay que destruir las ideas para llegar a lo fatal.
Quien no sabe lo que quiere no se equivoca.
Siempre hay que tener dos ideas: la una para destruir a la
otra.
Ideologías y construcciones: una gota de agua sobre esos
panes de azúcar y todo se disuelve.
Georges BRACQUE. En A. Lothe: "Los grandes pintores
hablan de su arte".

Sabe que las ideas están ahí afuera, y nosotros -en su gene-
rosidad extiende el pensamiento para abarcar a todas las
personas verdaderamente creativas- somos los pararrayos.
Justin CARTWRIGHT. El dinero de los demás.

Es la mayor reserva del hombre, esa, la del mal. Está lo que
es inevitable, pero no le basta.
Vergílio FERREIRA. Pensar.

Todo hombre entabla un proceso calumnioso contra sí mis-
mo. Este es el punto de partida de Kafka.
Giogio AGAMBEN. Desnudez.

Lo fingido y lo maravilloso son más humanos que el hombre
de verdad.
Paul VALERY. La idea fija.

En alguno de sus escritos Bataille dice que las lágrimas son
la última forma de comunicación.
Roberto BOLAÑO. Putas asesinas.

En uno de los últimos fragmentos de idioma se lee lo siguiente:
 SI DIOS EXISTE TODO ESTÁ PERMITIDO
Lars GUSTAFSSON. Muerte de un apicultor.

El rito es el lazo de unión entre los muertos y los nonatos
y requiere un lenguaje sin tiempo, lo cual, en la práctica, 
significa una lengua muerta.
W.H. AUDEN. En The Paris Review, "Conversaciones
con los escritores".

la afirmación de Freud de que lo único que puede hacernos
felices es la realización de nuestros deseos infantiles.
Josh BAZELL. Burlando a la Parca.

De Selby alaba el equilibrio del agua, su circumbencia, equi-
dad y equiponderancia, y declara que el agua, "si no se la mal-
trata", puede alcanzar una "superioridad absoluta".
Flann O'BRIEN. El tercer policía. Una de las novelas más 
creativas que he leído. [De Selby es un "sabio" lleno de teorías
absurdas]

Siempre he creído que la noche se ha hecho para dormir y
el día para el placer, ya que la claridad permite que se em-
pleen todos los sentidos a un tiempo, lo cual duplica el 
goce.
Giacomo CASANOVA. Breviario.

Es probable, en efecto, que la invencible tristeza en la cual
se sumergen cada tanto los niños provenga de la conciencia
de no ser capaces de hacer magia.
Giorgio AGAMBEN. Profanaciones.

Se quedó allí sentado con los gemelos en la mano, viendo
cómo la cenicienta luz del día cuajaba sobre el terreno. So-
lo sabía que el niño era su garantía. Y dijo: Si él no es la
palabra de Dios Dios no ha hablado nunca.
Cormac McCARTHY. La carretera.

Recordé a la escritora inglesa para quien las relaciones se-
xuales se habían convertido, con la aceptación social de la
promiscuidad, "that vastly overrrated pastime"...
Edgardo COZARINSKY. En ausencia de guerra. ("Ese
pasatiempo ampliamente sobrestimado.")

No me muestres quién eres. Quiero endiosarte.
Elias CANETTI. Hampstead.

A veces los hombres ponen las manos en los flancos cálidos
de los animales para capturar el calor que liberan al pasar.
Michael ONDAATJE. En una piel de león.

A su vieja criada, que ya había servido al padre de Otto, se 
le dibujó una sonrisa, no en la boca sino en los ojos. Fue un
destello de luz extraña, avivó su piel reseca, y le dio un ar-
dor insospechado.
Fleur JAEGGY. El temor del cielo. (Y un poco más adelante:
"De pie frente a la lápida, la criada asía sus pensamientos con
riendas de cuerda y le parecía estar cabalgando.")

el soplo de absurdidad que rodea a un cadáver
Ernst JÜNGER. El teniente Sturm.

Un poeta, después de haber cortado los tallos de las anémo-
nas y de haberlas colocado con libertad en un vaso bajo el
reverbero de la luz eléctrica, las comparaba en la actitud y
en el gesto de abandono con santa Teresa, según la había
imaginado Bernini.
Fleur JAEGGY. El temor del cielo.



Siempre me llamó la atención la cantidad de veces que en las
fotos de escritores estos aparecen apoyando la mandíbula infe-
rior en la mano. Un gesto afectado, que parece significar algo
así como "¡Uy, qué pensativo soy!". Y al cruzarme con esta
foto encontré un gesto diferente. Como una vergüenza, como
si se preguntara: "¿Debí haber dicho eso, realmente?" RR




Mis musas son los países extranjeros por los que viajo. Y
mis apuros económicos.
J. ROTH (En Von Cziffra, 'La leyenda del Santo...') [Justo al 
revés, Raymond Roussel: "He viajado mucho. Especial-
mente en 1920-1921 di la vuelta al mundo. Sin embargo, nin-
guno de esos viajes me procuró el menor material para mis li-
bros". En la revista Tsé Tsé N° 11]

Una persona de origen chino me preguntó hace poco:
 -¿Cuántos croatas sois entonces?
 - Unos cuatro millones y medio.
 - ¡Eso es estupendo! ¡Seguro que os conocéis todos!
Dubravka UGRESIC. Gracias por no leer.

Ya que los avatares de los hombres siguen siendo inciertos, 
pensemos en lo peor que pueda ocurrirles.
William SHAKESPEARE

Uno se consume de pasión pero se alimenta de obsesiones.
La obsesión es la forma alimentaria de la pasión.
Jean BAUDRILLARD. Cool memories.

Me dicen que tengo una larga y brillantísima vida por vivir.
Pero yo sé que sólo tengo mis propias palabras que me vuel-
ven.
Alejandra PIZARNIK.

En la mediana edad la vida se pone seria. En la mediana edad 
tienes que aprender el lenguaje con el que hablar de la muer-
te. (...) A los cincuenta puedes dejar de intentar ser agradable.
Helen GARNER. Historias reales. (Un libro precioso)

Dado que la existencia humana es una alucinación que contie-
ne en sí misma la secundaria alucinación del día y de la noche
(esta última una insalubre condición de la atmósfera debida a
la acumulación de aire negro), está mal que un hombre sensa-
to se preocupe por la ilusoria aproximación de esa alucinación
suprema llamada muerte.
DE SELBY. (Un personaje imaginario de la estupenda novela
de Flann O'Brien, El tercer policía: un supuesto 'genio' que mar-
có la vida del personaje principal de la misma.)

La falta de verdaderas satisfacciones humanas hace que el hom-
bre se vuelva a las satisfacciones narcisistas sean estas privadas
o colectivas, como el nacionalismo o el fútbol.
Lo grave del problema es el dilema entre responsabilidades in-
dividuales o colectivas; las segundas conducen a la sumisión, pe-
ro las primeras desembocan en una ética sin objeto.
SÁNCHEZ FERLOSIO. En Rev. Quimera N° 63.

En la India cosen los barcos como vestidos, sin clavos ni
hierro alguno, pues allí las rocas atraen el hierro, y todo bar-
co armado con clavos se estrellaría contra ellas.
Eliot WEINBERGER. Las cataratas. (Es un capítulo del li-
bro de este genial ensayista titulado 'El sueño de la India' y
reúne las más diversas y grotescas ideas que había acerca
de la India hacia 1492. ¿Otras dos?: - Allí no hay adúlteros.
- No hay un solo sastre en la India, pues todos se pasean
desnudos.)

No busco la exaltación. Me basta con el fervor.
G. BRACQUE

durante mi vida he hojeado un millón de veces más que leído,
pero al hojear he tenido siempre, al menos, tanta alegría y ver-
dadero placer espiritual como al leer.
Thomas BERNHARD. Maestros antiguos. (También: "Al fin y
al cabo , el mayor placer nos lo dan los fragmentos, lo mismo
que en la vida...")

Leía por placer, no por afán de aprender. Era un hombre libres-
co sin esa inteligencia que a veces resulta una carga.
Richard FORD. Lamento lo ocurrido.

La naturaleza goza ocultándose
HERÁCLITO de Efeso.

la fruta amarilla engaña
al árbol y se deja caer.
Tomas TRANSTRÖMER. El cielo a medio hacer.

y el mar, que escama aescama,
lívido, cambia de color
Eugenio MONTALE. 37 poemas.

Según Zeami,
maestro del Noh,
esto era el sosiego,
la serenidad:
nieve en un cuenco de plata.
Pearse HUTCHINSON. El alma que besó al cuerpo.

John Keats, que habla del mundo como del "valle de Forjar
Almas".
Roberto CALASSO. Cien cartas a un desconocido.

el imperativo soberanamente ambiguo de la música en gene-
ral: "disolver el calambre de la vida."
Karl KRAUSS, cit. por Calasso: Los cuarenta y nueve escalo-
nes.

los metafísicos de Tlön no buscan la verdad ni siquiera la
verosimilitud: buscan el asombro. Juzgan que la metafísica
es una rama de la literatura fantástica.
Jorge Luis BORGES. Tlön, uqbar, Orbis Tertius.

El mundo visible sería más perfecto, si el mar y los continen-
tes tuviesen una forma regular.
MALEBRANCHE. Cit. en Zbigniew Herbert, 'Naturaleza
muerta con brida'.

Las plantas del futuro brotarán tímidamente y llenas de pol-
vo entre las traviesas de metal. El paisaje está adquiriendo
una máscara de hierro.
Joseph ROTH. Crónicas berlinesas. (Roth en su máximo)

Ha publicado a muchos autores importantes, pero sólo en el 
Julien Gracq de la novela Le Rivage des Syrtes ha percibido
un espíritu de futuro. (...) establecía los 5 elementos que con-
sideraba imprescindibles en la novela del futuro: Intertextua-
lidad; conexiones con la alta poesía; conciencia de un paisaje
moral en ruinas; ligera superioridad del estilo sobre la trama;
la escritura vista como un reloj que avanza.
Enrique VILA-MATAS. Dublinesca.

Su idea consistía en que lo que importaba de la religión no
era la especificidad de un dogma, sino los sentimientos que
formaban la base de esa creencia; en sus propias palabras,
sentimientos "tan profundos y tan instintivos como para re-
sultarles desconocidos a aquellos cuyas vidas están construi-
das sobre ellos".
David LEAVITT. El contable hindú.

Creo que todo niño nace con un pequeño dispositivo im-
plantado en el pecho, que detecta el momento en que su 
madre está a punto de llorar.
Hisham MATAR. El regreso.

No fue el feminismo lo que liberó a las mujeres, sino la 
ciencia. Yo no creo que la generación de chicas jóvenes
tenga la menor idea de todo lo que el lavarropas hizo por
ustedes. Y de cómo la aspiradora las salvó de la esclavi-
tud del polvo. Lo más importante de todo fue la pastilla
anticonceptiva, que por primera vez puso el destino de las
mujeres en sus propias manos.
Doris LESSING. En J. Libedinsky, English Breakfast.

en la religión capitalista según Benjamin, se trata de un mis-
terio sin salvación ni redención, en el que la culpa y la pena 
han sido completamente incorporadas a la existencia huma-
na; existencia, sin embargo, a la que no puede imaginarle
ningún más allá, ni conferirle ningún sentido comprensible.
Giogio AGAMBEN. El fuego y el relato.

Desde el momento en que se incendió el Reichstag, en 1933, 
Musil anticipó la terrible traición que Alemania se iba a infli-
gor a sí misma: "Todos los derechos fundamentales han sido
marginados sin que nadie se haya indignado violentamente...
Lo aceptan como al mal tiempo... Se podía uno sentir profun-
damente desilusionado, pero es más correcto extraer la conclu-
sión de que todo lo que se ha suprimido eran cosas que no te-
nían demasiada importancia para la gente."
Robert MUSIL. Diarios. 

La traición, traicionar a la propia patria, o, en mi caso, traicio-
nar una convicción política... es siempre un pecado menor que
traicionar a un amigo.
Josef SVORECKY. Headed for the Blues.

Se trata de una personalidad en trance de desaparecer, en des-
composición, para la cual ya no hay ni siquiera lugar en la li-
teratura. Pero en esa porquería que es en realidad un mineral,
también se esconde a veces un poco de oro antiguo, que hay
que saber extraer, fundir, y purificar. Evidentemente, existe
aproximadamente un 80 por ciento menos que antes y los mé-
todos extractivos han de ser distintos: químicos más bien que
físicos -y esa psicoquímica, ya la poseen algunas mujeres de
este mundo.
Stanislaw I. WITKIEWICZ. Insaciabilidad.

En las novelas y películas que prefería, los héroes  no estaban
atados por ningún lazo filial ni paterno: decidían sus movimien-
tos sin rendir cuentas a nadie; las mujeres ocupaban un segundo plano servicial, decorativo; los niños no intervenían: de hacerlo
provocaban automáticamente el desinterés de Víctor, decreta-
ban la invalidez de la ficción.
Edgardo COZARINSKY. La tercera mañana.

Intento unir lo verdadero con lo bello; pero si tengo que ele-
gir, me quedo con la belleza.
Herman WEYL (matemático alemán). Cit. en H.M. Enzen-
berger, "Reflexiones del señor Z.".

algunos seres con valores desviados siguen asociando la se-
xualidad y el amor.
Michel HOUELLEBECQ. Intervenciones.

Ninguna filosofía, ningún análisis, por más profundos que
sean, se pueden comparar en intensidad y en plenitud con
una historia bien contada.
Hanna ARENDT. Vidas políticas.

de lo atemporal sólo nos separa un suspiro
Ernst JÜNGER. Pasados los setenta V.

["frágil felicidad"]. El razonamiento de Rousseau es que, 
dado que nuestra felicidad depende de los demás, jamás 
podemos sentirnos completamente seguros.
Tzvetan TODOROV. Deberes y delicias.

Para BAUDELAIRE hay sólo tres hombres respetables: "El 
sacerdote, el guerrero y el poeta. Saber, matar y crear. Los de-
más son percheros y prestadores, hechos para la cuadra, es de-
cir, para ejercer lo que se llama profesiones."
En Rev. Quimera, N° 9.

Mejor contemplar
La página en blanco
Y dejarla en blanco

Que modificar
Su sustancia siquiera
Con un plumazo.

Entretejida por ninfas de los bosques,
Habla en volúmenes
Que nadie escribirá jamás.
Derek MAHON. Ovidio en Tomis.

El espacio es para el hombre, en el espacio podéis oscilar
hasta hartaros, dar volteretas, saltar de estrella en estrella.
¡Pero por el amor de Dios, no toquéis el tiempo!
Bruno SCHULZ. Obra completa.

Ahora hay que tener mucha suerte para causar alguna impre-
sión. Parece justo. Es la nueva normalidad.
Richard FORD. Francamente, Frank.

Ahora empiezo a sospechar que la literatura es "de consumo
interno", como todas las artes por lo demás. (...) Lo que va 
al "público", que ya de por sí significa el público externo, 
son las formas degradadas de las artes, las que utilizan sus
formatos para fines sociales.
César AIRA. Continuación de ideas diversas.

El epicureísmo sólo es practicable para los ricos, el Estoicis-
mo para quienes poseen una educación muy elevada. El Bu-
dismo hace imposible la vida social; el Confucianismo sólo
es aplicable a la vida de aldea; el Islam se corrompe en las
ciudades.
W.H. AUDEN. El prolífico y el devorador. [Aclara en este
libro Auden: "El Prolífico y el Devorador: el Artista y el Po-
lítico".]

Cuando él odiaba de veras a las personas lo hacía con disi-
mulo. No tenía carácter para arriesgar una pasión que los de-
más le podían devolver.
Tomás Eloy MARTÍNEZ. La mano del amo.

Lo que dijo Bernard Shaw: que, por lo que respecta al estilo,
un escritor tendrá tanto estilo como convicción tenga de po-
seerlo y nada más.
Jorge L. BORGES. En 'Conversaciones con los escritores'.

No hay que tomarme demasiado en serio. Yo nunca he culti-
vado el símbolo. Mi memoria y mis historias son exclusiva-
mente visuales. Desde que uno de mis personajes comienza a
nadar en la psicología, lo mato. Solamente mis films, como la
vida, son incongruentes y enigmáticos.
Luis BUÑUEL. Entrevista con M. Delain. La Opinión Cultu-
ral, 28/8/77.

ni uno solo de los trabajadores recibió una nota de despido.
No queremos que se sientan despedidos. Los descontratamos,
los desplazamos. No están parados, estarán disponibles.
Stephan VIZINCZEY. El hombre del toque mágico.

Milena decía de Kafka: "Para él la vida es algo totalmente di-
ferente que para todos los demás hombres; sobre todo, para 
él, el dinero, la Bolsa, la central de cambios, una máquina de
escribir, son cosas completamente místicas (...) y un enigma
extrañísimo."
En Deleuze/ Guattari. Kafka, por una literatura menor.

Los abogados con sus trajes tan reminiscentes de la fase re-
presiva del estadio anal freudiano.
Justin CARTWRIGHT. Míralo de esta manera.

Se detuvo por un breve espacio de tiempo, como si examina-
se algo pasado por alto hasta entonces en el interior de su me-
moria.
Flann O'BRIEN. En Nadar-dos-pájaros.

Yo admiro mucho el renacimiento minoico. En ese período 
se puede encontrar un poema entero de diez mil versos, un
poema enorme, en el que no hay ningún esfuerzo, ningún
forzamiento; la lengua funciona de manera bastante natural,
sin ninguna tendencia a pretenderse culta.
George SEFERIS. En The Paris Review, "Conversaciones
con los escritores".

Marcel Mauss narra una costumbre de los habitantes de una
tribu de Oceanía que puede, en un sentido, considerarse el
germen de una nueva moral: El asesino debe vivir en la casa
de la víctima y sustituir al muerto.
Ricardo PIGLIA. Crítica y ficción. (¿Tribus o etnias?)

-¿Cree en Dios?
Ella declara que sí.
Pero él indaga algo más: -¿Se atiene a sus principios?
-¿En qué aspecto? -requiere ella.
¿En la conducta, en lo que hace.
-Gracias a Dios, no -declara ella.
Antonio DiBENEDETTO. Cuentos del exilio.

Leer es para mí el más soportable de todos los ascos.
Thomas BERNHARD. Trastorno.

La felicidad que recuerdo es mi verdadera herencia.
Justin CARTWRIGHT. El dinero de los demás.

Maiakovski pasó a través de la multitud como una plancha
caliente a través de la nieve.
Víktor SHKLOVSKI. La tercera fábrica.

Se puede formar una ciudad con aquellos que me olvidaron.
Joseph BRODSKY. Poemas (Alción).

Miró el paisaje rural que desfilaba por la ventanilla como
una confusa franja verde. Era interminable, una muralla
de bosque que llegaba hasta el arcén. De súbito percibió
un hueco en el color y al mirar vio una ladera con todos
los árboles talados. Se llevó la mano a la cara como si le
hubieran dado una bofetada. Pero entonces volvió a ver-
lo todo verde y dejó caer la mano hasta el regazo.
Tess GALLAGHER. El amante de los caballos.

-De acuerdo -replicó la niña, y dio media vuelta y se mar-
chó dando zancadas; los huesos de su espalda se marcaban,
los colores se alargaban, exótica como un pájaro difícil de
ver a menos que se crea en él, desconsoladamente, como
un pensamiento que vuela hacia la luna.
Lorrie MOORE. Como la vida misma.

El viejo marroquí que se ocupaba del fuego hacía los gestos
sin sentido que solía hacer a aquella hora -se oía el ruido de
sus pies y sus rodillas al cambiar de posición sobre una al-
fombra de esparto.
Rodrigo REY ROSA. Tres novelas exóticas.

Las elegantes botas de ellas barbotaban mientras se halla-
ban de pie en los escalones de la columnata, conversando
tranquila y alegremente, mirando las nubes, sosteniendo
los paraguas astutamente ladeados contra las últimas go-
tas de lluvia, volviendo a cerrarlos, sosteniéndose las
faldas con recato.
James JOYCE. Retrato del artista adolescente.


Mis vecinos de mesa habituales me inspeccionaban con
expresión de sorpresa y de asco a la vez, como si acaba-
sen de caer en la cuenta de que no pertenecía a la especie
humana.
Patrick MODIANO. Villa triste.

-Deséales un feliz día de Acción de Gracias a mis viejos
amigos de Seattle- dijo mi padre, mirándome a mí con una
expresión extraña, de pie y solo bajo la nieve, como si pen-
sara que lo que acababa de decir era una estupidez y no hu-
biera querido que sonara como tal.
Richard FORD. De mujeres con hombres.

Kafka insistía en que sus libros fueran impresos en tipos
de letra muy grandes.
Milan KUNDERA. Los testamentos traicionados.

Su sonrisa, que no era tal, produjo en mí un desagradable
efecto físico.
Paul BOWLES. Palabras ingratas.

Ella tiene la cabeza ligeramente inclinada hacia delante.
Ahora la endereza. Me fijo en que ella nunca está quieta.
Parece que se retuerce ante las miradas con movimientos 
leves, casi imperceptibles.
James SALTER. Juego y distracción.

En el fondo, en esa comunidad de combate, en esa compa-
ñía de vida o muerte, se ponía de manifiesto de modo ex-
cepcional lo extrañamente pasajero y triste de las relacio-
nes humanas. Como un pueblo de moscas, bailaban en
desorden hasta que de pronto las dispersaba un golpe de
viento.
Ernst JÜNGER. El teniente Sturm.

No hay alba que sea absolutamente siniestra. La Tierra es
demasiado dueña de sí misma, los gritos, los colores y los
olores llevan en sí demasiada vida para que veamos en e-
llos la confirmación de nuestros tenebrosos presagios.
John Le CARRÉ. Una pequeña ciudad de Alemania.

El corazón humano tiene la fastidiosa tendencia de llamar
destino solamente a lo que lo aplasta. Pero también la feli-
cidad, a su manera, carece de razón, pues es inevitable.
Albert CAMUS. El hombre rebelde.

Frente a las cosas que cambian hora tras hora, y se repiten 
una y otra vez como la marea, comprendemos que la Crea,
ción, por más bella que sea, comienza en el sufrimiento.
John BERGER. Cada vez que decimos adiós.

Siempre le habían fascinado los gemelos, que se le antoja-
ba escondían un poder vital, a una profundidad en que la car-
ne dicta su ley al alma y la somete a su antojo.
Michel TOURNIER. El rey de los alisos.

No es gran cosa la amabilidad. Lo que importa es el pensa-
miento límite que no lleva a ninguna parte, a nada.
Marguerite DURAS. Esto es todo.

¿No sabes que las ganas no satisfechas hacen engordar? Y si 
le aconsejaba que tomara el café sin azúcar, me afirmaba que
el azúcar no engorda. "Ponlo en el agua y verás que desapare-
ce".
Albert COHEN. El libro de mi madre

El problema con los behavioristas es que siempre se las inge-
nian para excluirse ellos mismos de sus teorías. Si todos nues-
tros actos son comportamientos condicionados, seguramente
nuestras teorías también lo son.
W.H. AUDEN. En 'Confesiones de escritores'.

Para los gnósticos, todo lo que está asociado con el tiempo
procede del mal.
E.M. CIORAN. En 'Conversaciones con escritores'.

Por el solo hecho de tener que vivir, el ser humano es heroi-
co.
Clarice LISPECTOR. La legión extranjera.

Cuando el hacha vino al bosque, los árboles dijeron: la manija
es uno de nosotros.
Dicho TURCO.

La primera estrella.
¡No pensaremos que la ha encontrado
este faisán que grita!
ISSA. Los tres maestros del haiku.

(Y Kung dijo)
..."y aún yo puedo recordar
un día en que los historiadores dejaban espacios en blanco
en sus escritos,
quiero decir por cosas que ellos no sabían,
pero ese tiempo parece que está pasando."
Ezra POUND. Canto XIII. Kung es Confucio.

Si lo que quieres hacer tiene algún valor, me temo que fre-
cuentarás el infierno.
Giorgos SEFERIS. 6 noches en la Acrópolis.

Mi mujer dice a veces que es muy difícil distinguir a un ma-
temático que reflexiona de un matemático que duerme. Con
otras palabras, yo me instalo a menudo en la siguiente posi-
ción: extendido sobre un diván, los ojos cerrados, en ese esta-
do en que ningún músculo se acuerda de nosotros. Es curioso,
por otra parte, certificar que muchas ideas matemáticas surgen
en los momentos cercanos al sueño, cuando probablemente se
debilitan algunas censuras, cuando opera la imaginación, y,
brúscamente, hay algo que se desencadena.
André LICHNEROWICZ. En 'Temas candentes de hoy'.

...con la agricultura nace el sacrificio cruento. Para el hombre
primitivo, el animal está ahí, en el mundo, es una realidad da-
da.  La planta alimenticia, por el contrario, el grano no está da-
do, no existía ya desde el comienzo del mundo.
Mircea ELIADE. La prueba del laberinto. (Sigue: "Es curioso
pensar en que cuando el cazador abatía su presa, nunca habla-
ba de muerte. Los cazadores no se reconocen responsables de
la matanza...")

Nunca se sabe; no hay nunca que dejar de enviar señales.
Patrick MODIANO. La hierba de las noches.

¿Sólo se deben contemplar las flores de los cerezos cuando
están en su mayor esplendor; y la luna cuando no la cubre
ninguna nube? Añorar la luna que está al otro lado de la llu-
via, retirarse a un cubículo, bajar las persianas y permanecer
sin ser conscientes del paso de la primavera es mucho más
conmovedor.
KENKO. Ensayos sobre la pereza. (siglo XIV)

Después reflexioné que todas las cosas le suceden a uno 
precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo
en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres
en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente
pasa me pasa a mí...
Jorge L. BORGES. Ficciones. Esto es de "El jardín de los
senderos que se bifurcan".

Parece que en el libro Mi Religión, Tolstoi insinúa que aun-
que ocurra una revolución violenta, también habrá una revo-
lución íntima y secreta en las personas, de donde renacerá
una religión nueva o más bien algo completamente nuevo,
que no tendrá nombre, pero que tendrá el mismo efecto de
consolar, de hacer la vida posible, que antaño tenía la religión
cristiana.
Vincent Van GOGH. Cartas a Theo.

Y tampoco gente de edad. Son propensas a pensar, y cuando
un sirviente se pone a pensar deja de ser útil. Creo en el extra-
ño para toda clase de relación humana. Si quiere que se haga
algo, acuda al extraño, al aficionado inteligente. Y cuando se
case, Heard, asegúrese de elegir una esposa de otra clase, otra
provincia, otro país... en lo posible otro planeta. De lo contra-
rio se arrepentirá. En principio no tengo ninguna objeción con-
tra el incesto; me parece el procedimiento más natural del mun-
do.
Norman DOUGLAS. Viento sur.

Mantén despierta la esperanza y podrás hacer cualquier co-
sa, y así es como el mundo va dando vueltas, así es cómo 
hacen que siga girando. Y maldito si no está admirablemen-
te bien pensado. ¿Pero qué ocurre cuando ya no esperas na-
da? ¿Qué es lo que pasa entonces?
Jean RHYS. Viaje a la oscuridad.

Considerandos

Los ríos empapan.
La altura da vértigos.
Las sogas sofocan.
Las navajas salpican.
El gas apesta.
El veneno da náuseas.
Las pistolas aturden.

Mejor vivir.
Dorothy PARKER. En "Cuaderno de traducciones".

No escribo aquí todo lo que pienso.
Rara vez apunto un pensamiento la primera vez que se me
ocurre. Espero a ver si vuelve.
Hjalmar SÖDERBERG. El Doctor Glas.

Me contentaría con que se me ocurriera a mí como idea
principal lo que se le ocurre a Dvorak incidentalmente.
Dijo Johannes BRAHMS

Y Edward ELGAR comentó: "Hay música en el aire. Lo 
único que tienes que hacer es tomar tanta como necesites."

Y Claude DEBUSSY agregó en 1900: "No es necesario que
la música haga pensar a las personas..., sería suficiente con
que las hiciera escuchar."

Y Benjamin BRITTEN dijo: "¿Sabes? Es cruel que la músi-
ca sea tan bella. Tiene la belleza de la soledad y el dolor...
La belleza de la decepción y del amor nunca correspondido."

Franco Berardi (Bifo) en su artículo "La fabrique de l'in-
felicité" señala que, a pesar de que ya no tiene sentido ha-
blar de alienación (concepto adecuado para una noción de
lo "propio" humano, venida a menos en estos tiempos), 
sin embargo podemos hablar de una experiencia de "infe-
licidad difusa".
Mónica B. CRAGNOLINI. En V.V.A.A. "Bartleby: prefe-
riría no".

Racine sabe que no hay hombres de grandes pensamientos,
sino hombres de grandes expresiones.
Jacques RANCIERE. El maestro ignorante.

¡Cuánto más grande es el espacio que el pájaro movedizo!
Adolfo BIOY CASARES. La invención de Morel.

¿Cómo sabes lo que te está pasando realmente?
- Oh, no lo sabes nunca -dijo Mildred.
- Hay dos clases de personas en el mundo -dijo Mildred-.
Bueno, en realidad hay muchas. Pero en esto hay sólo dos:
las que entienden que no lo sabes nunca, y las que creen
que lo sabes siempre. Yo soy de las primeras. Es más se-
guro.
Richard FORD. Canadá.

El hombre se lo pensó un rato. Luego dijo que hay que ir
con cuidado, cuando uno es joven, porque la luz en la que
se habita de joven, será la luz en la que se va a vivir para
siempre, y esto por una razón que él nunca había entendi-
do.
Alessandro BARICCO. Tres veces al amanecer.
Más adelante, agrega: "De manera que hay que ir con cui-
dado con la maldad, porque de joven parece un lujo que
uno puede permitirse, pero la verdad es otra, y es que la
maldad es una luz fría en la que todas las cosas pierden
su color, y lo pierden para siempre."

Llené tres cuadernos de ejercicios, y la mitad de otro. En-
tonces escribí:
"Oh, Dios mío, sólo tengo 20 años y tengo que seguir vi-
viendo, viviendo y viviendo."
Jean RHYS. Sonríe, por favor.

Me reí, sin saber exactamente por qué pero sintiendo que 
estaba cerca de saberlo. Se me apareció de repente un re-
cuerdo lejano: una nota que un chico bastante bruto me ha-
bía hecho llegar en séptimo. "Ríete menos", me ordenó.
Lorrie MOORE. Al pie de la escalera.

Al mismo tiempo resonó en mi mente una cadena de pen-
samientos metálicos, como un ancla al soltarla. La muerte
no debe negarse. Intentarlo es una presunción. Infunde lo-
cura en el alma. Absorbe la virtud. Envenena la amistad
y convierte el amor en una farsa.
Helen GARNER, La habitación de invitados.

Cuando vi la primera exposición de pinturas de Paul Klee,
volví, lo recuerdo, encorvado bajo un gran silencio.
Henri MICHAUX. Escritos sobre pintura.

... el ideal moral presentado como atractivo más que como
imperativo.
H. SIDGWICK. (En 'The Methods of Ethics')

El conflicto que nos quema el alma, Antero lo expresó me-
jor que ningún otro poeta, porque tenía tanto sentimiento
como inteligencia. Es el conflicto entre la necesidad emo-
cional de la creencia y la imposibilidad intelectual de creer.
Fernando PESSOA (como Barón de Teive). La educación
del estoico.

Ahora la tormenta comienza a ser más fuerte. Espero un des-
garro desde arriba, en el techo gris por el que puedo mirar al
infinito.
Nada, no quiere. La lluvia sólo cae con más fuerza y yo aquí
sentado con mi nostalgia insatisfecha.
M. BECKMANN  (En 'Escritos, diarios y discursos')

Ellos no habían vuelto de la guerra, sino que se habían que-
dado con las banderas, con los cañones, en las trincheras,
junto a los cadáveres de sus caballos, junto a los muertos.
Lo que había vuelto eran apariciones. Los muertos allá a-
fuera no estaban muertos, estaban resucitando con gloria
sangrienta. Los que habían vuelto vivos eran los muertos
de verdad.
Alexander LERNET-HOLENIA. El estandarte. (¡Magnífica
novela!)

Encogido por el frío, el estudiante pensaba que ese mismo
viento soplaba en tiempos de Riurik, de Iván el Terrible y
de Pedro el Grande y que también entonces había existido 
esa atroz pobreza, esa hambre, esas agujereadas techumbres
de paja, esa ignorancia, esa tristeza, esa soledad, esa penum-
bra, ese sentimiento de opresión. Todos esos horrores habían
existido, existían y seguirían existiendo, y aunque pasaran
otros mil años la vida no mejoraría. En esos momentos, no
sentía ganas de volver al hogar.
Antón CHÉJOV. Cuentos.

Shújov le confió con un leve ceceo:
- En mi tierra decíamos que Dios desmenuzaba la luna vie-
ja para hacer estrellas.
Alexandr SOLZHENITSYN. Un día en la vida de Iván De-
nísovich.

Vi cómo la colina más bella del centro de la ciudad fue arra-
sada como Hiroshima, y cómo ni siquiera un domo al dolor
quedó en pie a modo de testimonio...
¡Qué extraño destino me tocó en suerte! He madurado entre
ruinas, he estudiado entre ruinas, he amado entre ruinas. A
veces pienso que ser rumano significa ser pastor de las rui-
nas, arquitecto de las ruinas, amante de las ruinas.
Mircea CARTARESCU. El ojo castaño de nuestro amor.

El estilo es la huella de lo que se es sobre lo que se hace.
René DAUMAL. Cit. por Calasso, 'Las ruinas de Kasch'.

Quisiera carecer de compostura. Es difícil. La falta de com-
postura es el signo del héroe. (Nota al pie: "El signo del héroe
militar es la desobediencia, la falta de disciplina")
Jean COCTEAU. Opio.

Esta novela fue la que me enseñó la lección más crucial en ma-
teria de composición; a saber, que lo que hace buena una na-
rración no es el cuento en sí mismo sino qué cosa sigue a la
otra.
Joseph BRODSKY. Marca de agua. (Habla de "Entretenciones
provincianas", de Henri de Régnier.)

Escribo (...) no para el lector de hoy, sino para todos los lecto-
res que puedan presentarse, mientras viva la lengua.
Gustave FLAUBERT. Cit. por R. Barthes en 'La preparación
de la novela'.

Con ello es con lo que responderá al mundo, como responde
un timbre tembloroso.
Henri MICHAUX. Retrato de los Meidosmems.

Y también hay otros que, aunque no puedan dormir, piensan
en cosas valiosísimas, mientras que yo, en mi vigilia, soy co-
mo un animal que no para de ir de una punta a la otra de su
jaula, con la cabeza y el corazón vacíos.
Alfred POLGAR. La vida en minúscula.

Se diría que lo que más asusta al subconsciente es la sensación 
de no ser absolutamente nada.
Lars GUSTAFSSON. Muerte de un apicultor.

Donde el lenguaje termina, comienza no lo indecible, sino
la materia de la palabra.
Giogio AGAMBEN. Idea de la prosa.


Moira, de Julien Green. Siempre, tanto en sus novelas como
en su diario, Green me impresiona como un ser que escribe
con silencios, no con palabras. Creo que es el novelista que
más amo.
Alejandra PIZARNIK. Diarios.

todo tiene su lugar preciso dentro del relato, como si la me-
moria y el habla fueran un don que no puede derrocharse. 
No puede perderse ni una sola gota.
Andrzej STASIUK. El herrero Kruk.

En plena séptima década de mi vida me doy cuenta de golpe
de que hasta ahora el error fundamental de mi método de
trabajo residía precisamente en mi método de trabajo.
Imre KERTÉSZ. Yo, otro.

Una nueva juventud volvía a mí, una de las más sutiles, la
de la mirada.
Henri MICHAUX. Miserable milagro.

Aprender a ver por el estilo: un gesto, una mirada, una cade-
ra un torso, súbitamente reconocidos como tales, como pa-
recidos a... Reconocer casi antes de haber visto, permite no
analizar enseguida.
Victor SEGALEN. Viaje al País de lo Real.

Valentía última: olvidar, volver a la inocencia, a la joviali-
dad de la desesperación.
Georges BATAILLE. La experiencia interior.

Es mejor morir vaciándose que llenándose, y mejor morir
de hambre que de indigestión.
Guido CERONETTI. El silencio del cuerpo.

Mi abuelo consideraba
las neblinosas soledades de su nieto
más dulces que la compañía humana.
Robert LOWELL. Antología. (Visor)

Emerson tenía razón en esto, igual que en todo lo demás: en 
todos nosotros subyace una infinita lejanía. ¿Y qué hay de
malo en eso? La lejanía nos une tanto como nos separa, y
de un modo bastante misterioso pero enteramente adecuado
para la vida cotidiana.
Richard FORD. Francamente, Frank.

La lejanía es llamada sin sujeto que llama; llamado sin obje-
to; llamado vacío y absoluto; llamado de deseo que espera
sin saber nada de eso que, sin embargo, llama.
Marcelo PERCIA. Kafka, partidas del sentido. En "Kafka:
preindividual, impersonal, biopolítico".

Ella había perdido su oportunidad de dejarlo, y él lo sabía.
Si hubiera tenido más éxito con las mujeres, ella, probable-
mente, habría comenzado a preocuparse, temiendo que la
cambiaría por otra mujer más bella; pero le conocía dema-
siado. También tenía una gran tolerancia con ella; toleran-
cia que le parecía su mejor virtud, o, quizás, la más sinies-
tra.
Ernest HEMINGWAY. La vida feliz de Francis Macomber.

"¡Los hombres sólo piensan esquivando!" De las Conversa-
ciones de Goethe.
Elías CANETTI. Hampstead.

Hay que considerar nuestros pensamientos como gestos.
Federico NIETZSCHE. Fragmentos póstumos.

Cuando alguien estaba cerca mirando, ella tenía la costum-
bre de levantar las cejas y señalarlo cuando hablaba, y des-
pués, justo a tiempo, de poner la cara normal cuando él la
miraba. O no. A veces, él atrapaba el final del gesto, un
pájaro salvaje que había desaparecido por la garganta de
ella, un pájaro que ella se había tragado como loca para
salvarlo y entonces él la muraba fijo.
Lorrie MOORE. Hospital de ranas.

Las palabras del corazón son infantiles. Las voces de la carne
son elementales. De hecho, el señor Teste piensa que el amor
consiste en poder ser tontos juntos.
Paul VALÉRY. Monsieur Teste.

Redondeada y madurada: redondeada por el torno de la endo-
gamia y madurada en el maduradero del aislamiento de su ra-
za.
James JOYCE. Giacomo Joyce.

En resumen, tener fe, minúscula o sublime,
un conjunto de gestos
Como una danza idiota, pongamos que el paso turco,
una danza modesta
Que se dance sin esfuerzo, mínimo aprendizaje,
y muy poca reflexión:
Alcanzar la felicidad inmóvil y cíclica de la
repetición
Michel HOUELLEBECQ. Configuración de la última orilla.

71
Toca el chofer bocina
por el placer
de tocar
algo.
Pablo Cruz AGUIRRE. 1994/1996. En Diario de Poesía 41,
1997.


Lo único que podrían haber hecho los hombres checos el 15
de marzo de 1939 era suicidarse.
Milena JESENSKÁ. Cit. en Mariusz Szczygiel, Gottland.

Tú caminas como el incendio de un bosque.
René CHAR. Antología.

Aquel que ha contemplado la belleza está condenado a sedu-
cirla o morir.
Thomas MANN. La muerte en Venecia. (Esto lo dice el per-
sonaje de la novela, Gustav von Aschenbach, poco antes de
morir.)

Creo que un trabajo de ocho o diez horas impide o dificulta
el estallido de revoluciones en Occidente. El hombre medio
se contenta con poco, pues es un ser de la naturaleza.
Joseph ROTH. Viaje a Rusia.

El Dr. K. escribió que en absoluto percibía como algo ri-
dículo tales espasmos agónicos frecuentes en la ópera o
ese vagar sin rumbo de la voz en la melodía, sino que le
parecían expresión, por decirlo de alguna manera, de 
nuestra desgracia natural, pues a lo largo de toda nues-
tra vida, observa en otro punto, yacemos sobre el esce-
nario y morimos.
W.G. SEBALD. Vértigo.

Nunca fui un soñador. Lo que a otros, más crédulos, les pa-
rece sueño, a mí se me figuraba tan real como el queso al
gato, a pesar de la campana de vidrio. Sin embargo, la cam-
pana existe.
Cuando la campana se rompe, el gato aprovecha, incluso si
son sus amos quienes la rompen y se cortan las manos.
Raymond RADIGUET. El diablo en el cuerpo.

UN CAMPESINO
Un campesino rengo
cruzaba el campo de col agitando el sombrero
como si estuviera contento.
Sarah KIRSCH. (Poema completo) En E. Siefer: El sueño
tiene su pared. Nueva lírica alemana.

...las aves rapaces, las que atacan casi invariablemente aves
de plumaje blanco o brillante donde están entremezcladas
con otras de colorido opaco.
G.E. HUDSON (En 'Luciérnagas')

Un día estaba mirando por la ventana. Puede que estuviera
contemplando el cielo. Pon  a alguien delante de una venta-
na, aunque sea un imbécil, y tendrás a un Spinoza.
Nicole KRAUSS. (En 'La historia del amor')

me dijo que "había que capturar las cosas con dulzura y si-
lencio, si no se retraen".
Patrick MODIANO (Un personaje fotógrafo de 'Primavera
de perros')

Los perfumes, los colores y los sonidos se responden.
Oscar WILDE. En la biografía que escribió Boris Brasol.

Pienso... es necesario que el pensamiento esté en alguna par-
te, que ocupe un lugar; el pensamiento debe tener una morada
espaciosa, una ciudad... Pensamos, entonces, la ciudad del
pensamiento existe.
Italo CALVINO (Ante los cuadros de De Chirico)

París me parece maravilloso ahora, aunque un poco demasia-
do rico. La vida en París, me digo, es exactamente como estar
en un gran transatlántico.
James SALTER. Juego y distracción.

Por otro cauce,
que no es el mío, se fue mi vida,
y no conozco ni mis propias riberas.
Anna AJHMATOVA. En "Cuaderno de traducciones".

El neófito australiano que golpea con su chuzo el símbolo
de su clan de alianza sobre la roca de la caverna iniciática
retoma, en el marco de su civilización, el ademán de Eros
que apunta su arco de cazador para herir el corazón de los
mortales.
Jean SERVIER (En 'El hombre y lo invisible')

Nunca he sentido con tanta fuerza que la moralidad es un
tiovivo que da vueltas.
(...)
La moral no es más que ese famoso círculo de tiza alrede-
dor de la gallina: sólo encierra a los que creen en ella. La
moral es la opinión que tienen las otras gentes sobre lo que
es justo.
Hjalmar SÖDERBERG. El Doctor Glas.

Una cultura es como el navío Argos de la leyenda: entre la
partida y el regreso, todas las velas cambiaron; sin embargo
es el mismo barco el que retorna al puerto.
Tzvetan TODOROV. Deberes y delicias. (También: "La ver-
dad es el horizonte último del diálogo. Hay que postular la
posibilidad de la verdad para que podamos hablar, estar de
acuerdo o desacuerdo. Pero uno no se puede apropiar jamás
de ese horizonte, además, lo propio de todo horizonte es ser
inalcanzable.")

La santería, el umbanda, el vudú, otras religiones, vinieron
de África traídas por los esclavos, y los esclavos venían de-
primidos, capturados, y no usaban su religión para bendecir
las cosechas de los amos, precisamente. La religión era para
defensa y venganza. Lo que es muy comprensible.
Carlos BUSQUED. Magnetizado. [El que así habla es el 
personaje (real) de este relato, un hombre que está preso
por haber asesinado.]

Montaigne escribió que había que dejar la política "a los 
más robustos y menos dubitativos que de buena gana sa-
crifican su honor y su conciencia por ella".
Hans M. ENZENSBERGER. Reflexiones del señor Z.

Lástima y miedo es el hombre. No hay otra cosa.
Cesare PAVESE. Cit. por E. Canetti en "Hampstead".

leyendo atentamente el tejido psíquico del Capital vemos
que la mercancía es fundamentalmente la mujer.
Roberto CALASSO. Los cuarenta y nueve escalones.

Un lector que a lo largo de su vida lee muchos, muchísimos
libros, construye un conjunto que es único e irrepetible. Cu-
riosa, paradójica construcción, que lo que construye es un
punto, e superconcentrado de lo único.
César AIRA. Continuación de ideas diversas.

cada destino 
como una veta mineral perdurable
no descubierta aún
Sharon OLDS. La materia de este mundo.

"El arma más fuerte de los árabes contra nosotros en los
territorios ocupados", dijo una vez un hombre sabio, "es
que ellos no cambiarán".
David GROSSMAN. El viento amarillo.

Y en el acto comprendió dos cosas: que solamente a partir
de aquel momento iba a saber lo que quería decir, verdade-
ramente, la palabra "sufrimiento"; y que el recuerdo del
gesto de la muchacha de las escopetas [se trata de un parque
de diversiones] (un gesto que, la primera noche, lo había
llenado de repente de felicidad, de celos y de una oscura
sensación de abyección) se le iba a quedar grabado dentro,
durante muchos años por venir, quién sabe cuántos. Como
una pequeña marca: mínima pero indeleble.
Giogio BASSANI. El olor del heno.

Dejó caer el último velo del pudor, citando a San Clemente
de Alejandría.
Giaccomo CASANOVA. Historia de mi vida

Piense en si el hombre hubiera dedicado al agua, a la sed,
al beber (por un orden distinto de la creación y de la evolu-
ción), todo el sentimiento, la atención, los ritos, las justifi-
caciones y las prohibiciones que ha dedicado al amor: no
habría nada tan extraordinario y prodigioso como beber
cuando se tiene sed...
Leonardo SCIASCIA. (Un personaje de 'Todo modo')

Quilón, uno de los siete sabios de Grecia, preceptuaba que
el hombre de cuerpo robusto fuese delicado de maneras, al
objeto, decía, de inspirar en los demás más reverencia que
temor.
G. LEOPARDI (En 'Pensamientos')

Para simplificar, las mitologías salvajes consisten en rela-
tos que ponen en escena seres naturales -los meteoros, el
sol, la luna, los animales-, que actúan como seres sobrena-
turales. 
Marcel GAUCHET. La condición histórica. Sigue: "Y esto
porque la intriga se sitúa en un tiempo que no tiene nada
que ver con el presente, un tiempo antes del tiempo que 
nos es familiar, un tiempo en el que se jugó la ordenación
de las cosas tal como las conocemos."

Pavese, ocho meses antes de su muerte, el 3 de diciembre de
1949, escribió la siguiente anotación: "Tengo que encontrar:
W.H.I. Bleek y L.C. Lloyd: Specimens of Bushman Folklo-
re, Londres, 1911."
Este libro se encuentra en mi poder desde 1944, hace 16 años.
Muchas veces he creído que es el libro más importante que
conozco. Si lo que cuenta en un libro es la concentración de lo
que uno desconoce, éste es para mí el más importante, aquel
del que más he aprendido y que aún no lo he agotado. Me ha-
bría encantado dárselo.
Elias CANETTI. Hampstead.

Andreas tenía un gusto nada vulgar; cuanto más cáustica
era la blasfemia con que una mujer le obligaba a escapar,
cuanto más cortante era el tono de su voz y más amenaza-
dora su actitud, más le gustaba.
Joseph ROTH. La rebelión.

Andar me basta
René CHAR. Cit. por J. Gracq en 'Recuerdo de una ciudad
desconocida'.

Las llanuras no me gustan. En ellas el quehacer principal del
hombre es la contemplación del horizonte.
Andrzej STASIUK. Mi Europa.

Que haya un universo es por cierto misterioso, pero que yo
esté caminando esta noche de primavera en la penumbra a-
pacible de los árboles lo es todavía más.
Juan José SAER. Cuentos completos (1957-2000)

Leí una vez que el pintor americano Whistler estaba en un
café de París y la gente discutía el modo en que la herencia,
el ambiente, la situación política del momento y cosas por
el estilo influían en el artista. Y entonces Whistler dijo:
"El arte sucede".
Jorge Luis BORGES. Arte poética.

¿Cómo se hace para estar al día con todo? A medida que 
crece el conocimiento contenido en la Biblioteca, crece
también su desorganización. Muy poca gente entiende esto.
Vikram PARALKAR. Las aflicciones.

Y cuando camino arranco siempre hojas y las desgarro. Mi
mayor pasión en el sur es en realidad arrancar hojas de lau-
rel, que son bastante fuertes y se rompen agradablemente.
Eso produce, por alguna razón, una sensación espléndida...
T. BERNHARD (En 'Conversaciones con Krista Fleisch-
mann')

Bastaba con que frunciera las cejas (y Vilajcic tiene unas
cejas negras, hirsutas, amenazantes), bastaba con que mo-
viera sus bigotes (y tiene unos bigotes retorcidos, de color
de pez, famosos en una formación tan bigotuda como la
gendarmería húngara) para que la gente temblara y le ce-
diera el paso.
Andrzej KUSNIEWICZ. El rey de las Dos Sicilias.

Este eterno joven ha envejecido. Tiene las mejillas chupadas,
la piel de la cara empieza a arrugarse, el pelo se ve gris. Este
hombre sorprendente tiene un aire sorprendido. Entiendo la
fascinación que ejerce, esa fascinación que lo ha vuelto le-
gendario: tiene el aire sorprendido de los viejos frailes cuan-
do salen de colecta. Nos habla de su nueva película, de Vene-
cia, de París; discretamente, con una sencillez absoluta.
Curzio MALAPARTE. Diario de un extranjero en París. [Ha-
blaba de Cocteau.]

Los pequeños misterios de la digestión son divulgados con
esplendor. De ellos se habla como en otras partes de políti-
ca.
Eructan levantando la cabeza como el tenor que va a dar el
do de pecho; y se cuidan de agregar devotamente un "Om
Bhagavanoe" a modo de dedicatoria.
LANZA DEL VASTO. Vinoba o la nueva peregrinación.
["Se llaman los Karnevale o Trabajadores", en el sur de la
India]

más delicados que los de los historiadores son los colores de
quienes hacen mapas
E. BISHOP (Epígrafe en 'Un mundo modelo' de M. Chabon)

Lo que primero asombra en la historia del nazismo es el he-
cho de que un pueblo de setenta millones de habitantes haya
confiado su destino a un hombre que ha pintado los cuadros
que ha pintado Adolfo Hitler. (El peligro de la política radi-
ca principalmente en esto: en que la política sea practicada
por los políticos.)
A. SAVINIO (En "El destino de Europa")

Hace unos años me dijo Henri Michaux: "Yo comencé pu-
blicando pequeñas plaquettes de poesía. El tiro era de unos
200 ejemplares. Después subí a 2 mil y ahora he llegado a
los 20 mil. La semana pasada un editor me propuso publi-
car mis libros en una colección que tira 100 mil ejemplares.
Rehusé: lo que quiero es regresar a los 200 del principio."
Octavio PAZ. In/mediaciones.

estaba Somerset Maugham, un poco irritable. En mi vida he
visto un hombre con los pies más pequeños. Se ufanaba de
eelo, además, y se sentaba siempre con las piernas cruzadas,
en la postura más adecuada para exhibirlos bien.
P. BOWLES (En "Memorias de un nómada")

Los tapices son mejores que la pintura: parecen el sueño.
E. de GONCOURT (En 'Journal', citado por Bioy)

la luz tiembla todo el tiempo cuando fumas
Rodrigo REY ROSA. Fábula asiática.

Somos muchas las que nos ponemos el reloj de nuestro
difunto marido.
Amy HEMPEL. Cuentos completos. (Le debo a Rodrigo
Fresán, que habló muy encomiosamente de ella, haberla
leído. Maravillosa.)

A Stendhal le gusta cortar el sonido en medio de una esce-
na: ya no oímos el diálogo y seguimos el pensamiento se-
creto de un personaje.
Milan KUNDERA. El telón. Ensayo en siete partes.

"A mí -dijo Renoir alguna vez- me gustan las pinturas que, si
se trata de paisajes, invitan a dar un paseo por ellas, y si son
figuras de mujeres, invitan a tocar sus tetas o sus espaldas".
J. BERGER (En 'Cada vez que decimos adiós')

En verano, los Turcos admiran a las mujeres de los Abisinios,
porque, como los sapos, tienen la piel fría.
J. BRUCE (citado por Bioy)

En los hogares pobres de Turquía, en cambio, el primer gesto
de hospitalidad consiste en ofrecer agua de colonia de limón
para que el viajero se refresque las manos, los brazos, el cue-
llo, el rostro. Este gesto me recuerda el proverbio turco sobre
los elitistas: "Se cree un ramito de perejil en medio de la mier-
da del mundo."
J. BERGER (En 'Cada vez...')

No te engañes. A las mujeres,hijo mío, las de verdad, no las
colgadas que tú llevas al Barrio Latino, a las mujeres les gus-
tan los ricos, los poderosos, los duros. A las mujeres no les
gustan los hombres amables. No les gusta la bondad, les gusta
la fuerza.
Y. REZA (En 'Hammerklavier', habla el padre)

No es gran cosa la amabilidad. Lo que importa es el pensa-
miento límite que no lleva a ninguna parte, a nada.
M. DURAS (En 'Esto es todo')

¿Y si todas esas palabras se quedasen colgadas en el aire
hasta el final de los tiempos y bastase con algo de silencio
y con fijarse un poco para captar sus ecos?
P. MODIANO (En 'El horizonte')

Una voz dijo: 
-En esto acaba un gran amor: en un conejo que corre entre
las tumbas.
Pat BARKER. Línea difusa.

Me ha ocurrido a menudo oír hablar de los campos nazis,
de Buchenwald incluso, sin intervenir, como si yo no hubiese
estado allí.
Jorge SEMPRÚN. Aquel domingo.

Cicerón definía a la confesión como "repugnante y peligro-
sa" (turpis et periculosa).
Giogio AGAMBEN. Desnudez.

Una palabra o dos pueden hacernos pensar: un poco más y
podemos sentirnos forzados, alimentados a la fuerza, dema-
siado llenos.
A. PHILLIPS. (En 'La bestia en la guardería')

Buena es la acción a la cual uno se obliga
sólo que entonces la gana está perdida.
Alexander KLUGE. Proverbios de Leni Peickert.

ese trágico optimismo que con frecuencia es la única riqueza
de la juventud
Katherine MANSFIELD. Cuentos completos.

Fontane prefiere las comas y las conjunciones, esas modestas
y ambiguas "y" que sacan a relucir inesperadas y fugaces rela-
ciones entre las cosas.
C. MAGRIS (En 'Utopía y desencanto')

creo que puedo decir sin miedo a equivocarme que, de todos
los que estamos aquí presentes (me refiero a los ingleses),
ninguno ha tenido padres que durmieran en el mismo dor-
mitorio.
David LEAVITT. (En 'El contable hindú')

A otros el universo les parece honesto. Les parece honesto
a la gente honesta, porque tienen los ojos castrados. Esta es
la razón por la que temen la obscenidad. No experimentan
angustia alguna si escuchan el grito del gallo o si descubren
el cielo estrellado. En general, disfrutamos de los "placeres
de la carne" a condición de que sean insípidos.
G. BATAILLE (Un persnj de "Historia del ojo")

quizá también el mar
proyecte sombra.
H.M. ENZENSBERGER (En "Poesías para los que no leen
poesías")

Ahora hablaré del mal como nadie
hasta hoy ha hablado. Detesto esas cosas como el jazz;
el cretino de medias blancas que tortura a un toro
negro, estriado de rojo; el bric-à-brac de los abstractos;
las máscaras rituales primitivas; las escuelas progresivas;
la música en los supermercados; las piscinas;
los brutos, los pesados, los filisteos con conciencia de clase;
Freud, Marx, los falsos pensadores;
los poetas hinchados, los impostores y los tiburones.
(V. NABOKOV -el insoportable- en 'Pálido fuego') [Por
ejemplo, se burlaba de Faulkner calificando sus libros de
"crónicas de cultivadores de trigo"]

La primera estrella.
¡No pensaremos que la ha encontrado
este faisán que grita!
ISSA (En '3 maestros')

Para los gnósticos, todo lo que está asociado con el tiempo
procede del mal.
E. M. CIORAN (En 'Conversaciones')

...como ese exiliado ruso del que Nina Berberova nos dice
que pasó dos años en cárceles nazis y que en el momento de
recuperar la libertad no pensaba en nada más que en que le
devolvieran los cordones de sus zapatos, pues de lo contra-
rio se vería obligado a ir por la calle con los cordones desata-
dos y sujetándose los pantalones (...) Esto era lo que ocupa-
ba sus pensamientos y no cosas teóricamente más importan-
tes como la idea de que por fin estaba en libertad.
E. VILA-MATAS (En 'Hijos sin hijos')

La sangre se coagulaba sobre los uniformes hechos jirones,
y, dado que esos uniformes no tenían ya ni color exacto ni
contorno, no se podía saber quiénes eran los alemanes y
quiénes los nuestros. Un gran estupor los unía.
Jean COCTEAU. Thomas el impostor.

Su rara sonrisa era como un discreto funeral en memoria
de su juventud irrecuperable.
Joseph ROTH. Zipper y su padre.

con su sonrisa que parecía el recuerdo de una sonrisa
Giovanni PAPINI. El diablo.

Ningún sentimiento tiene la fuerza necesaria si debe escudar-
se en la razón. Dashiel HAMMET. El rapto.

Leónidas prodiga sonrisas, inclinándose brevemente hacia
todos lados. Saluda a la buena de Dios, como hacen los
ciegos a quienes se les susurra al oído los nombres de los
presentes en algún lugar.
Franz WERFEL. Una letra femenina azul pálido.


Alphonse Kanders fue el primero en decirle a Iósif V. Stalin:
"¡No!". Stalin le preguntó: "Llevas reloj, camarada Kanders?"
y Alphonse Kanders contestó: "¡No!"
A. HEMON. (En 'La cuestión de Bruno'. A.K. es un personaje
imaginario)

Esta es la tragedia del Hombre: cuando deja de ser esclavo
quiere convertirse en amo.
Manuel SCORZA (en una entrevista).


Por el solo hecho de tener que vivir, el ser humano es heroico.
C. LISPECTOR [¿Y por levantarse cada mañana después de
una noche de insomnio?]

Se atribuye a Chuang Tzu (siglo II a.C.) esta idea: "el hom-
bre sabio lleva su bote vacío".
Marcelo PERCIA. Sujeto fabulado I. Notas.

Buzzati transformó la metafísica: ¿si no existe el más allá, en-
tonces de qué sirve la vida? Para esperar nada, pero para es-
perar de todos modos. El arte se convierte entonces en una
larga forma de paciencia. "Nadie está mirando, nadie os aplau-
dirá" y, sin embargo, todo ser humano es un héroe al que la
existencia le da plantón constantemente.
F. BEIGBEDER (En 'Último inventario antes de liquidación')

Los hechos de la vida no penetran en el mundo en el cual vi-
ven nuestras creencias: no engendran dichas creencias, y no
pueden destruirlas.
M. PROUST. (En 'Por el camino de Swann')

Sabba dukkha, sabba anatta, sabba anikka
La tristeza está por doquier; en el hombre no hay entidad du-
radera; en las cosas no hay realidad duradera.
BUDA

Sólo que la diversión se ha convertido en algo tan omnipre-
sente que ha reemplazado a Dios. ¿Cómo huir de la diver-
sión? Enfrentándonos con la angustia.
Frederic BEIGBEDER. 13,99 euros.

Él, que tanto había sufrido por el desorden ajeno, instauró en
su vida y en la de los suyos una disciplina estricta, casi mona-
cal. Se despertaba a las cuatro de la mañana. Se paseaba larga-
mente por el jardín, que gracias a sus cuidados, adquiría for-
ma y vida.
Lo acompañaban sus dos perros, Bromuro y Quinina, dos sal-
chichas [Bassets, en realidad](...) Almorzaban a las doce(...)
Luego escribía hasta las últimas horas de la tarde. "Desearía
ser un viejecito calvo, estar sentado en un cuarto confortable,
ante una gran mesa, y escribir, escribir". "La literatura tiene de
bueno que uno puede estar sentado, pluma en mano, durante
días enteros, sin advertir cómo pasan las horas, y sentir, al mis-
mo tiempo, algo que se parece a la vida."
(Anton CHEJOV, en 'La dramática vida de A. C.',  por Irene Nemirovsky)

Le gusta escuchar la radio en la oscuridad, siempre le ha dado
una sensación de lejanía.
A. TABUCCHI (Un personaje de 'La línea del horizonte')

El olor de la leche recalentada es algo que detesté desde la
infancia.
Edgardo COZARINSKY. Maniobras nocturnas.

el delicadísimo capítulo XXXIX. El principio era correcto:
"La moda en Lahore en 1888, aunque moderadamente ecléc-
tica, no era tan relajada como parecían creer los habitantes
de Ardis".
Erik ORSENNA. Dos veranos. [Se refiere al libro de Nabo-
kov, Ada o el ardor].

¿Qué es un Dios?
Un dios es un estado anímico eterno.
Ezra POUND. En 'Cuaderno de traducciones'.

Siempre que leo una autobiografía, suelo empezarla por la mi-
tad, cuando el tipo ya es adulto y el relato se vuelve interesan-
te.
P. LARKIN (citado por Phillips en 'Flirtear')

le gustaba la letra "r", especialmente la R mayúscula, la más
sonora de todas las letras.
J.M. COETZEE (En 'Infancia')

Aún sigo queriendo a aquel yo sufriente y estilizado en el que
viví durante tantos años.
Imre KERTÉSZ. Yo, otro.

Los epicúreos no dudaban de la existencia de los dioses, pero
afirmaban que a éstos les traía sin cuidado el destino de los
hombres.
H.M. ENZENSBERGER. Reflexiones del señor Z.

Detesto las flores. Amo los frutos.
(Inscripción en un cuaderno de G. De CHIRICO)

Una casa ajena se siente como propia cuando está llena de
extraños.
J.P. DONLEAVY. Cuento de hadas en Nueva York.

- Por eso detesto los países fríos y me gustan los cálidos, don-
de no hay invierno, y cuando llega la noche sientes que la vida
comienza en lugar de terminar. ¿No te parece?
- Sí. Pero no estoy segura de preferir los países cálidos. No sé.
No estoy segura de que no sea un error escapar a la noche y al
invierno y de que si lo haces no tengas que pagarlo de alguna
manera.
Paul BOWLES. (En 'El cielo protector')


Las mujeres de Amsterdam son hermosas; sus tacones gol-
pean el suelo con delicadeza. La mantelería es blanca, pero
en cierto sentido prefiero el hotel de Ucrania: lúgubre, incó-
modo, impregnado de olores a calcetines sucios.
J. CHEEVER (En 'Diarios')

una libra de trufas Périgord,
enjuagadas en agua fría, cepilladas,
peladas con sumo cuidado,
cortadas en rebanadas más finas
que la hoja de un cuchillo,
bañadas en mantequilla clara
y pasadas por el fuego,
para servirlas con una pizca
de pechuga de faisán...
no puedo recordar la salsa que lleva.
H.M. ENZENSBERGER (En 'El hundimiento del Titanic')

siempre me encantaba, en Irak o en cualquier sitio, compartir
un cuchitril lleno de humo con un pastor, su familia y las bes-
tias. En hogares de ese tipo, todo me era extraño y diferente,
la seguridad que demostraban en sí mismos me hacía sentir
cómodo y me fascinaba la sensación de continuidad con el
pasado. Les envidiaba una satisfacción con la vida rara hoy
en el mundo...
W. THESIGER (En 'Los árabes de la Marisma')


Primero, adoro el brezo,
y el mar hasta el horizonte, lejos.
Y me gusta creer
a aquel que morirá pronto.
Antonina MIELNIK. Cit. en Mariusz Wilk: Diario de un lo-
bo. Paisajes del mar Blanco.

Me encantan los espejos y las imágenes reflejadas en los es-
pejos que ya se han alejado un poco de la vida, ya converti-
das en cuadro, gracias a esa gélida égloga de cristal que las
separa como la pared transparente de un acuario separa de 
la vida ordinaria ese mundo de criaturas silenciosas de mag-
níficas libreas, que se mueven como apariciones entre rocas,
musgos, madréporas y pequeñas constelaciones de burbujas.
Mario PRAZ. La casa de la vida.

ahora la manteca, que durante la guerra tenía sabor a grasa
para trenes, era la única sustancia que no toleraba.
Julian MACLAREN-ROSS. Noches en Fitzrovia.

El lado incurable de la naturaleza humana es lo que me atrae.
V.S. PRITCHETT (Cit. por Martin Amis)

Un día como el de hoy es para dejar de lado la resistencia
al placer y abastecerse de amor a las cosas creadas.
Harry MATTHEWS. Viente líneas por día.

el mundo, como las mujeres, pertenece a quien lo seduce, lo
disfruta y lo pisotea.
G. LEOPARDI. Pensamientos.

Dormir es, sin comparación alguna, mejor que comer.
K. HAMSUN (En 'Por los viejos caminos')

Durante el recuento de la noche, cuando el preso atraviesa de
nuevo el portón del campo, se siente más azotado por el viento,
aterido y hambriento que en todo el resto del día, y el cucharón
de sopa de col, hirviente y desleído, será como lluvia en secano,
que se desvanece al instante. Pero ese cucharón es más precio-
so que la libertad, más que toda su vida de antes y toda la vida
por venir.
A. SOLZHENITSYN (En el terrible 'Un día en la vida de Iván
Denísovich')

Era un perrito muy pequeño, de raza japonesa. Se llamaba
Lulú. Disfrutaba del privilegio de dormir en el lecho imperial.
A veces en el curso de alguna ceremonia saltaba de las rodi-
llas del Emperador y se hacía pipí en los zapatos de los digna-
tarios. A éstos les estaba prohibido mostrar, con una mueca o
un gesto, molestia alguna. Mis funciones consistían en ir de
un dignatario al otro limpiándoles los orines de los zapatos.
para ello utilizaba un trapito de raso. Desempeñé ese trabajo
durante diez años.
Ryszard KAPUSCINSKI. El Emperador. [Haile Selassie, de
Etiopía]

El ideal de la cocina japonesa es el sabor de los ingredientes
naturales, no alterados por salsas; y la delicadeza de un pala-
dar suele juzgarse por su capacidad de distinguir entre platos
insípidos del mismo tipo.
Donald KEENE. Los placeres de la literatura japonesa.

el monarca está siendo entrevistado por un corresponsal del
semanario Der Spiegel, a quien dice:
-Dentro de 10 años tendremos el mismo nivel de vida que 
vosotros los alemanes, los franceses o los ingleses.
-¿Piensa usted? -pregunta el corresponsal, desconfiado- que
conseguirá hacerlo en 10 años?
-Sí, por supuesto.
-Pero -añade el corresponsal, aturdido- ¡Occidente necesitó
muchas generaciones para alcanzar su actual nivel! ¿Será
capaz de saltar por encima de ellas?
-Por supuesto.
Ryszard KAPUSCINSKI. El Sha o la desmesura del poder.

El fascismo es un modo de producción de la realidad, no una
cuestión de forma de gobierno o de forma de economía, no
es un sistema, sea cual fuere.
Jean-Pierre FAYE. Los lenguajes totalitarios.

La justicia es la primera de las virtudes, sin la cual no exis-
ten las demás. Pues la bondad sin justicia es debilidad, y el
coraje sin justicia es ferocidad, y la prudencia sin justicia es
flojedad. La justicia es la virtud de las virtudes y puede ser
más devastadora que el pecado.
Lanza del VASTO. Vinoba o  la nueva peregrinación.

Cuando me levanto por la mañana vuelvo inmediatamente al
lecho. Me encuentro mejor por la noche. En el momento que
apago la luz, me echo el edredón sobre la cabeza. Vuelvo a
levantarme una vez más, miro en torno mío con una satisfac-
ción indescriptible, digo buenas noches y me meto bajo el e-
dredón.
S. KIERKEGAARD (En 'Diapsálmata')

El arte es emoción, estado de ánimo y jamás sensación.
El estado de emoción artística no debe tener: 1) ninguna
instructividad o información; 2) ninguna sensorialidad;
3) ninguna otra finalidad que sí mismo.
Hay que definir la emoción para el Arte, que es sólo emo-
ción, aunque no toda emoción es arte ni belleza.
Macedonio FERNANDEZ

Leila avanzó sonriendo a través de la sala y más de uno ex-
perimentó una momentánea suspensión de su cinismo. Ha-
bía algo sobre natural en ella, una belleza sin artificios, ca-
si involuntaria, que acallaba los comentarios malevolentes
y desviaba las miradas lascivas hacia el suelo, de manera
casta.
Hari KUNZRU

Le gustaba aquella permanente humedad que propicia que
las manos se deslicen sobre la piel.
Frederic BEIGBEDER. 13,99 euros.

De pronto, sonó el timbre de la puerta y ella se levantó sin 
darse cuenta. Era como una trémula estatua, su corazón pare-
cía un despertador, sentía un extraño escozor por todo el cuer-
po y no sabía si había oído algo o no. Miró ansiosamente a su
alrededor como si hubiera otra persona o un objeto que pudie-
ra decirle lo que tenía que hacer (...) y se encaminó cautelosa-
mente hacia la parte anterior de la casa, acariciando suavemen-
te las paredes con los dedos como si caminara por los inesta-
bles pasillos de un barco.
S. WRIGHT (Un personaje de 'Viaje de vuelta')

En mis accesos de optimismo me digo que mi vida ha sido un
infierno, mi infierno, un infierno a mi gusto.
E. CIORAN (En 'Desgarradura')

pienso en que yo desapareceré
y me siento extrañamente eufórico.

Es tan luminoso como es verano
y tan tarde como es siempre.
Henrik NORDBRANDT. 3 X Nordbrandt.

La mayor parte de la gente desea creer que su vida es algo
más que una serie aleatoria de acontecimientos sin conexión
entre sí.
Richard SENNETT. El artesano.

Le dije que hay una diferencia entre conocer los hechos en la
perspectiva despersonalizada en que puede resumirlos un li-
bro de historia, colocándolos en el contexto de la época y sus
ideas, en el devenir de la Historia con mayúscula -¿Quién dijo
"ese ídolo hegeliano y tornadizo, rígido en los conceptos, am-
nésico para las catástrofes"?- y el testimonio de la experiencia
individual. Y a mí siempre me interesó esa parcela irrecupera-
ble: lo vivido, lo que en tiempos de teoría y arrogancia mili-
tante se despreciaba con la palabra "anecdótico".
Edgardo COZARINSKY. En ausencia de guerra.

-¿Sabes lo que decía Cocteau? -preguntó, casi gritando- 
Que existe una fama peor que el fracaso.
James SALTER. Anochecer.

Nada tiene tanto poder y tanta fuerza como lo que es vano.
Fleur JAEGGY. El temor del cielo.

No pregunto si es blanco, negro o amarillo, no indago si es
cristiano, judío o musulmán, me basta con que pertenezca al
género humano, peor que eso no podrá ser.
Mark TWAIN. Cit. por M. Percia en "Sujeto fabulado I".

La semana pasada leí algo increíble en una revista francesa
Entrevistaban a un amigo de De Gaulle. Pregunta: "De Gau-
lle, entonces, ¿no era antisemita?" Respuesta: "Bueno, en
1940, recuerdo que André Maurois vino a pedirme una au-
diencia privada con De Gaulle. El general se volvió a alguien
que estaba a su lado y dijo: '¿Qué está haciendo aquí ese judío
de mierda?' Pero eso era sólo su manera de hablar. De Gaulle
no fue nunca antisemita". Semejantes  disparates hacen que la
vida valga la pena.
Paul BOWLES. Palabras ingratas.

El juego constante consiste en eludir. La evasión típica, la 
evasión mortal (...) es la esperanza: esperanza de otra vida
que hay que "merecer", o engaño de quienes viven no para
la vida misma, sino para alguna gran idea que la supera, la
sublima, le da un sentido y la traiciona.
Albert CAMUS. El mito de Sísifo.

Oponerse a algo es mantenerlo. Oponerse a la vulgaridad
es inevitablemente ser vulgar. Hay que ir a otra parte; hay
que tener otra meta; entonces el camino es distinto.
Ursula Le GUIN. La mano izquierda de la oscuridad.

Existe un elemento de verdad en un chiste acerca de la ora-
ción ideal de una joven cristiana a la Virgen maría: "Oh, tú que concebiste sin pecado, ayúdame a pecar sin concebir." En el
perverso funcionamiento del cristianismo, la religión es, de
hecho, evocada como una salvaguarda que nos permite dis-
frutar de la vida con impunidad.
Slavoj ZIZEK. Mis chistes, mi filosofía.

Releer lo que se ha escrito cincuenta veces al día, nada más
por cambiar una palabra, como se cambia una flor en un flo-
rero.
Gesualdo BUFALINO. El malpensante.

Niels Bohr decía que con el lenguaje pasa como con los pla-
tos en un chalet de montaña. El agua está sucia, la bayeta
también; sin embargo, a fin de cuentas, conseguimos fregar
los platos.
Michel HOUELLEBECQ. Intervenciones.

Si lo sucesivo puede experimentarse simultáneamente, enton-
ces quizá la distancia pueda experimentarse como inmanencia.
Geoff DYER. Yoga para los que pasan del yoga.

En Cofeeville, Misisipi, a las seis de la tarde había una luz 
dorada y un niño columpiándose en ella, columpiándose de un 
árbol de gran tamaño, sobre un jardín de gran tamaño, adelante 
y atrás, delante de una casa grande y espaciosa.A ciertos nive-
les, ser un niño blanco de clase media en un pueblecito del Sur 
debe de ser la forma más maravillosa en que puede vivir un ni-
ño en Estados Unidos.
Joan DIDION. Sur Oeste

Habría que saber si ese 14 de diciembre, día de la fuga de
Dora, hacía buen tiempo. Uno de esos domingos apacibles
y soleados que nos hacen experimentar un sentimiento de
vacaciones y de eternidad, el sentimiento ilusorio de que el
curso del tiempo se ha detenido, que basta deslizarse por
esa brecha para escapar a la tenaza que está a punto de ce-
rrase sobre nosotros.
Patrick MODIANO. Dora Bruder.

Hay una teoría de Robert Ardrey, expuesta en un libro muy
interesante llamado Génesis africano, que intenta demos-
trar que el hombre surgió de las llanuras de África y sobre-
vivió gracias a que era asesino."El mono agresivo del sur",
lo llama. "El hombre no nació en Asia ni en estado de ino-
cencia. El hogar de nuestros padres fueron los altiplanos
de África, sabanas de cielos límpidos, rebosantes de ame-
nazas."
William S. BURROUGHS. La tarea.

Si uno se borra de la cabeza los recuerdos y quema el álbum
de fotos, ¿en qué queda? No se puede ir destruyendo la esca-
lera a medida que uno la va subiendo, ¿o sí? Yo digo que no,
y que la única razón para que el hombre viva es para que de-
je fotos.
F. VALLEJO. (Un personaje de 'La Rambla paralela')

y aunque cuando considero mi obra suelo sentirme lleno de
vergüenza y rechazo, sé que, por mal que escriba, haría peor
cualquier otra cosa.
W.H. AUDEN. El prolífico y el devorador.

Tener una idea única por vez primera y no saberlo.
Elías CANETTI. Hampstead.

Él dijo: Que cada uno de vosotros diga lo que le gustaría.
Tze Lu dijo: Me gustaría un carro con caballos, y prendas de
piel ligera para compartir con mis amigos. No me sentiría
ofendido si las echaran a perder.
Yen Yuan dijo: Me gustaría tener bondad sin agresividad, y
usar mi energía en desempeñar un buen trabajo sin ser por
ello exhibicionista.
Tze Lu dijo: Ahora, maestro, quisiera conocer tus inclinacio-
nes. Confucio dijo: Que los ancianos estén tranquilos, y los
amigos confíen en nuestras palabras, y que los jóvenes sean
protegidos.
CONFUCIO. (En 'Las Analectas', en la versión de Ezra Pound.)

Heidegger se consideraba a sí mismo una víctima del nazismo.
De ahí su asombroso comentario a Ernst Jünger: él, Heidegger,
sólo podría disculparse por su pasado nazi si Hitler pudiera vol-
ver para disculparse con él.
Mark LILLA. (En "Pensadores temerarios")


Decidí someterme a psicoanálisis, y la cosa duró tres años. El
análisis eliminó inhibiciones y ansiedad y entonces pude vivir
como quería. Gran parte de mis progresos en el análisis tuvie-
ron lugar a pesar de mi analista, a quien no le gustaba mi "o-
rientación", como él decía. Finalmente, abandonó la objetivi-
dad analítica y me echó de su consulta asegurando que era un
"cínico redomado". Yo estaba más contento con los resultados
que él.
W. BURROUGHS (En 'Yonqui')

Escribo siempre a mano, como sabes. Me sería totalmente im-
posible escribir a máquina. No, no sé hacerlo. Ni entiendo có-
mo la gente puede escribir de esa manera. El contacto con la
pluma me parece fundamental. Escribir a máquina es algo así
como hacer el amor con preservativo.
J. GOYTISOLO (En 'Voces')

Comportarse
como el pez en invierno
quedarse siempre cerca del agujero por donde entra el aire
pero no dejarse atrapar por el personal de la cocina
A. KLUGE (En 'Proverbios de Leni Peickert')

Una red capturó una red:
nos separamos entrelazados.
P. CELAN. (En 'Amapola y memoria')

en tu más frágil gesto hay cosas que me cercan,
o que no puedo tocar porque están demasiado próximas.
E.E. CUMMINGS. (En 'Poesía norteamericana contempo-
ránea')

No en vano me he puesto el vestido de plumas amarillas.
Por mí ha salido el sol.
PRECOLOMBINO ('Canto a Huitsilopochtli')

un rayo de sol de verano escamotea a la voluntad de saber
un secreto que ninguna reminiscencia hará penetrable ja-
más.
Georges BATAILLE. La experiencia interior.

Toda mujer, al saber que está embarazada, se lleva la mano
a la garganta : sabe que dará a luz un ser que seguirá forzo-
samente el camino de Cristo, cayendo en su camino muchas
veces bajo el peso de la cruz. No hay cómo escapar.
C: LISPECTOR (En 'Descubrimientos')

La auténtica actitud musulmana requiere que uno actúe siem-
pre como si la muerte estuviera al llegar.
P. BOWLES. Días y viajes.

"Adiós", dijo el moribundo
al espejo que tenía delante.
"No volveremos a vernos".
P. VALERY

Su última anotación en el cuaderno que usaba para hacer sus
dibujos y apuntar ideas fue un dibujo de 3 peldaños ascenden-
tes con una una sola palabra en cada uno: Sprechen, Schreiben,
Schweigen: hablar, escribir, silencio.
Acerca de Kurt TUCHOLSKY, crítico judío perseguido por los
nazis, exiliado en Suecia. (En F. Grunfeld: 'Profetas malditos')

Los viejos pilotos de China y de Arabia intentaban orientarse
así: sobre el nivel de agua de la escudilla, un pájaro pintado flo-
tando sobre su índice de corcho atravesado por una aguja iman-
tada.
ST. JOHN PERSE (En 'Antología poética')

Pero me gustaba el sabor de las lágrimas contenidas, de aque-
llas que parecen caer de los ojos al corazón, detrás de la más-
cara de la cara.
V. LARBAUD (En 'De la tierna edad')

Bebimos lluvia. Lluvia bebimos.
P. CELAN (En 'Amapola y memoria')

Denme el cielo azul y el sol visible.
Niebla, lluvias, oscuros- eso lo tengo en mí mismo.
F. PESSOA (En 'Tabaquería')

Mejor es navegar, mecerse entre las olas,
participando de la geografía, de lo azul,
no sólo de la historia, esta costra de tierra.
J. BRODSKY (En 'No vendrá el diluvio tras nosotros')

En el siglo XVIII el señor de Saussure, Académico de la 
Ciencia de Turín, que estudiaba matemáticas para aprender 
la lengua de la realidad, había inventado el cianómetro, pa-
ra medir los distintos matices del azul del cielo.
C. MAGRIS (En 'Microcosmos')

El ahogado macho, en la estación del desove, que dura casi
todo el año, se pasea en su desovadura, descendiendo como
de costumbre la corriente, la cabeza hacia adelante, la cintura
levantada, las manos, los órganos de desove y los pies mene-
ándose sobre el agua. Permanece de buen grado balanceándo-
se entre las hierbas. Su hembra también desciende la corriente,
con la cabeza y las piernas volcadas hacia atrás y el vientre al
aire.
A. JARRY (En 'Costumbres de los ahogados')

Preferiría no tomarla con la boca -le advirtió ella muy seria a
los pocos días de casados-, y tampoco me gusta que te pongas
a resoplar entre mis piernas como un perro sin dueño.
R. LUCAS (En el delicioso 'Noches en Mongini's')

los poetas metafísicos anuncian que follar es su única justi-
ficación.
Christopher HITCHENS. Cartas a un joven disidente.

Alguien dice "¿Para quién escribes?" Yo respondo: "¿Me lees
tú?" Si contestan que no, digo "No escribo para ti".
W.H. AUDEN (En 'Conversaciones con poetas') Unas líneas
más adelante: "Un poeta, el verdadero poeta, solamente tiene
un deber social, a saber: sentar un ejemplo del uso correcto de
su lengua materna en su obra, lengua que se corrompe constan-
temente. Cuando las palabras pierden su significado, la fuerza
física prima".

la gente que no escribe cree que los escritores siempre tenemos
una intención.
T. SHARPE (En 'Wilt soy yo')

¿Qué es la traducción? En una bandeja
la pálida cabeza de un poeta.
El chillido de un loro, el gruñido de un mono
y la profanación de los muertos.
V. NABOKOV (citado por G. Steiner)

Para la 2° Epístola a los Corintios (12:4), la traducción sería
una blasfemia. El judaísmo reconoce un tabú aún más radical.
El Megiliath Ta'anith, que según se cree se remonta al siglo I
a.C., nos dice que el mundo se oscureció durante tres días
cuando la ley fue traducida al griego.
G. STEINER (En 'Después de Babel')

Austerlitz dijo que él tenía la opinión de que las voces que, al
comenzar la oscuridad, atravesaban el aire y de las que podría-
mos captar muy poco, tenían, como los murciélagos, su propia
vida, que rehuía la luz del sol.
W.G. SEBALD (En 'Austerlitz')

Weininger tiene una peculiar teoría epistemológica, basada en
la "hénide". La hénide es un conjunto de datos psíquicos ante-
rior a la idea. La mujer piensa en hénides, lo cual, para ella, es
pensar y sentir al mismo tiempo.
R. MONK (En 'Ludwig Wittgenstein')

Definitivamente, de los placeres de un solitario, el más grande
es hacer el ridículo sin que nadie lo vea.
A. BRYCE ETCHENIQUE  (En 'Crónicas')

Lo que me impide tomarme en serio, aunque sea yo de carác-
ter más bien circunspecto, es que me siento ridículo, no con
esa ridiculez relativa de la comicidad teatral, sino con la ridi-
culez intrínseca a la misma vida humana, y que se desprende
de la acción más simple o del gesto más común. Nunca, por
ejemplo, dejo de reírme cuando me afeito, pues me parece un
acto completamente estúpido.
G. FLAUBERT (En 'Correspondencia íntima')

Talleyrand: "En cierta ocasión, en los tiempos de mi juventud,
e incluso después, cuando amaba las novelas de aventuras y
los melodramas, vi que lo que me apasionaba era la incerti-
dumbre sobre la identidad de las personas".
R. CALASSO (En 'La ruina de Kasch')

Si existía un designio oculto, vivir casi nunca arrojaba luz
sobre él.
Richard FORD. Canadá.

Si lo que quieres hacer tiene algún valor, me temo que fre-
cuentarás el infierno.
G. SEFERIS (En '6 noches en la Acrópolis')

En cuanto a la felicidad, no tiene casi más de una utilidad,
hacer posible la desdicha.
Marcel PROUST. El tiempo recobrado.

Es un gran tipo. todo pasa por algún motivo, dice. Piensa
que esa es toda la filosofía que hace falta. Hay una gran tra-
dición de grandes tipos que vivieron por debajo del ecuador,
de donde proceden los dos amantes de Fleur. Los grandes 
tipos ocultan sus sentimientos y su más alta ambición es re-
lajarse. La vida es una especie de agradable progreso que la
introspección solo puede estropear.
Justin CARTWRIGHT. El dinero de los demás.

Siempre le habían fascinado los gemelos, que se le antojaba
escondían un poder vital, a una profundidad en que la carne
dicta su ley al alma y la somete a su antojo.
M. TOURNIER (En el tremendo 'El rey de los alisos')

ya los Upanishad indios decían: "Porque a los dioses les
gusta el enigma, y les repugna lo que es manifiesto".
Giorgio COLLI. El nacimiento de la filosofía.

"SUS MEJORES TEXTOS"
Para Piglia: 'Cerros como elefantes blancos'; 'El río de los 2
 corazones; 'La luz del mundo'.
Para Gamerro: 'Los asesinos'; 'Las nieves del Kilimanjaro';
 'La corta vida feliz de Francis Macomber'; 'Cerros como
 blancos elefantes'; 'Un lugar limpio y bien iluminado'.
Para Soriano: 'Los asesinos' y '50 de a mil'.
(Acerca de HEMINGWAY)

Supongamos
que los pensamientos negros también son
naves heliocéntricas.
R. BOLAÑO (En ´Perros románticos')

La hélice de tu sonrisa arrojada muy lejos
E. LERO

Uno gusta de recordar la infancia, por difícil y asquerosa que
fuese aquella época.
I. KERTESZ (En 'Dossier K.') (Proust, que debe de haber te-
nido otra clase de infancia, "los 'paseos' de la infancia forman
la materia prima de nuestra inteligencia")

Antiguo tema árabe: Elegía sobre la vivienda abandonada por
la amada.
R. MUSIL (En 'Diarios')

La persona amada a todos los ojos parece bella
ANÓNIMO (En 'Poesía Árabe Clásica')

Una confesión debe ser parte de la nueva vida.
L. WITTGENSTEIN (En 'Observaciones'. Acerca del gusto:
"El gusto regula. El parir no es cosa suya." "El gusto puede
encantar pero no sobrecoger.")

El sol al mediodía es el sol declinante; la criatura que nace es
la criatura que está muriendo.
HUI SHIH (En 'Breve historia de la filosofía china')

¿O se trata de otra invocación? A mí me parece que cuando
los vivos mueren, los muertos resucitan.
J. ROTH (En 'Primavera de café')

A LUCASTA, PARTIENDO HACIA LA GUERRA
(.....)
No podría (Querida) amarte tanto,
Si el Honor no amara más.
R. LOVELACE (En 'Los poetas metafísicos ingleses del siglo
XVII')

Bríndame más Amor o más Desdén;
La Zona Tórrida o Gélida
Igual alivio traen a mi dolor;
Mas la Zona Templada no da nada:
El extremo del odio o del Amor
Más dulce es que la calma.
T. CAREW (En el mismo libro)

En el amor, como en casi todas las cuestiones humanas, el
acuerdo es resultado de un malentendido. Este malentendi-
do es el placer. El hombre exclama: ¡Oh, ángel mío! La mu-
jer arrulla: ¡Mamá! ¡mamá! Y estos dos imbéciles están
convencidos de que piensan armónicamente. El abismo in-
franqueable, que obra la incomunicación, permanece in-
franqueado.
Charles BAUDELAIRE. Diarios íntimos. (Es notable la
conexión que hay entre este texto y la famosa y provoca-
dora frase de Lacan: "No hay relación sexual".)

Frau Mann se inclinó adelante y empezó a quitarse la pin-
tura con la rápida alegría técnica de un pintor que limpia
su paleta.
Djuna BARNES. El bosque de la noche.

Apreté el picaporte; la puerta cedió sola y se abrió como
los labios que se separan indefensos durante el sueño.
Bruno SCHULTZ. Obra completa.





¿Una amada no es acaso una espléndida evasiva en muchos
casos?
R. WALSER (En 'La rosa')

Muerto desde la desaparición de la aleutiana; y aunque la idea
le asusta -seguro que su esencia no está en una mujer, que
ninguna mujer puede arrebatársela a su antojo (.....)
K. HARRISON (El personaje masculino de su magnífica his-
toria de amor en 'La mujer de nieve')

los grandes temas [de la literatura]: el incesto o el niño.
P. SOLLERS (Entrevista en 'La Torre de Papel', 1980)

En el año 1735 Linneo, en una visita a un jardín de Hamburgo,
anota en su cuaderno el epígrafe escrito a la entrada: "No ha-
gas ningún mal y no serás víctima tú de ninguno, como el eco
que te devuelve tu propio grito en el bosque".
C. MAGRIS [un agregado mío, para atemperar este exceso:
"Tse-Kung dijo: Lo que no quiero que se me haga no quiero
hacerlo a nadie. Confucio dijo: No, Ts'ze, aún no has llegado
tan lejos". Versión de Pound de Las Analectas)

Sin embargo, me dio la impresión de que, en realidad, ya había
alcanzado el grado de inteligencia que hace a un hombre indi-
ferente.
J. ROTH . Fuga sin fin.

A los otros hombres los encontré en la dirección opuesta.
Thomas BERNHARD. Cit. por Ray Loriga, en "Rendición".

Un templo cerca de Osaka tenía una vista maravillosa sobre
el mar. Rikyu [Sen-no Rikyu, 1521-1591) hizo plantar dos se-
tos que ocultaban totalmente el paisaje, y al lado mandó colo-
car una pileta de piedra. Sólo cuando el visitante se inclinaba
para tomar el agua en el hueco de las manos, su mirada encon-
traba la mirilla oblicua entre los dos setos, y se le abría la vista
del mar ilimitado. (...) a quien le interrogaba sobre el porqué
del seto, Rikyu se limitaba a citar los versos del poeta Sogi:
Aquí, un poco de agua.
Allá entre los árboles,
el mar.
I. CALVINO (En su libro de viajes y otras observaciones,
'Colección de arena')

Todas las cosas que he hecho imitando a la naturaleza no
son sino castañas pilongas sacadas del fuego.
V. VAN GOGH (en 'Cartas a Theo')

Las almendras son aquí el símbolo de la hospitalidad, de la
reverencia, del amor divino. El discípulo trae las almendras
al maestro espiritual y éste toma un puñado y se lo ofrece a
aquél a su vez. Cuando se trata del discípulo predilecto, el
gurú pela cuidadadosamente una almendra y se la mete di-
rectamente en la boca. Ese es el signo supremo del amor del
maestro.
M.  ELIADE (En 'La India')

y me acarició el pelo con una sonrisa que dio a sus ojos azules
el brillo del agua movida por la brisa.
A. GHOSH (En el bello 'Líneas de sombra') [Me recuerda la
descripción de los ojos del personaje masculino en "Las
tinieblas", de Leonid Andréyev: "Sus ojos negros eran bellos,
si bien había algo de inmóvil en su mirada, y se revolvían pe-
sada y lentamente en sus órbitas como si tuvieran que reco-
rrer cada vez una distancia muy larga". Lo notable es que
compré al mismo tiempo este libro y "Viaje de invierno", de
Amelie Nothomb y en ambos casos, desde la primera página
se conoce que el personaje de la(s) novela(s) es un terrorista
suicida contando o viviendo sus últimas horas.]

Se levantó, se pasó la mano por el pelo a lo largo del cráneo
y miró a través de la ventana durante largo rato, con los ojos
danzando y revoloteando, y con la cara como una bolsa vacía,
exangüe.
Flann O'BRIEN. El tercer policía.

¿Cómo hemos llegado a estar tan ciegos para que la fealdad
nos resulte soportable? "¡Vamos, cada uno tiene sus gustos!
¿Y si a ese hombre le gustaba su corbata?" Eso es lo que se
piensa cuando no se está bajo el efecto de los hongos. Cuando
estás colocado, en cambio, dinamitas ese tipo de palabrería.
Llevar una corbata así es un insulto, un atentado, un acto de
desprecio, semejante comportamiento destila odio, eso es, ese
tipo me odia, odia al género humano.
A. NOTHOMB (Un personaje de 'Viaje de invierno')

Egbert entró en la amplia sala apenas iluminada como quien
no está seguro si entra a un palomar o a una fábrica de bom-
bas, y se halla preparado para cualquiera de las dos eventuali-
dades.
SAKI (En 'La ventana abierta')

La respuesta de Brummel cuando se le felicitaba por su ele-
gancia en las carreras de Empson: "No podía estar elegante,
puesto que ustedes lo han notado".
J. COCTEAU

La distinción consiste ante todo en la sobriedad de los gestos.
Es porque no hace un gesto de más, que nosotros decimos que
el animal es más distinguido que nosotros.
M. De CHAZAL (En 'Actas surrealistas')

Como un ovillo de seda que revolotea contra un muro
ella camina junto a la verja de un sendero en Kensington
                                                                           [Gardens
Ezra POUND: Antología poética.

no es arte
fabricar el ojo de la libélula
pero construir imperios es mucho más simple
H. M. ENZENSBERGER (En 'Poesías para los....')

Cree que todo ser humano debería crear en el curso de la vida
al menos una sola cosa que le sobreviva. "Creo... que Los co-
bardes me sobrevivirá del mismo modo que los zapatos orto-
pédicos de mi padre sobrevivieron al maestro zapatera Zahál-
ka de Kostelec".
J.M. COETZEE. Costas extrañas. (Habla del escritor polaco
Josef Skvorecky)

la imagen de la escritura como "cosa que da ganas", re-
fugio, "salvación", proyecto, breve "amor", alegría. Su-
pongo que la devota sincera tiene los mismos sentimien-
tos hacia su "Dios".
R. BARTHES (En 'Diario de duelo')

Cuando, inmediatamente después de la guerra, en Buca-
rest, sus amigos, para convencerlo de que se transformara
en un poeta rumano (de ese período se conservan sus poe-
mas escritos en rumano), le recordaban que no debería ha-
ber escrito en la lengua de los asesinos de sus padres, 
muertos en un campo de concentración nazi, Celan respon-
día simplemente: "Sólo en la lengua materna puede decirse
la verdad. En una lengua extranjera el poeta miente."
Giorgio AGAMBEN. Idea de la prosa.

el presente de los judíos es quizá más grande que su pasado
porque es más trágico.
Joseph ROTH. (En 'Crónicas berlinesas'. Esto fue escrito el
14 de setiembre de 1929.)

-¿Qué le pasa a la gente de la ciudad que se acerca a la música
de Atahualpa: es una necesidad?
-No sé. Hábito. Puede ser un poco de curiosidad también; la
gente va siempre detrás del ruido. Si siente un choque, va. Yo
no tengo ni bicicleta y voy a ver quién chocó.
A. YUPANQUI (En Página 12, 20/5/97)

"¡Nómbreme, dice Werther, el hombre que, estando de mal hu-
mor, es lo bastante honesto para disimularlo, para soportarlo
completamente solo, sin destruir la alegría en torno suyo!" Tal
hombre es evidentemente inhallable, puesto que el malhumor
no es más que un mensaje.
R. BARTHES (En 'Fragmentos de un discurso amoroso')

"Cuando yo era Ministro del Interior"... queda muy bien como
comienzo de frase.
J. RENARD (Sí, en los tiempos y en la Francia de Jules Re-
nard)

Enrique, mi cuñado, que durante sus estancias en casa de ha
impuesto la tarea de leer los libros del armario extremo de mi
biblioteca de izquierda a derecha y de arriba  a abajo...
J. GIL DE BIEDMA

Que ella se guardaba la sonrisa como quien apaga finalmente
la lámpara y decide acostarse.
C. LISPECTOR (En la hermosa novela 'Cerca del corazón sal-
vaje')

Con esa risita seca de la cerilla al encenderse
H. MICHAUX. En otros lugares.

En tu más frágil ademán hay cosas que me incluyen,
o que no puedo tocar porque están demasiado próximas
E.E. CUMMINGS. 33 poemas.

(Djuna Barnes cuenta en 'El bosque de la noche', un libro
que ha dado lugar a innumerables interpretaciones, la histo-
ria del príncipe que antes de ser ejecutado, coloca el señala-
dor en el libro que leía.) [¡Qué raro! Se relacionaron sin querer Cummings y Djuna, dos escritores que han sido criticados
por ser incultos, por carecer de una 'verdadera' formación.]

El hombre sin dedos camina como si golpeara el suelo, para
nivelarlo, con pisones de hierro.
G. GREENE (Leprosario en Liberia)

Habla inglés de un modo curioso, con ese increíble acento
holandés que parece rechinar sobre las vocales igual que una
suela de cuero sobre un piso seco.
J. RENARD. Diarios

Nada me gustaba más que contemplar absorto a los mayores,
a mi madre y a sus hermanas, cuando se reunían en la casa
familiar, cascaban nueces en la mesa redonda rodeada de si-
llas y charlaban bajo la mirada esmaltada de los santos de los
iconos.
Mircea CARTARESCU. El ojo castaño de nuestro amor.

Los burros no son entusiastas por naturaleza; andan como si
tuvieran artritis.
J. CARTWRIGHT. Míralo de esta manera.

Como puedo pero no como podría
VAN EYCK

En los restaurantes les pide especiales a los camareros: vina-
gres raros, queso sin grasa, por favor, ¿puedo ver la botella
antes de elegir el Pauillac?, nada de glutamato sódico en la
salsa de soja, sólo café árabe muy tostado, lavafrutas con
los quaqlie al spiedino, es el único modo de comerlos, certo
signore, un kir con frambuesa y mucho hielo, etcétera, etcé-
tera. No hay comida en el que no exija algo que demuestre lo
especial que es.
J. CARTWRIGHT (En 'Soñando con los Masai')

T.B. le dijo una vez a Adrian: "A los masai sólo les interesan
el ganado, el agua y las mujeres, en ése orden..."
P. MATTHIESSEN. El árbol en que nació el hombre.

He oído decir que a las verdaderas damas de Oriente y del
norte, mucho más delicadas que las paluradas cubiertas de ri-
quezas, evitaban el contacto abrazador del diamante, no per-
mitiendo que tocara su fino cutis más que la suave perla.
J. MICHELET. El mar.

Me paseo por los muelles del Po, delante del Monte dei Ca-
ppuccini . Cae la noche, brumosa, las villas desaparecen y
sólo quedan los espinazos oscuros, hirsutos de las colinas sal-
vajes, borrosas. ¿De qué sirve esta belleza - al menos, qué
puede significar?
C. PAVESE. En Pajak, 'La inmensa soledad'.

El fin último de la evolución humana, se crea o no, es la belleza.
J. BRODSKY (citado por Coetzee en 'Costas extrañas')

Toda la civilización de la humanidad, desde sus comienzos, no
ha sido más que un ascua que con el paso de las horas se torna
más intensa, y de la que nadie sabe hasta qué punto se va a avi-
var y cuándo se va a extinguir.
W.G. SEBALD. En el incomparable 'Los anillos de Saturno'.

la tonta y devota frase burguesa de la bendición del trabajo. 
Por ella se ha hundido el mundo burgués; una mentira tan
enorme y vulgar tampoco la podrá mantener el mundo socia-
lista.
Joseph ROTH. Viaje a Rusia.

Cuando los artistas no mantienen una relación de tensión con
la sociedad, se paralizan con rapidez. No pueden dejarse mimar
por ella, porque entonces se sienten obligados a plegarse a las
circunstancias dadas. Nunca, ni siquiera en los períodos de ma-
yor pobreza, me dejé comprar por la sociedad. Siempre antepu-
se la libertad personal.
R. WALSER. En Carl Seelig: 'Paseos con Robert Walser'.

su concepción del mundo como "una mezcla de manicomio
con matadero".
G. STEINER (una frase de la Dra. Ostrovsky)

Lucrecio (que después de Demócrito y Epicuro), concibió el
mundo como una lluvia de piedras lanzadas al vacío según tra-
yectorias paralelas que de vez en cuando trazaban un "clina-
men", una desviación minúscula, una separación que hace que
se encuentren y, al encontrarse, forman cuerpos.
B-H. LEVI (Durante el rico diálogo con M. Houellebecq, en
'Enemigos públicos')

lo que se ha llamado el "giro axial": la aparición en el primer
milenio antes de Cristo de innovaciones espirituales, concep-
tuales, filosóficas, que dividen la historia en dos: antes de ese
giro hay universos de pensamiento mitológico que en rigor
podemos recomponer y descifrar pero que se nos dan bajo
el signo de una opacidad fundamental.
Marcel GAUCHET. La condición histórica.

Tal como el abismo celeste entre los inmortales y los que
mueren es infranqueable, el abismo individual (entre uno
mismo y su origen) es infranqueable.
Pascal QUIGNARD. Morir por pensar.

En tanto que padre de mí mismo, ya estoy muerto; vivo aún
y envejezco en la medida en que soy mi propia madre.
F. NIETZSCHE  (En el notable libro de Frédéric Pajak titula-
do 'La inmensa soledad', acerca de Nietzsche y Pavese en la
ciudad de Turín)

Era mejor irse a ese otro mundo en plena gloria de una pa-
sión, que desvanecerse y marchitarse con los años.
J. JOYCE (en "Los muertos")

DE VENTA
Pobre juguetito tímido,
organizado con pródiga agresividad,
vivido tan solo un año-
el chalet de mi padre en Beverly Farms
estaba a la venta el mismo mes que él murió.
Vacío, abierto, íntimo,
su mobiliario citadino
estaba como en puntillas esperando
al empleado de mudanzas que vendría
tras el empleado de la funeraria.
Ya lista, temerosa
de vivir sola hasta los ochenta,
mamá se quedaba ida en la ventana,
como alguien que ha seguido en un tren
a una estación después de la suya.
R. LOWELL (En 'Antología de la poesía norteamericana', de
Urtecho y Cardenal.)

El jefe de expedición hace también de cocinero. Me prepara
el té a la manera tibetana: con leche, manteca y sal. (En el
Tíbet, la mayoría de los habitantes toman del orden de 40 a
50 tazas por día, y no pocos beben hasta 70.)
M. ELIADE (En 'La India')

Aún sigo mudo, y me hago fuerte en el silencio.
Las remotas crestas de futuras obras, entre
las sombras de mi alma aún están escondidas
como cintas de montañas en la niebla antes del alba.
V. NABOKOV (sus primeros versos, según Vila-Matas)

¿Es bueno estar solo? Sí, lo es. Sólo que acentúa el carácter
dramático del porvenir.
W. HERZOG (En su marcha a pie de Munich a París, en
1974).

Freud, siguiendo furtivamente a Shakespeare, nos ofreció el
mapa de nuestra mente; Kafka nos insinuó que no esperára-
mos utilizarlo para salvarnos, ni siquiera de nosotros mismos.
H. BLOOM (En 'El Canon occidental')

No hay que privar al mundo de su victoria.
F. KAFKA

Como dice Gide: "El señor Claudel piensa que se puede lle-
gar al cielo en coche-cama".
S. MARAI (en sus Diarios)

Hay una herida no cicatrizada, "herida mortal" la llamó La
Capria, que todos cuidamos amorosamente, una herida per-
sonal, intransferible, que permite respirar cuando asfixia la
vida (que algunos llaman) real.
Edgardo COZARINSKY. En ausencia de guerra. (Se refiere
a Raffaele La Capria, autor que ha escrito bellamente acerca
de su Nápoles natal.)


Bonito tema: Se compra una esclava que es un doble de la
amada. (Dozy) Eso es lo que hizo el gentiluomo Said ibn
Chudi, que compró a Cchane.
R. MUSIL (en sus Diarios)

Que los demás se entreguen a la práctica de los problemas
y de los silogismos; ejercítate, por tu parte, en soportar la
muerte, la prisión, la tortura y el exilio.
EPICTETO (De 'Disertaciones')

Pienso que es bello luchar. Un hombre no se siente orgulloso
de las alegrías y del placer. En el fondo lo único que da orgu-
llo y alegría al espíritu son los esfuerzos superados con bravu-
ra y los sufrimientos soportados con paciencia.
R. WALSER (En 'El paseo')

Pienso entonces en una habitación
recién abandonada
deben quedar trazos semejantes
durante algún tiempo entrelazados y suspendidos
intactos y superpuestos
en el equilibrio de su dibujo, como los palillos
del shangai.
V. MAGRELLI (En 'Vetas y naturalezas')

Quizás haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo,
si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opinio-
nes.
J.L. BORGES

La iglesia de Borges, Calvino y Barthes, una iglesia que trata
el mundo visible como un laberinto de signos.
C. NOOTEBOOM (En 'El camino de Santiago')

La idea de redención (aprendí de Walter Benjamin que 'lo
que las palabras no consiguen como conceptos, lo logran co-
mo ideas'): y de repente tuve que acudir absolutamente a tí y
dirigirte una frase, no importa cuál.
P. HANDKE (en 'Historia...')

El Séptimo Mes, de fieros vientos y chaparrones fuertes, ha-
ce casi frío y no me molesto en cargar un abanico. Entonces,
me gusta dormir una siesta cubriéndome con ropas que ten-
gan un tenue olor a transpiración.
SEI SHONAGON (En 'El libro de la almohada')

Sybil era una compañera ideal, pero no por mucho tiempo.
Era divertida y alegre, siempre estaba de buen humor. Pero
usted no tiene ni idea de cómo puede irritar los nervios la
alegría.
J. ROTH (En el libro de Von Cziffra acerca de Roth)

esa distancia ensimismada propia de los grandes fumadores
J.M.G. LE CLÉZIO (hablando de su padre, en 'El africano')

Cada persona es su propia sociedad secreta.
A. WALL (En la cautivante 'Bendito sea el ladrón')

Admirable aquel
que ante el relámpago no dice:
"la vida pasa".
BASHO (Citado por Reynaldo Jiménez en 'La curva del eco')

¡Lluvia, viento y fuego! ¡La paz secreta, bestial!
P. LARKIN (En Milosz 'A book of luminous things')

La vida en el mar debe ser el más puro infierno, un infinito in-
fierno de peligro constante e inmediato.
W. HERZOG (En 'Conquista....')

Eso es lo que lucho por alcanzar: olvidarse de sí mismo y no
obstante vivir intensamente.
C. LISPECTOR (En 'Un soplo de vida')

Sé que las casas se incendian y que hay que pensar qué cosas 
salvar antes de que empiecen a arder. No porque con la presión
del momento todo parezca tener el mismo valor. Sino porque
nada parece valer la pena, ni siquiera tu vida.
Amy HEMPEL. Cuentos completos.

no sé
si esto es ahogarse
o subir en busca de aire
M. ONDAATJE (En 'The Cinnamon Peeler')

Bernanos definió así el aburrimiento: "Una desesperación abor-
tada".
M. TOURNIER (En 'El árbol y el camino')

No parecía distinguir la intimidad de la amistad con los conoci-
dos. Más tarde Anil leería que ésa era la principal característica
de un monstruo.
M. ONDAATJE (En 'El fantasma de Anil') [Lo cual me recuer-
da una a menudo -¿porqué será?- recordada frase de Lispector:
"¿Soy un monstruo, o ésto es ser una persona?"]

En la época EDO, expresar un sentimiento con demasiada
claridad, se juzgaba brutal y vulgar.
H. NAKAGAWA [EDO: período de 1603 a 1767, traslado
del Sogunato a Edo, la actual Tokyo] (En 'Introducción a la
cultura japonesa')

En realidad, vale más evitar el placer porque hace sudar. Y no
existe nada más vergonzoso que el sudor. Si comes a grandes
bocados tu tazón de pasta hirviendo, si te entregas al frenesí
del sexo, si pasas el invierno dormitando junto a la estufa, su-
darás. Y ya nadie podrá dudar de tu vulgaridad.
A. NOTHOMB (Acerca de las restricciones de la vida feme-
nina, aún vigentes, en Japón, en 'Estupor y temblores'. Sigue:
'Entre el suicidio y la transpiración, no lo dudes. Derramar tu
sangre es tan admirable como innombrable resulta derramar tu
sudor. Si te das muerte, no sudarás nunca más y tu angustia ha-
brá terminado para siempre.')

Se movía con una gracia indiferente, como una bailarina cu-
ya carrera ha terminado.
J. SALTER (En 'Anochecer')

Max Brod contaba divertido el día en que Kafka llegó a su ca-
sa una tarde y despertó a su padre, que se había quedado dor-
mido en el sillón de la sala. Levantó entonces un brazo como
para disculparse y, cruzando la estancia de puntillas, le dijo
condulzura: "Discúlpeme, considéreme un sueño".
P. RUNFOLA (En 'Praga en tiempos de Kafka')

Su delicada mano, que parecía tener voluntad propia, encon-
traba a menudo la oportunidad de tocarse el pelo en un mo-
vimiento que embellece a todas las mujeres por tratarse de
un gesto íntimo, como si fuera la primera prenda que se qui-
tan al desnudarse.
Joseph ROTH. Zipper y su padre.

RECUERDO
Mediodía de verano. Hora de la siesta.
Los hermanos mayores tiran la red al río caminando con el
agua hasta el pecho. Los niños seguimos por la costa. Nos arro-
jan peces y los juntamos en bolsas que chorrean agua.
J. MEKAS (En el relato biográfico 'Ningún lugar adonde ir')

Otra cosa son la serie de derrotas en las que aprendemos las
fintas para ponernos en pie y en las que, avergonzados, nos
bañamos como en la sangre del dragón.
W. BENJAMIN. Discursos interrumpidos I.

DOS BOSQUET
...la hermosa pero ineficaz y suicida carga de la Brigada Lige-
ra británica en Bataclava durante la guerra de Crimea, pasada
luego al cine por Richardson, que marcó el fin del juego boni-
to de la guerra y provocó la siguiente observación por parte
del General francés Bosquet que la observaba: "Cest magni-
fique, mais ce n'es pas la guerre".
X. SUST (En 'Las estrellas de la arquitectura')
En esa vereda húmeda tenía ganas de aplastar con el talón
alguna fruta robada en un escaparate -una naranja, una ra-
quítica manzana, una banana idiota- o de comprar un objeto
cualquiera, quizás un juguete banal- sí, una muñeca indigna
de un niño que se ama- para vaciar sus ojos de materia plás-
tica y sus entrañas de espuma blancuzca entre los transeun-
tes.
Alain BOSQUET. Una madre rusa.

'Después de la batalla', dice uno de los libros más antiguos
del mundo, 'las mariposas se posan sobre los guerreros muer-
tos y los vencedores dormidos'.
A. ROA BASTOS. Metaforismos.

El gran enigma de la vida humana no es el sufrimiento sino
la aflicción.
Simone WEIL. El amor de Dios y la aflicción.

(Y dijo Kung)... "las flores del durazno/ soplan del este hacia
el oeste,/ y yo he tratado de evitar su caída"
E. POUND. Canto XIII de Los Cantares.

Se debería poder hacer cierta película. Una película de insisten-
cias, de miradas retrospectivas, de reinicios. Y luego abando-
narla. Y filmar también este abandono. Pero no se hará, ya se
sabe. Nunca se hará.
¿Porqué no hacer una película de lo que se desconoce, de lo
que aún se desconoce?
M. DURAS. Escribir.

El pensaba dentro de otras cabezas, y en la suya, otras cabezas
lo pensaban. El verdadero pensamiento es esto.
B. BRECHT. Sobre Marx.

Schopenauer dijo que leer era pensar con un cerebro ajeno.
J.L. BORGES. Diálogos.

He llegado a un punto en el que el movimiento de mi pensa-
miento me interesa más que el pensamiento mismo.
P. PICASSO

El intelectual es, sencillamente, un ser humano que cuando
lee un libro tiene un lápiz en la mano.
G. STEINER. Pasión intacta. [Toda esta recopilación no
es más que una pequeña prueba de este dicho]

-Desde hace tiempo, Borges, quería referirme a una idea que
usted expresó varias veces.
- Yo tengo pocas ideas, y siempre las expreso varias veces.
(Ríe).

(En 'Diálogos con JL Borges')

En el Dr Fausto de T. Mann, Adrian pregunta a su amigo:
"¿Crees que el amor es la mayor emoción?" "¡Cómo! ¿Conoces

una mayor'" "Sí -contesta A.- el interés."
S. VIZINCZEY. Verdades y mentiras de la literatura.

Una vez enunciada, la idea más salvaje se civiliza cien veces
más de prisa de lo que se pudiera imaginar.
W. GOMBROWICZ. Lo humano en busca de lo humano.

El Vesubio fabrica todas las nubes del mundo.
J. COCTEAU. Cartas a la madre.

Roger Bacon sufrió 12 años de cárcel por haber afirmado la
primacía de la experiencia en las cosas del conocimiento.
A. CAMUS. Carnets.

Años de viajes a mundos de otras culturas. ¿Qué lección se
desprende de ellos? ¿Qué rasgo destaca como el más provecho-
so, el más positivo, el más humano? La bondad.
R. KAPUSCINSKI. Lapidarium IV.

Y este pensamiento salvaje, casi enceguecedor por su exceso
de luz, nos dice que el lugar del nacimiento del Mal, de la
fuente de la infelicidad, es el Uno [el Amo]"
P. CLASTRES (En Miguel Abensour, 'El espíritu de las leyes
salvajes. Pierre Clastres o una nueva antropología política', un
libro que pone patas para arriba el tema de las 'culturas primiti-
vas')

En el fondo el cine es fácil. Hay que estar vivo. Cuando se
prolonga me aburro. Si la técnica de un director salta a la
vista, está listo. En las salas sólo me gusta la salida, las gen-
tes están mudas como muertas.
L. BUÑUEL

El aire de animal miserable que tiene la gente en la sala de
espera de los médicos.
A. CAMUS. Carnets.

relajó los hombros como si fuera a consolarme dándome la
mano. Fue como el primer movimiento que hace un paciente
de traumatología al que le quitan el yeso que envolvía un bra-
zo blando y maltrecho.
P. HENSHER. Indicios de hipo.

La señora Jarvis tenía enormes ojos cafés, tan acuosos, tan
tristes, tan implorantes, que cambiaban tan rápidamente a una
mirada de gran curiosidad cuando estudiaba a otra mujer. Era
una de las ovejas que levantan la mirada y no reciben alimento.
J. RHYS. En el tiernísimo 'Sonríe, por favor'.

En sus ojos relumbraba una paranoia de tal pureza que no pude
sino pensar en la luz cuando destella en el filo de una navaja.
P. ROTH (Acerca de un taxista neoyorkino en el que más me
ha gustado de sus libros: 'Patrimonio', la historia de la muerte
de su padre.)

Veo a los árboles respirando la negra tranquilidad de los muer-
tos,
y después las sonrisas, que nunca terminan, de las estatuas.
G. SEFERIS (En 'Antología de la poesía griega del siglo XX',
de Kappatos y Montemayor)

Se dice de los tailandeses, con razón, que tienen una sonrisa
para cada emoción.
N. BARLEY. Bailando sobre la tumba.

ATAR, MAURITANIA
-¿Has visto a los habitantes de la India?- me preguntó el hijo
del emir de Adrar.
-Los he visto.
-¿Es una aldea, o qué?
-No -respondí-. Es uno de los países más grandes del mundo.
-Tiens! Yo siempre pensé que era una aldea.
Bruce CHATWIN. Los trazos de la canción.

Knud Rasmussen, el explorador y escritor danés esquimal que
hablaba de los esquimales, a veces dice "nosotros" y otras
"ellos".
Claudio MAGRIS. Utopía y desencanto. [Un Esquimal Caribou
le dijo a K.R. (nacido en Groenlandia, 1879-1933): "¿Qué po-
demos hacer? Nacimos con el Gran Desasosiego. Nuestro pa-
dre nos enseñó que la vida es un largo viaje en el cual solo los
ineptos quedan atrás."]

EN MARMARI
Desde la boca de la caverna la luz submarina consigue que,

cuando se sumerge como con plumas de fósforo hacia las
frías profundidades, un intruso parece estar nadando en el
corazón de un colosal zafiro.
P. L. FERMOR. Mani. Viajes por el sur del Peloponeso.

Charles Waterton, autor de un libro titulado 'Viajes por Améri-
ca del Sur', dijo que durante aquellos recorridos le había toma-
do "una aversión insuperable a Picadilly" y se quedó a vivir
para siempre con los indios del Orinoco.
Susan ORLEAN. El ladrón de orquídeas.

Los nativos hirviendo grasa de ballena para extraer aceite.
Vivimos muy bien, pues cocemos un pedazo de grasa y reco-
gemos ortigas tiernas para cocerlas en él.
J. LEWITT. Diario y aventuras en Nootka.

Me importa un rábano la sociedad, y me importan también
un rábano el futuro, el qué dirán, todas las instituciones e
incluso la fama literaria con la que me pasaba las noches so-
ñando en el pasado. Así soy yo.
Gustave FLAUBERT. (Cit. por O. Pamuk en "Estambul")

Menefrón toda la vida ignoró su rostro. La libertad comien-
za con la ausencia de rostro.
Pascal QUIGNARD. La barca silenciosa.

Hoy a la mañana, en el barco, primer encuentro entre Fitzca-
rraldo y los indios. Después del suave roce de las puntas de sus
dedos, (Klaus) Kinski se lavó la mano con alcohol mientras
volvíamos en bote al campamento.
W. HERZOG (En 'Conquista de lo inútil') [Recuerdo esa esce-
na como una de las más emocionantes que presencié en el cine:
el primer contacto entre los desconfiados -con razón- indios y
el hombre blanco que navegaba el río con la voz de Carusso en
el megáfono. Sólo que ahora se agregaba una nueva razón para
las suspicacias indígenas...]

-¿Vive usted en Inglaterra? -me preguntó Kinski.
-No mucho.
-A mí no me gusta ni siquiera cambiar de avión en Inglaterra.
Bruce CHATWIN (británico, también tuvo el gusto de cono-
cer a Kinski. El diálogo pertenece a '¿Qué hago yo aquí?')

Suave barba salpicada de canas, la barba de un explorador, de
un hombre que había lavado sus calcetines en el Amazonas.
J. SALTER. Anochecer.

Jacinto o papiro: el menú del elefante no conoce de otras alter-
nativas.
A. TOYNBEE. Las huellas del río.

Federico II le dijo: "Sepa Ud que es un hombre muy hermoso"
(Debía medir 1,86 m) El príncipe de Ligne dijo: "Sería un hom-
bre muy bello si no fuera un poco pesado, formado como un
hércules, pero con un tinte africano; dos ojos vivos, plenos de
inteligencia, en verdad, pero que reflejan siempre la susceptibi-
lidad, la inquietud o el rencor, le dan un cierto aire feroz".
F. MARCEAU, hablando de Casanova.

Oyó los disparos mucho antes de sentirlos: una separación
que le pareció inmensurable. Mientras caía, pensó: se cae por
precaución, por convención.
L. SCIASCIA. El caballero y la muerte.

Cuando me preguntan a qué me dedico, siempre contesto que
soy historiador del medioevo. Eso congela las conversaciones.
Si uno les dice que es poeta, uno es objeto de miradas raras que
parecen decir, "¿De qué vivirá?"
W.H. AUDEN (De 'Conversaciones con escritores')

No hay que tratar de desnudar los rincones más sombríos,
los más profundos de nuestra alma. Es una de las mayores
equivocaciones de nuestra cultura.
Werner HERZOG. Manual de supervivencia.

Ida Levine. 29 años. Quedan algunas de las cartas a su fami-
lia, que escribía desde la prisión preventiva, y luego desde el
campo de Tourelles. Había tirado su última carta desde el
tren, en la estación de Bar-le-Duc, y los ferroviarios la envi-
aron. Decía: "Salgo con destino desconocido, pero el tren des-
de el que os escribo se dirige al este: es posible que vayamos
bastante lejos..."
Patrick MODIANO. Dora Bruder.

Y el discurso más grande está en la retórica. Crecí en un lugar
donde si uno aprendía poesía, había que gritarla.
D. WALCOTT ('La modestia no es posible en el Caribe, y eso
es maravilloso.')

los pigmeos, que transportan el fuego en vez de hacerlo
P. MATTHIESEN (En 'El árbol en que nació el hombre')

los gorilas (...) se miran de reojo unos a otros; evitan la mirada
directa y, con ello, la amenaza. A veces hacen una mueca sin
querer y apartan rápidamente la cara.
J. COLE. Del rostro.

Los tlingit de Alaska están convencidos de los peligros de bos-
tezar. Para ellos el bostezo es silencioso. Pero en el lenguaje de
los muertos es estruendoso.
Nigel BARLEY (En 'Bailando sobre...')

Según los egipcios, el aliento de vida entraba por la oreja dere-
cha, mientras que el de la muerte lo hacía por la siniestra.
C. VIDAL MANZANARES (En 'La sabiduría del Antiguo
Egipto')

De acuerdo con Bradley la filosofía consiste en encontrar ma-
las razones para justificar lo que creemos por instinto.
A. HUXLEY. Más allá del Golfo de México.

el discurso del poder, en el sentido de Roland Barthes: todo
discurso que engendra la culpa.
Gyuri KELEMES. Cit. Por T. Abraham ('Situaciones posta-
les')

Creo que mis gustos han permanecido iguales. Lo que me gusta
comer. Siempre he odiado el ruido. Los gustos personales per-
manecen iguales.
P. BOWLES (En 'Conversations with P.B.')

Desde que ha empezado la guerra, mi gusto ha cambiado. No
me reconozco a mí misma. Todo lo que antes de la guerra des-
preciaba y de lo que me burlaba tachándolo de culebrón, ahora
me hace llorar. Por ejemplo, no puedo despegarme de las pelí-
culas antiguas en las que vence la justicia.
D. UGRESIC (Un personaje de su novela acerca de los exilia-
dos yugoslavos en Amsterdam, 'El ministerio del dolor'. En
un libro de ensayos de esta autora -'No hay nadie en casa'-:
"Los holandeses se besan 3 veces en la mejilla. Por ese motivo
a un holandés casi lo matan una vez en Zagreb. Creían que era
serbio. Porque los serbios se besan 3 veces y los croatas sólo
2.")

... mi ideal de una prosa que transporte su vitalidad como un ca-
ble raspado.
John CHEEVER. Diarios.

Esto me recuerda la sugerencia de Mark Twain, según la cual
se podría iniciar una magnífica biblioteca tan solo con suprimir
los libros de Jane Austen, y aunque en esa biblioteca no queda-
ran más libros, seguiría siendo una magnífica biblioteca porque
no estarían los libros de Jane Austen.
Jorge L. BORGES. Autobiografía.

Me gusta dormir con alguien diferente
a menudo
es aún más lindo cuando mi marido está en un país lejano
y hay lluvia en las calles de noche
y viento
y nadie
ANÓNIMO del Sánscrito. (En W.S. Merwin, 'Asian Transla-
tions')

los ruidos de los hotelitos de playa donde todo te agradaba;
el olor de abeto lavado de los pasillos a primera hora de la tar-
de, llenos de corrientes de aire -todas las puertas y ventanas
abiertas al sol reaparecido-, los entarimados rústicos, crujientes
y destrozados, con arena fina en todas las ranuras-, el olor a
toallas empapadas de agua de mar..
J. GRACQ (Citado en el magnífico 'Hoteles literarios' de Na-
thalie de Saint Phalle)

Una confesión de Pierre Jean Jouve me gustaba particularmen-
te: "Siempre he envidiado al poeta de un único libro".
M. BÉNABOU (En 'Porqué no he escrito ninguno de mis libros')
[En cambio, Bioy: "Rulfo murió en 1986. Para juzgarlo con más
fundamento deberé tomar la decisión de leer sus dos libritos.
Me parece increíble que un escritor haya escrito tan poco." (En
'Descanso de caminantes')]

Quizás Doctor Faustus (de T. Mann) sea la mejor novela de
nuestro período. Stendhal es un escritor para jóvenes. Para
gozar de Proust hay que tener más de 30 años.
G. VIDAL (En 'Conversaciones con escritores norteamerica-
nos')

Como un centinela entre el amor y la vida estaba en la ven-
tana aquella mujer extraña, pero ya no desconocida. Sintió
que después de saludarla volvía a ser de este mundo.
Joseph ROTH. La marcha Radetzky.

El matiz, no el color;
el matiz, sólo el matiz.
Todo lo demás es literatura.
Paul VERLAINE. (Citado por Vittorio Gassman en su auto-
biografía 'Un gran porvenir a la espalda", refiriéndose al ofi-
cio del actor.)

El Oriente que le interesaba a Byron era el "Oriente turco,
el de la daga, las ropas albanesas y las ventanas enrejadas
que dan al mar azul". En cambio, Flaubert prefería "el Orien-
te recién salido del horno de los beduinos, de los desiertos,
de las profundidades de África, del cocodrilo, el dromedario
y la jirafa."
Orhan PAMUK. Estambul.


Tiepolo: el último soplo de felicidad en Europa.
Roberto CALASSO. El rosa Tiepolo.


Las mejores novelas policiales: "El halcón maltés" de D. Ha-
mmett, "El largo adiós" de R. Chandler y "Laura" de Vera
Caspari.
J. ONETTI (En La Torre de Papel, Julio del 80)

Releí La Belle Vieille; no hay un poema más bello en toda
la gama de la literatura francesa. Por primera vez percibí to-
da la fuerza de la línea:
 Consulte ton mirroir avec des yeux contents.
 Y pensar que el nombre de Maynard es tan poco conocido...
Valery LARBAUD. Journal. [Francois Maynard, 1582-1646]

La definición de "genio" de Baudelaire como "la infancia re-
encontrada a voluntad".
P. SOLLERS (En 'El misterio Mozart') (En cambio, Wittgens-
tein: "El genio es ánimo en el talento") (Joyce: "El genio no
comete errores. Abre de par en par las grandes puertas de la
experiencia." Y continúa: "Grandes puertas abre el genio por
las cuales luego entra el bamboleante bibliófilo calvo, perse-
verante, de largas orejas y tierno pie de crujidos dulces." Su
personaje Stephen Dedalus en el 'Ulises')

Gusto por la división: las parcelas, las miniaturas, los cercos,
las precisiones brillantes (como el efecto producido por el
haschisch, según Baudelaire), la vista de los campos, las ven-
tanas, el haiku, el rasgo, la escritura, el fragmento, la fotogra-
fía...
R. BARTHES (En 'Roland Barthes por Roland Barthes')

 -¿Pero, señora -le preguntó, con una inocencia que pasaba
ante la gente por perfidia-, cuando no hay guerra, a qué se
dedica usted?
 -¿Yo? Voy al Bois a montar a caballo por las mañanas. Ar-
neses blancos, violetas en las orejas. Ritz de cinco a siete. De-
clamo. Tomo lecciones con Romual. Declamo los sábados
del Petit-Palais, en el club de aviadores honorarios. No vaya
usted a creer que siempre llevo bata. Tengo clase. Me gustan
los vestidos encantadores, el brazalete de tobillo, los ramos
de violetas un poco ajados y los sombreros de fieltro con plu-
mas Rembrandt.
Jean COCTEAU. (En "Thomas el impostor")

Pues no hay placer más puro que ladrar con los perros en una
hermosa noche helada, iluminada por el resplandor tierno y
transparente de la nieve.
Curzio MALAPARTE. Diario de un extranjero en París.

Las ciencias humanas se enfrentan a un rival temible, que es
la literatura (...) Temo que todo ese infinito papeleo que se
produce -tesis, informes, comunicaciones- esté destinado al
olvido inmediato. El resultado es totalmente distinto cuando
el individuo decide implicarse personalmente, emprender su
experiencia particular del conocimiento del mundo.
T. TODOROV. Deberes y delicias. 

El Jugendstil es soñar que se está despierto.
Walter BENJAMIN. (En 'El Libro de los Pasajes') ["Cuando
debemos levantarnos temprano para salir de viaje, puede o-
currir que, no queriendo espabilarnos, soñemos que nos le-
vantamos y nos vestimos. Un sueño así soñó la burguesía
en el Jugendstil, quince años antes de que la despertara, re-
tumbando, la historia".]

Con gentes que utilizan el término "efectivamente", no me tra-
to.
K. KRAUS. Contra los periodistas.

En un traspatio de la calle Sarandí, nos dijo una tarde que si
él pudiera ir al campo y tenderse al mediodía en la tierra y ce-
rrar los ojos y comprender, distrayéndose de las circunstancias
que nos distraen, podría resolver inmediatamente el enigma
del universo. No sé si esta felicidad le fue deparada, pero sin
duda la entrevió.
J.L. BORGES acerca de Macedonio Fernández

Para Orwell, el asco era lo que impedía que el socialismo
triunfara.
W.I. MILLER. Anatomía del asco.

la sabiduría reservada a los ancianos, porque no son capa-
ces de recordar la pasión.
Elizabeth SMART. En Grand Central Station me senté y llo-
ré.


mis gustos especiales:
chocolate, bombones quemantes de azucarados; bebidas hela-
das; narcóticos cigarros y vosotros, cigarrillos adormecedores;
alegrías de la velocidad; delicia de estar sentado; provecho de
dormir en la oscuridad más completa;
poesía de las cosas más triviales; gacetillas;
viajes; gitanas; paseos en trineo; lluvia sobre el mar;
locura de una noche de fiebre que pasamos a solas con los li-
bros; altibajos del temperamento y del clima;
reaparecidos instantes de otra existencia; recuerdos;
predicciones-,
oh esplendores de la vida común y de la rutina ordinaria,
es toda vuestra esta alma perdida.
V. LARBAUD (En la que es tal vez mi obra preferida de
prosa y poesía: 'Obras escogidas de A. O. Barnabooth')



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