¡Pronto, ni bien descubierto, traiganle un nombre a la planta
o al germen, al bebé, a la galaxia, al pájaro de cuatro alas, a
la ola, a la nube, a las partes del cuerpo, al amor innmombra-
ble! Y una vez que ese nombre se haya adherido a ese cuerpo,
a esa - cosa, a ese ser o su ausencia, una calma -humana- ba-
jará entre nosotros. No sabremos más de la nada, pero al me-
nos, podremos nombrarla...
***
Existen palabras mágicas, mágicas fuera de todo sentido
-por su sonoridad- físicamente mágicas, palabras que, an-
tes de decir, ya han significado, palabras que en tanto que
sentido y signo, necesitan no del cerebro sino del oído -
lenguaje de los animales, y de los niños, lenguaje de los
sueños.
Marina TSVIETAIEVA. Carta a la Amazona.
En realidad, me pregunto si el término "filosofía" puede
aplicarse precisamente en Oriente. Darsana significa algo
completamente diferente; significa "aquello a cuyo través se
puede ver". Un punto de vista del mundo, de la liberación.
Por eso, las distintas clases de darsana no se anulan entre sí,
como ocurre con los sistemas filosóficos europeos.
Mircea ELIADE. Diario íntimo.
Aquel bosque frutal lindaba por uno de sus lados con un prado.
Pero nunca oí esa palabra. Se decía smug, las vacas pastaban en
el smug. Una franja verde con un pozo para abrevar el ganado
más o menos en el centro. El pozo era viejo y en lugar de bro-
cal tenía un parapeto de tablas. El cubo se sacaba con ayuda de
una pértiga provista de un gancho en el extremo. Dicha pértiga
era la kluczka.
La u es la vocal de sonido más suave y delicado.
Siempre que pienso en mi abuela me acuerdo de esas dos pala-
bras: kluczka, smug. Y de una tercera: duch, 'espíritu'.
La abuela creía en los espíritus.
Andrzej STASIUK. Una vaga sensación de pérdida.
como un monóculo que alguien distraído hubiera dejado
sobre la página del periódico y las palabras
rápidamente entran en acción como hormigas obreras:
"No era LA PRIMERA VEZ QUE se le pedía eso al acusado.
ÉL LO HABÍA ADMItido, hubo otros cuatro
altercados después de ese primer AÑo..."
John ASHBERY. Secretos chinos.
Veo a un borracho que se ha hecho encima despatarrado frente
a un portal: SOY EL ARQUITECTO DE MI PROPIO DESTI-
NO, dice su camiseta. Al lado, un mendigo con un letrero escri-
to a mano: EN SU DÍA FUI ALGUIEN.
Sigrid NUNEZ. El amigo.
En cuanto a la madre del pequeño Julio [Verne], su nombre
era una corriente de aire: Sophie Allotte de la Fuye.
Alberto SAVINIO. Contad, hombres, vuestra historia.
¿Sabe que en Polonia han construido una discoteca en un an-
tiguo almacén del campo de exterminio de Auschwitz?: os-
tenta el bonito nombre de System.
Frédéric BEIGBEDER. Socorro, perdón.
Como dijo en una ocasión a Morgenstern: "En mis obras, yo
traduzco a los judíos para mis lectores." En cuanto la narra-
ción tiene lugar en el entorno judío oriental, los personajes ha-
blan, o así parece, alemán, pero en el fondo, más allá del texto,
lo hacen en yiddish.
Eduardo GIL BERA. Esta canalla de literatura. 15 ensayos biográficos sobre Joseph Roth.
Una relación humana se puede destrozar con una palabra
incorrecta. Una sola palabra puede abrir una inmensa oscuri-
dad. El lenguaje es el instrumento de la gracia y de la destruc-
ción del ser humano.
George STEINER. Literatura.
...son meros nombres, todas las cosas que los mortales pusie-
ron, convencidos de que no estaban ocultas: nacer y morir,
ser y no ser, cambiar de lugar y mudar el resplandeciente olor.
PARMÉNIDES. Cit. por Giorgio Colli, "Filosofía de la expre-
sión".
Qué idioma tan bello puede ser el alemán cuando no se grita.
¡Lauschen, "escuchar"! ¡Qué palabra! Contiene todo lo nece-
sario para que una persona preste toda la atención; es algo
privado, estás solo con lo que escuchas. Como escucha al-
guien a los pájaros, o la respiración de un niño que duerme.
Wolf WONDRATSCHEK. Autorretrato con piano ruso.
La inmensa vulgaridad de la ciencia mal aplicada y del cris-
tianismo decadente; es por esto que uno titula cada poe-
ma en la sana
Esperanza de quemar, al menos, la capa más superficial de la
mugre del tiempo acumulado en las botellas de ácido.
Robinson JEFFERS. En T. López Mills, 'Traslaciones'. Este
poema se titula "Prescripción de los fines dolorosos".
ma en la sana
Esperanza de quemar, al menos, la capa más superficial de la
mugre del tiempo acumulado en las botellas de ácido.
Robinson JEFFERS. En T. López Mills, 'Traslaciones'. Este
poema se titula "Prescripción de los fines dolorosos".
Tan pronto como ella le dijo su nombre, a él le resultó familiar.
No es que lo hubiera oído antes. No, era más bien como si se
hubiera visto transportado al futuro, un futuro que la incluía a
ella, o que incluso giraba en torno a ella. Su nombre le resulta-
ba familiar porque estaba a punto de volverse familiar. Se trata-
ba de una familiaridad que todavía no se había dado entre ellos.
Rupert THOMSON. Muerte de una asesina. (Una prosa que se
desliza con una naturalidad asombrosa.)
Los turcos y los tártaros construyeron el barrio antiguo, eri-
gieron mezquitas, plantaron higueras; a sus pies vendían un
cristal blando, perfumado, llamado lokum, pasteles de miel y
nuez llamados sarailie.
Mircea CARTARESCU. El ojo castaño de nuestro amor.
Tumble Home. Es un término de construcción naval que me en-
señó Warren. Si no lo entendí mal, es la parte más ancha de la
proa de un barco, antes de que se estreche para cortar las aguas.
El punto, en fin, en el que las aguas se abren y se desplazan a
un lado del barco o hacia el otro. Para mí, Tumble Home es el
lugar donde nada puede afectarte.
Amy HEMPEL. Cuentos completos.
Los budistas se ubicaron en viejas y conocidas montañas nu-
minosas o desbrozaban las selvas para abrir nuevos monate-
rios. En el chan (zen) los maestros eran a menudo conocidos
por el nombre de la montaña en que vivían y enseñaban.
Gary SNYDER. El gran magma. (¡Qué hermoso libro!)
Los jarawas viven de la selva y del mar. Su pasión por el pes-
cado puede deducirse de su término para designar el mar:
nappo, daang daang incho, "agua donde se mueven los pe-
ces".
Lawrence OSBORNE. El turista desnudo.
A propósito de los estudios sobre los dialectos salvajes, me es
grato imaginar una traducción de Proust en salvaje, en la que
una sola palabra designase la envidia que consiste en esto....,
o la que consiste en aquello... Se verían páginas reducidas a
una línea, y Swe, por ejemplo, significaría del lado de Swann.
Jean COCTEAU. Opio. Crónica de una desintoxicación.
Hacía falta que un nombre
respondiese a todos los nombres del mundo.
Paul ELUARD. Cit. por O. Paz: Versiones y diversiones.
Hacía falta que un nombre
respondiese a todos los nombres del mundo.
Paul ELUARD. Cit. por O. Paz: Versiones y diversiones.
Al principio, no podemos más que intentar nombrar las cosas,
una a una, de manera sencilla, enumerarlas, cuantificarlas, de
la forma más breve posible, de la forma más precisa posible,
intentando no olvidar nada.
Georges PEREC. Cit. por N. Léger, en "Sobre Barbara Loden".
una añoranza indeterminada (lo que los galeses llaman
hiraeth).
Jan MORRIS. Trieste O el sentido de ninguna parte.
Georges PEREC. Cit. por N. Léger, en "Sobre Barbara Loden".
una añoranza indeterminada (lo que los galeses llaman
hiraeth).
Jan MORRIS. Trieste O el sentido de ninguna parte.
En alemán estándar, stürmen [Precipitarse] significa estar chi-
flado.
Robert WALSER. Escrito a lápiz. Microgramas 1.
La última palabra anotada por Freud: Kriegspanik. (Curio-
samente traducida al francés como "atmósfera de guerra")
Pascal QUIGNARD. Las sombras errantes.
La última palabra anotada por Freud: Kriegspanik. (Curio-
samente traducida al francés como "atmósfera de guerra")
Pascal QUIGNARD. Las sombras errantes.
Las palabras surgidas de la iluminación o del frenesí, dos es-
tados en los que se es irreconocible.
E.M. CIORAN. Desgarradura.
Ese espejo (bastante grande para mí) es el Mundo.
(Que contento me puse el día que encontré
Esta palabra. Me parecía nueva y bien pensada;
Hoy en cambio la transcribo sin entusiasmo).
Valéry LARBAUD. Obra completa de A.O. Barnabooth.
En francés existe la palabra passeur, que se puede traducir,
según el contexto, como barquero o contrabandista. Pero la
palabra encierra también la connotación de guía y la idea de
atravesar montañas.
John BERGER. Aquí nos vemos.
Esa palabra, cacofonía era, por cierto, la palabra favorita de
mi abuelo materno. Y la expresión que odiaba más y más
profundamente era la expresión materia de reflexión. Una
de sus palabras favoritas era, por cierto, la palabra carácter.
Thomas BERNHARD. Hormigón.
Por el proceso lingüístico que tan a menudo da a una palabra
el significado opuesto... como en el caso de las palabras lati-
nas muttire, "musitar", y mutus, "mudo", que en francés die-
ron origen a mot, "palabra" - el griego mü, que significaba
proferir un sonido inarticulado con la boca cerrada, dio ori-
gen a mythos, "palabra".
Erich KAHLER. Nuestro laberinto.
A la palabra "interacción", todavía Hegel la consideraba en
la enciclopedia una palabra vana.
Víktor SHKLOVSKI. Érase una vez.
¿Qué es, en el siglo VI d.C., un emperador del imperio ro-
mano de Oriente? ¿Qué cosas dice? No dice absolutamente
nada. Lo que podría decir sería demasiado sagrado, impreg-
nado de tradición, demasiado "lleno" para poder comunicar-
se.
Alexander KLUGE. El hueco que deja el diablo.
Palabras, palabras... ¡sustantivos! Basta que abran las alas y
milenios caen de su vuelo!
Gottfried BENN. Cit. por Calasso en 'Los cuarenta y nueve esca-
lones'.
Ese espejo (bastante grande para mí) es el Mundo.
(Que contento me puse el día que encontré
Esta palabra. Me parecía nueva y bien pensada;
Hoy en cambio la transcribo sin entusiasmo).
Valéry LARBAUD. Obra completa de A.O. Barnabooth.
En francés existe la palabra passeur, que se puede traducir,
según el contexto, como barquero o contrabandista. Pero la
palabra encierra también la connotación de guía y la idea de
atravesar montañas.
John BERGER. Aquí nos vemos.
Esa palabra, cacofonía era, por cierto, la palabra favorita de
mi abuelo materno. Y la expresión que odiaba más y más
profundamente era la expresión materia de reflexión. Una
de sus palabras favoritas era, por cierto, la palabra carácter.
Thomas BERNHARD. Hormigón.
Por el proceso lingüístico que tan a menudo da a una palabra
el significado opuesto... como en el caso de las palabras lati-
nas muttire, "musitar", y mutus, "mudo", que en francés die-
ron origen a mot, "palabra" - el griego mü, que significaba
proferir un sonido inarticulado con la boca cerrada, dio ori-
gen a mythos, "palabra".
Erich KAHLER. Nuestro laberinto.
A la palabra "interacción", todavía Hegel la consideraba en
la enciclopedia una palabra vana.
Víktor SHKLOVSKI. Érase una vez.
¿Qué es, en el siglo VI d.C., un emperador del imperio ro-
mano de Oriente? ¿Qué cosas dice? No dice absolutamente
nada. Lo que podría decir sería demasiado sagrado, impreg-
nado de tradición, demasiado "lleno" para poder comunicar-
se.
Alexander KLUGE. El hueco que deja el diablo.
Cómo o qué nos nombran los animales en sus mentes ni lo
imaginamos.
Anne CARSON. Red Doc>
Para los antiguos egipcios el símbolo de la precisión era una
pluma que servía de pesa en el platillo de la balanza donde se
pesaban las almas. Aquella pluma ligera se llamaba Maat, dio-
sa de la balanza. El jeroglífico de Maat indicaba también la
unidad de longitud, los 33 centímetros del ladrillo unitario, y
también el tono fundamental de la flauta.
Italo CALVINO. 6 propuestas para el próximo milenio.
Aquellos hombres llamaban a los vietnamitas muertos "creyen-
tes", un pelotón norteamericano perdido era un "ojo morado",
hablaban como si matar a un hombre no fuese más que privarle
de su vigor.
Michael HERR. Despachos de guerra.
Sin una consonante en nuestros nombres.
W.H. AUDEN. Poemas escogidos.
Los suaves, tiernos y carnosos apéndices para absorber y ex-
peler el agua (que en algunas especies de almejas alcanzan un
gran desarrollo) se llaman sifúnculos (y que, dicho sea de pa-
so, tan útiles son para asir el marisco al vapor y remojarlo en
mantequilla fundida, bocado delicioso que uno podía tomarse
cerca de Times Square, en los ya remotos años de mi estancia
en Nueva York).
Claude LÉVI_STRAUSS. Estructuralismo y ecología.
Para los antiguos egipcios el símbolo de la precisión era una
pluma que servía de pesa en el platillo de la balanza donde se
pesaban las almas. Aquella pluma ligera se llamaba Maat, dio-
sa de la balanza. El jeroglífico de Maat indicaba también la
unidad de longitud, los 33 centímetros del ladrillo unitario, y
también el tono fundamental de la flauta.
Italo CALVINO. 6 propuestas para el próximo milenio.
Aquellos hombres llamaban a los vietnamitas muertos "creyen-
tes", un pelotón norteamericano perdido era un "ojo morado",
hablaban como si matar a un hombre no fuese más que privarle
de su vigor.
Michael HERR. Despachos de guerra.
Sin una consonante en nuestros nombres.
W.H. AUDEN. Poemas escogidos.
Los suaves, tiernos y carnosos apéndices para absorber y ex-
peler el agua (que en algunas especies de almejas alcanzan un
gran desarrollo) se llaman sifúnculos (y que, dicho sea de pa-
so, tan útiles son para asir el marisco al vapor y remojarlo en
mantequilla fundida, bocado delicioso que uno podía tomarse
cerca de Times Square, en los ya remotos años de mi estancia
en Nueva York).
Claude LÉVI_STRAUSS. Estructuralismo y ecología.
En las traducciones de la palabra alemana Entfremdungsgefühl
hallamos "sentimiento de enajenación": "Lo que veo ahí no es
efectivamente real".
André ACIMAN. Homo irrealis.
SARVAKARMAFALATYAGA: desapego del fruto del acto.
Emile CIORAN. Desgarradura.
Lag time dyslexia, in English -se rió-. Es como no entender
lo que ocurre en tiempo real, solamente después, al recordarlo.
Rodrigo REY ROSA. Los sordos.
Un nombre del Tíbet: "Gdong-mar-ghyi-yul": "País de los
hombres de cara roja".
Wittgenstein califica de chichón su ser judío.
Imre KERTÉSZ. Yo, otro.
el perro negro de Churchill (...) así es como llamaban a las
depresiones que tenía de vez en cuando. Creo que le robó la
expresión a Samuel Johnson.
Ian McEWAN. Los perros negros.
Marruecos-Túnez. Raras veces dos nombres han unido con
mayor fortuna el espíritu y la letra, el primero por su breve-
dad seca y mineral, el segundo por su tuteo carnal y acaricia-
dor. [En francés "Maroc" y "Tunisie"]
Michel TOURNIER. El árbol y el camino.
SARVAKARMAFALATYAGA: desapego del fruto del acto.
Emile CIORAN. Desgarradura.
Lag time dyslexia, in English -se rió-. Es como no entender
lo que ocurre en tiempo real, solamente después, al recordarlo.
Rodrigo REY ROSA. Los sordos.
Un nombre del Tíbet: "Gdong-mar-ghyi-yul": "País de los
hombres de cara roja".
Los esquimales nunca dicen su nombre verdadero, es un se-
creto, sólo lo revelan cuando sienten que van a morir.
En Ricardo PIGLIA, El camino de Ida.
Wittgenstein califica de chichón su ser judío.
Imre KERTÉSZ. Yo, otro.
También de Wittgenstein: "No es absurdo creer, por ejemplo,
que la era de la ciencia y de la tecnología es el principio del
fin de la humanidad." Citado por Piglia en El camino de Ida.
Un personaje de la novela agrega: "El 'por ejemplo', me parece delicioso'.
el perro negro de Churchill (...) así es como llamaban a las
depresiones que tenía de vez en cuando. Creo que le robó la
expresión a Samuel Johnson.
Ian McEWAN. Los perros negros.
Marruecos-Túnez. Raras veces dos nombres han unido con
mayor fortuna el espíritu y la letra, el primero por su breve-
dad seca y mineral, el segundo por su tuteo carnal y acaricia-
dor. [En francés "Maroc" y "Tunisie"]
Michel TOURNIER. El árbol y el camino.
Por esta parte de los Balcanes, a juzgar por las fuentes históricas,
se movían los misteriosos escitas, los jázaros, los cumanos, los pechenegos y otros pueblos de nombres extraños. Emigraban o venían a establecerse los rumanos o arumenos, los valacos, los
cincari, los chichi, que llevarían sus ganados hasta Dalmacia e
Istria.
Predrag MATVEJEVIC. Breviario mediterráneo.
Los números romanos fueron sustituidos por las cifras árabes.
SIFR significa en árabe vacío...
Predrag MATVEJEVIC. Breve Mediterráneo.
parvan, "nudos", se llaman precisamente los libros que com-
ponen el Mahâbhârata.
Roberto CALASSO. Ka.
La noche. ¡Qué hermosa palabra! La noche es más vieja
que el día, decían los antiguos galos. Creían que el corto
y movido día había nacido de la inalterable noche.
La grande inalterable noche.
Hjalmar SÖDERBERG. El Doctor Glas.
No un nombre:
un velero intrépido.
Octavio PAZ. Poemas (1935-1975)
Se pudre el oro, cede el metal,
el mármol. Todo la muerte alcanza.
Del mundo no muda sólo el pesar
y permanece, sublime, la palabra.
Anna AJMÁTOVA. Réquiem y otros poemas.
El anciano caballero me cuenta entonces historias intermina-
bles cuyos protagonistas se llaman Cléo de Merode, Otero,
Émiliene D'Alencon, Liane de Pougy, Odette de Crécy. Ha-
das, desde luego, como en los cuentos de Andersen.
Patrick MODIANO. El lugar de la estrella.
Mnemósine. Esta diosa, madre de las nueve musas, es a la
vez obsequiosa e implacable. Keats la llama "la pálida omega
de una raza marchita".
Allan WALL. Bendito sea el ladrón.
De modo que su nombre fue cambiando, tanto como su forma,
-Serendip, Ratnapida ("isla de gemas"), Taprobane, Seloan,
Seilan, Seyllan, Ceilon y Ceylon- la esposa de muchos casa-
mientos.
Michael ONDAATJE. Running in the Family.
El anciano caballero me cuenta entonces historias intermina-
bles cuyos protagonistas se llaman Cléo de Merode, Otero,
Émiliene D'Alencon, Liane de Pougy, Odette de Crécy. Ha-
das, desde luego, como en los cuentos de Andersen.
Patrick MODIANO. El lugar de la estrella.
Mnemósine. Esta diosa, madre de las nueve musas, es a la
vez obsequiosa e implacable. Keats la llama "la pálida omega
de una raza marchita".
Allan WALL. Bendito sea el ladrón.
De modo que su nombre fue cambiando, tanto como su forma,
-Serendip, Ratnapida ("isla de gemas"), Taprobane, Seloan,
Seilan, Seyllan, Ceilon y Ceylon- la esposa de muchos casa-
mientos.
Michael ONDAATJE. Running in the Family.
Hablaban de albondiguillas, de chuletas, sopas y salsas diver-
sas. El cocinero, que lo recordaba todo muy bien, mencionó
platos que ya no se preparaban: había uno, por ejemplo, un
plato hecho con ojos de vaca, que se llamaba "al levantarse
por la mañana".
Antón CHÉJOV. Los campesinos.
Antes de que Circle se convirtiera en Circle se llamaba Sarah,
pero en el curso de nuestros viajes por el sudeste asiático nom-
bres como Sarah y Jeff terminaron por parecernos extremada-
mente aburridos. No parábamos de conocer a gente llamaba
Vortex o Raven o Love Cat o -mi favorito- Cloudy Bongwater
y, por tanto, decidimos que debíamos adoptar nombres más interesantes.
Geoff DYER. Yoga para los que pasan del yoga.
Los números romanos fueron sustituidos por las cifras árabes.
SIFR significa en árabe vacío...
Predrag MATVEJEVIC. Breve Mediterráneo.
parvan, "nudos", se llaman precisamente los libros que com-
ponen el Mahâbhârata.
Roberto CALASSO. Ka.
La noche. ¡Qué hermosa palabra! La noche es más vieja
que el día, decían los antiguos galos. Creían que el corto
y movido día había nacido de la inalterable noche.
La grande inalterable noche.
Hjalmar SÖDERBERG. El Doctor Glas.
¿Sabéis cómo se dice nunca en la jerga del campo [de concentración]? Morgen früh, mañana por la mañana.
Primo LEVI.
En inglés, los refugios de los ermitaños también reciben el
nombre de "agarre de ancla"; algunos de ellos eran simples cobertizos adosados a los laterales de una iglesia como un
percebe a una roca.
Annie DILLARD. Una temporada en Tinker Creek.
Muchas palabras no llenan un cesto.
Proverbio Yoruba.
Se había levantado y descubierto los terrenos del huerto al-
fombrados de manzanas: Granny Smith, Golden Delicious,
Bramley, Red Janets, manzanas silvestres.
Claire KEEGAN. Antártida.
La manifestación de los dioses es intermitente, sigue la ex-
pansión y los reflujos de aquello que Aby Warburg denomi-
na "ola mnémica".
Roberto CALASSO. La literatura y los dioses. (Sigue: "La
expresión, que se encuentra al comienzo de un ensayo pós-
tumo sobre Burckhardt y Nietzsche, se refiere a esas even-
tuales sacudidas de la memoria que golpean a una civiliza-
ción en relación con su pasado, en este caso con aquella
parte del pasado occidental que está habitada por los dioses
de Grecia.")
Zeus despeja catorce días,
y el hombre los llama la santa
estación oculta del viento.
SIMÓNIDES. Lírica griega arcaica.
Se había levantado y descubierto los terrenos del huerto al-
fombrados de manzanas: Granny Smith, Golden Delicious,
Bramley, Red Janets, manzanas silvestres.
Claire KEEGAN. Antártida.
La manifestación de los dioses es intermitente, sigue la ex-
pansión y los reflujos de aquello que Aby Warburg denomi-
na "ola mnémica".
Roberto CALASSO. La literatura y los dioses. (Sigue: "La
expresión, que se encuentra al comienzo de un ensayo pós-
tumo sobre Burckhardt y Nietzsche, se refiere a esas even-
tuales sacudidas de la memoria que golpean a una civiliza-
ción en relación con su pasado, en este caso con aquella
parte del pasado occidental que está habitada por los dioses
de Grecia.")
Zeus despeja catorce días,
y el hombre los llama la santa
estación oculta del viento.
SIMÓNIDES. Lírica griega arcaica.
A lo lejos divisaron la montaña llamada Atchana, "la que tiene
sed", en árabe.
Lawrence OSBORNE. Los perdonados.
De quince dioses
Y diosas catorce
Provengo yo.
Primero fue Skeaf.
Éste era ya mi hijo.
En la camada quince.
Engendré otra vez.
Grim dime por nombre.
Gangmatt me llamé.
Soberano, el del yelmo.
Señor de conjuros y embrujos.
El envuelto en el manto.
El alto que ciega a los guerreros.
Har me llamo ahora.
Ygg llamábame entonces.
Hace mucho me llamé Thund.
Un nombre solo
Nunca tuve
Desde que viajé entre los hombres.
Alexander LERNET-HOLENIA. El estandarte.
Stendhal escribe "God" en lugar de "Dieu" porque eso le
daba la ilusión de no dirigirse a Dios, y por lo tanto de no
faltar al principio de que el único mérito de Dios es no
existir.
Leonardo SCIASCIA. Crucigrama.
En hebreo, las vocales no son letras. Por eso los hebreos di-
cen: "las vocales son el alma de las letras" y que sin ellas las
letras son "cuerpos sin almas" (dos imágenes extraídas del
Zohar). En rigor de verdad, para que esta diferencia entre le-
tras y vocales se comprenda más claramente, podemos expli-
carla muy bien con el ejemplo de la flauta que los dedos ma-
nipulan para tocarla; las vocales son el sonido de la música,
las letras, los agujeros tocados por los dedos.
Baruch SPINOZA. Cit. en Olender, 'Las lenguas del Paraíso'
En francés existe la palabra passeur, que se puede traducir,
según el contexto, como barquero o contrabandista. Pero la pa-
labra encierra también la connotación de guía y la idea de atra-
vesar montañas.
John BERGER. Aquí nos vemos.
La Boube: Nombre de un antiguo hospital de París para par-
turientas. ¡Barro blando! He aquí Madre y Neonato.
Guido CERONETTI. El silencio del cuerpo.
Los Aivilikis disponen de un vocabulario que contiene una
docena de términos para designar los distintos modos en que
sopla el viento o la contextura que tiene la nieve.
David Le BRETON. El sabor del mundo.
avatar, en el sentido hindú de resurgimiento bajo otra forma
Jean ALLOUCH. Erótica del duelo.
Allí, en la penumbra del zaguán, comenzaban los tanteos, los
roces, esa prolongación natural de los besos y las caricias
que en aquellas tierras criollas había recibido un nombre de
tela. (Aún hoy, escribiendo en otro idioma, tan lejos, tanto
después, ¿recuerdas la obscenidad que connotaba esa pala-
bra?) Sí. Franela...
Edgardo COZARINSKY. Vudú urbano.
Banshee: espíritu femenino mitológico que gime y llora.
Blake CROUCH. Wayward Pines. El paraíso.
En un pupitre leyó la palabra Feto grabada varias veces en
la madera oscura y manchada. Esta palabra sobrecogió su es-
píritu; le pareció sentir en torno a él a los ausentes estudian-
tes del colegio y espantarse de su compañía.
James JOYCE. Retrato del artista adolescente.
en un texto de Anne Carson leí que Poseidón lleva el epí-
teto de kuanochaites, "el del cabello azul oscuro".
Cees NOOTEBOOM. Cartas a Poseidón.
Inmensi tremor Oceani. (Terror del inmenso océano). Inscrip-
ción en el sarcófago de Michel de Ruyter, Nieuwe Kerk, Ams-
terdam.
Smara en sánscrito significa tanto amor como memoria.
Gorgio AGAMBEN. Autorretrato en el estudio.
Es delicioso descubrir que el origen de una palabra como
"ventana" puede ser algo tan hogareño o simple como "agu-
jero de viento".
R. PINSKY. Talking with poets. ('Window', 'wind hole')
En mi primer año en la universidad había una chica en mi re-
sidencia que se llamaba Rachael. Como su padre era negro y
su madre blanca, sus amigos la llamaban Inter-Rachial. Ella
siempre se reía.
Lorrie MOORE. Al pie de la escalera.
Aquellas grandes y destartaladas casas tenían nombres como
MADURA o TERANG-TENANG.
Cees NOOTEBOOM. Rituales.
De quince dioses
Y diosas catorce
Provengo yo.
Primero fue Skeaf.
Éste era ya mi hijo.
En la camada quince.
Engendré otra vez.
Grim dime por nombre.
Gangmatt me llamé.
Soberano, el del yelmo.
Señor de conjuros y embrujos.
El envuelto en el manto.
El alto que ciega a los guerreros.
Har me llamo ahora.
Ygg llamábame entonces.
Hace mucho me llamé Thund.
Un nombre solo
Nunca tuve
Desde que viajé entre los hombres.
Alexander LERNET-HOLENIA. El estandarte.
Stendhal escribe "God" en lugar de "Dieu" porque eso le
daba la ilusión de no dirigirse a Dios, y por lo tanto de no
faltar al principio de que el único mérito de Dios es no
existir.
Leonardo SCIASCIA. Crucigrama.
En hebreo, las vocales no son letras. Por eso los hebreos di-
cen: "las vocales son el alma de las letras" y que sin ellas las
letras son "cuerpos sin almas" (dos imágenes extraídas del
Zohar). En rigor de verdad, para que esta diferencia entre le-
tras y vocales se comprenda más claramente, podemos expli-
carla muy bien con el ejemplo de la flauta que los dedos ma-
nipulan para tocarla; las vocales son el sonido de la música,
las letras, los agujeros tocados por los dedos.
Baruch SPINOZA. Cit. en Olender, 'Las lenguas del Paraíso'
En francés existe la palabra passeur, que se puede traducir,
según el contexto, como barquero o contrabandista. Pero la pa-
labra encierra también la connotación de guía y la idea de atra-
vesar montañas.
John BERGER. Aquí nos vemos.
La Boube: Nombre de un antiguo hospital de París para par-
turientas. ¡Barro blando! He aquí Madre y Neonato.
Guido CERONETTI. El silencio del cuerpo.
Los Aivilikis disponen de un vocabulario que contiene una
docena de términos para designar los distintos modos en que
sopla el viento o la contextura que tiene la nieve.
David Le BRETON. El sabor del mundo.
avatar, en el sentido hindú de resurgimiento bajo otra forma
Jean ALLOUCH. Erótica del duelo.
Allí, en la penumbra del zaguán, comenzaban los tanteos, los
roces, esa prolongación natural de los besos y las caricias
que en aquellas tierras criollas había recibido un nombre de
tela. (Aún hoy, escribiendo en otro idioma, tan lejos, tanto
después, ¿recuerdas la obscenidad que connotaba esa pala-
bra?) Sí. Franela...
Edgardo COZARINSKY. Vudú urbano.
Banshee: espíritu femenino mitológico que gime y llora.
Blake CROUCH. Wayward Pines. El paraíso.
En un pupitre leyó la palabra Feto grabada varias veces en
la madera oscura y manchada. Esta palabra sobrecogió su es-
píritu; le pareció sentir en torno a él a los ausentes estudian-
tes del colegio y espantarse de su compañía.
James JOYCE. Retrato del artista adolescente.
en un texto de Anne Carson leí que Poseidón lleva el epí-
teto de kuanochaites, "el del cabello azul oscuro".
Cees NOOTEBOOM. Cartas a Poseidón.
Inmensi tremor Oceani. (Terror del inmenso océano). Inscrip-
ción en el sarcófago de Michel de Ruyter, Nieuwe Kerk, Ams-
terdam.
Smara en sánscrito significa tanto amor como memoria.
Gorgio AGAMBEN. Autorretrato en el estudio.
Es delicioso descubrir que el origen de una palabra como
"ventana" puede ser algo tan hogareño o simple como "agu-
jero de viento".
R. PINSKY. Talking with poets. ('Window', 'wind hole')
En mi primer año en la universidad había una chica en mi re-
sidencia que se llamaba Rachael. Como su padre era negro y
su madre blanca, sus amigos la llamaban Inter-Rachial. Ella
siempre se reía.
Lorrie MOORE. Al pie de la escalera.
Aquellas grandes y destartaladas casas tenían nombres como
MADURA o TERANG-TENANG.
Cees NOOTEBOOM. Rituales.
Brasil, ese país apenas conmensurable, agradece su nombre
a la palabra francesa que designa el carbón vegetal. La carbo-
nización de las especies de plantas más altas, la quema ince-
sante de todas las sustancias combustibles, es la fuerza de pro-
pulsión de nuestra propagación por la tierra.
W.G. SEBALD. Los anillos de Saturno.
De pronto me di un golpe en la frente diciendo: "Es que no
hay palabra griega que designe el sexo".
Jacques LACAN. En B. Cassin: Jacques el sofista.
La fertilidad de la isla la convirtió en morada favorita de la
verde Ceres: aquí fue donde escondió la guadaña con que los
primeros ticianos aprendieron el arte de la agricultura. De ahí
el antiguo nombre Drepani, un gancho segador.
Lawrence DURRELL. La celda de Próspero.
Los capataces vivían en las mansiones cuando sus dueños
estaban fuera. En la época otomana los llamaban maifa, que
significa "fanfarrones". De ahí vino más adelante el término
mafia.
Josh BAZELL. Burlando a la Parca.
Era el siguiente en la lista de trasplantes, tan pronto como
cosechasen un riñón -porque era ése el verbo que emplea-
ban ellos: "cosechar".
La madre del chico rezaba por los conductores borrachos.
Yo rezaba por hombres que no fuesen demasiado exquisitos.
"¿No somos todos -pensaba yo- la cosecha de alguien?"
Amy HEMPEL. Cuentos completos.
Me acordé en el acto de la familia de los Habsburgo, que ha-
bía contado en sus filas con algunos seres exquisitos e hipo-
condríacos, como aquel perro. Se le achacaba aquello a los
matrimonios consanguíneos y llamaban a ese estado depresi-
vo la "melancolía portuguesa".
Patrick MODIANO. Villa Triste.
Mi padre conocía de lejos, por su silueta, cada uno de los
magníficos barcos que habían entrado en servicio en la épo-
ca de su infancia y, a veces de inmediato era capaz de reci-
tar sus números y sus nombres, que a mí todavía me siguen
sonando a poesía: Cincuenta y tres, Insirah (Euforia); Sesen-
ta y siete, Kalender (Errante); Cuarenta y siete, Tarz-i Nevin
(Nueva Melodía); Cincuenta y nueve, Kamer (Luna)...
Orhan PAMUK. Estambul.
Ahora no firmaría Jorge Luis Borges; fíjese que suena mal,
es cacofónico, eso de Jorge y Borges. Firmaría Luis Acevedo
o bien Luis Borges. El apellido tiene un poco de significado
también, es de origen portugués y es una deformación de
burgués, es decir, hombre de ciudad. Hay una especie de do-
ble implicancia en mi apellido, incluso me recuerda a los
Borgia.
Jorge L. BORGES. En Borges. Dos palabras antes de morir.
[En otra parte del mismo libro: "Casi todos los franceses tie-
nen talento literario. Aquí, en París, cuando uno pasea por
las calles, lo puede percibir. El otro día, por ejemplo, me de-
tuve frente a una tienda que se llamaba Aussi (También). A
poca gente se le ocurre ponerle a una tienda ese nombre.
Tampoco a un barco Pourquoi pas? (¿Por qué no?)]
En el gran mundo existen por supuesto otros nombres: Bee-
thoven, Goethe, Bismarck. Pero en el mundo menudo, el que
nos pertenece del todos, hay otros nombres, sobre todo de la
infancia, es decir, de nuestra historia, de los llamados "vie-
jos tiempos" de nuestra insignificante existencia. Hietzing,
cerca de Viena, Unter-Sankt-Veit, Himmelhof, la ribera de
Penzing, los baños de Penzing. No había nada particular, y
todo era particular. La mariposa Sciller de color violeta que
uno cazaba o no cazaba...
Peter ALTENBERG. Páginas escogidas.
[Joseph Conrad] firmó como "Kamudi", palabra malaya que
significa "timón".
Juan G. VÁSQUEZ. Joseph Conrad. El hombre de ninguna
parte. (El libro entregado al editor era La locura de Almayer.)
En la actualidad, el término ambigu significa equívoco o im-
preciso, pero en aquella época y lugar se usaba para señalar
que allí se representaban tanto comedias como tragedias.
Rudy KOUSBROEK. El secreto del pasado. [Se refiere a
París, a fines del siglo XVIII]
La madrugada fue apagando mis recuerdos.
Oía de vez en cuando el sonido de las palabras, y notaba
la diferencia. porque las palabras que había oído hasta en-
tonces, hasta entonces lo supe, no tenían ningún sonido, no
sonaban; se sentían; pero sin sonido, como las que se oyen
en los sueños.
Juan RULFO. Pedro Páramo.
Estoy estudiando verbos y expresiones italianas. Llevo un
cuadernillo donde lo anoto todo. Faccio, fai, fa, facciamo,
fate, fanno. Todavía no he pronunciado ninguna de estas
palabras; son una especie de ajuar, el cajón lleno de ropa
blanca de una virgen-
Rachel CUSK. La última cena. Un verano en Italia.
Lo peor son las palabras mayores, dijo él. La Perdición.
Y la Eternidad. Y el Demonio. Y la Gracia. Y la Santifica-
ción. Y la Resurrección. Y la Glorificación. Y la Redención.
Y el Pecado Original.
Sí, dijo ella. esas palabras son enormes.
Torgny LINDGREN. Agua y otros cuentos.
En la lápida que el buen Jean encargó para él debían figurar
sólo su nombre y las siguientes palabras: en el momento o-
portuno, dejó atrás a los bárbaros.
Thomas BERNHARD. Extinción.
"Hermano, hermana mía!, se llamaban entre sí los antiguos
amantes, y no para enternecer o enmascarar o hacer morboso
su lazo, sino a causa de la remota endogamia de la que todos
hemos nacido por imitación de las parejas divinas.
Guido CERONETTI. El silencio del cuerpo.
En la tierra de Shújov al claro de luna le llamaban en broma
"el sol del lobo".
Alexandr SOLZHENITSYN. Un día en la vida de Iván De-
nísovich.
La palabra "tribunal", escribe, me paralizó por completo
y sólo me dejó la libertad corporal necesaria para la obe-
diencia. [Se refiere a Giacomo Casanova, en la cárcel, el
26 de julio de 1755]
W.G. SEBALD. Vértigo.
Una mujer tiene amor, y por ese amor busca amantes.
Detente aquí, frase, y vigila las cosas mientras traigo otras
palabras.
Víktor SHKLOVSKI. La tercera fábrica.
La ya legendaria noción de otium nos resulta familiar sólo
por los manuales de historia de la cultura.(...) La liberación
de las preocupaciones de la vida práctica, el estado de abs-
tracción en la lectura, la serenidad del alma, la curiosidad.
Adam ZAGAJEWSKI. En la belleza ajena.
En suma, se trata de un problema musical o de un temblor
en ese lugar al que se refieren los demás cuando dicen "al-
ma".
Alejandra PIZARNIK. Diarios.
El marido la besó, más que pasión fue una presión pesada y
torpe. Antes de dormirse, la llamó "mi señora". Ella sintió
toda la intensidad primordial de aquella palabra, una inves-
tidura que envolvió su cuerpo y llenó la estancia vacía y las
cortinas en las ventanas, que parecían de zinc. Habría que-
rido concebir en aquel momento. Mientras Ruegg pronun-
ciaba, casi en sueños, la palabra "señora".
Fleur JAEGGY. El temor del cielo.
la noción "vestigium", donde una marca trae al conocimien-
to de una cosa que la causó (huella, de un pie); y la noción
"imago" que lleva a la representación de lo significado; y la
de "terminus" de capacidad suposicional; ad modum pro-
portionaliter (que hacen semejanza a las ideas index, icon
y symbol de Ch.S. Peirce).
Nicolás PEYCERÉ. Additamenta.
Los AIVILIKIS disponen de un vocabulario que contiene una
docena de términos para designar los distintos modos en que
sopla el viento o la contextura que tiene la nieve.
David Le BRETON. El sabor del mundo.
La identificación simbólica del loto con la matriz y el ombli-
go-centro tiene sólidos apoyos. El "niño primordial" de los
hindúes está sentado en una hoja de loto, en medio del océano
cósmico; "El mundo, en forma de loto, emana del ombligo de
De pronto me di un golpe en la frente diciendo: "Es que no
hay palabra griega que designe el sexo".
Jacques LACAN. En B. Cassin: Jacques el sofista.
La fertilidad de la isla la convirtió en morada favorita de la
verde Ceres: aquí fue donde escondió la guadaña con que los
primeros ticianos aprendieron el arte de la agricultura. De ahí
el antiguo nombre Drepani, un gancho segador.
Lawrence DURRELL. La celda de Próspero.
Los capataces vivían en las mansiones cuando sus dueños
estaban fuera. En la época otomana los llamaban maifa, que
significa "fanfarrones". De ahí vino más adelante el término
mafia.
Josh BAZELL. Burlando a la Parca.
Era el siguiente en la lista de trasplantes, tan pronto como
cosechasen un riñón -porque era ése el verbo que emplea-
ban ellos: "cosechar".
La madre del chico rezaba por los conductores borrachos.
Yo rezaba por hombres que no fuesen demasiado exquisitos.
"¿No somos todos -pensaba yo- la cosecha de alguien?"
Amy HEMPEL. Cuentos completos.
Me acordé en el acto de la familia de los Habsburgo, que ha-
bía contado en sus filas con algunos seres exquisitos e hipo-
condríacos, como aquel perro. Se le achacaba aquello a los
matrimonios consanguíneos y llamaban a ese estado depresi-
vo la "melancolía portuguesa".
Patrick MODIANO. Villa Triste.
Mi padre conocía de lejos, por su silueta, cada uno de los
magníficos barcos que habían entrado en servicio en la épo-
ca de su infancia y, a veces de inmediato era capaz de reci-
tar sus números y sus nombres, que a mí todavía me siguen
sonando a poesía: Cincuenta y tres, Insirah (Euforia); Sesen-
ta y siete, Kalender (Errante); Cuarenta y siete, Tarz-i Nevin
(Nueva Melodía); Cincuenta y nueve, Kamer (Luna)...
Orhan PAMUK. Estambul.
Ahora no firmaría Jorge Luis Borges; fíjese que suena mal,
es cacofónico, eso de Jorge y Borges. Firmaría Luis Acevedo
o bien Luis Borges. El apellido tiene un poco de significado
también, es de origen portugués y es una deformación de
burgués, es decir, hombre de ciudad. Hay una especie de do-
ble implicancia en mi apellido, incluso me recuerda a los
Borgia.
Jorge L. BORGES. En Borges. Dos palabras antes de morir.
[En otra parte del mismo libro: "Casi todos los franceses tie-
nen talento literario. Aquí, en París, cuando uno pasea por
las calles, lo puede percibir. El otro día, por ejemplo, me de-
tuve frente a una tienda que se llamaba Aussi (También). A
poca gente se le ocurre ponerle a una tienda ese nombre.
Tampoco a un barco Pourquoi pas? (¿Por qué no?)]
En el gran mundo existen por supuesto otros nombres: Bee-
thoven, Goethe, Bismarck. Pero en el mundo menudo, el que
nos pertenece del todos, hay otros nombres, sobre todo de la
infancia, es decir, de nuestra historia, de los llamados "vie-
jos tiempos" de nuestra insignificante existencia. Hietzing,
cerca de Viena, Unter-Sankt-Veit, Himmelhof, la ribera de
Penzing, los baños de Penzing. No había nada particular, y
todo era particular. La mariposa Sciller de color violeta que
uno cazaba o no cazaba...
Peter ALTENBERG. Páginas escogidas.
[Joseph Conrad] firmó como "Kamudi", palabra malaya que
significa "timón".
Juan G. VÁSQUEZ. Joseph Conrad. El hombre de ninguna
parte. (El libro entregado al editor era La locura de Almayer.)
En la actualidad, el término ambigu significa equívoco o im-
preciso, pero en aquella época y lugar se usaba para señalar
que allí se representaban tanto comedias como tragedias.
Rudy KOUSBROEK. El secreto del pasado. [Se refiere a
París, a fines del siglo XVIII]
La madrugada fue apagando mis recuerdos.
Oía de vez en cuando el sonido de las palabras, y notaba
la diferencia. porque las palabras que había oído hasta en-
tonces, hasta entonces lo supe, no tenían ningún sonido, no
sonaban; se sentían; pero sin sonido, como las que se oyen
en los sueños.
Juan RULFO. Pedro Páramo.
Estoy estudiando verbos y expresiones italianas. Llevo un
cuadernillo donde lo anoto todo. Faccio, fai, fa, facciamo,
fate, fanno. Todavía no he pronunciado ninguna de estas
palabras; son una especie de ajuar, el cajón lleno de ropa
blanca de una virgen-
Rachel CUSK. La última cena. Un verano en Italia.
Lo peor son las palabras mayores, dijo él. La Perdición.
Y la Eternidad. Y el Demonio. Y la Gracia. Y la Santifica-
ción. Y la Resurrección. Y la Glorificación. Y la Redención.
Y el Pecado Original.
Sí, dijo ella. esas palabras son enormes.
Torgny LINDGREN. Agua y otros cuentos.
En la lápida que el buen Jean encargó para él debían figurar
sólo su nombre y las siguientes palabras: en el momento o-
portuno, dejó atrás a los bárbaros.
Thomas BERNHARD. Extinción.
"Hermano, hermana mía!, se llamaban entre sí los antiguos
amantes, y no para enternecer o enmascarar o hacer morboso
su lazo, sino a causa de la remota endogamia de la que todos
hemos nacido por imitación de las parejas divinas.
Guido CERONETTI. El silencio del cuerpo.
En la tierra de Shújov al claro de luna le llamaban en broma
"el sol del lobo".
Alexandr SOLZHENITSYN. Un día en la vida de Iván De-
nísovich.
La palabra "tribunal", escribe, me paralizó por completo
y sólo me dejó la libertad corporal necesaria para la obe-
diencia. [Se refiere a Giacomo Casanova, en la cárcel, el
26 de julio de 1755]
W.G. SEBALD. Vértigo.
Una mujer tiene amor, y por ese amor busca amantes.
Detente aquí, frase, y vigila las cosas mientras traigo otras
palabras.
Víktor SHKLOVSKI. La tercera fábrica.
La ya legendaria noción de otium nos resulta familiar sólo
por los manuales de historia de la cultura.(...) La liberación
de las preocupaciones de la vida práctica, el estado de abs-
tracción en la lectura, la serenidad del alma, la curiosidad.
Adam ZAGAJEWSKI. En la belleza ajena.
En suma, se trata de un problema musical o de un temblor
en ese lugar al que se refieren los demás cuando dicen "al-
ma".
Alejandra PIZARNIK. Diarios.
El marido la besó, más que pasión fue una presión pesada y
torpe. Antes de dormirse, la llamó "mi señora". Ella sintió
toda la intensidad primordial de aquella palabra, una inves-
tidura que envolvió su cuerpo y llenó la estancia vacía y las
cortinas en las ventanas, que parecían de zinc. Habría que-
rido concebir en aquel momento. Mientras Ruegg pronun-
ciaba, casi en sueños, la palabra "señora".
Fleur JAEGGY. El temor del cielo.
la noción "vestigium", donde una marca trae al conocimien-
to de una cosa que la causó (huella, de un pie); y la noción
"imago" que lleva a la representación de lo significado; y la
de "terminus" de capacidad suposicional; ad modum pro-
portionaliter (que hacen semejanza a las ideas index, icon
y symbol de Ch.S. Peirce).
Nicolás PEYCERÉ. Additamenta.
Los AIVILIKIS disponen de un vocabulario que contiene una
docena de términos para designar los distintos modos en que
sopla el viento o la contextura que tiene la nieve.
David Le BRETON. El sabor del mundo.
La identificación simbólica del loto con la matriz y el ombli-
go-centro tiene sólidos apoyos. El "niño primordial" de los
hindúes está sentado en una hoja de loto, en medio del océano
cósmico; "El mundo, en forma de loto, emana del ombligo de
Vishnú ictiomorfo, cuando yace en el oceáno cósmico.
Un sorprendente connubio -clara metáfora sexual- del ombligo
con un pez, se verifica en América entre los zapotecos. Ombli-
go es guippi'; skippi equivale a "su ombligo", como el cortés
ixic de los nahuas. Mili, también en zapoteco, es la lisa o sea
el mujol, conocido también por la excelencia de la hueva. Aho-
ra bien: skippimili equivale al contacto amoroso, al acto car-
nal.
Gutierre TIBÓN. El ombligo como centro cósmico.
sólo era capaz de comprimir los elementos de las palabras
como una locomotora que embiste un convoy detenido en las
vías y termina prensando, por así decirlo, los vagones, o sea,
exigía a aquel que escuchaba junto al notario de los asuntos
celestiales y terrenales que de "vlco" dedujera la palabra
"vuelco" y de "istorversá" las palabras "historia universal".
László KRASZNAHORKAI. Ha llegado Isaías.
de las puertas del Infierno vendrá el viento [amarillo](de las
puertas del Edén sopla solamente el viento agradable y fres-
co), rijatsfar es su nombre en boca de los habitantes árabes
del lugar, y se trata de un viento oriental, cálido y amenaza-
dor que una vez cada varias generaciones, viene y abrasa la
región y la gente huye de su calor, hacia cuevas y cavernas,
pero incluso allí alcanza a aquellos a quienes quiere alcanzar
y les extermina uno a uno.
David GROSSMAN. El viento amarillo.
Roskoff, Historia del Diablo: Entre los caribes de hoy se
considera a "El que obra en la noche" como creador del
mundo.
Franz KAFKA. Diarios. (del 23 de julio de 1913)
El maestro a quien fue encargado el cuadro, artista autodi-
dacta cuyo nombre ha quedado para siempre en el olvido,
conocía perfectamente las reglas, las recetas exactas según
las cuales se debía realizar una obra de tema religioso. Este
método, llamado podlinnik, era transmitido piadosamente
de generación en generación con todo el esmero debido.
Andrzej KUSNIEWICZ. La lección en lengua muerta.
cambia su apellido, Donnadieu -donde sonaba aún el eco del
adiós a su padre que murió cuando ella tenía 4 años y al que,
por lo tanto, casi no conoció- por Duras, nombre de una casa
de campo de la que había disfrutado en la campiña francesa.
Marguerite DURAS. La pasión suspendida. (En el prólogo,
de L. P. della Torre)
Los nombres -y todo nombre es un nombre propio o un nom-
bre divino- son vórtices de un devenir histórico de la lengua,
(...) En el nombre ya no decimos- o todavía no decimos- na-
da. Sólo llamamos.
Giorgio AGAMBEN. El fuego y el relato.
Desde la cima del monte Cintos se divisa la guirnalda de
las Cícladas: Tinos, Andros, Siros, Citnos, Serifos, Antípa-
ros, Paros, Íos, Naxos, Amorgos, Mikonos e Icaria. Exage-
ro un poco: no todas las islas se pueden ver, pero tienen
unos nombres tan hermosos que resulta difícil resistirse a
la tentación de enumerarlas.
Zbigniew HERBERT. El laberinto junto al mar. (Su libro
sobre Grecia)
Un verso atribuido por el geógrafo romano Vibio Secuestre
al elegíaco Cornelio Galo alude al río que para los antiguos
marcaba la línea fronteriza entre Europa y Asia. Uno tellures
dividit amne duas. Este río era llamado Hypanis por los anti-
guos y ha sido identificado con el actual Bug meridional, que
en polaco se pronuncia de modo idéntico a Bóg, "Dios", y
que desemboca en el mar Negro.
X. BALLESTER. Prólogo a Z. Herbert, 'Informe desde la ciu-
dad sitiada'.
...unas partículas llamadas "muones" [usadas para determinar
con más exactitud la ecuación de la dilatación del tiempo de
Einstein]; si se sentara un "muon" a la mesa de nuestro despa-
cho se desintegraría en un promedio de unos dos microsegun-
dos.
Paul DAVIES. Cómo construir una máquina del tiempo.
Un sorprendente connubio -clara metáfora sexual- del ombligo
con un pez, se verifica en América entre los zapotecos. Ombli-
go es guippi'; skippi equivale a "su ombligo", como el cortés
ixic de los nahuas. Mili, también en zapoteco, es la lisa o sea
el mujol, conocido también por la excelencia de la hueva. Aho-
ra bien: skippimili equivale al contacto amoroso, al acto car-
nal.
Gutierre TIBÓN. El ombligo como centro cósmico.
sólo era capaz de comprimir los elementos de las palabras
como una locomotora que embiste un convoy detenido en las
vías y termina prensando, por así decirlo, los vagones, o sea,
exigía a aquel que escuchaba junto al notario de los asuntos
celestiales y terrenales que de "vlco" dedujera la palabra
"vuelco" y de "istorversá" las palabras "historia universal".
László KRASZNAHORKAI. Ha llegado Isaías.
de las puertas del Infierno vendrá el viento [amarillo](de las
puertas del Edén sopla solamente el viento agradable y fres-
co), rijatsfar es su nombre en boca de los habitantes árabes
del lugar, y se trata de un viento oriental, cálido y amenaza-
dor que una vez cada varias generaciones, viene y abrasa la
región y la gente huye de su calor, hacia cuevas y cavernas,
pero incluso allí alcanza a aquellos a quienes quiere alcanzar
y les extermina uno a uno.
David GROSSMAN. El viento amarillo.
Roskoff, Historia del Diablo: Entre los caribes de hoy se
considera a "El que obra en la noche" como creador del
mundo.
Franz KAFKA. Diarios. (del 23 de julio de 1913)
El maestro a quien fue encargado el cuadro, artista autodi-
dacta cuyo nombre ha quedado para siempre en el olvido,
conocía perfectamente las reglas, las recetas exactas según
las cuales se debía realizar una obra de tema religioso. Este
método, llamado podlinnik, era transmitido piadosamente
de generación en generación con todo el esmero debido.
Andrzej KUSNIEWICZ. La lección en lengua muerta.
cambia su apellido, Donnadieu -donde sonaba aún el eco del
adiós a su padre que murió cuando ella tenía 4 años y al que,
por lo tanto, casi no conoció- por Duras, nombre de una casa
de campo de la que había disfrutado en la campiña francesa.
Marguerite DURAS. La pasión suspendida. (En el prólogo,
de L. P. della Torre)
Los nombres -y todo nombre es un nombre propio o un nom-
bre divino- son vórtices de un devenir histórico de la lengua,
(...) En el nombre ya no decimos- o todavía no decimos- na-
da. Sólo llamamos.
Giorgio AGAMBEN. El fuego y el relato.
Desde la cima del monte Cintos se divisa la guirnalda de
las Cícladas: Tinos, Andros, Siros, Citnos, Serifos, Antípa-
ros, Paros, Íos, Naxos, Amorgos, Mikonos e Icaria. Exage-
ro un poco: no todas las islas se pueden ver, pero tienen
unos nombres tan hermosos que resulta difícil resistirse a
la tentación de enumerarlas.
Zbigniew HERBERT. El laberinto junto al mar. (Su libro
sobre Grecia)
Un verso atribuido por el geógrafo romano Vibio Secuestre
al elegíaco Cornelio Galo alude al río que para los antiguos
marcaba la línea fronteriza entre Europa y Asia. Uno tellures
dividit amne duas. Este río era llamado Hypanis por los anti-
guos y ha sido identificado con el actual Bug meridional, que
en polaco se pronuncia de modo idéntico a Bóg, "Dios", y
que desemboca en el mar Negro.
X. BALLESTER. Prólogo a Z. Herbert, 'Informe desde la ciu-
dad sitiada'.
...unas partículas llamadas "muones" [usadas para determinar
con más exactitud la ecuación de la dilatación del tiempo de
Einstein]; si se sentara un "muon" a la mesa de nuestro despa-
cho se desintegraría en un promedio de unos dos microsegun-
dos.
Paul DAVIES. Cómo construir una máquina del tiempo.
vimos que nos encontrábamos frente a uno de esos llamados
rey de ratas. Unos veinte o treinta animales se hallaban unidos
naturalmente por las colas, desnudas y repugnantes, tiraban en
todas direcciones y no podían ponerse de acuerdo sobre por cuál
huir.
Alexander LERNET-HOLENIA. El estandarte.
Avatar, en el sentido hindú de resurgimiento bajo otra forma.
Jean ALLOUCH. Erótica...
El coito es "un pomposo Sumo Sacerdote que entra por un
Lugar Secreto" (Blake) (...) El coito es "enviar el diablo al
infierno"; "enviar el Papa a Roma"; "expulsar al musulmán".
Norman O. BROWN. El cuerpo del amor.
Mencionó platos que ya no se preparaban; había uno, por ejem-
plo -un plato hecho con ojos de vaca que se llamaba "al levan-
tarse a la mañana".
Anton CHEJOV. Cit. por R. Carver: Un nuevo sendero.
En hebreo, las vocales no son letras. Por eso los hebreos dicen
que "las vocales son el alma de las letras" y que sin ellas las le-
tras son "cuerpos sin almas"(dos imágenes extraídas del Zohar).
En rigor de verdad, para que esta diferencia entre letras y voca-
les se comprenda más claramente, podemos explicarla muy
bien con el ejemplo de la flauta que los dedos manipulan para
tocarla, las vocales son el sonido de la música, las letras, los
agujeros tocados por los dedos.
Baruch SPINOZA. Cit. en Olender: Las lenguas del Paraíso.
Los mayas que abandonaban sus ciudades prodigiosas cada
52 años
porque por desconocidas razones
todos los katunes esperaban el fin del mundo,
no develan jamás sus verdaderos nombres...
¡correrían el riesgo de que les robaran el alma!
Los mayas honraban, sin embargo, a los "maestros de las pa-
labras".
Manuel SCORZA. Revista Crisis N° 12.
Los tranvías circulaban decidida y luminosamente. Los peque-
ños autobuses - a razón de 13 almas sentadas, un conductor y
un triste cobrador colgado en la cola- corrían como las cucara-
chas grandes. Se llamaban: "Catinaki", "Aj Vaj", "Pactolo",
"Me da la gana", "Muñeca", "Polo Norte", "Cidonia", "Bella
Hélade".
Giorgos SEFERIS. 6 noches en la Acrópolis.
Emerson olvidó a Voltaire en sus Representantes de la Huma-
nidad. Hubiese podido hacer un lindo capítulo titulado: Vol-
taire, o el antipoeta, el rey de los pazguatos, el príncipe de
los superficiales, el antiartista, el predicador de las porteras,
el tío Gigogne de los redactores de Siécle.
Charles BAUDELAIRE. Diarios íntimos.
Vemund. El padre atrapa el nombre en la boca y chasquea, lo
expulsa por las comisuras de los labios como si fuera un fruto
extraño. Vermund no es nombre de hombre, piensa, sino de
algo debilucho y tierno, un poco femenino, de algo que que-
da suspendido en el aire.
A.A.V.V. Mujeres de los fiordos. Relatos de escritoras norue-
gas.
Palabras buscan palabras, emigran
de boca en boca...
Thomas BERNHARD. Ave Virgilio.
En lugar de "gustar", di "ser querido" (para mí): "los go-
rriones me son queridos".
Peter HANDKE. Andar, de camino.
Puedes imaginarte lo mucho que se ha escrito acerca de ese
"unánime". Acudí a Borges con dos traducciones de dicha pa-
labra: "surrounding" (circundante) y "encompassing" (que a-
barca). Y le dije: "Borges, ¿qué quería decir en realidad con
eso de la noche unánime? Eso no significa nada. Si hay una
noche unánime, ¿por qué no hay una noche que bebe té, o una
noche que juega a las cartas?" Y su respuesta me dejó atónito.
Dijo: "Di Giovanni, eso no es más que un ejemplo del modo
irresponsable en que solía escribir."
En V.S. Naipul. El regreso de Eva Perón.
son musulmanas y llevan un amplio vestido negro, el
bui-bui, que cubre herméticamente todo el cuerpo y parte
de la cara.
Ryszard KAPUSCINSKI. Ébano. [Está en Tanganica]
El caso es que uno no puede pasarse toda la vida llamándose
Nigel, ¿verdad? Ni siquiera puede pasarse todo un libro lla-
mándose Nigel. Algunos nombres sencillamente no son apro-
piados después de algún tiempo. Pongamos que te llamas Ro-
bin, por ej. Bueno, ese nombre está bastante bien hasta la edad
de nueve años, pero muy pronto tendrías que hacer algo con
él, ¿no? Cambiártelo legalmente por Sansón o Goliat, o algo
así. Y con algunas apellations ocurre lo contrario. Como Wal-
ter, por ej. No puedes llamarte Walter hasta que tienes unos
75 años, según mi criterio. Así que, si te van a bautizar Walter,
deberían ponerte un par de nombres delante, uno para la edad
del cochecito, más otro para el largo recorrido hasta convertir-
te en Walter.
Julian BARNES. Hablando del asunto.
Conoces el nombre que te dieron,
no conoces el nombre que tienes.
LIBRO DE LAS EVIDENCIAS
Originariamente la palabra "Ort" (lugar) significa la punta
de la espada. En ella todo confluye. Es hacia lo supremo y
distante que la punta congrega. Lo que congrega penetra y
atraviesa el ser (durchwest) de todo.
M. HEIDEGGER (Prólogo a los poemas de Georg Trakl)
la historia ha preservado el nombre del cochero del Rey
Jerjes: Patiramfes, hijo de Otanes. Ese guiaba el coche del
Gran Rey.
Hjalmar SÖDERBERG. El Doctor Glas.
En portugués Pereira significa peral y, como todos los nom-
bres de árboles frutales, es un apellido de origen judío, al
igual que en Italia los apellidos de origen judío son nombres
de ciudades.
Antonio TABUCCHI. Autobiografías ajenas.
Jean Améry tiene una palabra tan brillante como precisa:
WELTVERTRAUEN, que traduciría como "confianza en
el mundo". Pues bien, él describe lo difícil que es vivir sin
esta confianza.
Imre KERTESZ. Dossier.
acá es costumbre siempre compartir la comida. César dice
que es tan natural que en su idioma no hay ninguna expresión
para "gracias".
Werner HERZOG. Conquista de lo inútil.
Vamos a suponer que digo verano,
escribo la palabra "colibrí",
la meto en un sobre,
y la llevo colina abajo
hasta el buzón. Cuando abras
mi carta recordarás
aquellos días y cuánto,
cuantísimo, te quiero.
Raymond CARVER (poema completo de "Un sendero a la
cascada")
y neuma la palabra suspirada
por los labios
en el vidrio de Murano
de la voz
Valerio MAGRELLI. Epígrafes...
Nietzsche dice que los metafísicos son "los albinos del pensa-
miento"
Juan NUÑO. Los mitos filosóficos.
El intranjero, que es una palabra que me inventé y que si no
eres de procedencia problemática no puedes entender, pero
te la voy a explicar, sólo quiere decir que eres extranjero en
tu propio país...
Y.B. (Yassir BENMILOUD) Alá Superstar.
Alphonse Kanders fue el primero en decirle a Iósif V. Sta-
lin: "¡No!" Stalin le preguntó: "¿Llevas reloj, camarada Kan-
ders?", y A.K. contestó "¡No!"
Aleksander HEMON. La cuestión de Bruno.
por el proceso lingüístico que tan a menudo da a una pala-
bra el significado opuesto -como en el caso de las palabras
latinas muttire, "musitar", y mutus , "mudo", que en francés
dieron origen a mot, "palabra" - el griego mü, que significa-
ba proferir un sonido inarticulado con la boca cerrada, dio
origen a mythos, "palabra".
Erich KAHLER. Nuestro laberinto.
Que la roca sea denominada "raíz de nube" no es una figu-
ra retórica, ni siquiera una imagen poética, sino la traduc-
ción de esa ósmosis que, por medio de la circulación del
hálito vital (qi), comunica a todos los seres entre sí y los
vincula desde su interior.
Francois JULLIEN. La gran imagen no tiene forma.
ella conoce las palabras, pero sólo se sonríe
Paul CELAN. Poesía alemana del siglo XX.
como si el nombre de pila fuera uno de sus ocultos encan-
tos corporales.
Joseph ROTH. Jefe de estación Fallmerayer.
En griego las marcas se llamaban gnorismata, luego se con-
virtieron en symbola. En latín, esos identificadores se llama-
ron primero crepundia antes de convertirse en signa.
Pascal QUIGNARD. Morir por pensar.
Aquel que daba los nombres tenía un nombre marcado por el
interrogativo y por el indefinido: Ka. Anirukta, aparamita, ati-
rikta: "inexpresable", "ilimitado" "sobreabundante", así lo lla-
maban. Ni siquiera aquellos que mejor lo conocían acertaban
a ver sus márgenes, que permanentemente retrocedían, y
acaban por perderse.
Roberto CALASSO. Ka.
Zuquala, Fantali, Wuchacha, Furi y Managasha. Son nombres
que siempre han tenido una fascinación nostálgica para mí.
Wilfred THESIGER. Arenas de Arabia. [Se trata de lugares de
África].
Voy a mencionar los nombres de 4 hombres a los que consi-
dero verdaderamente doctos. Son Mommsen, Wilamowitz-
Moellendorf, Harnack y Eduard Meyer. Cuando era joven e
inmaduro albergaba la ambición de ser el quinto de esa lista,
así que no debía ser muy modesto.
Nirad CHAUDHURI. Autobiografía.
lago sin otro nombre
que su color
Michael ONDAATJE. Escrito a mano.
la llamaban BLUTFAHNE. Literalmente "bandera de sangre".
W.G. SEBALD. Los emigrados.
una receta para elaborar un pan de sandwich blanco y muy
tierno, que llamó Pan de Crema.
Susan ORLEAN. El ladrón de orquídeas.
allí donde habitan los miles y miles de dioses védicos la nava-
ja de Ockham ha rebanado tu nombre (...) La nube es el dios
ignoto.
Roberto CALASSO. Las ruinas de Kasch.
eso es lo que significa "ario": el que labra la tierra.
V.S. NAIPAUL. Momentos literarios.
No por azar en Francia a un pecho opulento se lo denomina
conversación, porque a menudo la genera.
Frederic BEIGBEDER. Socorro, perdón.
¿Qué decirte? Nada nuevo en Duna Park. Un capitán, a quien
(el cañón tronaba) yo le decía: "Es apocalíptico", me responde:
"No. Viene del lado de Dixmude".
Jean COCTEAU. Cartas a la madre.
Hitler se alzaba blandiendo su cruz gamada, a la que, en su
ignorancia o maldad, dio el nombre de símbolo del bien:
swastika.
Salman RUSHDIE. Oriente, Occidente.
(Allan WALL: Esvástica es una palabra sánscrita que significa
bienestar y buena suerte.)
El Obispo Wilkins también creó una hermosísima palabra, una
palabra que es poesía en sí misma, llena de desesperanza, tris-
teza y desesperación: la palabra NEVERNESS. Una palabra
muy hermosa, ¿no? Él la inventó e ignoro porqué los poetas
la han dejado relegada, no utilizándola jamás.
Jorge L. BORGES. Conversaciones con escritores. (ness -el
sufijo sajón, dice JLB)
Pausanias, por ejemplo, en el siglo II d.C. escribía sobre un
papiro llamado KÁLAMO (fabricado en Atenas) y con una
tinta llamada MELAN (melanina deriva seguramente de esta
tinta). Y escribió esto: "Ya sé que fueron los sabios caldeos e
indos los primeros en decir que el alma es inmortal, seguidos
por algunos griegos, especialmente Platón, el hijo de Aristón".
Cit. por G. Moron. Libro de los fragmentos.
el método que se conocía aquí [habla de Etiopía] con el nom-
bre de liebasha. Se trataba de cómo descubrir el paradero de
los ladrones. Hechiceras daban de beber a niños pequeños
misteriosas pócimas de hierbas y éstos, enajenados, embria-
gados y guiados por fuerzas sobrenaturales, entraban en algu-
na casa y señalaban al ladrón.
Ryszard KAPUSCINSKI. El Emperador. [Su libro sobre
Haile Selassie]
No existe ningún paso entre la comprensión y la aceptación:
comprender es aceptar; no hay ninguna otra forma de compren-
sión, cualquier otra forma de comprensión es incomprensión.
No en vano en francés comprender significa al mismo tiempo
comprender y abrazar, es decir, aceptar: incorporar.
Marina TSVIETAIEVA. El poeta y su tiempo.
Es el barrio de Maguib Mahfuz, premio Nobel de Literatura
en 1988, y de sus principales novelas, la llamada "Trilogía
de El Cairo", cuyos títulos coinciden con las tres calles prin-
cipales del barrio islámico: Bain el-Qasrain (Entre dos pa-
lacios), Qasr Esh-Shawq (Palacio del deseo) y As-Sukkari-
yya (La azucarera).
Antonio TABUCCHI. Viajes y otros viajes.
Y santa Dymphna, patrona de quienes sufren enfermedades
mentales. Santa Dymphna era la hija de un rey irlandés que,
al enviudar, quiso casarse con ella. Ella huyó, pero él la per-
siguió. Ella le rechazó, y él le cortó la cabeza.
Kathryn HARRISON. El beso. [El beso es un relato autobio-
gráfico. Narra la relación incestuosa entre Harrison y su pa-
dre- magistralmente.]
Todas las tardes, al levantar los ojos hacia la ventana, me repe-
tía en voz baja a mí mismo la palabra parálisis. Sonaba extraña
en mis oídos como gnomon en la obra de Euclides y simonía
en el catecismo. Pero hoy sonaba como el nombre de un malé-
fico y diabólico genio.
James JOYCE. En J.J. por sí mismo, de J. Paris. (Gnomon:
antepasado del reloj de sol, instrumento que usaban los anti-
guos... sombra proyectada por un pequeño estilete. Simonía:
crimen que consiste en traficar con las cosas espirituales y sa-
Avatar, en el sentido hindú de resurgimiento bajo otra forma.
Jean ALLOUCH. Erótica...
El coito es "un pomposo Sumo Sacerdote que entra por un
Lugar Secreto" (Blake) (...) El coito es "enviar el diablo al
infierno"; "enviar el Papa a Roma"; "expulsar al musulmán".
Norman O. BROWN. El cuerpo del amor.
Mencionó platos que ya no se preparaban; había uno, por ejem-
plo -un plato hecho con ojos de vaca que se llamaba "al levan-
tarse a la mañana".
Anton CHEJOV. Cit. por R. Carver: Un nuevo sendero.
En hebreo, las vocales no son letras. Por eso los hebreos dicen
que "las vocales son el alma de las letras" y que sin ellas las le-
tras son "cuerpos sin almas"(dos imágenes extraídas del Zohar).
En rigor de verdad, para que esta diferencia entre letras y voca-
les se comprenda más claramente, podemos explicarla muy
bien con el ejemplo de la flauta que los dedos manipulan para
tocarla, las vocales son el sonido de la música, las letras, los
agujeros tocados por los dedos.
Baruch SPINOZA. Cit. en Olender: Las lenguas del Paraíso.
Los mayas que abandonaban sus ciudades prodigiosas cada
52 años
porque por desconocidas razones
todos los katunes esperaban el fin del mundo,
no develan jamás sus verdaderos nombres...
¡correrían el riesgo de que les robaran el alma!
Los mayas honraban, sin embargo, a los "maestros de las pa-
labras".
Manuel SCORZA. Revista Crisis N° 12.
Los tranvías circulaban decidida y luminosamente. Los peque-
ños autobuses - a razón de 13 almas sentadas, un conductor y
un triste cobrador colgado en la cola- corrían como las cucara-
chas grandes. Se llamaban: "Catinaki", "Aj Vaj", "Pactolo",
"Me da la gana", "Muñeca", "Polo Norte", "Cidonia", "Bella
Hélade".
Giorgos SEFERIS. 6 noches en la Acrópolis.
Emerson olvidó a Voltaire en sus Representantes de la Huma-
nidad. Hubiese podido hacer un lindo capítulo titulado: Vol-
taire, o el antipoeta, el rey de los pazguatos, el príncipe de
los superficiales, el antiartista, el predicador de las porteras,
el tío Gigogne de los redactores de Siécle.
Charles BAUDELAIRE. Diarios íntimos.
Vemund. El padre atrapa el nombre en la boca y chasquea, lo
expulsa por las comisuras de los labios como si fuera un fruto
extraño. Vermund no es nombre de hombre, piensa, sino de
algo debilucho y tierno, un poco femenino, de algo que que-
da suspendido en el aire.
A.A.V.V. Mujeres de los fiordos. Relatos de escritoras norue-
gas.
Palabras buscan palabras, emigran
de boca en boca...
Thomas BERNHARD. Ave Virgilio.
En lugar de "gustar", di "ser querido" (para mí): "los go-
rriones me son queridos".
Peter HANDKE. Andar, de camino.
Puedes imaginarte lo mucho que se ha escrito acerca de ese
"unánime". Acudí a Borges con dos traducciones de dicha pa-
labra: "surrounding" (circundante) y "encompassing" (que a-
barca). Y le dije: "Borges, ¿qué quería decir en realidad con
eso de la noche unánime? Eso no significa nada. Si hay una
noche unánime, ¿por qué no hay una noche que bebe té, o una
noche que juega a las cartas?" Y su respuesta me dejó atónito.
Dijo: "Di Giovanni, eso no es más que un ejemplo del modo
irresponsable en que solía escribir."
En V.S. Naipul. El regreso de Eva Perón.
son musulmanas y llevan un amplio vestido negro, el
bui-bui, que cubre herméticamente todo el cuerpo y parte
de la cara.
Ryszard KAPUSCINSKI. Ébano. [Está en Tanganica]
El caso es que uno no puede pasarse toda la vida llamándose
Nigel, ¿verdad? Ni siquiera puede pasarse todo un libro lla-
mándose Nigel. Algunos nombres sencillamente no son apro-
piados después de algún tiempo. Pongamos que te llamas Ro-
bin, por ej. Bueno, ese nombre está bastante bien hasta la edad
de nueve años, pero muy pronto tendrías que hacer algo con
él, ¿no? Cambiártelo legalmente por Sansón o Goliat, o algo
así. Y con algunas apellations ocurre lo contrario. Como Wal-
ter, por ej. No puedes llamarte Walter hasta que tienes unos
75 años, según mi criterio. Así que, si te van a bautizar Walter,
deberían ponerte un par de nombres delante, uno para la edad
del cochecito, más otro para el largo recorrido hasta convertir-
te en Walter.
Julian BARNES. Hablando del asunto.
Conoces el nombre que te dieron,
no conoces el nombre que tienes.
LIBRO DE LAS EVIDENCIAS
Originariamente la palabra "Ort" (lugar) significa la punta
de la espada. En ella todo confluye. Es hacia lo supremo y
distante que la punta congrega. Lo que congrega penetra y
atraviesa el ser (durchwest) de todo.
M. HEIDEGGER (Prólogo a los poemas de Georg Trakl)
la historia ha preservado el nombre del cochero del Rey
Jerjes: Patiramfes, hijo de Otanes. Ese guiaba el coche del
Gran Rey.
Hjalmar SÖDERBERG. El Doctor Glas.
En portugués Pereira significa peral y, como todos los nom-
bres de árboles frutales, es un apellido de origen judío, al
igual que en Italia los apellidos de origen judío son nombres
de ciudades.
Antonio TABUCCHI. Autobiografías ajenas.
Jean Améry tiene una palabra tan brillante como precisa:
WELTVERTRAUEN, que traduciría como "confianza en
el mundo". Pues bien, él describe lo difícil que es vivir sin
esta confianza.
Imre KERTESZ. Dossier.
acá es costumbre siempre compartir la comida. César dice
que es tan natural que en su idioma no hay ninguna expresión
para "gracias".
Werner HERZOG. Conquista de lo inútil.
Vamos a suponer que digo verano,
escribo la palabra "colibrí",
la meto en un sobre,
y la llevo colina abajo
hasta el buzón. Cuando abras
mi carta recordarás
aquellos días y cuánto,
cuantísimo, te quiero.
Raymond CARVER (poema completo de "Un sendero a la
cascada")
y neuma la palabra suspirada
por los labios
en el vidrio de Murano
de la voz
Valerio MAGRELLI. Epígrafes...
Nietzsche dice que los metafísicos son "los albinos del pensa-
miento"
Juan NUÑO. Los mitos filosóficos.
El intranjero, que es una palabra que me inventé y que si no
eres de procedencia problemática no puedes entender, pero
te la voy a explicar, sólo quiere decir que eres extranjero en
tu propio país...
Y.B. (Yassir BENMILOUD) Alá Superstar.
Alphonse Kanders fue el primero en decirle a Iósif V. Sta-
lin: "¡No!" Stalin le preguntó: "¿Llevas reloj, camarada Kan-
ders?", y A.K. contestó "¡No!"
Aleksander HEMON. La cuestión de Bruno.
por el proceso lingüístico que tan a menudo da a una pala-
bra el significado opuesto -como en el caso de las palabras
latinas muttire, "musitar", y mutus , "mudo", que en francés
dieron origen a mot, "palabra" - el griego mü, que significa-
ba proferir un sonido inarticulado con la boca cerrada, dio
origen a mythos, "palabra".
Erich KAHLER. Nuestro laberinto.
Que la roca sea denominada "raíz de nube" no es una figu-
ra retórica, ni siquiera una imagen poética, sino la traduc-
ción de esa ósmosis que, por medio de la circulación del
hálito vital (qi), comunica a todos los seres entre sí y los
vincula desde su interior.
Francois JULLIEN. La gran imagen no tiene forma.
ella conoce las palabras, pero sólo se sonríe
Paul CELAN. Poesía alemana del siglo XX.
como si el nombre de pila fuera uno de sus ocultos encan-
tos corporales.
Joseph ROTH. Jefe de estación Fallmerayer.
En griego las marcas se llamaban gnorismata, luego se con-
virtieron en symbola. En latín, esos identificadores se llama-
ron primero crepundia antes de convertirse en signa.
Pascal QUIGNARD. Morir por pensar.
Aquel que daba los nombres tenía un nombre marcado por el
interrogativo y por el indefinido: Ka. Anirukta, aparamita, ati-
rikta: "inexpresable", "ilimitado" "sobreabundante", así lo lla-
maban. Ni siquiera aquellos que mejor lo conocían acertaban
a ver sus márgenes, que permanentemente retrocedían, y
acaban por perderse.
Roberto CALASSO. Ka.
Zuquala, Fantali, Wuchacha, Furi y Managasha. Son nombres
que siempre han tenido una fascinación nostálgica para mí.
Wilfred THESIGER. Arenas de Arabia. [Se trata de lugares de
África].
Voy a mencionar los nombres de 4 hombres a los que consi-
dero verdaderamente doctos. Son Mommsen, Wilamowitz-
Moellendorf, Harnack y Eduard Meyer. Cuando era joven e
inmaduro albergaba la ambición de ser el quinto de esa lista,
así que no debía ser muy modesto.
Nirad CHAUDHURI. Autobiografía.
lago sin otro nombre
que su color
Michael ONDAATJE. Escrito a mano.
la llamaban BLUTFAHNE. Literalmente "bandera de sangre".
W.G. SEBALD. Los emigrados.
una receta para elaborar un pan de sandwich blanco y muy
tierno, que llamó Pan de Crema.
Susan ORLEAN. El ladrón de orquídeas.
allí donde habitan los miles y miles de dioses védicos la nava-
ja de Ockham ha rebanado tu nombre (...) La nube es el dios
ignoto.
Roberto CALASSO. Las ruinas de Kasch.
eso es lo que significa "ario": el que labra la tierra.
V.S. NAIPAUL. Momentos literarios.
No por azar en Francia a un pecho opulento se lo denomina
conversación, porque a menudo la genera.
Frederic BEIGBEDER. Socorro, perdón.
¿Qué decirte? Nada nuevo en Duna Park. Un capitán, a quien
(el cañón tronaba) yo le decía: "Es apocalíptico", me responde:
"No. Viene del lado de Dixmude".
Jean COCTEAU. Cartas a la madre.
Hitler se alzaba blandiendo su cruz gamada, a la que, en su
ignorancia o maldad, dio el nombre de símbolo del bien:
swastika.
Salman RUSHDIE. Oriente, Occidente.
(Allan WALL: Esvástica es una palabra sánscrita que significa
bienestar y buena suerte.)
El Obispo Wilkins también creó una hermosísima palabra, una
palabra que es poesía en sí misma, llena de desesperanza, tris-
teza y desesperación: la palabra NEVERNESS. Una palabra
muy hermosa, ¿no? Él la inventó e ignoro porqué los poetas
la han dejado relegada, no utilizándola jamás.
Jorge L. BORGES. Conversaciones con escritores. (ness -el
sufijo sajón, dice JLB)
Pausanias, por ejemplo, en el siglo II d.C. escribía sobre un
papiro llamado KÁLAMO (fabricado en Atenas) y con una
tinta llamada MELAN (melanina deriva seguramente de esta
tinta). Y escribió esto: "Ya sé que fueron los sabios caldeos e
indos los primeros en decir que el alma es inmortal, seguidos
por algunos griegos, especialmente Platón, el hijo de Aristón".
Cit. por G. Moron. Libro de los fragmentos.
el método que se conocía aquí [habla de Etiopía] con el nom-
bre de liebasha. Se trataba de cómo descubrir el paradero de
los ladrones. Hechiceras daban de beber a niños pequeños
misteriosas pócimas de hierbas y éstos, enajenados, embria-
gados y guiados por fuerzas sobrenaturales, entraban en algu-
na casa y señalaban al ladrón.
Ryszard KAPUSCINSKI. El Emperador. [Su libro sobre
Haile Selassie]
No existe ningún paso entre la comprensión y la aceptación:
comprender es aceptar; no hay ninguna otra forma de compren-
sión, cualquier otra forma de comprensión es incomprensión.
No en vano en francés comprender significa al mismo tiempo
comprender y abrazar, es decir, aceptar: incorporar.
Marina TSVIETAIEVA. El poeta y su tiempo.
Es el barrio de Maguib Mahfuz, premio Nobel de Literatura
en 1988, y de sus principales novelas, la llamada "Trilogía
de El Cairo", cuyos títulos coinciden con las tres calles prin-
cipales del barrio islámico: Bain el-Qasrain (Entre dos pa-
lacios), Qasr Esh-Shawq (Palacio del deseo) y As-Sukkari-
yya (La azucarera).
Antonio TABUCCHI. Viajes y otros viajes.
Y santa Dymphna, patrona de quienes sufren enfermedades
mentales. Santa Dymphna era la hija de un rey irlandés que,
al enviudar, quiso casarse con ella. Ella huyó, pero él la per-
siguió. Ella le rechazó, y él le cortó la cabeza.
Kathryn HARRISON. El beso. [El beso es un relato autobio-
gráfico. Narra la relación incestuosa entre Harrison y su pa-
dre- magistralmente.]
Todas las tardes, al levantar los ojos hacia la ventana, me repe-
tía en voz baja a mí mismo la palabra parálisis. Sonaba extraña
en mis oídos como gnomon en la obra de Euclides y simonía
en el catecismo. Pero hoy sonaba como el nombre de un malé-
fico y diabólico genio.
James JOYCE. En J.J. por sí mismo, de J. Paris. (Gnomon:
antepasado del reloj de sol, instrumento que usaban los anti-
guos... sombra proyectada por un pequeño estilete. Simonía:
crimen que consiste en traficar con las cosas espirituales y sa-
gradas.)
De golpe el poder de las palabras me parecía exorbitante y su
responsabilidad insostenible: me siento débil frente a mi pro-
pia escritura (como el habla, ella es la exposición de un trozo
de nuestro cuerpo).
Roland BARTHES. El proceso de la escritura.
en Platón el concepto de epístrofe, un concepto en el que se
pueden distinguir los cuatro elementos siguientes: alejarse
de... (las apariencias); volver sobre sí (comprobar la propia
ignorancia); realizar actos de reminiscencia; retornar a la
patria ontológica (la de las esencias, de la verdad y del ser).
Michel FOUCAULT. Hermenéutica del sujeto.
la palabra "judío" es el término más mencionado en Mein
Kampf [Mi Lucha, de Adolf Hitler], incluso por delante de
"Alemania", "raza", "guerra", "marxismo", "Francia" o aun
"nacionalsocialismo". "Judío aparece 373 veces.
Antoine VITKINE. "Mein Kampf" Historia de un libro.
"Buscaba la naturalidad de un verbo que no tuviese infinitivo
y que sólo pudiese provisto de un tiempo y modo", escribe
Barthes en Le Chaimbre Claire. Pero ese verbo existe en fran-
cés, y es el verbo de la muerte: ci-git (yace aquí).
Tsvetan TODOROV (luego de la muerte de Barthes). El último
Barthes. Revista Vuelta, 1987.
"Némesis divina", el libro nocturno escondido en un estuche
lleno de indicios, augurios, presagios, lectura para Strindberg
Teología empírica. El investigador es un espía de Dios.
Hans M. ENSZENSBERGER. Mausoleo. (Se refiere a un li-
bro de Linneo. También: 'la flor que lleva su nombre, Linnea
Borealis Linneo, es imperceptible, pequeña y casi del todo
blanca')
Nomos es la palabra griega que significa "tierra de pastoreo".
Asumió el significado de "ley", "distribución equitativa"... y
por lo tanto se convirtió en la base de todo el derecho occiden-
tal.
El verbo nemein -'pacer', 'apacentar', 'pastar' o 'desplegar'- ya
tiene una segunda acepción desde tiempos de Homero: "distri-
buir" o "dispersar", sobre todo tierra, honores, carne o bebida.
Némesis es la 'distribución de justicia' y por consiguiente de la
'justicia divina'.
Bruce CHATWIN. Los trazos de la canción.
En el haiku japonés, el código quiere que haya siempre una pa-
labra que remita al momento del día y del año; es el KIGO, la
palabra-estación. Del haiku, la notación amorosa conserva el
kigo, esa tenue alusión a la lluvia, al atardecer, a la luz, a todo
lo que inunda, difunde.
Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.
Cada día es un gran coto de caza, las palabras se esconden en
lo espeso como alimañas en sus agujeros, como pájaros de a-
gua entre las cañas.
Hubert van HERREWEGHEN. En 'Antología de la poesía
belga contemporánea'.
Y estos son los nombres del animal: callewine, koolewong,
kobarcola, colah, koolah, cool, burror, bangaroo, pucawan,
goridun, boorabee, koala.
Lukas BÄRFUSS. Koala.
Para las flores, la muerte se denomina apoptosis.
Pascal QUIGNARD. La barca silenciosa.
un dormitorio de las Indias de la preguerra, y el lugar de ho-
nor lo ocupa un guling. Un guling es una almohada cilíndri-
ca alargada que, en esas tierras, formaba parte de los acceso-
rios habituales de una cama, al igual que el mosquitero.
Rudy KOUSBROEK. El secreto del pasado.
...el asunto del qhwai-xkhewe en los hombres y el tablier
égyptian en las mujeres...
Laurens Van Der POST. El mundo perdido del Kalahari. Se
trata de los bosquimanos: el qhwai-xkhewe es que los hom-
bres pasaban toda la vida con el órgano sexual en posición
semierecta. ("El bosquimano veía en ese detalle una razón
de orgullo y dignidad..."); el tablier égyptien se da en las
mujeres, que nacen con un pequeño delantal natural sobre
los genitales.
Mi héroe era Linneo; adoraba la idea de que hubiera inventa-
do un sistema para dar nombre a las criaturas, que hubiera cap-
turado de ese modo la naturaleza. Mi actitud maravillada ante
la naturaleza era en gran parte una fascinación por los nombres
y por nombrar.
Czeslaw MILOSZ. Entrev. en Diario de Poesía, N° 41.
Los chiriguanos del pueblo guaraní
no conocían el papel
y por eso no tenían palabra para nombrarlo.
Hoy le llaman piel de Dios,
porque sirve para enviar mensajes
a los amigos lejanos.
J. SANCHEZ AGUILAR (Fuente?)
en realidad, chiriguanos nos han puesto los coyas, los bolivia-
nos, y quiere decir "estiércol frío". Usted sabe que nuestro
pueblo ha sido de grandes guerreros, eran gente que iba hasta
la sierra y peleaba y volvía a pelear, y en la selva eran inven-
cibles. Por guerreros nos han puesto ese mote, ese nombre feo.
Nosotros somos el pueblo Ti-maca, que quiere decir canilla o
pierna andadora. Pero los antropólogos han aceptado eso como
verdad y nos han dejado sin nombre. Siempre nos han sacado
cosas y hasta nos han dejado sin nuestro propio nombre. Duele
mucho eso de tener que llamarse a uno mismo "estiércol frío".
Pero así son las cosas...
Basilio SORIA (Indio Ti-maca) Clarín Cult. 27/5/82. Un artícu-
lo de Rubén Álvarez.
Homero llama a la isla de Calipso ombligo del mar.
Giorgos SEFERIS. Seis noches en la Acrópolis.
Así se explica la convergencia de los términos que denominan
ombligo y útero en varias partes del mundo: como el nábhila
sánscrito, hoyuelo umbilical, pero también región pudenda.
Cuzco, ombligo, que en quechua actual equivale a vagina;
cierta sorprendente metáfora zapoteca; el pito pascuense,
ombligo y útero; y sobre todo el nombre de Delfos, el centro
umbilical por excelencia en el mundo clásico, que significa
útero.
Gutierre TIBÓN. El ombligo como centro erótico.
Molino rojo recuerda la demencia, el vértigo.
Yo buscaba un título para esa obra que significara mis estados.
Y reparé en un molinito rojo que tenía en la cocina. De color
Rojo. Para moler pimienta. Y ví en ese objeto todo lo que mi
poesia quería expresar.
Jacobo FIJMAN. Viaje por la otra realidad. Armado por Vicen-
te Zito Lema.
Como los títulos de sus novelas -El cielo protector, Déjala que
caiga, Por encima del mundo- sugieren, el suyo es un punto de
vista aéreo, cósmico, aquel de un observador que mira hacia
abajo desde una gran altura.
Paul BOWLES. Conversations with P.B.
Tú, vestida de verde, llamando, y el cabello castaño,
venida por el sendero que cruza el campo, y cuyo nombre digo
rezadamente, perdona amor porque también te llame
palabra del viento, corazón de manzana, puerto en la hierba.
Richard WILBUR (EEUU, 1921) Antología de la poesía nor-
teamericana. Cardenal/ Urtecho.
Algunas de las 56 nacionalidades chinas: ACHANG, BAI,
BAOAN, BUYI, EWENK, GAOSHAN, HANI, KASAJO,
HEZHE, JINUO, LAHU, LUOBA, TADZHIKA, TATAR,
XIBAI.
A la palabra "jengibre", aparece de pronto en lugar del escri-
torio un puesto de frutas en el que enseguida reconozco (yo)
el escritorio. Me acordé de "las 1001 noches".
Walter BENJAMIN.Haschisch.
Cuanto más cerca se mira una palabra, más aparta ella la mira-
da.
Karl KRAUSS. Cit. por W. Benjamin.
Cuanto más de cerca se contempla una palabra, desde tanto
más lejos contempla ella.
Alexander KLUGE. Proverbios de Leni Peickert.
No estoy tan perdido en la lexicografía que olvide que las pa-
labras son hijas de la tierra y que las cosas son hijas del cielo.
Samuel JOHNSON, prefacio al Dictionary.
Acariciar el plumaje de la lengua
las palabras son pájaros
irse volando
con ellas.
Hilde DOMIN (Alem, 1912). Hora de poesía, N°94-6
Palabras sueltas flotaban a mi alrededor, se volvían ojos que
miraban, obligándome a mirarlos: remolinos que me atraían
hasta causar mareo, que giraban sin cesar y más allá de las
cuales no había más que el vacío.
Hugo Von HOFMANNSTHAL. La carta de Lord Chandor.
Uno no debería llamarse a sí mismo poeta. Es pretencioso. Sig-
nificaría que uno ha resuelto los problemas que plantea la poe-
sía. Poeta es una palabra que sólo puede utilizarce cuando se
habla de otros, si uno los admira lo suficiente. Si alguien me
pregunta qué hago, contesto que soy crítico, o un historiador.
Ives BONNEFOY. Confesiones de poetas. (Una respuesta ex-
trañamente semejante a la de Auden, op. cit.)
Usted, por el favor de un ministro, es Marqués de Normandía;
yo, por la gracia de Dios, soy Walter Savage Landor.
Cit. por Bioy. Jardines ajenos.
el perro negro de Churchill (...) Así es como llamaba a las de-
presiones que tenía de vez en cuando. Creo que le robó la ex-
presión a Samuel Johnson.
Ian McEWAN. Los perros negros.
Cuando sorprendan a un gato en intensa meditación,
la causa, les advierto, es siempre la misma:
su mente está entregada a la contemplación
del pensamiento, del pensamiento, del pensamiento de su
nombre,
su inefable, efable,
efinefable,
profundo e inescrutable Nombre único.
Thomas S. ELIOT. Versiones, de A. Girri.
W.H. Auden comentó: "creo que fue Edward Lear quien dijo
que la verdadera prueba de la imaginación era la capacidad de
ponerle nombre a un gato..."
Nicolás PEYCERÉ. Additamenta.
y ese nombre hinchado de sensualidad igual que de agua jabo-
nosa una esponja en un baño tibio.
Henri MICHAUX. El infinito turbulento.
Las ADDAD, esas palabras árabes que tienen dos sentidos ab-
solutamente contrarios.
Roland BARTHES. RB por RB.
Wilkins inventó una palabra maravillosa que, sorprendente-
mente, nunca ha sido utilizada por los poetas ingleses: una pa-
labra horrible, terrible. EVERNESS (¿siempridad?) Es mucho
mejor que la palabra alemana EWIGHEIT que significa lo mis-
mo.
Jorge L. BORGES. En 'Conversaciones con escritores'.
SALOMA: canto rítmico con que acompañan los marineros
las tareas hechas entre varios.
A fines del s. XIII el árabe dispone de más de 100 términos pa-
ra decir "Haschisch".
Antonio ESCOHOTADO. Las drogas.
LINGAM quiere decir Mono y Lingam quiere decir Falo.
Es la llave mágica. Ante él, toda forma se abre como una puerta.
LANZA DEL VASTO. Peregrinación a las fuentes.
... el Trueno, y su rango en el olimpo quechua era sólo inferior
al del Sol. Era de forma de persona aunque no le veían el ros-
tro y tenía tres nombres: CHUQUILLA, CATUILA e INTILLA-
PA... (probable es que CAUILLA sea el mismo ídolo adorado
por los Caxamarcas y Huamachucos... esta divinidad era segu-
ramente muy antigua).
Cristóbal de MOLINA. Ritos y fábulas de los Incas.
KAWAKA. Los Bella-bella (de la costa NO de América del
Norte) tienen un cuento sobre un niño (o niña, en otras versio-
nes) que es secuestrada por un ser sobrenatural, caníbal gene-
ralmente hembra. El joven Bella-bella consigue escapar y la
ogresa es destruída. El padre del muchacho obtiene de este mo-
do todos los bienes de la ogresa y los distribuye. Así se explica
el origen del potlatch.
Claude LEVI-STRAUSS. Estructuralismo y ecología.
Lo que se llama MANDALOT -yo inventé la palabra, viene del
griego mandalós que es el perno que se introduce en un aguje-
ro- y que significa el beso lingual o por definición del dicciona-
rio "un beso erótico y lujurioso".
Robert GRAVES. Conversaciones de escritores.
SHANTIH. Repetida así esta palabra, consagra el final de un
Upanishad de una manera formal. Una traducción bastante flo-
ja de esta palabra sería: "La Paz, que va más allá del entendi-
miento".
T.S. ELIOT. La tierra baldía.
Yo prefería a la bruja demente que era Sylvia Plath, cuyas pa-
labras no perseguían la iluminación, ni el consuelo; cuyas pa-
labras no perseguían otra cosa que esculpir un grito. Un grito
inteligente, proferido desde la más negra oscuridad.
Lorrie MOORE. Al pie de la escalera. (Y más adelante: "mi
frase favorita de la autora: "No soy más tu madre/ que la nube
que vierte un reflejo/ para plasmar su propio y lento/ borrado
a manos del viento.")
Lautrec es muy divertido -dice Bernard-, a cada instante pro-
nuncia la palabra "técnica", cuyo sentido exacto ha de conocer,
pues dice: "he aquí un vaso, que es la técnica de la forma co-
pa", y refiriéndose a un señor; "es la técnica del celoso".
Jules RENARD. Diarios.
Se sumergieron con deleite en la moda inglesa. Descubrieron
los tejidos de lana, las blusas de seda, las camisas de DOUCET,
las corbatas de gasa, el tweed, el lambswool, el casimir, la vi-
cuña, el cuero y el jersey, el hilo, la jerarquía magistral de los zapatos que va desde los CHURCHS a los WESTON, de los
Weston a los BUNTING y desde los Bunting a los LOBB.
Georges PEREC. Las cosas.
¡Tomsk! ¡Omsk! ¡Toboltz!
Ilka, Shilka, Chichma, Ufa.
¡Zagladino, Abdulino! ¡Ust-Katav!
Kathryn HARRISON. Los pies de la concubina. (Son nom-
ciudades de Siberia occidental. Dice: "El Expreso Transiberia-
no transportaba almas de un mundo a otro. Las sacaba del ám-
bito de lo razonable y las metía en un poema".)
Cada día es un gran coto de caza, las palabras se esconden en
lo espeso como alimañas en sus agujeros, como pájaros entre
las cañas.
Hubert von HERREWEGHEN (Hol. 1920) Antología de la
poesía belga contemporánea.
Los griegos tenían varios términos para el mar: HÁLS es la
sal, el mar como materia; PÉLAGOS es la alta mar, el mar
como escenario; PÓNTOS es el mar como extensión y cami-
no; THÁLASSA es un término general (de origen desconoci-
do, tal vez cretense): el mar como experiencia o suceso;
KÓLPOS significa seno o amparo, indicando así aquella parte
del mar que abraza la costa: bahía o golfo; LAITMA es la
profundidad marina, tan querida por poetas y suicidas.
Pedrag MATVEJEVIC. Breviario Mediterráneo.
El nombre, como la voz, como el olor, sería el término de una
languidez: deseo y muerte: "el último suspiro que queda de las
cosas", dice un autor inglés del siglo pasado.
Roland BARTHES. R.B. por R.B.
esas medusas que los ingleses llaman "barco de guerra portu-
gués", y cuyos largos filamentos púrpuras y azules pueden cau-
sar la muerte.
Olivier ROLIN. Port Sudán.
¿Cómo llamáis a los fuegos artificiales? Ah, sí, bunga api, "flo-
res de fuego".
Nigel BARLEY. Bailando con la muerte. (En el idioma de la
etnia Minang).
Las palabras surgían del fango. Palabras sin significación. Pa-
labras maravillosas.
Virginia WOOLF. Diarios.
Las palabras son planchas ligeras colocadas sobre un abismo.
Paul VALERY.
Las palabras son como la piel de un agua profunda.
Ludwig WITTGENSTEIN
La palabra une la huella visible con la cosa invisible, con la
cosa ausente, con la cosa deseada o temida, como un frágil
puente improvisado tendido sobre el vacío.
Italo CALVINO. 6 propuestas para el próximo milenio.
La palabra debe comunicar algo (fuera de sí misma). Tal es
el verdadero pecado original del espíritu lingüístico.
El nombre es aquello a través de lo cual no se comunica ya
nada y en lo cual la lengua misma se comunica absolutamen-
te. En el nombre la esencia espiritual que se comunica es la
lengua.
Walter BENJAMIN. En Revista Tsé Tsé, N° 15.
-Muéstrame el camino sin apelar a las palabras.
-Pregúntame sin apelar a las palabras.
del ZEN
Cada frase que pronunciaba era un trozo de sendero abierto,
a machetazos, a través de la selva virgen. Detrás de él se vol-
vía a cerrar la selva.
Walter HILSBECHER. (Alem, 1917)
Palabras buscan palabras, emigran
de boca en boca.
Thomas BERNHARD. Ave Virgilio.
A veces los pasos de nuestra vida pueden estar guiados tam-
bién por la combinación de pocas palabras.
Antonio TABUCCHI. Dama de Porto Pim.
La señora Smith, cuando se nos veía la combinación, comen-
taba: "Está nevando allá en el Sur."
Amy HEMPEL. Cuentos completos.
Amo, amo, ciertamente amo, y creo amar a mi mujer con ver-
dadero amor, pero de todo lo que dicen los grandes enamora-
dos: Don Juan, Rodrigo, Ruy Blas, no hay una sola palabra
que pudiera decir a mi mujer sin reirme.
Jules RENARD. Diarios.
la palabra latina martyr ha dado en rumano martor, que quie-
re decir 'testigo'.
Mircea ELIADE. La prueba del laberinto.
Si bien el esquizofrénico no experimentó una sensación de feli-
cidad ante el hallazgo de las palabras extranjeras que le permi-
tían aniquilar otras en su lengua materna (pues tal vez fuera in-
capaz de este sentimiento), sin duda logró sentirse mucho me-
nos desdichado que de costumbre, al menos por un rato.
Paul AUSTER. Pista de despegue (Acerca de Wolfson).
Extasis es una palabra que quiere decir "fuera de sí mismo",
como todos sabemos. Ese éxtasis, que puede ser religioso, que
puede ser amoroso, que puede ser el de la creación, tiene rela-
ciones muy secretas con la poesía.
Juan GELMAN. Tierra que anda.
No hace mucho, buscando no sé qué en un gran diccionario,
me encontré con una palabra que resume cómo era yo enton-
ces, y por cierto cómo soy ahora. Soy "ambisiniestro", es de-
cir, tengo 2 manos izquierdas.
Julien MITCHELL: El secreto de John Gould.
En alemán las palabras HEIM (casa), HEIMAT (patria) y
HEIMLICH (secreto) tienen la misma raíz.
Enrst JÜNGER. Los titanes... (Habría que agregar el término
freudiano, UNHEIMLICH: lo siniestro)
Vive en su coche, que lleva cinco años sin moverse. Él lo
llama su "inmóvil home".
Pierre LEMAITRE. Recursos inhumanos.
Ella contestaba con un breve gorjeo, un pequeño saludo defe-
rente, una risa infantil y, sobre todo, con un monosílabo:
"Châ...Châ..."
- Tía -repitió Issard imitando la prnunciación húmeda de Sa-
rrouth -¿Qué quiere decir esto?
- Quiere decir -explicó Pierre- "muy respetuosamente sí".
COLETTE. La mujer oculta (S. es una bailarina camboyana).
¡Hay tantas palabras! ¡Y todas significan algo!
Leonora CARRINGTON. Cit. en Teoría del cielo, de A. Ca-
rrera y T. Arijón.
Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los cielos.
Alejandra PIZARNIK (Id.)
La cualidad de lo que en mayor grado podría presumir la cul-
tura italiana, como si fuera su característica definitoria, ya
que a lo largo de los siglos ha demostrado ser intraducible a
otras lenguas (mientras, al mismo tiempo, el significado de
la palabra se volvía oscuro y remoto para la mayor parte de
los propios italianos), es la que lleva por nombre sprezzatu-
ra (desdén).
Roberto CALASSO. El rosa Tiepolo.
Aaron Copland tenía un coche viejo al que llamaba NICODE-
MUS.
Paul BOWLES. Memorias de un nómade.
por lo que respecta a la madre del pequeño Jules (Verne), su
nombre era una corriente de aire: Sophie.
Alberto SAVINIO. Vuestra historia.
El lenguaje de la imprenta, sin asomo de malicia, da el nombre
de "belle page" a esos claros de blancura donde el texto, repri-
mido, comienza en medio de una página.
COLETTE. Niñas malas.
Marruecos-Túnez. Raras veces dos nombres han unido con
mayor fortuna el espíritu y la letra, el primero por su brevedad
seca y mineral, el segundo por su tuteo carnal y acariciador.
(En francés "Maroc" y "Tunisie")
Michel TOURNIER. El árbol y el camino.
MNEMÓSINE. Esta diosa, madre de las nueve musas, es a la
vez obsequiosa e implacable. Keats la llama "la pálida omega
de una raza marchita".
Allan WALL. Bendito sea el ladrón.
Saqué un trozo de papel y fui anotando [en un bar de Uganda].
Aparte de los nyuli, los kiga, los myoro, los gisu, nkole, hima,
iru, toro, builsa, horohoro, soga, gwe, samia, tesso, kono, acho-
li y jie, había que considerar ante todo a los nilotas, es decir,
a los lango, acholi, tutsi, karamo, madi y lugbara, sin mencio-
nar a los etíopes y somalíes.
Hans M. ENZENSBERGER. Zigzag.
Los samburu se llaman a a´si mismos il-oikop, "los fieros", pe-
ro los masai los llaman il-sampurrum pur (literalmente, "las
mariposas blancas que suelen verse en los excrementos de o-
vejas y cabras") porque se desplazan continuamente en busca
de agua.
Peter MATTHIESSEN. El árbol en que nació el hombre.
Los Waraos. Al firmamento lo denominan "mar de arriba".
Al rayo: "piedra de la lluvia" o "resplandor de la lluvia".
Al alma "viviente del cuerpo".
En Literatura Indígena Venezolana.
Al comienzo de su autobiografía -que en la cubierta señala
como autor a George QUPPERSMMAAN- el narrador y pro-
tagonista, un esquimal de Groenlandia, dice llamarse QAAR-
SIVAQ, pero que su madre, en las canciones de cuna que le
cantaba para que se durmiera, le llamaba NAANNGAANNAQ,
mientras que para su tía materna él era PIITSINNGIIGAJIK y,
para su tío en cambio, IIJARSILARTEQ. Pero añade también
que, más tarde, durante su aprendizaje para convertirse en cha-
mán, recibió el nombre de QIPINNGI y, por fin, en el bautismo,
el de George.
Claudio MAGRIS. Utopía y desencanto.
los nombres de los ríos, el MEGHNA, el DHOLESHORI, el
KIRTINOSHA, el SHITOLOKHKHA, el majestuoso ARIAL-
KHA más ancho que el horizonte.
Amitav GHOSH. El círculo de la razón.
los editoriales (nosotros los llamábamos idiotoriales)
James CAIN. Entrevistas a escritores.
esas medusas que los ingleses llaman "barcos de guerra por-
tugués", y cuyos largos filamentos púrpuras y azules pueden
causar la muerte.
Olivier ROLIN. Port Sudán.
el nombre, como la voz, como el olor, sería el término de una
languidez: deseo y muerte: "El último suspiro que queda de
las cosas", dice un autor del siglo pasado.
Roland BARTHES. En RB por RB.
¿Cómo llamáis a los fuegos artificiales? Ah, sí, bunga api,
"flores de fuego".
Nigel BARLEY. Bailando sobre la tumba.
"El nombre es un objeto", le dijo el portero cuyo hijo se
había colgado de una viga esa tarde.
RR
la posidonia, esas praderas de algas largas, verdes y flexibles
de nombre exuberante. Son plantas acuáticas en el sentido
más literal del término, la hierba de Poseidón, Posidonia
oceánica.
Cees NOOTEBOOM. Cartas a Poseidón.
Leemos en Ulises: "¿Qué hay en un nombre? Es lo que nos
preguntamos cuando somos niños al escribir este nombre
que se nos ha dicho que es el nuestro." Tiempo atrás, Wi-
lliam Shakespeare también se había hecho la pregunta, y lo
hizo a través de Julieta: "Lo que llamamos rosa, por cual-
quier otro nombre olería igual."
Enrique VILA-MATAS. El viajero más lento. Y agrega:
"Toda una ingenuidad de Julieta, que no de Shakespeare.
La pobre enamorada debería haber sabido que, por llamarse
ella Capuleto y Romeo ser un Montesco, su amor se conver-
tiría en tragedia."
Que guarde intacto, que proteja el nombre de la amada, es la
sola expresión verdadera de la tensión, de la inclinación a la
lejanía que se llama amor platónico. Para él la existencia de
la amada procede, como rayos desde un núcleo incandescen-
te, del nombre, y de este procede incluso la obra del amante.
(Y así la Divina Comedia no es otra cosa que el aura en torno
al nombre de Beatrice... del nombre que surge a salvo del amor.
Walter BENJAMIN. Discursos interrumpidos I.
mencionó platos que ya no se preparaban; había uno, por ejem-
plo
-un plato hecho con ojos de vaca, que se llamaba
"Al levantarse por la mañana"
Anton CHÉJOV. Cit. por R. Carver. Un nuevo sendero hacia
la cascada.
Muy pronto adquiere el hábito de darse un título. Agrega a su
apellido el de Seingalt. Si el alfabeto pertenece a todo el mundo,
cada uno ¡"es libre de usarlo para crear una palabra y convertir-
la en un apelativo"!
Felicien MARCEAU. Casanova, el anti Don Juan.
También el nombre de OSWIECIM, con sus resonancias sa-
cras (SWIETY significa "santo" en polaco) sería cambiado por
el chasquido del latigazo germánico: AUSCHWITZ. (Que se
convirtió en el matadero humano más grande de la historia.)
Xaverio BALLESTER. Prólogo a 'Informe' de Z. Herbert.
Alcoholato de coloquinto. Más tarde aprendí que aquella ex-
quisita música designaba el más amargo y devastador purgan-
te.
Michel TOURNIER. El viento paráclito.
... una maravillosa palabra alemana: SCHLIMMBESSERUNG:
intento de mejorar algo que sólo logra empeorar las cosas.
X. J. KENNEDY. The Poet's Notebook.
En alemán las palabras Heim (casa), Heimat (patria) y Heim-
lich (secreto) tienen la misma raíz.
Ernst JÜNGER. Los titanes venideros.
Esvástica es una palabra sánscrita que significa bienestar y
buena suerte.
Allan WALL. Bendito sea el ladrón.
Hay una palabra ondée que apenas se usa ya, pero que es una
palabra francesa que significa una lluvia intensa. He oído esa
palabra desde mi infancia y tiene un vigor especial para mí.
Jean FOLLAIN. Poems & Texts.
Éxtasis es una palabra que quiere decir "fuera de sí", como to-
dos sabemos. Ese éxtasis, que puede ser religioso, que puede
ser amoroso, que puede ser de la creación, tiene relaciones muy
secretas con la poesía.
Juan GELMAN. Tierra que anda.
siguen una rutina, que es una palabra, creo yo, emparentada
con ruta.
Justin CARTWRIGHT. Míralo de esta manera.
Borges (por Jorge Luis) viene de burg, que antes de signifi-
car ciudad, o burgo, significó castillo...
Abelardo CASTILLO. Diarios 1954-1991.
Lautrec es muy divertido -dice Bernard-, a cada instante pro-
nuncia la palabra "técnica", cuyo sentido exacto debe conocer,
pues dice: "He aquí un vaso, que es la técnica de la forma co-
pa", y refiriéndose a un señor, "es la técnica del celoso".
Jules RENARD. Diarios.
el Mediterráneo, cuyo nombre, supe al estudiar latín, signifi-
caba "el centro del mundo".
Richard GWYN. El desayuno del vagabundo.
Mandelstam me hizo saber que el juez de instrucción poseía
el poema sobre Stalin, en su primera versión, con las pala-
bras "exterminador de mujiks" en el cuarto verso: "Se oye
tan sólo al montañés del Kremlin, asesino y exterminador
de mujiks". este dato era suficiente para saber quién había
informado a los "organismos".
Nadiezhda MANDELSTAM. Contra toda esperanza. (Este
breve intercambio se realizó mientras el poeta estaba dete-
nido.)
La palabra no la veo, la invento.
Franz KAFKA. Diarios.
Anacrónica no era la palabra idónea, la palabra sería ana-
tópica pero no existía todavía
Jean ECHENOZ. Al piano.
Un lago permite que un padre medio, caminando despacio
Lo rodee en una tarde,
Y que cualquier madre sana llame a los niños
Para que vuelvan a la hora de la cama desde el otro extremo.
(Cualquier cosa mayor que eso, como el Michigan o el Baikal,
Aunque sean potables son un "mar enajenador".)
W. H. AUDEN. Poemas escogidos.
El campesinado iba a experimentar ahora lo que Grossman
llama repetidas veces "la cólera del Estado". Cuando Paster-
nak viajó al campo a principios de los años treinta para "re-
coger material sobre la nueva vida aldeana", cayó enfermo
y no escribió ni una sola palabra durante un año.
Martin AMIS. Koba el Temible.
En aquellos días el ministro de Defensa del Reich era Gustav
Noske, de quien procede un dicho tristemente célebre: "Al-
guien tiene que ser el perro sanguinario."
H.M. ENZENSBERGER. Hammerstein o el tesón.
El cielo azul de la ventana me hacía recordar una palabra:
ENGADINA. Siempre había andado escaso de oxígeno y la
noche pasada un médico misterioso, tras hacerme un recono-
cimiento, se había dado cuenta de que tenía que irme urgen-
temente a ENGADINA.
Patrick MODIANO. Accidente nocturno.
palabra tu sabor ha huido del reino de los humanos
Tristán TZARÁ. Poemas.
El sentido escapa a sí mismo entre las columnas inmóviles de
las palabras.
Michel FOUCAULT. Raymond Roussel.
Mundos de vacío entre las palabras.
Henri MICHAUX. Conocimiento por los abismos.
Son las palabras que me han enseñado, sin hacerme ver bien
su sentido.
Samuel BECKETT. Poemas.
De golpe el poder de las palabras me parecía exorbitante y su
responsabilidad insostenible: me siento débil frente a mi pro-
pia escritura (como el habla, ella es la exposición de un trozo
de nuestro cuerpo).
Roland BARTHES. El proceso de la escritura.
en Platón el concepto de epístrofe, un concepto en el que se
pueden distinguir los cuatro elementos siguientes: alejarse
de... (las apariencias); volver sobre sí (comprobar la propia
ignorancia); realizar actos de reminiscencia; retornar a la
patria ontológica (la de las esencias, de la verdad y del ser).
Michel FOUCAULT. Hermenéutica del sujeto.
la palabra "judío" es el término más mencionado en Mein
Kampf [Mi Lucha, de Adolf Hitler], incluso por delante de
"Alemania", "raza", "guerra", "marxismo", "Francia" o aun
"nacionalsocialismo". "Judío aparece 373 veces.
Antoine VITKINE. "Mein Kampf" Historia de un libro.
"Buscaba la naturalidad de un verbo que no tuviese infinitivo
y que sólo pudiese provisto de un tiempo y modo", escribe
Barthes en Le Chaimbre Claire. Pero ese verbo existe en fran-
cés, y es el verbo de la muerte: ci-git (yace aquí).
Tsvetan TODOROV (luego de la muerte de Barthes). El último
Barthes. Revista Vuelta, 1987.
"Némesis divina", el libro nocturno escondido en un estuche
lleno de indicios, augurios, presagios, lectura para Strindberg
Teología empírica. El investigador es un espía de Dios.
Hans M. ENSZENSBERGER. Mausoleo. (Se refiere a un li-
bro de Linneo. También: 'la flor que lleva su nombre, Linnea
Borealis Linneo, es imperceptible, pequeña y casi del todo
blanca')
Nomos es la palabra griega que significa "tierra de pastoreo".
Asumió el significado de "ley", "distribución equitativa"... y
por lo tanto se convirtió en la base de todo el derecho occiden-
tal.
El verbo nemein -'pacer', 'apacentar', 'pastar' o 'desplegar'- ya
tiene una segunda acepción desde tiempos de Homero: "distri-
buir" o "dispersar", sobre todo tierra, honores, carne o bebida.
Némesis es la 'distribución de justicia' y por consiguiente de la
'justicia divina'.
Bruce CHATWIN. Los trazos de la canción.
En el haiku japonés, el código quiere que haya siempre una pa-
labra que remita al momento del día y del año; es el KIGO, la
palabra-estación. Del haiku, la notación amorosa conserva el
kigo, esa tenue alusión a la lluvia, al atardecer, a la luz, a todo
lo que inunda, difunde.
Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.
Cada día es un gran coto de caza, las palabras se esconden en
lo espeso como alimañas en sus agujeros, como pájaros de a-
gua entre las cañas.
Hubert van HERREWEGHEN. En 'Antología de la poesía
belga contemporánea'.
Y estos son los nombres del animal: callewine, koolewong,
kobarcola, colah, koolah, cool, burror, bangaroo, pucawan,
goridun, boorabee, koala.
Lukas BÄRFUSS. Koala.
Para las flores, la muerte se denomina apoptosis.
Pascal QUIGNARD. La barca silenciosa.
un dormitorio de las Indias de la preguerra, y el lugar de ho-
nor lo ocupa un guling. Un guling es una almohada cilíndri-
ca alargada que, en esas tierras, formaba parte de los acceso-
rios habituales de una cama, al igual que el mosquitero.
Rudy KOUSBROEK. El secreto del pasado.
...el asunto del qhwai-xkhewe en los hombres y el tablier
égyptian en las mujeres...
Laurens Van Der POST. El mundo perdido del Kalahari. Se
trata de los bosquimanos: el qhwai-xkhewe es que los hom-
bres pasaban toda la vida con el órgano sexual en posición
semierecta. ("El bosquimano veía en ese detalle una razón
de orgullo y dignidad..."); el tablier égyptien se da en las
mujeres, que nacen con un pequeño delantal natural sobre
los genitales.
Mi héroe era Linneo; adoraba la idea de que hubiera inventa-
do un sistema para dar nombre a las criaturas, que hubiera cap-
turado de ese modo la naturaleza. Mi actitud maravillada ante
la naturaleza era en gran parte una fascinación por los nombres
y por nombrar.
Czeslaw MILOSZ. Entrev. en Diario de Poesía, N° 41.
Los chiriguanos del pueblo guaraní
no conocían el papel
y por eso no tenían palabra para nombrarlo.
Hoy le llaman piel de Dios,
porque sirve para enviar mensajes
a los amigos lejanos.
J. SANCHEZ AGUILAR (Fuente?)
en realidad, chiriguanos nos han puesto los coyas, los bolivia-
nos, y quiere decir "estiércol frío". Usted sabe que nuestro
pueblo ha sido de grandes guerreros, eran gente que iba hasta
la sierra y peleaba y volvía a pelear, y en la selva eran inven-
cibles. Por guerreros nos han puesto ese mote, ese nombre feo.
Nosotros somos el pueblo Ti-maca, que quiere decir canilla o
pierna andadora. Pero los antropólogos han aceptado eso como
verdad y nos han dejado sin nombre. Siempre nos han sacado
cosas y hasta nos han dejado sin nuestro propio nombre. Duele
mucho eso de tener que llamarse a uno mismo "estiércol frío".
Pero así son las cosas...
Basilio SORIA (Indio Ti-maca) Clarín Cult. 27/5/82. Un artícu-
lo de Rubén Álvarez.
Homero llama a la isla de Calipso ombligo del mar.
Giorgos SEFERIS. Seis noches en la Acrópolis.
Así se explica la convergencia de los términos que denominan
ombligo y útero en varias partes del mundo: como el nábhila
sánscrito, hoyuelo umbilical, pero también región pudenda.
Cuzco, ombligo, que en quechua actual equivale a vagina;
cierta sorprendente metáfora zapoteca; el pito pascuense,
ombligo y útero; y sobre todo el nombre de Delfos, el centro
umbilical por excelencia en el mundo clásico, que significa
útero.
Gutierre TIBÓN. El ombligo como centro erótico.
Molino rojo recuerda la demencia, el vértigo.
Yo buscaba un título para esa obra que significara mis estados.
Y reparé en un molinito rojo que tenía en la cocina. De color
Rojo. Para moler pimienta. Y ví en ese objeto todo lo que mi
poesia quería expresar.
Jacobo FIJMAN. Viaje por la otra realidad. Armado por Vicen-
te Zito Lema.
Como los títulos de sus novelas -El cielo protector, Déjala que
caiga, Por encima del mundo- sugieren, el suyo es un punto de
vista aéreo, cósmico, aquel de un observador que mira hacia
abajo desde una gran altura.
Paul BOWLES. Conversations with P.B.
Tú, vestida de verde, llamando, y el cabello castaño,
venida por el sendero que cruza el campo, y cuyo nombre digo
rezadamente, perdona amor porque también te llame
palabra del viento, corazón de manzana, puerto en la hierba.
Richard WILBUR (EEUU, 1921) Antología de la poesía nor-
teamericana. Cardenal/ Urtecho.
Algunas de las 56 nacionalidades chinas: ACHANG, BAI,
BAOAN, BUYI, EWENK, GAOSHAN, HANI, KASAJO,
HEZHE, JINUO, LAHU, LUOBA, TADZHIKA, TATAR,
XIBAI.
A la palabra "jengibre", aparece de pronto en lugar del escri-
torio un puesto de frutas en el que enseguida reconozco (yo)
el escritorio. Me acordé de "las 1001 noches".
Walter BENJAMIN.Haschisch.
Cuanto más cerca se mira una palabra, más aparta ella la mira-
da.
Karl KRAUSS. Cit. por W. Benjamin.
Cuanto más de cerca se contempla una palabra, desde tanto
más lejos contempla ella.
Alexander KLUGE. Proverbios de Leni Peickert.
No estoy tan perdido en la lexicografía que olvide que las pa-
labras son hijas de la tierra y que las cosas son hijas del cielo.
Samuel JOHNSON, prefacio al Dictionary.
Acariciar el plumaje de la lengua
las palabras son pájaros
irse volando
con ellas.
Hilde DOMIN (Alem, 1912). Hora de poesía, N°94-6
Palabras sueltas flotaban a mi alrededor, se volvían ojos que
miraban, obligándome a mirarlos: remolinos que me atraían
hasta causar mareo, que giraban sin cesar y más allá de las
cuales no había más que el vacío.
Hugo Von HOFMANNSTHAL. La carta de Lord Chandor.
Uno no debería llamarse a sí mismo poeta. Es pretencioso. Sig-
nificaría que uno ha resuelto los problemas que plantea la poe-
sía. Poeta es una palabra que sólo puede utilizarce cuando se
habla de otros, si uno los admira lo suficiente. Si alguien me
pregunta qué hago, contesto que soy crítico, o un historiador.
Ives BONNEFOY. Confesiones de poetas. (Una respuesta ex-
trañamente semejante a la de Auden, op. cit.)
Usted, por el favor de un ministro, es Marqués de Normandía;
yo, por la gracia de Dios, soy Walter Savage Landor.
Cit. por Bioy. Jardines ajenos.
el perro negro de Churchill (...) Así es como llamaba a las de-
presiones que tenía de vez en cuando. Creo que le robó la ex-
presión a Samuel Johnson.
Ian McEWAN. Los perros negros.
Cuando sorprendan a un gato en intensa meditación,
la causa, les advierto, es siempre la misma:
su mente está entregada a la contemplación
del pensamiento, del pensamiento, del pensamiento de su
nombre,
su inefable, efable,
efinefable,
profundo e inescrutable Nombre único.
Thomas S. ELIOT. Versiones, de A. Girri.
W.H. Auden comentó: "creo que fue Edward Lear quien dijo
que la verdadera prueba de la imaginación era la capacidad de
ponerle nombre a un gato..."
Nicolás PEYCERÉ. Additamenta.
y ese nombre hinchado de sensualidad igual que de agua jabo-
nosa una esponja en un baño tibio.
Henri MICHAUX. El infinito turbulento.
Las ADDAD, esas palabras árabes que tienen dos sentidos ab-
solutamente contrarios.
Roland BARTHES. RB por RB.
Wilkins inventó una palabra maravillosa que, sorprendente-
mente, nunca ha sido utilizada por los poetas ingleses: una pa-
labra horrible, terrible. EVERNESS (¿siempridad?) Es mucho
mejor que la palabra alemana EWIGHEIT que significa lo mis-
mo.
Jorge L. BORGES. En 'Conversaciones con escritores'.
SALOMA: canto rítmico con que acompañan los marineros
las tareas hechas entre varios.
A fines del s. XIII el árabe dispone de más de 100 términos pa-
ra decir "Haschisch".
Antonio ESCOHOTADO. Las drogas.
LINGAM quiere decir Mono y Lingam quiere decir Falo.
Es la llave mágica. Ante él, toda forma se abre como una puerta.
LANZA DEL VASTO. Peregrinación a las fuentes.
... el Trueno, y su rango en el olimpo quechua era sólo inferior
al del Sol. Era de forma de persona aunque no le veían el ros-
tro y tenía tres nombres: CHUQUILLA, CATUILA e INTILLA-
PA... (probable es que CAUILLA sea el mismo ídolo adorado
por los Caxamarcas y Huamachucos... esta divinidad era segu-
ramente muy antigua).
Cristóbal de MOLINA. Ritos y fábulas de los Incas.
KAWAKA. Los Bella-bella (de la costa NO de América del
Norte) tienen un cuento sobre un niño (o niña, en otras versio-
nes) que es secuestrada por un ser sobrenatural, caníbal gene-
ralmente hembra. El joven Bella-bella consigue escapar y la
ogresa es destruída. El padre del muchacho obtiene de este mo-
do todos los bienes de la ogresa y los distribuye. Así se explica
el origen del potlatch.
Claude LEVI-STRAUSS. Estructuralismo y ecología.
Lo que se llama MANDALOT -yo inventé la palabra, viene del
griego mandalós que es el perno que se introduce en un aguje-
ro- y que significa el beso lingual o por definición del dicciona-
rio "un beso erótico y lujurioso".
Robert GRAVES. Conversaciones de escritores.
SHANTIH. Repetida así esta palabra, consagra el final de un
Upanishad de una manera formal. Una traducción bastante flo-
ja de esta palabra sería: "La Paz, que va más allá del entendi-
miento".
T.S. ELIOT. La tierra baldía.
Yo prefería a la bruja demente que era Sylvia Plath, cuyas pa-
labras no perseguían la iluminación, ni el consuelo; cuyas pa-
labras no perseguían otra cosa que esculpir un grito. Un grito
inteligente, proferido desde la más negra oscuridad.
Lorrie MOORE. Al pie de la escalera. (Y más adelante: "mi
frase favorita de la autora: "No soy más tu madre/ que la nube
que vierte un reflejo/ para plasmar su propio y lento/ borrado
a manos del viento.")
Lautrec es muy divertido -dice Bernard-, a cada instante pro-
nuncia la palabra "técnica", cuyo sentido exacto ha de conocer,
pues dice: "he aquí un vaso, que es la técnica de la forma co-
pa", y refiriéndose a un señor; "es la técnica del celoso".
Jules RENARD. Diarios.
Se sumergieron con deleite en la moda inglesa. Descubrieron
los tejidos de lana, las blusas de seda, las camisas de DOUCET,
las corbatas de gasa, el tweed, el lambswool, el casimir, la vi-
cuña, el cuero y el jersey, el hilo, la jerarquía magistral de los zapatos que va desde los CHURCHS a los WESTON, de los
Weston a los BUNTING y desde los Bunting a los LOBB.
Georges PEREC. Las cosas.
¡Tomsk! ¡Omsk! ¡Toboltz!
Ilka, Shilka, Chichma, Ufa.
¡Zagladino, Abdulino! ¡Ust-Katav!
Kathryn HARRISON. Los pies de la concubina. (Son nom-
ciudades de Siberia occidental. Dice: "El Expreso Transiberia-
no transportaba almas de un mundo a otro. Las sacaba del ám-
bito de lo razonable y las metía en un poema".)
Cada día es un gran coto de caza, las palabras se esconden en
lo espeso como alimañas en sus agujeros, como pájaros entre
las cañas.
Hubert von HERREWEGHEN (Hol. 1920) Antología de la
poesía belga contemporánea.
Los griegos tenían varios términos para el mar: HÁLS es la
sal, el mar como materia; PÉLAGOS es la alta mar, el mar
como escenario; PÓNTOS es el mar como extensión y cami-
no; THÁLASSA es un término general (de origen desconoci-
do, tal vez cretense): el mar como experiencia o suceso;
KÓLPOS significa seno o amparo, indicando así aquella parte
del mar que abraza la costa: bahía o golfo; LAITMA es la
profundidad marina, tan querida por poetas y suicidas.
Pedrag MATVEJEVIC. Breviario Mediterráneo.
El nombre, como la voz, como el olor, sería el término de una
languidez: deseo y muerte: "el último suspiro que queda de las
cosas", dice un autor inglés del siglo pasado.
Roland BARTHES. R.B. por R.B.
esas medusas que los ingleses llaman "barco de guerra portu-
gués", y cuyos largos filamentos púrpuras y azules pueden cau-
sar la muerte.
Olivier ROLIN. Port Sudán.
¿Cómo llamáis a los fuegos artificiales? Ah, sí, bunga api, "flo-
res de fuego".
Nigel BARLEY. Bailando con la muerte. (En el idioma de la
etnia Minang).
Las palabras surgían del fango. Palabras sin significación. Pa-
labras maravillosas.
Virginia WOOLF. Diarios.
Las palabras son planchas ligeras colocadas sobre un abismo.
Paul VALERY.
Las palabras son como la piel de un agua profunda.
Ludwig WITTGENSTEIN
La palabra une la huella visible con la cosa invisible, con la
cosa ausente, con la cosa deseada o temida, como un frágil
puente improvisado tendido sobre el vacío.
Italo CALVINO. 6 propuestas para el próximo milenio.
La palabra debe comunicar algo (fuera de sí misma). Tal es
el verdadero pecado original del espíritu lingüístico.
El nombre es aquello a través de lo cual no se comunica ya
nada y en lo cual la lengua misma se comunica absolutamen-
te. En el nombre la esencia espiritual que se comunica es la
lengua.
Walter BENJAMIN. En Revista Tsé Tsé, N° 15.
-Muéstrame el camino sin apelar a las palabras.
-Pregúntame sin apelar a las palabras.
del ZEN
Cada frase que pronunciaba era un trozo de sendero abierto,
a machetazos, a través de la selva virgen. Detrás de él se vol-
vía a cerrar la selva.
Walter HILSBECHER. (Alem, 1917)
Palabras buscan palabras, emigran
de boca en boca.
Thomas BERNHARD. Ave Virgilio.
A veces los pasos de nuestra vida pueden estar guiados tam-
bién por la combinación de pocas palabras.
Antonio TABUCCHI. Dama de Porto Pim.
La señora Smith, cuando se nos veía la combinación, comen-
taba: "Está nevando allá en el Sur."
Amy HEMPEL. Cuentos completos.
Amo, amo, ciertamente amo, y creo amar a mi mujer con ver-
dadero amor, pero de todo lo que dicen los grandes enamora-
dos: Don Juan, Rodrigo, Ruy Blas, no hay una sola palabra
que pudiera decir a mi mujer sin reirme.
Jules RENARD. Diarios.
la palabra latina martyr ha dado en rumano martor, que quie-
re decir 'testigo'.
Mircea ELIADE. La prueba del laberinto.
Si bien el esquizofrénico no experimentó una sensación de feli-
cidad ante el hallazgo de las palabras extranjeras que le permi-
tían aniquilar otras en su lengua materna (pues tal vez fuera in-
capaz de este sentimiento), sin duda logró sentirse mucho me-
nos desdichado que de costumbre, al menos por un rato.
Paul AUSTER. Pista de despegue (Acerca de Wolfson).
Extasis es una palabra que quiere decir "fuera de sí mismo",
como todos sabemos. Ese éxtasis, que puede ser religioso, que
puede ser amoroso, que puede ser el de la creación, tiene rela-
ciones muy secretas con la poesía.
Juan GELMAN. Tierra que anda.
No hace mucho, buscando no sé qué en un gran diccionario,
me encontré con una palabra que resume cómo era yo enton-
ces, y por cierto cómo soy ahora. Soy "ambisiniestro", es de-
cir, tengo 2 manos izquierdas.
Julien MITCHELL: El secreto de John Gould.
En alemán las palabras HEIM (casa), HEIMAT (patria) y
HEIMLICH (secreto) tienen la misma raíz.
Enrst JÜNGER. Los titanes... (Habría que agregar el término
freudiano, UNHEIMLICH: lo siniestro)
Vive en su coche, que lleva cinco años sin moverse. Él lo
llama su "inmóvil home".
Pierre LEMAITRE. Recursos inhumanos.
Ella contestaba con un breve gorjeo, un pequeño saludo defe-
rente, una risa infantil y, sobre todo, con un monosílabo:
"Châ...Châ..."
- Tía -repitió Issard imitando la prnunciación húmeda de Sa-
rrouth -¿Qué quiere decir esto?
- Quiere decir -explicó Pierre- "muy respetuosamente sí".
COLETTE. La mujer oculta (S. es una bailarina camboyana).
¡Hay tantas palabras! ¡Y todas significan algo!
Leonora CARRINGTON. Cit. en Teoría del cielo, de A. Ca-
rrera y T. Arijón.
Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los cielos.
Alejandra PIZARNIK (Id.)
La cualidad de lo que en mayor grado podría presumir la cul-
tura italiana, como si fuera su característica definitoria, ya
que a lo largo de los siglos ha demostrado ser intraducible a
otras lenguas (mientras, al mismo tiempo, el significado de
la palabra se volvía oscuro y remoto para la mayor parte de
los propios italianos), es la que lleva por nombre sprezzatu-
ra (desdén).
Roberto CALASSO. El rosa Tiepolo.
Aaron Copland tenía un coche viejo al que llamaba NICODE-
MUS.
Paul BOWLES. Memorias de un nómade.
por lo que respecta a la madre del pequeño Jules (Verne), su
nombre era una corriente de aire: Sophie.
Alberto SAVINIO. Vuestra historia.
El lenguaje de la imprenta, sin asomo de malicia, da el nombre
de "belle page" a esos claros de blancura donde el texto, repri-
mido, comienza en medio de una página.
COLETTE. Niñas malas.
Marruecos-Túnez. Raras veces dos nombres han unido con
mayor fortuna el espíritu y la letra, el primero por su brevedad
seca y mineral, el segundo por su tuteo carnal y acariciador.
(En francés "Maroc" y "Tunisie")
Michel TOURNIER. El árbol y el camino.
MNEMÓSINE. Esta diosa, madre de las nueve musas, es a la
vez obsequiosa e implacable. Keats la llama "la pálida omega
de una raza marchita".
Allan WALL. Bendito sea el ladrón.
Saqué un trozo de papel y fui anotando [en un bar de Uganda].
Aparte de los nyuli, los kiga, los myoro, los gisu, nkole, hima,
iru, toro, builsa, horohoro, soga, gwe, samia, tesso, kono, acho-
li y jie, había que considerar ante todo a los nilotas, es decir,
a los lango, acholi, tutsi, karamo, madi y lugbara, sin mencio-
nar a los etíopes y somalíes.
Hans M. ENZENSBERGER. Zigzag.
Los samburu se llaman a a´si mismos il-oikop, "los fieros", pe-
ro los masai los llaman il-sampurrum pur (literalmente, "las
mariposas blancas que suelen verse en los excrementos de o-
vejas y cabras") porque se desplazan continuamente en busca
de agua.
Peter MATTHIESSEN. El árbol en que nació el hombre.
Los Waraos. Al firmamento lo denominan "mar de arriba".
Al rayo: "piedra de la lluvia" o "resplandor de la lluvia".
Al alma "viviente del cuerpo".
En Literatura Indígena Venezolana.
Al comienzo de su autobiografía -que en la cubierta señala
como autor a George QUPPERSMMAAN- el narrador y pro-
tagonista, un esquimal de Groenlandia, dice llamarse QAAR-
SIVAQ, pero que su madre, en las canciones de cuna que le
cantaba para que se durmiera, le llamaba NAANNGAANNAQ,
mientras que para su tía materna él era PIITSINNGIIGAJIK y,
para su tío en cambio, IIJARSILARTEQ. Pero añade también
que, más tarde, durante su aprendizaje para convertirse en cha-
mán, recibió el nombre de QIPINNGI y, por fin, en el bautismo,
el de George.
Claudio MAGRIS. Utopía y desencanto.
los nombres de los ríos, el MEGHNA, el DHOLESHORI, el
KIRTINOSHA, el SHITOLOKHKHA, el majestuoso ARIAL-
KHA más ancho que el horizonte.
Amitav GHOSH. El círculo de la razón.
los editoriales (nosotros los llamábamos idiotoriales)
James CAIN. Entrevistas a escritores.
esas medusas que los ingleses llaman "barcos de guerra por-
tugués", y cuyos largos filamentos púrpuras y azules pueden
causar la muerte.
Olivier ROLIN. Port Sudán.
el nombre, como la voz, como el olor, sería el término de una
languidez: deseo y muerte: "El último suspiro que queda de
las cosas", dice un autor del siglo pasado.
Roland BARTHES. En RB por RB.
¿Cómo llamáis a los fuegos artificiales? Ah, sí, bunga api,
"flores de fuego".
Nigel BARLEY. Bailando sobre la tumba.
"El nombre es un objeto", le dijo el portero cuyo hijo se
había colgado de una viga esa tarde.
RR
la posidonia, esas praderas de algas largas, verdes y flexibles
de nombre exuberante. Son plantas acuáticas en el sentido
más literal del término, la hierba de Poseidón, Posidonia
oceánica.
Cees NOOTEBOOM. Cartas a Poseidón.
Leemos en Ulises: "¿Qué hay en un nombre? Es lo que nos
preguntamos cuando somos niños al escribir este nombre
que se nos ha dicho que es el nuestro." Tiempo atrás, Wi-
lliam Shakespeare también se había hecho la pregunta, y lo
hizo a través de Julieta: "Lo que llamamos rosa, por cual-
quier otro nombre olería igual."
Enrique VILA-MATAS. El viajero más lento. Y agrega:
"Toda una ingenuidad de Julieta, que no de Shakespeare.
La pobre enamorada debería haber sabido que, por llamarse
ella Capuleto y Romeo ser un Montesco, su amor se conver-
tiría en tragedia."
Que guarde intacto, que proteja el nombre de la amada, es la
sola expresión verdadera de la tensión, de la inclinación a la
lejanía que se llama amor platónico. Para él la existencia de
la amada procede, como rayos desde un núcleo incandescen-
te, del nombre, y de este procede incluso la obra del amante.
(Y así la Divina Comedia no es otra cosa que el aura en torno
al nombre de Beatrice... del nombre que surge a salvo del amor.
Walter BENJAMIN. Discursos interrumpidos I.
mencionó platos que ya no se preparaban; había uno, por ejem-
plo
-un plato hecho con ojos de vaca, que se llamaba
"Al levantarse por la mañana"
Anton CHÉJOV. Cit. por R. Carver. Un nuevo sendero hacia
la cascada.
Muy pronto adquiere el hábito de darse un título. Agrega a su
apellido el de Seingalt. Si el alfabeto pertenece a todo el mundo,
cada uno ¡"es libre de usarlo para crear una palabra y convertir-
la en un apelativo"!
Felicien MARCEAU. Casanova, el anti Don Juan.
También el nombre de OSWIECIM, con sus resonancias sa-
cras (SWIETY significa "santo" en polaco) sería cambiado por
el chasquido del latigazo germánico: AUSCHWITZ. (Que se
convirtió en el matadero humano más grande de la historia.)
Xaverio BALLESTER. Prólogo a 'Informe' de Z. Herbert.
Alcoholato de coloquinto. Más tarde aprendí que aquella ex-
quisita música designaba el más amargo y devastador purgan-
te.
Michel TOURNIER. El viento paráclito.
... una maravillosa palabra alemana: SCHLIMMBESSERUNG:
intento de mejorar algo que sólo logra empeorar las cosas.
X. J. KENNEDY. The Poet's Notebook.
En alemán las palabras Heim (casa), Heimat (patria) y Heim-
lich (secreto) tienen la misma raíz.
Ernst JÜNGER. Los titanes venideros.
Esvástica es una palabra sánscrita que significa bienestar y
buena suerte.
Allan WALL. Bendito sea el ladrón.
Hay una palabra ondée que apenas se usa ya, pero que es una
palabra francesa que significa una lluvia intensa. He oído esa
palabra desde mi infancia y tiene un vigor especial para mí.
Jean FOLLAIN. Poems & Texts.
Éxtasis es una palabra que quiere decir "fuera de sí", como to-
dos sabemos. Ese éxtasis, que puede ser religioso, que puede
ser amoroso, que puede ser de la creación, tiene relaciones muy
secretas con la poesía.
Juan GELMAN. Tierra que anda.
siguen una rutina, que es una palabra, creo yo, emparentada
con ruta.
Justin CARTWRIGHT. Míralo de esta manera.
Borges (por Jorge Luis) viene de burg, que antes de signifi-
car ciudad, o burgo, significó castillo...
Abelardo CASTILLO. Diarios 1954-1991.
Lautrec es muy divertido -dice Bernard-, a cada instante pro-
nuncia la palabra "técnica", cuyo sentido exacto debe conocer,
pues dice: "He aquí un vaso, que es la técnica de la forma co-
pa", y refiriéndose a un señor, "es la técnica del celoso".
Jules RENARD. Diarios.
el Mediterráneo, cuyo nombre, supe al estudiar latín, signifi-
caba "el centro del mundo".
Richard GWYN. El desayuno del vagabundo.
Mandelstam me hizo saber que el juez de instrucción poseía
el poema sobre Stalin, en su primera versión, con las pala-
bras "exterminador de mujiks" en el cuarto verso: "Se oye
tan sólo al montañés del Kremlin, asesino y exterminador
de mujiks". este dato era suficiente para saber quién había
informado a los "organismos".
Nadiezhda MANDELSTAM. Contra toda esperanza. (Este
breve intercambio se realizó mientras el poeta estaba dete-
nido.)
La palabra no la veo, la invento.
Franz KAFKA. Diarios.
Anacrónica no era la palabra idónea, la palabra sería ana-
tópica pero no existía todavía
Jean ECHENOZ. Al piano.
Un lago permite que un padre medio, caminando despacio
Lo rodee en una tarde,
Y que cualquier madre sana llame a los niños
Para que vuelvan a la hora de la cama desde el otro extremo.
(Cualquier cosa mayor que eso, como el Michigan o el Baikal,
Aunque sean potables son un "mar enajenador".)
W. H. AUDEN. Poemas escogidos.
El campesinado iba a experimentar ahora lo que Grossman
llama repetidas veces "la cólera del Estado". Cuando Paster-
nak viajó al campo a principios de los años treinta para "re-
coger material sobre la nueva vida aldeana", cayó enfermo
y no escribió ni una sola palabra durante un año.
Martin AMIS. Koba el Temible.
En aquellos días el ministro de Defensa del Reich era Gustav
Noske, de quien procede un dicho tristemente célebre: "Al-
guien tiene que ser el perro sanguinario."
H.M. ENZENSBERGER. Hammerstein o el tesón.
El cielo azul de la ventana me hacía recordar una palabra:
ENGADINA. Siempre había andado escaso de oxígeno y la
noche pasada un médico misterioso, tras hacerme un recono-
cimiento, se había dado cuenta de que tenía que irme urgen-
temente a ENGADINA.
Patrick MODIANO. Accidente nocturno.
palabra tu sabor ha huido del reino de los humanos
Tristán TZARÁ. Poemas.
El sentido escapa a sí mismo entre las columnas inmóviles de
las palabras.
Michel FOUCAULT. Raymond Roussel.
Mundos de vacío entre las palabras.
Henri MICHAUX. Conocimiento por los abismos.
Son las palabras que me han enseñado, sin hacerme ver bien
su sentido.
Samuel BECKETT. Poemas.
Tengo que hablar, pues hablar salva. Pero no tengo una sola
palabra que decir.
Clarice LISPECTOR.
Arroja las palabras fuera de sí como un manantial que no
[conoce
Nada más que su urgencia y el peso de los cielos.
Paul CLAUDEL
El valor, la dignidad de las palabras de cada día es el de estar
lo más cerca posible de nada. Invisibles, sin hacer ver nada,
siempre más allá de sí mismas, siempre más acá de las cosas,
una pura conciencia las atraviesa, y tan discretamente que ella
misma a veces puede faltar. Todo, entonces, es nulidad. Y sin
embargo, la comprensión no deja de cumplirse, parece incluso
que alcanza su punto de perfección. ¿Qué más rico que esta ex-
trema indigencia?
Maurice BLANCHOT. El lenguaje de la ficción.
Todas las palabras son esenciales. Lo difícil es dar con ellas.
Jacobo FIJMAN. Viaje al fin de la realidad.
Caridad en la Biblia es sedagah (justicia) (la terminología co-
rrecta que quería el maestro Pound) y 'limosna', devolver.
Ernesto CARDENAL. (Fuente?)
Todas esas miles de palabras que se precipitan dentro de sus
labios como un enjambre de abejas o de mariposas, no logran
salir; y entonces comienzan a devorar a la multitud con sus
millares de bocas, a retirar el sello de las piedras y a transpor-
tarlas con sus millares de brazos y de alas para construir su
ciudad a medio desierto.
Michel BUTOR. Degustación.
¡Porqué no podré yo disponer de palabras desconocidas, de
frases e ideas que expresar en una lengua nueva, que no estén
ya pasadas de moda, y que se encuentren libres de todo lo que
ya se ha repetido tanto, algo que decir que no esté gastado, y
que nuestros antecesores no hayan agotado ya!
KHEKHEPERRE-SUBU. Sacerdote egipcio, S. XXII a.C.
Joyce era un magnífico manipulador de material, tal vez el más
grande. Hacía que las palabras rindiesen al máximo; no hay
una sílaba de más. El tipo de trabajo que yo hago es un trabajo
en el que no soy dueño de mi material (...) Joyce tiende a la
omnisciencia y la omnipotencia, en tanto artista. Yo trabajo
con impotencia, con ignorancia.
Samuel BECKETT. Detritus.
La palabra UNGEZIEFER con la que los nazis designarían a
los detenidos en los campos de concentración, es la misma pa-
labra que usa Kafka para designar eso en que se ha convertido
Gregorio Samsa una mañana, al despertar.
Ricardo PIGLIA. Respiración artificial.
Wilkins inventó una palabra maravillosa que, sorprendente-
mente nunca ha sido utilizada por los poetas ingleses: una pa-
labra horrible, terrible. EVERNESS [¿siempridad?] (Es mucho
mejor que la palabra alemana EWIGHEIT, que significa lo mis-
mo.
Jorge L. BORGES. Conversaciones con escritores.
La gente de campo puede no conocer el lenguaje, la oportuni-
dad. Por lo menos están callados y saben decir "con permiso",
"gracias", pedir disculpas. (...) Lo noto en el hombre que cuida
los caballos en casa. El cuidador es "tan campo" que para decir
una cosa simple, pide perdón. Y por ahí dice un epíteto de esos
que hacen temblar las casas y no pide disculpas porque él es
así. El dice "con el perdón de la palabra amanecí con un dolor
de la rodilla derecha (porque habla de su físico) disculpe el te-
ma". Estaba siempre con el perrito al lado, que lo buscaba,
y el mismo que decía "con el perdón de la palabra" decía "jue-
ra, perro 'e mierda..." Lo decía tranquilamente porque para él
eso no significan malas palabras. Es una expresión natural.
Atahualpa YUPANQUI. Reportaje en Página 12, 20/5/97.
En el haiku japonés, el código quiere que haya siempre una pa-
labra que remita al momento del día y del año; es el KIGO, la
palabra-estación. Del haiku, la notación amorosa conserva el
KIGO, esa ténue alusión a la lluvia, al atardecer, a la luz, a to-
do lo que inunda, difunde.
Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.
Monumento al Holocausto, en Berlín.
Otros textos vinculados:
Todas las palabras son esenciales. Lo difícil es dar con ellas.
Jacobo FIJMAN. Viaje al fin de la realidad.
Caridad en la Biblia es sedagah (justicia) (la terminología co-
rrecta que quería el maestro Pound) y 'limosna', devolver.
Ernesto CARDENAL. (Fuente?)
Todas esas miles de palabras que se precipitan dentro de sus
labios como un enjambre de abejas o de mariposas, no logran
salir; y entonces comienzan a devorar a la multitud con sus
millares de bocas, a retirar el sello de las piedras y a transpor-
tarlas con sus millares de brazos y de alas para construir su
ciudad a medio desierto.
Michel BUTOR. Degustación.
¡Porqué no podré yo disponer de palabras desconocidas, de
frases e ideas que expresar en una lengua nueva, que no estén
ya pasadas de moda, y que se encuentren libres de todo lo que
ya se ha repetido tanto, algo que decir que no esté gastado, y
que nuestros antecesores no hayan agotado ya!
KHEKHEPERRE-SUBU. Sacerdote egipcio, S. XXII a.C.
Joyce era un magnífico manipulador de material, tal vez el más
grande. Hacía que las palabras rindiesen al máximo; no hay
una sílaba de más. El tipo de trabajo que yo hago es un trabajo
en el que no soy dueño de mi material (...) Joyce tiende a la
omnisciencia y la omnipotencia, en tanto artista. Yo trabajo
con impotencia, con ignorancia.
Samuel BECKETT. Detritus.
La palabra UNGEZIEFER con la que los nazis designarían a
los detenidos en los campos de concentración, es la misma pa-
labra que usa Kafka para designar eso en que se ha convertido
Gregorio Samsa una mañana, al despertar.
Ricardo PIGLIA. Respiración artificial.
Wilkins inventó una palabra maravillosa que, sorprendente-
mente nunca ha sido utilizada por los poetas ingleses: una pa-
labra horrible, terrible. EVERNESS [¿siempridad?] (Es mucho
mejor que la palabra alemana EWIGHEIT, que significa lo mis-
mo.
Jorge L. BORGES. Conversaciones con escritores.
La gente de campo puede no conocer el lenguaje, la oportuni-
dad. Por lo menos están callados y saben decir "con permiso",
"gracias", pedir disculpas. (...) Lo noto en el hombre que cuida
los caballos en casa. El cuidador es "tan campo" que para decir
una cosa simple, pide perdón. Y por ahí dice un epíteto de esos
que hacen temblar las casas y no pide disculpas porque él es
así. El dice "con el perdón de la palabra amanecí con un dolor
de la rodilla derecha (porque habla de su físico) disculpe el te-
ma". Estaba siempre con el perrito al lado, que lo buscaba,
y el mismo que decía "con el perdón de la palabra" decía "jue-
ra, perro 'e mierda..." Lo decía tranquilamente porque para él
eso no significan malas palabras. Es una expresión natural.
Atahualpa YUPANQUI. Reportaje en Página 12, 20/5/97.
En el haiku japonés, el código quiere que haya siempre una pa-
labra que remita al momento del día y del año; es el KIGO, la
palabra-estación. Del haiku, la notación amorosa conserva el
KIGO, esa ténue alusión a la lluvia, al atardecer, a la luz, a to-
do lo que inunda, difunde.
Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.
Monumento al Holocausto, en Berlín.
Otros textos vinculados:
3 comentarios:
palabras...cómo cuesta comunicarnos a pesar de que el lenguaje es una convención...asignamos sentidos de acuerdo a nuestra interpretación subjetiva y nos descomunicamos y nos alejamos cuando queríamos acercarnos y discutimos cuando queríamos entendernos...
Insiste con las palabras. Más tarde o más temprano se te va a pasar. Y ya no necesitarás estar seguro de que te has comunicado... Bueno, es una broma. Esta colección de textos es una maravilla.
Me alegro de que te haya gustado. Las páginas como esta siguen vivas, siempre voy agregando cosas. Un saludo, Ricardo
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