En efecto, se trata de la fórmula de una pequeña ensalada
que he compuesto, después de releer "Inner Chapters", el
libro fundamental de Chuang Tzú. Cortes y mezclas, más
con el fin de preparar una comida liviana, que de formular
el fin último del alimento y de la vida.
Chuang Tzú ha cumplido, respecto del fundador del Tao-
ismo, Lao Zi (o Lao Tsé, como se lo conoce habitualmente),
la misma función que Platón para Sócrates o Mencio para
Confucio. 200 años después de la muerte del maestro,
Chuang Tzú toma el atajo del éxtasis místico para, con un
lenguaje altamente poético, explicar la noción del mundo
que tiene el Taoísmo.
Podemos empezar por el inicio. En el inicio, dirá Chuang
Tzú, era la Nada (Wu). Pero era una Nada orgánicamente
viva y en ella hay un haber, aunque éste permanezca invi-
sible. Luego viene una bella metáfora de peces convirtién-
dose en pájaros, dando inicio al mundo.
Habría que recordar aquí que en 1978 un monje budista
interrogó a Michel Foucault acerca del futuro de la filosofía y Foucault le respondió que ya no había nuevos caminos para la filosofía occidental. Que para abrirlos, sería necesario que la filosofía se reexaminara a partir de fuentes como la antropolo-
gía o el psicoanálisis; o entre el pensamiento europeo y el no europeo). Francois Jullien (n. en 1951) ha seguido ese consejo, estudiando la filosofía china, conceptualmente tan
distinta de la nuestra que, por ej., no dispone del verbo "ser"; cualquier pensamiento es parcial, todas las cosas son relativas,
es inútil tanto afirmar como negar, y es necesario destruir el lenguaje enunciativo, discursivo y lógico, porque, dice: "¿en
qué se distingue del piar de los pájaros?"
Tanto Lao Zu como Chuang Tzú dan cuenta de todo lo que
existe como proveniente de lo que no existe.
El centro de lo existente es el vacío.
"¿Existen los confines del espacio?
Más allá de lo ilimitado: lo ilimitado
más allá de lo infinito: lo infinito", dice el discípulo.
Ezra Pound tuvo, desde cierto momento de su vida, un gran
interés por lo chino. Junto a Fenollosa, se propusieron com-
prender la lógica interna de los ideogramas, como otra forma
de pensamiento. Algo parecido le ocurrió a Michaux en su
temprano viaje a China, producto del cual publicó unos cuan-
tos años después "Idéogrammes en Chine". Y lo notable de
estos cruces de caminos es que cuando Pound, ya en sus años
finales en Venecia había abandonado los Cantos, considerán-
dolos un gran fracaso, y se había hundido en un casi total si-
lencio, dijo que estaba considerando traducir ese texto de Mi-
chaux al inglés.
En ese librito dice Michaux: "Escribir debe poseer una cuali-
dad vigorizante. Ya que escribir es una forma de vida".
Deleuze ha dicho lo siguiente acerca de este tema: "verda-deramente la escritura no tiene su finalidad en sí misma, pero precisamente porque la vida no es algo personal. O mejor, la finalidad de la escritura es llevar la vida a un estado de fuerza
no personal." Y agrega, "Hay que desaparecer, devenir desconocido"... "El escritor no puede 'ser conocido', recono-
cido... Perder el rostro, franquear o perforar la pared,
limarla con mucha paciencia, ésa es la única finalidad de es-
cribir" ... "ser por fin desconocido como pocas personas lo
son".
Pound: "Al pintar los latidos del corazón humano, la validez
de lo escrito reside en la exactitud"... A lo Confucio: "no em-
plees una sola palabra superflua, ni un solo adjetivo que no
sea revelador".
Chuang Tzú: "Este árbol, del que lamentas su inutilidad,
¿porqué no lo plantas en las extensas llanuras de la nada?
Paséate bajo él y duerme bajo su sombra. Nunca conocerá
los golpes del hacha ni sufrirá daño alguno. Su estado es lo
inútil. ¿Qué podría entonces perturbarlo?"
Pound: (Canto XC) "mueren los árboles y el sueño permane-
ce".
Pound tomó la otra línea del pensamiento chino. De hecho,
tradujo los cuatro libros principales de Confucio. El maes-
tro Kung, como él le llama, se dedica claramente a las co-
sas de este mundo. En un cierto sentido, podríamos postu-
lar que Confucio ha seguido un camino muy diverso del que
siguieron Lao Zu, Chuang Tzú y Buda. Los filósofos taoístas
son decididamente hostiles a la ciencia discursiva, a lo par-
cial. Sólo encuentran verdad en la totalidad y ésta sólo puede
ser conocida intuitivamente: "El conocimiento perfecto, anu-
la la distinción entre el yo y el mundo". Evitan, por lo tanto,
todo compromiso con el mundo y con la sociedad, que para
ellos no es el medio natural de la vida humana. Lao Zu:
"Quien sabe cultivar su principio vital no tiene que temer
ni de las fieras ni de las armas, porque no hay en él lugar
para la muerte."
En cambio, el maestro Kung está totalmente dedicado a la
conducta humana. "Dijo: El hombre cabal procura formarse
para formar a otros, ser inteligente para hacer inteligentes a
otros". "Dijo: Con gobiernos honrados en una generación
se produciría la consiguiente humanización del pueblo".
"Dijo: la equidad es el tesoro de los estados". "Dijo: los hom-
bres de antes medían sus palabras temiendo no respaldarlas
con su carácter".
Todo esto le es mucho más afín a Pound, que buscaba las
causas de la destructividad humana y de la civilización occi-
dental en particular. Sus Cantos se dedican a historizar las
causas del mal. Eso es lo que llama su 'gran fracaso', claro.
Pound pensaba que el origen de todo mal era la usura. Una
idea que luego calificaría de errónea, cuando ya era demasia-
do tarde.
Dentro de los Cantos o Cantares, hay varios (del LIII al
LXI), que son los Cantos Chinos. (A ellos se agregan la
mencionada traducción de las Analectas de Confucio, y un
pequeño libro de 17 poemas chinos -9 de ellos de Rihaku,
como lo llama Pound, más conocido como Li Po- llamado
Cathay).
He recorrido esos cantares y no hay una sola mención de
Chuang Tzú en ellos. Pocas de Lao Zu y unas cuantas del
maestro Kung. La mayoría de los nombres pertenecen a re-
yes y emperadores de las múltiples dinastías.
(Una disgresión: se podría tranquilamente cerrar la versión
de los Cantos de José Vázquez Amaral, cuando traduce los
primeros versos de esta forma: "Y bajamos a la nave,/ En-
filamos la quilla a los cachones..." El subrayado es mío. "Ca-
chones" es rompientes -en inglés poundiano, "breakers".)
Direcciones opuestas.
Pound: "He perdido mi centro/ luchando con (contra) el
mundo" (En realidad: "M'amour, m'amour/ ¿qué es lo que
amo y dónde estás?/ Perdí mi centro luchando con el mundo".)
Chuang Tzú: "Sigue tu centro y haz de esto tu ley." (En chi-
no, DU, la vena central, que comienza en el extremo inferior
de la espina dorsal, remonta por la espalda, pasa por la parte
superior del cráneo y acaba por delante del labio superior.)
Confucio: "Cuando Yen Yuan murió, Confucio dijo: El cielo
me destruye, el cielo me destruye."
El Tao, como el Zen, busca alejarnos de deseos y sentimien-
tos. Chuang Tzú: "No fiarnos del lenguaje, que al nombrar
destruye; no fiarnos del amor, que al amar separa".
Pound: (XC) "Y no puede ergo complacerse a sí mismo/ sino
tan solo en el amor que de él fluye."
Chuang Tzú: "¿Sabes? Hace un momento he perdido mi yo.
Aunque oigas la música de los hombres, no oyes la música de
la tierra. Aunque oigas la música de la tierra, no oyes la músi-
ca del cielo."
Pound, (CXX, últimos versos de los Cantares): No os mováis/
Dejad hablar al viento/ ése es el Paraíso// Que los dioses perdo-
nen lo que he hecho/ Que aquellos que amo traten de perdonar
lo que he hecho"
Chuang Tzú: "No oigas con tus oídos, oye con tu corazón.
No oigas con tu corazón, oye con el soplo vital." (El soplo
vital, el QI, también traducido como 'energía vital'. El soplo
es adquirido al nacer, es el mismo soplo que existe entre Cielo
y Tierra pero que pertenece también al hombre. Sería oir con aquello que tenemos de universal en nosotros mismos, aquello
interior que es exterior, el único puente verdadero entre nues-
tro afuera y nuestro adentro.)
Pound: "Podríamos llegar a creer que lo que importa en el arte
es una especie de energía, algo así como la electricidad o la
radioactividad, una fuerza que transforma, suelda, unifica".
Lacan: en el cierre del Seminario de Psicosis Infantil, cita unas
palabras de Chuang Tzú, haciéndolas suyas: "¿Cuándo se en-
tenderá que lo que yo prefiero es un discurso sin palabras?"
El concepto de 'Extimidad' de Lacan está muy relacionado con
la idea taoísta. La Extimidad no es lo contrario de Intimidad.
Éxtimo es justamente lo íntimo, lo más íntimo. Citando a Bu-
ffon: "nunca penetraremos en la estructura íntima de las co-
sas." Habla así de la excentricidad 'radical de uno consigo mis-
mo'. Éxtimo es el inconsciente, claro. (*)
Pound, en sus últimos años: "Yo no sé ya nada... He olvidado
hasta el nombre de ese filósofo griego que decía que nada exis-
te, pero que si algo existiese sería incognoscible, y que si se
pudiera conocer, no se podría comunicar."
Chuang Tzú: "durante el sueño, las almas de los hombres se
funden, se entremezclan".
Lacan plantea al Otro como éxtimo. "¿Cuál es, pues, ese otro
con el cual estoy más ligado que conmigo mismo... puesto que
en el seno más asentido de mi identidad conmigo mismo es él
quien me agita?"
Pound, otra dirección: "Sin gustos fuertes no se ama, es decir,
no se existe".
Pound: "Sólo la emoción perdura".
Es el legado de sus últimos años, lo que ha aprendido después
de tanto aprender sobre la tierra. Lacan y Pound han recorrido
grandes extensiones del territorio del lenguaje, de las ideas y
del sentimiento humano. Sus mapas son difíciles de seguir
(y de conseguir).
Chuang Tzú: "aunque la antorcha se apagó, el fuego continúa
propagándose".
Pound: "Lo que bien amas es tu verdadera herencia/ lo demás
es escoria/ de lo que bien amas no te privarán."
(*) Un sabor distinto en esta 'ensalada', la voz de la reciente-
mente fallecida poeta polaca Wislawa Szymborska:
"Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente".
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