domingo, 1 de agosto de 2021

MADRE

 Madre le quiso cerrar la puerta

  al dolor

  pero "no la encontraba"

 Se dispuso, solamente

 El dolor venía

   y las puertas por las cuales entraba

   nunca llegaron a verse

 A veces el dolor parecía haberse ido

 Una vez, me dijo, llegó a tener

    "la clara impresión

    de que se había ido para no volver".

 

 Era como estar en una sala muy grande

    con mucho ruido

    con bastante confusa-gente

    y por los altoparlantes sonaba

    lo que al parecer era

    "el último llamado de la muerte".

  Pero este se hacía 

     en un idioma extranjero.

  No se sabía cómo proceder.

  No se sabía tampoco de dónde procedían

      las voces, los llamados,

      lo extranjero, la muerte.

  Me dijo que esperaría su turno

      si de eso se trataba.

  Corrió, con un gesto muy suyo,

      la niebla dolorosa

      y respiró sonriente

      un aire muy claro.

  "Desde acá", me dijo, 

      "por un largo y angosto corredor

       se puede ir fácilmente a la infancia".

  Era, en efecto, una niña.

  Con esa niña tendría que vérselas

      la muerte, en todo caso.

1 comentario:

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Es un poema muy conmovedor!