¿Quién sabe si alguna vez estuvo más viva que ahora?
En todo caso, ¿quién podría afirmarlo (o negarlo)?
Poemas de todo el mundo, probando en casi todos los
casos por primera vez el sabor del castellano.
Una forma (apagada, es cierto) de FESTIVAL.
MARZANNA BOGUMILA KIELAR
(Polonia, 1963)
una bandada de palomas florece blanca contra
la tela gris
una bandada de palomas florece blanca contra la tela
gris
de una nube, sobre el pueblo, mientras estoy corriendo
las cortinas
y fluye suavemente hacia abajo:
el día apenas ha respirado en aire fresco; desnudo
-¿qué nombres espera ahora,
en los callejones grises?
Vos estás dormido, no has girado la cabeza; tu puño
aprieta la sábana, sombra de la noche -retirándose,
dice, compuesta y afirmada: 'te devolveré
solo por un rato.'
SHINJIRO KUROHARA
(Japón, 1899-1965)
UNA PISADA
(Dictado en su última enfermedad)
Hace mucho tiempo
un zorro corrió a lo largo de una orilla arcillosa.
Luego de un ínterin de diez mil años
una pisada
vuelta fósil
permanece.
Mírala y verás lo que el zorro estaba pensando
mientras corría.
ROSE FLINT
(Gran Bretaña)
VIENTO NEGRO
Hay noches que tironean de mí
como dedos de bruja, como hermanas de sangre
yo camino inquieta alrededor del cuarto
bebo demasiado, me burlo, me regaño, me desprecio
a veces rompo algo -cartas de tarot o flores -
pero mis manos son capaces de destrozar acero y hueso
Estas son las noches en que el viento negro
disparan estrellas a través de los árboles como 'disparos
de elfos'*
cuando el viento negro planea bajo mis párpados
así que obtengo visión nocturna, soy gato en las baldosas
Estas son las noches en las que las mujeres se metamorfosean
vuelan y se encienden en un súbito deseo como un súcubo
pechos desnudos fríos como el agua, su pelo
enrulado en serpientes o puntudas como alas de cuervo
Estas son las noches cuando todo me enjaula:
tu gentileza, nuestro amor, los espacios entre nosotros
Estas son las noches, estas noches de viento negro
cuando estás mejor ausente , tu puerta cerrada
mientras yo permanezco sola con mis hermanas espejos
mirando el viento, la luna salvaje en mi mano.
* Elf-shot no tiene traducción al castellano. Significa una
condición médica causada por elfos invisibles que disparan
flechas también invisibles a una persona (o animal), causán-
dole dolores repentinos localizados.
ROCCO SCOTELLARO
(Italia, 1923-1953)
LA LUNA LLENA
Nuestras camas se llenan con la luna llena,
las mulas pasan sobre herraduras de hierro fino,
un perro roe su hueso.
Bajo las escaleras, puedes oír al asno,
sus estremecimientos y rascados.
Bajo las otras escaleras
mi madre ha dormido durante sesenta años.
HILDE DOMIN
(Alemania, 1909-2006)
CATÁLOGO
El corazón un caracol
con una casa
retrae sus cuernos.
El corazón un erizo.
El corazón una lechuza
en la luz
aleteando sus párpados.
Pájaro de paso, transformador-de-climas corazón.
El corazón una pelota
empujada
rodando un centímetro.
Grano-de-arena corazón.
El corazón el gran
arrojador
de cada pelota.
MIROSLAV HOLUB
(República Checa, 1923-1998)
ALAS
Tenemos
una anatomía microscópica
de la ballena
esto
le da
al hombre seguridad.
WILLIAM CARLOS WILLIAMS
Tenemos
un mapa del Universo
para microbios,
un mapa de un microbio
para el Universo.
Tenemos
un Gran Maestro de ajedrez
hecho de válvulas electrónicas.
Pero sobre todo
tenemos
la habilidad
de clasificar guisantes,
de 'entazar' agua con las manos,
de buscar
la tuerca correcta
bajo el sofá
durante horas
Esto
nos da
alas.
NIKIFOROS VRETTACOS
(Grecia, 1912-1991)
LOS ÁRBOLES DE NARANJAS DE ESPARTA
Fueron tus palabras
blanquearon los árboles de naranjas,
fletaron sus ramas,
con las flores del amor, con nieve.
Llené mis brazos con ellas.
Y me fui a casa.
Mi madre estaba sentada afuera
bajo la luz de la luna,
preocupándose por mí.
Esto es lo que me dijo,
regañándome,
sentada afuera bajo la luz de la luna.
Fue solo ayer
que lavé tu pelo;
solo ayer
que te cambié el vestido.
¿Dónde has estado?
¿Quién empapó tus ropas con lágrimas
y llenó tus brazos con la floración
del naranjo amargo?
KANEKO MISUZU
(Japón, 1903-1930)
ESTRELLAS Y 'DIENTES DE LEÓN'
Hondo en el azul del cielo
Como guijarros bajo el mar
Esperando bajo las olas nocturnas
No puedes ver las estrellas en el día.
No puedes verlas, pero siguen ahí.
Aun estas cosas que no puedes ver, aun están ahí.
El marchito 'diente de león', dispersas sus semillas,
Y en la rajadura de una baldosa, shhhh, tan calladamente,
Escondiéndose hasta que regrese la primavera,
No puedes ver esas fuertes raíces.
No puedes verlas, pero siguen estando ahí.
Aun estas cosas que no puedes ver, siguen estando ahí.
HALINA POSWIATOWSKA
(Polonia, 1935-1967)
mi cara se parece más y más a la luna...
mi cara se parece más y más a la luna
menguando
cubierta con una red de rajaduras
como un jarrón griego
desenterrado
repleto de la memoria de toques
de manos de labios
que se han convertido en polvo
ahora adecuada solo
para el estante de un museo
es demasiado quebradizo
y precioso
para el uso diario
MAYA SARISHVILI
(Georgia, 1968)
Este silencio del cortahielo
Este silencio del cortahielo
corta a través de todo.
¿Dónde está el camino que viene por vos?
Solo la luna quedará como un barrilete.
Yo seguiré la línea de su hilo
donde hay una facilitación para perder la paciencia
y un incurable silencio
como si a la sangre le faltase un atardecer.
Debajo, un nuevo día comenzará -
deslízate dentro de mi cama como una pala negra
en la tierra de la mañana -
cavándome fuera de los sueños
que me dieron vuelta.
TOON TELLEGEN
(Holanda, 1941)
PAZ
La paz entre vos y yo
es una libélula. Maravillosamente bella. Destellando
en el sol del atardecer, rozando
el agua temeraria
entre vos y yo.
ANTONIN BARTUSEK
(Rep. Checa, 1921-1974)
ANIVERSARIO EN FRIBURGO
(21-8-1969)
En la Plaza Pequeña de la Ciudad de Praga
las palomas gris-blancas,
perturbadas por disparos lejanos,
recién han volado
al domo de San Nicolás.
Nuestros alarmados ojos
de pronto baten sus alas
violentamente contra la jaula de la ciudad extranjera;
subiendo la empinada torre de la catedral
se alzan en angustia al cielo azul.
WANG WEI
(China, 699-761)
CREPÚSCULO OTOÑAL EN LAS MONTAÑAS
Sobre la montaña pelada, recién ha pasado la lluvia.
El clima es sombrío. El otoño está en camino.
La luna radiante brilla entre los pinos.
Un arroyo claro se escurre sobre una roca.
Los bambúes susurran. Una mujer regresa de lavarse.
Los lotos se revuelven debajo de una barca de pesca.
Anhelo la llegada de la primavera y el descanso.
El mundo y su esposa pueden venir y quedarse.
ULRIKE ALMUT SANDIG
(Alemania, 1979)
aquí está el pasaje desde la calle de vuelta al invierno
1938. la pequeña, inadvertida cortina de la historia:
una puerta tamaño-niño en las vías de hierro, seis escalones
hacia abajo al lecho-del-río-seco cerca del zoo.
esperando estos dos días, parado con las estrellas, y
siendo inspeccionado en plena luz del día, luego por fin
partida de la estación al interior de los camiones,
ahí es donde cayeron los primeros
como moscas, como cascarilla, y aun después el pequeño
bosque de hayas + hayas + nieve. Ahí es donde la historia
[termina.
pero aquí está el pasaje, aquí es donde todo recomienza
STOP
GRETE TARTLER
(Rumania, 1948)
SIDDARTHA
La poesía a veces es turbia, a veces sin sentido,
otras veces inquieta como una brisa-
trata de seguir el camino medio, un violín perfectamente
[afinado
ni absorbido por el mundo ni solo.
Stelian nos dice que durante la Primera Guerra Mundial
las alas de los aviones tenían alambres que necesitaban
ser amañados
a una cierta precisa tensión.
No teniendo los aparatos adecuados,
los rumanos citaron a un violinista.
Todos los aviones volaron, algunos exitosamente, otros en
vano.
¿Pero que fue del violinista?
Nadie sabía su nombre.
Tal vez murió bajo las bombas, bajo el manzano
que estalló en flores mientras él estaba afinando.
HAN DONG
(China, 1961)
A ALGUNAS PERSONAS NO LES GUSTA HABLAR
A algunas personas no les gusta hablar
No soy tontos ni introvertidos
Sólo hablan cuando es necesario
Sólo cortesías
Sólo flotando en la superficie del habla
Pasan todas sus vidas así
Puede resumirse muy brevemente
Algunas personas viven sus vidas como epitafios
Largos años pero las palabras son breves y simples
Erguidas como lápidas
Se lazan sobriamente ante nosotros.
NASOS VAYENAS
(Grecia, 1945)
TORMENTO
Errado otra vez en mis metáforas.
Las palabras me eluden. Como traidoras
se caen, como trozos de plata.
Mis líneas me delatan.
Tienen una voluntad propia.
Distorsionan mi visión personal.
Conjuran desvergonzadamente poetas decadentes.
Y sin embargo las primeras palabras salen bien.
La primera línea estuvo bastante perfecta
en transmitir los sentimientos.
Pero demasiado pronto
se contaminó
con el recuerdo de algunos
horribles poemas extranjeros.
CLEMENTE RÉBORA
(Italia, 1885-1957)
Un cuerpo reventado-a-pulpa
reapareciendo con olas pequeñas de cara
sobre el hedor del aire rasgado por los dientes.
La tierra un fraude.
Tenso de furia no voy a llorar.
Eso es para aquellos que pueden, y para la ciénaga.
Pero si regresas
Un hombre de la guerra
no andes diciéndole a aquellos que no saben:
no andes diciendo esta cosa dondequiera hombre
y vida están en términos de hablar todavía.
Pero aferra a la mujer
una noche, después de un torbellino de besos.
Si regresas de alguna manera:
y siseas en su oído que ninguna cosa en este mundo
redimirá lo que se ha perdido
de nosotros, lo putrefacto de este lugar.
Aferra fuerte su corazón hasta que estés por ahorcarla;
y si ella te ama, lo sabrás a través de la vida
mucho después, o nunca jamás.
C.R. fue oficial del ejército durante la Primera Guerra
Mundial. Sufrió múltiples heridas en 1915 y fue hospi-
talizado por 'trauma nervioso', y diagnosticado (¡ah, los
inefables diagnósticos psiquiátricos!) con una "manía de
lo eterno" (sic).
PETER HUCHEL
(Alemania, 1903-1981)
CUARTELES DE INVIERNO
Me siento junto al cobertizo
aceitando mi rifle.
Un gallo joven que se aleja
poco a poco con su pata
estampa sobre la nieve
un antiguo jeroglífico,
una antigua runa,
poco a poco en la nieve
el árbol de la vida.
Conozco al asesino,
y su manera de matar.
Conozco el hacha,
conozco el bloque de cortar.
Cruzando el cobertizo en diagonal
irás aleteando,
torso sin cabeza,
pero aun un pájaro
que empuja sus crispadas alas
abruptamente contra los fardos de leña.
Conozco al asesino.
Me siento junto al cobertizo
aceitando mi rifle.
P.H. Sirvió durante la Segunda Guerra Mundial y fue hecho
psisionero por los soviéticos. Desde 1961 fue vigilado estre-
chamente por la Stasi (policía secreta de Alemania Oriental).
En 1972 se le permitió migrar a Occidente.
MARIO LUZI
(Italia, 1914-2005)
LA VIDA LEAL A LA VIDA
La ciudad un domingo
se hace tarde
cuando hay paz
aunque una radio gime
desde sus rígidas entrañas
Y si entras en la grieta de una calle
claramente cortada entre veredas, encontrarás
-tan dulce es un calambre- lo que es humano
agazapado en sus sótanos y sus entrepisos
una tregua sí, y sin embargo
alguien, la frente contra el asfalto, se muere
entre unas cuantas personas desorientadas
que se detienen y reúnen alrededor del accidente,
Y nosotros estamos aquí por casualidad o destino juntos
tú y yo, mi compañera por una hora o dos,
en este enloquecido círculo
bajo la espada de doble filo
del juicio o la exoneración,
la vida leal a la vida
todo esto que ha crecido en ella
hacia dónde está yendo, me pregunto,
resbalando o trepando en altibajos hacia su comienzo...
aunque no importa, aunque es nuestra vida
y así son las cosas.
VITA ANDERSEN
(Dinamarca, 1944)
LA HABITACIÓN HERMOSA
la habitación era hermosa
las paredes eran de color durazno
había paneles elevados de madera
el suelo estaba cubierto por una gruesa alfombra de pastor
en el medio del cuarto color salmón
yacía un colchón
cubierto con un edredón de tela de retales
y lleno de almohadones de colores haciendo juego
sonidos de voces de niños entraban a la habitación
ella estaba sentada en un rincón del cuarto
completamente cubierta por una frazada
balanceándose de lado a lado
sollozando con pequeños sonidos animales
como con una gran aflicción
había estado ahí por mucho tiempo
de pronto se levantó
dobló cuidadosamente la frazada
y la ubicó con prolijidad sobre el colchón
dejó que sus manos planearan sobre su cara y pelo
para ponerlos normal
ella dejó la habitación
cerró al puerta detrás suyo
y dijo con una voz normal
arréglense, por favor
pronto padre llegará a casa
TAKAGI KYOZO
(Japón, 1903-1987)
RELÁMPAGOS SOBRE LOS MACIZOS DE PLAN-
TINES DE ARROZ
Las ranas están croando, y de tanto en tanto
hay destellos de relámpagos sobre los macizos de los
plantines de arroz.
Ella todavía no ha salido.
La lluvia comienza a caer.
Me estoy mojando hasta la piel
pero no quiero moverme de acá.
La lluvia se está volviendo más copiosa,
y las ranas ya han dejado de croar.
Parece muy tarde ahora.
Todas las luces de su casa han sido apagadas.
GERÔUR KRISTNY
(Islandia, 1970)
AEGISIDA
El ostrero apresurándose
sobre la arena
hecha por la mano del amo
- como vos
Y ahora se dice
que te has ido
a un lugar mejor
Yo lo dudo
porque no había nada malo
con este hasta ahora
en que los pastos se apiñan
temerosos sobre la orilla
- mil dedos invocando a Dios
RAZMIK DAVOYAN
(Armenia, 1940)
EN ALGÚN LUGAR, LA MADERA DE UN ABEDUL
ESTÁ SIENDO ROBADA
En algún lugar, la madera de un abedul está siendo robada
Ahora,
En algún lugar, se roban cielos,
En algún lugar, un sueño...
En algún lugar, están robando eternamente
Y la luz se encoge de miedo
En los brazos amarillos de las lámparas.
[Davoyan es considerado el escritor vivo más destacado de
Armenia]
DEREK WALCOTT
(Santa Lucía, 1930-2017)
MAÑANA, MAÑANA
Recuerdo perfectamente las ciudades que nunca
vi. La Venecia de venas de plata, Leningrado
con sus minaretes de caramelo retorcido. París. Pronto
los Impresionistas estarán sacando luz solar de la sombra.
¡Oh! y los desenroscados callejones de Hyderabad.
Haber amado un horizonte es estrechez;
venda la visión, angosta la experiencia.
El espíritu está dispuesto, pero la mente está sucia.
La carne se gasta bajo líneas rociadas-de-migas,
ensanchando su Weltanschauung con revistas.
Hay un mundo más allá de la puerta, pero que triste
es estar parado con tus valijas sobre un frío escalón al
atardecer
rosa el enladrillado y antes de que empieces a arrepentirte,
tu taxi viniendo con un bip de su bocina,
ladeándose en la curva como un coche fúnebre - así que
te subes.
SUGAWARA KATSUMI
(Japón, 1911-1988)
CENA
Ceno solo
salmón salado y té,
una luna amarilla flota
sobre el tejado del otro lado del callejón.
Una pizca de la canción "Un árbol en la olla" se oye,
como de costumbre, de la casa de al lado,
y el olor de unas daphnes deriva desde algún lado.
Mientras como mi exigua cena,
estos amigos ricos me visitan casualmente.
Dado que estoy sin luces eléctricas desde esta noche
en adelante,
enciendo una linterna de papel, estirándome,
y mi sombra se expande, llenando el cuarto entero.
JOHANNES KÜHN
(Alemania, 1934)
PUNTO DE INFLEXIÓN
Hay un tamborileo en el aire,
pronto el país va a alzar vuelo
sobre alas azules.
Entonces,
un sapo marrón de otoño,
la tierra va a sisear
con su fría lengua.
Pero por ahora todavía hay
un canto fuerte de violín de las abejas,
lámparas de setiembre todavía brillan como peras o
manzanas
dentro de la menguante luz,
pero por todo eso:
Si tan sólo él viniera, el ángel, y me llevase cautivo,
me alejase de todos los males que irán a venir.
TINA STROHEKER
(Alemania, 1948)
Mi primer nombre cabe en el tuyo. Podría deslizarse
en su interior. Penetrarlo. Algunos pensamientos vienen
de la nada, pero son difíciles de sacudírselos. Las teclas
en mi portátil, blando golpeteo en mis oídos mientras
les doy su ejercicio. y con el Morse de la portátil recuerdo
la secuencia del sueño en el que te daba dos animales em-
balsamados, uno cabiendo en la panza del otro. Juguetes,
sin instrucciones.
IVAN V. LALIC
(Serbia, 1931)
LISTA DE LOS ESPEJOS
Cuenta los espejos, cuenta las ventanas emparedadas,
El peligroso telón de fondo del aire
Donde el doble respira confiado y despacio
Desde un tiempo inmemorial.
En el espejo, por la noche,
Enciende la breve luz amarilla de un fósforo,
Entreverás la amenaza en la herida de la oscuridad
Que se cura enseguida- sin cicatriz,
y entonces, bajo las yemas de los dedos,
El hielo seco de Lethe sin una rajadura o esperanza.
Cuenta, evalúa el peligro.
La historia dice, algún día habrá
Un ruido metálico en el fondo del espejo
Antes de la salida final del doble
en el instante
Anterior al que el corazón del doble de la tierra se detiene
Dividido por el cuchillo de la memoria-
como una fruta madura.
NATALYA GORBANEVSKAYA
(Rusia, 1936-2013)
Apúrate, recibe placer de la oblicua caricia de la lluvia
Apúrate, recibe placer de la oblicua caricia de la lluvia
mientras el sol brilla, mientras la tierra esta seca, el cielo
todavía no se ha secado,
mientras Neva y Onega corren profundos entre sus orillas
y la pólvora húmeda todavía no se ha caído de la alfombra.
AL -SADDIQ AL -RADDI
(Sudán, 1969)
NADA
Antes de que empieces a leer,
suelta tu lapicera:
considera la tinta,
cómo comprende el sangrar
Aprende
del horizonte distante
y del estrechamiento de los ojos
la expansividad de la visión
y lo traicionero de las manos
No me culpes a mí -no culpes a nadie-
si te mueres antes de terminar de leer
antes de que la sangre sea entendida
[El poeta vive asilado en Londres]
XIDU HESHANG
(China, 1984)
FICCIONALIZÁNDOLA
En el tercer grado de la escuela primaria,
ella hace de cuenta de que la mano de su padrastro que se
estira a la medianoche no existe.
En el tercer grado de la escuela juvenil,
ella hace de cuenta que el brazo de su instructor de gimnasia
alrededor de su cintura no existe.
En el tercer grado de su escuela secundaria,
ella hace de cuenta que el viejo que se pega a sus caderas
en el ómnibus no existe.
En el tercer año de la universidad,
ella hace de cuenta que el pie del novio de su compañera
de cuarto bajo la mesa de juego no existe.
En su noche de bodas,
ella hace de cuenta que el feto de un mes en su panza no
existe.
Tras tres años de matrimonio,
ella hace de cuenta que los textos de flirteo en el celular
de su marido no existen.
A los siete años de matrimonio,
ella hace de cuenta que la esposa rechoncha de su jefe
no existe.
A los dieciocho años de matrimonio.
ella hace de cuenta que el chico que acaricia a su hijo en
el cuarto no existe.
Después de veintiocho años de matrimonio,
ella hace de cuenta que el tumor que sigue creciendo en
su vientre no existe.
Después de treinta años de matrimonio,
ella hace de cuenta que es afortunada y que toda la soledad
atormentante de su vida no existe.
Tres minutos antes de la muerte,
ella hace de cuenta que la muerte es dolorosa y que su
aversión a este mundo no existe en absoluto.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
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