martes, 3 de marzo de 2020

UN FESTIVAL DE TRADUCCIONES

  La poesía sigue estando viva, a pesar de todo.
 ¿Quién sabe si alguna vez estuvo más viva que ahora?
 En todo caso, ¿quién podría afirmarlo (o negarlo)?
 Poemas de todo el mundo, probando en casi todos los
casos por primera vez el sabor del castellano.
  Una forma (apagada, es cierto) de FESTIVAL.


 MARZANNA BOGUMILA KIELAR
 (Polonia, 1963)

 una bandada de palomas florece blanca contra 
la tela gris

 una bandada de palomas florece blanca contra la tela
gris
 de una nube, sobre el pueblo, mientras estoy corriendo
las cortinas
 y fluye suavemente hacia abajo:
 el día apenas ha respirado en aire fresco; desnudo
 -¿qué nombres espera ahora,
 en los callejones grises?

 Vos estás dormido, no has girado la cabeza; tu puño
aprieta la sábana, sombra de la noche -retirándose,
dice, compuesta y afirmada: 'te devolveré
solo por un rato.'



 SHINJIRO KUROHARA
 (Japón, 1899-1965)

  UNA PISADA 
                           (Dictado en su última enfermedad)

 Hace mucho tiempo
 un zorro corrió a lo largo de una orilla arcillosa.
 Luego de un ínterin de diez mil años
 una pisada
 vuelta fósil
 permanece.
 Mírala y verás lo que el zorro estaba pensando 
       mientras corría.



 ROSE FLINT
 (Gran Bretaña)

 VIENTO NEGRO

 Hay noches que tironean de mí
 como dedos de bruja, como hermanas de sangre

 yo camino inquieta alrededor del cuarto
 bebo demasiado, me burlo, me regaño, me desprecio

 a veces rompo algo -cartas de tarot o flores -
 pero mis manos son capaces de destrozar acero y hueso

 Estas son las noches en que el viento negro
 disparan estrellas a través de los árboles como 'disparos
                                de elfos'*

 cuando el viento negro planea bajo mis párpados
 así que obtengo visión nocturna, soy gato en las baldosas

 Estas son las noches en las que las mujeres se metamorfosean
 vuelan y se encienden en un súbito deseo como un súcubo

 pechos desnudos fríos como el agua, su pelo
 enrulado en serpientes o puntudas como alas de cuervo

 Estas son las noches cuando todo me enjaula:
 tu gentileza, nuestro amor, los espacios entre nosotros

 Estas son las noches, estas noches de viento negro
 cuando estás mejor ausente , tu puerta cerrada

 mientras yo permanezco sola con mis hermanas espejos
 mirando el viento, la luna salvaje en mi mano.


 *  Elf-shot no tiene traducción al castellano. Significa una
condición médica causada por elfos invisibles que disparan
flechas también invisibles a una persona (o animal), causán-
dole dolores repentinos localizados.





 ROCCO SCOTELLARO
 (Italia, 1923-1953)

  LA LUNA LLENA

 Nuestras camas se llenan con la luna llena,
 las mulas pasan sobre herraduras de hierro fino,
 un perro roe su hueso.
 Bajo las escaleras, puedes oír al asno,
 sus estremecimientos y rascados.
 Bajo las otras escaleras
 mi madre ha dormido durante sesenta años.



  HILDE DOMIN
 (Alemania, 1909-2006)

 CATÁLOGO

 El corazón un caracol
 con una casa
 retrae sus cuernos.

 El corazón un erizo.

 El corazón una lechuza
 en la luz
 aleteando sus párpados.

 Pájaro de paso, transformador-de-climas corazón.

 El corazón una pelota
 empujada
 rodando un centímetro.

 Grano-de-arena corazón.

 El corazón el gran
 arrojador
 de cada pelota.



 MIROSLAV HOLUB
 (República Checa, 1923-1998)

 ALAS

           Tenemos
                 una anatomía microscópica
                 de la ballena
                 esto
                 le da
                 al hombre seguridad.
                
                                 WILLIAM CARLOS WILLIAMS


 Tenemos
 un mapa del Universo
 para microbios,
 un mapa de un microbio
 para el Universo.

 Tenemos
 un Gran Maestro de ajedrez
 hecho de válvulas electrónicas.

 Pero sobre todo
 tenemos
 la habilidad
 de clasificar guisantes,
 de 'entazar' agua con las manos,
 de buscar
 la tuerca correcta
 bajo el sofá
 durante horas

 Esto
 nos da
 alas.



 NIKIFOROS VRETTACOS
 (Grecia, 1912-1991)

 LOS ÁRBOLES DE NARANJAS DE ESPARTA

 Fueron tus palabras
 blanquearon los árboles de naranjas,
 fletaron sus ramas,
 con las flores del amor, con nieve.

 Llené mis brazos con ellas.
 Y me fui a casa.

 Mi madre estaba sentada afuera
 bajo la luz de la luna,
 preocupándose por mí.

 Esto es lo que me dijo,
 regañándome,
 sentada afuera bajo la luz de la luna.

 Fue solo ayer
 que lavé tu pelo;
 solo ayer
 que te cambié el vestido.

 ¿Dónde has estado?
 ¿Quién empapó tus ropas con lágrimas
 y llenó tus brazos con la floración
 del naranjo amargo?



 KANEKO MISUZU 
 (Japón, 1903-1930)

 ESTRELLAS Y 'DIENTES DE LEÓN'

 Hondo en el azul del cielo
 Como guijarros bajo el mar
 Esperando bajo las olas nocturnas
 No puedes ver las estrellas en el día.

 No puedes verlas, pero siguen ahí.
 Aun estas cosas que no puedes ver, aun están ahí.

 El marchito 'diente de león', dispersas sus semillas,
 Y en la rajadura de una baldosa, shhhh, tan calladamente,
 Escondiéndose hasta que regrese la primavera,
 No puedes ver esas fuertes raíces.

 No puedes verlas, pero siguen estando ahí.
 Aun estas cosas que no puedes ver, siguen estando ahí.



 HALINA POSWIATOWSKA
 (Polonia, 1935-1967)

 mi cara se parece más y más a la luna...

 mi cara se parece más y más a la luna
 menguando
 cubierta con una red de rajaduras
 como un jarrón griego
 desenterrado

 repleto de la memoria de toques
 de manos de labios
 que se han convertido en polvo

 ahora adecuada solo
 para el estante de un museo

 es demasiado quebradizo
 y precioso
 para el uso diario



 MAYA SARISHVILI
 (Georgia, 1968)

  Este silencio del cortahielo

 Este silencio del cortahielo
 corta a través de todo.
 ¿Dónde está el camino que viene por vos?
 Solo la luna quedará como un barrilete.
 Yo seguiré la línea de su hilo
 donde hay una facilitación para perder la paciencia
 y un incurable silencio
 como si a la sangre le faltase un atardecer.
 Debajo, un nuevo día comenzará -
 deslízate dentro de mi cama como una pala negra 
                                     en la tierra de la mañana -
 cavándome fuera de los sueños
 que me dieron vuelta.



 TOON TELLEGEN
 (Holanda, 1941)

 PAZ

 La paz entre vos y yo
 es una libélula. Maravillosamente bella. Destellando
 en el sol del atardecer, rozando
 el agua temeraria
 entre vos y yo.



 ANTONIN BARTUSEK
 (Rep. Checa, 1921-1974)

 ANIVERSARIO EN FRIBURGO
            (21-8-1969)

 En la Plaza Pequeña de la Ciudad de Praga
 las palomas gris-blancas,
 perturbadas por disparos lejanos,
 recién han volado
 al domo de San Nicolás.

 Nuestros alarmados ojos
 de pronto baten sus alas
 violentamente contra la jaula de la ciudad extranjera;
 subiendo la empinada torre de la catedral
 se alzan en angustia al cielo azul.



 WANG WEI
 (China, 699-761)

 CREPÚSCULO OTOÑAL EN LAS MONTAÑAS

 Sobre la montaña pelada, recién ha pasado la lluvia.
 El clima es sombrío. El otoño está en camino.
 La luna radiante brilla entre los pinos.
 Un arroyo claro se escurre sobre una roca.
 Los bambúes susurran. Una mujer regresa de lavarse.
 Los lotos se revuelven debajo de una barca de pesca.
 Anhelo la llegada de la primavera y el descanso.
 El mundo y su esposa pueden venir y quedarse.



 ULRIKE ALMUT SANDIG
 (Alemania, 1979)

 aquí está el pasaje desde la calle de vuelta al invierno

 1938. la pequeña, inadvertida cortina de la historia:
 una puerta tamaño-niño en las vías de hierro, seis escalones
 hacia abajo al lecho-del-río-seco cerca del zoo.

 esperando estos dos días, parado con las estrellas, y
 siendo inspeccionado en plena luz del día, luego por fin 
 partida de la estación al interior de los camiones, 
 ahí es donde cayeron los primeros

 como moscas, como cascarilla, y aun después el pequeño
 bosque de hayas + hayas + nieve. Ahí es donde la historia
                                                          [termina.
 pero aquí está el pasaje, aquí es donde todo recomienza
 STOP



 GRETE TARTLER
 (Rumania, 1948)

 SIDDARTHA

 La poesía a veces es turbia, a veces sin sentido,
 otras veces inquieta como una brisa-
 trata de seguir el camino medio, un violín perfectamente 
                                              [afinado
 ni absorbido por el mundo ni solo.
 Stelian nos dice que durante la Primera Guerra Mundial
 las alas de los aviones tenían alambres que necesitaban
                                                ser amañados
 a una cierta precisa tensión.
 No teniendo los aparatos adecuados,
 los rumanos citaron a un violinista.
 Todos los aviones volaron, algunos exitosamente, otros en
                                                 vano.
 ¿Pero que fue del violinista?
 Nadie sabía su nombre.
 Tal vez murió bajo las bombas, bajo el manzano
 que estalló en flores mientras él estaba afinando.



 HAN DONG
 (China, 1961)

 A ALGUNAS PERSONAS NO LES GUSTA HABLAR

 A algunas personas no les gusta hablar
 No soy tontos ni introvertidos
 Sólo hablan cuando es necesario
 Sólo cortesías
 Sólo flotando en la superficie del habla
 Pasan todas sus vidas así
 Puede resumirse muy brevemente
 Algunas personas viven sus vidas como epitafios
 Largos años pero las palabras son breves y simples
 Erguidas como lápidas
 Se lazan sobriamente ante nosotros.



 NASOS VAYENAS
 (Grecia, 1945)

 TORMENTO

 Errado otra vez en mis metáforas.
 Las palabras me eluden. Como traidoras
 se caen, como trozos de plata.
 Mis líneas me delatan.
 Tienen una voluntad propia.
 Distorsionan mi visión personal.
 Conjuran desvergonzadamente poetas decadentes.
 Y sin embargo las primeras palabras salen bien.
 La primera línea estuvo bastante perfecta
 en transmitir los sentimientos.
 Pero demasiado pronto
 se contaminó 
 con el recuerdo de algunos
 horribles poemas extranjeros.



 CLEMENTE RÉBORA
 (Italia, 1885-1957)

 Un cuerpo reventado-a-pulpa
 reapareciendo con olas pequeñas de cara
 sobre el hedor del aire rasgado por los dientes.
 La tierra un fraude.
 Tenso de furia no voy a llorar.
 Eso es para aquellos que pueden, y para la ciénaga.
 Pero si regresas
 Un hombre de la guerra
 no andes diciéndole a aquellos que no saben:
 no andes diciendo esta cosa dondequiera hombre
 y vida están en términos de hablar todavía.
 Pero aferra a la mujer
 una noche, después de un torbellino de besos.
 Si regresas de alguna manera:
 y siseas en su oído que ninguna cosa en este mundo
 redimirá lo que se ha perdido
 de nosotros, lo putrefacto de este lugar.
 Aferra fuerte su corazón hasta que estés por ahorcarla;
 y si ella te ama, lo sabrás a través de la vida
 mucho después, o nunca jamás.


 C.R. fue oficial del ejército durante la Primera Guerra
Mundial. Sufrió múltiples heridas en 1915 y fue hospi-
talizado por 'trauma nervioso', y diagnosticado (¡ah, los
inefables diagnósticos psiquiátricos!) con una "manía de
lo eterno" (sic).



 PETER HUCHEL 
 (Alemania, 1903-1981)

 CUARTELES DE INVIERNO

 Me siento junto al cobertizo
 aceitando mi rifle.

 Un gallo joven que se aleja
 poco a poco con su pata
 estampa sobre la nieve
 un antiguo jeroglífico,
 una antigua runa,
 poco a poco en la nieve
 el árbol de la vida.

 Conozco al asesino,
 y su manera de matar.
 Conozco el hacha,
 conozco el bloque de cortar.

 Cruzando el cobertizo en diagonal
 irás aleteando,
 torso sin cabeza,
 pero aun un pájaro
 que empuja sus crispadas alas
 abruptamente contra los fardos de leña.

 Conozco al asesino.
 Me siento junto al cobertizo
 aceitando mi rifle.


P.H. Sirvió durante la Segunda Guerra Mundial y fue hecho
psisionero por los soviéticos. Desde 1961 fue vigilado estre-
chamente por la Stasi  (policía secreta de Alemania Oriental).
En 1972 se le permitió migrar a Occidente.



 MARIO LUZI
 (Italia, 1914-2005)

 LA VIDA LEAL A LA VIDA

 La ciudad un domingo
 se hace tarde
 cuando hay paz
 aunque una radio gime
 desde sus rígidas entrañas

 Y si entras en la grieta de una calle
 claramente cortada entre veredas, encontrarás
 -tan dulce es un calambre- lo que es humano
 agazapado en sus sótanos y sus entrepisos

 una tregua sí, y sin embargo
 alguien, la frente contra el asfalto, se muere
 entre unas cuantas personas desorientadas
 que se detienen y reúnen alrededor del accidente,

 Y nosotros estamos aquí por casualidad o destino juntos
 tú y yo, mi compañera por una hora o dos,
 en este enloquecido círculo
 bajo la espada de doble filo
 del juicio o la exoneración,

 la vida leal a la vida
 todo esto que ha crecido en ella
 hacia dónde está yendo, me pregunto,
 resbalando o trepando en altibajos hacia su comienzo...

 aunque no importa, aunque es nuestra vida
 y así son las cosas.



 VITA ANDERSEN
 (Dinamarca, 1944)

 LA HABITACIÓN HERMOSA

 la habitación era hermosa
 las paredes eran de color durazno
 había paneles elevados de madera
 el suelo estaba cubierto por una gruesa alfombra de pastor
 en el medio del cuarto color salmón
 yacía un  colchón
 cubierto con un edredón de tela de retales
 y lleno de almohadones de colores haciendo juego
 sonidos de voces de niños entraban a la habitación

 ella estaba sentada en un rincón del cuarto
 completamente cubierta por una frazada
 balanceándose de lado a lado
 sollozando con pequeños sonidos animales
 como con una gran aflicción

 había estado ahí por mucho tiempo
 de pronto se levantó
 dobló cuidadosamente la frazada
 y la ubicó con prolijidad sobre el colchón
 dejó que sus manos planearan sobre su cara y pelo
 para ponerlos normal
 ella dejó la habitación
 cerró al puerta detrás suyo
 y dijo con una voz normal
 arréglense, por favor
 pronto padre llegará a casa



 TAKAGI KYOZO
 (Japón, 1903-1987)

 RELÁMPAGOS SOBRE LOS MACIZOS DE PLAN-
TINES DE ARROZ

 Las ranas están croando, y de tanto en tanto
 hay destellos de relámpagos sobre los macizos de los 
                                         plantines de arroz.

 Ella todavía no ha salido.

 La lluvia comienza a caer.
 Me estoy mojando hasta la piel
 pero no quiero moverme de acá.

 La lluvia se está volviendo más copiosa,
 y las ranas ya han dejado de croar.

 Parece muy tarde ahora.
 Todas las luces de su casa han sido apagadas.



 GERÔUR KRISTNY
 (Islandia, 1970)

 AEGISIDA


 El ostrero apresurándose
 sobre la arena
 hecha por la mano del amo
 - como vos

 Y ahora se dice
 que te has ido
 a un lugar mejor

 Yo lo dudo 
 porque no había nada malo
 con este hasta ahora
 en que los pastos se apiñan
 temerosos sobre la orilla

 - mil dedos invocando a Dios



 RAZMIK DAVOYAN
 (Armenia, 1940)

 EN ALGÚN LUGAR, LA MADERA DE UN ABEDUL
ESTÁ SIENDO ROBADA

 En algún lugar, la madera de un abedul está siendo robada      
                                Ahora,
 En algún lugar, se roban cielos,
 En algún lugar, un sueño...
 En algún lugar, están robando eternamente
 Y la luz se encoge de miedo
 En los brazos amarillos de las lámparas.


 [Davoyan es considerado el escritor vivo más destacado de 
Armenia]



 DEREK WALCOTT
 (Santa Lucía, 1930-2017)

 MAÑANA, MAÑANA

 Recuerdo perfectamente las ciudades que nunca
 vi. La Venecia de venas de plata, Leningrado
 con sus minaretes de caramelo retorcido. París. Pronto
 los Impresionistas estarán sacando luz solar de la sombra.
 ¡Oh! y los desenroscados callejones de Hyderabad.

 Haber amado un horizonte es estrechez;
 venda la visión, angosta la experiencia.
 El espíritu está dispuesto, pero la mente está sucia.
 La carne se gasta bajo líneas rociadas-de-migas,
 ensanchando su Weltanschauung con revistas.

 Hay un mundo más allá de la puerta, pero que triste
 es estar parado con tus valijas sobre un frío escalón al
                                                           atardecer
 rosa el enladrillado y antes de que empieces a arrepentirte,
 tu taxi viniendo con un bip de su bocina,
 ladeándose en la curva como un coche fúnebre - así que
                                           te subes.



 SUGAWARA KATSUMI
 (Japón, 1911-1988)

 CENA

 Ceno solo
 salmón salado y té,
 una luna amarilla flota
 sobre el tejado del otro lado del callejón.
 Una pizca de la canción "Un árbol en la olla" se oye,  
                     como de costumbre, de la casa de al lado,
 y el olor de unas daphnes deriva desde algún lado.
 Mientras como mi exigua cena,
 estos amigos ricos me visitan casualmente.
 Dado que estoy sin luces eléctricas desde esta noche 
                                     en adelante,
 enciendo una linterna de papel, estirándome,
 y mi sombra se expande, llenando el cuarto entero.



 JOHANNES KÜHN
 (Alemania, 1934)

 PUNTO DE INFLEXIÓN

 Hay un tamborileo en el aire,
 pronto el país va a alzar vuelo
 sobre alas azules.
 Entonces,
 un sapo marrón de otoño,
 la tierra va a sisear
 con su fría lengua.
 Pero por ahora todavía hay
 un canto fuerte de violín de las abejas,
 lámparas de setiembre todavía brillan como peras o
                                       manzanas
 dentro de la menguante luz,
 pero por todo eso:
 Si tan sólo él viniera, el ángel, y me llevase cautivo,
 me alejase de todos los males que irán a venir.



 TINA STROHEKER
 (Alemania, 1948)

 Mi primer nombre cabe en el tuyo. Podría deslizarse
en su interior. Penetrarlo. Algunos pensamientos vienen
de la nada, pero son difíciles de sacudírselos. Las teclas
en mi portátil, blando golpeteo en mis oídos mientras 
les doy su ejercicio. y con el Morse de la portátil recuerdo
la secuencia del sueño en el que te daba dos animales em-
balsamados, uno cabiendo en la panza del otro. Juguetes,
sin instrucciones.



 IVAN V. LALIC
 (Serbia, 1931)

 LISTA DE LOS ESPEJOS

 Cuenta los espejos, cuenta las ventanas emparedadas,
 El peligroso telón de fondo del aire
 Donde el doble respira confiado y despacio
 Desde un tiempo inmemorial.
                             En el espejo, por la noche,
 Enciende la breve luz amarilla de un fósforo,
 Entreverás la amenaza en la herida de la oscuridad
 Que se cura enseguida- sin cicatriz,
                            y entonces, bajo las yemas de los dedos,
 El hielo seco de Lethe sin una rajadura o esperanza.

 Cuenta, evalúa el peligro.
 La historia dice, algún día habrá 
 Un ruido metálico en el fondo del espejo
 Antes de la salida final del doble
                                                     en el instante
 Anterior al que el corazón del doble de la tierra se detiene
 Dividido por el cuchillo de la memoria-
                                                       como una fruta madura.



 NATALYA GORBANEVSKAYA
 (Rusia, 1936-2013)

 Apúrate, recibe placer de la oblicua caricia de la lluvia

 Apúrate, recibe placer de la oblicua caricia de la lluvia
 mientras el sol brilla, mientras la tierra esta seca, el cielo
                                         todavía no se ha secado,
 mientras Neva y Onega corren profundos entre sus orillas
 y la pólvora húmeda todavía no se ha caído de la alfombra.



 AL -SADDIQ AL -RADDI
 (Sudán, 1969)

 NADA

 Antes de que empieces a leer,
 suelta tu lapicera:
 considera la tinta, 
 cómo comprende el sangrar

 Aprende
 del horizonte distante
 y del estrechamiento de los ojos
 la expansividad de la visión
 y lo traicionero de las manos

 No me culpes a mí -no culpes a nadie-
 si te mueres antes de terminar de leer
 antes de que la sangre sea entendida


 [El poeta vive asilado en Londres]



 XIDU HESHANG
 (China, 1984)

 FICCIONALIZÁNDOLA

 En el tercer grado de la escuela primaria,
 ella hace de cuenta de que la mano de su padrastro que se
                         estira a la medianoche no existe.

 En el tercer grado de la escuela juvenil,
 ella hace de cuenta que el brazo de su instructor de gimnasia
                        alrededor de su cintura no existe.

 En el tercer grado de su escuela secundaria,
 ella hace de cuenta que el viejo que se pega a sus caderas
                                                 en el ómnibus no existe.

 En el tercer año de la universidad,
 ella hace de cuenta que el pie del novio de su compañera
              de cuarto bajo la mesa de juego no existe.

 En su noche de bodas,
 ella hace de cuenta que el feto de un mes en su panza no
                                          existe.

 Tras tres años de matrimonio,
 ella hace de cuenta que los textos de flirteo en el celular 
                             de su marido no existen.

 A los siete años de matrimonio,
 ella hace de cuenta que la esposa rechoncha de su jefe
                                  no existe.

 A los dieciocho años de matrimonio.
 ella hace de cuenta que el chico que acaricia a su hijo en
                                   el cuarto no existe.

 Después de veintiocho años de matrimonio,
 ella hace de cuenta que el tumor que sigue creciendo en 
                         su vientre no existe.

 Después de treinta años de matrimonio,
 ella hace de cuenta que es afortunada y que toda la soledad
                             atormentante de su vida no existe.

 Tres minutos antes de la muerte,
 ella hace de cuenta que la muerte es dolorosa y que su
         aversión a este mundo no existe en absoluto.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)


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