Tentado de decir que hay toda clase de inquietudes
Que hasta el más avezado tenedor de inquietudes
está a siglos luz de haberlas experimentado a todas
Tentado, pero al fin despojado
por su propio deseo,
su deseo ciego, ése que habita en su inaccesible
¿Y quién es el que realmente anda hurgando
entre sus protectoras creencias?
El loco, ahora mismo, 'sale' del lenguaje
con la barca que hace agua de su lenguaje propio
con su máquina de sufrir a toda vela
Él no ha elegido esa barca, ese lenguaje
sino que es 'elegido' por ella-ellos-él
Para ser dicho
Para habitar para siempre la distancia inconciliable
entre ser dicho y ser dichoso
Esa barca-lenguaje que
no es utilizable
por otros
No tiene otra pertenencia
que ese momento que no se inscribe en el tiempo
ni en el propio ni en el de los demás
Un tiempo sin puntos de orientación
Un tiempo silvestre
que no hace serie
con ninguna clase de tiempo
de alguien
Y ésa es su deriva
Ésa es la deriva que lo traslada
a través del secreto de la vida,
inmóvil
en su barca sin porvenir
¿Cómo buscar refugio, diría él,
si ha sido el refugio la causa original
de mi indefensión?
No hay quietud que lo guarezca
de su gran-gran-gran inquietud
Podría sonreír, dice
si esta mueca no retorciera hasta la más tierna
de mis sonrisas
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