viernes, 12 de febrero de 2021

DIEZ POETAS COREANOS DEL SIGLO XIX

  




SOBRE LAS RUINAS DE UN PALACIO

               NAM BYÖNG-CH'OL (1817-1863)


Sobre las ruinas de un palacio enterrado en el silencio

el otoño viene a vestir los árboles de rojo.

Mientras que el viento del oeste sopla sobre las tumbas reales.

Las montañas y los ríos se bañan en luz nocturna.

Mientras lánguidas lágrimas brotan en mis ojos, me pregunto

Si su consagración de toda una vida a Buda les hizo algún bien.

La pena y la rabia se convierten en sentimientos heredados.

Muchos sujetos leales ocuparon los cuartos en vano.




 BEBIENDO SOLO EN UNA NOCHE PRIMAVERAL

                     AN JUNG-SÖP, (s. XIX)


Habiéndome complacido en un sueño primaveral, 

        me desembriago al atardecer-

Para ver la luna brillando sobre las flores del ciruelo.

Por fin me he decidido a llevar una vida simple, 

         despreocupada:

Prefiero comprar un conjunto de clásicos que fértiles

          parcelas de tierra.




LA COLINA DE LA LUNA LLENA

              YI KYÖNG-MIN (1814-1883)


Ahora quinientos años de gloria real se han ido,

Su pompa no ha dejado otro rastro que exuberantes pinos.

Sobre las ruinas donde las flores han marchitado, 

                           reina la tristeza;

El canto del ruiseñor profundiza el pathos sobre los terrenos

                            del castillo.

 Los campos labrados invaden las escalinatas del palacio;

El pasto de la primavera, impertérrito, crece sobre las barandas.

Aunque apena a mi corazón ver esto,

 Los reinados se alzan y caen como un arroyo que fluye.




EL DOLOR DE UNA VIUDA

         CHÖNG SANG-KWAN (Principios del s. XIX)


En el día festivo de la Luna Llena de otoño

Una viuda llora todo el día ante un túmulo en la colina.

Allá en el valle, el arroz se ha convertido en oro;

Lo que ella plantó con su hombre, ahora debe comerlo sola.





HOJAS CAÍDAS ALREDEDOR DE UN POZO
DE PIEDRA

                                 HONG KIL-JU  (1786-1841)


Ne gusta sentarme a la sombra de un olmo exuberante.

Supera a las flores en gracia y belleza.

Mejor no barras, entreteniéndote junto al pozo;

Deja que las hojas del otoño cubran el suelo.




CRISANTEMOS

            SHIN WI  (1769-1847)


Compartir el vino con un visitante es un placer,

Pero no me molesta beber solo.

Temiendo que los crisantemos se rían de mi botella vacía,

Envío mis libros y saco como garantía del pago posterior.




EL PUESTO MARCIAL

                             YI HI-BAL (1768-1849)


Mientras cae el atardecer sobre el castillo de frontera, 

                           me inclino solitario sobre la barandilla.

La tonada de la pipa del enemigo flota sobre las torres.

Yo pregunto, "¿Dónde está la línea que nos separa de China?"

Sonriendo, tú apuntas más allá del río donde se vislumbra

                            una montaña.




OYENDO A LOS GANSOS SALVAJES

                        KANG WI (1820-1884)


¿Para qué necesitan preocuparse por el sustento?

Si viene el otoño o se va la primavera, ¿deberían ocuparse?

Su único placer es permanecer despreocupados en el aire frío;

Pocas veces descienden al barro, permaneciendo por encima

                                   de las nubes.




EL ESTANQUE ILUMINADO POR LA LUNA

                                 YI GÖN-CH'ANG (1852-1898)


Incapaz de dormir a causa de la luna llena,

Salgo de mi cabaña y camino hasta el estanque.

Las flores de loto han derramado sus pétalos,

sin embargo aún permanece su fragancia.

Una suave brisa levanta las hojas de loto;

En lo profundo del agua brilla una estrella.

Hundo mi mano en el estanque para atraparla.

El frescor del agua me punza hasta el hueso.




VIENDO A YÖNG-JAE EN SUEÑOS

                    HWANG HYÖN (1855-1910)


Lo que más me duele en el mundo

Es ver a mis amigos sólo en sueños;

La alegría dura sólo un momento;

Despierto de nuevo a mi gran tristeza.

El viento sopla y el bambú frota;

La nieve arroja luz sobre la ventana vacía.

Me pongo la ropa y salgo, solo:

El frío cielo tachonado de incontables estrellas.



La Dinastía Joseon, a la que pertenecen estos poetas y poemas,

se extendió en Corea durante cinco siglos, entre 1392 y 1897.

Puede percibirse en estos escritos la continuidad de la riquísi-

ma tradición poética coreana. Esta poesía recién dejó de escri-

birse en chino gracias al primer sistema fonético de escritura 

corena, el Hun-min-jöng-üm, que ahora se llama Hangül, y

que fuera inventado por el Rey Seyong el Grande (1397-1450)

y sus eruditos de la corte y que fue promulgado por orden real

en el siglo XV. Aún después de esta orden, muchos escritores

siguieron escribiendo en chino, y esto siguió siendo así hasta

fines de la Dinastía Joseon.



FUENTE


Sung-il Lee. The Moonlit Pond. Korean Classical Poems

in Chinese. Copper Canyon Press, 1998.




Versiones al castellano: Robert R. Rivas


Otros textos vinculados:

OCHO POETAS COREANOS, SIGLOS XIV A XVI

POESIA CLASICA DE COREA

4 POETAS MEDIEVALES COREANOS

2 comentarios:

Tatiana dijo...

Por favor dónde encuentro la fuente o en idioma coreano el último poema ' Viendo a Yong-Jae en sueños - hwang Hyon'

Robert Rivas dijo...

Hola. "The Moonlit Pond" solo contiene las versiones en inglés. De todos modos, estos poemas no tienen una fuente en coreano: todos han sido escritos en chino, ya que los poetas clásicos coreanos, como los de otras naciones asiáticas, aprendieron chino clásico en su educación poética. Esta antología se caracteriza justamente ("Korean Classical Poems in Chinese") por haber sido escritos -todos ellos- en chino.