1. LA PUERTA
Se abre por fin la puerta
y el terrorífico guardián
-apartándose-
se cubre el rostro con la manga.
De pronto, K. es libre.
Recibe el viento huracanado
que esa palabra suelta en su interior.
¿Qué viene a ser,
se pregunta,
una puerta sin guardián,
y qué su otro lado?
Cruzar esa puerta
¿es acaso entrar en la vida?
¿No es la libertad
el estado de depender totalmente
del despotismo del azar?
2. PERTENENCIA
Tenía un llanto
tan...
recóndito
que parecía, en esos momentos,
pertenecer a otra civilización.
O que todos los demás
pertenecíamos a algo
que todavía no era
una civilización.
3. MARES Y MAREAS
Usted está en el mar
se dijo
y usted perdió los remos
'Y el botecito también',
le susurró su voz
Usted ha desatado
los nudos
que fijan las direcciones
El mar ahora es ese cuerpo
en el que el corazón casi nunca duerme
Usted mismo es la marea y el oleaje
Usted es su propio
indesentrañable
misterio
Ahora, nade
4. EL PADRE (versión a)
Reconoce entre todas las voces
la voz de su padre
si es que las pulsiones son voces
Se es una derivación
de lo insabible de un padre
De quien resulta peligroso tener partes
y aún más peligroso no tener nada
En este caso:
si amara al padre que lo odiaba,
o si odiara al padre que lo odiaba,
si se desearan el innacimiento o la muerte...
¿cómo componer una vida?
Sin buscarlo lo encuentra
la voz de su padre
No pueden decirse una sola palabra
Y en ese silencio no habita el descanso
EL PADRE (versión b)
No es frecuente en absoluto tener
la impresión de la voz del padre
Sus fragmentos, sus resonancias,
sus alteraciones, en cambio, sí.
Lo que creo que se tiene de un padre
piezas magnéticas que querríamos alejar,
son sus pulsiones.
El padre es en el doble fondo un desconocido
(doble, porque todos lo somos y porque el fondo
justamente vienen a ser las pulsiones.
Ahora bien: resulta peligroso
ser poseído por fragmentos grandes
de las pulsiones de un padre.
Pero aún más peligros tal vez
no tener ni vestigios de ellas.
Con este, entre tantos otros asuntos,
hay que arreglarse
Él decía...
Lo demás está dicho. Y lo dicho dicho está.
5. IMPRESIONES
Hablar en balbuz,
disfrutando de las corrientes
provisorias
de confianza.
Logrando que los pensamientos sientan
Por las noches
esperar sobre el lecho del cuerpo
que el mar oscuro
traiga el sueño entre su oleaje
Por la mañana
grandes contramareas
Alguna vez sentimos
que podíamos hablar directamente
tanto con las aves como con los ríos
y hasta malentendernos
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