LA CARNICERÍA
A veces caminando tarde a la noche
Me detengo frente a una carnicería cerrada.
Hay una sola luz en el negocio
Como la luz en la que un convicto cava su túnel.
Un delantal cuelga de su gancho:
La sangre está desparramada en un mapa
De los grandes continentes de la sangre,
Los grandes ríos y océanos de la sangre.
Hay cuchillos que resplandecen como altares
En una iglesia oscura
Adonde traen a los lisiados y a los imbéciles
Para ser curados.
Hay un bloque de madera donde se rompen los huesos,
Muy limpio - un río seco hasta el lecho
Donde soy alimentado,
Donde hondo en la noche escucho una voz.
EL HOMBRE INTERIOR
No es el cuerpo
Que es un extraño.
Es otro alguien.
Le hincamos el mismo
Feo tazón
Al mundo.
Cuando me rasco,
Él se rasca también.
Hay mujeres
que aseguran haberlo abrazado.
Un perro me sigue por ahí.
Puede que sea suyo.
Si estoy callado, él está más callado.
Así que me olvido de el.
Así y todo, si me agacho
Para atarme los cordones,
Él se mantiene erguido.
Arrojamos una única sombra.
¿La sombra de quién?
Me gustaría decir:
"Él estaba al principio
y él estará al final."
Pero uno no puede estar seguro.
Por la noche
Mientras me siento
Mezclando las cartas de nuestro silencio,
Le digo:
"Aunque vos pronunciás
Cada una de mis palabras,
Sos un extraño.
Es hora de que hables."
MIEDO
El miedo pasa de hombre a hombre
Sin saber(lo).
Como una hoja pasa su estremecimiento
A otra.
Todo el árbol está temblando al mismo tiempo
Y no hay señal alguna del viento.
POEMA
Cada mañana me olvido de cómo es.
Observo al humo montarse
A grandes zancadas sobre la ciudad.
No le pertenezco a nadie.
Entonces, me acuerdo de mis zapatos,
De cómo me los puse,
Cómo al agacharme para atarlos
miraré hacia la tierra.
DESMANTELANDO EL SILENCIO
Primero bajá las orejas,
Con cuidado, para que no se derramen.
Con un silbato afilado abrí de un corte su panza.
Si hay cenizas en su interior, cerrá los ojos
Y soplalas para el lado que está soplando el viento.
Si hay agua, agua durmiente,
Traé la raíz de una flor que no haya bebido por un mes.
Cuando alcances los huesos,
Y no tengas un perro con vos,
Y no tengas un féretro de pino
Y un carro tirado por bueyes para hacerlos repiquetear,
Deslizalos rápido debajo de tu piel.
La próxima vez que encorves tus hombros
Los sentirás apretando contra los propios.
Ahora está muy oscuro.
Despacio y con paciencia
Buscale el corazón. Vas a necesitar
Reptar lejos dentro de los cielos vacíos
Para sentir su latido.
errata
Donde dice nieve
leé marcas de dientes de una virgen
Donde dice cuchillo leé
vos pasaste a través de mis huesos
como un silbato de policía
Donde dice mesa leé caballo
Donde dice caballo leé mi fardo de inmigrante
Las manzanas deben permanecer como manzanas
Cada vez que aparezca un sombrero
pensá en Isaac Newton
leyendo el Viejo Testamento
Sacá todos los puntos
Son cicatrices hechas por palabras
que no logré decir
Poné un dedo sobre cada amanecer
sino te va a enceguecer
Esa maldita hormiga todavía está dando vueltas
Habrá tiempo para enlistar
todos los errores para reemplazar
todas las manos pistolas lechuzas platos
todos los cigarros albercas bosques y alcanzar
esa botella de cerveza mi mayor equivocación
la palabra que permití que se escribiera
cuando tendría que haber gritado
su nombre
EXPLORADORES
Arriban al interior
Del objeto por la noche.
No hay nadie para darles la bienvenida.
Sus lámparas que cargan
Lanzan sus sombras
De vuelta al interior de sus propias mentes.
Escriben en sus diarios:El cielo y la tierra
Son del mismo color impenetrable.
Si hay ríos y lagos,
Tienen que estar bajo tierra.
De las maravillas que buscábamos, ni rastro.
De las extrañas nuevas estrellas, nada.
Ni siquiera hay viento o polvo,
Así que debemos concluir que alguien
Ha pasado recientemente una escoba...
Mientras escriben, un nuevo mundo
Cose gradualmente
Su hilo negro dentro suyo.
Eventualmente no queda nada
Excepto un susurro sordo
Que puede pertenecer
Ya sea a uno de ellos
O a alguien que vino antes.
Dice: "Estoy contento
Finalmente estamos todos aquí...
Hagamos de este nuestro hogar."
PASTORAL
Llegué a un prado
Donde el pasto era silencio
Y las flores
Palabras
Vi que los capullos
Eran de carne y sangre
Y que tiemblan y temen
Al viento como a un cuchillo
Así que me senté yo entre la palabra verdad
Y la palabra fábula
Saqué mi bol vacío
Y la cuchara
Le pregunté a los dos acerca del amor
En el silencio
Con la noche cayendo
La sentí decir mi nombre
Escupí en las palmas de mis manos
Para atrapar estrellas en ellas
Como luciérnagas
E iluminar el camino de ella hacia mí
FUENTE
Estos poemas provienen de uno de los primeros libros de
Simic, "Dismantling the Silence", publicado por primera
vez en 1971. Los he traducido de Selected Poems, 1963-
1983, buscando agregar versiones que probablemente no
fueran traducidas anteriormente de este extraordinario au-
tor.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
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