Hacia el siglo VIII a.C., la literatura de la Antigua Gre-
cia pasa de la epopeya a la lírica. El 'período dorado' de
esta literatura se extiende solamente hasta finales del
siglo V (a.C.). La variedad de formas de la lírica griega
es inmensa, tal vez inigualada en la historia de la litera-
tura. Esta poesía, nacida de los sentimientos del poeta,
le otorga una gran importancia al canto, a la música y a
la danza.
La poesía lírica deja de lado el hexámetro, que era la
forma de la poesía épica, para adoptar toda clase de ver-
sificación. Aparte de la poesía personal, se desarrolla una
amplia variedad de poemas corales, el peán, el prosodio,
el himno religioso, el hiporquema, los encomios, el parte-
neo, el ditirambo, del cual parte la tragedia y los epini-
cios.
En nuestro caso, cuando decimos "de la Antigua Grecia",
queremos decir de la Grecia Helénica también. En un viaje
que hizo Kenneth Rexroth, uno de los traductores al inglés
de la Antología Griega -y un gran poeta- en el que visitó el
templo griego en Paestum, en el sur de Italia, sintió la pre-
sencia viva de Anyte de Tegea a lo largo del viaje. Una des-
cripción de esta poetisa a la que hemos traducido anterior-
mente, referida a unos niños jugando con una cabra afuera
de un templo, lo cautivó especialmente: "un dios/ observa la
dicha de esos niños." Cada cual tiene su visión de cada co-
sa. La de Rexroth acerca de la civilización griega es: "La
humanidad se elevó hasta este punto y ahora sólo puede
decaer," para él los griegos en su poesía lírica, pero tam-
bién en su modo de relacionarse con el mundo, producto
de su sensibilidad pagana, aceptan sus experiencias bási-
cas como lo que son. "El sexo es el sexo", escribe en su
"Regreso a los clásicos"; "la infidelidad es la infidelidad,
no hay nada complicado acerca de esto. La muerte es la
muerte." Cita a Esclepíades que dice que en la faja de
Hermoine, estaba impreso este mensaje: "ámame, y no
te importe/ si otros me han tenido antes que vos."
Acerca de la traducción del griego clásico al inglés, y
por 'peores' razones, luego al castellano, se pueden indi-
car algunos puntos importantes. La versificación en el
griego antiguo depende de ritmos abstractos, o metros,
basados en intrincadas combinaciones de sílabas largas
y cortas, una característica casi imposible de replicar en
nuestras lenguas. De hecho, es este esquema formal el
que le provee a los poemas clásicos su estructura. No
existe la rima final, y, por último, el griego es un lengua-
je musical, que utiliza acentos tonales de subida-y-bajada
(como el chino), y no acentos más suaves-o-fuertes como
se dan tanto en inglés como en castellano y aún en latín.
La Antología Griega o Palatina, junto con el así llamado
Appendix Planudeana, contienen más de cuatro mil epi-
gramas y se inicia en el 700 a.C. El rango de temas que
abordan es enorme. Algunas de las elegías de Platón, así
como los epigramas de Calímaco podría decirse que están
más allá de la posibilidad de la traducción. Las variantes
de un traductor a otro de los textos griegos son, asimismo,
grandes. Para Dudley Fitts, uno de los mejores traductores
de esta poesía, las mejores versiones son las que se han
volcado en prosa. Y entre sus pares, destaca a J.W. Mac-
kail, con su invalorable prefacio y notas, como el mejor
de todos.
De LA ANTOLOGÍA GRIEGA
Cuando dormida yacía Artemidora,
Demetrio la abanicó con una pluma de avestruz y
La voló limpita de la casa.
LUCILIO
Envía a Antipatra desnuda a encontrarse con la caballería
[Partiana,
Y la caballería Partiana
Saldrá en estampida de inmediato más allá del último hori-
[zonte.
AMÓNIDES
Este es Eurota, el río Lakoniano, y esta
Es Leda, casi desnuda, y el Cisne que véis
Oculta al gran Zeus.
Oh pequeños Amores,
Ustedes que me conducen tan poco dispuesto al amor,
¿Qué pájaro puedo ser?
Si Zeus es un cisne,
debe ser, supongo, un ganso.
ANTIFILO DE BIZANCIO
LA PRECIOSIDAD DEL AMOR
¿Qué clase de vida, qué clase de placer puede existir sin
la dorada Afrodita?
Que me muera cuando estas cosas ya no me interesen:
un flirteo en la oscuridad, los regalos que los enamorados
dan, y la cama-
las flores de la juventud que todo hombre y mujer
quiere arrancar. ya que cuando la dolorosa vejez llega,
desfigurando aún a un hombre bien parecido,
su mente se agota de preocupación
y sus ojos ya no disfrutan de la luz solar,
detestado por los muchachos, insultado por las mujeres.
tal es la carga que Dios ha hecho de la vejez.
MIMNERMO de COLOFÓN (s. VII a.C.)
SÓCRATES A XANTIPÉ
Yo soy una manzana, echada a suerte
Por uno que te ama. Dí
Que sí, Xantipé. Ambos nos echaremos a perder.
PLATÓN
(Se trata de una manzana arrojada al aire como una moneda.
La idea es: "de cualquier manera nos pudriremos, ¿por qué
no hacerlo?" En la misma línea, el poema siguiente.)
¿Te estás guardando? ¿Para qué?
En el inframundo
no conseguirás a nadie
para disfrutarte, muchacha.
Hacer el amor es para los vivos.
Pasando Estigia* habremos de
como huesos y alimento-de-la-urna,
vírgenes, desparramarnos.
ESCLEPÍADES de SAMOS (n. alrededor de 320 a.C.)
* Estigia: un río del Hades, en inframundo de los griegos,
el río Estigia.
Eurota le dijo a la diosa del amor,
"Usa armas o no vivas en Esparta,
la ciudad se ha vuelto loca-en-armas."
Ella se rió de linda manera y le dijo al río,
"Pero yo estaré desarmada por siempre,
y viviré en Esparta por siempre."
Ella está desarmada. Es blasfemo
hablar acerca de las armas del amor.
LEÓNIDAS de TARENTO (¿siglo III, a.C.?)
UNA ESTATUA DE BERENICE
Hay cuatro Gracias. Junto a las tres originales
Se alza una recién traducida, aún goteando perfume
Bendecida y emulada por todos -Berenice,
Sin la cual las Gracias mismas no son Gracias.
CALÍMACO (c. 300-240 a.C.)
Me enamoré de vos, Attis,
Hace mucho, cuando aúneras
Una desgarbada muchachita.
SAFO (s.VII-VI a.C.)
"Nada es más dulce que el amor.
Aún la dicha ocupa el segundo lugar.
Aún la miel que escupo de
Mi boca." Yo, Nosis, digo esto,
"Si cualquier muchacha no ha sido besada
Por el amor, ella no podrá saber
Qué clase de flores son las rosas."
NOSIS de LOCRI (s. III a.C.)
Tengo dos enfermedades, el Amor
Y la Pobreza. La Pobreza
La puedo soportar, pero la fiebre
Del Amor es insostenible.
ANÓNIMO
PERSONA NON GRATA
Sus padres ya no me ofrecen vino,
ahora que la tierna vida de ella está en sus manos.
No, para mí ahora es sólo agua fría, la misma
que ella sacaba y cargaba -llorando por mí-
del pozo donde una vez la tomé por la cintura, y besé
su cuello mientras se arqueaba hacia atrás, dejando
caer tiernas palabras de sus labios.
TEOGNIS de MEGARA (s. VII o VI a.C.)
ACERCA DEL YUNQUE DE EROS
Me golpeaste como al bronce caliente con tu hacha
y me sumergiste en un torrente helado.
ANACREONTE (s.VI a.C.)
EL AMOR NO ES INVALUABLE
Todo lo que Homero dijo era verdad,
pero esta cosa sobre todas:
que Afrodita es dorada.
Ya que si vienes con dinero en tus bolsillos,
nadie, amigo mío, te trabará la puerta.
Pero si vienes con los bolsillos vacíos,
un monstruo bloqueará tu paso.
Así es como la regla de la avaricia
inflige su herida a los necesitados.
ANTIPATER de TESALÓNICA (fines s. I a.C.- princi-
pios del s. I d.C.)
Esta es toda la vida que hay.
Es suficiente para mí.
Preocuparme no me dará otra,
Ni hará que esta dure más.
La carne del hombre se desperdicia en el tiempo.
Hoy hay vino y hay baile.
Hoy hay flores y hay mujeres.
Mejor que los disfrutemos.
Mañana... nadie sabe.
PALLADAS (319- alrededor de 400 d.C.)
Ya sé que soy pobre,
No preciso que me recuerden
Mi propio nombre ni
El día de la semana.
Todo tu rencor no nos conducirá a ningún lado.
Lava las anchoas,
Mientras vierto el vino.
Desnudos y embriagados,
hallaremos riquezas en la cama.
ANÓNIMO
En primavera los membrillos y las
Granadas florecen en el
Parque Sagrado de las Doncellas.
Y los zarcillos de la viña se enroscan en
La sombra de la mullida hoja de la vid.
Pero para mí el Amor nunca duerme.
Me abrasa como una llamarada
De relámpago y me sacude
Hasta las raíces como una tormenta venida de
Tracia, y abruma mi corazón
Con oscuro y furioso frenesí.
IBICO (s.VI a.C.)
Un amor plateado, una ajorca,
Rulos violeta de su lésbico
Pelo, su translúcido corpiño,
Su espejo de bronce, el amplio peine
De madera de boj que ataba sus
Rizos, Callicleia cuelga
En el porche de la fiel Cipris,
En agradecimiento por su deseo concedido.
LEÓNIDAS de TARENTO (Aparentemente vivió en el siglo
III a.C.)
Yo, Lais, que he sido una flecha
En el corazón de todos, ya no soy
Lais, sino una testigo,
Del saqueo de los años.
Juro por el Deseo (¿y qué es
El Deseo sino una mala palabra?),
Que Lais ya no puede ver
A Lais en la misma Lais.
SECUNDOS (sin fechas)
Nada sino risas, nada
Sino polvo, nada sino nada,
Ninguna razón de por qué sucede.
GLICÓN (sin fechas)
El vino y las engañosas propuestas
Arrullaron a Aglaonique hasta dormirla,
Y el hacer el amor de Nikagoras
Fue dulce. Aquí ella dedica
A Cipris los trofeos de
Su desfloramiento, aún cargada
De perfume, sus sandalias, la blanda
Cinta que sostenía sus pechos, testigos
Del sopor (de ella) y de la violencia de él.
HEDYLOS
UNA MUCHACHA
Un rocío de mirto y belleza de una rosa
fueron felicidad en sus manos, y su pelo
caía como la oscuridad sobre su espalda y hombros.
ARQUÍLOCO (s. VIII a.C.)
MUJER CERCADA
Soy poseída por el feroz sonido
que me rodea
del atormentado, púrpura mar.
SIMÓNIDES de KEOS ( (n. 556 a.C.)
A vos, Cipris, te ha ofrecido
Lysidike su espuela,
espina dorada que estuviese fijada
en el tobillo de una dulce pierna.
Muchas yeguadas rebeldes
fueron disciplinadas-
sus propios muslos nunca
enrojecidos, tan
poco cabalgó ella. Terminó el curso
sin una espuela,
de modo que este objeto dorado cuelga
en tu pórtico.
ASCLEPÍADES (s.III a.C.)
Desearía ser el viento, y
que vos, caminando en la orilla,
desnudases tus pechos
y me condujeras a ellos mientras soplo.
ANÓNIMO
Esta guirnalda, Rodocleia, la hice
Yo mismo, con mis propias manos, combinando las pálidas
flores:
Aquí hay lilas, rosas, anémonas
Llorando, los blandos narcisos, oscuras violetas.
Tómalas,
Úsalas, pero no te vuelvas orgullosa:
La guirnalda deberá marchitarse en algún momento,
Y tú te disiparás.
RUFINUS DOMESTICUS
Ah, tú de Ciprio:
Tú de Kitera: de Mileto:
Tú Afrodita de las hermosas llanuras sirias
Y de los caballos que se zambullen:
Sé amable con Calistio
Quien jamás
Cerró la puerta en la cara de un amante.
POSEIDIPO (n. circa 310 a.C.)
Debe de haber sido el mismísimo Eros
quien afiló la uña de Heliodora;
aún su más suave arañazo amoroso
punza mi corazón.
MELEAGRO (n. en 140 a.C.)
Dicen que un hombre mordido por un
perro rabioso ve la imagen de la bestia
reflejada en el agua.
Me pregunto: ¿acaso Eros, furibundo,
hundió sus amargos colmillos en mí?
Te veo en la profundidad del océano,
en el arroyo turbulento,
y en la copa de vino.
PAULO SILENTARIO (s. VI d.C.)
Te envío dulce perfume,
pero más para su placer
que para el tuyo:
tú perfumas el perfume.
ANÓNIMO
La luz de la lámpara sólo oscurece la noche
de un hombre maldecido con una mujer fea.
PALLADAS de ALEJANDRÍA (s. IV d.C.)
Saltemos juntos tú y yo
en la bañera, Prodike.
Nos coronaremos con guirnaldas
y beberemos nuestro surtido de vino puro.
Nuestro tiempo para regocijarnos es breve:
pronto somos viejos, y luego estamos muertos.
RUFINO (Fechas inciertas)
Cada año los cosechadores
se reúnen en la cosecha,
y ni uno de ellos frunce el ceño
acerca de los enroscados zarcillos de la viña.
Yo también soy un cosechador,
sosteniendo enroscada a la de brazos rosados
en el flexible nudo de mi abrazo
y juntando en la cosecha del amor.
No hay mejor verano, ni otra primavera
pudiese existir, ya que es ahora
que eres joven y llena de todas las dichas,
y yo rezo para que permanezcas
así para siempre.
Pero si alguna arruga como un zarcillo
viene colándose, apenas habré de parpadear
porque te amo.
MACEDONIO (s. VI d.C.)
Sobre tu cuerpo, sobre tus párpados,
quisiera acostarme
como lo hace el sueño.
Al mismo sueño cuya magia
cierra los ojos de los dioses,
le impediría el vuelo,
para llegar, claro que sin alas,
sólo yo a poseerte.
MELEAGRO de GADARA (n. circa 140 a.C.)
Aún entonces dije
cuando su magia
era infantil
"Ella nos seguirá atrapando a todos
cuando sea más grande."
Se rieron de mi pronóstico.
Pero el tiempo del cual hablé
ha llegado y
¿qué puedo hacer?
Mirarla es fuego absoluto.
Si me alejo:
más preocupación.
Si se lo pido:
"Soy virgen."
Y yo estoy liquidado.
ANTIFILO de BIZANCIO (s. I d.C.)
Diosa del amor, salvadora
de los náufragos, sálvame,
náufrago sobre tierra seca.
ANÓNIMO
FUENTES
Peter Jay. The Greek Anthology and other Ancient Epigrams.
Penguin, 1981.
Willis Barnstone. Greek Lyric Poetry. Bantam, 1967.
Dudley Fitts. Poems from the Greek Anthology. New Direc-
tions, 1956.
Bradley P. Nystrom. The Song of Eros. Ancient Greek Love
Poems. Southern Illinois Univ. Press, 1991.
T.F. Higham and C.M. Bowra. The Oxford Book of Greek
Verse in Translation. Oxford Press, 1950.
Kenneth Rexroth. Poems from the Greek Anthology. Ann
Arbor, 2002.
Stephen Bertman. Erotic Love Poems of Greece and Rome.
New American Library, 2005.
Diane J. Rayor. Sapphos's Lyre. Archaic Lyric and Women
Poets of Ancient Greece. Univ. of California Press, 1991.
Sherod Santos. Greek Lyric Poetry. W.W. Norton & Co.,
2005.
Dorothy Burr Thompson. Swans and Amber. Some Early
Greek Lyrics. American School of Classical Studies.
1988.
Jane McIntosh Snyder. The Woman and the Lyre. Women
Writers in Classical Greece and Rome. Southern Illinois
Press, 1989.
David R. Slavitt. Poems From the Greek Anthology. The
Sheep Meadow Press, 2010.
Constantine A. Trypanis. The Penguin Book of Greek Ver-
se. Penguin, 1984.
M.L. West. Greek Lyric poetry. Oxford Univ. Press, 1999.
VER MÁS POEMAS ERÓTICO-AMOROSOS DE LA
ANTIGUA GRECIA EN DOS PUBLICACIONES ANTE-
RIORES
LA PRIMERA ES DEL 14 de NOVIEMBRE de 2010
LA SIGUIENTE ES DEL 13 de MAYO de 2013.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
7 comentarios:
Wow! genial!
Me gustaron estos:
1. Diosa del amor, salvadora
de los náufragos, sálvame,
náufrago sobre tierra seca.
ANÓNIMO
2. Yaces dormida, Zenófila, delicado capullo.
Sobre tu cuerpo, sobre tus párpados,
quisiera acostarme
como lo hace el sueño.
Al mismo sueño cuya magia
cierra los ojos de los dioses,
le impediría el vuelo,
para llegar, claro que sin alas,
sólo yo a poseerte.
MELEAGRO de GADARA (n. circa 140 a.C.)
3. Te envío dulce perfume,
pero más para su placer
que para el tuyo:
tú perfumas el perfume.
ANÓNIMO
4. Desearía ser el viento, y
que vos, caminando en la orilla,
desnudases tus pechos
y me condujeras a ellos mientras soplo.
ANÓNIMO
5.
Esta es toda la vida que hay.
Es suficiente para mí.
Preocuparme no me dará otra,
Ni hará que esta dure más.
La carne del hombre se desperdicia en el tiempo.
Hoy hay vino y hay baile.
Hoy hay flores y hay mujeres.
Mejor que los disfrutemos.
Mañana... nadie sabe.
PALLADAS (319- alrededor de 400 d.C.)
6. SÓCRATES A XANTIPÉ
Yo soy una manzana, echada a suerte
Por uno que te ama. Dí
Que sí, Xantipé. Ambos nos echaremos a perder.
Gracias por tu aporte.
No me canso de releerlos!
¡Qué agradable comentario! Saludos, Carmen.
Simplemente, hermosos. Excelente selección.
"Desearía ser el viento, y
que vos, caminando en la orilla,
desnudases tus pechos
y me condujeras a ellos mientras soplo". Hermoso!!!
Que
Publicar un comentario