viernes, 16 de marzo de 2012

LAS AMANTES DE DIOS (2): MAHADEVIYAKKA



Mahadeviyakka nació en un pueblo del sur de la India, en
el siglo XII. Devota de Shiva desde los 10 años de edad, de-
bió escapar de su impuesto marido, un gobernante local, pa-
ra regresar a una vida dedicada a quien ella denominaba "El
Señor de los Jazmines Blancos"*. Abandonó todo para reco-
rrer los caminos en soledad. Su principio era que al exponer
la existencia sin refugio, a la posibilidad del hambre, el frío
y la soledad, se posibilita la entrada de lo sagrado en nuestras
vidas.
Los poemas lírico-religiosos en verso libre en Kanada, se lla-
man vacanas. Que significa, literalmente, "decir, cosa dicha".
El Kanada es una lengua dravídica, hablada en el sur de la In-
dia por unos 30 millones de personas. De las 4 lenguas draví-
dicas mayores, sólo el Tamil supera en la antigüedad de su
tradición literaria al idioma hablado por Mahadeviyakka.
Hay, asimismo, cuatro grandes santos que entre los siglos X
y XII, escribieron notables vacanas: Dasimayya, Basavanna,
Allama y Mahâdêviyakka.
A su escritura, que no es la obra de eruditos, ni de miembros
de una corte, sino a veces hasta de personas iletradas, se la
llamó los Upanishads del Kanada.
Las tres formas del amor, según las convenciones de la In-
dia tradicional, el amor prohibido, el amor en separación y
el amor en unión fueron expresadas en sus poemas.

Se cuenta que murió a los veintitantos y que esa muerte
fue un 'convertirse en uno con Shiva'. La leyenda dice que
en el momento de morir desapareció en un estallido de luz.


(SOBRE LA DECISIÓN DE DEJAR DE USAR ROPA)

Monedas en la mano
Pueden ser robadas,
¿Pero quién puede robar este cuerpo
De su propio tesoro?

La última hilacha de ropa
Puede ser arrancada,
¿Pero quién puede pelar el Vacío,
La desnudez que lo cubre todo?

Tontos, mientras me visto
Con la luz matinal del Señor de los Jazmines,
no puedo ser avergonzada-
¿Qué me harías esconder debajo de la seda
Y del brillo de las joyas?


CUANDO TENGO HAMBRE

Cuando tengo hambre,
Los aldeanos
Llenan mi escudilla de mendiga
Con arroz.

Sedienta, voy hacia
Los abrevaderos del ganado, los manantiales,
los arroyos.

Para mi sueño,
Templos abandonados
Son frazada suficiente.

Y cuando me siento sola,
Oh blanco Señor de los Jazmines,
Mi alma se profundiza
Contigo.


CUANDO EL CUERPO

Cuando el cuerpo se vuelve tu Espejo,
¿cómo puede servir?

Cuando la mente se convierte en Tu mente,
¿qué queda para recordar?

Una vez que mi vida es Tu gesto,
¿Cómo puedo rezar?

Cuando toda mi conciencia es Tuya,
¿qué puede haber para conocer?

Me convertí en tí, Señor, y Te olvidé.


LAS PALABRAS

No lo llamo su signo,
No lo llamo volverme uno con su signo.
No lo llamo unión,
No lo llamo armonía con unión.
No digo que algo haya pasado,
No digo que nada ha pasado.
No lo llamaré Tú,
No lo llamaré Yo.
Ahora que el Señor de los Jazmines Blancos es yo misma,
¿Qué uso podrían tener las palabras?

COMO

Como
un tesoro escondido en la tierra
el sabor en el fruto
el oro en la roca
el aceite en la semilla

el Absoluto escondido
en el corazón

nadie puede conocer
los caminos de nuestro señor

blanco como el jazmín.


* Parece ser que la forma de Shiva en el templo de Udutadi,
lugar de nacimiento de Mahadeviyakka, era Mallikarjuna,
que puede traducirse como "Señor Blanco como el Jazmín"
o como "Arjuna, Señor de la diosa Mallika".

Fuentes:
1. Jane Hirshfield. Women in Praise of the Sacred.
2. A.K. Ramanujan. Speaking of Siva. Penguin, 1979.



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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Respecto "a la entrada d elo sagrado en nuestras vidas", quisiera preguntarte como concebís vos lo sagrado,¿cómo un concepto de orden religioso?¿cómo un fenómeno de orden simbólico que en el imaginario colectivo definiría los valores inmutables de una sociedad? O bien, de algún otro modo.
Un saludo

Robert Rivas dijo...

'Sagrado' viene de la religión. Y
del latín, ¿no? Pero el hueso sa-
cro, por ejemplo, es sacro porque
protege los órganos genitales.
Sacro/ profano, otra forma de la
diferencia.
En el caso de esta amante de Dios,
recibir lo sagrado equivale a con-
sagrarse a su amor.

Robert Rivas dijo...

Agregado posterior: "LO SAGRADO ES
UN MOMENTO LIMITADO DE ELLO" G.
Bataille