lunes, 3 de febrero de 2014

LAS AMANTES DE DIOS (6): MECHTILD DE MAGDEBURGO

 


 
 
 Mechtild(e) de Magdeburgo vivió en el siglo XIII. Sus fe-
chas de nacimiento y de muerte son sólo presuntivas. Tal
vez 1207 y 1282, o 1297. Al parecer, su familia pertenecía
a la nobleza.
 A los doce años sintió su primera y decisiva revelación,
viendo "a todas las cosas en Dios, y a Dios en todas las co-
sas."
 Se sabe que en 1235 entró en una de las casas de las Be-
guinas -posiblemente uno de los primeros movimientos
feministas de la historia- ya que esas mujeres que no eran
monjas, ni guardaban una relación formal con la Iglesia,
llevaban una vida comunitaria, practicando la castidad y
la pobreza, así como el trabajo social. Una viuda, por ejem-
plo, podía construir su casa dentro del Beguinazgo y vivir
ahí con las ropas más sencillas, por el resto de su vida,
primero cuidando a otras y más tarde siendo ella misma
cuidada.
 Allí estuvo muy enferma  y, cuando se curó, escuchó una
voz que le indicó que escribiera una descripción de las re-
velaciones que fuese recibiendo. Así lo hizo durante los
siguientes catorce años, siendo el fruto de ese trabajo un
libro llamado "La fluyente luz de la mente Divina".
 Aunque el original de ese libro se ha perdido -estaba es-
crito en lo que se denomina bajo alemán*-, se ha conser-
vado una versión alemánica y otra, temprana, en latín. Se
ha comentado que este libro ejerció una influencia desta-
cada en el Dante. Según algunos críticos, Mechtild (Ma-
tilde en castellano) es la Matilda de Purgatorio xxviii.
 En 1270, Mechtild hizo los votos formales y entró en el
convento cisterciense de Helfta, conocido como el con-
vento más importante de Alemania.
 Su influencia afectó también a las tres monjas visiona-
rias residentes en ese convento, la abadesa Gertrude de
Hackeborn, su hermana Mechtild de Hackeborn, y la jo-
ven postulante Gertrude la Grande.
 

LOS POEMAS

CÓMO EL ALMA LE HABLA A DIOS

Señor, tú eres mi amante,
Mi anhelo,
Mi arroyo fluyente,
Mi sol,
Y yo soy tu reflejo.


EL DESIERTO TIENE MUCHAS ENSEÑANZAS

En el desierto,
Vuélvete hacia la vaciedad.
Huyendo del sí mismo.

Quédate sola,
No pidas la ayuda de nadie,
Y tu ser se aquietará,
Libre de la atadura de las cosas.

Aquellos que se aferran al mundo,
Empéñate en liberarlos;
Aquellos que son libres, alaben.

Cuida de los enfermos,
Pero vive sola,
Feliz de beber de las aguas del dolor,
Para encender el fuego del Amor
Con las ramitas de una vida simple.

Así es como vivirás en el desierto.


CÓMO VIENE DIOS AL ALMA

Desciendo sobre mi amor
Como el roció sobre una flor.


EL VERDADERO AMOR

El verdadero amor en todo momento alaba a Dios.
El amor anhelante trae una pena dulce para los puros.
Buscar el amor pertenece sólo a sí mismo.
El entendimiento del amor se da a sí mismo igual a todos.
El amor iluminado está mezclado con la tristeza del mundo.
Pero el amor sin sí mismo porta su fruto sin esfuerzo,
Trabajando tan calladamente aún el cuerpo no puede decir
                                                                  [cómo viene y va. 


SER UNA CON DIOS

Un pez no puede ahogarse en el agua,
Un pájaro no se cae en el aire.
En el fuego de su fabricación,
El oro no desaparece:
El fuego ilumina.
Cada criatura que Dios hizo
Debe vivir según su propia verdadera naturaleza;
¿Cómo podría yo resistir a mi naturaleza,
Que vive para ser una con Dios?


BAILAR

No puedo bailar, Oh Señor,
A menos que´Tú me conduzcas.
Si Tú deseas que yo brinque gozosamente,
Déjame verte bailar y cantar a Tí-

Entonces yo saltaré al Amor-
Y del Amor al Conocimiento,
Y del Conocimiento a la Cosecha,
Ese dulcísimo Fruto más allá de los sentidos humanos.

Ahí me quedaré Contigo, girando.


SIN ESFUERZO

Sin esfuerzo,
El Amor fluye de Dios al hombre,
Como un pájaro
Que navega el aire
Sin mover sus alas.
Así nos movemos hacia Su mundo
Uno en cuerpo y espíritu,
Aunque aparentemente separados en la forma.
Mientras la Fuente tañe la nota,
La Humanidad canta-
El Espíritu Santo es nuestro arpista,
Y todas las cuerdas
Que son tocadas en el Amor
Deben sonar.


DE TODO LO QUE DIOS ME HA ENSEÑADO

De todo lo que Dios me ha enseñado
Sólo puedo decir la más pequeña palabra,
No más de lo que una abeja
Se lleva en la pata
De un desbordante jarro.

 




NOTA
Sólo para que se vean las resonancias entre la poesía de
Mechtild y el Dante, incluyo unos versos de éste:

El amor de Dios, indecible y perfecto,
 fluye hacia un alma pura del modo que la luz
 corre hacia un objeto transparente.
Cuanto más amor encuentra, más se entrega
 de tal manera, que mientras crecemos claros y abiertos,
 más completa es la dicha del cielo.
Y cuantas más almas resuenan juntas,
 mayor es la intensidad de su amor,
 y, como en el espejo, cada alma refleja a la otra.

Purgatorio, xv, 67-75. Habla Virgilio.

Dante Alighieri (1265-1321)

* El bajo alemán es uno de los dialectos alemanes.
Estos se dividen tradicionalmente en los siguientes tipos:
septentrional o bajo alemán; meridional o alto alemán; y
alemán central. Los términos "bajo" y "alto" son sólo un
reflejo de la topografía de esas zonas: la llana planicie
del norte de Alemania en contraste con las tierras altas
del sur. Magdeburgo está en el bajo alemán occidental,
pero cerca de la 'frontera' del bajo alemán oriental y del
alemán central oriental. (Ver: Glanville Price (dir.). De las
lenguas de Europa. Gredos, 2001.)

FUENTES

Jane Hirshfield. Women in Praise of the Sacred. 43 Cen-
turies of Spiritual Poetry by Women. HarperPerennial,
1995.
Stephen Mitchell. The Enlightened Heart. An Anthology
os Sacred Poetry. HarperPerennial, 1993.



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