LJILJIANA DJURDJIC (n. en 1946)
LLEVO MI OVEJA NEGRA DE VUELTA A SU MA-
NADA
Llevo mi oveja negra de vuelta a su manada
Para que sus madres-ovejas puedan lamerla, amamantarla,
[y hacerla beber,
Y que le saquen el barro, el moho, los cardos, y la humedad,
Las arenas del desierto y el hollín de sus ojos de oveja
Para que pueda volver a mirar en el dorado verdor,
En los ojos maternos de sus progenitoras ovejas
Llevo de vuelta mi oveja negra a su manada
Para que pueda volver a ser blanca, pura, e infinitamente
[la misma,
Con un cuello listo para el sacrificio ritual
Sobre la insaciable embarcación de arcilla
Repleta de sangrienta comida de los dioses
Llevo de vuelta mi oveja negra a su manada
Para poder ver su cabeza volar,
Su cabeza del viejo testamento en su arqueado cuello-de-
[oveja,
Para escuchar su generoso corazón de oveja latiendo
Y contando mi tiempo, tu tiempo, ¿el tiempo de dios-sabe
[quién?
¡El tiempo de la matanza universal!
NOVICA TADIC (n. en 1949)
ANTISALMO
Desfigúrame, Señor. Ten piedad de mí.
Cúbreme de chichones. Recompénsame con ampollas.
En la fuente de las lágrimas abre un manantial de pus
[mezclado con sangre.
Retuerce mi boca y dala vuelta. Dame una joroba. Tuérceme.
Haz que los lunares excaven en mi carne. Deja que la sangre
envuelva mi cuerpo. deja que sea así.
Que todo lo que respira me robe el aliento a mí,
que todo lo que bebe sacie su sed en mi copa.
Echa todos los gusanos sobre mí.
Deja que mis enemigos se reúnan a mi alrededor
y se regocijen, honrándote a Vos.
Desfigúrame, Señor. Ten piedad de mí.
Ata todas las culpas alrededor de mis tobillos.
Ensordéceme con ruidos y delirios. Sostenme
sobre cada tragedia.
Sobrepujame con miedos e insomnio. Rómpeme.
Abre los siete sellos, deja salir las siete bestias.
Deja que cada una paste en mi monstruoso cerebro.
Echa sobre mí todos los males, todos los sufrimientos,
todas las miserias. Cada vez que amenaces
apunta tu dedo a mí. Así, así, mi Señor.
Deja que mis enemigos se reúnan a mi alrededor
y se regocijen, honrándote a Vos.
JUGUETES, SUEÑO
Esta noche nació mi madre
su llanto infantil
llenó nuestra casa
en las afueras
bañada y tan limpia
la envolví
en un pañal
y la acosté en una cuna
desde el rincón traje
juguetes
soplé dos veces
una trompetita de plástico
Hice que el caballo de madera negra se meciera
ZVONCO KARANOVIC (n. en 1959)
MELANCOLÍA
Es casi indoloro
como la soledad
como el olor del pelo rubio recién lavado
que se percibe casualmente al pasar
las flores de agua siguen muriendo
hasta que una
vive para ver la mañana
y entonces desaparecen
te contaré alguna vez
acerca de las coronas de flores
que dejamos
en cada abedul
perdido en la niebla
en un camino embarrado en algún lugar del campo
acerca de la chica cuyas manos tiemblan en la luvia
durante siete largos años
estaba buscando a mi hermana
y la encontré a ella una tarde
detrás de la primera hilera de libros
sobre plantas
su voz era metal
ella tragaba monedas
y bisagras
con chocolate
nunca nos conocimos
ella dormía en la cáscara de la nuez
y decía que las conversaciones no son
otra cosa que largos adioses
solía entrar a mi cuarto a menudo
y me tocaba el pelo hasta
que ella se convertía en polvo
en manos que tiemblan en la lluvia.
ANA RISTOVIC (n. en 1972)
NIEVE EN TUS ZAPATOS
Uno no construye una casa juntando cubiertos
aunque unas cuantas cucharas de más
vienen bien a veces.
Uno no construye una casa con cortinas nuevas
aunque vistas diferentes
de vez en vez
deberían estar protegidas por telas nuevas.
Para que una casa sea una casa, entre otras cosas
se necesitan un montón de cosas
a las que con gusto renunciarías
de antemano.
Escucha lo que dicen los esquimales:
para construir un buen iglú,
durante años debes traer
nieve en tus zapatos.
Y un alfiler de gancho, olvidado
en el cuello de tu saco,
cerca de la yugular.
NOTICIAS DE LOS AUTORES
Ljiljiana Djurdjic estudió filología en la Universidad de
Belgrado. Además de ser una poeta muy reconocida, son
excelentes sus trabajos como traductora, en especial de Sil-
via Plath y de otros poetas estadounidenses
Novica Tadic nació en un pequeño pueblo en Montenegro,
y vivió en Belgrado la mayor parte de su vida. Es uno de los
mayores poetas serbios del siglo XX. Charles Simic lo ha
traducido al inglés.
Zvonco Karanovic nació en Nils, Serbia y vive en Belgrado.
Es autor de varias colecciones de poesía y al menos dos no-
velas.
Ana Ristovic nació en Belgrado, ha publicado varios libros
de poesía y ha sido traducida a muchos idiomas. Multipre-
miada como poeta, es también editora.
FUENTE
Wayne Miller and Kevin Pruffer. New European Poets.
Graywolf Press, 2008.
Charles Simic. The Horse has Six Legs. An Anthology of
Serbian Poetry. Graywolf Press, 1992.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
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