Estatua homenaje a Marina Tsvietáeiva
Siempre hay más poetas rusos para descubrir. Y más
poetas rusas, también. De esa fuente al parecer inago-
table, voy extrayendo nombres y versos, historias y vi-
siones. Como si fuese cierto que podemos 'comunicar-
nos'. Que algo puede, en efecto, pasar de uno a otro, sin
perderlo todo en el camino. ¿No es acaso ése el gran in-
tento?
LARISA MILLER. 1940. Muy reconocida. Vive en Mos-
cú.
LLENEMOS EL FORMULARIO
Llenemos el formulario: fecha de nacimiento-
ése es el inicio del engaño,
el comienzo del delirio o sueño...
El problema es claro, parece.
Y en la casilla debajo de la fecha
damos nuestra dirección y número de teléfono;
a la izquierda -nuestro sexo, abajo a la derecha
damos nuestra nacionalidad,
luego viene la firma. Bueno, ¿es más clara la vida
ahora y cómo manejarla?
OLGA IVANOVA. Moscú, 1965. A veces publica bajo
el seudónimo de Polina Ivanova.
¿SOSTENGO AL PASADO EN MIS MANOS?
¿Acaso sostengo al pasado en mis manos
Tal vez
Un poco demasiado firmemente?
EL TIEMPO
El tiempo vuelto del revés
Cuelga de mí
Como mangas vacías
ENCUENTRO
Me encuentro conmigo misma de nuevo cada día
Nunca me dejo sola
Ni estoy fuera de la vista ni por un segundo
Así que simplemente fallo en entender
Qué pudo haber sucedido con
Esa cara
Que me mira
Desde viejas fotografías
INNA KULISHOVA. N. en Thilisi, en 1969. Muy ad-
mirada por Joseph Brodsky.
OSCURIDAD TOTAL
Oscuridad total.
La luz de la cocina está apagada,
y la gente se irá al cuarto.
La ventana cerrada,
prenden la tele, donde un poeta
(muy amado) dice que todos vamos a morir
y sin embargo
algo permanecerá, sólo un rastro.
Aunque no fue él, de ningún modo,
él no, quien dijo esto. De inmediato,
todo es olvidado. Pero
eso no importa. La cosa más importante, un rastro
permanecerá. Y para apreciar
esto no vale los días
que pasan tan velozmente, los años, hace tanto tiempo.
Y ni siquiera vale
vanidad de vanidades.
La cosa más importante es el rastro.
Que es de noche, oscura. Que es tarde.
VERA PAVLOVA. Moscú, 1963.
MADRE
Lo más gracioso de todo fue el parto.
-Andá,- gruñó la enfermera
y la envió al pasillo.
Ella se sostuvo la panza desde abajo, y salió.
Caminó, caminó, de pronto - un espejo,
y en el espejo -una panza
en una camisa hasta el ombligo,
sobre delgadas, temblorosas
piernas de lila.
Se rió durante cinco minutos.
Después de otros cinco dio a luz.
Y DIOS VIO
Y Dios vio
que estaba bueno
Y Adán vio
que estaba excelente
Y Eva vio
que estaba pasable
OLGA KHVOSTOVA. N. en Maili-Sai Sai, en 1965.
DÍA
¿Por qué vos, llegando al mar, te sentás junto al río
del tiempo, lavándote los pies en él, machucándote los sesos,
alzando tu ganchuda nariz hacia el cielo?
Durante muchos días no hay un miau ni un ladrido.
Como este río, esta agua,
el silencio crece en vos como la barba en un paisano
y mientras un erizo de mar o una estrella
salen flotando del fondo
vos pensás
'Síííí',
qué voraz es el tiempo, la manada de cuerpos
se ha ido por un momento, desapareció
entre los botes de remos y las goletas
las Sirenas sollozan en su último viaje.
los delfines catapultan.
NEGAR. (Negar Hasan-Zadeh). N. en Bakú, en 1975.
PERDONAME
Perdoname que abrí silenciosamente tu puerta,
sin golpear entré a tu destino,
que prendí el fuego pero luego se enfrió.
que busqué pero no encontré.
Perdoname porque confié, no conocí la vergüenza,
que te encanté con mi audacia.
Perdoname que me haya convertido ahora y por siempre
en una cicatriz indeleble en tu alma.
Perdoname por la risa, perdoname por las lágrimas,
perdoname por la sinceridad que vos no aceptaste.
Perdoname, querido, por los sueños rosados,
por el que nunca me entendieras.
Perdoname todo en el presente,
perdoname todo en el pasado
que por casualidad siguió en tus talones,
por mi abrir una vez tu puerta.
bueno, ahora la cerraré de un golpe detrás mío.
INNA LISNIANSKAYA. N. en Bakú en 1928 y murió
en Haifa en 2014.
ENTRE ESPERANZA Y FRACASO
Entre esperanza y fracaso-
y árboles con espuma en los labios-
la cama se acordaba de cómo la noche había pasado.
El cuaderno recolectaba cómo había pasado el día,
como pasaba la vida: nieve y pétalos caídos.
Cómo pasa la muerte, polvo y cenizas no olvidarán.
OLGA MARTYNOVA. Nació en Siberia, en 1962.
QUÉ SABE EL RÍO
En el corazón de este negro mundo
Cubierto de interminables jardines-
Mira: en uno la mañana sin abrir
Se alzó, y esto, cerrado por la noche.
¡Qué sabe el río de su propio lecho,
O la araña de la telaraña?
¿Qué sabe una tela de un cuadro?
¿Quién sabe lo que cualquiera entiende o necesita?
En este oscuro abismo, todo
es aterrador y amable al mismo tiempo.
¿Qué sabe el telón de fondo acerca de la seda?
Estamos en la oscuridad, escondidos
vacío lleno de cantos, lamentos, silbidos
y el chasquido de los dedos.
Escucha.
EVELINA SHATS. Nació en Odessa y ha vivido muchos
años en Italia, escribiendo poesía en ambos idiomas.
DUERME PROFUNDO, QUERIDO POETA
"No me gustan los hombres que dejan detrás
un humeante rastro de mujeres llorosas."
(Auden)
Dejaré de lloriquear
no dejaré, lloriqueando, un humeante rastro
así que el amor no incordiará a Auden
así Joseph puede dormir profundo
el sueño de un genio y salvar al mundo con su
rigurosa -casi delirante-
desesperada dedicación a la palabra
[Joseph por Brodsky]
NATALYA GORBANEVSKAYA. N. en Moscú, en 1936,
fue una activista de los derechos civiles. Murió en París,
en 2013.
ALGUIEN TELEFONEA
Alguien telefonea, me llama durante la noche.
Alguien quiere oír mi voz, pero él mismo
ha buscado refugio en el receptor, ni un suspiro,
su alma comprimida entre el hombro y la oreja.
FUENTE
Valentina Polukhina (Ed.) Russian Women Poets.
Modern Poetry in Translation. N° 20,
Y UNA MÁS: IRINA RATUSHINSKAYA
Nacida en Odesa en 1954, fue encarcelada en Rusia por
sus actividades disidentes y se exilió del país en 1986.
Es autora de varios libros de poesía y dos autobiografías.
VIVIRÉ Y SOBREVIVIRÉ
Viviré y sobreviviré y me preguntarán:
Cómo me golpeaban la cabeza contra un caballete,
Cómo tenía que congelarme durante las noches,
Cómo mi pelo empezó a encanecer...
Pero yo sonreiré. Y me rajaré alguna broma
Y apartaré la invasora sombra.
Y le rendiré homenaje al seco septiembre
Que se convirtió en mi segundo alumbramiento.
Y me preguntarán: "¿No te duele recordar?"
Sin decepcionarse por mi directa ligereza.
Pero los nombres del pasado detonarán en mi memoria-
Potentes como un viejo cañón.
Y hablaré de la mejor gente de toda la tierra,
La más tierna, pero también la más invencible,
Cómo dijeron adiós, cómo fueron para ser torturados,
Cómo esperaron las cartas de sus seres amados.
Y me preguntarán: qué nos ayudaba a vivir
Cuando no había ni cartas ni noticias- sólo muros,
Y el frío de la celda, y la cháchara de las mentiras oficiales,
Y las enfermantes promesas hechas a cambio de la traición.
Y hablaré de la primera belleza
Que vi en cautiverio.
¡Una ventana cubierta de escarcha! No mirillas, no muros,
No rejas de la celda, no el dolor largamente soportado-
Sólo una resplandor en una pequeña hoja de vidrio,
La trama sinuosa de encaje- ¡nada más hermoso podía ser
[soñado!
¡Cuanto más claramente mirabas, más poderosamente flore-
[cían
Todos esos bosques forajidos, esas fogatas y esos pájaros!
Y cuántas veces había un clima de amargo frío
Y cuántas ventanas destellaban después de aquella-
¡Pero nunca se repetía la agitación del arco iris de hielo!
Y de todos modos, ¿de qué me serviría ahora,
Y cuál sería el pretexto para ese festival?
Un regalo así sólo puede recibirse una vez,
Y una vez es probablemente suficiente.
(De la versión en inglés que hiciera David McDuff)
FUENTE
Wayne Miller and Kevin Prufer. New European Poets.
Graywolf Press, 2008.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
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