domingo, 1 de enero de 2012

"SÉ QUE ESTOY VIAJANDO", DICE ARTUR LUNDKVIST



Voy a compartir, este primer día del año, los seis primeros
textos de un libro asombroso. Se trata de "Journeys in Dream
and Imagination" del poeta sueco Artur Lundkvist.
En Octubre de 1981, mientras pronunciaba una
conferencia acerca de Anthony Burgess, Lundkvist sufrió
un ataque cardíaco muy grave. Como consecuencia de ese
episodio, permaneció en coma durante dos meses en terapia
intensiva. Tenía, en ese momento, 75 años. Durante su coma,
tanto su mujer, Maria Wine, como un buen amigo, estuvieron muchas horas diarias a  su lado, hablándole como si él escu-
chase, o poniendo músicas que sabían que le gustaban a Ar-
tur. Lo más notable es que una vez repuesto, Lundkvist escri-
bió este libro de preciosa sensibilidad. En él refiere sus expe-
riencias durante el coma en un lenguaje onírico-poético que
me parece de una gran belleza. De paso, diría que casi toda
la literatura que me afecta realmente tiene un elemento oní-
rico u oniroide fundamental. Me parece que ése es uno de
los secretos de la fascinación que ejercen los escritos de
Kafka, Sebald, Michaux y Bowles, por ejemplo. Escritos
en los que es difícil separar realidad y sueño. Es, también,
lo fallido del surrealismo, a mi entender, al menos cuando
éste falla: que su onirismo es forzado y artificial.

El ejemplar que yo tengo perdió la cubierta en algún lado;
es una edición de Four Walls Eight Windows, de N.Y.; tie-
ne una breve introducción 'médica' por el Dr. David Ingvar,
Prof. de Neurofisiología de la Univ. de Lund; un prefacio es-
crito por Maria Wine, contando la experiencia desde su pun-
to de vista; y un prólogo de Carlos Fuentes, que concluye con
estas palabras: "El 'Journeys in Dream and Imagination' de
Lundkvist es el más movilizante mojón de la renovación eu-
ropea. Es un regreso desde el borde de la oscuridad; la recu-
peración de la consciencia; una palabra, una voz, un nombre
que compartimos y amamos".
Mi ejemplar, además, comprado a una libreria de usados en
Estados Unidos, fue dado de baja por la Biblioteca Lamont
de la Univ. de Harvard.
Gracias al formidable 'vehículo' de la literatura, se puede
estar en una multitud de lugares interesantes en el mismo
día -o meses, o años- sin moverse del lugar.
¿Cito a Lacan? "... es incluso preferible que el poeta no
sepa lo que hace. Esto es lo que da a lo que hace su valor
primordial".

                                 *************


Sé que estoy viajando todo el tiempo, posiblemente sin inte-
rrupciones, también sin temblores ni ruidos, insonora y blan-
damente, y entonces ya no yazgo en mi cama sino que salgo
al mundo donde todo está despierto, bañado en sol, confor-
tante, y estoy ahí claramente como un visitante, y estoy bas-
tante relajado,
debe ser un viaje en sueños el que he emprendido, definiti-
vamente un viaje en sueños donde todo es real pero donde
todos mis deseos son satisfechos sin siquiera tener yo que
pedirlo, precisamente el modo en que todos los viajes debe-
rían ser, pero tal vez uno tiene que estar muerto en orden
de viajar de esa manera,
dicho sea de paso, cómo puedo saber que no estoy muerto,
aún cuando no tengo ninguna sensación de estar muerto,
y es como si descansara en una zona media sin sentir ni
calor ni frío ni hambre ni ninguna necesidad humana

                                           *


Ningún viento, ni siquiera el más leve, completa quietud y
silencio, y sin embargo estoy viajando o tengo una definiti-va sensación de viajar, pero cómo puede suceder sin un solo so-
nido y sensación de movimiento,
puedo viajar inmóvil o deslizarme hacia adelante sin la me-
nor resistencia desde la tierra o el aire, puede ser que el
tiempo se haya detenido o que la velocidad ya no tenga sen-
tido, que he alcanzado el cruce de caminos más allá del mo-
vimiento y de la quietud...
sin embargo estoy aquí, puedo sentir mi cuerpo y percibir mi respiración, es una nada que es definitiva, pero sin viento o
aire o sonido de ninguna clase, como si todo menos mi pro-
pio ser hubiese cesado de existir,
me asombra de algún modo, pero en realidad no importa,
para qué necesitaría viento y sonido, aquello que existe
existe de todas maneras, y yo debo ser el que lo percibe,
y eso es sin duda suficiente para hacerme estar vivo y ca-
paz de percepción,
no sé qué tiempo ha pasado, pero ahora comienzo a oir al-
go, al principio vagamente, después con creciente fuerza,
y pronto, puedo reconocer un canto distante de mujeres,
como un coro como en una iglesia pero oído desde una dis-
tancia, el canto se alza y cae rítmicamente, con diferentes
voces combinándose, más claras y más oscuras,
en realidad no es hermoso, pero aún así genera una impre-
sión por su inherente certidumbre y potencia, sí, el canto
sustenta el testimonio de una convicción que conquista el
silencio y la nada, como si viajase por su propia fuerza y
conquistando cualquier resistencia,
siento que otra vez estoy viajando, que la inmovilidad y el
silencio ya no reinan, pero no sé qué están cantando las
mujeres o lo que el canto significa, está simplemente ahí,
llenando la habitación que era sólo silencio y vacío

                                           **

Debo de estar en una nave, mar afuera, una multitud de
aves están volando muy cerca, puedo ver claramente las
marcas sobre sus alas y el color de sus ojos como perlas
de blanco, marrón, rojo, y negro, están volando callada-
mente cerca una de otra, manteniéndose juntas como una
bandada de pájaros migratorios, es como si estuviesen to-
das atadas entre sí por un hilo invisible

                                           ***


Otra vez los pájaros pasan volando, vienen en oleadas cer-
canas con escasas pausas entre ellas, algunos son rayados
como cebras en blanco y negro, no particularmente hermo-
sos, pero fáciles de distinguir a la distancia, como las ba-
rras blancas y negras que bloquean un camino,
algunas tienen manchas de rojo, como arbustos cubiertos
de rosas, innecesariamente decorados para volar simplemen-
te sobre el mar vacío, algunos son enteramente blancos con
manchas amarillas sobre sus pechos, como si un sol estuvie-
se brillando en su interior, sin embargo otro pájaros están
pintados en un estilo cubista, con filosos ángulos y curvas,
brillantemente coloreados con rojo contra azul y amarillo
contra verde, como si estuviesen camuflados para vivir en
la selva,
pájaros que casi nunca podrías ver en otras circunstancias
pero que evidentemente existen en varias partes del mundo,
donde los ojos del hombre raramente alcanzan

                                           ****


El silencio es como una fina telaraña contra mi cara, no
puedo borrármela, está simplemente ahí sin ser tangible-
mente real, no aletea como una hoja en la brisa, ni está
del todo inmóvil, se siente como la impresión de un viento
que ya se ha calmado, es apenas el comienzo del tramado
y no traiciona un diseño, es la más insignificante materia,
y sin embargo se da a conocer


                                        *****


Es un río con agua muy delgada y el fondo es liso como
un camino pavimentado, casi como una autopista, pero
todavía es un río y los caballos tiran de mí, están trotando
con un ligero resonar de pezuñas y el carruaje rueda a tra-
vés de la fina agua con un lánguido silbido, sin ladearse en
absoluto, como si rodáramos sobre insonoras ruedas de go-
ma, ni se hamaca para nada, sino que el pavimento parece
absolutamente suave,
es una manera confortable de viajar, muy superior a la de
autos y trenes, uno está más cerca de la vista y nada per-
turba la paz de la naturaleza, la quietud y el silencio del
paisaje, todo está inmóvil  como en un cuadro, excepto que
va pasando a un paso uniforme,
los pájaros no se asustan por nuestro paso, como si no pu-
diesen ni vernos ni oírnos, vuelan tan cerca que uno puede
sentir batir sus alas al lado,
los alrededores apenas cambian, hay campos y praderas pe-
ro no casas, un limpio y bien atendido paisaje pero aparen-
temente sin habitantes, ni hay ganado ni otros animales,
la tarde y la noche llegan sin un atardecer, ni tampoco cae
la oscuridad, sino que una luz opalina brilla dondequiera,
no se pueden ver estrellas, nada sino un cielo pálido,
parece improbable que hayamos de arribar pronto a un lu-
gar habitado, este calmo y vacío paisaje sin gente parece
interminable, pero esto no me pone ni impaciente ni ansio-
so,
lo acepto sin cuestionar, estar sin distancia en el tiempo y
en el espacio, meramente siendo algo que existe por su pro-
pio derecho, sin un destino que alcanzar, sin insignifican-
tes problemas y circunstancias, sin necesidad humana al-
guna que atender

1 comentario:

Osvaldo dijo...

Gracias por compartir tan bellos textos con quienes visitamos tu blog. A mi también me atrae más la literatura donde la realidad y el mundo fantasmático se confunden.
Feliz año nuevo
un saludo
Osvaldo