martes, 18 de enero de 2022

ÚLTIMOS DÍAS DE EZRA POUND EN ITALIA (1945)

 


Ezra Pound, saliendo de la Corte Federal en Washington, el 18 de abril de 1958,

luego de que el cargo de traición a la patria le fuese retirado. El Superintendente

del Hospital St. Elizabeth, declaró bajo juramento que "Ezra Pound sufre, y desde

diciembre de 1945 ha sufrido de un estado paranoide."


 Richard Sieburth (Ed.) The Pisan Cantos. New Directions,

2003.

 William Cookson. A Guide to the Cantos of Ezra Pound.

PerseaBooks, 2001.

 Jean-Michel Rabaté. Language, Sexuality and Ideology in

Ezra pound's Cantos. Macmillan Press, 1988.

 Peter Markin. Pound's Cantos. The John Hopkins Univ.

Press, 1992.



 

 


 El 28 de abril de 1945 Benito Mussolini y Clara Patacci son

capturados cerca del lago di Como. Son llevados a la Piazzale

Loreto, en Milán, donde son fusilados y luego colgados de los

pies.


 En 3 de mayo de 1945, mientras estaba sentado en su escrito-

rio traduciendo a Mencio en Sant' Ambrogio, en las colinas de

Rapallo, Ezra Pound es capturado por los partisanos. Ni su es-

posa Dorothy ni su amante Olga Rudge se encontraban en el

lugar.

 Mientras se lo llevaban, logró escabullir una copia de los Clá-

sicos de Confucio y un pequeño diccionario chino en los bolsi-

llos. También se llevó una semilla de eucalipto.

 Estuvo cerca de ser fusilado, pero tal vez por ser norteameri-

cano, lo llevaron a un puesto de comando en Zoagli, al sur de

Rapallo. Allí pudo alcanzarlo Olga Rudge. De ahí fue traslada-

do al comando partisano de Chiarvari. la visión de sangre en las

paredes le hizo pensar en su inmediato fusilamiento. Pero, en

cambio, fue autorizado a ir a Lavagna para entregarse a las au-

toridades militares estadounidenses. Tanto él como Olga fue-

ron transportados en un jeep al cuerpo de contrainteligencia

en Génova, donde debieron esperar la llegada del Mayor Am-

prim, el agente del FBI que había designado Hoover para lle-

var el caso de acusación de traición a la patria contra el poeta.

 Allí estuvo detenido durante tres semanas. Olga fue llevada de

vuelta a Sant'Ambrogio el 7 de mayo. Más tarde ella describiría

(extrañamente) esos 4 días solos en Génova, con abundante co-

mida, "entre los más felices de mi vida". Razones de los aman-

tes. Entretanto Pound había preparado un escrito para leerlo por

radio, escrito especialmente para esta ocasión, titulado "Las ce-

nizas de Europa llamando..." ("Europe's ashes calling..."), que 

por supuesto no le permitieron leer.

 Fue interrogado durante las 48 horas siguientes, acerca de los

alrededor de 120 discursos de unos 15 minutos de duración ca-

da uno, por los cuales había recibido como paga unos 18 dls.

por pieza. Algunos de ellos eran tan incoherentes, que los ofi-

ciales italianos empezaron a sospechar que Pound podría muy

bien ser un doble agente, que se comunicaba con los aliados

en clave. Las siguientes dos semanas las pasó en Génova, en

"un estado de serenidad confuciana". 

 Entretanto, en Sant'Ambrogio, le incautaban su Everest, la

máquina de escribir con una "t" desalineada, sus lápices y su

lapicera Swan. Además de 7000 págs. de documentos: artícu-

los, guiones, cartas y demás. Dos días después fue conducido

-otra vez en un jeep militar- a Pisa, donde se encontraba la Cor-

te. El autor de los Cantos, mientras tanto, estaba convencido

de que lo trasladaban para entrevistar a Truman y a Stalin, y 

que iba a ser utilizado para detener la guerra contra Japón.

Pero en lugar de ello lo llevan a Metato, un poco al norte de

Pisa, donde ya había 3600 prisioneros militares de toda laya:

desertores, violadores, desobedientes, asesinos... A un "Cen-

tro de Rehabilitación".  


                                                Las celdas-jaula para osos de Pisa.

 Ezra era el único civil del campo. Lo confinaron a una de 

las llamadas "celdas de la muerte" del campo: una jaula de

acero de 1,80 por 1,80 mts., abierta a los elementos, para evi-

tar su fuga.

 Totalmente incomunicado. Y observado las 24 horas del día

por un guardia armado, con luces día y noche, sin cama, sin

contacto verbal alguno, con la excepción de sus conversacio-

nes diarias con el capellán católico.

 Allí leyó a Confucio durante horas, observando el paisaje,

"haciendo sombra" de boxeo, imitando prácticas de esgrima

y de tenis. A la tercera semana, los médicos notaron su grahn

deterioro físico, y lo trasladaron a la que él bautizó "la jaula

de los gorilas". Allí fue examinado por dos psiquiatras del 

ejercito ocupante: confusión, ansiedad, debilidad manifiestas".

Se indicó entonces su traslado a Estados Unidos. Mientras 

tanto, Pound se recupera lo suficiente para retomar la escritu-

ra (!) Y escribe varios Cantos (del 74 al 84) que luego se de-

nominarán Los Cantos Pisanos, que significaron un giro fun-

damental en su escritura, que se tornó elegíaca y autobiográfi-

ca. En ellos prima el grito de dolor y el repaso de lo que ha si-

do sabido, lamentándose por lo perdido, y tratando de encon-

trar algún sentido que generase esperanza y una razón para se-

guir adelante. Al principio la escritura no estaba dividida en

Cantos, y Pound no parece consciente de que está en juego el

fin de todo para él. 

 "Morir inquebrantable

 como si morir no fuese suficiente

                       esto es

 energía Nórdica

 y los vigorosos acumulan esa clase de energía"


 "En los Cantos Pisanos", como dice Peter Makin, "una gran

parte del texto se ocupa de localizar la sensibilidad fina, y de

demostrarla."


 'Amo ergo sum' (Amo por lo tanto existo) 'y solo en esa pro-

porción.', dice en ellos Pound.


Escribiendo los Cantos Pisanos en el complejo médico de Pisa. Ahí también escribió 

cartas para otros reclusos, 

  

Liberado de sus cargos, Pound regresa a Italia en
1957. Durante cierto tiempo permanece con Doro-
thy Shakespear, su esposa, que desde el inicio del
matrimonio debió soportar la relación amorosa de
Pound con Olga Rudge, con quien el poeta tuvo u-
na hija (Mary de Rachewitz, quien lo alojó en su cas-
tillo al regreso a Italia.) Los últimos diez años de su
vida los pasó con Olga. Murió en Venecia en 1972, a
los 87 años.

    Me parece necesario agregar este dato: a fines de 1941,

Pound estaba en una posición muy bizarra: un ciudadano 

americano viviendo en un país que estaba en guerra con el

suyo. Después de Pearl Harbor, el autor de Lustra intenta re-

gresar a los Estados Unidos. Pero un oficial de la Embajada

Americana rechaza su pedido, por razones que siguen siendo

desconocidas. Por ende el poeta debe permanecer en Italia,

único sostén de la 'familia' y con ingresos mínimos provenien-

tes de sus disparatados discursos antisemitas por Radio Roma.



Las fotos que ilustran esta nota provienen del libro de Peter

Ackroyd, Ezra Pound and his World. Charles Scribner's Sons,

1980. (Con 111 ilustraciones).

No hay comentarios: