viernes, 21 de enero de 2022

40 TANKAS JAPONESES

   





  En la delgada línea que separa sensibilidad y sentimenta-

lismo se desarrolla el tanka, una de las formas más impor-

tantes de la poesía japonesa, opacada injustamente por la

llegada del haiku. Tiene al menos 1400 años de antigüedad.

Si a lo que los japoneses denominan onji, nosotros nos atre-

vemos a llamarlas 'sílabas', podemos definir al tanka como

un poema breve compuesto de 5 versos, que siguen la regla

del 5-7-5-7-7: ése es el número de sílabas prescrito para com-

poner un tanka. La primera colección de los mismos (los em-

peradores japoneses, muy aficionados a la poesía, ordenaban

a sus académicos, reunir colecciones de los mejores versos),

se denominó Manyoshû, y fue completada en 759, constando de 

4200 tankas y algunos poemas que siguen otra forma (chôka, 

renga, etc.). Al tanka también se lo ha conocido en otros tiem-

pos como uta, o como waka



La siguiente es el Kokinshû, o Kokin Wakashu, y fue com-

pletada en 920.



Antes de estas dos grandes antologías, ya se habían completado

otras dos, constituidas por lo que podría llamarse el equivalen-

te japonés de 'poesía primitiva': el Kojiki y el Nihon Shoki.

 A partir de la introducción de la escritura, en caracteres chinos,

probablemente en el siglo 5°, la poesía japonesa adquiere la

forma que tendría durante los siguientes mil años. Recién en el

siglo IX la poesía japonesa adquiere un silabario propio.

 Hacia el fin del shogunato Ashikawa, en 1573, el tanka es 

sustituido por el haiku. No son pocos los que opinan que fue

el fin de la verdadera poesía japonesa, ya que el haiku tiene

mayor influencia religiosa y pertenece a la clase media de ese

tiempo.



  1.


     En el pueblo de montaña

   El viento hace susurrar las hojas.

   En lo hondo de la noche, los venados

   Gritan más allá del borde de los sueños.


    MINAMOTO NO MOROTADA (s. XII)


  

   2.

   Durante toda una noche

   De angustia espero.

   Al fin llega el amanecer

   A través de las hendiduras de las persianas,

   Tan desalmado como la noche.


   EL MONJE SHUN-E  (Siglo XII)



  3.


  ¿A causa de una noche

   Breve como los nudos  

   De las cañas de Naniwa

   Debo seguir viviendo,

   Mi carne desperdiciada en nostalgia?


   LA CAMARERA DE LA EMPERATRIZ KOKA  (s. XII)



  4.

  Tus finas promesas

  Fueron como el rocío de la vida

  Para una planta reseca,

  Pero ahora ha pasado

  El otoño de otro año.


  FUJIWARA NO MOTOTOSHI (S. X)



  5.


 Guardián del portal

 De Suma, ¿cuántas noches

 Te has despertado

  Por los gritos de los pájaros de las orillas

  De la Isla de Awaji?


 MINAMOTO NO KANEMASA (S. XII)



  6.

  Abandonado en la playa

  Repleto de agua,

  Un gastado bote

  Refleja el cielo blanco

  Del otoño temprano.


        YOSANO AKIKO (s. XX)



  7.

  La nieve cae y cae.

  Las montañas y las llanuras duermen.

  Solo un vejo molino

  Permanece despierto.


        ÔKURA ICHIJITSU (Fechas desconocidas)



  8.

  El grillo chilla 

  En la escarcha.

  En mi angosta cama,

  Sobre una colcha doblada,

  Duermo solo.


  EL REGENTE FUJIWARA NO GO-KYÔGOKU (s. XII)



  9.

  El viento ha detenido 

  La corriente del arroyo de montaña

  Tan solo con una gavilla

  De rojas hojas de arce.


        HARUMUCHI NO TSURAKI (s. X)


 

  10.


  Ha llegado temprano la primavera-

  O se han atrasado las flores del ciruelo-

  Me gustaría saberlo

  Pero ni siquiera el canto de

  Los zorzales de la montaña trae la respuesta.


       FUJIWARA NO KOTONAO



  11.

  Si tan solo hubiese soñado

  Y nunca atravesado las resonantes

  Olas del río Otowa

  Nunca hubiese conocido

  Las estremecedoras aguas del amor.


        FUJIWARA NO KANESUKE



  12.

  Como los insectos que

  Viven entre las algas marinas

  Que los pescadores cosechan

  Grito en voz alta -es mi propia falta

  No puedo culpar al mundo


                 FUJIWARA NO NAIOKO (Ca. 900)



  13.

  A mis ojos   parece

  Que las olas impulsadas por el viento

  A las orillas del río

  Se aproximan pero no regresan-

  Grullas paradas sobre los juncos.


            KI NO TSURAYUKI



  14.

  Los gansos salvajes que regresan

  A través del brumoso cielo-

  ¡Mira!, parecen

  Un trazo escrito

  Con una tinta tenue


           TSUMORII KUNIMOTO (1023-1103)



  15.

  Mañana regresaré a este sendero salvaje

  Próximo al río Tama.

  Donde, más allá de la manigua de trébol,

  En las coloridas olas,

  Se alberga la luna.


        MINAMOTO NO TOSHIYORI



  16.

  Dijiste que no me olvidarías

  Sólo se trataba de palabras;

  Lo único que aún permanece

  Es la luna que brilló esa noche

  Y que ahora ha regresado.


         FUJIWARA NO ARIIE (1155-1216)



 17.

  Idos los pétalos del cerezo,

  Mis pensamientos carecen de color,

  Sin embargo cuando miro

  Del cielo vacío cae

  La quieta tristeza de la lluvia de primavera.


         PRINCESA SHOKUSHI (s. XII)



  18.

  Dado que pienso

  Que lo real

  Jamás es real,

  ¿Cómo podría creer 

  Que los sueños son sólo sueños?


         MONJE SAIGYO



  19.

  Bajo las hojas del arce

  Yace enterrado

  Mi viejo hogar.

  Entre los helechos del alero

  Pasa el viento.


         MINAMOTO NO TOSHITORI (1205)



  20.

  Con los ojos del corazón,

  ¿Sabré recogerlas?

  Bajo la primera helada

  se confunde

  La flor del crisantemo blanco.


       OSHIKOSHI NO MITSUNE   (854-953)



  21.

  Nevada incesante-

  Nadie va ni viene

  Por este camino de lágrimas.

  No permanece rastro alguno

  De cualquier dolor.


          ÔSHIKÔCHI NO MITSUNE (s. X)



  22.

  El crepúsculo de primavera

  Se reúne en el pueblo de montaña.

  Mientras me acerco

  Los pétalos de cerezo se dispersan

  Por el estruendo de la campana

  Del templo al atardecer.


           EL MONJE NÔIN (998-1050)



  23.

  ¿A quiénes tendré por amigos,

  Ahora que me he vuelto tan viejo,

  Que hasta aquellos antiguos compañeros,

  Los pinos de Takasago,

  Están demasiado lejos.


          FUJIWARA NO OKIKAZE (s.X)



  24.

 Es la temporada de la lluvia y las nieves

 Paso noches insomnes

 Observando la escarcha

 Frágil como tu amor

 Acumulándose en el amanecer


             IZUMI SHIKIBU (s. XI)



  25.

  Salí en la primavera

 A juntar tiernas hierbas.

 Caían tantos pétalos

 A la deriva en confuso vuelo

 Que perdí mi camino.


           KI NO TSURAYUKI (882-946)



 26.

 Tu pelo se tornó blanco

 Mientras tu corazón permaneció

 Anudado contra mí.

 Ya nunca

 He de desatarlo.


        HITOMARO  (fines del s- VII, comienzos del VIII)



 27.

 Estuvimos juntos

 Solo un breve rato.

 Y creíamos que nuestro amor

 Duraría mil años.


         ÔTOMO NO YAKAMOCHI (718-785)



 28.

 La luna es una casa

 En la que la mente es el amo.

 Observa bien:

 Sólo dura la impermanencia.

 Este mundo flotante, también, pasará.


        IKKYU SOJUN (1394-1481)



 29.

 En el promontorio de Ozaki

 La brisa del comienzo de la mañana

 Se amansa lentamente;

 Desde la isla Tashima,

 La voz de mil grullas.


       IMAGAWA RYOSHUN (1325-1420)



 30.

 Cuando me siento solo

 Y salgo a caminar, veo

 La misma penumbra otoñal

 En todas partes.


      EL MONJE RYÔZEN (s. XI)



 31.

 Alguien pasa

 Y mientras me pregunto 

 Si será él

 La luna de medianoche

 Se ha cubierto de nubes.


        MURASAKI SHIKIBU (974-1031)



 32.

 Los gansos salvajes

 No dejan huella alguna

 En la ciudadela del agua,

 Mientras desaparecen sobre las olas

 Rumbo a las nubes


     PRINCESA SHIKISHI 



 33.

 No vienes, y yo espero

 En la playa Matsuo,

 En la calma del atardecer.

 Y como las aguas llameantes,

 Yo también estoy ardiendo.


        FUJIWARA NO SADAIE  (1162-1242)



 34.

 Este mundo nuestro,

 ¿Con qué he de compararlo?

 A la blanca estela de un bote

 Que se aleja en el alba temprana.


       SHAMI MANSEI (s. VIII)



 35.

 En el barranco de la primavera

 En la brillante lluvia

 Un uguisu comienza a cantar

 En la quietud de la montaña.


         ONOE NO SHIBAFUNE (s. XIX) 



 36.

 Refreno a mi caballo

 Para sacudirme las mangas

 Pero no hay refugio

 En ningún lado cerca del ferry de Sano

 Esta noche nevada.


         FUJIWARA NO TEIKA (1162-1241)



 37.

 Porque

 La choza de cosecha

 En el campo de arroz del otoño

 Fue techada con una tosca mata de pasto

 Mis mangas están empapadas de rocío.


      EL EMPERADOR TENCHI (o TENJI) (s. VII)



 38.

 Recuerdo una choza de pasto

 En una noche lluviosa,

 Soñando con el pasado,

 Mis lágrimas se inician con el grito

 Del cuclillo de montaña.


        FUJIWARA NO TOSHINARI (1114-1204)



 39.

 En el río Asuka

 Flotan hojas de arce.

 En el monte Katsuragi,

 Bien río arriba, ya están

 Cayendo de los árboles.


                ANÓNIMO (del MANYÔSHÛ)



 40.

 El río Yoshino

 Fluye entre la montaña Imo

 y el monte Se. Toda la

 Ilusión del mundo

 Fluye entre amante y amante.


           ANÓNIMO del KOKINSHÛ 

 


FUENTES

Son numerosas las fuentes de estos poemas.

Elijo estas dos, porque, en su brevedad, logran una exce-

lente síntesis del tema.

Kenneth Rexroth. One Hundred Poems from the Japanese.

New Directions, 1976.

Kenneth Rexroth. One Hundred More Poems from the Ja-

panese. New Directions, 1985.




 Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

 

 El que aparece en la ilustración inicial, es el Monje

Saigyô, detalle de un dibujo de Chôsun Miyagawa (1682-

1752).


 


  

 


   

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