lunes, 3 de mayo de 2021

ICEBERGS

Tripulábamos icebergs

con sus derroteros sin mapas

O con mapas dibujados

por las corrientes marinas

por la gravitación de la tierra

y el desplazamiento de los astros

Icebergs que mientras navegan

viven en lucha con el sol

el desmenuzamiento

y la disolución

Icebergs rumbo a su muerte

Si no se aprende algo

algo bien profundo

algo bien inquietante

navegándolo

es que hay que desistir para siempre

del conocimiento

¡Viajes sin puerto!

Viajes en plena pérdida de sustancia

Montados en sus resbaladizas

casi inhabitables 'instalaciones'

nos transformamos en parte de la naturaleza misma

'Es la vida: no saber dónde termina'

Saber, eso sí, que ha empezado a terminar

desde el inicio

desde el desprendimiento

Ah qué crujidos inolvidables

que verdadero desgarro en la carne de los cuerpos

Verdaderas PARTIDAS

verdaderas particiones

Ningún grito de "¡A la mar!", por supuesto

Somos, de hecho, el mar

le pertenecemos

nos entregamos a él.

Nuestra 'embarcación' (¿embarcadura?)

no tiene por finalidad el dominio de nada

Ni de cierto recorrido ni de cierta llegada

Y desprecia a la vez que se somete

a las vulgares leyes de la física

En estas crestas 

en las que el sol encuentra al fin

su máxima belleza posible

Con este casco negro que sondea 

la profundidad del vacío marino

exigiéndole el uso de sus fuerzas

nuestro iceberg incita a que se muestren

los dioses de los océanos

No hemos conocido a ningún tripulante

de icebergs

que esté dispuesto a rebajarse

a 'viajar en barco'

Lo sentirían, me dicen,

como si aquel acostumbrado a caminar

y saltar sobre piernas vigorosas y ágiles

tuviese que aprender a andar

arrastrándose

Exageran un poco, ya lo sé,

se es exagerado

Es 'la embriaguez del iceberguiano'

Los sonidos, esos SONIDOS

La luz, las luces, las oscuridades,

las sombras blancas y las caricias heladas de la luna

Los estados del agua

como una inmensa gama de ánimos

El iceberg navegando entre icebergs

Y luego su navegación solitaria

Pájaros que se detienen

Faunas casuales

Vigilados por autoridades militares

Erguidos navegamos

Embargados por los sonidos del deslizamiento

Icebergs perdiéndose en la bruma

evitando las costas

buscando el horizonte perdido

bajo lluvias torrenciales

a veces de sol a veces de agua

sintiendo pasar mareas y contramareas

bajo su vientre de hielo

Hecho de la misma sustancia que las mareas

de la misma sustancia que el viento

que la noche estrellada

a la que atravesamos

en un grado de silencio

incomparable.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que belleza el iceberg!
Su color y su sonido...

Que belleza tu escrito.....
Bellisimo!!!

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Ser parte de esa nave iceberguiana, es un lujo leerte!

Robert Rivas dijo...

Muchas gracias, Carmen.

Robert Rivas dijo...

Graciaa también al Anónimo que comentó el poema.