domingo, 16 de mayo de 2021

POEMAS DE PAUL CELAN

 



 Resulta que anoche estuve leyendo un magnífico artículo

del ensayista argentino Oscar del Barco acerca de Celan

y la cuestión del testigo. El Nadie del testigo y sus posibles

interpretaciones. Es lo que hace que a veces la poesía de es-

te hombre -que nació llamándose Paul Antschel, en Czerno-

witz, Bukovina, Rumania (hoy Chernovtsy, Ucrania), de pa-

dres alemanes judíos, en 1920- sea tan difícil de leer. Es que

Celan, que hablaba varios idiomas con fluidez, decidió escri-

bir sus poemas en alemán, con la inmensa carga del Holocaus-

to sobre sus espaldas y una preparación filosófica notable.

 Y la casualidad quiso que, todavía surcado por los recorridos

que con gran pericia realizó Del Barco en ese ensayo, abro 

hoy un libro llamado "The Poetry of the World" justo en las

páginas dedicadas a Celan. Lo que no es poco en un texto de

más de 500 páginas, de las cuales sólo 12 están dedicadas a

sus escritos. Varios de los poemas fueron traducidos del ale-

mán al inglés por Michael Hamburger un poeta que fuera

muy amigo de W.G. Sebald. Veamos algunos de ellos.



EL ÁRBOL ÁLAMO


Árbol álamo, tus hojas miran blanco en la oscuridad.

El cabello de mi madre nunca se volvió blanco.


Diente de león, así de verde es la Ucrania.

Mi madre de cabellos claros no regresó a casa.


Nube de lluvia, ¿te demoras sobre el pozo de agua?

Mi madre de voz suave lloró por todos.


Estrella redondeada, tú enrollas el lazo dorado.

El corazón de mi madre fue cortado con plomo.


Puerta de roble, ¿quién te arrancó de tus bisagras?

Mi dulce madre no puede regresar.




HABLA TÚ TAMBIÉN


Habla tú también,

habla como el último,

dí tu decir.


Habla-

Pero no separes el No del Sí.

Dale a tu decir también este significado:

dale la sombra.


Dale suficiente sombra,

dale tanta

como sabes que es derramada a tu alrededor desde

la medianoche al mediodía a la medianoche.


Mira a tu alrededor:

mira cómo las cosas cobran vida-

¡Por la muerte! ¡Vivas!

Habla verdad quien habla sombra.


En su lúcido escrito, "Notas sobre Paul Celan", Del Barco

tira de diversos hilos tanto en torno a lo que es un poeta, co-

mo a la relación de Celan con la poesía. En particular me re-

fiero acá a la cuestión que planteara Adorno al decir: "Ningún

poema es posible después de Auschwitz." Según Martine Bro-

da, "toda su vida Celan se dio como tarea refutar esa famosa

frase que lo hería personalmente." Además de recordar ciertas

filiaciones de Adorno con el nazismo ("como Adorno, todavía

en 1934, había hecho la recensión de la musicalización de los

poemas de Baldur von Schirach en honor a Hitler, encontrando

en ella el "realismo romántico" preconizado por Goebbels."),

Celan habla de una poesía que no es la de "después-Auschwitz,

sino que es "a partir de Auschwitz". De hecho, afirma que su 

libro de poemas El Meridiano, tiene su procedencia en un 20

de enero. Agrega Del Barco: "Para el que no lo sepa o no lo

recuerde hay que recordarle, entonces, ante todo, que el día

20 de enero de 1942 la jerarquía nazi decidió el asesinato del

pueblo judío. Esa fecha es la clave de una vida y una poesía

trágicas que finalizaron con la muerte voluntaria."




 ZURICH, EN LA CIGÜEÑA

                                                   Para Nelly Sachs


Nuestra conversación fue acerca de Demasiado, de

Demasiado Poco, de Tú

y Aún-Tú, de

nublándose a través de lo luminoso, de

la Judeidad, de

tu Dios.

Ahí-

acerca.

En el día de una ascensión, el

Ministro se paró allí, vino

con algo de oro a través del agua.


Nuestra conversación fue acerca de tu Dios, yo hablé

en su contra, yo

dejé que el corazón que yo tenía

tuviese esperanza:

por

su más elevado, agitado-de-muerte, su

debatido mundo-


Tu ojo me miró, miró hacia otro lado,

tu boca

habló hacia mi ojo, oí:

Nosotros

no sabemos, sabes,

nosotros

no sabemos

qué es lo que cuenta.




FADENSONNEN*


Fadensonnen

sobre los gris-negros desperdicios.

Un árbol-

alto pensamiento

golpea el tono leve: aún

hay cantos para ser cantados más allá 

de la humanidad.


*Fadensonnen es un neologismo creado por Celan. En 

esta última etapa de su poesía (y de su vida, ya que se

suicidaría poco después de publicar este libro), aparecen

palabras que era necesario crear ahí donde faltaban las

que precisaba. Traducido literalmente del alemán (en in-

glés se intentaron varias, la más conocida es "Threadsuns",

"soles de hilos"), en el idioma original reúne tanto un Jar-

dín de Cerveza, como un lugar abierto.



TÚ ERAS MI MUERTE


Tú eras mi muerte:

a ti podía sujetarte

mientras todo se deslizaba de mí.



SALMO


Nadie nos amasa de nuevo con tierra y arcilla,

nadie invoca nuestro polvo.

Nadie.


Bendito tú eres, NaDie.     [Ninguno].

En tu mirada

floreceríamos.

En tu 

rencor.                                 [A pesar/ tuyo.]


Una Nada

éramos, somos ahora, y siempre

seremos, floreciendo:

la Nada-, la

Rosa de-Nadie.


Con nuestro pistilo alma-luminosa,

nuestro estambre residuo-del-cielo,

nuestra corola roja

desde la palapúrpura que cantamos

sobre, Oh sobre

la espina.




En cuanto al 'poeta': "'Yo' - no escribo versos", dijo Marina

Tsvietáieva. Agamben; "El yo poético no es un yo, no es idén-

tico a sí. No hay nada más impoético que un poeta. El enun-

ciado 'yo soy un poeta' no es un enunciado, sino una contra-

dicción en los términos. 

La posición de Celan respecto a la poesía: "Nunca escribí una

línea que no tuviera que ver con mi existencia -soy, como ves,

un realista a mi manera." "El poeta habla siguiendo el ángulo 

de inclinación de su existencia." Apunta Del Barco: "Con esta

simple frase Celan va más allá de la "poesía moderna" en

cuanto simbolismo y poesía "pura" sostenida en su época por 

G. Benn y antes por Mallarmé (Celan "toma así sus distancias 

en relación a una concepción del poema como pura construc-

ción lingüística").

Por último, acudo a una cuestión planteada por Celan: "Tal

vez -sólo pregunto- tal vez la poesía, como el arte, se dirige,

con un yo olvidado de sí mismo, hacia aquello insólito y extra-

ño."

Eso de lo que hablábamos hace un par de días en "Del escribir

como soñar": el ostranénie. Sólo que usé esa expresión un po-

co más allá de los varios sentidos que le diera Viktor Shklovs-

ki, tanto lo escrito como el escritor son verdaderos ostranénie.


FUENTES


Jeffery Paine (et.al., Eds.) The Poetry of Our World. An Inter-

national Anthology of Contemporary Poetry. Perennial, 2000.




Oscar del Barco. En busca de las palabras. Textos sobre litera-

tura y arte, 1972-2014. Un libro muy recomendable, con no-

tables ensayos. FCE., 2017.







NOTA



Un amigo español, José Manuel Suárez, escribió un magnífi-

co libro-homenaje para Paul Celan.

El libro se llama "El grabador de sílabas. Muerte y reparación

de Paul Celan". Lo editó Ars Poética, en 2018. José Manuel

me regaló una copia en España, en junio del año siguiente.

Es la segunda y más completa versión de un libro llamado

"Transocurecer", un oratorio, por el que desfilan los persona-

jes de una historia trágica: el poeta con su esposa, Gisèle Les-

trange; con Ingeborg Bachmann; con Nelly Sachs; con Hei-

degger en Todtnauberg; con su hijo Eric, que en ese momento 

tenía 14 años; con sus padres muertos en el Cementerio judío

del Monte de los Olivos... Una reconstrucción imaginaria y vi-

tal que presenta en la introducción de esta manera: 

   "En sus últimos días de vida el gran poeta Paul Celan

  (Chernovitz, 1920 - París, 1970), alejado de los suyos,

  enfermo y solo en su apartamento, oye muchas voces que le  

  hablan, las tiene junto a sí, habla con ellas."

   Sánchez sitúa el inicio de la crisis final de Celan, la que le

llevaría a arrojarse al Sena algo más de dos años después, en

una fecha precisa: el 24 de julio de 1967. En esa ocasión, el

poeta "dio una lectura de poemas en el gran auditorio de la

universidad de Friburgo. Asistieron más de mil personas. En-

tre ellas y en primera fila, Martín Heidegger." Este invita a 

Celan a su casa en la Selva Negra, encuentro que se produce

al día siguiente, de una manera sumamente dramática, ya que

no logran hablarse. Por supuesto que Heidegger significaba

mucho para Celan, ya que admiraba profundamente su obra,

al tiempo que la figura del filósofo no podía dejar de recordar-

le la de los verdugos del Holocausto. Como señala Sánchez,

una muestra clara de ello es que se negó a fotografiarse con

el autor de El ser y el tiempo.

El libro del poeta español es un homenaje de amor y admira-

ción. Al referirse a las citas del libro, José Manuel cuenta que

el día de la muerte de Celan "quedó abierta sobre su mesa una

biografía de Hölderlin en la que había subrayado unas pala-

bras:

   "A veces el genio se vuelve oscuro y naufraga en el amargo

pozo de su corazón."


 Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)







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