martes, 5 de febrero de 2019

DEL "LIBRO MUERTO"

                                       

                                          BALDES

 Sacan los baldes con el agua Pulva, muy codiciada y,
lógicamente, difícil de hallar
 Han intentado con muchas clases de recipientes, pero
sólo un balde tradicional junta la cantidad necesaria de
agua Pulva
 Los ubican en lugares justos (algunos están marcados
en esos patios tan numerosos que resisten desde hace
siglos el asedio de sediciosas enredaderas bárbaras)
 Para recibir diversas cantidades e incidencias de la luz
lunar
 Cada noche, muchos, muchos baldes
 (Son muy ricos, algunos; otros tienen uno solo, o bien
uno entre varios)
 A la mañana, los resultados
 En cada balde el agua Pulva se ha transformado en una
luna
 Si el agua es pura y reciente, la luna resulta absoluta-
mente esférica y de un color blanco transparente
 Si el agua era más vieja, la luna puede tener una forma
irregular
 Y la coloración tiende a la de los ojos de sus mujeres
 (Tanto a ellos como a ellas, pero por razones comple-
tamente diversas, les gustan esos irónicos mensajes)
 El tamaño de cada luna depende, en cambio, no del 
agua, sino de la cantidad de luz lunar que ha absorbido
y desde qué ángulo
 Si el agua era mucha, puede resultar imposible extraer
la luna del balde sin quebrarla
 Si, por otro lado, la cantidad de luz, debido al grado de
inclinación, a la relación con otros astros, y a la fuerza
de la gravedad de esa noche (las variaciones pueden pa-
recer pequeñas, hasta insignificantes, pero los efectos
son notables), ha sido escasa, se obtiene una luna del
tamaño de una ciruela pulposa y cuya piel es una luz 
que tiembla
 De más está decir que se las comen de inmediato
 Pero las otras lunas, obviamente no son comestibles
 Las acumulan en toda clase de contenedores
 El pueblo está literalmente plagado de lunas
 Han intentado venderlas, pero no hubo ningún interés en
los pueblos vecinos, ni en comunidades remotas tampoco
 Muchos puestos abandonados, abarrotados de mercadería
lunar
 Pero seguir 'pescándolas', por así decir, es una tenta-
ción inquebrantable para esta gente
 Las muelen, pero no reducen con eso la cantidad pura
 También las entierran, y las arrojan en los fosos de piedra, 
que proliferan en esa zona, pero nada alcanza
 Se han ido formando colinas nuevas, que nadie diría que 
son de sustancia lunar, porque las hiedras salvajes las recu-
bren de inmediato


 Lo cierto que el tamaño de la luna no es el mismo
 La verdad es que las mareas ya se han mareado, que las cose-
chas tienen confusa la noción del tiempo, y que la duración 
de los días está prácticamente desquiciada

 Ante estos acontecimientos, las autoridades del pueblo han recurrido a culpar al agua Pulva
 Eso ha convertido su extracción, traslado y uso en clandes-
tinos
 Han comenzado diciendo que ciertos párrafos de sus tex-
tos sagrados se referían desde los orígenes a la evidente
relación del agua con Los Males
 Han realizado muchas reuniones, han creado templos para
difundir esta verdad revelada
 Y lo cierto es que han logrado que cada vez haya menos po-
bladores que sigan creyendo en la inocencia del agua (pero
sin dejar por ello de colocar sus baldes por las noches)
 A éstos ya han comenzado a llamarlos apóstatas, y no pasará 
mucho tiempo antes de que se les prohíba poner en duda la
versión oficial
 Con lo cual toda esta cuestión, seguramente, quedará resuel-
ta y zanjada 

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