sábado, 18 de agosto de 2018
TRES ESCRITOS
ALLÁ PASA YO
allá pasa yo con su bicicleta
anda rápido pedaleo con todas sus fuerzas
porque sí por sentir
no porque vayas a algún lado
entre ruedas
pasado y futuro
aferrado al manubrio
agachado
pedalean
con todas sus piernas
para escaparse del mundo
sin lograr pero
abriéndole un tajo
al entretanto
después por saberse estaba y estuvo
que no habría otra cosa
que el otro tampoco tenía el viaje
destino final de llegada
era eso: pedalearse con saña
(sólo) sea
demostrando
(algo)
EL CAZADOR*
el guerrero, en Kafka, se ha convertido en un cazador
llega a una casa de hielo
que puede ser redonda o romboidal
la rodea, sin encontrar puerta alguna,
el sol se desliza sobre el muro de hielo
de la casa, sudándola
frío y casi celeste
cuando el cazador se cansa de girar sin fin
alrededor de la casa
alza su arma y descarga una andanada
de la herida en el hielo
brotan colores vivos
del agujero que se dilata
más rápido que lo que tarda en disiparse
el sonido en el aire
surge una fauna de hielo
cada animal con su herida abierta
rezumante
los rostros dados vuelta hacia atrás
sólo se ven dorsos, nucas
agujeros que ululan
el cazador se deja caer
de rodillas sentado
se acuesta en un suelo de hojas
a las que de pronto ataca el viento
no, no hay más quietud por ninguna parte
el cazador lo sabe tan bien
como el bosque, como el cielo
mientras corre en círculos
el grito desgarrador de las bestias
de hielo
* el cazador Gracchus (¿grajo, que en checo es kafka?),
que debía cazar lobos en la Selva Negra, decide en cambio
perseguir a un ante.
CONSEJO DADO A SÍ MISMO CUANDO OTROS
RECURSOS HAN FRACASADO
apaga tu volcán
y duerme un rato
mañana es una orilla
que hay
en algún lado
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1 comentario:
Muy sugerentes textos. Enhorabuena.
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