martes, 10 de enero de 2017

LOS POEMAS DE DER VON KÜRENBERG





 Poco se sabe de este hombre, salvo que vivió en el área del
Danubio a mediados del siglo XII. Es, por otra parte, el pri-
mer poeta lírico en alemán de quien se tenga algún nombre.
 La mayoría de sus poemas consiste de una estrofa, en algu-
nos casos, dos. Las estrofas de cuatro versos son rimadas, 
con una pausa entre los dos primeros y los dos últimos ver-
sos.
 Como esta es también la estructura del Cantar de los Nibe-
lungos, hay quien ha especulado con que von Küremberg
podría ser su autor. Pero esta hipótesis resulta insostenible.
 En estos poemas el autor no habla de su propia experien-
cia, ni se dirige al auditorio como sucederá en la poesía lí-
rica posterior.
 Von Küremberg logra un efecto muy interesante con el úl-
timo verso de sus poemas, que suele transformar el efecto
que generaban los anteriores.
 A este tipo de poesía se lo llama Minnesang, refiriéndose
a la poesía escrita en la Alta Edad Media en lengua alema-
na -ya que hasta entonces se escribía poesía en latín- por
caballeros de la corte.
 Por eso es que en los poemas que van a leer (los que deci-
dan hacerlo), se refieren a caballeros y cortesanas, con todas
las reglas de conducta vigentes. Los poemas de los Minne-
singer, tienen por tema casi excluyente las relaciones en-
tre hombres y mujeres, en plena vigencia del amor cortés.

NOTA. El género no es definido tanto en alemán como en
inglés. Al traducir los pronombres y los sustantivos con gé-
nero, se debe elegir entre una versión u otra, algo que afecta
profundamente la naturaleza del texto. En un sólo caso he
optado por la ambivalencia de género, al hablar del o de la
mensajero/a. En otros casos me he visto obligado a seguir
la versión inglesa, que por su semejanza con el alemán dis-
tingue mejor la diferencia y que conduce a versiones en las
que el género del objeto amado no siempre es el mismo.
También he leído la versión de Bernd Dietz: Antología del
Minnesang. Hiperión, 1981.



                                       1.

 La mala fortuna trae dolor, la buena suerte alegría.
 Una vez llegué a conocer a un hombre noble:
 los entrometidos y su envidia lo alejaron de mí.
 A causa de eso mi corazón no volverá a alegrarse.



                                         2.

 Tarde en la noche yo estaba en una alamena:
 entonces oí a un caballero cantando bien
 una melodía de Küremberg entre la multitud.
 Que se vaya lejos de mi tierra, o que sea mío.

 Ahora tráeme mi caballo y armadura, rápido,
 ya que debo alejarme de la tierra de mi señora:
 ella quiere que seamos señora y vasallo.
 Tendrá que acostumbrarse a vivir sin mi amor.



                                           3.

 Cuando estoy de pie sola ante mi reja
 y pienso, noble caballero, en vos,
 mi color florece como la rosa bajo el rocío,*
 y mi corazón acumula penas.



* La expresión als der rôse in touwe tuot, significa literal-
mente 'como la rosa bajo el rocío', pero también se la tra-
duce 'como la rosa en la espina'.


                                             4.

 Ha menudo le ha causado gran pena a mi corazón
 haber ansiado algo que no he podido tener
 y que nunca obtendré. Eso duele.
 No me refería al oro o la plata: este objeto se parece 
                                                               a las personas.



                                               5.

 Entrené a un halcón durante más de un año.
 Cuando lo hube domesticado de la forma que quería
 y puse oro entre sus plumas
 él se alzó a lo alto y voló a su estado salvaje.

 Desde entonces he visto al halcón en noble vuelo:
 en sus patas llevaba bandas de seda,
 y oro y rojo en su plumaje.
 Dios: reúne a las personas que quieren ser amantes.



                                                 6.

 La estrella de la mañana se esconde.
 Los nacidos bellos y nobles, hagan lo mismo cuando me 
                                                                               [vean
 y dejen que sus ojos se fijen en otro.
 Nadie puede adivinar lo que hay entre nosotros.



                                                 7.

 La dicha de todas las mujeres aún se conserva doncella.
 Cuando le envié a mi querido/a mensajero/a,
 Con gusto se la llevaría yo mismo, si eso no la injuriase.*
 No sé cómo le gusta a ella: ninguna mujer fue tan amada
                                                                              [antes.


* Quiere decir, que si lo viesen cortejándola, eso podría
afectar la reputación de la dama. 

                                                   8.

 Mujeres y halcones- son fácilmente domesticados.
 Si un hombre sabe cómo atraerlos bien, vienen volando.
 Aún así, tratando de ganarse a una espléndida dama, un 
                                 bello caballero parte,
 Mi espíritu se alza cuando pienso en ello.


FUENTE

Frederick Goldin. German and Italian Lyrics of the Middle
Ages. Anchor Books, 1973.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

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