sábado, 31 de diciembre de 2016

LOS LIBROS DE 2016 - Primera parte

 Seré breve
 Tal vez demasiado breve
 Intentaré algunos contagios
 Revelaré algunas decepciones
 Evocaré: me equivocaré
 Habré leído mal
 Habré leído apasionadamente
 El año pasó, los libros quedan
 Algunos de ellos para siempre
 Como ciertas personas
 Sí, los libros son como las personas
               (nunca los leemos del todo)


  1. Chantal Maillard. India. Pre-textos, 2014.




Empecemos bien: de lo mejor que he leído.
Esta mujer cala hasta el hueso. Y, además de sus profundos
conocimientos, es una excelente poeta.
Es un libro de 840 págs. Una fuente. Vale lo que pesa.
Los trabajos teóricos acerca del concepto de Rasa son ex-
ploraciones en textos clásicos hindúes que se remontan al
siglo I o II d.C. (El Natyasastra de Bharata, para citar sólo
un ejemplo). Ensayos, diarios, poemas, todo se reúne en 
este libro, pero la autora reconoce, sin embargo: "Son tan-
tos los conceptos del hinduismo de los que no he hablado
que me pregunto si he llevado a buen término este cometi-
do..."


2. Eduardo Gil Bera. Esta canalla de literatura. Quince ensayos biográficos sobre Joseph Roth. Acantilado, 2015.


Estos ensayos de Eduardo Gil Bera acerca de Joseph Roth
revelan el amor que el autor siente por el extraordinario Jo-
seph. Todos los años trato de leer algo de o acerca de mis es-
critores preferidos. Joseph Roth es uno de ellos. Tengo en es-
pera el de Claudio Magris: Lejos de dónde. J.R. y la tradición
hebraico-oriental. Una cita, perteneciente a una carta que Roth
le envía a su prima Paula Grübel desde el frente de guerra, en
1917: A 10 kms del frente. Posición de reserva. Materialmente estoy peor que antes. El periódico se suprime, y ahora que se desvanece la aureola de redactor no soy más que un voluntario enrolado por un año. Una consecuencia puede verse en la mane-
ra que me tratan. Pero eso no quiere decir nada para gente de 
mi temple. Lo que importa es lo vivido, la intensidad del sentimiento, dejarse penetrar con fuerza por el hecho.
Había ya nacido uno de los mayores cronistas del siglo XX.


3. Jean Giono. Renadio. Lumen, 1981.


 Esta novela es una joya. Poética, profunda, metida en el
cuerpo y el alma de la gente sencilla de campo, transpor-
tadora, muy bella. Renadio significa 'renacimiento' y la
historia se desarrolla en la Alta Provenza. Los persona-
jes viven en el dilema de permanecer en esa tierra que
parece ya tener poco para darles, o migrar. Panturle es
el hombre que afrontará lo que sea para quedarse en su
tierra-hogar. "de Manosque a Vacheres las colinas se per-
siguen, subes por un lado y bajas por otro, pero cada vez
un poco menos de lo que has subido. Así, paso a paso, la
tierra te va alzando sin que te des cuenta."
Panturle tiene la suerte de encontrar una novia, alguien que, 
en lugar de partir, llega. Han hecho el amor por primera vez:
"-Amanece.
 Lo dicen uno tras otro, sin mirarse: ahora tienen el cuerpo
sosegado y el corazón silvestre como una amapola."
Esta novela pertenece a la obra temprana de Giono. Aún
los finales de sus historias estaban llenos de esperanza.
Cabe agregar que en esos parajes, pintó Van Gogh.


4. Joan Didion. El año del pensamiento mágico.


Tremendo este libro de Joan Didion acerca de la muerte 
súbita de su marido y de la enfermedad gravísima de la
hija de ambos, sucediendo al mismo tiempo. La descrip-
ción de sus sensaciones y sentimientos es delicada y su-
til. Todo parte de ese instante que define absolutamente
un antes y un después. El instante de lo inesperado, la
irrupción de lo real. Y hace unos días, leyendo Conver-
sations with Richard Ford, éste la ubicaba entre los tres
más importantes escritores de Estados Unidos en ese mo-
mento (era el 98).

5. Peter Matthiessen. El río del Dragón de Nueve Cabezas.


La promesa es mayor que el cumplimiento, en este caso,
y para mí al menos. Una suerte de biografía del autor en
relación al tiempo en el que se sumergió en el budismo,
en Estados Unidos. Hay algo de esto que ha quedado en
el pasado, pero no sé si en el mío o en el pasado en gene-
ral, fruto de una época de enamoramiento de lo oriental
en el país del norte. Algunas citas budistas son muy inte-
resantes, la mayoría de ellas pertenecientes al maestro
Eihei Dogen, del siglo XIII.

6. Byung-Chul Han. Filosofía del Budismo Zen. Herder,
2015.


Y ya ven que lo intento. En este caso a través del filósofo
coreano que era obrero y abrazó la filosofía nada menos 
que en Alemania, con gran suceso mediático incluido.
Nadie va
por este camino
en la tarde de otoño
del día de hoy.
BASHÔ
Apoyándose en los textos clásicos del budismo zen y en
la poesía china, Han recorre los conceptos principales de
ese pensamiento-acción sin dejar de establecer ciertas va-
liosas relaciones con el pensamiento occidental. Las nocio-
nes de vacío en su versión china, inesperada y plena de sim-
pleza y complejidad; la de nadie, y, finalmente, la de ningún
lugar. Ese vacío que evita el sustancialismo, y que posibilita
todo, del cual hablan tanto el taoísmo como el zen.

7. Pierre Lemaitre. Iréne.


Desde los dos primeros libros de Lemaitre que leí y que
me gustaron mucho (Nos vemos allá arriba y Vestido de
novia), lo he seguido, sin tanto éxito. Iréne es un poli-
cial negro como Vestido..., con el comandante enano Ca-
mille Verhoeven como personaje central.Me gustó esta
novela, que logra acelerar cuando parecía detenida, pero
no me volvió loco. También leí

8. Pierre Lemaitre. Rosy & John. Alfaguara, 2016.


que me gustó menos.

9. Giorgio Agamben. Lo que queda de Auschwitz.



Sin aliento. Así te deja cada página de esta obra maestra 
de Agamben. La profundidad de sus análisis, ese llevar
cada tema hasta su límite de ser pensado... Una explo-
ración de lo más duro y último del ser humano. Un libro
impresionante. El libro que por lejos más me impresionó 
de este autor. 

10. Paul Steinberg. Crónicas del mundo oscuro. Monte-
sinos, 1999.


Y, como fuera mencionado en el libro antecedente de Agam-
ben, conseguí este de Paul Steinberg, escrito por un sobrevi-
viente sin rencor, sin encarnizamiento alguno. Una crónica
extraña, diferente de lo que estaba acostumbrado (justo me
tira el inconsciente esta palabra, cuando se trata del territo-
rio último, al que es imposible acostumbrarse), una visión
lúcida, trabajada durante años en silencio. Steinberg guardó
dentro suyo esa experiencia y la elaboró durante 30 años, an-
tes de escribir este libro.
"Habíamos llegado a las afueras de Praga y el tren avanzaba
lentamente por una zanja por encima de la cual cruzaban
unos puentes metálicos. Era la hora en que los obreros che-
cos llegaban al trabajo. Pasaban por encima nuestro y veían
aquel espectáculo de horror. Aquellos vagones llenos a re-
bosar de seres vagamente humanos, ni muertos ni vivos,
descarnados, que levantaban hacia ellos unos ojos vacíos.
¿Qué danza macabra de un fresco medieval ha represen-
tado una visión de un horror semejante?" (Son los últi-
mos traslados, los de la retirada. Había que sacar esas
pruebas del crimen del lugar.)

11. Julian Barnes. Niveles de vida. Anagrama, 2014.


De los tres textos que integran este libro de Barnes escrito
después de la muerte de su mujer, el tercero, el que se re-
fiere justamente al duelo del escritor por quien fuera su 
compañera y su amor, es el que más me gustó. Hay una
relación entre este libro y el de Didion. Y no me hagan ele-
gir.


12. Iván Bunin. Días malditos. (Un diario de la Revolución).
Acantilado, 2007.


Bunin es uno de los intelectuales que sufrió la Revolución
Rusa desde el comienzo. Otros tuvieron su período de ro-
mance, para luego caer en la dura realidad. Sin embargo
este libro que corresponde a los cuadernos que llevó el
escritor hasta lograr exiliarse son relativamente fallidos.
El dolor vivido por las penurias cotidianas se repite en
su descripción, faltándole a mi entender a este texto una
vuelta de tuerca, una lectura de los hechos, aunque fuesen
demasiado presentes.
"Según Fomá, pasado mañana se escenificará el <ver-
dadero fin del mundo>: el >Día de la revuelta pacífica<, 
es decir, el saqueo a todos los burgueses sin excepción."


13. Vikram Paralkar. Las aflicciones. La Bestia Equilá-
tera, 2016.


A veces parece que abordo las novedades, contagiado 
por los medios de difusión cultural. Será porque este
librito ha sido bastante comentado que digo esto.
 Un tal José, ya viejo, está preparando a Máximo, un
enano de rostro deforme, para hacerse cargo de la
Enciclopedia o biblioteca de todos estos males extra-
ños, fruto de la imaginación latinizada de Paralkar.
Si bien en algunos casos me produjo el efecto buscado
por el autor, como en Aphasia floriloquens, la gran
mayoría de las descripciones me ha dejado un tanto
frío. Tiene la estructura de Las ciudades invisibles
de Italo Calvino, pero hay que salvar muchas distan-
cias para compararlos en calidad literaria.

Y aquí me detengo. Pronto aparecerán las series 2 y 3 y
tal vez 4 de estas brevísimas reseñas.

Aquí termina este año.
Para esta página ha sido un gran año, ya que se multiplica-
ron las visitas, hasta alcanzar un promedio de alrededor de
500 diarias. Mi agradecimiento y compromiso. RR

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