Los Sumerios construyeron nada menos que la piedra basal
de lo que conocemos como Civilización sobre este planeta.
Precedidos por los Ubaidianos en la ocupación de los terri-
torios mesopotámicos que, entre los ríos Tigris y Eufrates,
van desde la actual Bagdad al Golfo Pérsico, vinieron del
Asia Central a través de Irán y se mezclaron con aquellos.
Esto sucedió unos 3500 años antes de Cristo. Alzaron allí
las primeras ciudades del mundo y sus modelos de organi-
zación social, pensamiento religioso, arte, educación y co-
municación fueron la base de todos los desarrollos poste-
riores de las Civilizaciones Mesopotámicas.
Tuvieron una administración secular y un gobierno demo-
crático, ya que sus organismos gobernantes eran designa-
dos por una asamblea integrada por los ciudadanos libres
(había de los otros) de la ciudad. La vida religiosa giraba
en torno al templo para el cual era necesario tanto compo-
ner himnos y oraciones como celebrar festivales sagrados.
Cuando su comunidad se vio amenazada por grandes ene-
migos, esas asambleas decidieron seleccionar a uno de sus
ciudadanos más capaces y valientes para enfrentar a esos
enemigos. Se lo llamó el lugal, el término sumerio que de-
signa al rey, y su autoridad era transitoria y limitada. Supe-
rada la crisis bélica, renunciaba a sus poderes.
Pero... como los enemigos siguieron llegando, alrededor de
3000 a.C. se estableció la monarquía, hereditaria, dinástica
y despótica. Batallas constantes.
Me faltó decir que los Sumerios crearon la escritura. Que
los anales de los reyes sumerios, escritos casi mil años des-
pués de la muerte del Rey Etana, que gobernó la ciudad de
Kish, la primera que obtuvo el control de toda Sumeria, enu-
mera a casi todos los gobernantes de este Reino a través de
los siglos. A Etana se lo llamó precisamente "el estabiliza-
dor de todas las tierras".
La sumeria es la escritura cuneiforme y a partir de 2600 a.C.
adquiere un carácter poético notable, preservada en table-
tas de arcilla, la mayoría de las cuales pertenece a ejercicios
escolares, ya que aún los escribas administrativos eran edu-
cados en el aprendizaje de la poesía tradicional.
La escritura cuneiforme, compuesta de signos que presen-
tan un ápice triangular que se extiende en una línea forman-
do una suerte de clavo, o bien que se separa en dos líneas
como una cuña. Esta escritura transmite una sensación de
movimiento rápido, de elegancia y de regularidad en la com-
posición.
Actualmente existen unas 5 mil tabletas y fragmentos sume-
rios, y sólo un tercio de ellos ha sido publicado. La gran ma-
yoría provienen del siglo XVIII a.C., aunque sin duda fueron
compuestos mucho antes de eso. Se conservan al menos 20
mitos Sumerios. Dan cuenta de la creación y organización
del universo, del nacimiento de los dioses, de la creación del
hombre, la inundación, y del enigma y misterio de la muerte.
El más famoso de los reyes fue Gilgamesh, quien se supone
reinó en el siglo XXVII a.C. Gracias a los mitos y leyendas
que se crearon en torno a las hazañas de este gran rey, se fue
convirtiendo en un semidiós de Mesopotamia y el héroe po-
pular supremo, así como en una de las figuras épicas predo-
minantes de todo el mundo antiguo.
Hemos hablado del rey Sargón (2400 a.C.) en nuestro capí-
tulo dedicado a Enheduanna, la primera escritora registrada
de la humanidad. Sargón volvió a unificar el Imperio y eri-
gió una nueva capital en una de la ciudades más espléndidas
de la antigüedad, en Akkad, a la que él rebautizó Agadé.
Del territorio de Akkad proviene el lenguaje acadio-semí-
tico que llegó a ser el más hablado en Mesopotamia. Aca-
dio es el término con el que los historiadores denominan
al período histórico dominado por Sargón.
La caída de la ciudad de Ur a manos de los elamitas en
1850 a.C. señala el fin del Imperio Sumerio.
Sin embargo su herencia cultural siguió teniendo un inmen-
so valor. En los 15 siglos siguientes, reyes Babilonios en la
región meridional y Asirios en el norte, forjarían sus podero-
sos imperios sobre las bases sentadas por los Sumerios.
De hecho, las tabletas escritas a partir del siglo XVIII a.C.
pertenecen al período de desaparición del Imperio como tal.
Sin embargo, las abundantes referencias lexicales permiten
conocer el significado de las palabras sumerias con notable
precisión. Lamentablemente nuestros conocimientos fonoló-
gicos de la lengua sumeria no tienen la misma profundidad.
No podemos, por tanto, determinar los patrones métricos y
desconocemos la cualidad y cantidad de sus vocales, así co-
mo su sistema de acentuación.
La mayoría de sus poemas están escritos en líneas de 8+5
sílabas. Conocían y usaban, aunque en menor medida, la
aliteración y la rima sonante.
Escribas
Su lenguaje poético se caracteriza por variados tipos de pa-
ralelismo, refranes, repeticiones y lenguaje figurativo.
Es, primordialmente, una tradición oral. No se conocía el
término "poeta". Sus versos están pensados para ser recita-
dos en forma pública por el nar, "músico" o, en el caso de
los cantos de culto, por el gala o "cantor".
Los poemas más extensos son de tipo narrativo. Cinco de
ellos forman el ciclo épico de Gilgamesh, otros son textos
mitológicos acerca de seres divinos de los cuales traducire-
mos aquí algunos ejemplos, como "El descenso de Inana al
Hades".
Los cantos de elogio de las deidades son particularmente nu-
merosos. Y la diosa Inana es una figura central en muchos
de ellos.
El promedio de longitud de un poema es de 300 a 400 líneas,
pero muchos de ellos están divididos en capítulos subtitula-
dos que hoy diríamos contienen 'poesía propia'.
Muchos temas de los textos sumerios reaparecerán en la Bi-
blia y J.B. Pritchard se ha ocupado de señalar esos numero-
sos e importantes antecedentes en su obra "Ancient Near
Eastern Texts".
Escritura cuneiforme en una figura votiva.
EL INFRAMUNDO SUMERIO
(Originalmente publicado en alemán por E. Ebeling
en Orientalia, 18 (1949), llamado "Una descripción
del Inframundo en la lengua Sumeria".)
Allí se alza una casa bajo la montaña del mundo,
un camino corre hacia abajo, la montaña lo cubre
y ningún humano conoce el camino. Es una casa
que ata a los hombres malvados con sogas
y los encierra en un lugar estrecho.
Es una casa que separa a los malvados
y a los buenos; esta es una casa de la cual
nadie se escapa, pero los hombres justos no necesitan temer
[ante su juez,
ya que en este río de almas gastadas los buenos
no morirán nunca aunque los malvados perezcan.
Esta es mi casa, sobre sus cimientos se alzan
las montañas del amanecer, ¿pero quién habrá de mirar
en su foso? Es una casa que separa
los malvados de los justos; es una casa
que alisa en arcilla las almas que vienen a ella.
Es la casa del sol poniente,
el pálido dios en lívido esplendor; el umbral
es un monstruo con mandíbulas que se abren
y las jambas de las puertas son filosas cuchillas
para despedazar a los hombres malvados. Las dos orillas
del río del infierno son el golpe del estoque
del terror, y un salvaje leon lo custodia
¿y quién puede enfrentar su furia? Aquí también yacen
los jardines con arcoiris de la Señora.
EL VIAJE DE INANA AL INFIERNO
(Un extenso poema acerca de la diosa Inana -a veces llama-
da Innin-, una diosa diferente de la semítica Ishtar, la guerre-
ra que la sucedería, ya que Inana es la diosa de la fertilidad
y de la tierra. Es también la Señora del Cielo. Inana es la her-
mana del dios sol Utu, también diferente -y más pacífico-
que su sucesor semita, Shamash, aunque ambos fuesen jue-
ces de los hombres.)
INANA EN EL AVERNO
Desde las cimas del cielo
Miró ella el foso,
Ella era un dios en las cimas del cielo
Pero mi corazón estaba en el infierno.
¡Oh, Inana, en las cimas
Tu corazón en el infierno!
Esta señora dejó tierra y cielo
Y se hundió en el foso,
Poderes y títulos dejó ella,
Se hundió en el foso,
Dejó Emushkalamma en Badtibira,
Se hundió en el foso,
Partió de Zabalam en Giguna,
Se hundió en el foso,
Eshara dejó en Adab,
Se hundió en el foso.
Partió de Nippur, Baratusgarra,
Se hundió en el infierno,
Partió de Kish, Hursgkalamma,
Se hundió en el infierno.
Eulmash dejó en Agade,
Se fue caminando al infierno.
Llevó los signos en las manos,
Se colocó las sandalias en los pies,
Las siete insignias: se colocó en la cabeza
La Shugurra, la corona del desierto,
Sobre su frente arregló la peluca,
Sosteniendo en la mano la vara de medir
Lapizlázuli oscuro, y la línea,
Alrededor de su cuello ató
Pequeñas gemas de lapizlázuli.
Dos piedras, óvalos perfectos, descansan sobre su pecho,
Un anillo dorado ajustado en su mano,
Las joyas pectorales que anonadan a los hombres están
[sujetas
Sobre su pecho, ella ensombreció sus ojos
Con hechizante kohl, y sobre su cuerpo
Portaba el Pala, túnica de soberanía;
Y así Innana descendió caminando al Averno.
LA RESPUESTA DEL HIJO
(Al canto de Inana, su madre)
No hay respuesta posible
A su desolado grito,
Resuena en el desierto,
Ya que yo no puedo responder.
Aunque la hierba brote
De la tierra
Yo no soy hierba, no puedo responder
A su llamado.
Las aguas se alzan por ella,
Yo no soy agua para acudir
A sus gemidos.
No soy brotes de hierba
En una tierra muerta.
CANCION DE UNA MUJER MUERTA EN EL PARTO
(ACADIO)
Viví con él que era mi amante.
La muerte entró reptando a mi cuarto.
Me sacó de mi casa,
Me arrancó de mi marido,
Puso mis pies en una tierra sin retorno.
RITUAL PARA LA PURIFICACION DE UN TEMPLO
(Texto Súmero-acadio, una pieza importante que conecta
a estos pueblos diversos. De T. Thureau-Dangin: Rituels
Accadiens.)
Casa brillante casa de dios lugar sagrado aún no
sin juncos ningún árbol hecho
ningún ladrillo puesto ninguna casa construída
ninguna casa construída ninguna ciudad dispuesta
ninguna ciudad dispuesta ningún ser siendo
ningún Nippur hecho ningún Ekur construído
Ningún Uruk listo ninguna Eana construída
Ninguna casa Apsu construída ningún Eridu construído
ningún lugar para la casa brillante la casa de dios hecha
ninguna tierra mar
Movimiento en el coño del mar
Eridu hecho Esagil alzándose
Lugaldukuda permanece en Esagil en el coño marino
Babilonia ciudad construída Esagil completa
Marduk hizo una ciudad pura el corazón del amor
por el Igigi el más alto lo llaman
Marduk pone juncos en el agua
le da forma al polvo derrama alrededor de juncos
forma al hombre descanso de dios en casa del corazón
del amor
la diosa Aruru hace del hombre semilla con él
le da forma a los animales y toda vida de los campos
hace el Tigris y el Eufrates los pone en sus lugares
los llama por su nombre y les da su ventura
hace la hierba los pastizales del pantano juncos selvas
Planta verde salvaje tierra pantano
vaca salvaje, ternero cordero y domestica a las ovejas
árboles-jardines selvas
carnero-padre y la cabra de montaña
Bel Marduk construye un dique para el mar
le da forma a los juncos hace los árboles
pone los ladrillos alza edificios
hace casas construye ciudades
seres siendo ha hecho en ciudades ha hecho
él hace Nippur construye Ekur
Hace Uruk construye Eana
Maestro de escribas. Figura hallada
en Lagash, del 2000 a.C. aproxima-
damente.
EL CANTO VULVAR DE INANA
(De la versión literal de Renata Leggit, inédita, luego
retocada por Jerome Rothenberg, que señala que el poema
muestra la celebración de la sexualidad femenina y proba-
blemente forme parte de una ceremonia estival llamada el
casamiento sagrado de la diosa y del rey-pastor (Dumuzi).
Una fórmula para estimular el deseo, seguramente.)
Yo soy señora yo
que en esta casa
de lápizlazuli sagrado
rezando
en mi santuario digo
mi oración sagrada
yo que soy señora
que soy la reina del cielo
deja que el recitador
hable de ello
que el cantor cante acerca de ello
y deja que mi novio
mi Dumuzi toro salvaje
me deleite
deja que sus palabras caigan
de sus bocas
oh cantantes
cantando por su juventud
su canto que se eleva
en Nippur para dar
al hijo de dios
yo que soy señora canten
para alabarlo
yo que soy Inana
doy mi canto vulvar para él
oh estrella mi vulva del cazo
vulva sutil barca del cielo
nueva luna creciente belleza vulva
inlabrada desierta vulva
campo abandonado para los gansos salvajes
donde mi montículo añora
su inundación
colina mi vulva yaciendo abierta
y la muchacha pregunta
¿quién habrá de ararla?
vulve mojada de inundación
de mí misma la reina
que trae este buey para que se plante aquí
"señora él labrará para tí
nuestro rey Dumuzi él labrará para tí"
ah labra mi vulva oh mi corazón
mis muslos sagrados están empapados
de él
oh madre sagrada.
POEMA EPICO DE LA CREACION (Fragm)
Cuando los cielos no tenían nombre
y debajo no había nombre para la tierra,
cuando no se habían construído aún cámaras para los dioses
ni se podían ver tierras en los pantanos.
Apsú, el dios del agua dulce, y Tiamat, la diosa del agua
[salada
mezclaron sus linfas
y crearon con ellas a los dioses, sus hijos.
ACERCA DEL ARCA DE UTA NATHISPUN
[Se piensa que el Diluvio 'Universal' tuvo lugar en la Meso-
potamia hacia el año 4500 a.C. Inundó una superficie de 700
kms de largo y 150 kms de ancho.]
Había una ciudad a la orilla del Eufrates
llamada Suripak, y protegida de los dioses.
Antigua era esa ciudad
y los dioses que en ella residían aera Anú, Enlil y Ea.
Enlil decidió hacer una gran tormenta.
Pero Ea llevó la noticia
a una choza de cañas
en la que vivía Uta Nathispún [Noé para los hebreos].
Ea no se animaba a decírselo a la cara.
Habló con él como si estuviese hablando con la choza.
-¡Escucha, choza de cañas!
¡Escúchame, pared!
Díganle a Uta Nathispún que deje esta casa y que construya
una nave cuadrada -de iguales largo y ancho
y que la lance al Océano.
Uta Nathispún respondió desde el interior de la choza:
-¡Ya te escuché, Ea, comprendo tu mensaje!
Haré lo que tú me dices de inmediato.
Pero, ¿qué debo decirles a los demás, vecinos y ancianos?
Ea dijo: -Di: el dios Enlil no me quiere entre vosotros,
no puedo permanecer más tiempo aquí,
nunca más veré la ciudad sagrada de Enlil.
Me iré al Océano con mi dios Ea.
En cambio, sobre vosotros lloverán riquezas
tendréis multitud de aves y de peces,
florecerán para vosotros grandes cosechas.
ALGUNOS PROVERBIOS SUMERIOS
En mi corazón soy un ser humano,
pero ante mis ojos no soy todavía un hombre.
*
Te tocan de día, te tocan de noche,
Ah lacrimosa lira, ¿debes estar constantemente a mano?
*
El zorro habiendo orinado en el mar,
"Todo el mar es mi orina", dijo.
*
El destino es una furiosa tormenta soplando a través de la
[tierra,
El destino es un perro que lo hace a uno caminar detrás suyo.
Representación de la diosa Inana, que
aparece junto a su insignia: jambas con
gallaretes.
BIBLIOGRAFIA
N.K. Sandars. Poems of Heaven and Hell from Ancient
Mesopotamia. Penguin, 1971.
Charles Doria & Harris Lenowitz. Origins.. Creation Texts
from the Ancient Mediterranean. Anchor
Books, 1976.
Jerome Rothenberg. Technicians of the Sacred. A Range of
Poetries from Africa, America, Asia, Europe
& Oceania. Univ. of California Press, 1985.
T. Jacobsen. The Harps that Once... Sumerian Poetry in
Translation. Yale Univ. Press, 1997.
Benjamin Foster. Before the Muses: An Anthology of
Akkadian Literature. Univ. Press of Mary-
land, 2005.
Jeremy Black. The Literature of Ancient Sumer. Oxford
Univ. Press, 2006.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
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