lunes, 24 de septiembre de 2012

SERIE DE "LAS 20": LOS DIARIOS DE PAUL KLEE



Los Diarios de Paul Klee, editados y prologados por su hijo
Felix, cubren los 20 (también) años que van de 1898 a 1918.
Estos fragmentos están numerados en la bella edición en espa-
ñol que hiciera Ediciones Era, en México, en 1970, del 1 al
1134.
Aquí reproducimos 20 entradas, algunas completas, otras, a
su vez, fragmentarias, saltando de un lugar del libro a otro,
sin otro orden que el del placer de la lectura. Para que tal vez
otros lectores igualmente ávidos nos acompañen en este ale-
gre y algo atrevido recorrido.



1.
Landshut, 1916
(966) Soldado de reserva de infantería Klee, Cuartel de Reclu-
tas Landshut...
El 11 de marzo por la mañana partí con mi maleta de mano ha-
cia la comandancia del distrito (Munich I). Por lo menos hacía
un tiempo maravilloso. Después de habernos formado según
instrucciones escritas en carteles, nos quedamos de pie un buen
rato sin hacer nada. Un bondadoso mayor nos deseó buena
suerte para el viaje. Nos dijeron que iríamos a Landshut. Y yo había hecho la solicitud para poder quedarme en Munich. Me pareció ofensivo (fue el último día, por mucho tiempo, en que
creí tener que formarme una opinión acerca de cualquier cosa).
Como a la una llegaron unos sargentos con fusiles y nos lleva-
ron a la estación. Fiesta popular en las calles. Parientes. Hijas.
Lágrimas. Chistes. En la estación nos esperaba un tren especial.
Por el camino pesqué algunas palabras consoladoras. "Alégren-
se de venir con nosotros. En ningún lado es más hermoso."

2.
(137)
En la primavera de 1901 establecí el siguiente programa:
En la cúspide, el arte de la vida; luego, como profesión ideal,
el arte de la poesía y la filosofía, y como profesión real, la es-
cultura; finalmente, a falta de una renta, el arte del dibujo (co-
mo ilustración).

(138)
¿Qué prisa tienen los hombres, como las olas azuzadas por la
tormenta? ¿Quién sopla contra ellos, qué viento? Es el viento
de sus deseos el que los empuja. Pero sus deseos son vanos.

3.
(538) Anhelo de purificar y aislar lo masculino dentro de mí.
Pese a la madurez para el matrimonio, depender totalmente de
sí mismo, prepararse para la máxima soledad. Aversión a la
conservación de la especie (hipersensibilidad ética).

4.
(903) ...Kandinsky, de quien ya se ha hablado antes en diver-
sas ocasiones y que vive a una casa de la nuestra, este Kan-
dinsky a quien el tío Luli llama Schabinsky, ejerce sin embar-
go sobre éste una notable atracción. Luli lo visita con frecuen-
cia, se lleva a veces trabajos míos y me trae cuadros no figura-
tivos de este ruso. Cuadros muy extraños.
Este Kandinsky quiere reunir una nueva comunidad de artis-
tas. Al conocerlo personalmente he llegado a tenerle una pro-
funda confianza. Es alguien, y tiene una mente excepcional-
mente hermosa y lúcida.

5
(310) 30 de noviembre de 1901. A falta de estufa compré tres
litros de vermut di Torino. Los días con cielo azul y agradable
calor de octubre, las noches en cambio muy frías. Al anoche-
cer me acerqué cautelosamente al armario, hacia la gorda bote-
lla. Haller alababa sin parar sus cualidades contra la fiebre.
También para mi corazón el vermut es mejor que el vino. El
último verano había tomado cada noche un vaso de leche, con
excepción de tres días. Aquí, en cambio, me siento demasiado
solo para pasarme sin alcohol. Un suave brillo se posa enton-
ces sobre mi alma, tengo esperanzas y estoy de buen humor.
Más valen las musas que el femenino Apolo que las preside.
Observación del pie griego. La obra de arte como desnudo.
Una división de los pies en tres partes: 1 + 2 + 3-
(311) Los triglie son unos estupendos pescaditos (rojizos).
Se come y se bebe. Mientras tanto, se piensa lo menos posi-
ble, como si se estuviese en algún lugar de Córcega o Cerde-
ña. ¡Y cuando se le añade una ensalada de lechuga de insos-
pechada delicadeza! ¡Oh, este sur!


6.
(de 357) Bajo el signo de tales reflexiones se ensombrece el
humor. ¿No haría uno mejor en gozar ingenuamente de su piz-
ca de vida, por ejemplo a la manera del romano moderno que,
aparentemente insensible, camina canturreando y despreocu-
padamente por estos sitios? No lo odio por envidia, pero ahora
sí hay un poco de envidia en mis sentimientos. (Mejor sería
dormir, o simplemente no haber nacido.)
No son de mis mejores momentos, pero sí de los más lúcidos.
Ahora debería tenerte a "ti" para olvidar.


7.
(de 411/12) Lo más importante no es tampoco pintar cosas de
prematura madurez, sino que debo ser ante todo hombre o tra-
tar de serlo. El arte de domeñar la vida constituye la condición
fundamental para todas las manifestaciones del futuro, ya se
trate de pintura, escultura, tragedia o música. No sólo de domi-
narla en la práctica, sino de plasmarla íntimamente y de modo
palpable, y adoptar en ello una actitud lo más evolucionada po-
sible. Es obvio que eso no se hace siguiendo unos cuantos
principios reguladores, sino que crece como algo natural. No
sabría yo encontrar tales reglas, por otra parte. Ya se irá cons-
truyendo por sí sola una concepción del mundo; la orientación
que deje la huella más clara no depende sólo de la voluntad,
sino que se determina por el destino, presente ya en cierta me-
dida desde el vientre materno.


8.
(608) Hace ya tiempo me enseñaron una bonita canción:
¿Por qué preocuparse por mí?
Soy casi tanto como nada.
El tipo que está en mí
bien puede madurar más tarde.


9.
(702) Copié el prefacio de Dorian Gray. También otras ideas
de Oscar Wilde. Casi por ser extrañas, pero aún así ciertas,
quizá. Es terrible esta frase de que "Todo arte carece de finali-
dad".


10.
(de 1026a) Martes, 28 de noviembre. Por la mañana. La salida
la hice totalmente equipado, con mi fusil. En Milbertshofen me
encuentro con que los aviones no están aún listos para el viaje.
El tren no saldrá antes de las nueve de la noche. Dejo mi equi-
paje con el jefe de estación y corro a casa, donde todavía hago
una agradable comida y un hogareño té en la tarde.




11.
(873) Marzo. Y ahora todavía un descubrimiento verdadera-
mente revolucionario: más importante que la naturaleza y que
su estudio es la actitud frente al contenido de las cajas de pintu-
ras. Algún día habré de poder improvisar libremente en el piano
de colores de los tarros de acuarelas colocados allí, lado a lado.

12.
(323) ¿No es asombroso que comience ahora a hablar de una
niña de once años? Estábamos sentados en nuestra encantado-
ra fondita con Sorgin, cuando como de costumbre entraron u-
nos músicos y afinaron la mandolina y la guitarra. La primera
pieza sonaba por supuesto un poco desafinada, pero muy sentimental.
Hacia el fin la niñita que había entrado con los músicos llamó
la atención mediante unos gestos, y al sonar el acorde final o-
cupó el centro con toda desenvoltura. El público sabía lo que
le esperaba: una escena (¡y qué escena!). He visto muchas ma-
ravillas artísticas, pero nada tan original. La chiquilla tiene
cierta nobleza en su cuerpo, por lo demás no es precisamente hermosa y tampoco la voz es buena. Pero podría aprenderse
allí a ver la belleza sólo en la verdad de la expresión. Era po-
sible percibir que una persona de talento presiente situaciones
que sólo podrá vivir mucho tiempo más tarde; esto queda ade-
más favorecido por el hecho de que los sentimientos más
fuertes son los más primitivos. El futuro duerme en el hom-
bre y únicamente tiene que despertar. No puede hacerse. De
aquí que también una niña conozca el Eros. Escuchamos todo
su repertorio desde el pequeño couplet hasta la escena apa-
sionada y trágica. Al sureño le es más fácil hacer comedia,
pues su gesto cotidiano está ya tan desarrollado que requiere
una intensificación menor que entre nosotros. La niña pudo
darse así más fácilmente como era verdaderamente. Al final
era ya más bien una especie de goce de la naturaleza.


13.
(de 726) En el Meitschimärt vi a cuatro hombres abandonar un
burdel y entonar un conmovedor cuarteto vocal en seña de
agradecimiento.


14.
(615) Lo fragmentario que tienen tantas obras impresionistas
es el resultado de la fidelidad a la inspiración. Donde ésta ter-
mina debe concluir también la obra. El impresionista se ha he-
cho así un poco más humano que el materialista puro. Ya no es
válido a toda costa el concepto de la sobria capacidad objetiva.


15.
(373) 6 de febrero de 1902. Tomamos ahora regularmente un
fuerte vino tinto de Frascati. El de ayer era tan dulce que me
acosté inmediatamente después de volver a casa, desapare-
ciendo de la superficie terrestre. Pero ahora estoy despierto
desde antes del alba. Quizá mi estado no sea muy hermoso
desde un punto de vista objetivo, y mucho menos mi inmensa
sed por la botella. Pero estos instantes tienen para mí algo extrañamente sentimental. El espíritu está lúcido, es fin en sí mismo, me es dado un pensamiento amplificado. Pasan por la mente tiempos lejanos, vivencias adormecidas y escondidas, posibilidades, melodías del pasado y del porvenir, planes sin tiempo, una cosa tras otra, y me siento dueño de ricos obse-
quios y tengo esperanzas. Despierta luego el día; la cercanía,
la violencia me molesta. Cierro los ojos para no verlo, vuelvo
a dormirme, con un sueño pesado de angustiosas visiones, y
me despierto sin haber descansado, con frecuencia a media
mañana.


16.
(635) En Beethoven, especialmente en el tardío, hay temas que
no dejan correr libremente lo interior, sino que se plasman en
un canto que descansa sobre sí mismo. Al interpretarlos uno
debe fijarse si lo psíquico que se expresa incumbe a alguien o
si existe por sí solo. Por lo que a mí toca descubro en lo mono-
lógico un atractivo muy peculiar.
Pues a fin de cuentas se encuentra uno solo en la tierra, incluso
en el amor.


17
(335) Antigüedades del Vaticano. Me sentí más maduro en mi
creciente admiración por el Apolo de Belvedere. Yo amaba ca-
riñosamente a las Musas. Insensible para el Laocoonte (que el
tórax del niño sea único en su belleza). Nueva comprensión res-
pecto a la Venus de Cnidos. En esto, de acuerdo con Burck-
hardt. Mañana iré a ver a Spitthöfer para dar una vuelta por su
tienda. Se habla alemán allí.


18.

(134) Jean de Castella alababa la profundidad de un dicho in-
glés. Cuando se le pidió que lo tradujera, lo hizo en la forma
siguiente:
  Con justicia y habilidad,
  con placer y voluntad,
  deja que la habilidad ayude a la justicia
  y que el placer sea antes de la voluntad.

El 2 de marzo me preguntó por el acto sexual de las plantas,
que si se efectuaba en las raíces.


19.
(802) Felix Klee, nacido el 30 de noviembre de 1907.
... El asunto duró treinta horas(...) Durante mucho, mucho
tiempo no se hizo uso de los forceps(...) Cuando llegó el doc-
tor Ashton dio ímpetu a las cosas. Lo curioso es que yo no
pensaba para nada en un niño, sino en mi mujer que tenía que
estar sufriendo.
La operación y el malestar; no supe de nada más. Y eso que
ayudé y eché gotas sobre la máscara porque la anestesia la ha-
bía dejado inquieta y porque los tres, los dos médicos y la co-
madrona, estaban ocupados a más no poder.
Y cuando llegó el bebé, "un muchachito", estaba yo asombra-
do de que no se fuesen todos tranquilamente, sino que por el
contrario se formó un nuevo centro de atención.
Los primeros en irse fueron los doctores y nosotros nos queda-
mos sentados. La señorita Singer y yo, contentos de que ya hu-
biese pasado todo. El niño estaba bien envuelto y dormía.
Cuando la partera, una dama joven por cierto, no una vieja
comadrona, también emprendió la retirada, nos quedamos co-
mo una verdadera familia.


20.
(de 403)
Luego dirigí mis pasos al Pitti, una galería muy grande.(...)
En su pequeño retrato, Botticelli sabe reducir su color a tan
limitados contrastes que se produce una especie de acroma-
tismo que no encuentra sustituto en una tonalidad sensual,
sino que vale por sí mismo, como expresión del amor casto.
El tipo de esta beldad no es, ciertamente, agresivo. La pos-
tura en perfil armoniza también en forma notable con ese
rasgo.
Una vez agotada la galería utilicé el pasillo de comunicación
con los Uffizi.
[Se refiere al maravilloso corredor Vasariano, creado por
Giorgio Vasari en tiempo récord, entre marzo y setiembre de
1565 y abierto al público recién en 1866. Cuando Klee lo re-
corrió no había tenido lugar la gran restauración actual, luego
de la cual el recorrido de casi un kilómetro de longitud alber-
ga casi ochocientas obras de pintura. Justamente sobre el
Ponte Vecchio está la más notable colección de autorretratos
del mundo, entre ellos el de Eugene Delacroix, el preferido de Baudelaire en la gran polémica del siglo XIX en París, entre
Ingres y Delacroix, quien escribió en su propio diario: "el ar-
tista tiene que tender un puente misterioso entre el alma de los personajes y la del espectador". El corredor Vasari aún se ha-
lla en expansión.]

 
Durante unos diez minutos lo lleva a uno por encima de ca-
sas, techos, pasando por el Arno (Ponte Vecchio), en parte
con algunas vistas panorámicas. Alcanzada la meta me senté
en la Tribuna, y frente a un sorprendente retrato femenino de
Rafael me puse a reflexionar intensamente acerca de la natu-
raleza de este Proteo de la pintura. Mejoré a continuación con-
siderablemente mi opinión de Lucas Cranach al observar su
Eva, en especial por su tratamiento creativo de las piernas.

                                          La Sala 18 de los Uffizi, o Sala Tribuna. Actualmente
                                        no alberga ningún Rafael.

                                                     La Eva de Lucas Cranach el Viejo (1472-1555)
                                                     Sala 20 de los Uffizi, o Sala Dürer.




UN AGREGADO
UN POEMA DE PAUL KLEE



Ich schenke Dir mein Ganzes
und gab Dir doch nichts,
bedenkend, dass ich das Leben
erst aus Deiner Hand empfing

Dass Du mich neugeboren hast
in Schönheit.

- Die Geliebte als Mutter
des neuerstandenen,
des sittlichen Mannes -

Versión al castellano de Andrés Sánchez Pascual

Te regalo todo lo mío
y, sin embargo, nada te he dado,
considerando que la vida
la recibí antes de tu mano.

Que tú me has dado a luz de nuevo
en la belleza.

- La amada como madre
del varón renacido
del varón moral -

Algunas observaciones

Me pareció que la palabra sittlichen era clave en el poema.
Y que la traducción 'moral' se quedaba corta.
Según K. Schellhammer, la palabra Sittliche viene de Sitte,
costumbre. Y cuando se habla de Sittliche, se refiere en ge-
neral a las buenas costumbres, a los buenos hábitos, así co-
mo a la buena moral.

Mein Ganzes se traduciría mejor como "todo mi ser".

Otra versión del poema, entonces

Te regalo todo mi ser
y, sin embargo, nada te he dado
ya que la vida la recibí
primeramente de tu mano.

Tú me has dado a luz
de nuevo en la belleza.

- La amada como madre (engendradora)
de un nuevo hombre,
de un hombre mejor -


FUENTES

Los textos y las fotos provienen de:
 Paul Klee. Diarios 1898/1918, Editados y prologados por
Felix Klee. Biblioteca Era, México, 1970. La pintura que
aparece se llama 'Invención' y es de 1917.
 Paul Klee. Poemas. Versión de Andrés Sánchez Pascual,
Ediciones de la Rosa Cúbica, Barcelona, 1995.

Agradecimiento: a K. Schellhammer por sus comentarios
acerca de la versión alemana.

4 comentarios:

Niki McGill dijo...

Me encantó este post...
Gracias por compartir...

Niki

Robert Rivas dijo...

Gracias a vos, Niki. Y bienvenido al sitio. ¿'Sitio'? ¿'Blog'? Hay
una palabra más desagradable que "blog"? Creo que 'blog' debería
corresponder a la onomatopeya del
ahogado.

Niki McGill dijo...

me causó gracia lo de la onomatopeya del ahogado....ajajaja

Feli dijo...

Klee me emociona, me encanta (de encantamiento).
Gracias