domingo, 13 de junio de 2021

UN POEMA DEL SUECO HAKAN SANDELL

 



  EL ALMA DESPUÉS DE LA MUERTE


 "Ahora veo claramente que un sol que calienta

 era mi cuerpo para mí y que la oscuridad inversa

 a las abstracciones de la luz me atravesó de frío.

 Extraño el cuerpo, y el calor de la sangre.

 Extraño mi piel encaneciendo, y la tos

 del alba, las arterias rellenándose desde el corazón

 en un  fuerte torrente a través de mis colores de otoño,

 los tatuajes ablandándose como sobre tela de seda.

 En el cuerpo maduro, a pesar de todo eso

 los restos de la juventud se regocijaban en el presente.

 Los hombros valían tanto como alas.

 Un santuario seráfico rodeaba la piel de cerdo.

 La miniatura del mundo de juguete del reloj en la muñeca

 contenía excitantes profundidades en sus horas,

 los minutos titilaban más que las eternas estrellas.

 Extraño la estabilidad del cerebro - una joya

 de claridad, extraño la caja costal respirando,

 la dureza del sexo, los músculos que se tensan

 en el esfuerzo, la sangre fluyendo hacia las manos

 para darse vuelta, entonces, como en un hombre crucificado,

 y que el aire de lo que es bueno y viejo y transitorio

 es capaz de llenar los pulmones una vez más.

 Cada cicatriz un precioso recuerdo, abandonado,

 ahora, con la alianza volviéndose amplia para el dedo

 y el cuerpo mismo, tan rápidamente destruido.

 Si sin embargo, por una vuelta más,

 me fuese permitido salir de lo abstracto y entrar

 en mi tabernáculo terrenal, anhelo regresar

 como el ángel Gabriel a la inocencia de María,

 a la vieja seguridad de un punto al que aferrarse

 cuando la identidad se aleja, y en su ausencia

 el espacio vacío se inunda extáticamente."


Versión del sueco al inglés: Bill Coyle



Hâkan Sandell nació en Vastra Skävlinge, Suecia en febrero

de 1962. Ha publicado numerosos libros de poesía, así como

libros de otros géneros y traducciones. Vive en Oslo, No-

ruega, y es uno de los principales organizadores del movi-

miento retrogardista escandinavo, que tiene mucho en común

con el Nuevo Formalismo y la Nueva Narrativa, dos movimien-

tos artísticos de los Estados Unidos.



 NOTA

 Quedé maravillado con este poema. Sintiendo que sigue

siendo una posible maravilla ser viejo. Que se puede extra-

ñar el cuerpo aun no siendo el que era en la juventud. Más

de una vez dije, medio en serio y medio en broma, que lo

malo no era ser viejo, sino haber sido joven (antes de ser

viejo). En este caso la comparación es al revés. Un amigo

que murió hace alrededor de un año tenía un montón de pro-

blemas físicos, que lejos de menguar, lo iban imposibilitando

cada vez más. Y sin embargo lo que menos quería era morir-

se. Amaba intensamente la vida, aun cuando sus dolencias le

impedían cada vez más cosas. Este poema me hizo recordarlo

mucho. Se llamaba Modesto Estévez, pero todos lo conocíamos

como "el Oso". 


FUENTE



Anni Sumari & Nicolaj Stochholm (Eds.) The Other Side of

Landscape. An Anthology of Contemporary Nordic Poetry.

Slope Editions, 2006.


 Versión del inglés: Robert R Rivas (c)

  


1 comentario:

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Me encanto este amigarse con el cuerpo a pesar de, muy lucido poeta!