sábado, 20 de abril de 2013

TRES LUCES

  Pocas veces, a pesar de la cantidad de los intentos, se en-
cuentra uno en medio de un maravilloso campo emocional
en la literatura. Salvo a través de ciertos momentos de los
vínculos -en los que juega el cuerpo- no creo que exista nin-
guna manera comparable para acceder a toda clase de emo-
ciones, a tantas formas del pensamiento y de maneras de
experimentar y de situarse en el mundo.

  Como dice Robert Walser en una de sus glosas, llamada
"El solitario": "cuán bello es diluirse en el sentimiento."

  He leído, otra vez -porque, como suele ocurrir con los li-
bros que más nos gustan, lo había perdido- uno de los tex-
tos más preciosos. Una obra que llamaría 'perfecta' si no
fuese porque perfeccción y sensibilidad corren por carriles
diversos.

  Esta entrada es sólo para compartir estas tres luces.

  Así se llama este librito de Claire Keegan que, en sus se-
tenta páginas, logra despertar un número mucho mayor de
emociones.

  Cuesta imaginar por qué procedimiento puede no sólo es-
ta autora irlandesa, sino cualquier otro escritor de cualquier
tiempo y lugar, crear una belleza tal, salvo habiéndola vivi-
do y conservándola deliciosamente viva.

  Aquí está la luz que enciende Claire Keegan en la penum-
bra de una niña de ¿cuántos: 8, 10 años? Una luz suficiente
para no olvidarla nunca.

             
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu pagina tienta,sugiere,
intriga.
Lleva a la accion.
Encontrarlo y hundirse en el.
Despierta emociones?,mas?

Walser y su expresion
"bello diluirse en los sentimientos",abrazarlos
siempre, hasta el fin.
Gracias por un nuevo camino a emocionarse.