jueves, 25 de mayo de 2023

EL CHAMÁN ESTÁ SENTADO

 Esto está cerca del mar

 El relato no está ordenado

 El viento viene (a hablarle al chamán)

 Las palmeras -estamos cerca del mar-

   se inclinan para escuchar lo que dice el viento

 El mar habla un idioma completamente diferente

 Ni el chamán entiende la lengua del océano, ni este

    la del chamán

 El mar habla a través del oleaje

 El habla es siempre movimiento, movimientos

 Sucesivos empiezan a querer decir algo

 Secuencias, secuencias reiteradas a lo largo de miles

     de miles de años

     olas, por ejemplo, mareas

 El chamán, sentado, recibe en silencio


 Los espíritus auxiliares estudian los movimientos 

    y oyen los sonidos del río

 No intentan entender lo que dicen

 Los peces derraman su líquido lleno de huevos

      en el curso del río

 

 El chamán está ahora en el Ártico

 El idioma del hielo y de la nieve

    él lo sabe

    lo entienden mejor los osos 

    y las focas

 Todos ellos están conducidos en primer lugar

     por el hambre

 Tienen arpones, garras, dientes filosos

 La nieve se entiende a la perfección con el silencio

 El viento no la deja oír el silencio

      que es lo que guía a la nieve

 Poner todo en quietud y silencio

 Una vez lograda la comunión total de la nieve

       con la quietud y el silencio

       el ritual continúa con una disolución

 En algún lugar habrá fuego

 El viento tiene que ladrar para ser escuchado

       porque el silencio es muy fuerte

 Miden sus fuerzas sin quererlo

 El mar también ha medido sus fuerzas con el hielo

       el hielo ha vencido

 El chamán está sentado pensando en todo eso

       como soñando

       como en una fiebre muy antigua

       como en un estado de revelación 

       pero de revelación mínima

       muy muy fina

       casi imperceptible

 Recién entonces sonríe

 El gran secreto del frío es que no piensa

 Nadie entiende lo que desea el frío

 Si se propone algo


 El frío habita en los espacios muy lejanos

 Las extensiones de frío en el espacio muy lejano

       son inconmensurables


 El oso alza la cabeza

 La foca se desliza en un agujero del hielo

 Silencios diversos, susurros

       y crujidos

 El chamán tiene los ojos cerrados

       y las manos abiertas


  El pájaro picotea el viento

      le arranca pequeños jirones

      no armará nido con ellos

      y se los donará a la hembra

 

 El chamán está sentado a las puertas de un desierto

        un escarabajo negro y dorado

        corre por la arena

 El rastro que dejan sus minúsculos pasos

        tal vez no quiera decir nada

        pero lo mira con toda la avidez del mundo

        sentado

        el chamán


 Que ahora apoya las manos sobre el pecho

       y volviendo a cerrar los ojos

       sonríe

       una extraña sonrisa 

       como si la brisa 

       fuese un pincel 

       y estuviese dibujando 

       delicadamente en la arena

       de su rostro

 

 

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