miércoles, 10 de agosto de 2022

DOS POEMAS DEL AUSTRALIANO THOMAS SHAPCOTT

  



  ANTIGUOS NIÑOS


    para Ron y Pam Simpson


 El auto nuevo de papá era ese Ford Customline

 Ancho como una cama y siseando de energía.

 Manejaremos con cuidado, prometíamos

 y nos turnábamos para quemar el asfalto

 derecho hasta Helidon.*

 No volvió a sisear después de eso. Suspiraba.

 A veces a la culpa le lleva cincuenta años

 hasta que la ampolla estalla.

 El Ford fue permutado sólo cuatro años después.

 El silencio de papá era el asunto.


*Helidon: Una localidad de Queensland, Australia.



 BAJO LA CASA 

 

 Papá conservaba su banco de trabajo 

 y la negra caja de herramientas

 que había sido de su padre,

 (un meticuloso modelista).

 Había una burda hamaca para mi hermano menor

 que solía colgar de un gancho en las escaleras.

 Pero el tiempo de gloria de papá ahí abajo

 era cuando venían los nietos

 tantos años después.

 Gruesos juguetes de madera en colores primarios

 y nadie a quien criticar.

 Los hijos nunca pueden perdonar a sus padres

 ni tampoco pueden ser perdonados.

 El tiempo solamente incuba el virus.


Alguna vez, espero que pronto,  contaré cosas que ha dicho

Shapcott acerca de su poesía. La promesa se traslada a que

esas cosas son muy interesantes.

Nació, ¿lo había dicho?, en Ipswich, Queensland, en marzo

de 1935, Novelista, dramaturgo, ensayista, además de poeta.

Vive. Premiado varias veces. Profesor de Escritura Creativa

de la Universidad de Adelaida. Ha sido traducido al húngaro,

al rumano, al macedonio, al francés, etc. Ahora, ¿por primera

vez?, al castellano.


FUENTE



Agenda. Australian Issue. Poems, Essays, Reviews.

Vol. 41 Nos. 1-2 . Spring-Summer 2005.