que la asfixia no es una buena partera
como un hurón de superficie
pasillos, terrazas, edificios abandonados,
edificios suspendidos en construcción
vertederos
arroyos vírgenes
¿Qué recorrido me trajo hasta acá?
¿Qué es "acá"?
las ramas secas (ah, cómo enseña levantarse
de noche en el monte)
sólo sirven
para quebrarse
o para rasgar
"dícese de aquellas tristezas infecundas"
se registran muchos
encuentros secretos
con el miedo
no conocemos el resultado
de esas negociaciones
amor es un barco encallado
a disposición de las mareas
dos voces de altaluz y bajaniebla
llamándose
araba en su lago particular
que alguna vez provino de una fuente
busca, bajo el agua borrosa
las canillas
algunas todavía por abrir
las otras inundantes
¡qué contratiempo!
va contra el tiempo
vuelto viento de frente
¿en qué bolsillo guardaba
los cantos de alabanza?
(yo era el testigo de su preciosa carga de sombras)
(estremecidas estremecientes sombras)
corrientes, oleajes, perspectivas
escalas direcciones
desencajes
(en la cabeza
marascas de hilos
cestos y más cestos
de hilos inertes
entre los cuales finas serpientes
se deslizan entre el terror la fuga y el ataque)
¿te duelen los dolores?
se despiertan como hogueras contagiosas
miradas tenues
húmedas
de la primera agua de la mañana
se ven -todavía
alientan fuelles
ocultos en la maleza
fuelles en el follaje
que ralea
perspiran en un silencio tenso
las palabras listas para dar su único salto
la cabina
el humo
fino
delicioso como el peligro
en cierta dosis
"¡no hay apuro!", es la orden
que circula de pronto
haciendo correr ríos frescos de calma
por las trincheras
hora de afeitarse
de realizar, mister providence
los ordenamientos necesarios
plegar la locura frondosa
prolijamente
o amontonando
¡ya, ya! hay que salir a escena
aunque el teatro esté vacío
y en otra parte
(una ciudad de Sunecia, por ejemplo)
recomienza la comedia
que propone el día
y la gavilla de hurones corre
a huronear rabiosamente
bajo tierra
y en algún momento
por algún misterio
que alguna vez podría ser revelado,
carajo,
se echan a dormir
y descansan
amor es un barco encallado
a disposición de las mareas
dos voces de altaluz y bajaniebla
llamándose
araba en su lago particular
que alguna vez provino de una fuente
busca, bajo el agua borrosa
las canillas
algunas todavía por abrir
las otras inundantes
¡qué contratiempo!
va contra el tiempo
vuelto viento de frente
¿en qué bolsillo guardaba
los cantos de alabanza?
(yo era el testigo de su preciosa carga de sombras)
(estremecidas estremecientes sombras)
corrientes, oleajes, perspectivas
escalas direcciones
desencajes
(en la cabeza
marascas de hilos
cestos y más cestos
de hilos inertes
entre los cuales finas serpientes
se deslizan entre el terror la fuga y el ataque)
¿te duelen los dolores?
se despiertan como hogueras contagiosas
miradas tenues
húmedas
de la primera agua de la mañana
se ven -todavía
alientan fuelles
ocultos en la maleza
fuelles en el follaje
que ralea
perspiran en un silencio tenso
las palabras listas para dar su único salto
la cabina
el humo
fino
delicioso como el peligro
en cierta dosis
"¡no hay apuro!", es la orden
que circula de pronto
haciendo correr ríos frescos de calma
por las trincheras
hora de afeitarse
de realizar, mister providence
los ordenamientos necesarios
plegar la locura frondosa
prolijamente
o amontonando
¡ya, ya! hay que salir a escena
aunque el teatro esté vacío
y en otra parte
(una ciudad de Sunecia, por ejemplo)
recomienza la comedia
que propone el día
y la gavilla de hurones corre
a huronear rabiosamente
bajo tierra
y en algún momento
por algún misterio
que alguna vez podría ser revelado,
carajo,
se echan a dormir
y descansan
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