lunes, 28 de septiembre de 2020

CONVERSACIONES (1)

 

 - He estado en mi propia compañía todo este tiempo.

 - ¿Qué dice?

 - Que he estado conmigo, en mi compañía, que no siempre

ha sido la mejor, para decirlo de un modo que no ofenda al

otro.

 -¿Qué otro?

 - Escucha todo. Puede ser imprudente de mi parte estar con-

tándole esto, porque es la mar de susceptible y cualquier cosa

puede alterarlo.

 -¿Qué, cómo...?

 - Yo trato siempre de ser amable, de tocar temas que no alte-

ren la cosa, ¿se da cuenta?

 - Usted es una persona amable...

 - Trato, modestamente, de serlo. Porque después de todo, es-

tar juntos, desde siempre, o al menos desde que me acuerdo, 

ha representado un gran esfuerzo de mi parte.

 - Parece algo abrumador.

 - ¡No sabe cuánto! Sin embargo, cuando no hay otra, uno tra-

ta de simplificar las cosas, de hacer la vida un poco más lleva-

dera. 

 - De eso se trata...

 - Pero no resulta ser así en la práctica. Muchas cosas aparentan

ser sencillas, pero son todo lo contrario. Si uno se ve obligado

a convivir consigo y el otro es un tipo orgulloso, plagado de

amor propio, con ideas fijas y una notoria tendencia al malhu-

mor, es algo que cansa. Créame que cansa. Si uno no quiere

pensar cierta cosa, algo que, digamos, podría asustarnos o cau-

sarnos una angustia del infierno, pues eso es precisamente lo

que se le va a ocurrir pensar al otro.

 - Y supongo que usted no tiene más remedio...

 - Que intentar una vez más calmar las aguas. ¿Vio como sole-

mos decir: "es una sola vez, un solo viaje, una sola vida..."?

Todo eso intento (en vano) decirle. Por supuesto que no me

escucha. Es tozudo, no sé si le dije eso. Saca a relucir cuestio-

nes que deberían conservarse bien guardadas.

 - Qué molesto...

 - Usted lo ha dicho con las palabras justas. Pero es más que 

eso, por supuesto. Está también la vergüenza. ¿Para qué, le

digo yo, revolver esas escenas, esos momentos de flaqueza?

¿En qué pueden beneficiarnos? ¿Y sabe qué me responde?

 - No tengo idea.

 - Dice, muy suelto, muy seguro de sí como es siempre que tra-

ta conmigo, que no tiene nada que ver con ningún beneficio. 

¿Y sabe qué más? Que alguien (le encanta subrayar ese térmi-

no de la forma más altanera y desagradable), alguien tiene que 

hacerlo. Pero ahí no termina la cosa.

 - Ahhh, ¿no?

 - ¡No! Después siguen los aleccionamientos, que yo vivo pen-

diente del beneficio de mis pensamientos y de mis acciones. 

Que trato siempre de alejarme de cualquier sentimiento doloro-

so, de culpa, por ejemplo. ¿Yo? Yo soy el que intenta mantener 

cierto orden interno, un poco de cordura no viene nada mal, le 

chanto, una dosis de sensatez.

 - ...

 - Y no, ahí no contesta. Mira, nada más. Una mirada de esas,

créame que no le exagero ni un poco, puede estropearle el día

al más pintado.

 - Sí, supongo...

 - Hago lo mejor que puedo. Esa es una frase bien mía, se lo

cuento a usted en confianza. "Hago lo mejor que puedo". La

repito porque he llegado a esa conclusión, después de darle

muchas vueltas al estofado. "Hago lo mejor que puedo." ¿Le

parece poco?

 - No sabría decirle.

 -¡Qué lucha! 

 - Ah, creo que ahí viene mi colectivo.

  - Ah, bueno, sí y ese otro es el mío.

 - Adiós.

 - Buenas tardes, ha sido un placer conversar con usted.


domingo, 27 de septiembre de 2020

POEMAS DE LA FRANCESA MARTINE BRODA

 



TE HE BUSCADO...

 te he buscado

 entre el horror que viste tu belleza

 no te he hallado

 sobre una orilla de soledad y de seda azul

 donde cada sonido de la ciudad ensordece con su infierno

 el sonido de pasos al final del corredor

 donde tu muerte no te ha esperado embarrada

 ni la intermitente desgracia de vivir

 he releído tu página de arriba abajo

 desordenada de martirio

 sobre la paz de las palmadas de agua

 donde tu rostro gira

 río arriba




 ESTA ARDIENTE BELLEZA...


 esta ardiente belleza -indivisa

 de pocos ojos, de pocas veces

 cómo decirlo

 tan pesada tan pesada de llevar

 como el soplo de terrible

 silencio inconsolable

 sobre las tierras siempre desiertas 

 de islas más allá de la voz

 cómo cubrirla con el ala

 abrirla compartirla




 ÉL HA DEJADO...


 él ha dejado tan solo un recuerdo perdido

 brillante como un saqueo


    iluminada yo estaba

    el ángel de la larga noche

    un puro abstracto de hojas


    que la breve luz

    sea




  ESTE RECOMENZAR...


 este recomenzar


 como un astil ardiendo

 la piel y suplicante

 enigma   deseando


 este recomenzar tanto

 

 cuando fatigada

 se inclina


 a mirar una retirada una




 CUANDO SÚBITAMENTE...


 cuando súbitamente se ilumina

 esta ciudad banal


 yo detrás de esta tormenta de nieve

 supliqué la dulzura entreví el incendio

 entregada transparente a la dicha


 yo sabía que a la puerta ciega

 esta vez sin torcerme las muñecas


 el color mirando la dicha

 sin preocuparme de pertenecerle




 SUEÑO OBSTINADO...


 sueño obstinado

 de una aurora hermanada

 soplada por la pasión del viento


 mano fresca sobre la aridez de las quemaduras

 desespero que sin embargo abre las fuentes


 ella sería el color posado sobre el mundo

 que regresaría a mirar los paisajes perdidos




 ESCRIBIR...

 

 Escribir

 no es otra cosa

 que durar

 en la oscilación de las tierras

 y el ruido que aúlla

 de la sed

 que se entenebrece




 CADORAN

 Este poema es el lenguaje duro

 que vibra entre los pastos

 como el río en el sol poniente




 KERC'HERE


 La ventana abierta

 sobre la inmensidad desnuda


 Corola ofrecida al deseo


 La cara enterrada

 en el polen del verano




 MOVIMIENTO SALUDABLE...


 Movimiento saludable del agua

 guarida frondosa

 Signo arbitrario      Osar

 poner el cuerpo entre las olas




  POESÍA CON UN HACHA...


 poesía con el hacha

 poesía con el amor

 de aquellos que no han sido amados


 pero que han muerto para vivir para que

 nosotros vivamos


 es que volveremos a vernos

 volver a vernos alguna vez


 pero los que han avanzado

 pero los que han avanzado

 sobre el terrible vacío del cielo


 contra la palma donde se refleja

 tan azul tan calma

 se juega y para siempre perdida

 el que pierde gana


 es que volveremos a vernos

 esto arroja un hilo a algún lugar del cielo

 de estrella a estrella


 vernos alguna vez de nuevo


 cortando con el hacha

 con amor


 nuestro



 Martine Broda nació el 17 de marzo de 1947. Investigadora

en la CNRS de París, en los campos de la poesía y la teoría de

la traducción. Ha escrito libros acerca de Pierre Jean Jouve y 

de Paul Celan, a quien ha traducido extensamente.

Murió el 23 de abril de 2009.



Cadoran y Kerc'here son dos lugares de Francia.


FUENTE



Michael Bishop. Women's Poetry in France. 1965-1995.

Wake Forest University Press, 1997.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)


 

 

sábado, 26 de septiembre de 2020

LAS AMAPOLAS DE LA INFANCIA


 



 Esas amapolas

    tenían que querer decir algo

 La ondulación de sus polleras 

   en la más ligera de las brisas

  La mirada muda de sus ojos negros

    con largas pestañas

      agitando el aire del tiempo 

        de la infancia

  También el desnudarse de esas amapolas

     parecía anticipar algún mensaje


  Tal vez una tristeza como cuando los chinos

     hablan con cierto particular desgarro

       de la caída inevitable de los pétalos del ciruelo

           que vuelan hasta el río que los lleva lejos


  O la dicha inmensa y fugaz

    de la desnudez de las flores


  ¿Las estaciones de la vida?

  Acaso nuestras edades son nuestras estaciones.

  

  En todo caso nos faltaba el río.


  Las amapolas parecían recorrer con una danza

   de gracia infinita

     los jardines.


  Mientras nosotros

     no sé por dónde andábamos.

CANTOS DE PUEBLOS TRADICIONALES DEL SUDESTE ASIÁTICO

 




 Los MIAO BLANCOS de LAOS


 CANTO NOCTURNO


 la noche oscurece

 ¿qué me dices de eso?

 la mujer está ahí

 nadie escucha llorar

 llorar en la oscura noche

 nadie escucha sollozos

 la mujer está ahí

 ella besa al niño

 al niño durmiente

 lo besa en la oscuridad de la noch

 su niño en su cama

 la mujer está ahí

 no la sobresaltes y despiertes


 (en el cielo es medianoche)

 despiértala en la oscura noche

 no la sobresaltes al despertarla

 la mujer está ahí

 ella va a mirar

 a mirar el pilar

 ella sale por la puerta

 pero para ver qué

 no hay nada

 algo

 no hay nada para ver

 excepto su marido

 ahí sin vida

 la llama da luz

 una gran llama

 da luz por todas partes

 la mujer está ahí

 ella va a mirar

 al hombre, su marido

 frío, sin vida

 como una piedra

 cómo el tronco de un árbol

 la mujer está ahí

 ella va a mirar 

 al hombre, su marido

 come un bocado

 ¿come qué?

 bambú molido

 madera molida.


(El pilar: al pie del cual se tiende a los muertos antes del

entierro. 

 Bambú en polvo: entrenudos en polvo, un veneno mortal.)

 

 


 Los THAI de TAILANDIA


 POEMA FUNERARIO


 Al otro lado del gran río

 Los monos se llaman ruidosamente unos a otros y gritan,

 Gritan, se dice, porque la muerte viene tan fácilmente:

 Los hombres desaparecen como el agua que rueda de las

                                     hojas del caladio;

 Entran a la vida de repente y mueren rápido.

 Uno por uno trepan los escalones de los hijos de Dios.

 Vuelven al lugar del que vinieron como asistentes de Dios;

 Estiran su estera y enrollan sus cigarros.


 El Señor de la muerte hace su trabajo raudamente.

 Los sirvientes de la Muerte están prontos en su tarea.

 A la luz del alba afilan sus lanzas.

 Ponderan adónde irán a luchar.

 Eligen a quien han de vencer.

 Roban a través de los valles y sobre las colinas.

 Derrotan a los hijos e hijas de los hombres.

 En las chozas de los pobres, entre las aves de corral,

 En las grandes casas y en los cuartos de invitados,

 Donde se ven las ofrendas de bronce y de plata

 Y las aves de corral se matan y ofrecen, ellos vienen.


 Vayan, maten a una gallina negra.

 Prepárenla y ofrézcanla.

 Vayan y ofrézcanla en el camino principal,

 En la intersección de los caminos principales.

 Si la persona curiosa se la comiera,

 Diremos que nuestra pena se le ha ido a él;

 Que él la ha llevado muy lejos.

 Que los enredos del mal no caigan sobre nosotros.

 Que caigan entre los árboles de los bosques

 O en cualquier otra parte: el país es grande.




 Los KHA de LAOS


 DIÁLOGO


 (Hombre) joven:

 Quiero vivir bajo tu techo,

 Estar con vos desde el alba al ocaso,

 Ayudarte con tus trabajos en los campos,

 Cavar la tierra, arrancar las malezas,

 Traer matorrales, encender el fuego,

 Talar la madera que, al final del día,

 Cargaremos juntos.


 La muchacha:

 ¡Ay! Te escucho, pero no puedo juntar coraje,

 Ya que mi pobre choza no está limpia,

 Mi posición es inferior a la tuya.

 ¿No eres el hijo de la estrella de la mañana? 

 Pero yo soy la hija del cuervo negro,

 ¿Cómo podrías amarme?


 El joven:

 Hermana mía, ¿cómo decís y pensás tales cosas?

 Como vos, yo vivo en las montañas.

 ¿En qué es mi choza mejor que la tuya?


 La joven.

 Lo que me decís viene de tus labios,

 En tu corazón, lo sé, no hay amor.




 CAMBOYANOS de CAMBODIA


 CANTO


 ¡Tristeza al atardecer!

 Ahora a lo largo de los arroyos

 Se posan los vuelos de los martines pescadores.

 Tristeza al atardecer

 Mientras el aire de la regia

 Angkor se dispone para poner al dormir al Rey.

 ¡Tristeza al atardecer!

 Ahora los vuelos de los mirlos

 Se han instalado en lo alto de los árboles sdok.

 Pero yo y mi amada

 Nunca nos miramos a la cara:

 Vemos tan solo qué lejos están 

 Su país y el mío.

 Al atardecer me saco el turbante

 Y camino por el borde de la selva.

 Camino, camino, y mis ojos la buscan,

 Camino al borde de la selva

 ¡Y ahí está ella, recogiendo agua!

 ¡Sí, la veo y la miro!

 Pero es la estrella del alba,

 Que viene a extraer agua

 Ahí en el cielo neblinoso.




 Los VIETNAMITAS de VIETNAM


 ARRULLO


 Esa montaña elevada, ¿quién la construyó tan alta?

 Ese río profundo, ¿quién lo cavó tan hondo?



 CANTO DE AMOR


 Primero, te admiro por tu pelo arreglado como la cola de 

                               un gallo.

 Segundo, te amo porque hablás tan agradablemente.

 Tercero, te amo por tus rasgos, que son dulces de mirar.

 Cuarto, te amo por tus ropas, que son todas del mismo color.

 Quinto, te amo porque tenés prendedores en el pelo y un aba-

                                nico chino en tu mano.

 Sexto, te amo porque tu pelo es verde.

 Séptimo, te amo porque tus padres te trajeron al mundo.

 Octavo, te amo porque tus ojos de fénix me miran tan amo-

                               rosamente.

 Noveno, te amo porque nos vamos a casar y a vivir juntos.

 Décimo, te amo porque no te vas a casar con nadie más que

                                conmigo.



 Los KAREN de BURMA


 CANTO DE UNA BANDA-DE-GUERRA PARTIENDO


 Voy a la guerra. Soy enviado.

 Voy a luchar. Soy enviado.

 Arrópame con una pechera de hierro.

 Dame el escudo de hierro.

 No soy fuerte. Que pueda cobrar fuerzas.

 Soy débil. Que pueda obtener coraje.


 Voy con una hueste de hombres.

 Llegaremos a los escalones de la casa

 Y dispararemos los mosquetes y gritaremos fuerte.

 Los hombres vendrán con esposas y niños.

 Alza la lanza y desenfunda la espada.

 Golpea el cuello y punza el flanco.

 La sangre brota púrpura.


 El gran halcón vuela sobre la casa.

 Se arroja sobre el gallo rojo del cacique.

 Lo atrapa cerca del último escalón.

 Después ataca al gallo blanco del cacique,

 Y el gran halcón levanta vuelo,

 Dejando atrás al cacique envuelto en lágrimas.




 Los RADHE de INDOCHINA


 CANTO


 ¡Hola, chica bonita!

 Tu anillo de plata es hermoso,

 Tenés hermosos brazos y hermosos pies,

 Soy linda,

 Y cómo me gustaría holgazanear con vos en el campo,

 En la fuente, ¡o en cualquier lado!

 Cómo disfrutaría si pudiera agarrarte y tenerte

 Por la pollera o por tu túnica,

 ¡Para poder hablar con vos!

 Porque sos linda.

 ¿Por qué son tus pechos más lindos que los pechos de las

          otras chicas?

 Tu pecho y tus piernas son claras como el marfil,

 Todo tu cuerpo es tan blanco como si lo hubiesen raspado

          con un cuchillo,

 Tu espalda es flexible, tus ojos brillantes,

 ¡Qué hermosa que sos!

 ¡Ojalá me encuentre con vos en un festival, para poder dormir

          con vos!




FUENTE


 Willard R. Trask. The Unwritten Song. Poetry of the Primiti-

ve and Traditional Peoples of the World. Volume II. The Mac-

millan Co., 1967.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)


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POESIA ORAL AFGANA

POESIA ORAL MALAYA

MALASIA, 2° PARTE: FIGURAS MALAYAS

POESIA ORAL DE LOS TÁRTAROS Y DE LOS KIRGUISES

DE LA ANTIGUA CAMBODIA, DOS POEMAS

POESIA ASIÁTICA (I)

LOS 'BAYATÍ', POESIA ORAL DE AZERBAIYÁN


lunes, 21 de septiembre de 2020

CHRISTINE MARENDON, POEMAS

 




  PRÍMULA DE LA TARDE


 En cada persona existe una gota

 pura. Más oscura que el silene 

 que durante el día gira se pliega hacia adentro

 le gusta difundir oro

 sobre amplias extensiones.

 Así que nosotros, animales y humanos,

 somos también vegetación, estratos

 de la era del carbón. Somos

 brotes, pertenecientes a las especies

 que pagan con polen y miel

 y aún aguardan la nueva era.

 Las flores, cuyo lenguaje

 carece de una palabra para 'jardín',

 se inclinan dentro

 de su nueva encarnadura.

 Todo esta conectado

 al no pertenecer.




  ANEMOS


  El fenómeno de la respiración produce de todos los 

  sentidos la erupción de la voz humana.

  Tomá la materia de un puñado de tierra: anemos

  significa tanto el viento como el alma. Es extraño

  cómo las relaciones humanas están enraizadas en las

  transformaciones físicas. La gratitud es algo 

  natural. Luego vienen los ácidos y los cristales,

  las espinas y las escamas. Como si uno supiera que

  tan cerca de la transparencia del espacio hasta

  el color es olvidado como algo

  sustituido. En relación con nuestro tamaño entonces

  estamos en nuestro punto más fuerte cuando pensamos

  en términos de material. Tener la libertad de pararse

  en la luz y exhalar, es el primero y el último

  de todos los movimientos filosóficos.




   PAPYRUS


  Una planta hará cualquier cosa que uno le exija

  en busca de la luz. Expresar este extraordinario proceso

  en palabras tan precisamente como sea posible es mara-

  villoso. Nosotros somos hongos, carecemos de clorofila.

  Es suficiente que pensamos, para hacer un buen trabajo.

  La pradera limita el mundo. El jardín tiene un cerco y una

  verja. Así conocemos la exacta extensión de la influencia.

  Lo mejor en todos nosotros es el amor. Irreductiblemente

  somos también hermosos. Donde uno está insatisfecho

  con el límite el factor decisivo es una antecámara de

  la nada. Le sigue que sólo en sueños amás

  tu ideal. Es miel como miel, una mano

  que acaricia hacia arriba. Y sin embargo no

  todo está calculado. ¿Acaso nuestra convicción

  de que no extrañamos el fresco amarillo de los maizales

  no deriva de nuestra necesidad de ternura? Inclinándose

  o parándose erguidos, hoy todos saben cuándo están 

  enfermos. Así que la decisión acerca de eso debiera ser 

  la fuerza, derivada de la tierra,

  de llevarlo dentro de la tierra. 


  Christine Marendon es una poeta alemana bilingüe. Su se-

gunda lengua es el italiano. Las versiones de las cuales me he

valido para estas traducciones son de Ken Cockburn, que ha

trabajado con la autora para lograr la mejor interpretación de

estos poemas. La autora dice acerca de ellos: "Por un lado se

ligan con la Naturaleza en el sentido más amplio, pero tam-

bién con el espíritu que anima la Naturaleza y el mundo, y el

lugar de la humanidad en este sistema. Advenimiento y desin-

tegración. Todo eso suena muy grandilocuente, pero yo me

siento muy pequeña cuando estoy escribiendo estos poemas...

Se trata también de un experimento: hasta dónde puedo sim-

plemente rendirme a una secuencia libre de imágenes, ¿cúando

se pierden significado y contexto?"

Marendon vive en Hamburgo y trabaja con niños con necesi-

dades especiales.


FUENTE



Modern Poetry in Translation. No. 2. The Constellation.

2014.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

domingo, 20 de septiembre de 2020

THE CRAFT

                                 


                                  THE CRAFT


    "Es muy sencillo",

     le dijo con una sonrisa obtenida en un exclusivo anticuario,

        "sólo hay que empalmar el corazón con las palabras."





'IRSE EN FUEGOS'

 Tuvo que ver

 ¿tuvo que ver?

 a la madre como a un animal muerto


 La mano que dibujaba en la mente

 era una prolongación de un pincel 

 (por dentro, un buril)

 y después del brazo, ya para el lado del campo

 venía un artefacto

 que sostenía y movía el brazo


 Más allá de la madre

 empezaba la tierra a hacer las pases con el invierno

 La traición del mundo

 que consiste 

    en seguir existiendo

 Ahora la mano dos veces ignorante

 (sabe que ignora

 y sabe que la ignorancia es productiva)

 ha dibujado la muerte

  que ya no se escurrirá 

  del cuerpo de la madre


 "También he pasado

   cierto tiempo en la abandonada sinagoga de Thamühl"

   dice una parte de la mente:

   "ahí habitaban por momentos la marta,

   la comadreja, el hurón, la garduña, el tejón,

   la jineta, el armiño, el visón

   y el glis glis."

   (Agrega "y no he podido recoger esas experiencias

   que podrían ser valiosas o no se sabe qué,

   porque no tenía los elementos. Como un campo

   lleno de frutos caídos

   que no se tiene dónde guardarlos".)


   "Siempre es la misma historia:

    una parte del aparato mental funciona,

    el resto está Numb

    Numb es como algo apagado, semiapagado,

    sin sentir del todo, ligero anestesiado,

    nube, niebla, tinieblares..."

    "Se trabaja entonces con lo que se tiene.

    Sin distancia

    se los ve como juegos de palabras

    juegos-de-palabras

      sets, conjuntos, piezas, bloques pre-armados

    algo estacional


  "No es un 'irse en fuegos'


  "Todo lo que había visto, sentido, oído, pensado,

  el contrapelo de todas sus identi-fijaciones


  "¡Lo que se sabe de sí mismo (¡y del otro, mama mía!)!

  "La construcción precaria:

     una rueda ovalada en la bicicleta

        o dos


   "Entre arredrarse y arreglarse


  "Cada día es 'un nuevo día'

  pero cada noche es la última

     'el final de todo'."


    



 

viernes, 18 de septiembre de 2020

CHARLES SIMIC, POEMAS JÓVENES

  



  LA CARNICERÍA


  A veces caminando tarde a la noche

  Me detengo frente a una carnicería cerrada.

  Hay una sola luz en el negocio

  Como la luz en la que un convicto cava su túnel.


  Un delantal cuelga de su gancho:

  La sangre está desparramada en un mapa

  De los grandes continentes de la sangre,

  Los grandes ríos y océanos de la sangre.


  Hay cuchillos que resplandecen como altares

  En una iglesia oscura

  Adonde traen a los lisiados y a los imbéciles

  Para ser curados.


  Hay un bloque de madera donde se rompen los huesos,

  Muy limpio - un río seco hasta el lecho

  Donde soy alimentado,

  Donde hondo en la noche escucho una voz.




  EL HOMBRE INTERIOR


  No es el cuerpo

  Que es un extraño.

  Es otro alguien.


  Le hincamos el mismo

  Feo tazón

  Al mundo.

  Cuando me rasco,

  Él se rasca también.


  Hay mujeres 

  que aseguran haberlo abrazado.

  Un perro me sigue por ahí.

  Puede que sea suyo.


  Si estoy callado, él está más callado.

  Así que me olvido de el.

  Así y todo, si me agacho

  Para atarme los cordones,

  Él se mantiene erguido.


  Arrojamos una única sombra.

  ¿La sombra de quién?


  Me gustaría decir:

  "Él estaba al principio

  y él estará al final."

  Pero uno no puede estar seguro.


  Por la noche

  Mientras me siento

  Mezclando las cartas de nuestro silencio,

  Le digo:


  "Aunque vos pronunciás

  Cada una de mis palabras,

  Sos un extraño.

  Es hora de que hables."




  MIEDO


  El miedo pasa de hombre a hombre

  Sin saber(lo).

  Como una hoja pasa su estremecimiento

  A otra.


  Todo el árbol está temblando al mismo tiempo

  Y no hay señal alguna del viento.



  POEMA


  Cada mañana me olvido de cómo es.

  Observo al humo montarse

  A grandes zancadas sobre la ciudad.

  No le pertenezco a nadie.


  Entonces, me acuerdo de mis zapatos,

  De cómo me los puse,

  Cómo al agacharme para atarlos

  miraré hacia la tierra.




  DESMANTELANDO EL SILENCIO


  Primero bajá las orejas,

  Con cuidado, para que no se derramen.

  Con un silbato afilado abrí de un corte su panza.

  Si hay cenizas en su interior, cerrá los ojos

  Y soplalas para el lado que está soplando el viento.


  Si hay agua, agua durmiente,

  Traé la raíz de una flor que no haya bebido por un mes.


  Cuando alcances los huesos,

  Y no tengas un perro con vos,

  Y no tengas un féretro de pino

  Y un carro tirado por bueyes para hacerlos repiquetear,

  Deslizalos rápido debajo de tu piel.

  La próxima vez que encorves tus hombros

  Los sentirás apretando contra los propios.


  Ahora está muy oscuro.

  Despacio y con paciencia

  Buscale el corazón. Vas a necesitar

  Reptar lejos dentro de los cielos vacíos

  Para sentir su latido.




  errata


  Donde dice nieve

  leé marcas de dientes de una virgen

  Donde dice cuchillo leé

  vos pasaste a través de mis huesos

  como un silbato de policía 

  Donde dice mesa leé caballo

  Donde dice caballo leé mi fardo de inmigrante

  Las manzanas deben permanecer como manzanas

  Cada vez que aparezca un sombrero

  pensá en Isaac Newton

  leyendo el Viejo Testamento

  Sacá todos los puntos

  Son cicatrices hechas por palabras

  que no logré decir

  Poné un dedo sobre cada amanecer

  sino te va a enceguecer

  Esa maldita hormiga todavía está dando vueltas

  Habrá tiempo para enlistar

  todos los errores para reemplazar

  todas las manos pistolas lechuzas platos

  todos los cigarros albercas bosques y alcanzar

  esa botella de cerveza mi mayor equivocación

  la palabra que permití que se escribiera

  cuando tendría que haber gritado

  su nombre




  EXPLORADORES


  Arriban al interior 

  Del objeto por la noche.

  No hay nadie para darles la bienvenida.


  Sus lámparas que cargan

  Lanzan sus sombras

  De vuelta al interior de sus propias mentes.


  Escriben en sus diarios:El cielo y la tierra 

  Son del mismo color impenetrable.

  Si hay ríos y lagos,

  Tienen que estar bajo tierra.

  De las maravillas que buscábamos, ni rastro.

  De las extrañas nuevas estrellas, nada.

  Ni siquiera hay viento o polvo,

  Así que debemos concluir que alguien 

  Ha pasado recientemente una escoba...


  Mientras escriben, un nuevo mundo

  Cose gradualmente 

  Su hilo negro dentro suyo.


  Eventualmente no queda nada

  Excepto un susurro sordo

  Que puede pertenecer

  Ya sea a uno de ellos

  O a alguien que vino antes.


  Dice: "Estoy contento

  Finalmente estamos todos aquí...


  Hagamos de este nuestro hogar."




  PASTORAL


  Llegué a un prado

  Donde el pasto era silencio

  Y las flores

  Palabras


  Vi que los capullos

  Eran de carne y sangre

  Y que tiemblan y temen

  Al viento como a un cuchillo


  Así que me senté yo entre la palabra verdad

  Y la palabra fábula

  Saqué mi bol vacío

  Y la cuchara


  Le pregunté a los dos acerca del amor

  En el silencio

  Con la noche cayendo

  La sentí decir mi nombre


  Escupí en las palmas de mis manos

  Para atrapar estrellas en ellas

  Como luciérnagas

  E iluminar el camino de ella hacia mí

  

FUENTE


Estos poemas provienen de uno de los primeros libros de

Simic, "Dismantling the Silence", publicado por primera

vez en 1971. Los he traducido de Selected Poems, 1963-

1983, buscando agregar versiones que probablemente no

fueran traducidas anteriormente de este extraordinario au-

tor.




  Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)



  

  

sábado, 12 de septiembre de 2020

LORINE NIEDECKER, POEMAS

  


  1
  Mi amigo árbol
  te serruché ayer
  es que debo atender
  a un amigo más viejo
  el sol


   2
   Anciana Madre se vuelve azul y distante,
     "No dejen que mi cabeza se caiga al suelo.
  Estoy ciega y sorda." Muerte desde el corazón,
   un dedal en su cartera.

 "Es un día largo desde anoche,
   Denme espacio. Necesito
  pisos. ¡Lavá los pisos, Lorine!-
  lavá ropa! ¡Yuyos!"


   3
   Qué horror despertar de noche
   y en la penumbra ver la luz.
         El tiempo es blanco
         los mosquitos pican
  He gastado mi vida en nada.

   El pensamiento que punza. Cómo estás, Nada,
   no haciendo nada con la esposa de Alguien.
         Zumbar y arder
         es todo lo que aprendo
   He gastado mi vida en nada.

   Estoy almohadillada y acolchada, pálida y jadeante
   levantando el relleno de una casa-
          alfombras, platos,
          bancos, pescados
   he gastado mi vida en nada.


   4
   Conocí a un hombre puro
   pero no era para mí.
   Ahora coso delantales verdes
   sobre asientos cubiertos. Él

   vadea el agua barrosa pescando,
   se cae, seca su último cheque de paga
   en el sol, lo alisa
   en Hojas de hierba. Este
   es el que es para mí.



   5
  Cargate
      de los fabulosos 
          croares de las ranas

  de abril-
       de los furgones de las tierras bajas
       en la noche.



   6
   Ahora en un año
      un libro publicado
           y sondeando-
   llevó toda una vida
           para llorar
                 un profundo
                        chorrito



    7
    Tan loable
    El poder de la respiración (Epicteto)
    mientras dormimos. Agregale:
    mover las partes del cuerpo
    sin sonido

    y flotar
    sobre un suave arroyo verde
    en una barca silenciosa



    8
  EL TRABAJO DEL POETA

 El abuelo 
    me aconsejó:
        Aprendé un oficio

  Yo aprendí
    a sentarme en mi escritorio
         y condensar

   No hay despido*
      de esta
       condensería

 * Layoff: Despido, paro, cese de actividades.



   9
 SALUDO DE PASCUA

 Supongo que no hay nada
 tan bueno como la inmediatez
 humana

 no hablo vagamente
 de darse la mano
      que es

     de la mente 
 o lilas -vení más cerca-
 olor



  10

 Me casé

 en la noche negra del mundo
 por calor
        si no descanso.
        Al final-
 alguien.

 Me escondí con él
 de los rifles de largo alcance.
     Nos acostamos pierna
     en la alacena, cabeza
 en el placard.

 Una rendija de luz
 en un amanecer sin pájaros-
        Ignorante
        pensé
 que él tomaba

 demasiado.
 Yo digo
      me casé
      y viví insepulta.
 Pensé-



  11

 Nieve barrida, Li Po,
 por la luna de 40 watts del atardecer
 sobre el camino que se apresura a la oficina
 lejos de casa.

 Atendí a mi pequeña estufa marrón
 como se atendería a una vaca - ella da calor.
 Primavera - bullicio de las ranas del pantano la paz
                                 se desata.


 12

 Recién aserrada 
 oliendo-a-limpio casa
 dulce cedro rosado
           tinte carnal
 te amo
   

¿Qué se puede decir de estas maravillas?
 Con qué leve toque, con cuanta dulce ironía, con que
intensa condensación...
 Lorine Niedecker (1903-1970), nació en Fort Atkinson,
Wisconsin. Pasó su infancia "al aire libre, entre pájaros, ár-
boles, botes, pesca (el olor de las redes embreadas), y los so-
nidos del pantano." Vivió luego unos años en la ciudad de
Madison (Wisconsin), donde completó sus estudios. Luego 
se mudó a la Isla Halcón negro en el Lago Koshkonong, 
donde se ganaba la vida limpiando la cocina y fregando los
pisos del hospital local. Algo parecido a ciertas tareas desem-
peñadas por la extraordinaria Lucia Berlin. En 1951 se casó
con un pintor de casas llamado Albert Millen, y se fueron a
vivir a la zona más pobre de Milwaukee. En 1969 regresó a
la isla y construyó ahí una cabaña donde esperaba vivir y es-
cribir durante muchos años. Pero murió repentinamente en 
1970.
 Muchos grandes poetas han elogiado sus escritos: Kenneth
Rexroth, Robert Creeley, James Laughlin, William Carlos 
Williams, Louis Zukofsky -con quien mantuvo correspon-
dencia durante décadas-, Basil Bunting ("nadie es tan sutil
con tan pocas palabras") y Robert Duncan, entre otros.
Leyendo sus pequeñas piezas -también ha escrito unos
cuantos poemas extensos, de gran valor- entendemos ense-
guida porqué.




FUENTE

Aliki Barnstone and Willis Barnstone. A Book of Women 
Poets. From Antiquity to Now. Schoken Books, 1992. 

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

miércoles, 9 de septiembre de 2020

LA POESÍA DE MARTTI HYNYNEN





 DES-CONEXIONES

   A la noche
cuando alguien me eleva
a su oído

 y espera oír
el rugido del mar
o tal vez el viento

entretejido con el canto
de la sirenas, yo mismo
oigo

el chirrido de remos
rítmico tamborileo
y los lentos azotes del látigo sobre las espaldas de los remeros



 DISPERSIÓN

El armazón del arenero de los chicos
se usó

como refuerzo
para la barricada de la calle, así que

desde el inicio de la semana, después
del levantamiento del toque de queda

los cansados usuarios
han estado parados 

con palas azules
en sus manos en el medio

de un desierto



EVALUACIÓN DE LA COLECCIÓN

durante la colección de muletas en beneficio
de nuestro país vecino, y antes del resultado final

probado haber sido el más exitoso hasta ahora,
yo consideraba cómo los caracoles, soberanos del mundo,

sabios y liberados, libre-pensadores
con un amplio concepto de la realidad

aprenden cuando jóvenes las cosas más importantes;
los pasos básicos de la danza de la lluvia, y a reconocer

a partir de los temblores de la tierra como el peligro amenaza
cuando el grupo de estudio de mediana edad

bajo la conducción de un líder de voz estridente
se familiariza con varias especies de arbustos



UNA MIRADA PERSISTENTE

mientras desaparece la nieve
en el interior del bosque

el temblor de tus manos
es el anhelo

un batir de alas
en un cielo

sin luna, un solitario
vuelo

hacia tu propia
luz



OBRERO DE UNA FUNDICIÓN

si yo pudiera elegir
me hubiese gustado haber nacido

siendo la campana que los hombres escuchan
mientras comen su almuerzo

bajo un árbol, se levantan
toman sus mochilas y sus gorras

y se van



Martti Hynynen nació cerca del Círculo Ártico, en Rovanie-
mi, Finlandia, en 1952. Creció a orillas del río más importan-
te de ese país, el Kemijoki. Su primera colección de poemas
se publicó en 1991. Estos poemas pertenecen a ese primer li-
bro suyo. 


FUENTE

Modern Poetry in Translation. Third Series-Number Eight.
Getting it Across. Edited by David & Helen Constantine,
2007.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)