domingo, 11 de agosto de 2019

LENGUAJES

 Usando/abusando un lenguaje destartalado

 Arrancando el primero, hemorragia de lenguajes

 Aparece un lenguaje de foco, en el que todas las palabras
     corren en el mismo sentido, después en el sentido opues-
          to, después en algún otro

 Un lenguaje inmóvil es algo diabólico. ¿Lo han dicho los
       griegos ésos? Nadie lo resiste; el sujeto petrificado 
           simplemente asiste

 Lenguaje de aglutinación: se mueve suave, como una
        gran masa flotante sobre vidrio (imaginar las dimen-
             siones de éste). Pero no sirve, desde luego, para
                    decir lo más mínimo.

 Lenguajes acelerados y lenguajes retrasados. Nunca están
         ahí. Estaciones vacías, rieles que vibran, ya sea por
               algo que llegará o que ya ha partido

 Un lenguaje encontrado. Pequeño, sin instrucciones de uso

 Lenguajes de varias napas, una sobre otra, y también entre-
       cruzadas, llenas de vasos que traen y llevan sustancias
            desconocidas

 Lenguaje arborescente, que te lleva trepando rápido hasta
       el adelgazamiento final, la punta misma del lenguaje, 
           el lugar en el que el filo extremo de la hoja parecía
                tocar la piel del cielo

 "Todos los lenguajes te llevan consigo"
     (Nada se consigue con seguirlos: más allá de todas las
            ventanas de la conciencia -humana o no humana,
                 si es que las montañas o los mares la tienen o
                       la tuvieran- mira el silencio

 Lenguajes de cabelleras azules

 Lenguajes de agua ciega y loca

 Lenguajes prisioneros de otros lenguajes más antiguos,
       atados con raíces indomables
           Dentro de la selva de cada lenguaje se esconde
               un sexo

 Lenguajes como mares viajando sobre plataformas
     hechas de miriadas de ruedas

 Lenguajes repletos de alambres tendidos y de los peces
       metálicos erizados de espinas nadando entre ellos

 Lenguajes abatidos
      (y aquellas ca(rni)cerías)

 Lenguajes latiendo en la espera
      (aún no es su turno)

 Lenguajes hechos de piedras y de sus fricciones

 Lenguajes hechos de telas tejidas por polillas, langostas
        y cicindelas



martes, 6 de agosto de 2019

DOS POEMAS DE JÁNOS PILINSZKY Y UNO DE ELISABETH LANGGÄSSER

    


     SOBRE EL MURO DE UN KZ LAGER

  Donde cayeron, ahí permanecerán.
  En todo el universo este solo
  y único lugar es el solo lugar
  que han hecho propio.

  Este país huye de ustedes.
  Casa, molino, álamo -todo
  está luchando aquí con ustedes, como si
  mutaran a la inexistencia.

  Pero ahora son ustedes los que no se rinden.
  ¿Los esquilamos? Se volvieron ricos.
  ¿Los enceguecimos? Nos miran fijo.
  Ustedes testifican sin habla.



    HARBACH 1944

  Sigo viéndolos: un astil
  detrás y la luna llena -
  son hombres enjaezados al astil.
  Es un inmenso carro el que halan.

  Están arrastrando un vagón enorme,
  que crece al ritmo de la noche,
  sus cuerpos se parten bajo las demandas
  del hambre, el temblor, el polvo.

  Soportan el camino, el horizonte,
  los campos de remolachas tiemblan,
  pero sólo sienten la tierra agobiante,
  el peso de todo.

  La piel caída de sus vecinos 
  parece atascada a la suya,
  porque se bambolean por las mismas huellas,
  crecientes capas vivas.

  Los poblados se mantienen lejos de ellos
  y las puertas evitan sus pies.
  Las distancias que se les aproximan
  vacilan y retroceden.

  Asombroso, caminan con el barro hasta las rodillas
  en la oscuridad, sonidos sordos
  de chanclos repiqueteantes, como si invisibles
  hojas alfombrasen el suelo.



 [Harbach es un municipio de Alemania]



  János Pilinszky nació y murió en Budapest, Hungría. 
 1921/1981. Es un poeta de inspiración católica. El primero
 de los poemas aquí traducidos lo tomé de la página de in-
 ternet "Poetry Foundation" (la versión al inglés es de Geor-
 ge Gömöri y Clive Wilmer., el segundo es un texto que te-
 nía desde hace un tiempo, también en inglés, pero no recuer-
 do la fuente. 


  Poco después leí (encontré) este poema de Elisabeth Lang-
gäser.





  PRIMAVERA 1946

 ¿Así que regresás
 Mi dulce Anémona -
 Toda estambre brillante, cáliz, corona -
 Dándole validez a la devastación,
 Como Nausicaa?

 Llevada por el viento y arqueándose -
 Ola y rocío y luz -
 ¿Que remolino de alegría al fin
 Ha alzado su peso
 Desde los hombros curvados por el polvo?

 Ahora surjo
 Fuera del dominio del sapo -
 el brillo rojizo de Plutón aún bajo mis párpados-
 Y la espantosa pipa del guía a los muertos
 Aún en mis oídos.

 He visto brillar el hierro
 En el ojo de la Gorgona.
 He oído el siseo, el susurro,
 El rumor de que ella me mataría:
 Era mentira.

 Anémona, hija mía,
 Dejame besar tu cara: es una cara
 No reflejada por las aguas
 de Leteo o de Estigio.
 E inocente de no o no.

 Y mirá, estás viva
 Y acá -no hay decepción-
 Y callada en la forma en que tocás mi corazón
 Sin embargo no rastrillás sus fuegos -
 ¡Mi niña, mi Nausicaa!


 Elisabeth Langgäser nació en 1899 en el sudoeste de Ale-
mania. Su madre era cristiana, su padre, judío. Maestra de
primaria. Conoció a Hermann Heller, también de origen ju-
dío y tuvo una hija de él, en 1929, llamada Cordelia.
 Comenzó a escribir poesía. En 1933 conoció y se casó con
Wilhelm Hoffmann, que no era judío. Su casamiento, sin
embargo, permaneció no aprobado, dado que en 1935 las
leyes anti-judías de Nuremberg prohibían cualquier matrimo-
nio inter-racial. En 1941 se obligó a su hija Cordelia a usar
la estrella amarilla. Y en 1944 fue deportada a Theresienstadt.
Y más tarde a Auschwitz-Birkenau. Un año después, a Elisa-
beth se le diagnosticó esclerosis múltiple.
 La poesía de Langgäser es casi imposible de hallar en inglés.
(Menos aún en castellano.) El poema que traducimos aquí 
fue escrito con motivo de la liberación de su hija al final de
la guerra. La autora murió por complicaciones de su enferme-
dad en 1950. 
 Nausícaa es la hija de Alcinoo. Cuando ella va al río a lavar
la ropa, se encuentra con Odiseo. Y más tarde se casa con el
hijo de éste, Telémaco.

  FUENTE

 Eavan Boland. After Every War. Twentieth-Century Women
Poets. Translations from the German. Princeton Univ. Press,
2004.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

jueves, 1 de agosto de 2019

HURONES

 descubre-ya sabía
 que la asfixia no es una buena partera

 como un hurón de superficie
     pasillos, terrazas, edificios abandonados,
             edificios suspendidos en construcción
vertederos
   arroyos vírgenes

¿Qué recorrido me trajo hasta acá?
¿Qué es "acá"?

las ramas secas (ah, cómo enseña levantarse
 de noche en el monte)
sólo sirven 
    para quebrarse
         o para rasgar

"dicese de aquellas tristezas infecundas"

se registran muchos 
    encuentros secretos
         con el miedo

amor es un  barco encallado   
       a disposición de las mareas
dos voces de altaluz y bajaniebla
       llamándose

araba en su lago particular
que alguna vez provino de una fuente
      
  busca, bajo el agua borrosa
            las canillas
algunas todavía por abrir
   las otras inundantes

¡qué contratiempo!
      va contra el tiempo
             vuelto viento de frente

¿en qué bolsillo guardaba
       los cantos de alabanza?

(yo era el testigo de su preciosa carga de sombras)
(estremecidas estremecientes sombras)

corrientes, oleajes, perspectivas
        escalas direcciones

desencajes

   (en la cabeza
        marascas de hilos
           cestos y más cestos
                 de hilos inertes
      entre los cuales finas serpientes
      se deslizan entre el terror la fuga y el ataque)

¿te duelen los dolores?
     se despiertan como hogueras contagiosas

miradas tenues
    húmedas
       de la primera agua de la mañana
             se ven -todavía

alientan fuelles
    ocultos en la maleza
      fuelles en el follaje

que ralea
   perspiran en un silencio tenso
     las palabras listas para dar su único salto

la cabina
    el humo
         fino
             delicioso como el peligro
                       en cierta dosis

"¡no hay apuro!", es la orden
             que circula de pronto 
haciendo correr ríos frescos de calma
     por las trincheras

hora de afeitarse
   de realizar, mister providence
       los ordenamientos necesarios
plegar la locura frondosa
     prolijamente
     o amontonando

¡ya, ya! hay que salir a escena
   aunque el teatro esté vacío
    y en otra parte
          (una ciudad de Sunecia, por ejemplo)
recomienza la comedia 
         que propone el día
y la gavilla de hurones corre
       a huronear rabiosamente
            bajo tierra
y en algún momento
    por algún misterio
       que alguna vez podría ser revelado,
               carajo,
            se echan a dormir

                  y descansan