domingo, 31 de enero de 2021

UNA TEMPORADA OCULTA

 

 De un cuaderno -que ya no existe. Releído y ligeramente comentado.

 Al cual acude este verso de Valéry Larbaud, en las dos versiones que tengo

 guardadas.

 "oh lágrimas inminentes, lavad todos mis pecados"

 "oh lágrimas que afloráis, ¡lavad todas mis culpas!"

 ¿Culpas o pecados? Algo me dice que no son para nada la misma cosa.


 "Últimos días de diciembre del 84. Noches inundadas de sue-

ños y de tormentas inquietantes. Pensando la noche anterior en

el peso del día que viene. 

 A la mañana paso a buscar a D. Anoche le había preguntado

(cuando él a su vez me preguntó cuándo volvía a casa): "¿vos

me lo preguntás porque me extrañás o por preguntarme nomás?"

¡Cuánto me revela ahora releer esto! ¡En qué estado de insensi-

bilidad anestésica tenía que estar!  Él me contestó: "por pregun-

tarte nomás", con una soltura conmovedora. Pero esa noche no 

quiso (sabiduría inconsciente) venir conmigo."


 "Uno sabe muy bien que es una convicción muy profunda. Va-

ya a saber hasta dónde su hunden las raíces de esta convicción.

¿Cómo arrancarla? Si la naturaleza de una convicción es justa-

mente formar parte de uno. Tal vez la parte más "uno mismo"

de uno. Entonces, ¿quién sería el que arranca?

 Y también: si no se arrancan esas raíces, no se arranca. Enca-

jado en el dolor de la pasión, que sabemos que es engañosa...

¿Cómo hacerse a un lado? ¿Saliendo de sí? ¿Por alguna de las

dos salidas conocidas?

 ¿Cómo olvidarse de uno mismo si se está poseso? Estás atra-

vesado en tu propio camino."

 (¿Y cómo narrar un sufrimiento ya antiguo? Inevitable posi-

ción crítica. Y necesidad de respetar lo sentido.)


 "¿El atravesamiento de lo que está atravesado vendría con una 

caída definitiva en la desesperación, o con una catástrofe?

 Construcción de un aparato casero de elevación de durmientes 

de quebracho. No es tarea para fines de semana. Por lo menos

no para estos fines de semana."


 "La vida de escritor pleno, ¿Dónde estaría? ¿Este era mi ser

definitivo? ¿Esto es lo que me esperaba desde el futuro sin

que yo lo sospechara? ¿No debí sospecharlo? Y en ese caso,

¿no debí cambiar de camino? ¿O eso que nos espera desde el

futuro es lo que se ha bautizado destino? ¿Este iba a caminar

conmigo lo que faltaba? Lo (me) miré de soslayo en un mo-

mento de distracción. No, a este lo iba a abandonar en alguna

parte a la primera de cambio. Engañaría al destino. Le entrega-

ría al entregado y saldría corriendo sin que me pescara. ¿Po-

dría decirse un día "he engañado a mi destino?"."


 "Le pregunto a D., que está sentado conmigo en el club: "¿qué

estás pensando?". -"Nada. Que si dicen que el sol evapora el

agua de la lluvia, ¿Cómo es que no evapora el agua de la pile-

ta?""


 "¿Y la vida del viajero vagabundo? ¿Por qué no? En estos 

días he leído con fruición -la poca fruición que le queda a un 

condenado- una guía de viajes muy buena acerca del África 

Occidental Francesa.

Tanto la leí, que me quedó para siempre la sensación de que 

el menos una pequeña fracción mía había estado ahí: Sierra 

Leona, Dakar, Dahomey,Abidjan, Ghana, The Gambia... La

 suposición de que irse es ir-se-de-sí. ¿Cuál era -lo sé muy bien- 

el Upanishad que dice: "Lo que está aquí también está allí, y lo 

que está allí también está aquí"?"


 "Abandonar todo. Quebrarse el eje, el corazón, el pecho, la

existencia, como una rama. "¡Muy interesantes pensamientos",

dice la otra parte de mi mente, "si contásemos con el monto

de energías necesario para ese viaje, no necesitaríamos hacer-

lo!""


 "Anotación. Dice Mary Austin: "Uno puede regalar un canto

a un amigo, o legarlo a la tribu al morir; o uno puede morir

sin haberlo cantado a nadie más que a su Dios."

 La misma Mary Austin oyó a un anciano de la tribu yokut

cantar su Canto de Muerte: Toda mi vida/ yo he estado/

buscando.

 Entre los guaraníes algunos cantos son asequibles a todo el

mundo, mientras que otros sólo pueden ser revelados a los

miembros de la misma tribu o a veces sólo a unas pocas per-

sonas de mucha confianza. Además del lenguaje corriente,

los guaraníes tienen otro dos: uno es el lenguaje religioso

("las palabras de los situados arriba de nosotros") usado por

los ancianos y ancianas que han recibido las comunicaciones

de la divinidad; y el otro es un lenguaje secreto del que sólo

se han podido averiguar algunas palabras, frases y oraciones,

y que se revela únicamente a los iniciados. Y hay entre ellos

otra clase de cantos ("los cantos verdaderos") que son ininte-

ligibles aún para sus propios cantores." Habría una vida se-

creta en nosotros, y otra aún más secreta dentro de la prime-

ra. Tal vez éramos otra cosa que lo que pensábamos que éra-

mos. La esperanza suele disfrazarse. Y a veces logra confun-

dirnos."


 "(Al caminar, diría, le circula la diosa. Le pedirías que camine,

siempre, que pase, que siga pasando, que jamás se detenga, ni 

se siente, ni hable, ni entre en los gestos humanos que tanto 

nos usan y cansan.)"


 "Otra tarde, D., sobre una revista dedicada a Wilander: "Uh, a 

esta revista la voy a leer hasta que se terminen las palabras...""


 "Recordé, por supuesto -¿cómo no iba a recordarlo, si sufrir

parece mi única actividad más o menos continua?- que Dos-

toievsky decía que todo escritor tenía que "sufrir mucho

e indescriptiblemente" para poder comprender la vida y escri-

bir bien. No sólo se pone en trance lo de vida y escritura, su

precio y su valor y sentido, sino que cuando se sufre hasta ese

grado -y nadie ha podido medir los sufrimientos, su verdadero

peso, diferenciado de la carga emocional que se le agrega o,

también, el goce que hay en juego- no creo que se pueda ha-

cer casi nada. Ni siquiera -¿o habría que decir 'menos toda-

vía'?, escribir. Después, después."


 Pero pasado el tiempo, ese sufrimiento sufre (a su vez) trans-

formaciones. Durante cierto tiempo uno puede condolerse. 

Uno que ya no es o no se siente (la misma cosa) el que era 

(al menos del todo), se mira desde otro lugar, pero sigue to-

mando partido por lo que sentía entonces. Pero a medida que 

pasan los años, ya no es igual. Ese sufrimiento me resulta pa-

tético y me produce rechazo. Más rechazo que vergüenza, pe-

ro también hay vergüenza a raudales.


 En ese estado sólo (y solo) se saca tierra de un lugar para

ponerla en otro. En un momento, a la noche, sintió que se

destapaba un monstruo en su interior. Un monstruo destruc-

tivo. Volarle la cabeza al monstruo. Che, ¿quién está al man-

do de esto? La tierra parece que se hubiese volcado en el co-

razón.


 "Sale de madrugada a recorrer los ghats. La impresión de so-

ledad y de silencio en un mundo habitualmente atiborrado de

todo -ruidos, gente, colores- no trae verdadera calma. La con-

dición de extranjero, de observador a la vez del entorno y de

sí mismo, la impresión de ser un intruso en su mundo real-

alucinante, no se pierde en ningún momento. En el ghat de

Chauki, un letrero que dice: "El Ganga es el cordón umbili-

cal de la cultura india". Lo lee distraídamente. La metáfora

es insuficiente. Está parado ahí, en el lugar que imaginó lo

sacaría de sí mismo, lo 'salvaría' convirtiéndolo en un extra-

ño de sí mismo, y no corta el cordón. Se resiste a ser un río

que corre y corre y ninguna otra cosa."





 "Doloroso deseo. Imágenes. ¿Por qué tantas imágenes? Insa-

ciables imágenes. Inolvidable olvido era uno de sus nombres."


 "La muerte nos recorre con los ojos cerrados.

 En los cuerpos llueve en silencio.

 Vangan, 1217-1300: "My last word?/ Spoken before time

began." Son los poemas japoneses zen a la muerte.

 En cambio, él se dice: "So I sing the same old song/ Over

and over.""


 "Todos los barcos dejan puerto.

 Un puerto que piensa. En otra cosa. En algo."


 ""Impaciencia es el cardumen de mi cuerpo"

 Me gustan los virajes de los cardúmenes, pero este no vira.

Sólo tiene la multitud del cardumen, su miedo, su vibración.

 ¿Dicho a quién?"


 "Acá el aire está lleno de mitos, historias, fantasmas. Los

vivos y los muertos habitan el mismo aire. Las hogueras al

borde del río unen para siempre ambos 'bandos'. Los muer-

tos -si se los puede llamar así- están pasando al aire. El río

se llena de cenizas, en las que se bañan los vivos -si es, de

nuevo, 'que se los puede llamar así'. Este sitio te tienta con

dejarte llevar, abandonarte. Es la filosofía que surgió de es-

te pueblo, es la filosofía que lo construyó. Acá la vida y la 

muerte están todo el tiempo en todas partes.

 Y, mientras tanto, la música incesante de la radio, transmi-

tida a todos los rincones de la ciudad por enormes altavoces

montados en postes solitarios e innumerables, me estaba vol-

viendo insano."


 "Se lo llama la "abertura de Brahma": una abertura en la par-

te alta de la cabeza a través de la cual la luz u otras formas

de energía pueden entrar en el cuerpo humano. También se lo

conoce como "el conducto dorado", y se lo emplea a su vez

para abandonar ese cuerpo cuando adviene la muerte."


 "Dice Michaux: "no todo el mundo es mago. Hay muertos

confusos, enfermos. Otros se vuelven locos. Aquí entran en

juego los psiquiatras para muertos... Su misión es la de orien-

tar a estos desgraciados, curarles de los males que les ha traí-

do la muerte. Esta profesión exige mucho tacto."

 El consuelo también está agujereado por una broma.

 Se puede seguir sufriendo del otro lado. Así que sólo queda

reírse." 


 "H. me cuenta -en estos mismos tiempos- que al atardecer,

en su estudio, deja entrar la luz, se sienta en un sillón y se

queda en paz.

 Le respondería con un Michauazo: "no tengo la imaginación

de la felicidad".

 Aceptaría cualquier paz. De rezago, de sobras, paz recogida

de la basura, cualquier clase de paz."


 "Anota los nombres de los sucesivos ghats. Desde el último,

Assi, situado en la ribera curva de Benarés, hacia acá: 

"¡voy a conocer esto!" Nunca se llega al final, por supuesto.

Demasiados obstáculos. "Y sin embargo", decía Michaux,

en medio de su desgracia, "¡cuántos obstáculos ya superé!""

 


 "Tu dosis de agonía. Si se la pudiera transformar en otro mate-

rial.

 O bien descolgarla del tejido del cuerpo.

 Como un nido. El nido del mal. O el nido del dolor.

 Alguien sugeriría: "Atreverse a ser lo que no se es".

 H. me dijo una vez, recuerdo bien hasta el lugar donde me

lo dijo, después de escucharme decir lo que sentía: "¡Arró-

jalo!" Y yo hacía el gesto, pero las manos volvían llenas. 

Es difícil arrojarlo cuando se tiene el corazón agarrotado.

 Es lo que se llama 'el salto'. Entre Aún no y nunca más.

Un par de días después me entero de que Kierkegaard lla-

ma Individuo al protagonista de ese salto. Él también habla

del famoso "aquí y ahora", esa posición mística -y perfecta.

Del otro lado, de este lado, está la Angustia."


 "Mañana termina este año.

 Con H. hablábamos de la mujer. Ya sabemos cómo piensa

él acerca de las mujeres. O de la mujer (que no es para nada

lo mismo). Es en ese pasaje, entre la mujer y las mujeres 

que se puede perder el camino. "Lo único que es tuyo", me

dijo, "son tu poesía y tu imaginación". Nada sostiene real-

mente bien, pero es posible que en esa forma de sentir a las

mujeres haya algo. Sostenerse en el amor de una mujer, con

los avatares y fantasmas que eso conlleva, o sostenerse en la

batalla contra la/las mujeres, que lo único que quieren es po-

seerte."


 "El corazón, una vez más. 'Atado con alambres'. ¿Un corazón

argentino? Con todo lo que eso connotaría. Los reproches, 

los argumentos con su fibra de razón, son los alambres.

 Anotación: "Sólo unos pocos pensamientos, transmitidos con

gran fuerza, de magos y ascetas hindúes y musulmanes, de san-

tos cristianos y también de algunos moribundos han conseguido

atravesar ese muro, aunque por poco tiempo...""


 "Ganga: ¿aguas sagradas o aguas salvajes? ¿Tocadas y usadas

por dioses -ya se sabe que hay miles de dioses en la India, mu-

chos de ellos supongo que medio perdidos o desocupados- o

como parte de una naturaleza salvaje, desentendida de los hu-

manos? Aguas que no se encausan, aguas que se niegan a su-

frir la física del agua."


 "Nos reunimos algunas veces con C. para trabajar en escultu-

ras en su pequeño taller. Me dedico a hacer nucas. Laberin-

tos. Sembradíos de piedras. Rejillas de desagüe, con alguna

rata perdida por ahí. Nuca-picadora-de-carne. Hormigueros.

Nidos de avispas. Paredes enrejadas."


 "El pellizco de la luz

 La piel lisa de la luz

 La noche no tiene fronteras

 Una caricia de la luz

  abre la caja cerrada de un cuerpo"


 "Arrancar las raíces del yo

 (Es una metáfora)

 El fuego del deseo y sus sombras

 Y el reverso de los nombres"


 "En la pantalla de los sueños 

     sonreía con los ojos ocultos en la sombra"


 "Enfrente del ghat de Chousatti, aparece un hombre ofrecién-

dole una barca. Tenía la sensación -de esas certeras- de que

recién había descendido de una. Suenan unas campanas tipo

trino: alguien festeja con rezos. Un buey enorme lo mira

como preguntándole -un poco- si va a aceptar el ofrecimien-

to del hombre. Puede que trabajen juntos, piensa."


"Alguien llama. Se trata de lo que está en el 'interior' de cual-

quier llamado. Sin llamado no hay nada. El secreto de un lla-

mado es que se trata de un llamado. Alguien llama."


 "Y todas esas fuerzas que al no tener adónde ir, se debatían,

se enroscaban entre sí, encuentran un cauce. Que enseguida

puede tomarse como un rumbo.

 "Mira", escribió Van Gogh a su hermano, "las pasiones

son las velas del botecito." Sí, pero el viento es el llamado."


 "Fuimos, casualmente, unos días a la playa con D. Estaba R.

con su familia ampliada. Larga conversación con R. Días

muy ricos. Cuidando a D. y compartiendo experiencias con

él."


 "Es agobiante la memoria de sí mismo.

 Harta.

 Hoy, en la clínica, un paciente que siempre viene a recibir-

me me muestra, al llegar, la boca abierta. Señala abajo de la

lengua y dice: "tengo un nervio cortado".  Luego me cuenta

acerca de la paloma que hay en el parque -una torcaza heri-

da, que se está reponiendo- y dice que habría que darle la 

pastilla celeste de él para que se cure más rápido (el Stela-

zine...). Cuando le pregunto qué necesita para el nervio cor-

tado, dice, con ternura, "una pastillita". Y se va con su forma

continua de ser discontinuo, de estar y no estar al mismo tiem-

po."


 "Un anhelo cuya cuota de imposibilidad lo convierte en gran

anhelo. En inglés hay una palabra preciosa para eso: crave.

No sólo parece excavar con su sonido, sino que está impreg-

nada de la homonimia cercana de grave. Y, si uno está lo su-

ficientemente alivianado como para producir un esbozo de 

ala, hasta puede hacer girar grave en gravy."


 "Llegar a la otra orilla.

 La otra orilla del Ganga está desierta, como si cumpliera

la función de ser justamente la otra orilla, no conformándose

con representar una metáfora. Eso cuando había bajado la 

niebla. Por la mañana el río discurre sólo como un sonido

bajo esa inmersión de la ciudad en el espesor de la niebla. 

¿Una manera de amortiguar el colorido casi insoportable 

del día en Benarés? Los crematorios y los ghats están de

este lado del río. Este se llama Kedar. La palabra encendió

-a esas horas todo el material psíquico es fácilmente com-

bustible- corridas de asociaciones por la hierba mental.

Quedarse, ¿qué dar? Dar... El templo con franjas celestes

y rosas de Kedar estaba abierto. Imitó lo que veía hacer a

un hombre con la cabeza rasurada. Los hindúes van al tem-

plo para ver a su dios, para que este se les revele. A ese ac-

to, para continuar con  las asociaciones que venían sucedién-

dose, se le llama darshan. Es el acto de la revelación, de la

visión divina. Permaneció en el templo un buen rato. La men-

te disparaba salvas de frases y fragmentos de imágenes re-

cordadas. Era un verdadero cruce de caminos, una encrucija-

da a la que concurrían filas de buscadores como torrentes.

Venían y pasaban, se los llevaba la corriente del río en la

niebla. Se trataba, después de todo, de salir: salir de la cár-

cel del orgullo. Dimitir. Entonces el sufrimiento se licuaría,

llevándose consigo al yo que lo engendra y aferra..."


 "Hace un rato, cuando me senté a escribir, experimenté el

sentimiento de soledad más intenso que recuerde.

 "Y un poco después leí una de las cosas más bellas que he

leído: 

      "Yo soy el camino, pero soy el no-camino,

        noviembre en verano, la fábula del día,

        la nominación de las mañanas."

 (Atribuido a un tal Antimero, poeta griego, pero con una

fecha que desmiente esa posibilidad: "1200 a.C.".)"

  

 "Es poner la palabra precisa

 "Es precisar poner la palabra

 "Es poner precisa la palabra


  "Un real poco cargado o demasiado cargado."


 Se cruzaba, por supuesto, la idea de -¿o era el mandato de?-

renunciar al sufrimiento. Pero resultaba igual de imposible que

renunciar a un dolor físico intenso: una fractura ósea, por ejem-

plo. "¿Fractura expuesta? Tratá de pensar en otra cosa." "¿Có-

lico renal? No pienses en él y se irá solo." Salto de metáfora en

metáfora como de piedra a piedra en un río para no ser arrastra-

do por la corriente. Lo cierto es que no se renuncia de un saque.

Eso, me parece, es irrealizable. Se renuncia de a poco y sin dar-

se cuenta. De modo que no es en realidad una renuncia. Va,

gota a gota, perdiendo su fuerza eso. En las dos direcciones:

el yo pierde interés en eso y eso pierde interés en mí. No soy

elegido por el sufrimiento.

 Es posible que toda renuncia sea, en el fondo, dejar de espe-

rar. No es consciente la espera. Pero siempre estamos esperan-

do algo. Y si la renuncia consiste en dejar de esperar, en dejar

de esperanzarse, he ahí expuesta su dificultad.

 Es evidente, en este punto (o momento), la relación que hay

entre renuncia sacrificio.


 Hay un momento en el que uno sabe cómo son las cosas.

 Es un saber que estabiliza algo, al mismo tiempo que pro-

duce el peligro en el que se navega. El sufrimiento ése, ¿qué

viene a ser? Cuando se desarticula la máquina, su mecanis-

mo, se pierde el sentido. Cierta navegación interna -que a

veces parece ser la única a la que tenemos acceso, se detiene.

 Lessness es la palabra mágica que inventó Beckett.


 "Ayer estuve con Octavio Paz. Al regreso, pasé a buscar a D.,

que estaba personificado en "Harry el Sucio". Con voz carras-

posa hace que atiende el teléfono, pregunta y se ríe solo, ta-

pándose a medias la boca. "Jue, Jue, por eso me dicen el Su-

cio..." Tiene varios personajes por los que transita: Wilander,

el dueño del hotel 5 estrellas, el detective, el mago, etcétera.

Formó una 'patota' en el colegio, y tres de ellos son investiga-

dores privados. Hace unos días recibió un misterioso llamado,

aparentemente en clave, que está intentando descifrar.

 También: al regresar de ver a Paz, el hogar-familia perdidos.

Pienso: "antes me hubiese roto el pecho. Alguna protección na-

tural está funcionando.""


 El ardor. (Ahora es un libro de Roberto Calasso). 

 El ardor ¿candor? Lo que quema. Lo que casi no puede ni

tocarse. Ni por la luz de la luna. Ni por la sombra de la voz.

En carne viva.

Corazones ardiendo uno pegado al otro, mezclándose

sin mezclarse: "Quién sos?"


 "Hay que leer", decía entonces, "La herida oculta", de Lu-

crecio (98-55 a.C.), acerca del amor y el deseo..."

 Ahora volví a leerlo. Igual y distinto, lo que el tiempo va

haciendo con nosotros.

 H. decía en esos días que se me veía 'atormentado'.

 Deseo-dios que no necesita ideas ni conoce razón alguna.

 Deseo-dios que quiere saciarse y seguir insaciable para

siempre, siempre, siempre.


 "Ofrendas, onduladas en su abandono por el ir y venir de 

las orillas del río.

 Un chico frotándose los dientes con una rama de neem.

 Pequeños barriletes, casi siempre, buscando infructuosa-

mente escapar de su atadura.

 Niñas sonrientes amasando excrementos de vaca, para ali-

mentar hornillos, mientras charlan.

 Las varas negras que se acumulan para una cremación.

 Peregrinos de larguísimas crines pasan con miradas que

podrían derribar un muro de arcilla."


 "Cuando se siente la mayor necesidad de amor, este no pue-

de venir. Es simplemente así. La demanda de amor, impide

que te den ese amor. Le hace obstáculo. El amor viene cuan-

do no se lo reclama. ¿Cuando no lo necesitamos tanto? ¿O

acaso esa 'necesidad' también tiene doble fondo? 

 El senti miente.

 Nagarjuna siempre me simpatizó mucho. El nihilista total.

¡Qué envidiable desapego, endiablada lucidez! Para él, como

para Sankara, hay dos tipos de realidad: una relativa y otra

verdadera. Ahora bien, la verdadera realidad es imposible de

conocer. Y si fuese posible conocerla, sería imposible de ense-

ñar. Y si se la pudiese enseñar, sería imposible de aprender.

 Todo es máscara, nada revelará la verdadera naturaleza de-

trás de las máscaras, los rostros y las apariencias. ¡Pero la 

máscara de la belleza es tan convincente!"


 "Con D. jugamos Carioca. Él es Kakeki Koku Kuzuki (antes

había sido el ruso Unanglov). Yo soy Canadian Pacific. Es

por el campeonato mundial, por supuesto."


 Después de un profundo dolor, dice Emily Dickinson, llega 

una sensación formal . No entiendo lo que quiso decir. Sufrir 

cansa. Hay un punto en el que el cansancio de sufrir es lo que 

nos alivia, o algo parecido. Y quedan palabras vagando por la 

niebla de la voz. 

 Y me vienen unas líneas de Michaux: 

         "¡Ríndete, corazón! Ya hemos luchado bastante.

         Y que mi vida se detenga. No hemos sido cobardes.

         Hicimos lo que pudimos."


 Para expresarlo más sucintamente: después de todo era solo

la historia de mi vida la que estaba en juego.


  "Looking at you in the light of your eyes"


 "El combustible de la pasión - aún no ha sido aislado

 Es la ausencia, sí, pero la ausencia ¿está dónde?"


  "Viaje en micro a Monte, con D. y su amigo L. Partimos de

Boulevard Mitre y Boulevard Las Heras, en Brandsen. De no-

che. Iba amaneciendo con todos ya sentados en el micro. D.

comenta que "no sale el sol" sino que "se mueve la tierra".

Cierta decepción cuando les digo que Monte es efectivamen-

te parecido a Brandsen. D. se ríe del pasamontañas de L., 

mientras escribe en su cuaderno bajo un título enorme: "MI-

CRO". Hoy se despertó solo, en cuanto prendí la luz y se le-

vantó sin cansancio, a pesar de haber dormido mucho menos

que de costumbre. Ya en Monte veo familias y grupos de hom-

bres, de condiciones sociales muy distintas, y siento que aún

estando solo no estoy aislado. ¡Las conversaciones! El día es

hermosísimo. La laguna, vista desde la explanada -y los gran-

des sillones del Hotel- es serena, magnífica. Agitación de los

pinos que veo sin oír. Lejos de todo. El tejido de angustia que

vibra al estirarse el corazón no consigue trastornarme."


 



 

 



 


 


 


 


 




 

sábado, 30 de enero de 2021

UNO DE LOS TEXTOS MÁS BREVES QUE HAYA ESCRITO

      


                               un pajarito en la selva












     NOTA


 ese es el nombre del texto y el texto mismo

 y es suficiente

 como el pajarito en la selva

 el pequeño texto tiene que valerse por sí mismo



 ¿Por qué textos?

 ¿Y por qué siempre me gustaron las texturas?

 Siempre me gustó más la palabra texto que la palabra poema

 

 Un escrito tiene una textura (a veces más de una)


 Tocar, acariciar, rozar, frotarlas entre sí con los dos primeros 

dedos.

 La palma de la mano -parodiando a Bioy que decía "siempre

que digo 'mujeres' me refiero a las mujeres bellas", diría 

"siempre que digo la palma de la mano, me refiero a la palma

de las manos de las mujeres"

 La textura de la planta de los pies (de las mujeres), también

 Ah, y las mejillas de la Señorita Benjamenta, según Walser.

 Y, clásicamente, las sedas, la tela femenina, la piel que se po-

nen ciertas mujeres.

 Y vienen acá dos palabras que también se han convertido en

fetiches, una transformación que no cualquier objeto o parte

del cuerpo es digna de lograr: rustle es una. Y lo es porque

resulta intraducible. Es el sonido de la frotación, sí, pero no

de cualquier superficie. Las hojas del bambú hacen el rustle

más poético, porque incluyen en su escena a la noche, la lu-

na, el viento, y la espera. 

 A lo largo de la vida uno va viendo cuáles son sus textos-

texturas. Sólo a lo largo de la vida. Y forman parte de todo

eso que no tiene un nombre conjunto, eso que se nos impo-

ne desde la más temprana edad: lo que nos gusta y lo que

no nos gusta. El gran ensamble de nuestros gustos y recha-

zos, nos define, pero es, por supuesto, innombrable.

 Entonces acude la segunda palabra-fetiche: lifetime.

 El tiempo transcurrido a lo largo de la vida.

 Por ejemplo, Pound: "The mastery of any art is the work of

a lifetime."

 Lleva toda una lifetime tener una idea de quién es uno. Y si-

gue siendo una idea parcial, inestable, un saber que no sabe

qué sabe (y qué imagina, todavía). 

 En lugar de todo esto se puede decir solamente


                             un pajarito en la selva

viernes, 29 de enero de 2021

UN DÍA CUALQUIERA


Cuando todavía se dudaba de la existencia de todo

cuando ese todo lo que había existido se alejaba

como caminando por un largo pasillo

al final del cual empezaba la realidad


Cuando donde estábamos era lo meramente impenetrable

sin selva, sin monte, sin naturaleza alguna

y sin contar con que al cielo también se lo habían llevado


Se podían abrir o cerrar -para nada- los cinco sentidos

y unos cuantos más que correteaban por ahí

como ratones por la oscuridad

como liebres blancas en la nieve absoluta

como lombrices transparentes en lo invisible


En otras palabras: no existíamos todavía


Ahora estaba en Perú

Cerca de la plaza, escalera de cemento se sale

    a una pequeña terraza, se da la vuelta

       y es la entrada

Del Kunsthistorisches -más precisamente

Esta es la sala que los demonios que asedian las artes

       conocen de memoria

Y uno abre, claro, cómo no, la puertita esa de la derecha

Y pasa al viejo hospital psiquiátrico

Lleno de momias y de asesinados por la política rotatoria

       de los siglos

Siempre hay muchos colgados que no parecen estar 

      demasiado incómodos 

        (para nada)

Y es un hall muy ancho, que sigue y sigue ensanchándose

Es la sala que se dispersa en el parque abandonado

Muchos están sentados en los catres diseminados

         entre los altos yuyales, con las manos atadas

"Se espera un barco transporte en cualquier momento"

          anuncia una voz que se chupa la mitad del aire

Una sonrisa ambulante produciría una catástrofe

en este momento interminable de este lugar silencioso


El Kunsthistorisches reaparece como un sonámbulo

Y ahora los pasillos se anudan y al caminar por ellos

     se corre el peligro de terminar estrangulado

           por antiguos maestros

Se sale por un rincón al que hay que llegar

      como llega un armadillo -de última- a su madriguera


Perú es el movimiento normal de una mañana

        en el que suenan las bocinas y las voces de las

            mujeres del mercado y hay mesas cubiertas

                de frutos que extrañan como locos a los árboles

                     de cuises que chillan entre la arpillera

                         de peces que han perdido el aliento 

                               definitivamente


 Y uno ve cómo cada uno sigue el hilo de su vida

                   el hilo solitario 

                                   interno

                       tonto tal vez pero misterioso

                                   de cada vida


Mientras charlan, van, se ocupan de sus asuntos

Como todo el mundo

      lo hace

        en este preciso momento

           en todo el mundo

        

jueves, 28 de enero de 2021

LOS CUADERNOS DE CHARLES SIMIC






  "Llevo dos clases de cuadernos. Utilizo una clase para ano-

tar palabras, frases, imágenes y para empezar y abandonar

poemas. El segundo tipo de cuaderno es el lugar donde co-

mentaré acerca de algo que leí, copiaré pasajes favoritos, y

hasta anotaré una idea de vez en cuando. Debo enfatizar la

casi absoluta falta de orden en el modo en que realizo esas

entradas. "¡Qué lío!" exclamó una vez un amigo al abrir uno

de mis cuadernos. Muy cierto. Consideré su falta de proliji-

dad como parte de su atractivo para mí. Encuentro muchas

cosas que había olvidado por completo que de pronto me pa-

recen merecedoras de ser continuadas.

 Aquí hay un muestrario."



      1987-1993


 Ver está determinado no por el ojo sino por la claridad de mi

consciencia. La mayor parte del tiempo los ojos no ven nada.


 *


 La poesía trata de puentear el abismo que yace entre el nom-

bre y la cosa. Que el lenguaje es un problema no es noticia pa-

ra los poetas.


 *


 Ser no es una idea de la filosofía sino una experiencia sin pa-

labras que tenemos de tanto en tanto.


 *


 Todavía pienso que Camus tenía razón. La lucidez heroica 

frente al absurdo es más o menos todo lo que tenemos.


 *


 Una confesión verdadera: creo en un pez soluble.


 *


 Fourier, que planeó un modelo de sociedad humana perfecta,

era conocido por no reírse nunca. ¡Ahí lo tenés! La felicidad

colectiva bajo la acerada mirada de un asesino.


 *


 El poema en prosa es el resultado de dos impulsos contra-

dictorios, la prosa y la poesía, y por lo tanto no puede existir,

pero existe. Esta es la única instancia que tenemos de una 

cuadratura del círculo.


 *


 Un punto de acuerdo entre la filosofía Oriental y la Occiden-

tal: los hombres viven como necios.        


 *


 Un sabroso guiso casero de ángel y de bestia.


 *


 Si Derrida tiene razón, lo único que han hecho hasta hoy

los poetas es silbar en la oscuridad.


 *


 Como muchos otros, crecí en una época que predicaba la

libertad y construía campos de esclavos. Consecuentemente,

los reformistas de todas las variedades me aterran. Sólo ne-

cesito que me digan que me están sirviendo un nuevo, me-

jorado, jamón de bajas grasas, y me vienen náuseas.


 *


 Acá está el mejor Octavio Paz: "El poema continuará siendo

uno de los pocos recursos por los cuales el hombre puede ir

más allá de sí mismo para descubrir qué es él profunda y ori-

ginalmente."


 *


 Uno escribe porque uno ha sido tocado por el anhelo y la

desesperanza de alguna vez tocar al Otro. (1)


 *


 Amo lo de Mina Loy: "Ningún hombre cuya vida sexual fue 

satisfactoria se convirtió alguna vez en un censurador moral."


 *


 Mi alma está constituida de miles de imágenes que no puedo

borrar. Todo lo que recuerdo vívidamente desde una mosca en

un muro en Belgrado a alguna calle en san Francisco una ma-

ñana temprano. Soy un viejo y granulado, a menudo mudo, a

menudo parpadeante film.


 *


 Sólo la poesía puede medir la distancia entre nosotros mismos

y el Otro. (2)


 *


 ¡Mi aspiración es crear una clase de no-género hecho de

ficción, autobiografía, el ensayo, poesía, y, por supuesto,

el chiste!


 *


 El poema lírico es a menudo un aserto escandaloso de que

lo privado es público, de que lo local es universal, de que lo

efímero es eterno. ¡Y sucede! Los poetas terminan teniendo

razón. Esto es lo que los filósofos no pueden perdonarle a los

poetas.


 *


 Mi vida está a merced de mi poesía.


 *


 Crecí entre algunas personas muy ingeniosas, me doy cuen-

ta ahora. Sabían cómo contar historias y cómo reírse, y eso

hacía toda la diferencia.


 *


 Ser bilingüe es darse cuenta de que el nombre y la cosa no

están intrínsecamente ligados. Es posible hallarse en un ne-

gro pozo entre los idiomas. Yo experimento esto ahora cuan-

do hablo en serbio, el cual ya no hablo en forma fluida. Voy

esperando encontrar una palabra, sabiendo que había una pa-

labra ahí alguna vez, y encuentro en cambio un agujero y un

silencio.


 *


 Los músicos de blues no dudan que la música toca el alma.


 *


 Ser una excepción a la regla es mi única ambición.


 *


 Un poema es una invitación a un viaje. Como en la vida,

viajamos para percibir vistas frescas (nuevas).


 *


 El hilo perdido de un sueño. ¡Qué linda frase!


 *


 Cioran tiene razón cuando dice que "somos todos espíritus

religiosos sin una religión".


 *


Aún cuando concentro toda mi atención en la mosca sobre

la mesa, me miro de reojo a mí mismo.


 *


 Estados Unidos es el único país del mundo en el que una

mujer rica con sirvientes puede hablar de ser una mujer opri-

mida sin que se le rían por eso.


 *


 Lo que quieren los poetas líricos es convertir su fragmento

de tiempo en eternidad. Es como ir al banco y esperar reci-

bir un millón de dólares por tu moneda de cinco centavos.

 

 *


 Estoy de acuerdo con Isaiah Berlin cuando dice en una entre-

vista: "No me simpatizan los sistemas que lo abarcan todo."

Yo tengo horror de las mentes que ven todos los eventos como

instancias de reglas y principios universales. Yo creo en el pro-

fundo conjunto de desprolijidad de todo. Asocio a la prolijidad

con la dictadura.


 *


 Dos jóvenes abedules luchando en el viento. El cuervo en

la nieve es el referee.


 *


 Ars Poetica: tratando de hacer reír a tus carceleros.


 *


 Como todos los demás, estoy metiendo todo en la remota

posibilidad de que una de muchas mentiras puede convertir-

se en verdad. Me digo a mí mismo en momentos de ternura, 

tal vez sos más filósofo de lo que sabés.


 *


 La Gestapo y la K.G.B. también estaban convencidas de que

lo personal es político. La virtud por decreto era su otra creen-

cia.


 *


 ¿Cómo conocemos lo Otro? Estando locamente enamorados

de ello. [Tomo aquí el "How do we know the Other?" en su 

doble versión: el Otro y la Otredad.] (3)


 *


 La eternidad es el insomnio del tiempo. ¿Ya dijo esto alguien,

o es una idea mía?


 *


 Mi corazonada de que el lenguaje es inadecuado cuando se

habla acerca de la experiencia es en realidad una idea religio-

sa, lo que ellos llaman teología negativa.


 *


 ¿Puede un momento de consciencia intemporal ser expresa-

do alguna vez en un medio que dependa del tiempo, por ejem-

plo, el lenguaje? Este es el problema del místico y del poeta

lírico.


 *

  

 Primero simplificás lo que fuere que sea complejo, reducís

la realidad a un solo concepto y entonces empezás una igle-

sia de algún tipo. Lo que me sorprende interminablemente 

es cómo cada nuevo absolutismo, cada unilateral visión del

mundo es instantáneamente atractiva para tanta gente apa-

rentemente inteligente.


 *


 Dado que la democracia no cree en la posesión exclusiva 

de la verdad de un partido, es incompatible con el naciona-

lismo y con la religión, les digo a mis amigos yugoslavos. 


 *


 Un estudiante del secundario de New Hampshire leyendo

un antiguo poema chino y emocionándose -Una teoría de la

literatura que no pueda dar cuenta de este milagro tan frecuen-

te no tiene ningún valor.


* Para Emily Dickinson cada idea filosófica era un amante po-

tencial. La metafísica es el reino de la eterna seducción del es-

píritu por las ideas.


 *


 Estoy en el negocio de traducir lo que no puede ser traduci-

do: el ser y su silencio.



FUENTE





Stephen Kuusisto, Deborah Tall, Davida Weiss.

The Poet´s Notebook. Excerpts from the Notebooks of Con-

temporary American Poets. W. W. Norton & Company, 1997.




 Y agrego un hermoso poema de Simic. Se llama "Terapia

de vidas pasadas". Cuando me dicen que alguien hace esta

clase de "terapia", me hacen responder enseguida. "¿Y no

la complementan con la Terapia de las vidas futuras?". De-

berían. Por lo menos se podría constatar algo.


  TERAPIA DE VIDAS-PASADAS


Me explicaron que los vendajes ensangrentados

Sobre el suelo de la sala de maternidad en Rochester, N.Y.,

Curaron el dolor de espalda que adquirí reverenciando 

                                              a mi antiguo maestro,

Me hicieron dejar de poner tachuelas alrededor de mi cama.


 Me mostraron a un oficial a caballo,

Agitando un sable junto a una granja en llamas

Y a una mujer descalza en camisón,

Arrojándole piedras y llamándolo Lucifer.


Yo era un chico de cabeza de paja con un overol remendado.

Al oscurecer una gallina anidaba en mi pelo.

Algunas hasta ponían huevos y yo tocaba mi ukelele

Y mi madre y padre se cruzaban entre sí.


Lo siguiente, me vi dentro de una gasolinera vacía

Construyendo una nave espacial con un féretro,

Cono de tráfico rojo, mezcladora de cemento y calienta

                                                    orejas,

Cuando una señora de la iglesia se desmayó al verme en 

                                                      calzoncillos.


Algunos días, sin embargo, ellos abrían puerta tras puerta,

Siempre a un cuarto diferente, y no me podían encontrar.

Sólo habría un pequeño chillido de vez en cuando,

Como si el canario de un minero estuviese atrapado en

                                                     una ratonera.



Este poema se encuentra en The Voice at 3 A.M. Selected

Late & New Poems. Harcourt, Inc., 2003.

 

NOTA


(1), (2) y (3). Disparidad de los estilos. Esto es lo que piensa

al respecto (el personaje de la novela Hormigón de) Thomas

Bernhard:

 "Los hombres hablan constantemente de que deben y tienen

que descubrir a los otros y, como dicen también continuamen-

te con toda la abyección de sus falsos sentimientos descubrir

al prójimo, cuando se trata única y exclusivamente de encon-

trarse a sí mismos, todo el mundo se encuentra ante todo a

sí mismo y, como hasta ahora, apenas hay nadie que se haya

encontrado a sí mismo, resulta también inimaginable que

cualquiera de esos miles de millones de infortunados haya

encontrado jamás a otro o, como dicen chorreando autoen-

gaño, a un prójimo."


Versión al castellano: Robert R. Rivas

 





domingo, 24 de enero de 2021

ESTÁBAMOS DE VIAJE

La carlinga, entretanto, se desprende con una sorprendente

naturalidad

"¿Has visto qué sencillo era?", dice un aprovechador 

 infaltable para ese tipo de situaciones

Nos sentimos exactamente como un insecto, un gran

  coleóptero magnus, por ejemplo, sin cabeza

"Pero es que se ha perdido la cabeza. se desprendió..."

"El desperfecto es parte de lo dado", responde el infaltable

Pero es que ahora el insecto ha acuatizado

 y nos encontramos recorriendo las crujías

  entre la gran velocidad y cantidad de hormigas rojas de la 

                                                     [selva

"No, si nos ha tocado un mal día"

Los compartimientos están forrados de mejillones

  negros, grises, opalinos, que cuando el mar agita

  o el viento marino, no sabemos propiamente nada

  al respecto, tabletean, dentellan, castañetean, entrechocan

  a lo loco

Como antiguas dentaduras de animales desaparecidos

  pero no extintos hace un millón de años

"¿Y si aparecen ahora?"

"¿Y si están diciendo o diciéndonos algo?"

Las hormigas corren, brotan, caen de todas partes,

  hormigas coloradas enormes, chocándose, buscando 

  en desorden pero a la desesperada su compartimiento

Aparece una hormiga mucho más grande que las demás

  en un pasillo

  esta es negra, bien bien negra

  uniformada

  ¿incluso mucho más grande que yo?

  pero no hace nada: no les arranca los miembros ni la cabeza

  a las otras, sólo las deja pasar notando el halo de temor

  y respeto excesivo de las hormigas acostumbradas por la

  especie a esperar lo peor de los gigantes

Y eso le produce una suerte de sonrisa, lo juraría,

  aunque qué certidumbre puede quedarme

  y acerca de qué mientras

De un camarote -¡había camarotes, y qué camarotes!, por

la puerta entreabierta se ve y huele todo ese terciopelo 

escarlata- emerge en ese momento la mujer cantante.

Las hormigas parecen saberlo, porque al instante les brota

  una tricúspide hélice en la cola, que gira primero con 

  sonido de rotor y unos segundos más tarde vertiginosa-

  mente, generándose una especie de frenesí incontenible

La mujer cantante, en lugar de huir a refugiarse en su ca-

marote, rompe a cantar

Canta con la voz de objetos que se parten en pedazos,

  platos, vidrios, maderos, vasijas; mezclados con la voz

  de millares de objetos metálicos entrechocándose, como

  cubiertos o piezas mecánicas; in crescendo, como la voz

  de un transatlántico partiéndose en dos, como la voz de

  montañas de hielo que se quiebran, como la voz de mon-

  tañas de roca que se trituran a los gritos en los desfiladeros

  más feroces

Y entonces, cuando ya los cuerpos -todos los cuerpos, inclu-

  yendo por supuesto el mío, que debía mantenerse al margen-

  están paralizados en ese punto a partir del cual sólo puede

  advenir una total demolición espontánea

Y se lee en los rostros desfigurados de las hormigas rojas

  una forma de incredulidad que nunca habían conocido

Entonces, en ese preciso momento,

  -todos estos momentos son la mar de precisos-

  la cantante para de cantar, y

     sonríe, 

     tiene un rostro encantadoramente

     enternecedoramente, inmensamente amplio

     en este instante

     y juntando el índice y el pulgar de su preciosa mano 

          derecha

     acompaña con ese gesto un delicado

     loco

     diáfano

     y aterradoramente acertado sonido

     de "¡plin!"

Ante lo cual cunde un regocijo jugoso y suculento que corre

  entre las hormigas gigantes rojas de la selva, 

  que en pleno viaje

  por el océano 

  se arrojan de cabeza a devorarlo con maniática fruición


TRES POETAS DE MAURITANIA

  

  OUSMANE-MOUSSA DIAGANA (Kaédi, 1951- Nouak-

chott, 2001)





   De CHERGUIYA


   Mi país es una perla - discreta

   Como huellas en la arena

   Mi país es una perla - discreta

   Como el murmullo de las olas

   Debajo del susurro de una noche

   Mi país es un palimpsesto 

   Donde mis ojos insomnes se gastan

   Rastreando en la memoria.


 NOTA

 Comentario de Tirthankar Chanda acerca de este poeta:

"suma los principales temas de la poesía francófona de

Mauritania: el nacionalismo, la memoria Africana, la vio-

lenta división entre aquellos del norte, los nómadas árabes-

bereberes ("los hijos de las nubes"), y aquellos del sur, los

africanos negros ("la gente del río"). Como una perla, Mau-

ritania es una cruza entre el agua del Río Senegal y las are-

nas del Sahara."



 AÏCHA MINT CHIGALY (n. en Kaédi en 1962)





  ELOGIO DEL LUGAR DE LA POPA


  O mi amor, recuerda el pasado,

  Tus fluentes lágrimas (llenas de) nostalgia

  En el lugar de Dagreg y Toueijlatt

  Desde la altura de Lahrach

  Ahí cerca de los manantiales.

  Y ahí, el lugar llamado Limé

  El encantador remanso de Weymé Bameyré

  A sólo una corta (caminata) de mañana de distancia.

  Pero llegas ahí, en el paso Kedan.

  Y un poco más allá,

  La quebrada de Moilid.

  Antes de eso ves muchos árboles y muchos claros.

  Y ahí está Djeb, recortándose contra el Oeste.

  Ah, mi amor, no te dejes conducir

  A una vía muerta, ya que al este están los acantilados.

  Ese era el dominio de los moros.

  En estos lugares, ya no quedan amantes de la música

  Ni caravanas pasando junto a rebaños de ciervos.

  No hay otra divinidad que Dios.


   CANTO NOSTÁLGICO ACERCA DE LA VIDA


 ¡Ah! Estos son tiempos inciertos.

 Aún un momento de placer

 Seguramente será seguido de días de dolor.

 Hoy pasé por el terreno del viejo campamento

 Y vi la rama del baobab que solía

 erguirse detrás de las carpas.

 Esta rama de baobab estaba negra y quemada.

 ¡Ah! Qué tristeza y desolación.

 Quien quemó esa rama es un ignorante.

 No hay otra divinidad que Dios.

 Ah mi amor, habla.

 Porque yo soy demasiado tímida, no puedo

 Ir a verte a la casa de tus padres.

 Y vos, no tomaste la precaución de dejar

 y parir

 Como para que pudiese encontrarte.



Aïcha es la hija de Yubaal-Mokhtar, uno de los más conocidos

griots* del siglo pasado. La familia procede de la frontera con

Senegal, y se mudaron a Nouakchott (capital de Mauritania)

en 1982. Aïcha tiene un gran renombre en su país como can-

tante y ejecutora del arpa llamada ardin, pero también continúa

la tradición familiar de ser música y poeta. La música de los

griots de Mauritania se llama azawan y es un arte muy erudito,

que requiere un largo aprendizaje y un entrenamiento especial.

Los cantos son acompañados por tres instrumentos locales.


* Un griot, o jali, es un historiador, narrador de cuentos, poeta

y/o músico del Sahara Occidental.




  MBARKA MINT al-BARRA' (nacida en al-Madhardhara

en 1957)





   LA POESÍA Y YO


 El pecado es que no fui una piedra

   Y los problemas del mundo me quitan el sueño

 Y me escudo con poesía

   Y me mantiene acompañada cuando estoy lejos de casa

 Y la poesía es mi mochila que siempre llevo conmigo

   Conserva el sabor y la fragancia de la tierra

 Guarda ramas de matorral y ramas de espino

  Guarda frondas cargadas de dátiles

 Pinta todas las historias de amor en mi lengua

   Sus colores forman el espectro desde la uva al amanecer

 Y yo dije trae el más hermoso de los instrumentos de cuerdas

  Así el universo puede conocer cómo fluye la música

 Y toca su reconfortante melodía

  Que hace justicia a aquellos que están enamorados

 Las cartas cargan este mundo mío

  Los problemas extraen tinta de la pluma

 Los problemas extraen tinta de la pluma

  Cuando leo acerca de la nostalgia de los amantes ardo


  Mbarka Mint al-Barra' es una poeta y maestra de Maurita-

nia que escribe más que nada en árabe. Es muy activa en 

el mundo cultural y literario de su país, y ha adquirido cier-

to renombre en el mundo árabe. 



 FUENTE


 Pierre Joris and Habib Tengour. Poems for the Millennium.

The University of California Book of North African Litera-

ture. Volume Four. Univ. of California Press, 2012. Los co-

mentarios acerca de los autores también proceden de esta

fuente. Este volumen de 760 páginas forma parte de un pro-

yecto literario único en su clase: reunir los más diversos ti-

pos de poesía a través de las épocas y del mundo. 


Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)