domingo, 19 de diciembre de 2021

TRES POEMAS DEL ALEMÁN LUTZ SEILER

 



  todo acerca de mí


 hubo un tiempo en el que muy lentamente

 con mis oídos salí

 de la lluvia, vi lluvia

 y podía pensar en la lluvia.

 

 como dioses de aceite

 los viejos motores salían arrastrándose

 de atrás de la colina y

 la cosecha comenzaba. yo


 hundía mis brazos profundo

 en el grano, apretaba

 las semillas entre mis dedos y

 tenía que cerrar los ojos.


 del rayo de luz colgaba una fina

 capa de grasa, sobre la que dormían

 las moscas muertas y


 en el vacío molde de las paredes

 rondaba un chico que

 me llamaba. él sabía

 todo acerca de mí




  inventario


 has investigado el tiempo

 en la pantalla de la lámpara: ramas, dos filas

 de edificios, ya desempolvado palabra por palabra.

 todo está abierto para los ojos - ¿quién


 dijo eso? me siento aquí ahora como si

 escrito yo mismo, lápiz sobre

 papel, el medidor de gas hace tic tac, uno

 se bebe a sí mismo ajustado para este texto y tiene


 la puntuación incorrecta en la sangre. allá

 las botellas en el horno, aquí

 los trocitos de madera, medio mascados a pizcas, el olor

 de lo recién aserrado - cada


 símbolo raspa las cosas

 de vuelta dentro de tus huesos a través del grafito, solo

 que nunca se te ocurre llorar




  allá fui, me congelé


 a lo largo fui (en los bosques), sentí

 piel sobre mi cabeza y una fina

 abrasión de marea alrededor de mis oídos donde

  

 yo otro hombre... qué pronto

 todo simplemente pensado de nuevo

 olvidado bajo la maleza una vez fui


 otro: en hydesville, missouri

 nacida, mi hija dolores

 le gustaba aplaudir con sus manos, aplaudía y aplaudía y

 un día algo aplaudió de vuelta:

 su nombre era pie-dividido. muerto

 cinco años antes -'otro hombre'


 así corría el tema de esta marcha - dura

 en el éter, blanda en el oído, buen material

 para aquellos en casa con sus poemas, pero también


 para todos aquellos que

 (tan malditamente solos)

 están ahí afuera y escuchan




Lutz Seiler nació en Gera, un pueblo de la parte oriental

del estado de Turingia en la antigua República Democrá-

tica Alemana, en 1963. La zona, en los años '60, estaba 

dominada por la minería de uranio y fue arrasada por ella. 

Cuando acabó el tema de la minería, Seiler aprendió los 

oficios de albañil y de carpintero, además de completar el 

servicio militar obligatorio. Comenzó a estudiar en Halle y 

en Berlín y en 1997 se convirtió en el director del Museo Pe-

ter Huchel, cerca de Postdam. Ha publicado varios libros de 

poesía y también cuentos y novelas. Una de ellas ha sido

recientemente editada por Anagrama: Kruso. 




 

 FUENTE


 Modern Poetry in Translation. Third Series, Number Se-

venteen. Parnassus. 2012.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas


domingo, 28 de noviembre de 2021

POEMAS DE STEVIE SMITH

  

 



Stevie Smith (1902-1971) es una muy discutida poeta ingle-

sa, que además escribió tres novelas y se destacó como dibu-

jante. Su nombre original era Peggy, pero un día, cabalgando

con un amigo, éste le señaló que se parecía a un jockey llama-

do Steve Donaghue. A partir de ahí, le quedó ese apodo como

nombre. Su madre murió cuando ella era muy joven y pasó la

mayor parte de su vida entrando y saliendo de la depresión.

Como dice Michael Dirda de su obra: "su aparente inocencia

enmascara tan feroces complejidades, tal ambición y sorpren-

dente originalidad, que muchas personas se resistirán a su tra-

bajo." Estoy casi seguro de que lo mismo le pasará a los lecto-

res de estas traducciones.



  LA RAZÓN


 Mi vida es ruin

    La odio tanto

    Esperaré un poco

    Y me iré.


    ¿Por qué esperar?

    La esperanza revive,

    El bien puede ocurrir

    Aun puedo crecer.


  Es porque no puedo decidirme

  Si Dios es bueno, impotente o desagradable.




  TIERNA SÓLO CON UNO


  Tierna sólo con uno

  Tierna y leal

  Los pétalos se balancean

  Con mi toqueteo

  ¿Sos vos, o vos, o vos?


  Tierna sólo con uno

  No sé su nombre

  Y los amigos que caen

  Al llamado de los pétalos

  Pueden pensar que mi amor es culpable.


  Tierna sólo con uno

  Este pétalo guarda una clave

  El rostro que muestra

  Pero muy bien sabe

  Con quien soy tierna.


  Tierna sólo con uno,

  El último aliento del último pétalo

  Grita bien alto

  Desde el helado sudario

  Su nombre, su nombre es Muerte.




  LA CIUDAD CELESTIAL


 Suspiro por un país celestial,

 Donde la gente celestial pasa,

 Y el mar está quieto como un espejo

 De hermoso hermoso cristal.


 Camino en el campo celestial,

 Donde brillan lilas y amapolas,

 Estoy vestida con un saco celestial

 De lustrado blanco.


 Cuando camino por el área verde celestial

 Mis pies en el pasto están descalzos,

 Altas olas el pasto, pero ninguna criatura

 Dañina hay ahí.


 A la noche vuelo sobre las casas,

 Y me paro en los brillantes rayos de luna;

 De oro son todos los ríos del cielo,

 Y de plata sus arroyos.




 MI ALMA


 En la llama del fuego parpadeante

 Los pecados de mi alma son escasos

 Y los pensamientos en mi cabeza son los pensamientos

                                    de una cama

 Con una vista solitaria.

 Pero el ojo de la consciencia eterna

 Debe pestañear como un murciélago pestañea brillante

 O para siempre los pensamientos de mi cabeza se detendrán

 En el borde de la noche eterna.


 Oh alimenta a los peces dorados con su huevo

 Donde él flota en su cuenco cautivo,

 Para el gato su clase desde la matriz nace ciego,

 Y para el Señor mi Alma.




 EN MIS SUEÑOS


 En mis sueños yo estoy siempre diciendo adiós y yéndome,

 Adonde y porque no lo sé ni me importa.

 Y la partida es dulce y la separación aún más dulce,

 Y lo más dulce de todo es la noche y el viento que corre.


 En mis sueños ellos están siempre agitando las manos y

             diciendo adiós,

 y me dan la copa de partida y yo sonrío mientras bebo,

 Estoy contenta de que el viaje está fijado, estoy contenta

                    de que me estoy yendo,

 Estoy contenta, estoy contenta, de que mis amigos no

                     saben lo que pienso.




 AQUÍ YACE...


 Aquí yace un poeta que no escribió

 Su alma corre gritando a través de la noche,

 'Ah, denme papel, denme una pluma,

 Y muy pronto empezaré.'


 Pobre Alma, guarda silencio. En la región de la Muerte

 No hay pluma, papel, noción - y no existe el Tiempo.




  FUENTES


The Collected Poems and Drawings of Stevie Smith.

Faber and Faber, 2015.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas


 

 

  

MANOS Y MANIJAS

  'Y mi mano izquierda aprendió tan poco

  de las destrezas de mi mano derecha...

  La mano retrasada. 

  Diferentes, también, los dos lados del cuerpo.

  Extraños en cierta forma entre sí.

  Y las manos, al mirarlas, ¡tan conocidas y tan

  extrañas al mismo tiempo! ¡"Mis manos"!

  Mucho más que meros instrumentos.

  La mano de mi hijo en mi mano (hace mucho tiempo).'


  En cambio las manijas parecen ser claramente objetos,

  complementarios, pasivos, ante las cuales 

  la inteligencia de las manos se vuelve infinita.


  Georg Simmel en un ensayo de 1911 titulado

  "La manija" dice, sin embargo, que ésta une dos mundos: 

  el utilitario y el no-utilitario.

  Robert Frost habla de las 'manijas' de las hachas cana-

dienses, "que siguen la curva del grano".

 Y Gary Snyder, en su poema "Mango" (de hacha)

cuenta el momento en el que su hijo quiere reemplazar

el mango de un hacha: "Ahí comencé a darle forma al

viejo mango con el hacha, ¡y la frase que había aprendido

de Ezra Pound sonaba en mis oídos!: "Cuando estás 

haciendo el mango de un hacha el modelo no está lejano."

  Gary Snyder sigue el rastro de esta frase y arriba al 

antiguo maestro Chen: "Y veo: Pound era un hacha,/

Chen era un hacha, yo soy un hacha/ Y mi hijo una manija,

pronto/ Para estar dando forma de nuevo, modelo/Y 

herramienta, destrezas de cultura,/ cómo seguimos la

tradición literaria/ como ir pasando de mano en mano/

cómo seguimos (continuamos)."


 Esto nos recuerda que Miguel Angel hablaba de librar a

la estatua del mármol que la aprisiona.

 (Con las manos)


 El hacha en el lugar de la lapicera.


 Y Elías Canetti: "En las calladas, prolongadas actividades

de la mano: las que han creado el único mundo en el que nos

interesa vivir."


 El mango del hacha, la manija de la jarra,

 la manija de las puertas...


 Después de escribir el Tractatus Lógico- Philosoficus en

1921, el genial Ludwig Wittgenstein se convierte en jardi-

nero de una comunidad monástica en las afueras de Viena,

alojándose en un cuartucho para las herramientas. La her-

mana le pide que colabore como su arquitecto en la cons-

trucción de la casa que ella se está haciendo. Él sólo diseñó

las ventanas, las puertas, las trabas de las ventanas y los ra-

diadores. Detalles preciosos. Especialmente las manijas de

las puertas, que Monk describe como de "una exactitud ca-

si fanática", volviendo locos a herreros e ingenieros.


 Y de nuevo: la mano en la mano.

 Sólo esa imagen, esa sensación.

 La 'conocida-extraña' mano de uno en la 'conocida-extraña'

mano del otro. Los dos extraños 'conociéndose'.



  

  UNA NOTA (AL PIE)

En la Argentina se usa una expresión muy lograda, que no

sé si es propia de otros lugares de habla castellana: "Tomarle

la mano". "Dejame tomarle la mano", se dice. "En cuanto le 

tome la mano, va a andar bien." Me parece una verdadera me-

táfora lograda de aquello que en inglés sólo puede expresarse

a través de "the craft", que tiene un sentido ligeramente distin-

to, ya que se refiere a la destreza que se adquiere y transmite.

"Life so short, the craft so long", dirían Auden y Pound.

También en la Argentina es muy frecuente la expresión: "Aga-

rrar la manija" (tener el poder). "Si agarro la manija yo, hago 

desastre." Lo dicen en un sentido, lo hacen en otro, lamentable-

mente.

lunes, 22 de noviembre de 2021

CON LOS OJOS

 

   1


  Escriben con los ojos

  Ellos dicen que "escarban"

  En el origen era una cultura de lo fulmineo

  Escribiendo se entregan a sus visiones

  A veces simplemente

    para que éstas se vuelvan habitables

  Entonces

  se escucha -si se pone lo suave de la atención-

  el parpadeo de las palabras.



   2


   'Escribiendo

   no se está solo.'

   A su vez, 

   es prueba de soledad

   el escribir.

   ¿Son soledades

   de tribus diferentes?


   Para el que escribe

   no escribir

   es abandonarse a la 'mera' existencia

   como un trozo de madera

   al agua del río que la ignora.



    3


    VISIONES


   Sándor Márai sitúa en Austria a la nodriza Nini, en "El

  último encuentro": "Durante el último año un ojo de Ni-

  ni enfermó de cataratas. Desde aquel momento, el ojo se

  volvió gris, parecía apagado y triste."


   W. G. Sebald escribió un pequeño poema en "Unrecoun-

   ted: "In the Viena/ Josephinum Collection/ a sightless/

   Ethiopian Eye/ overclouded/ by a gauze of/ grey silk."


   ("En la Colección Josephinum/ de Viena, un ciego/ Ojo

  Etíope/ nublado/ por una gasa/ de seda gris.")


      Yo podría agregar 

    que tener un solo ojo que ve,

    vuelve a las personas ligeramente

    más insondables.



     4


   La escuchaba imitar el rezo,

   porque no sabía rezar, ni a quién,

   y toda esa noche 

   me pareció oír como nunca

   acumularse la escarcha.

   Por la mañana ya no había rezos.

   De la cocina llegaba el olor del café

   y el sonido de tazas y platos.

   Algunos vidrios de las ventanas estaban 

   transparentes

   y otros velados

   por la helada.


    


   

  

domingo, 14 de noviembre de 2021

LA TARDE SE VUELVE NOCHE

  


  Sentado o caminado

  en las ensenadas

  de músicas que suenan

  como si estuviesen solas

  en el mundo


  PROPAGACIÓN


  *


  Se insufla, se propaga

  

  Los insectos encienden sus máquinas

  en la fabrica de la noche 


  La mente se purga

  con pesadillas


  Los techos descienden unas pulgadas

  La voz interior cambia de vía


  Los rieles corren hacia el gran silencio

  pincelados por una luna que, distraída, está atenta a todo


  La tarde al volverse noche, cambia de sexo


  Tendríamos que haberlo sabido hace mucho, 

   pero cada día crece un poco más lo que desconocemos

miércoles, 10 de noviembre de 2021

TAAVI JJUAQ

  Sebald recuerda

  la primera vez que fue testigo

  de una poeta groenlandesa

  'viva en la carne'

  'formando sonidos

  que no le parecían

  otra cosa que dobles

  vocales y dobles

  vees resbalando arriba

  y abajo por la escala de

  sonidos de su plumoso 

  lenguaje taavi

  jjuaq dice ella la

  gran oscuridad y

  levantando su brazo la

  centelleante luz'.

  Y ese recuerdo disparó

  la noche en la que Jerome

  Rothenberg 

  el etnopoeta

  interpretó

  para un escaso público

  entre el que me encontraba

  un poema de los indios

  americanos

  con las inflexiones,

  los gritos, soplidos, los movimientos

  rítmico-convulsos

  del cuerpo

  como los que haría

  sin saber sabiendo

  un animal inspirado

 

  Y ambas noches pasaron a

  mezclarse

  entre las demás noches como

  cartas marcadas

  en el mazo

  como el latido de menos

  o de más

  en la larga hilera de los

  pulsos

 

  porque es el cuerpo

  siempre, al final

  es en el cuerpo donde

  pasan las cosas

  que la mente

  raramente merecedora

  de llamarse

  "el espíritu"

  presencia y 

  siente


  es hasta raro estar diciéndolo y

  un tanto obvio


  pero eso es todo lo que hay

  realmente


  emociones

  que han hecho centellear

  al cuerpo

  para luego transformarse

  en barajas marcadas,

  en las tinieblas de ese cuerpo

  y pasar a llamarse

  "recuerdos"


  o emociones que

  a veces 

  ah

  mágicas y raras veces

  intercambiamos

  

COMO LADRONES DE SENDEROS

  envuelven senderos

  transportan

  corriendo

  como si los hubiesen robado

  porque se disuelven con facilidad

  los senderos

  por bien envueltos que los lleven

  y a ninguno le gusta llegar

  a destino

  (selvas, páramos, cañadas profundas)

  y encontrar estropeados

  deshechos

  los senderos

  al desenvolverlos


  vendajes vegetales


  la expresión de esos rostros

  en los que anidan aflicciones 

  remotas

  inefables


  la expresión al envolver

  los senderos

  la expresión al correr con ellos

  bajo la hilera de brazos

  como si transportasen una serpiente

  blanda e inmensa

  como de bruma y de tela

  agitada y agitándose


  las expresiones al llegar finalmente

  las expresiones al quitarles las vendas

  la expresión de esos rostros

  al andar por primera vez

  sobre los senderos transportados

  a salvo

  frescos

  conservando la hierba pequeña

  el olor del lugar del que vienen

  algunas hojas, algunas plumas

  el olor que les hace hacer la lluvia


  saben todo el tiempo

  que los senderos tienen vida propia

  que aprovechan la noche

  para fugarse

  que se van simplemente

  y nadie sabe adónde

  fueron


  y que las mañanas están hechas

  para salir de nuevo

  a buscar senderos

  remotos


  que volverán a escaparse

  

  

  

martes, 9 de noviembre de 2021

NOTICIA

 



 La noticia es 

 simplemente 

 matemática:

 inutilesmisterios.blogspot.com

 ha superado el millón de visitas 

 a sus páginas.

 ¡Gracias a todos 

 los lecto-visitantes!


DOS POEMAS DE DU FU ACERCA DE SU ÉPOCA

 



DU FU, o TU FU, también llamado Dú Sháoling o Dú

Gôngbu, con un nombre de cortesía: Zi Méi, es uno de los

mayores poetas chinos de todos los tiempos(1). Vivió entre

712 y 770, en la edad dorada de la poesía china, la Dinas-

tía Tang. Más específicamente en el reino del emperador

Ming Huang ('Emperador Brillante'). Estos dos poemas,

a diferencia de la mayoría de los escritos en esa tradición,

son de corte político-social. En el año 755 An Lushan, que

había sido un favorito de la corte, inició una rebelión, que

provocó la huida del emperador a la capital de ese entonces,

Chang'an (la actual Xi'an). Cuando las tropas rebeldes captu-

raron la ciudad, hubo grandes matanzas. An Lushan fue pos-

teriormente asesinado en una conspiración de la cual formó

parte su propio hijo. El Tang fue por fin restaurado en la per-

sona del tercer hijo de Ming Huang y duró otros 150 años.

Du Fu no parece haber participado de la caída de Chang'an, 

pero si vio su secuela, probablemente como prisionero de

guerra del ejército rebelde. El segundo poema, "Escena en

primavera" describe su reacción personal al desastre que

significó esta guerra cruenta. Como la mayoría de los poe-

tas de la época, Du Fu ocupó un puesto oficial, que en su ca-

so fue bastante menor. Después de la restauración de cierto

orden, Du Fu fue desplazado por el emperador a provincia

alejada. En 759 abandonó ese puesto y durante el resto de su

vida se convirtió en un vagabundo que realizó interminables

recorridas. En sus últimos años, ya enfermo, descendió por

etapas a lo largo del Yangtzé, intentando alcanzar su antiguo

hogar en el este, pero murió por el camino.

 Se conocen más de 1400 poemas de Du Fu, de los cuales al-

rededor de 1000 utilizan el para entonces llamado "estilo mo-

derno", o formas tonales reguladas, en especial el lü-shih de 8 

líneas, o verso regulado. Lo cual crea una mayor dificultad en 

la traducción. Eso tal vez explique por qué su poesía no está 

suficientemente traducida y difundida ni en inglés ni menos

aun en castellano. Al final de la nota agrego una  pequeña 

bibliografía en inglés acerca de su producción.



 BALADA DE LAS CARRETAS MILITARES


 Los vagones retumban y chirrían, los caballos bufan y re-

            linchan.

 Los hombres que marchan portan un arco y flechas en su

            cintura.

 Padres, madres, esposas, niños corren a sus lados, viéndolos

            partir,

 Mientras que remolinos de polvo borran la visión del puente

            Xianyang.

 Tirando de las ropas de sus seres amados, pateando el suelo

      en protesta, lloran y gritan.

 El sonido de los llantos se alza hasta los cielos.

 A la pregunta de uno que pasa por el costado del camino,

 Lo único que pueden decir los hombres es: Son soldados

          reclutas, señor.

 Algunos de nosotros fuimos enviados al norte a los quince

      para defender la región del Río amarillo.

 Y aun a los cuarenta tenemos que ir al oeste para encargar-

      nos de las granjas y proveer la comida.

 Cuando partimos, éramos tan jóvenes que la gente mayor

     tenía que atar nuestros gorros para nosotros.

 Cuando regresamos, nuestro pelo estaba blanco, y todavía

     tenemos que ir y defender la frontera.

 En la frontera es como un mar de sangre.

 Pero el emperador todavía se propone extender sus tierras.

 ¿No has oído, Señor, cómo todas las aldeas que nos rodean

      están cubiertas de zarzas y espinas?

 Aunque las mujeres son fuertes y saben cómo manejar la

     azada y conducir un arado,

 El grano crece sobre todo el lugar.

 Porque saben que los soldados de Qin soportarán cualquier

      cosa,

 Somos arreados por ahí como perros o aves de corral.

 '¿Porqué se lo permiten?', nos preguntan. No nos atrevemos

       a protestar.

 Toma este invierno, ves, necesitan aun más de los nuestros,

 Mientras que los oficiales del condado presionan por mayores

       impuestos.

 Yo te pregunto, ¿adónde llegará todo esto?

 La gente dice ahora que es mejor parir hijas. Tener hijos

       no es más que problemas.

 Por fin puedes casar a una hija con un vecino.

 Pero un hijo terminará dos metros bajo tierra.

 Sabes, muy lejos, cerca del Kokonor,

 Donde durante eras y eras los huesos blanqueados de los

      soldados han permanecido sin que nadie los recoja.

 Nuevos fantasmas vienen a perseguir a aquellos que se

       han ido antes,

 Mientras que el húmedo viento gime contra un hosco cielo.




   UNA ESCENA EN PRIMAVERA


 El estado está hecho trizas, solo las montañas y los ríos

       permanecen.

 Las malezas y los árboles crecen descontrolados en la

       ciudad esta primavera.

 ¿Acaso las flores sienten los tiempos que corren, y ellas

        como nosotros, debieran llorar?

 Durante tres meses los fanales de la guarnición han deste-

        llado durante la noche.

 Una carta desde casa valdría una pila de oro para mí,

 Un anciano esperando, cuyos restantes pelos blancos

 Pronto se volverán demasiado escasos como para sostener

        el broche del sombrero.


(1) "Si hay un genio indiscutido de la poesía china, ese es

Du Fu. El Taoísta Li Bai era más popular, el budista Wang

Wei era sublimemente simple y más íntimo con la naturale-

za, pero el confuciano Du Fu tenía una extraordinaria gama

temática y era un maestro e innovador de todas las formas

poéticas de su tiempo." Tony Barnstone y Chou-Ping: The

Anchor Book of Chinese Poetry. 2005.

 De este libro, este poema:


 LINEAS ROTAS


 El río tan azul que los pájaros parecen blanquearse.

 Sobre la verde ladera de la montaña las flores casi arden.

 La primavera está muriendo otra vez.

 ¿Volveré a casa alguna vez?



 FUENTE 

 Buena parte de los comentarios previos de esta nota son

una mezcla de datos provenientes del prólogo de Paul Ha-

rris con los de mi propia búsqueda. 

 Modern Poetry in Translation. Third Series- Number Seven.

Love and War. 2007.

Las versiones al inglés son de Paul Harris.





Bibliografía.

Du Fu. Selected Poems. Beijing. Foreign Language Press,

2011.

Vikram Seth. Three Chinese Poets. Wang Wei, Li Bai, Du

Fu. Harper Perennial, 1993.

Endless River: Li Po and Tu Fu: A Friendship in Poetry.

Weatherhill, 1993.

Burton Watson. The Columbia Book of Chinese Poetry.

From Early Times to the Thirteenth Century. Columbia

Univ. Press, 1984.



Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)


sábado, 30 de octubre de 2021

MÁS POEMAS DE CHARLES SIMIC

  



  Estos poemas provienen del libro "The Voice at 3:00 A.M.",

Selected Late & New Poems. Es una antología que recorre 

varios libros de Simic, desde Unending Blues (1986), hasta

Night Picnic (2001), con el agregado de poemas posteriores,

hasta 2003.

 Esta entrada se dedica a estos últimos, siempre en la idea,

tan ilusoria como cualquier otra, de que es probable que to-

davía no hayan conocido una versión en castellano. 



 EL INNOMINADO MÁS PRÓXIMO


 Tan malditamente familiar

 La mayor parte del tiempo.

 Ni siquiera sé que estás acá.

 Mi vida,

 Mi porción de eternidad.


 Un pequeño temblor,

 Como si el frío de la tumba

 Ya me estuviese

 Alcanzando-

 No importa.


 Descartes olió

 Brujas ardiendo

 Mientras él se sentaba pensando

 Acerca de una verdad tan obvia

 Que seguimos fallando en verla.


 Yo tampoco lo supe 

 Hasta hoy.

 Cuando escuché chillar a un pájaro:

 Viene el gato,

 Y me sentí temblar.



 EN LA CALLE


 Belleza, diosa oscura.


 Nos conocimos y separamos

 Como si no nos hubiésemos separado.


 Como dos relojes detenidos

 En la polvorienta vidriera de un negocio,


 Una dorada mañana del tiempo.



 CONDUCIENDO POR ESTOS CAMINOS


 Para qué te sirve

 Quejarte, Charles.

 Los destinos que barajan las cartas

 Son viejos y ciegos.

 Podés encontrarlos 

 En cada hogar de ancianos de Tenessee.


 Un día se te rompe el auto

 En las afueras de cualquier muerto pueblo de molinos

 Con un par de chimeneas en la lluvia,

 Y vos pasás delante del hogar

 Con tu lata de gasolina en la mano,

 Casi rozando los grises ladrillos


 Igual que la más vieja de ellos

 Se pone los anteojos de estrás

 Para leer lo que tienen para decir las cartas

 Ahora que estás empapado

 Y estás a punto de temblar hasta morirte,

 Excepto que todavía no es tu hora.



 EL APUNTADOR


 El que había estado susurrando

 Todo el tiempo en este teatro vacío

 Y cuya voz yo recién escuchaba-

 O imaginé que lo hacía

 Distraído como estaba en mis propios pensamientos.


 Dios ten piedad de mi pobre alma

 Debía ser mi verso,

 Que no me animé a decir

 Con escalofríos recorriéndome la espalda

 Como ratones blancos.


 Y cuando por fin logré hacerlo,

 No hubo respuesta.

 Un aplauso, alguien con una breve risa ahogada

 Es todo lo que yo había esperado

 Y no este gran barrido de nada.



 CIELO OTOÑAL


 En los tiempos de mi bisabuela,

 Lo único que uno necesitaba era una esciba

 Para llegar a ver lugares

 Y perseguir a los gansos en el cielo.

                             *


 Las estrellas lo saben todo,

 Así que tratamos de leer sus mentes.

 Lejanas como son,

 Elegimos susurrar en su presencia.

                                *


 Oh, Cintia,

 Tomá un reloj que ha perdido sus brazos

 Y llevalo de paseo.

 Conseguime un cuarto en el Hotel Eternidad

 Donde el Tiempo para de vez en cuando.

                                   *


 Vengan, amantes de los rincones oscuros,

 Dice el cielo,

 Y siéntense en uno de mis rincones oscuros.

 Hay muchos ceros sabrosos

 En el plato de los maníes esta noche.



 AL QUE EXCAVA UN TÚNEL


 Las penitenciarías aseguradas durante la noche,

 Miles yaciendo despiertos en ellas,

 Así como nosotros también yacemos despiertos, amor,

 Esforzándonos para oír más allá de lo silencioso.

 La borrosa blancura del cielorraso

 De nuestro oscurecido cuarto como una sábana

Arrojada sobre un cuerpo en la morgue helada.


 ¿Escuchás al que excava el túnel?

 Produce un sonido tan leve 

Que podría ser el latido de tu corazón o del mío

 En esta pared contra la que apoyamos nuestras cabezas.

 Con nuestros ojos ahora muy cerrados 

 Como si un carcelero se hubiese detenido a espiar

 A través de la pequeña hendidura de nuestra puerta.



 LA DOCTRINA SECRETA


 Psst, psst, psst,

 Es lo que está diciendo la nieve

 A los callados bosques,

 Mientras cae la noche.


 Algo apremia,

 Que no podemos esperar,

 En un sendero que se ha ido a ningún lado,

 Donde me encontré a mí mismo


 Rebasado por copos de nieve

 Con tanto para confidenciar.

 Las ramitas desnudas punzaban sus oídos-

 ¡Dios mío!


 ¿Qué dijeron?

 ¿Qué dijeron?

 Fui fastidiando 

 A cada árbol y arbusto.



 VERDADES SEPARADAS


 La noche cayó sin pedir

 Nuestro permiso.

 Mary tenía un dolor de cabeza,

 Y a mí me dolían los ojos

 De tanto pispear los diarios.


 Todavía podemos descifrar

 Unos pocos viejos árboles en el jardín.

 Ellos lo toman como viene.

 Las verdades separadas

 No les interesan.


 Tendremos que correr por ello, dije,

 Y no tenía ni idea de qué quería decir.

 La llegada de lo inevitable,

 Que extraña dicha que es eso,

 Y no tuve ni idea de qué quiso decir ella.



 FINES DE SEPTIEMBRE


 El camión del correo recorre la costa

 Transportando una sola carta.

 Al final de un largo muelle

 La aburrida gaviota levanta una pata de vez en cuando

 Y luego se olvida de bajarla.

 Hay una amenaza en el aire

 De tragedias creándose.


 Anoche pensaste que oías la televisión

 En la casa de al lado.

 Estabas seguro de que era algún nuevo

 Horror que estaban informando,

 Así que saliste a averiguar.

 Descalzo, en calzoncillos.

 Era solo el mar que sonaba cansado

 Después de tantas vidas

 O haciendo como que corría hacia algún lado

 Y nunca llegaba a ninguna parte.


 Esta mañana, parecía domingo.

 Los cielos hicieron su parte

 Al no arrojar ninguna sombra sobre la vereda

 O la fila de cabañas vacantes,

 Entre ellas una pequeña iglesia

 Con una docena de grises tumbas amontonadas

 Como si ellas, también, tiritasen.





FUENTE


Charles Simic. The Voice at 3:00 A.M. Selected Late &

New Poems. Harcourt, Inc., 2003.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas.

 


 

 

 

miércoles, 27 de octubre de 2021

POEMAS DE ORHAN VELI KANIK, DE TURQUÍA

  



  ESTE MUNDO


  Este mundo te vuelve loco,

  Esta noche, estas estrellas, esta fragancia,

  Este árbol estallando de flores de pies a cabeza.



  PARA USTEDES 


 Para ustedes, mis compañeros humanos,

 Todo es para ustedes,

 Las noches son para ustedes, los días son para ustedes;

 La luz del día es para ustedes, la luz de la luna es para ustedes;

 Hojas en la luz de la luna,

 asombro y sabiduría en las hojas,

 Miríada de verdes en la luz del día,

 El amarillo es para ustedes, y el rosa.

 La sensación de la piel en la palma,

 Su calor,

 Su blandura,

 El placer de estar acostado;

 Para ustedes son todos los saludos

 Y los mástiles basculando en el puerto;

 Los nombres de los días,

 Los nombres de los meses,

 La pintura fresca en los botes de remos es para ustedes,

 Los pies de los carteros,

 Las manos de los alfareros,

 El sudor en las frentes,

 Las balas arrojadas en los frentes de batalla;

 Las tumbas son para ustedes y las lápidas,

 Las cárceles y las esposas y las sentencias de muerte

 Son para ustedes.

 Todo es para ustedes.



  VIVIR


 I

 Sé que vivir no es una cosa fácil de hacer

 O enamorarse e ir cantando por tu chica

 Dar un paseo bajo las estrellas de noche

 Calentarse bajo la luz del sol durante el día

 Escabullirse por medio día para tomarlo con calma

 En lo alto de la más preciosa colina de Estambul

 - Incontables sombras de azul fluyen en el Bósforo-

 Y para olvidarlo todo en las legiones del azul.


  II


 Yo sé que vivir no es una cosa fácil de hacer

 Pero mirá

 La cama de un hombre muerto todavía está tibia,

 El reloj pulsera de un hombre muerto todavía hace tictac,

 Hermano, vivir no es un asunto sencillo,

 Pero morir tampoco es fácil.


 Dejar el mundo no es para nada fácil.



 ÉXODO


 I


 Desde esta ventana con vista a los techos

 El puerto estaba a la vista

 Las campanas de las iglesias

 Tañían el día entero

 Desde su cama se podían oír los trenes

 De vez en vez

 Y por la noche.

 Él amaba a una chica

 Que vivía en la casa de enfrente.

 Pero aun así,

 Dejó su pueblo

 Y se mudó a otro.


  II


 Ahora los álamos están a la vista

 Fuera de su ventana

 A lo largo del canal.

 Durante el día sigue lloviendo

 Y la luna está levantada durante la noche.

 Hay un mercado en la plaza cercana.

 En cuanto a él, todo el tiempo,

 Sea lo que fuere -un viaje o dinero o una carta,

 Él sigue pensando en algo.

 


 Orhan Veli Kanik (1914-1950) fue un gran innovador y con-

tinúa siendo uno de los poetas más populares de Turquía. Sus

traducciones del francés y sus ensayos también disfrutan de 

una amplia fama. Sus poemas selectos han sido editados en 

inglés y en alemán.


FUENTE





Talat S. Halman (Editor and Translator). A Brave New Quest.

100 Modern Turkish Poems. Syracuse University Press,

 2006.


 Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

 

martes, 26 de octubre de 2021

CUATRO POEMAS DE STEPHEN SPENDER

  



 ABUELOS


 Miramos a la criatura de Matthew, nuestra nieta,

 A través de la pantalla de vidrio donde ocho bebés

 Brillaban como velas rojas sobre una mesa.

 Su carita y sus manos arrugadas eran como

 Crisálidas y helechos desplegándose.

 '¿Es nuestra bebé un genio?' le preguntó a una monja.

 Fuimos a los Uffizi y él miró a los

 Primitivos italianos, y halló

 Feos a todos sus bambini.

 Empezó a dibujar a Maro y su hija

 Nueve horas después de que naciera Saskia.


                                      (Florencia, 1971)



 AUDEN EN MILWAUKEE


 Cené con Auden. Él había estado tres días

 En Milwaukee, hablándoles a los estudiantes.

 'Me amaron. Estaban fascinados.'

 Su rostro encendía la escena.

 Vi la foto de él, embutido en

 ropas de tapicería y pantuflas al tono

 Sólo su cara estaba viva encima de ellas.

 Debe haberse introducido a sí mismo en el salón

 Como un objeto, un premio, un regalo que conoce su valor,

 Midiendo su valía para ellos en balanzas,

 Palabra pesada por palabra, absorto en su propia voz.

 Él sabe que ellos son jóvenes y, mejor, qué él es viejo.

 Comparte su distancia con ellos como un chiste.

 Lo aman por eso. Esto, porque sienten

 Que él no le pertenece a nadie, y sin embargo te lo da todo.

 Lo ven como un objeto, artefacto, que el tiempo

 Ha arado entrelazado con todas esas líneas

 Y sin embargo tiene un núcleo que simplemente arde.


               (28 de febrero 1970, Nueva York)



 HIELO

 (Viena)


                      Para Muriel


 Ella entró desde el aire nevado

 Donde la arquitectura de carámbanos colgantes

 Tendía vellones blancos alrededor de la plaza barroca.

 Vi a su rostro helarse entre sus pieles,

 Desde el rincón de la chimenea en el cuarto

 Donde había esperado en mi sillón.

 Corrí hacia ella con el fuego de mis labios

 Y besé esa calidez contra su piel

 Y sentí cómo el rojo hacía florecer el blanco

 Cuando, a mi cuidado, sus sonrientes ojos

 Brillaron con el resplandor del hielo

 De afuera, cuyo deslumbramiento habían traído consigo.

   Ese día, hasta ahora, lo olvidé.

 ¿Cómo es que ahora recuerdo

 Yo, que cuando ella entró, no vi

 La pasión de su blanco diciembre?


          (Recordando)



  PALABRA


 La palabra muerde como un pez.

 ¿Volveré a arrojarla, libre

 Como flecha hacia ese mar

 Donde los pensamientos son látigo de cola y aleta?

 ¿O he de ponerla

 a rimar sobre un plato?



 Stephen Spender (1909-1995) fue uno de los mayores poetas

de la generación llamada del '30. Se formó en Oxford, y formó

parte de los intelectuales que adhirieron a la causa de la Repú-

blica en España, durante la Guerra Civil Española. Fue, ade-

más de poeta un importante crítico literario. 



 FUENTE


 Stephen Spender. Collected Poems 1928-1985. faber and

faber, 1990.




 Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

  En castellano, Losada publicó en 1967 "Poemas"

1928-1953, con traducciones de William Shand y Alberto

Girri.