Madre le quiso cerrar la puerta
al dolor
pero "no la encontraba"
Se dispuso, solamente
El dolor venía
y las puertas por las cuales entraba
nunca llegaron a verse
A veces el dolor parecía haberse ido
Una vez, me dijo, llegó a tener
"la clara impresión
de que se había ido para no volver".
Era como estar en una sala muy grande
con mucho ruido
con bastante confusa-gente
y por los altoparlantes sonaba
lo que al parecer era
"el último llamado de la muerte".
Pero este se hacía
en un idioma extranjero.
No se sabía cómo proceder.
No se sabía tampoco de dónde procedían
las voces, los llamados,
lo extranjero, la muerte.
Me dijo que esperaría su turno
si de eso se trataba.
Corrió, con un gesto muy suyo,
la niebla dolorosa
y respiró sonriente
un aire muy claro.
"Desde acá", me dijo,
"por un largo y angosto corredor
se puede ir fácilmente a la infancia".
Era, en efecto, una niña.
Con esa niña tendría que vérselas
la muerte, en todo caso.
1 comentario:
Es un poema muy conmovedor!
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