martes, 8 de diciembre de 2020

TRES POEMAS DE LA PROFUNDA ANNA KAMIENSKA

   




FALTA DE FE


 

 aún cuando no creo

 hay un lugar en mí

 inaccesible a la incredulidad

 una parcela de gracia silvestre

 una tozuda reserva

 impenetrable

 un dolor intocado durmiendo en el cuerpo

 música que construye su nido en silencio.



 EL MOMENTO DE LA RECONCILIACIÓN


 Toma en tu mano la hostia gris del día

 porque el momento de la reconciliación ha llegado


 Que haya reconciliación entre

 la manzana y el cuchillo


 el árbol y el fuego


 el día y la noche


 la risa y el llanto


 la nada y el cuerpo


 Que haya reconciliación

 entre la soledad y la soledad.



 UNA ORACIÓN QUE SERÁ CONTESTADA


 Señor déjame sufrir mucho

 y luego morir


 Déjame caminar a través del silencio

 sin dejar nada atrás ni siquiera el miedo


 Haz que el mundo continúe 

 deja que el océano bese la arena igual que antes


 Deja que el pasto permanezca verde

 para que los sapos puedan esconderse en él


 para que alguien pueda enterrar su rostro en él

 y llorar por su amor


 Haz que el día se alce brillando

 como si no hubiese más dolor


 Y deja que mi poema se levante claro como una ventana

 topado por la cabeza del abejorro





 Anna Kamienska es una extraordinaria poeta polaca. Vivió

entre 1920 y 1986. Ha sido muy reconocida por sus colegas

premiados con el Nobel, como Szymborska y Milosz. Su re-

ligión es dulce y habita entre los dos Testamentos. Son muy 

ricos sus cuadernos de anotaciones, de modo que próxima-

mente intentaré traducir fragmentos de ellos.


 FUENTE


 Anna Kamienska. Astonishments. Selected Poems. Para-

clete Press, 2007.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

2 comentarios:

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Es tan bello releer poemas, refrescan mi alma siempre en busqueda, que este año que viene sea esplendoroso, con mucho amor y salud amigo Robert

Robert Rivas dijo...

Hola Carmen. Aunque "esplendoroso" me suena a una exageración tremenda,
te agradezco el buen deseo. Que sea un buen año para vos también. Y gracias por tu acompañamiento, que es valioso para mí.