UN CABALLO MUY PEQUEÑO
He criado un caballo pequeño en mi casa. Galopa por mi
habitación. Es mi distracción.
Al principio, yo tenía mis inquietudes. Me preguntaba si él
crecería. Pero mi paciencia ha sido recompensada. Hoy en
día mide más de 53 centímetros y come y digiere la comida
de un adulto.
La verdadera dificultad viene de parte de Elena. Las muje-
res no son simples. Un poco de bosta las indispone. Las de-
sequilibra. Ya no son si mismas.
"De un culo tan pequeño", le dije, "apenas puede surgir un
poquito de bosta", pero ella... En fin, de todas maneras, qué
se le va a hacer, no tengo que preocuparme acerca de ella por
el momento.
Lo que me inquieta, es otra cosa, los peculiares cambios que
de pronto suceden con mi pequeño caballo ciertos días. En me-
nos de una hora, ¡ya está! que se hincha, se hincha su cabeza,
se curva, se deforma, se deshilacha y cachetea en el viento que
entra por la ventana.
¡Oh! ¡Oh!
Me pregunto si no me está decepcionando al transformarse
en un caballo; ya que aún siendo pequeño, un caballo no se
despliega como una bandera, o cachetea en el viento, aunque
sea por unos minutos.
Yo no quisiera ser víctima de un engaño, después de tantas
atenciones, después de tantas noches pasadas observándolo,
defendiéndolo de las ratas, de los peligros omnipresentes, y
de las fiebres de la juventud.
A veces se altera por verse tan enano. Se pone loco. O ator-
mentado por el celo, pega enormes saltos sobre las sillas y
comienza a relinchar, a relinchar desesperadamente.
Los animales hembra del vecindario alzan las orejas, las pe-
rras, las gallinas, las yeguas, las ratonas. Pero eso es todo.
"No, deciden ellas por sí mismas, ajustándose a su instinto."
Y hasta ahora ninguna hembra ha respondido.
Mi pequeño caballo me mira con angustia, con locura en
sus dos ojos.
¿Pero quién está en falta? ¿Soy yo?
Sin título (1955)
Acuarela y papel.
Del libro "Obras escogidas. Henri Michaux. 1927-1984.
Publicado por la Generalitat Valenciana. (Exposiciones de
las obras pictóricas de H.M. en Marsella (1993), Valencia
(1993/4), y Ginebra (1994).
Henri Michaux, el único. De quien dijera John Ashbery,
"Henri Michaux no es del todo un pintor, tampoco un escri-
tor, sino una consciencia -la sustancia más sensitiva descu-
bierta hasta hoy para registrar la fluctuante angustia del vi-
vir día-a-día, minuto-a-minuto." Y Alejandra Pizarnik tam-
bién logró definir en parte a este ser que se escapa por los
bordes de todo lo conocido: "Ojalá viva mucho: es mi úni-
co punto de referencia."
No he visto este texto en castellano. Por eso lo traduje.
Del francés, con ayuda del inglés. Es de su libro "Lejano
interior" (1938), o sea al borde de la Segunda Guerra Mun-
dial.
De Richard Ellmann. Selected Writings. Henri Michaux.
New Directions, 1968.
Compré este libro (tenía ganas de apuntar este detalle) en
Santa Mónica, California, el 28/4/98.
Versión del francés/inglés: Robert R. Rivas (c)
1 comentario:
Conmovedor poema! Muy bello
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